Rosa
Britez (+) 09 de Abril de 1940-20 de Diciembre de 2017
Biografía
Nombre real: FRANCISCA ROSALINA BRÍTEZ
Nació: Itá, 09 de Abril de 1941
Falleció: Itá, 20 de Diciembre de 2017
ROSA BRÍTEZ (Itá, 9 de abril de 1941) es una alfarera paraguaya. Ha desarrollado un particular estilo modelando en barro negro y creando figuras representativas de su entorno. Su obra se ha reconocido y valorado tanto en el Paraguay como en otros países.
INFANCIA Y JUVENTUD
Hija de Ramona Brítez. Huérfana de madre a la edad de seis años, quedó al cuidado de su tía Simeona Cáceres viuda de Farías, de quien recibió las primeras instrucciones en el moldeado del barro. Asistió a la escuela hasta el tercer grado de Educación Escolar Básica, momento en que sus tíos decidieron que ya debía aprender un oficio. Es así que desde los nueve años se dedicó a lo que sería su pasión durante toda su vida: el moldeado del barro. Sus primeras creaciones fueron cantarillas, cántaros, platos y objetos de formas sencillas. Poco a poco fue descubriendo las posibilidades de la arcilla y sus figuras fueron tomando formas y estructuras más complejas.
EVOLUCIÓN
A la edad de veintitrés años aproximadamente, su oficio tomó un carácter artístico. Aparecieron, entonces, sus primeros platos de pared con las figuras del Sol y la Luna, con el estilo que la identifica. De esa época datan, también, sus creaciones con formas de animales de la fauna paraguaya como el «tatú bolita», sus carretas, jarras con uvas y otros objetos que se destacan por la originalidad de las formas y las texturas.
Más adelante presentó unas polémicas y llamativas figuras con formas de parejas de enamorados representados en el texto hindú Kamasutra, obteniendo gran aceptación del público paraguayo y del exterior. Según comenta ella misma, estando en la Expo Sevilla en al año 1982, Juan Carlos I, rey de España, adquirió la totalidad de esta colección.
Casada con Emiliano Quintana, tuvo 13 hijos, 10 varones y 3 mujeres. Estos le han dado 26 nietos, además de varios bisnietos. Rosa Brítez ha realizado varias exposiciones nacionales e internacionales y dispone de una pequeña galería artesana en su casa de Itá, que atiende ella misma.
EXPOSICIONES
Año
Exposiciones
1970 en adelante.
Exposiciones individuales y colectivas. Museo del Barro. Asunción. Paraguay.
1992
Expo Sevilla. España.
1994
Exposición en Alemania.
2001
Expo Mundial de Cerámica, Artesanía y Folklore. Seúl. Corea.
2003
Exposiciones en Chile y Uruguay
2004
Exposición en México.
2005
Exposición en Francia.
PREMIOS Y DISTINCIONES
Año
Premios y distinciones
1989
Nombrada «Ceramista de América» en Estados Unidos.
2007
Propulsores de la Artesanía Paraguaya. Instituto paraguayo de Artesanía. Mariano Roque Alonso. Paraguay.
2008
Reconocimiento público a su incansable tarea artesanal. Día Internacional de la Mujer. Secretaría de la Niñez y la Adolescencia. Asunción. Paraguay.
ESTILO
Usando como herramientas de alfarería primitiva un pedazo de tacuara, una cuchara, un palito y hojas de naranja, Doña Rosa da formas fantásticas al barro, desde los seres de la mitología paraguaya, platos representando al sol y a la luna, pesebres, animales y personajes característicos de la cultura del Paraguay.
«Yo soy lo que soy porque hago del barro lo que quiero. La cultura es una acción, no sólo ideas y pensamientos. Incluso el escribir es una actividad que tiene mucho de artesanía. La obra de arte es un producto que se puede ver y tocar, o escuchar, gustar, en fin. Por esto hay una cultura de buen gusto que es la que es, la que está en consonancia con el sentir de un pueblo. La cultura en el Paraguay es lo que constituye nuestro ser, es ñande reko».
Rosa Brítez
Doña Rosa crea objetos mirando fotografías e imágenes relacionadas con rostro de las personas. Así mismo, crea jarrones, tortugas, peces, máscaras, y un centenar de tipos de moldes diferentes.
REFERENCIAS
La magia de nuestra tierra. Asunción: Fundación en Alianza, 2007.
ROSA BRITEZ. LA CERAMISTA DE AMÉRICA - Canal en YouTube de MAURICIO DURAN
En la ciudad de Ita, en el km 36.5, se encuentra la pequeña vivienda de Rosa Britez, quien ostenta el nada humilde título de "ceramista de América" desde 1989, gracias a su distinguido trabajo en el barro, su técnica original y sus representaciones de los mitos de nuestro país, la mujer paraguaya y otros aspectos distintivos de la cultura de nuestro país. Su trabajo alcanzó notoriedad mundial cuando en el año 1982, en una exposición en Sevilla, el rey Carlos 1ro adquirió todas las piezas de una colección en la que se representaba a amantes realizando las diferentes posiciones del libro hindú conocido como "kamasutra".
