Sincronía en lila. Pintura sobre tabla. Enrique Careaga nació el 30 de agosto de 1944 en Asunción
y murió en esta misma ciudad el viernes 9 de mayo del 2014./ ABC Color
SONABA MORRISEY: ADIÓS A UN PINTOR
Formado en la Facultad de Arquitectura y en el taller de Cira Moscarda (1934-1984), en los sesenta irrumpe en el ambiente plástico local como parte de Los Novísimos. Conocido ante todo por sus pinturas de formas geométricas, en Las peripecias de la forma exacta Ticio Escobar ha indicado otras corrientes en su obra, más visibles desde fines de los ochenta: «...las fuerzas pierden el control del trazado matemático e irrumpen otros vientos y energías. Aquel lugar aséptico y cerrado del equilibrio perfecto y la armonía soñada; la silueta del mito moderno, con compás trazada, el refugio ideal del discurso, el paisaje apacible de la Razón, ven invadidos sus claustros herméticos por la presión del tiempo, por las urgencias del deseo que levantan torbellinos y enjambres e inventan vibraciones nuevas intentando, quizá, nombrar otra vez el todo desde las razones de la partícula y el fragmento o la lógica impecable del caos, parámetro final y amenaza vigilante de cada proyecto que busca levantar mundos perfectos».
La faceta más conocida de Careaga son las obras geométricas de tipo óptico./ ABC Color
Broma del Azar, acertijo del Destino o mensaje de la Providencia, el año del medio siglo de la irrupción de los Novísimos fue el que eligió Enrique Careaga para partir. Enrique Careaga, José Antonio Pratt Mayans, William Riquelme y Ángel Yegros, artistas con propuestas evidentemente muy individuales y, de hecho, tan diferentes que se los podría «acusar» de no ser en absoluto un grupo o un movimiento, compartieron a primera vista un solo rasgo, pero un rasgo, en su momento, necesario y decisivo: la intención, que su nombre anunciaba, de renovar todo lo que había en materia de arte en su país. Pusieron en el primer plano el arte pop, el op-art, el expresionismo abstracto y cuanto en el resto del mundo definía las búsquedas más urgentes, aunque Paraguay aún se resistiera a aceptarlo. Lo vi dos veces: una tarde en la que yo acababa de llegar a Paraguay, en una retrospectiva de los Novísimos, y una noche de fines del siglo XX mientras agonizaban los noventa, solo y acodado en la barra de un curioso pub, o, más bien, de una curiosa discoteca, del centro de Asunción, sitio al que, peripatéticos, hablando y andando sin rumbo después de una clase de filosofía, y al fin cansados y bastante sedientos por la polémica, un par de amigos y yo entramos por azar. Sonaba Morrisey. Con Careaga se apagan las luces y se bajas las persianas de otra ventana más del alto, negro, ruidoso y solitario rascacielos de la modernidad.
Enrique Careaga (1944-2014) falleció el viernes 9 de mayo. Lo recordamos hoy con una breve selección de textos críticos acerca de su obra.
«Es con Careaga y con algunos otros después, que la perspectiva heredada del renacimiento italiano –en justa armonía con el hombre cuyos actos valoriza– va a ser definitivamente superada, por la razón muy simple de que la evolución de los fenómenos plásticos –engendrándose unos a otros– llega por una suerte de ley de lo irrevocable. Y porque, al mismo tiempo, la evolución de nuestra percepción de la realidad nos lleva igualmente a una perspectiva ingrávida; sobre todo desde las conquistas espaciales. La abstracción geométrica desemboca así, curiosamente, en una nueva realidad: la del “espacio total”.» Jean-Jaques Lévêque, París, 1975.
«La cósmica espacialidad que enmarca sus estructuras espacio-temporales convirtiéndolas en microsistemas de un universo de características platónicas incita a una contemplación desapasionada, casi religiosa. La participación del espectador es concitada por los destellos siderales y la luz interna que emana en continua vibración de estos planetas artificiales, que flotan imperturbables en un inmenso vacío». Osvaldo González Real, Asunción, 1979.
