CARRULIM: UNA PODEROSA TRADICIÓN
Por MARISOL PALACIOS
mpalacios@abc.com.py
Fotos ABC Color/Arcenio Acuña
Llega agosto, y como todos los años, mucha gente se prepara para beber el primer día del mes el carrulim (caña, ruda y limón). Ya sea por costumbre o la creencia de que protege contra futuros males, los gestores culturales consideran importante mantener estas tradiciones para que no se pierdan entre las telarañas del tiempo.
Mientras algunos afirman que las tradiciones son parte del imaginario popular, existen personas que se esfuerzan por conservarlas como parte de nuestra identidad. Entre estas tradiciones están, por ejemplo, el clásico carrulim (caña, ruda y limón), el brebaje que se consume el 1 de agosto como antídoto contra los males que pudiera traer el octavo mes del año, además de las siete hierbas en el mate o tereré.
Según el licenciado Clemente Cáceres, promotor cultural de la Dirección General de Cultura de la Municipalidad de Asunción y encargado de las recordaciones del calendario folclórico, la costumbre de beber carrulim, actualmente, es un recuerdo, tal vez un homenaje, porque ya casi no tiene la misma función de lo que significaba en tiempos de la colonia, durante la época del doctor Francia o hasta hace un siglo, cuando no existían todavía medicinas específicas para algunos males. “Porque la caña, ruda y limón eran un antigripal poderoso que se tomaba todo el tiempo para contrarrestar la gripe y todas sus complicaciones. El carrulim es un aporte de los españoles. Estos tres eran los principales elementos de la medicina popular”, comenta.
Según Cáceres, los tres ingredientes se tomaban juntos o por separado, pero siempre en invierno. Se consumían unos traguitos o como un aperitivo antes de dormir y al amanecer, pero como medicina. Se toma el 1 de agosto. Se agudizaban porque las complicaciones respiratorias y cardiovasculares que se arrastraban desde el principio del invierno, algunos desde el otoño, hacían que lleguen con el cuerpo debilitado, con pocas defensas, a agosto y no aguanten porque este es un mes muy complicado, con temperaturas extremas que varían de frío a calor en un mismo día. “Además, el ambiente está muy contaminado, con polvo, polen, ácaros, porque las plantas y los animales pasan por transformaciones normales y producen alergias”, señala.
Resalta que así un estado gripal podía llevar a la muerte. Por eso, este mes es característico por sus advertencias: “Aníke rejayvy, aníke nde pochy, cháke ne akã okapúne ha ne muerte repentínata”, por la muerte súbita, que no es otra cosa que un accidente cerebro vascular. “Y, como la gente no sabía, decía: ‘Omano reiete ningo’. Entonces, esto cada vez se va utilizando menos y, actualmente, ya solo se toma el 1 de agosto, conscientes de que nada más es para seguir una tradición que ojalá nunca termine y, también recordar cómo funcionaba la salud en otra época y lo importante que es mantener la tradición”, expresa.
Cáceres enfatiza que es importante el trabajo de rescate, reivindicación, preservación y difusión de nuestra cultura, de algunos elementos como las comidas, costumbres y otras cosas desde la Secretaría de Cultura. “Todo esto, intangible, puede revivir. Las personas físicas son las que se mueren, pero las tradiciones, por más de que, antropológicamente, hayan desaparecido, se les dice folclore muerto, se pueden volver a poner de moda”.
Por su parte, Javier Torres, promotor cultural e investigador de las hierbas medicinales, e integrante de la comisión de vendedores del Paseo de los Yuyos del Mercado 4, comenta que se están preparando por todo lo alto para celebrar, además del Festival del Carrulim, el Día Nacional del Pohã Ñana, una fecha muy importante para los que se dedican al rubro, porque las hierbas forman parte de nuestra tradición y, también, festejarán con todo que la Secretaría Nacional de Cultura declaró el 23 de julio pasado el carrulim como Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional.
Para Torres, que pertenece a la tercera generación de vendedores de yuyos, esta es una antigua tradición. “‘En agosto ñande ruvy pochy’, decía mi abuela, por eso hay que renovar nuestra sangre y ahuyentar todo lo que sea la mala vibra, la mala onda. Y el carrulim no solamente se toma el 1 de agosto. Lo ideal es tomar un traguito todos los días de agosto antes del mate. Coincide con el licenciado Cáceres en que el limón y la caña blanca son antigripales, y la ruda es buena para purificar la sangre. “Para esas gripes tan fuertes que atacan ahora; enseguida te cura”, afirma.
Torres también considera que es una verdadera lucha mantener la tradición, especialmente en los jóvenes. Por eso, justamente, los jóvenes de la tercera generación que venden los yuyos se esfuerzan para que permanezcan. “De ahí surgió toda esta iniciativa para que la Secretaría Nacional de Cultura lo declare patrimonio para que quede como un registro y la puedan continuar otras generaciones”, explica.
Cuenta que, no obstante, el carrulim siempre se toma. Cada vendedor tiene entre 30 y 40 l y se acaba. Incluso, hay algunas empresas que mandan preparar días antes con el objetivo de seguir con la tradición. En cuanto a la fiesta del carrulim, Torres adelanta que el 1 de agosto, el ministro les va a entregar la resolución que declara el carrulim Patrimonio Cultural Inmaterial, habrá un festival con las yuyeras, exposición del carrulim en todo el trayecto de Pettirossi y República Francesa. “La gente puede degustar, incluso, adquirirlo un día antes”, dice.
Respecto a los precios, estos oscilan entre G. 5000 y G. 10.000. “Porque solo son siete tragos”, insiste. Aunque también comentó que hay botellas de mayor tamaño para compartir con los amigos. El 1 de agosto también se habilitará el Centro Cultural Tereré Literario en el Mercado 4, que consistirá en un espacio muy interesante para la gente del mercado y todo aquel que acuda al lugar de compras pueda disfrutar de la lectura de obras nacionales y de la literatura universal. El local funcionará desde las 7:00 hasta las 17:00. “Justamente, ya tenemos previsto para agosto ciclos de lectura, de cine. Vamos a anunciar las actividades a través de nuestra página en Facebook y las invitaciones. Queremos que esto se convierta en un centro cultural para todos”.
Fuera de la discusión de si es creencia o solo costumbre, los estudiosos de nuestra cultura resaltan que lo importante de estas prácticas populares es que persisten y constituyen una característica de nuestra particularidad cultural y que hay que mantenerlas en una época en la cual somos bombardeados por costumbres foráneas. Su práctica es una manera de comprender y mantener una cultura que se va diluyendo poco a poco con las nieves del tiempo.
Cómo, cuándo y cuánto
El carrulim se bebe siete tragos en ayunas el 1 de agosto. También se recomienda tomar las siete hierbas —agosto poty, romero, ajenjo, ka’apiky, verbena’i, pyno’i y ruda— en el tereré para renovar la sangre. “Con el agosto poty hay que tener prudencia porque es muy tóxica. Apenas dos o tres florcitas. Esta planta y el pyno’i aparecen este mes, pero solo una de las dos se puede tomar todos los días, no las siete hierbas”, recomienda Torres.
AGRADECIMIENTOS: Centro Cultural Tereré literario.
Fuente: Revista Dominical de ABC Color - Páginas 26 al 31