Gracias a su obra, Rosa Britez ha recorrido países como España, korea y Estados Unidos, donde conoció diferentes maquinarias para trabajar el barro, no obstante, la ceramista de América se mantiene firme a sus raíces y utiliza para su trabajo solo tablillas de madera, cucharas de diferentes tamaños y hojas de varios tipos de árboles. Rodeada de 13 hijos y 26 nietos, a sus 73 años, esta artista no se preocupa por encontrar quien perpetúe su trabajo, al año realiza con su familia más de 3000 figuras únicas, aunque últimamente debió reducir está ardua labor debido a un problema del corazón.
Quien quiera ayudar a esta embajadora de la cultura de nuestro país y apreciar su mundialmente reconocida obra, puede hacerlo llamando al 0985 365 914. Serán recibidos por esta artista, cuya belleza no sólo radica en el perfecto trazado del barro, sino también en su personalidad atrapante y en sus curiosas anécdotas contadas en el dulce idioma guaraní.
Fuente: Publicado el 5 abr. 2014. Material elaborado por Mauricio Durán para RED GUARANI.
ROSA BRITEZ, ARTESANA DE ITA
CENTRAL ACUNA A LA “CERAMISTA DE AMÉRICA”
Tiene 73 años, pero fiel su técnica tradicional
Rosa Brítez nació en Itá del departamento Central. Ella es dueña de una lucidez envidiosa a pesar de sus 73 años y un talento que -hasta hoy demuestra que conquista continentes con sus obras de arte.
La iteña fue premiada como “Ceramista de América”, por el año 1989, en España, de la mano del rey Carlos I, congraciándola con dicho título. Testigos de la ocasión, afirman que la realeza española quedó impactada con su técnica original y sus obras representando a los mitos, a la mujer paraguaya y otros aspectos típicos de la cultura paraguaya.
En el año 1992 su trabajo alcanzó notoriedad cuando en una exposición en la ciudad de Sevilla, España, el rey Carlos adquirió 300 piezas de lo que sería una pareja de enamorados, representando las posiciones del libro Indú, Kamasutra.
La artista paraguaya ha recorrido países como España, Korea y Estados Unidos, lo que le permitió conocer avanzadas técnicas y maquinarias; Sin embargo, la artesana centralina ha elegido trabajar de manera fácil y sencilla, fiel a su técnica y a su estilo, utilizando tablillas de maderas, hojas variadas.
Durante una entrevista a la artista, se le había preguntado acerca de su modelo. “Yo no tengo modelo ni tampoco copio de nadie, solo me imagino como es y lo plasmo en mis obras. Mi mayor riqueza es mi imaginación, si copias no sos artista. Y yo soy artista en cuerpo y alma”, había declarado durante la entrevista.
“La Ceramista de América” se siente orgullosa de su trabajo y confieza que lo que más le gusta son las parejitas de enamorados.
Rosa Brítez sigue viviendo actualmente en la localidad de Itá, hoy con avanzada edad y enferma de corazón, pero con un temple inquebrantable. Es un verdadero testimonio de vida y perseverancia.
Se define como enamorada de la vida y bendecida con 13 hijos. y 26 nietos. “Aunque esté un poco achacosa, mi trabajo sigue intacto y así continuaré. Cuando trabajo mi vigor y mi fuerza afloran con cada obra inspirada”, aseveró la artesana.
Por PEDRO GÓMEZ SILGUEIRA, ENVIADO ESPECIAL - DIARIO ABC COLOR
Qué paradoja. La reconocida y premiada mundialmente como la "Ceramista de América", doña Rosa Brítez, no es profeta en su tierra. Vive en Itá soportando una gran penuria económica y serios problemas de salud de costoso tratamiento. Está de más decir que esta humilde mujer no pueda solventar sus necesidades con el barro moldeado por sus manos. Al fin y al cabo, vivir del arte es privilegio de unos pocos.
¿Quién no ha escuchado hablar de sus "broseritos"? Esas parejitas que hacen cosas "eróticas" en distintas posiciones y, aunque estén como vinieron al mundo, están lejos de ser groseras.
Con la picardía y la gracia de siempre, Rosa Brítez dice sin pelos en la lengua: "Me inspiré en mí misma. Hago en el arte lo que hago en mi vida privada con mi marido".
La colección está compuesta de 40 figuras distintas. No hace mucho, venía hasta el centro de Asunción con sus bártulos atados en un paño –como hacían las abuelas– sobre su cabeza para ofrecerlos a la venta. "Cuando yo me muera o ya no pueda hacerlo, valdrán mucho más", me dijo una vez cuando le comenté que ya no tenía lugar en mi casa para ubicarlos ante su insistente oferta.
Rosa Brítez ha representado dignamente a este país y ha dado mucho al Paraguay. Hace 20 años, el Comité Paraguay Kansas envió sus obras a Estados Unidos junto con las de otros artistas "compañeros de América" cuando ella obtuvo la consagración. De esa época también dice que fue su contacto con los padres de Michael Jackson que la visitaron en Itá y le dieron una tarjeta gracias a la cual pudo ver en vivo al artista en los Estados Unidos "cuando todavía era bien moreno".