«Esas obras apoyan su estructura sólida y racionalmente en la geometría; pero hay en ellas algo más que ese planteo estructural que las erige en formas autónomas en el espacio: es la imposición de su inestabilidad en ese mismo espacio, y con ella la presencia virtual del movimiento». Josefina Plá, Asunción, 1979.
«A veces axonométrico, a veces perspectivista, ha creado una obra muy variada manteniendo siempre su propio estilo.» Victor Vasarely, París, 1982.
«Los mundos que nos propone este artista podrán lanzarnos –y de hecho nos lanzan– a explorar el espacio cósmico; pero, a no engañarse, la plataforma de lanzamiento tiene nombre y se llama Asunción del Paraguay. Imposible confundirlo desde este punto de vista a Careaga con sus colegas europeos, ni aún con los que trabajan o partieron desde Buenos Aires (…) sus colores responden a los que hemos percibido y sentido en esa tierra, colores que lo emparientan a otros artistas que, en el mismo suelo, pertenecen a tendencias distintas (…) El espacio que Careaga explora responde, más que a aventuras astronáuticas, a la gran aventura intranáutica de nuestro ser latinoamericano…» Rafael Squirru, Buenos Aires, 1988.
«Sus “microcosmos” de esa primera fase son realizaciones plásticas perfectamente logradas y creemos no equivocarnos al decir que representaban la victoria del orden, del método, de la razón dentro del caos aparente del universo. Una afirmación, en síntesis, de la conciencia humana, del clásico espíritu de la armonía sobre la temible hibris, sobre los instintos, que llevan al desorden y finalmente a la destrucción… quizá un oculto temor al subyacente y bárbaro espíritu dionisíaco que se oculta en el fondo de nuestro ser…» Livio Abramo, Asunción, 1990.
«Como analogías del acontecer cósmico, los sucesos pictóricos tienen lugar en un espacio obscuro y crean su espacio mediante la dinámica del avanzar y retroceder de los elementos: surge un espacio pictórico vibrante, cargado de energía, que de nuevo oscila entre la claridad y la irritación de los hábitos visuales (…) Careaga comprende, y lo figura a partir de lo visual, su mundo de imágenes. No se trata sólo de la percepción de los elementos cromáticos en el espacio dado, sino del inicio de procesos intelectuales en el observador. Los temas –ritmo, movimiento, procesos-espacio-tiempo y, a otro nivel, el sistema orden, libertad y caos? están presentes y son comprensibles, sin metáfora.» Dorothée Willert, Asunción, 1992.
«…los artificios lumínicos, los montajes y objetos, desarrollados aproximadamente entre 1968 y 1973, establecen una digresión necesaria: instauran una escena paralela donde, autorizado por el espíritu libre de las vanguardias de ese momento, el artista puede ensayar recursos ópticos y soluciones constructivas que alimentarán próximos momentos suyos. Cerrados, cargados de luces propias, los entes geométricos que surcan la escena negra no pueden dejar de remitir a ritmos planetarios y a tiempos galácticos: el incierto horizonte de un presente todavía desvelado por utopías y ya perturbado por sus costos: inquieto ante la promesa/amenaza de tecnologías ingobernables. En su culminación, la modernidad se debate entre la confianza en la razón y el desasosiego ante el panorama al que se abren sus confines.» Ticio Escobar, Asunción, 2003.
«Más allá de las pretensiones “objetivas” del arte óptico, que proclamaba la autonomía absoluta de la forma y el color, Enrique Careaga (a pesar de haber sido discípulo dilecto de Vasarely) ha reivindicado siempre una búsqueda personal rayana en lo místico, con sus arquitecturas utópicas hechas de geometría cósmica y sus arquetipos desprendidos de la tradición esotérica de diferentes culturas. Sus paisajes metafísicos, de gamas sutiles y colores vibrantes y saturados, convocan la mirada del otro, construyen con ella su propia narrativa y ejercitan la complicidad del “espectador”, espéculo vivo al que Careaga incitó desde temprano, al comienzo mismo de su camino en el arte.» Adriana Almada, Asunción, 2005.
