EL CENTRO ¿FUE UN BARRIO?
Por Toni Roberto
tonirobertogodoy@gmail.com
El Centro de la Asunción de ayer, con sus plazas y edificios emblemáticos que luego fueron instituciones públicas.
Creo que pertenezco a la última generación de “mitã´i” que disfrutó del centro como un barrio, no quiero hacer una aburrida división cartogŕafica de los limites municipales de Asunción, prefiero titular el artículo de esta página sólo como el imaginario “Barrio Centro”.
Allá hasta mediados de los 70 vivir en el centro era un placer y moverse de un lugar a otro una feliz caminanta ya sea yendo hasta la Plaza Italia o caminando por 14 de mayo hasta la Costanera y llegar un poco más abajo al tobogán o pasearse en alguna "lancha amiga" hasta el Mbiguá, (recuerdo aún la lancha de Alborno que nos paseaba por toda la bahía).
Si hacemos un racconto setentoso fue hasta esa década el apogeo de ciertas familias que tenían su céntrico negocio abajo y su vivienda arriba como los Bazás, los Chihan o los Scavone (en lo que en aquella época se denominaba vivir en "Altos"), así investigando una guía de Antelco de 1961 encontramos esto: "Bazás, Elías.... Ntra. Sra. De la Asunción 67 (altos)..... tel. 8161", es justamente uno de los negocios históricos de Asunción que sobreviven en esa legendaria dirección asunceña en esa misma dirección pero en la Planta baja, La Casa Solwa, que hoy ya tendría que ser un lugar turístico para mostrar aquella antigua exitosa era comercial céntrica.
No quiero hacer tampoco un gastado recorrido literal histórico por la calle Palma y los bares tradicionales que hasta hoy están, pero no puedo olvidar a la Srta.Teresa de Casa Regojo siempre bien puesta en la puerta con su tradicional frase: "Casa Regojooo, paseee, hacemos cambios en el fondooo..." o a Lilia Froes otra Señorita de la época que atendía en ese cincuentoso edificio que hasta hoy alberga varias ópticas, entre ellas, Santa Lucía, o los caramelitos que me invitaba don Lázaro Morga. De esa estirpe de vendedoras de negocios de la calle Palma sobreviven Basilia y Vicky de la Libería Novelty.
DE LOS PRIMEROS ASENSORES
Tuve la suerte de tener una larga charla con un antiguo habitante del centro, el popular Paolo Pederzani un tiempo antes de su fallecimiento, donde me contaba con mucho orgullo la historia de la llegada de Italia de él y su familia, ellos vivían y trabajaban en el tal vez primer edificio privado con asensor de Asunción, el Edificio La Franco Argentina. De día trabajaba de asensorista y de noche estudiaba, mientras su padre Novello era el portero y su mamá hacía la limpieza del edificio, historia sacrificada de muchas familias italianas que en los años 40 venían de "la porca miseria" luego de la Segunda Guerra Mundial.
Creo que se disputan el puesto de primeros edificios privados con asensores el de la Franco Argentina y el Victoria. Más adelante otros ya de más altura entrados los años 50, como el Edificio Segesa, el Astral de Montevideo y Palma, el Ñansaindy y el Edificio Independencia donde estaba el famoso Bar El Tano.
UN POCO DEL CATEDRAL, UN POCO DE LA ENCARNACIÓN
No quiero hacer una división aburrida de la nomenclatura barrial, pero sí es cierto que es parte de una parte, valga la redundancia, del Barrio de La Encarnacióm y del Barrio Catedral, que merecen un capitulo aparte, pero no podemos dejar de decir que este último fue y es uno de los barrios más antiguos de Asunción, que gira en torno a la iglesia del mismo nombre. Se cree que luego del gran incendio de Asunción en 1543 el enclave actual de la iglesia es el mismo, aunque se haya modificado su estructura en varias ocasiones.
MANSIONES DEL CENTRO DEVENIDAS EN INSTITUCIONES PÚBLICAS
En el imaginario Barrio Centro varias mansiones se convirtieron en Escuelas, entre ellas la del Dr.Benza que fue luego Escuela Normal, sobre la calle Gral. Díaz entre Chile y Alberdi. De esta gran casa habla doña Clara Benza de Garófalo en su libro "Doña Clara y yo", editado por Rafael Peroni en 1988, describiendo su interior con una preciosura poética: "Dos escaleras llevaban al segundo piso y otra más pequeña, de bellísimo hierro forjado, conducía al patio donde estaba la enorme cochera convertida en garage del automóvil.
Caminando por las cuatro plazas frente al Hotel Guaraní podemos ver el diálogo de varias épocas, el propio hotel obra de un grupo brasileño liderado por el Arquitecto Viana, cuyo jefe de obras era el Arq. Saturnino De Britto, quien se enamoró de esta ciudad y en la que vivió hasta el final de sus días. El Panteón de los Héroes diseño del italiano Ravizza, el antiguo edificio del Banco Central del Paraguay diseño del Italo Argentino Corvellani, hasta el cincuentoso Edificio Independencia diseñado por el paraguayo Arquitecto Rivas.
Paro esta caminata y les dejo, sólo para seguir dibujando este lugar que alguna vez fue el imaginario Barrio Centro.
Fuente: www.lanacion.com.py
Domingo, 28 de Abril de 2019
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