Fue invitada a la Expo Sevilla por el Centro Juan de Salazar y viajó a México para un intercambio cultural con artesanas de Puebla y Guajaca. Estuvo en la Casa de la Cultura de Recoleta en Buenos Aires e hizo una exposición y demostración de su arte en la Universidad Católica de Chile. También la invitaron a Uruguay, Francia y Corea, donde se quedó dos meses mostrando su trabajo.
Todos los países que visitó destacaron el valor de su moldeado que está en el no uso de torno ni moldes, sino en la habilidad de sus manos que curten el barro.
Los "broseritos" son solo una mínima parte de la obra de Rosa Brítez. Están sus gallinitas de la suerte, sus pesebres de figuras inspiradas en las de Botero, la virgen embarazada y los cántaros.
Rosa Brítez no quiere pedir caridad, quiere que la gente valore su trabajo y ella pueda reponerse con el sudor de la frente. Pero la realidad es que necesita ayuda. "Todavía tengo mis dos manos para ganarme la vida", dice. Y, antes que hablar de ella misma, lamenta la forma "miserable" en que su colega artesana de la hoja del maíz Mercedes Servín, cuyo arte supuestamente valoraba el presidente Fernando Lugo, fue tratada por el Gobierno.
Tampoco apareció alguien de alguno de los museos o galerías que venden sus obras en el exterior en dólares o euros, de los cuales ella poco o nada recibe.
Nadie de la Secretaría Nacional de Cultura o de Turismo la ha visitado, mucho menos de la Municipalidad de Itá o de la Gobernación de Central.
Itá es la "ciudad del cántaro y la miel", pero Rosa Brítez sabe que no será profeta en su tierra. Sin embargo, no pierde las esperanzas porque sabe que "Dios es para todos".
ROSA BRÍTEZ EXPONDRÁ TRABAJOS ARTESANALES EN LA SECRETARÍA DE LA NIÑEZ
Por Karin Saleb - 3/7/2008 - 07:40
La reconocida artesana compatriota, Sra. Rosa Brítez expondrá sus trabajos a partir de esta mañana en la sede de la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (Av. Mcal. López 1579 c/ Pitiantuta). La demostración y exposición de sus trabajos estarán abiertas a todo público.
El evento se realizará en el marco de las celebraciones del Día Internacional de la Mujer, ocasión en que recibirá también un reconocimiento público a su incansable trabajo de moldear el barro y a su condición de madre de 13 hijos, 10 de ellos varones y 3 mujeres.
"Rosa Brítez representa el testimonio de la abnegada mujer paraguaya. Con su dedicación al trabajo crió con humildad y con orgullo a sus 13 hijos quienes, a su vez, le regalaron 26 nietos y 3 bisnietos", señaló la ministra de la Niñez y la Adolescencia, Victorina Espínola de Ruiz Díaz.
La artesana de América, como es conocida, lleva 55 años trabajando y moldeando el barro tiempo en el cuál expuso sus obras en innumerables ciudades de los Estados Unidos, España, Alemania, Corea, China y varios países de América Latina.
Huérfana desde los 6 años, Rosa aprendió el oficio con su tía. La perseverancia y la fuerza de sus convicciones la hicieron merecedora de reconocimientos tanto en el campo nacional como internacional.
Fuente en Internet: http://www.ppn.com.py/html/noticias/noticia-ver.asp?id=40378 (Link caduco, revisado en Abril 2024)
ROSA BRÍTEZ (70) lleva casi 60 años en la serenidad de su taller de alfarería, espacio de inspiración para la creación de un sinfín de figuras de barro que la llevaron a ser reconocida como “la ceramista de América”.
Ni bien asoman los primeros rayos del sol, doña Rosa está en pie para organizar la casa, llevar a cabo los quehaceres domésticos bien temprano para luego dedicarse de lleno a su arte.
Huérfana de madre y bajo el cuidado de una tía, su primer contacto con el barro fue a los nueve años. “Tuve que dejar la escuela en el tercer grado, pero no me arrepiento porque gracias a eso recorrí varios países del mundo”. Cuenta con orgullo que cuando expuso en España, el Rey Juan Carlos le compró trescientas piezas o que, en Estados Unidos, recorrió varias universidades para mostrar sus obras. “Mis trece hijos estudiaron gracias a mi trabajo y hoy sus familias viven de este oficio. Este trabajo no es fácil, exige mucha dedicación. No es freír empanadas y vender. Hoy solo cuatro de mis hijos trabajan conmigo”.
Inspirada en Madame Lynch, “La musa” es una de sus últimas creaciones. Esta pieza formó parte de la campaña para el combate del cáncer de mama de Asociación de Mujeres Afectadas por Cáncer de Mama (AMACMA). “Es una figura única, incomparable y con mucha vida”, dice.