«Luego de casi cuatro décadas, las peripecias de la forma y el color no han cambiado, el principio que alborota el canon y habilita la diferencia es el mismo. Pero la imagen remite a otros encuadres de experiencia colectiva, globalizada: desde el otro lado de un nuevo siglo nacido bajo el signo de la tecnología cibernética y tras los fantasmas de nuevas formas de violencia, esperanza y miedo; los impulsos que, en algún momento, hacen oscilar el campo pictórico y levantan la amenaza de su inestabilidad, no pueden dejar de ser leídos como trayecto escritural entrecortado, conmoción del monitor, diseño zigzagueante de tejidos remotos, interrupción de la ventana electrónica o ritmo frenético de la ciudad descontrolada. Quizá las luces temblorosas que siguen produciendo el chocar de colores y el capitular de la geometría anticipen, también, otras formas de poesía y de sueño.» Ticio Escobar, Asunción, 2005.
Fuente: SUPLEMENTO CULTURAL
Edición impresa del diario ABC COLOR
Publicado en fecha: Domingo, 18 de mayo del 2014
Obra de E. Careaga expuesta en ArtBo, feria de arte de Bogotá,
presentada por la galería Montealegre en el 2007./ ABC Color
MEDIO SIGLO DE EXPLORACIONES:
LOS NOVÍSIMOS, 1964-2014
Los Novísimos, el grupo formado por los cuatro jóvenes artistas visuales José Antonio Pratt Mayans (1943), William Riquelme (1944), Ángel Yegros (1943) y Enrique Careaga (1944-2014), apareció por vez primera en público hace este año, 2014, medio siglo, en 1964, en una muestra colectiva en los salones de Martel.
«Llegaron de súbito y entraron sin permiso», dice Adriana Almada en Los Novísimos. Años de revuelta (texto del catálogo de la muestra Los Novísimos, 1964-2004, Manzana de la Rivera, Asunción, mayo del 2004). «La primera muestra de novísima pintura paraguaya, realizada en los salones de la tienda Martel, estuvo signada por un espíritu de ruptura y fue recibida casi como una afrenta generacional. Todo fue muy vertiginoso. En un lapso de pocos meses cuatro jóvenes irreverentes pasaron de una colectiva entre camisas, pantalones y corbatas, a exponer en la II Bienal Americana de Córdoba, junto a Clorindo Testa, Rómulo Macció, Jorge de la Vega, Ernesto Deira, Eduardo MacEntyre, Fernando Botero, Tomie Ohtake, Osvaldo Viteri, Fernando de Syzlo, Jesús Soto y Cruz Diez, entre otros notables, así como –un año después– algunos de ellos lo hicieron en la Bienal de San Pablo». Recordemos aquí algo de lo que han escrito acerca de ellos muchas importantes voces.
«…estos artistas buscaban, en el amplio espectro de posibilidades que se ofrecen, un lenguaje propio, probando distintas formas de expresión. Sin embargo, debemos decir que en los años sesenta la tarea era más fácil, pues las puertas ya habían sido abiertas años atrás». Olga Blinder (en: J. Pla, Olga Blinder, T. Escobar: Arte Actual en Paraguay 1900-1995, Asunción, Don Bosco, 1997).
«La casa de Lotte (Schulz) estaba abierta para los pintores, poetas, estudiantes y jóvenes interesados en el arte; allí –como también en la casa de Michael Burt y Cira Moscarda– se podía preguntar, discutir y observar sin reservas el nacimiento de un grabado o de una pintura sobre tela. Laura Márquez, por su parte, traía novedades de Buenos Aires, pronunciaba conferencias e insistía, con su obra, en el aggiornamento del arte paraguayo.
»En esa atmósfera de interés y entusiasmo cuatro jóvenes de todavía escasa experiencia se lanzaron a un desafío de positivas consecuencias: William Riquelme, Ángel Yegros, José Antonio Pratt Mayans y Enrique Careaga exponían colectivamente, y sin mayor pompa o propaganda, en los salones de Martel de la calle Palma; eran Los Novísimos (1964), y si bien la obra que presentaban en esa primera muestra todavía estaba lejos de equipararse a lo que se estaba haciendo en otras capitales del continente, el golpe fue realmente efectivo». Juan Manuel Prieto (en: Plá, Blinder, Escobar: Arte Actual en Paraguay 1900-1995, Asunción, Don Bosco, 1997).
«…la obra de Los Novísimos, desde el punto de vista estilístico formal, no implicó una posición revolucionaria. Muchas de las premisas visuales y de las técnicas usadas por ellos ya estaban presentes, con un sentido menos combativo quizás, en la obra de otros artistas y, en general, sus posiciones ante la práctica estética no diferían demasiado de las sostenidas en el medio. Sin embargo, al destacar ese momento de renovación –que estaba viviendo toda la plástica– centrándolo en una postura de anticonformismo y crítica, Los Novísimos constituyeron un factor dinamizante y aportaron la incorporación de elementos más jóvenes». Ticio Escobar (en: T. Escobar: Una interpretación de las artes visuales en el Paraguay, Asunción, CCPA/ Colección de las Américas, 1984).
«Con la primera exposición del grupo Los Novísimos –Ángel Yegros, William Riquelme, José Antonio Pratt Mayans y Enrique Careaga (…)– va tomando cuerpo una propuesta estética que quería tomar distancia respecto a las anteriores experiencias de la modernidad local. En efecto, coincidentes con los nuevos aires que soplaban en el Río de la Plata, ellos introducían en el arte paraguayo algo que se había dado poco entre nosotros: el desenfado, el humor, la espontaneidad del acto artístico, que contrastaban con las posiciones quizás demasiado severas de los artistas que los precedieron en la aventura de la modernidad». Miguel Ángel Fernández (Catálogo de la exposición William Riquelme en blanco y negro, Manzana de la Rivera, Asunción, 2003).
«...la propuesta de Los Novísimos en general, si bien exhibe su filiación con respecto a la pintura de acción norteamericana y el informalismo procedente de Europa, no puede ser desvinculada de la tendencia neofigurativa europea, cuya versión bonaerense es reformulada a su vez en Asunción, a partir de requerimientos históricos y formales propios. A caballo entre el informalismo y el expresionismo, entre la abstracción y la figuración, esa tendencia fue utilizada por Los Novísimos, así como por otros artistas de los años sesenta, para replantear la figura sin soltar la tradición expresionista proveniente de la década anterior». Ticio Escobar (Catálogo de la muestra Enrique Careaga, Retrospectiva 1964-2003, Manzana de la Rivera, Asunción, 2003).
«Aparecieron en 1964, cuando cada uno de ellos tenía alrededor de veinte años, cuando nuevas corrientes agitaban el panorama mundial de las artes y se producían cambios radicales en las costumbres, las modas y los temperamentos a nivel mundial, y cuando en Paraguay las artes plásticas estaban, al decir de Osvaldo González Real, “en franco proceso de estagnación”. Les llamaron “Los Novísimos”, nombre que se repite, incluso fuera del Paraguay, para indicar la aparición de un grupo que irrumpe con fuerza en un ambiente artístico que ha permanecido por mucho tiempo sin conocer cambios ni modificaciones (Nueve novísimos fue el título de una antología poética aparecida en España por la misma época que incluía poetas que, como Pere Gimferrer, también tenían por entonces alrededor de veinte años). El nombre fue bueno, acertado, ya que, si denotaba novedad, connotaba, de otro lado, renovación, y ellos pudieron, en aquellas circunstancias, convertir su presencia en un hito en la reciente historia de las artes en Paraguay. Hoy, de los Novísimos solo quedan el nombre y el recuerdo del hecho. Como fenómeno, se han convertido en un dato histórico, en una referencia a citar en los manuales de historia del arte paraguayo. Como artistas, empero, cada uno ha seguido su camino. Tuvieron, en su momento, la osadía de ser innovadores. Treinta años más tarde, esa osadía es un dato de museo… Hoy, Los Novísimos tienen alrededor de cincuenta años, hace ya un tiempo que peinan canas, pero su arte sigue siendo, a su modo, permanentemente renovado y renovador». Vicky Torres («Los novísimos. Treinta años después», Diario ABC Color, Asunción, 21 de mayo de 1994).