En su taller, afirma encontrar alegría y tranquilidad. Un trocito de una tacuara, una cuchara o unas hojas de naranja se convierten en las principales herramientas para dar expresión o vida a sus creaciones. “Observo y hablo con mis figuras. Al hacerle la nariz, es como que respira y cobra vida; al formarle la boca, me da una sonrisa y con los ojos dibujados, me mira”, así describe doña Rosa esa comunicación que impera entre la artista y la obra.
“La creatividad sale de mí misma, me impulsa a seguir haciendo cosas. Uno de mis hijos ya no quiere que trabaje, y yo le digo: ‘¿Querés que me muera?’”.
En la obra de doña Rosa, los temas son diversos y dejan en claro su versatilidad como artista. Aunque, aprendió a moldear el ñai’u˜ (lodo, arcilla; materia prima para la cerámica) para ayudar a la familia, poco a poco fue descubriendo las posibilidades infinitas que surgen de un poco de arcilla.
Sus platos de pared con las figuras del Sol y la Luna fueron una de las creaciones más admiradas. Luego se sumaron figuras de la fauna paraguaya y otros objetos que se destacan por la originalidad de formas y texturas.
Rosa también desató la polémica con llamativas figuras con formas de parejas de enamorados representadas en el texto hindú Kamasutra.
SUS MANOS MOLDEAN EL BARRO YSU CREACION ES BELLEZA
MUJERES QUE HACEN CANTAROS
“Si se pensara en la redonda curva de los cántaros,
en ese rojo beso que da el fuego al barro y a la arcilla
para ser continente del espasmo benéfico del agua...”
“Mujeres que hacen cántaros,
pies rudos, bastos, tensos,
acero enarenado en una geografía de venas y tendones,
pies deformes, llenando con hartura
la vocación de ser para la tierra,
la vocación de ser sostén y báculo,
la recia y simple vocación de pies.
Carne seca y morena, lustrosa y barnizada de sol y mediodía.
Y unas manos oscuras, agrietadas, marrones
en constante vigilia de un ensueño de cántaros.
Agua, mujer y tierra.
Si se pensara”.
Fragmentos - Poesía de José Luis Appleyard).
LA CREATIVIDAD ES UN PREMIO
En 1997 el gobierno me condecoró por mis 50 años trabajo. En los Estados Unidos me declararon LA CERAMISTA DE AMÉRICA. Visité Universidades, fui irada oficial de varios gobiernos de países.
Siempre participo en todos los lugares de exposiciones de artesanía donde me invitan, en un palacio o mango güype (debajo de un mangal) aunque pierda plata.
También estuve en Buenos Aires invitada por el Centro de Residentes Iteños. Allí, la Secretaría de Cultura me premió con una distinción.
La Universidad Católica y la Intendencia de Melipilla, Chile, también me dieron diplomas.
Con motivo de los 500 años del Encuentro de Dos Mundos el Ayuntamiento de Zamora y la XXI Feria de Cerámica Popular me eligieron como una de las mejores, en 1992.
En el Festival del Lago de Ypacarai del 2003 fui una de las homenajeadas.
CONSERVAR LAS TRADICIONES
Todos estos reconocimientos hoy me llenan de orgullo.
Porque no es fácil trabajar como yo trabajo, totalmente en forma tradicional, sin ninguna técnica, sino con mis pies y mis manos, que testimonian en su deformidad un esfuerzo duro que comienza por la elección del barro que voy a usar, el transporte hasta mi taller, que antes hacía en carreta y yo misma. Después se amasa con los pies como el vino, y con las manos como el pan. Queda terso y listo para moldear.
Ahora mi marido me ayuda, y cuando mis manos reconocen que la materia está dispuesta a realizar mis deseos y mis ideas, hago la base, dejo reposar en la sombra, y al día siguiente le dibujo las diferentes cosas como las uvas, las flores, la víbora, la ranita, los rayos de mi sol o la forma de mi luna: Después, con curuguay e itá curuzú, canto rodado que le dicen, hago brillar y le paso un trapo limpio. Dejo reposar.
A los tres días, la arcilla cántaro, la arcilla gallina vieja, la arcilla paloma, la arcilla con parejas haciendo el amor en sus diferentes formas, está lista. La llevo al horno.
El horno es de ladrillo y la base de aloja eirá (miel de caña) y vidrio, y se enciende a la mañana para estar en condiciones de recibir la obra más o menos a la una de la tarde. Fuego y humo le dan el calor que necesita para tener una vida que perdure.
Todos mis materiales están en la naturaleza. El resto en mis manos. Cuando estuve en la Universidad en Norteamérica, los alumnos de cerámica con tantos elementos de última tecnología, moldes, hornos, modelos, me preguntaron cómo trabajaba y con qué instrumentos. Les mostré mis manos, mi pedazo de leña y mi canto rodado. No me creyeron. Les hice una demostración y se levantaron y me aplaudieron.
Yo soy Rosa Brítez, esa niña que desde los seis años tuvo que trabajar la arcilla, el ñay ú, ese barro negro que dócil se va formando obediente a mis ideas, a mis pensamientos y a mis deseos de renovar.