Fuente: SUPLEMENTO CULTURAL
Edición impresa del diario ABC COLOR
Publicado en fecha: Domingo, 18 de mayo del 2014
Pintura de Enrique Careaga expuesta en la muestra del 2005
«El retorno», en el Museo del Barro./ ABC Color
“DIFUNDIÓ NUESTRO ARTE AFUERA” (WILLIAM RIQUELME)
“Para mí, Enrique es el que más trabajó como artista y el que más difundió nuestro arte afuera”, dijo el artista William Riquelme, su colega, pintor e integrante y fundador del grupo denominado “Los Novísimos”.
“Como persona él siempre fue tan solidario y sencillo”, añadió. Sobre su arte, refirió que lo interesante de su carrera fue que Careaga comenzó haciendo dibujos abstractos, pero luego se inclinó hacia el arte cinético. “Siendo su gran influencia el artista húngaro-francés Víctor Vasarely en el arte cinético. Enrique luego fue a trabajar en el taller de dicho artista, llamado Taller Yvaral”, destacó.
“Si tuviese que contar historias y hablar sobre él no terminaría nunca porque hay tanto para contar y recordar. Tendría que tomarme horas para contar todo lo que sé. Nosotros viajábamos mucho y por eso también compartimos más tiempo juntos, además fui a visitarlo a París muchas veces”, mencionó.
Contó que lo conoció en su juventud en un café.
“SIEMPRE FUE CORDIAL Y AMABLE” (TICIO ESCOBAR)
“Cuando se va un grande, el mundo se achica. Las obras que deja Enrique demuestran que vivió mucho y vivió una vida intensa”, destacó acerca del artista el curador y promotor cultural Ticio Escobar.
“Todo lo hizo siempre con gentileza y nunca dejó de estar ubicado en el lugar central del arte en Paraguay”, resaltó.
La personalidad de Enrique Careaga fue digna de destacar una vez más, pues Escobar dijo que el artista siempre hizo todas las cosas con mucha caballerosidad, siempre fue cordial y amable, según expresó el mismo.
“Enrique también estuvo considerado dentro del denominado Grupo Arte Nuevo, que con él y otros de su talla, apuesta a una renovación”, añadió.
Finalmente dijo que con Careaga finaliza una etapa artística en nuestro país.
“Cuando se va un grande como él, es cuando se cierra una puerta y termina una etapa del arte en Paraguay”, mencionó.
“ÉL APOYABA A TODOS LOS ARTISTAS” (LIZ FERNÁNDEZ CASABIANCA)
“Al ver su obra hoy (por ayer) en primera plana en el periódico ABC me emocioné tanto que me hizo llorar”, mencionó la curadora Liz Fernández Casabianca.
“Yo creo que ese es el destaque que debe darse a artistas de la talla de Enrique Careaga. Así de importante deben ser los artistas y sus obras”, añadió.
Sobre la personalidad de Enrique, dijo que era una bellísima persona. “Él tenía la humildad de los grandes, además siempre fue muy humano y por sobre todo tenía el alma noble”, mencionó al tiempo de destacar que él tenía una rectitud ejemplar como ser humano.
“Es digno de destacar que Enrique siempre se hacía presente en todas las exposiciones de arte. Él apoyaba a todos los artistas que recién empezaban”, añadió.
“Creo que ese apoyo que él les daba era fundamental porque en el arte hay que apoyar a todos los amigos. Es la forma en que se debería ser para salir adelante en esto, apoyándose entre todos”, finalizó.
“FUE UNA PERSONA TAN HUMILDE” (DIEGO SCHÄFER)
“Enrique fue una persona tan humilde y un grande en el mundo de las artes en nuestro país”, destacó Diego Schäfer, vicepresidente de la Fundación Pindú, institución de la cual Enrique Careaga fue también presidente.
“A mí me tocó compartir con él largas madrugadas, mientras él pintaba a esas altas horas en el estudio, por lo que veía cómo trabajaba”, recordó.
Sobre su fallecimiento dijo que es una gran pérdida, primeramente porque él era una gran persona. “Pienso además en cuántas son las obras que quedarán sin ser pintadas”, añadió.
Sobre el trabajo de Enrique, dijo que este siempre se encontraba experimentando con el arte y con nuevas técnicas.
“Recuerdo que últimamente estaba trabajando y experimentando arte con luces led, o sea que él estuvo trabajando hasta el último momento”, destacó.
“Enrique sobre todo compartía sus trabajos con todos”, finalizó.
Fuente: Edición impresa del diario ABC COLOR
Publicado en fecha: 12 de mayo del 2014
Una de las obras de Enrique Careaga expuestas en el 2012 en MIART, la Feria de Arte de Milán,
Italia en la cual el artista participó con pinturas hechas con acrílico y gouache./ ABC Color
CAREAGA, GENIO DEL ARTE GEOMÉTRICO
Esta mañana se realizará el sepelio del artista plástico Enrique Careaga, quien falleció el viernes pasado, en el Cementerio de la Recoleta, a partir de las 11:00. Careaga desarrolló una carrera artística de unos 50 años, desde que irrumpió en el ambiente de las artes plásticas, en 1964, como integrante de Los Novísimos.
Careaga no tenía todavía 20 años cuando expuso sus obras en la vitrina de la tienda Martel, en junio de 1964, junto con sus compañeros “novísimos” Ángel Yegros, William Riquelme y Antonio Pratt Mayans.
“Fueron un grupo de artistas que de un plumazo renovaron las artes plásticas de nuestro país, a la sazón, en franco proceso de estagnación. Fueron aires nuevos, nueva savia inyectada en las venas del ‘arte moderno’ de aquella época”, había dicho el crítico Osvaldo González Real en una oportunidad.
Enrique Careaga nació el 30 de agosto de 1944 en Asunción. Posteriormente viajó a París, donde vivió y trabajó desde el año 1966. Estudió arquitectura en la Universidad Nacional de Asunción, así también se formó en la Escuela de Cira Moscarda.
Sus primeros pasos en el arte se dieron en el terreno del expresionismo abstracto y luego en el arte pop. No obstante, su obra es reconocida por el uso de los espacios mediante la geometría, y la exploración de esta última en la plástica latinoamericana. En París, fue discípulo de Víctor Vasarely, padre del Op Art. “Fue mi tutor artístico cuando el Gobierno francés me otorgó la beca de estudios de perfeccionamiento en París desde octubre de 1966 hasta diciembre de 1967”, dijo el artista. Vivió en la capital francesa hasta 1978.
“El pintor paraguayo Enrique Careaga es una figura descollante del arte geométrico que se desarrolló en América Latina a partir de mediados del siglo XX”, señaló el crítico colombiano Eduardo Serrano.
Sus obras se expusieron en países de Europa, América y Asia.
En 2011 fue nombrado Maestro del Arte en el Centro Cultural de la República El Cabildo.
Fuente: SUPLEMENTO CULTURAL
Edición impresa del diario ABC COLOR
Publicado en fecha: Domingo, 11 de mayo del 2014
Enrique Careaga junto a una de sus últimas obras, expuesta en París el año pasado:
un foco que proyecta diseño de ñandutí en el techo./ ABC Color
CAREAGA, ENRIQUE : Nació en Asunción en 1944. Vivió y trabajó en París desde 1966 hasta 1978. Actualmente vive y trabaja en Asunción.-
1965 Cofundador del Museo de Arte Moderno de Asunción.-
1966–67 Beca de estudios del Gobierno Francés.-
1980–84 Representante de los artistas en el Consejo Administrativo de la Fundación Museo de Arte Moderno de Asunción.-
1993-1994 Miembro del Instituto Cultural Paraguayo Coreano, Asunción.-
Sus obras figuran en numerosas e importantes colecciones privadas nacionales e internacionales.
ESTUDIOS CURSADOS:
1959–62 Escuela de Bellas Artes “Lucinda Moscarda”, Asunción.