ESA NIÑA SEDIENTA DE AMOR
Soy esa niña huérfana que no conoció a sus padres y que se crio con una tía muy exigente, dura y nada cariñosa. No recuerdo ninguna manifestación de afecto, no conocí caricias, sólo mis obligaciones de niña buena: trabajar para ayudar al sostén de la casa.
UNA NIÑEZ LLENA DE OBLIGACIONES
Sí, a los seis años hacía objetos utilitarios diversos que eran de uso en la campaña, como platos, cántaros, cantarillas, olla yby (olla de barro), con mi tía que era artesana. Y no sólo hacía los productos sino que también los vendía, por ejemplo el 8 de diciembre en las Fiestas de la Virgen en Caacupé.
El viaje lo hacíamos en carreta y duraba un día. Íbamos cargadas con chanchitos, animales, jarra ñu ápuá, para hervir la leche, el ñau pyrú para hacer rorá, mbeyú, chipa guazú, comidas típicas paraguayas. Yo siempre fui muy caabó, vendía todo. Cuando terminaba la fiesta, volvíamos con la carreta vacía.
CUANDO LA CRISIS ES OPORTUNIDAD
Pasaron los años y se dejaron de usar estos recipientes de cocina. Fueron sustituidos por otros más durables. Disminuyó la venta, y la necesidad de sobrevivir con esta profesión, la única que conozco, me obligó a inventar cosas decorativas.
PARA UNA MUJER YA ESTÁ BIEN EL TERCER GRADO
Quién sabe lo que hubiera hecho si es que mi tía hubiera escuchado mis ruegos nacidos de mi gran deseo de seguir estudiando. Ella me mandó hasta el tercer grado y, como yo era la primera alumna, la profesora le pidió hacerse cargo de mí y de mis estudios.
Mi tía dijo, para una mujer ya está bien, ahora tiene que aprender un oficio, y se negó a que me fuera con la maestra, la que por lo visto vio en mí capacidad de aprender, la posibilidad de ir subiendo. Yo quería estudiar y sufrí mucho por la decisión. Toda la vida ambyasy (me duele). Hasta hoy ese sentimiento me acompaña y no termino de lamentarme.
A LA BÚSQUEDA DE OTRO DESTINO PARA LOS HIJOS
Por eso nunca me importó trabajar todo el día desde las cinco de la mañana para darles la oportunidad a mis diez hijos y tres nenas, de ir al Colegio y a la Universidad.
Y antes, cuando eran todos chicos, nunca hubo niños con la nariz chorreando, la cola irritada, con piques o piojos.
NO HUBIERA QUERIDO TENER TANTOS HIJOS
Miro mi vida y me arrepiento de haber tenido tantos hijos, trece es demasiado, la vida está cada vez más dura y no puedo ver que a uno de mis 26 nietos le falte un borrador, un cuaderno o un Champion (zapatillas de deportes).
Por eso sigo trabajando, con la misma intensidad que a los seis años.
TODO LO HAGO CON MUCHO AMOR
Por suerte la gente reconoce mis creaciones, y recorro varios lugares donde me hacen pedidos y tengo el don de agradar. Nunca estoy triste, siempre estoy sonriendo, y siento el cariño y la admiración que tiene la gente por mi trabajo, y me parece que es porque todo yo hago con mucho amor, y también porque nunca hice para mí sino para mis hijos, para mis nietos hoy, y, muy pronto para mi bisnieto, porque mi hijo ya se casó a los diez y nueve años. No me gustó, pero pensé que yo también tuve un hijo a esa edad, qué es lo que puedo decir, che co aveí ya che racúma ( yo también tuve calenturas).
Pongo en todo mucho amor, en mi casa siempre está presente la sonrisa, nunca el tobasy (cara triste, o de mal humor), esa alegría que me faltó tanto cuando era chica, sin padres, con una tía que me exigía mucho, sólo trabajo. No tenía amigas, no jugaba. Sólo había una que vivía enfrente y nos hablábamos mientras yo luchaba con esa arena que nunca puso resistencia a mis inventos.
LA FALTA DE SEXO ACARREA PROBLEMAS MENTALES
Una tía que nunca me habló, me hizo algún regalo, me compraba sólo lo necesario y todo lo que ganaba iba al mantenimiento de la familia, porque ella tenía ocho hijas que criaba sin marido. Estas primas mías también fueron criadas como yo, bajo el control estricto de una tirana. Se quedaron solteras, algunas se volvieron locas por falta de hombre, porque la falta de sexo produce problemas mentales.
LOS ADORNOS EN LA MUJER PRODUCEN DESEOS DE SEXO
Cuando cumplí quince años mi hermano mayor me regaló un cinto y un aro argollón de oro. Ella se enojó, dijo que eran cosas que me iban a dar ganas de tener un hombre, dijo en guaraní que me iba a calentar, “pe’é pe mbyakusé”. Esa fue la felicitación que recibí de ella.