1964–66 Arquitectura, Universidad Nacional de Asunción.
1966–67 Integración del Arte y la Arquitectura, Atelier de Víctor Vasarely, París, Francia. ( fuente: el artista ).
Fuente: http://www.enriquecareaga.com (No activo a 2014)
Enrique Careaga fue influenciado por el Op Art de Víctor Vasarely,
como puede apreciarse en esta pintura./ ABC Color
CAREAGA, ENRIQUE : Actualmente vive y trabaja en Asunción, desde donde se irradia a los países vecinos para exponer sus trabajos.
Es cofundador del Museo de Arte Moderno de Asunción, creado en 1965. Al año siguiente consigue una beca para estudiar en Francia.-
Formó parte del Grupo denominado “Los Novísimos”, integrado también por Ángel Yegros, William Riquelme y José Antonio Pratt Mayans, con quienes realizó una labor destacada en el ámbito de la plástica nacional.-
Rafael Squirru, crítico argentino de gran renombre en América, escribió sobre la obra de Careaga, “Los mundos que nos propone este artista podrán lanzarnos y de hecho nos lanzan a explorar el espacio cósmico pero a no engañarse, la plataforma de lanzamiento tiene nombre y se llama Asunción del Paraguay. Imposible confundirlo desde este punto de vista a Careaga con sus colegas europeos, ni aún con los que trabajan o partieron desde Buenos Aires. Por supuesto que para percibir lo que dijo –sigue escribiendo Squirru, hay que tener el ojo afinado: solo así podrá percibirse hasta qué punto sus colores responden a lo que hemos percibido y sentido en esa tierra, colores que lo emparientan a otros artistas que en el mismo suelo pertenecen a tendencias distintas”.-
Fuente: “DICCIONARIO DE LAS ARTES VISUALES DEL PARAGUAY” de LISANDRO CARDOZO , editado con el apoyo de FONDEC (FONDO NACIONAL DE LA CULTURA Y LAS ARTES), Asunción-Paraguay 2005.
Sus obras nos remiten a imágenes de ciencia ficción,
en las que la precisión milimétrica es importante./ ABC Color
CAREAGA , ENRIQUE : Pintor, realizó estudios de Arquitectura y artes plásticas. Nació en Asunción en 1944. Luego de su primera exposición en "ASEDIO", en 1963, integró el grupo de "LOS NOVÍSIMOS" en 1964. Desde esa fecha, concurre a muestras internacionales de arte.
Recibió una beca del gobierno francés para realizar estudios de integración del arte y la arquitectura en el taller de Víctor Vasarely entre 1966 y 1967.
Vivió y trabajó en París desde 1966 hasta 1978. Formó parte, en todo ese tiempo, del movimiento óptico y cinético de la Escuela de París.
Recibió varios premios y galardones entre los que destacan la "Mención de Honor" en Pintura en el Concurso de Artes Plásticas convocado por el Centro Cultural Paraguayo Americano (1964), la "Mención de Honor" en Grabado en idéntico Concurso al anterior (1966), la "Plaqueta de Oro" en la 3a. Bienal de Córdoba, Argentina (1966) y el "Premio Especial" en la 1a. Bienal Internacional del Deporte, en Montevideo, Uruguay (1980).
Participó en la Bienal de São Paulo, entre 1965 y 1969 -en la X Edición del célebre encuentro artístico fue señalado como uno de los diez creadores más promisores entre los jóvenes concurrentes a dicho evento internacional; en la Bienal de París (1969); en la Bienal de Medellín, Colombia (1970,1981); en la Trienal Latinoamericana del Grabado, en Buenos Aires (1979). Entre las principales exposiciones colectivas de las cuales hizo parte figuran, en 1974: "Agam, Careaga, Rivers, Riley, Le Parc, Vasarely, Soto", en el Standford Museum de los Estados Unidos de Norteamérica; en 1976: "Image in Movement", en la Lilian Heidenberg Galery de New York, Estados Unidos de Norteamérica; en 1980: "Panorama Benson & Hedges" en el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires; en 1982: en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile; en 1983: Wasarely y sus amigos" en el Museo de Arte Contemporáneo de Montevideo, Uruguay; en 1989: en la "Maison des Cultures du Monde" en París, en Nantes (Francia) y en el "Gran Defilé a Delhi", en la India; en 1992: en el Pabellón de la OEA en la Expo `92 de Sevilla, España y "De Torres García a Soto" en el Art Museum of the Americas de Washington DC, Estados Unidos de Norteamérica; en 1993: "L'Amerique dans tous ses etats" en la Maison de L'Amerique Latine en París.
Sus principales exposiciones individuales hasta el presente tuvieron lugar en 1975, en la Galería Sincron de Brescia (Italia); en 1979, en la Galería Sepia de Asunción; en 1980, en el Museo de Arte Americano de Maldonado (Uruguay); en 1990, en la Galería Latina de Montevideo; en 1992: “Documentum-XXV-ANNI", muestra retrospectiva en el Centro Cultural de la Ciudad, en Asunción; en 1993, en Plástica Nueva Galería, de Santiago de Chile; y en 1996 en "La Galería" de Punta del Este, Uruguay.
"La cósmica espacialidad que enmarca sus estructuras espacio-temporales, convirtiéndolas en microsistemas de un universo de características platónicas, incitan a una contemplación desapasionada, casi religiosa... La creación de un mundo utópico de perfección absoluta y simetría perfecta ha sido la eterna ambición de los filósofos: Careaga ha materializado esa aspiración ideal con su geometría de infinitas perspectivas y cromatismos", escribe en 1979, el prestigioso crítico de arte paraguayo Osvaldo González Real.
En la actualidad, Careaga trabaja y reside en Asunción.
Fuente: FORJADORES DEL PARAGUAY – DICCIONARIO BIOGRÁFICO. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL. Coordinación General: Ricardo Servín Gauto. Dirección de la obra: Oscar del Carmen Quevedo. Tel.: 595-21 373.594 – correo: arami@rieder.net.py– Asunción-Paraguay 2001 (716 páginas).
Obra de Enrique Careaga/ abc color
CAREAGA, ENRIQUE (1944) : Realiza su primera exposición en ASEDIO, en 1963, conjuntamente con otros jóvenes, hoy por el momento al menos, en receso. En 1964 realiza una nueva exposición colectiva en la capital, y poco después toma parte en la II Bienal Hispanoamericana de Córdoba. A estas alturas juveniles su obra se encuadra dentro de la corriente del abstracto de masas, sin rasgos personales destacables. En 1966 toma contacto con la pintura cinética, dentro de la cual se desenvuelven sus años siguientes, señalados por su contacto con VASARELY, creador de esta corriente, y por el logro de su beca a Francia, donde estudia, en el taller del propio Vasarely. Estudia luego con otros maestros, o independientemente, siempre dentro de la mencionada corriente. Permanece en París.
EXPOSICIONES: COLECTIVAS: Asunción: ASEDIO, 1963 y MARTEL, 1964/ II Bienal Hispanoamericana de Córdoba, 1964/ X Bienal de San Pablo
UBICACION : Actualmente, dentro de la corriente abstracto-cinética. En la X Bienal de San Pablo fue señalado como uno de los diez artistas más promisores entre los jóvenes concurrentes a dicho evento internacional.
Fuente: TREINTA Y TRES NOMBRES EN LAS ARTES PLÁSTICAS PARAGUAYAS por JOSEFINA PLÁ. Editorial Cultura, Asunción-Paraguay 1973 (59 páginas).
Enlace recomendado:
-. Datos, obras y comentarios de ENRIQUE CAREAGA en "GENTE DE ARTE producción de los ’90". ASOCIACIÓN PARA LAS ARTES VISUALES DEL PARAGUAY. Editado con el apoyo del FONDEC, Asunción-Paraguay 2002.
-. ENRIQUE CAREAGA - OBRAS . Catálogo GENTE DE ARTE, ASOCIACION PARA LAS ARTES VISUALES EN EL PARAGUAY. Asunción – Paraguay. 2011.