LA ESCLAVITUD DE SER MUJER
Ella, que no me dejaba hablar con nadie ni salir de la casa un paso, jamás me habló de la menstruación. Yo supe agenciarme sola de unos trapitos, usarlos y lavarlos. Blancos los guardaba para el próximo mes.
Esa fue mi escuela para después lavar los pañales de mis hijos. Hoy es distinto, todo es mucho más fácil con los nuevos productos que hay.
Yo tampoco hablé con mis hijas de cosas del sexo, pero ellas aprendieron en el Colegio. No sé si no les hablé porque no sabía cómo o porque no tenía tiempo.
Hasta hoy me levanto a las cinco de la mañana, me voy al mercado, lavo las ropas, cocino, dejo toda la casa y las cosas ordenadas y me siento a trabajar hasta el mediodía. No duermo de siesta y después de la comida me siento a trabajar hasta que se pone el sol. Después sigo con las cosas de la casa.
Ahora trabajo más descansada porque mi marido ya ikaarúma (está viejo) y me ayuda en el proceso de esta profesión de alfarera que trabajo de forma tradicional, y que exige más esfuerzo, pero produce más belleza. Todas las piezas son únicas. Son como mis hijos, todos parecidos, pero cada uno diferente.
Y esta artesanía que nace del barro negro, el ña’ú, exige cuidados especiales, mucha concentración y mucha elaboración.
Porque la cocción es especial, a leña, y su acabado final, que es el fuego, requiere más atención porque fácilmente se resquebraja y se pierde la pieza.
LA CREACIÓN: UN MANDATO QUE NO PERDONA
Dos necesidades de igual tamaño me llevaron a moldear y adornar mi artesanía: tenía que sobrevivir y tenía que darle rienda suelta a todo lo que está en mi cabeza, que es mi computadora de donde salen todas mis ideas. Van saliendo en el contacto de mi manos con el lodo, ese tierno barro que dócil se entrega a mis sueños que se hacen realidad en cada pieza. Cada obra es nueva porque obedece a los dictados de mi imaginación.
Y EL SOL SE CASÓ CON LA LUNA
Hay algo superior que me dicta lo que quiero hacer. Como andaba mal el negocio de la venta de los cántaros, una mañana, muy temprano, me puse a mirar un hermoso día en que el sol estaba saliendo. Sus primeros rayos me emocionaron. Me senté enseguida y a mi cántaro le puse esos rayos. Nació el Sol. Enseguida fue un éxito. Y me puse a pensar, y le dije una mañana: pobre Sol, no está bien que estés tan solo, y como dice la Biblia te voy a dar una pareja, y le regalé la Luna. Y hoy el Sol y la Luna, siempre se venden juntos. La gente prefiere la pareja.
TRECE HIJOS BIOLÓGICOS Y MUCHOS HIJOS DEL ARTE
Así como tuve tantos hijos, tengo tantas creaciones. Los platos con uvas, con soles, con lunas, la gallina vieja, la paloma con racimos, con flores, las ranitas subiendo por las redondeces de los cántaros, las víboras o los cocoteros trepados a los mismos, las alcantarillas con manija de animales como el jaguá ra’angá (figura de perritos), el zorro. A la gente le gusta tocar la suave textura del soporte, los adornos. Parece que les produce el placer del tacto y esta reacción me pone muy feliz.
Mi trabajo recibe las caricias y yo siento que ello es así porque son las que yo quise recibir siendo niña, muy chica y muy necesitada de amor de padre, de amor de madre, de eso que no tuve porque soy huérfana.
La única salida, el único día que podía salir era el domingo, para ir a misa, y yo ambyerohory eteréi la paí he’íva (festejaba la palabra del sacerdote). En mi pensamiento diario, en mis sueños cotidianos, todo estaba en el próximo domingo, en la Misa.
PROHIBIDO EL ROMANCE ENTRE COLORADOSY LIBERALES
En la Misa, mis sueños, porque el que hoy es mi marido, Emiliano Quintana, lindo, un gallito del barrio, me miró y se interesó por mí. Pidió por mí, me privilegió, mi tía no permitió ni que pasara enfrente de la casa porque ella era caudilla colorada y mi enamorado liberal.
LA ÚNICA DISTRACCIÓN PERMITIDA: LA MISA
Camino a la misa, porque era una gran pasión a escondidas, enloqueció toda mi vida y corriendo camino a la misa nos amábamos. Camino a la misa hacíamos el amor como dos gorriones, parados, piernas entre piernas, rápido, rápido en cualquier bosquecito donde me esperaba, racamby paú pe ha pyaé pyaé (nos amábamos en cualquier rinconcito, rápido, rápido), como yo lo recreo en las primeras de mis figuras eróticas.
Cada domingo me cargaba de esa felicidad, de ese cariño y de ese amor que él me sabía dar y tantas caricias que esperaba desde esa mita cuñaí (niña) sin padres, sin juegos, con obligaciones y con exigencias que cumplía sin dejar de reír y sonreír por cualquier cosa.
Cada domingo encontraba con él un gallo mburutué resá pará (gallo de ojos pardos). Todo lo recuerdo, la espera y el encuentro y nuestra forma de hacer el amor. Todo me llenaba de felicidad en unos minutos que me acompañaban toda la semana.
Él tenía muchas mujeres, pero supo elegir. Se quedó con la kuñá guapa (mujer trabajadora).
Me embaracé, disimulé todo el tiempo que pude, pero como sentía náuseas, una vez vomité en el cántaro sin cocción y éste se deshizo. Mi tía se enteró y me echó de la casa. No me volvió a hablar.
EMBARAZADA Y EN LA CALLE
Tuve que refugiarme en casa de una anciana que me recogió en su ranchito. Trabajé, tuve mi primer hijo, y así, cuando nació la tercera, nos unimos. Después nos casamos y seguimos juntos hasta hoy.
Todos, mis trece tesoros, los tuve con una partera chaé (quiropráctica), doña Magdalena Medina. Fueron partos normales, y al tercer día, de vuelta al trabajo.
LA SOLÍCITA ATENCIÓN DEL CENTRO DE SALUD
La única vez que me fui al Centro de Salud el doctor me dijo que mi vida estaba en peligro y que no se responsabilizaba por una mujer con tantos hijos. Por suerte no llegó a preocuparme ni a perjudicarme teniendo en cuenta el estado en que estaba. Yo confiaba en mí. Vine junto a doña Magdalena y sin ningún problema di a luz una hermosa nena, sana ella, sana yo, y enfermo mental el médico que hablaba así a una parturienta.
EL RECONOCIMIENTO SOCIAL
Ya la sociedad paraguaya reconocía mi trabajo. Aquel día el sol me iluminó, salió para mí. Me acompañan esos mismos rayos que llevo adentro, muy adentro, y después los reparto con los demás. Vinieron a comprarme muchas de mis obras la gente del Museo del Barro. Llegué a los círculos más elevados. Los intelectuales comenzaron a valorar la artesanía, y gracias a ellos los ricos quisieron tener muestras en sus mansiones.
Doña Margarita Corvalán, ya finada, hacía parejas con diversas posiciones amatorias, pero sin los órganos. Un día Osvaldo Salerno, director del Museo del Barro, un reconocido artista, me preguntó si no podía hacer con los sexos. De inmediato le contesté que sí, y allí comenzaron a surgir algunas recordando mis experiencias con mi marido, algunas como las primeras, aquéllas que me recordaban el camino a la misa. Pero no las cuarenta y cuatro.
¡CUARENTA Y CUATRO POSICIONES!
Una periodista me preguntó, para divertirme le dije que yo practiqué todas y por eso tuve trece hijos. Con trece hijos y dos piecitas no se puede andar experimentando posiciones, siempre seguimos a los apuros, por las criaturas.
La mayoría de las tantas formas de practicar el sexo fueron producto de investigaciones. Para ello me ayudó mucho Lotte Schultz, otra gran artista. Cada figura es fruto de un estudio hasta de anatomía, ya que todo tiene que estar en armonía. Fue un trabajo duro, me llevó mucho tiempo y cientos de trabajos desechados.
Son muy ponderados por la gente los penes y las vulvas que logra mi computadora. Me dijo Osvaldo Salerno: “nde ko ya nde tye’ĩ ete reíma” (ya sos muy grosera).
Nacieron cuarenta y después de mi viaje a Seúl, Corea, se agregaron las cuatro posiciones orientales. Bueno, cuatro posiciones orientales más, porque yo que sólo pude ir hasta el tercer grado hice mucho esfuerzo y me informé en muchos libros como el Kamasutra y otros, recogía hasta revistas.
La traductora me dijo: “Te faltan posiciones eróticas de amor oriental, porque nosotras tenemos nuestra cosita linda así”. Hizo con la mano una raya horizontal. Entonces me puse a imaginar cómo se tenían que poner los hombres para conseguir su penetración y las mujeres recibirlo que filaban esperando, y encontré, como seguramente también ellos encuentran, porque katú eteí (de verdad) que no se van a perder eso por eso, oimeará ko oyé arreglá kuaá hi kuai (seguro que se las arreglan).
Cuando vieron los coreanos de acá del Paraguay se rieron a carcajadas y me hicieron muchos pedidos. A todos los orientales les divierte mucho.
Fue grande el esfuerzo, me llevó mucha dedicación y muchas pruebas hasta conseguir mi propósito. Pero no los puedo tener en exposición. Cuando lo hice el vecindario protestó por las criaturas. Sólo hago sobre pedido, y siempre tengo alguna muestra.
LA SEXUALIDAD ES MUY IMPORTANTE
La gente compra porque la sexualidad es muy importante en la vida, y eso puedo decir sin ponerme colorada porque cada vez que trabajo me acuerdo de mis primeros encuentros, de otros y otros, pero el más lindo fue el que hacíamos a escondidas, a los apuros y en respuesta a nuestros ardores juveniles. Después también era difícil con tantos hijos, pero siempre nos arreglábamos. Nunca me faltó y jamás me disgustó, pero cuarenta y cuatro posiciones es un poco mucho, y trece hijos también.
Y HOY UN HOGAR CON TODAS LAS COMODIDADES
Este terreno me dio la Municipalidad. Aquí construimos esta sala de exposiciones y mi casa de material, con todas las comodidades.
En el Festival del Kambuchí Pajé (Cántaro Embrujado) que se hizo en el Estadio Comuneros y en el Teatro Municipal, gracias a mi trabajo Itá sacó el Primer Premio. El Intendente me entregó un terreno para extraer la materia prima y declaró: “zona explotable”. Es una tierra fangosa, a pesar de lo cual se invadió y se redujo, pero sigo encontrando aquí el tesoro que me permite hacer realidad mis sueños, entregarlo a los amantes de la belleza, el fruto de lo que la gente dice que es de mi creatividad y de mi imaginación. Son seres que miro y me hablan y me dicen muchas cosas, como por ejemplo: “de barro somos”. Por eso somos todos iguales.
DE POLVO SOMOS
Los Viernes de Ceniza también Dios me dice que nosotros, todos, pobres o ricos, intelectuales, gente con poco estudio como yo, o analfabetos, “de polvo somos”, pero mientras pase por esta vida voy a seguir acariciando el barro y el polvo y el agua y el fuego. Ellos me van haciendo feliz, porque soy muy feliz creando y cuando estoy trabajando me olvido de todo, no escucho sino una voz que de adentro me ordena dar vida a estos seres que tienen vida y que crío como hago con mis hijos y con mis nietos.
EN LA VIDA HAY QUE TENER CORAJE
Esta artesana, doña Rosa Brítez, como la conocen en el Paraguay y en muchos lugares del mundo, que ha sido recibida por grandes personalidades, como Presidentes de grandes países, Profesores de los más importantes y de grandes Universidades del mundo, ésta, que apenas pudo hacer hasta el tercer grado, que no tuvo padres, hoy puede decir a la juventud que en la vida hay que arremangarse, tener coraje.
EL SOL SALE PARA TODOS
Si se cierra una fuente surge un manantial. No se vendían mis cántaros, mis ollas, y enseguida comencé con los objetos decorativos. Los rayos del sol me iluminaron y en el Paraguay el sol todos los días sale para todos.
Mi tía me tenía encerrada como una esclava, no me dejaba mirarme al espejo. Mi atrevimiento me llevó a defender un gran amor que hasta hoy me acompaña, como me acompaña el reconocimiento a este trabajo que yo les ofrendo con mucho amor.
Fuente:MADRES EN EL AMOR Y EN LA GUERRA. TESTIMONIOS DE MUJERES PARAGUAYAS 1930 – 2004 - OLGA CABALLERO AQUINO - MARIA GLORIA GUTIERREZ GUANES. Editorial SERVILIBRO. Dirección Editorial: VIDALIA SÁNCHEZ. Asunción – Paraguay, 2006 (203 páginas)
ENTREVISTA A ROSA BRÍTEZ - ITÁ PARAGUAY - Canal en YouTube de GERMAN HELLWEG ENCISO
Doña Rosa es considerada en Paraguay como un testimonio del talento de la mujer paraguaya, quien con su trabajo artesanal educó a sus 13 hijos/as con un carisma extraordinario. Fue elegida como "Ceramista de América" en los Estados Unidos en el año 1989.
MUERE ‘CERAMISTA DE AMÉRICA’ - 20 de diciembre de 2017
La artesana iteña Rosa Brítez, conocida como la “ceramista de América”, falleció esta madrugada a los 76 años tras complicaciones sufridas por una enfermedad pulmonar.
La información fue confirmada por el Dr. Hernán Martínez, director del Hospital Nacional de Itauguá, en conversación con ABC Color. La artesana iteña tenía un afección pulmonar crónica, lo que le causaba frecuentes casos de neumonía, detalló el médico. Brítez estuvo casi dos meses internada antes de producirse su deceso cerca de las 2:50 de este miércoles.
“Se hizo todo lo que se pudo, sus familiares hicieron todo lo que pudieron”, dijo el director del hospital donde estaba internada Brítez.
Rosa Brítez era una de las más prolíficas artesanas del país. Su estilo y se acercamiento tanto con las élites del arte como con el pueblo la hicieron una mujer muy querida. Sus obras no tenían precios inalcanzables y siempre sostuvo la calidad de las mismas. No fue solo una ilustre ciudadana de Itá, sino de todo el Paraguay. Siempre comercializó sus trabajos en el kilómetro 36,5 de la Ruta I con la ayuda de sus cuatro hijos.
En 2014, la Cámara de Diputados la distinguió con el Orden Nacional al Mérito Comuneros “en reconocimiento a su meritoria labor como ceramista, teniendo en cuenta que su labor ha trascendido fronteras”.
Fuente: ABC Color (Online) - 20 de diciembre de 2017 07:28
Cantidad de Obras Registradas: 18
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