BRUNO CÁCERES - MÚSICO, COMPOSITOR
Nacido el 17 de mayo de 1942 en la compañía Ndavaru, distrito de Carapeguá, departamento de Paraguarí
Desde muy niño ya sintió que la música ejercía sobre él una atracción muy especial. Los instrumentos que unos músicos dejaban depositados en su casa eran los que le invitaban a unirse al mundo musical.
“A fines de la década de 1940 era difícil ir a la escuela de Ndavaru, solo unos pocos lo podían hacer. El resto estaba condenado al analfabetismo o hacía lo que el padre de Bruno le enviaba a casa de un maestro particular de la zona para que aprendiera a leer y escribir, sumar y restar. Eran las máximas habilidades a las que podría aspirar un chico de entonces”. (*)
A los 11 años fue hasta Acahay a recolectar algodón, actividad que muchos compatriotas, incluidos los niños, en época de cosecha de este producto aprovechaban para ganarse sus ingresos monetarios más importantes del año y para la cual debían emigrar hasta los sitios de las plantaciones. El niño Bruno invirtió lo ganado en la compra de una guitarra profesional.
Las cosas, sin embargo, no fueron tan bien encaminadas como él las hubiera deseado. Dada la resistencia que encontraba, se vio obligado a volver a la misma actividad, fue de nuevo a recoger el blanco textil, esta vez su destino fue la provincia argentina de Formosa. Nuevamente lo ganado lo invirtió en la adquisición de un instrumento musical, esta vez un acordeón. Apenas contaba con 19 años cuando formó su propio conjunto.
BUENOS AIRES
Como muchos jóvenes compatriotas, su destino fue también Buenos Aires. Con su conjunto “Los Caballeros del Paraguay”, en 1964, “llegó a la capital argentina con sueños e ilusiones: actuar, grabar, ganar dinero y ser famoso”.
“A los cuatro meses sus compañeros ya regresaron, él se quedó”. Era una época en que costaba conseguir trabajo, sin embargo su perseverancia permitió que la fortuna le sonría y encontró un puesto en una herrería.
Bruno, en 1965, estaba reunido con unos amigos cuando llegó hasta ellos un desconocido, este preguntó si de entre los que estaban allí quién era músico, le indicaron que era Bruno, era un correntino dijo que estaba en una situación difícil y que quería vender su bandoneón, su amor hacia los instrumentos musicales posibilitó que no escatimara esfuerzos para que se concrete el negocio. Fue así como el acordeonista pasó al bandoneón. No le fue difícil ejecutarlo porque era músico del alma y, además, el acordeón es pariente cercano del instrumento que le acompaña hasta hoy.
Con su joya nueva, lo único que quería era regresar a Carapeguá.
ITINERARIO MUSICAL
“Al llegar a Carapeguá en 1965 la fortuna le sonrió nuevamente, pues encontró al bandoneonista argentino Miguel Ángel Benítez” quien fue su primer profesor de bandoneón y con quien aprendió a diferenciar el estilo chamamesero del estilo de la polka paraguaya, el cual era de mayor interés para el aprendiz en aquel entonces.
En 1966 volvió a Buenos Aires ya como bandoneonista y formó parte de un nuevo conjunto llamado “Los Canarios del Paraguay”, con el dúo Martínez - Caballero.
En Carapeguá, en 1967, tras regresar al Paraguay conformó el conjunto “Los Troveros Guaraníes”, bajo su dirección, con el canto del dúo Ortiz - Quintana, grupo musical de larga trayectoria de éxitos, el cual a través de los tiempos ha sido integrado por diferentes músicos carapegüeños de renombre, este conjunto hasta hoy sigue animando festivales, fiestas bailables y otros acontecimientos sociales, muy gustado por su particular estilo y repertorio.
En 1968, grabó en Buenos Aires y volvió al Paraguay para realizar presentaciones en Radio Ñandutí.
En 1969, grabaron en el estudio Guaranda su segundo disco.
En 1970, siempre con el dúo Ortiz - Quintana lanzaron su tercer disco.
En 1972, lanzaron su cuarto material discográfico en los estudios Cerro Corá.
En 1974, con el dúo Gaete - Valdez hicieron otro disco en los estudios Tajy en Asunción.
En 1980 formaron parte del grupo el dúo Sánchez - Flores con quienes grabó un álbum en los estudios Tajy en Asunción.
En 1988 celebraron el reencuentro con el dúo inicial Ortiz - Quintana con el álbum “14 sucesos con Bruno Cáceres y Los Troveros Guaraníes” en los estudios de Papi Galán para el sello Sapucái Musical.
En 1994 con el dúo Vergara - Quintana lanzaron el material “Carapegüeña nde pukavy”.
En 1995 grabó su último disco con su original dúo Ortiz - Quintana para el sello ARP Producciones.
En 1996 junto ya con el dúo García - Quintana editaron el disco “Ejokuái che piári”.
En el 2000 con el dúo Giménez - Quintana grabó el disco “Mba’e ajeno nimbo ra’e”
HOMENAJES Y RECONOCIMIENTOS
Diplomado otorgado a la participación en el 28vo. Festival Nacional del Malambo, como integrante de la delegación folklórica del Paraguay por la Asociación Cultural - Comisión del Malambo y Amigos del Arte de la ciudad de labor de Córdoba - Argentina el 8 de enero de 1995.
Reconocimiento por su apoyo desinteresado a la Cultura Autóctona en el día del Folklore por el Colegio Nacional de E.M.D. Mcal. José Félix Estigarribia de Carapeguá el 22 de agosto de 1995.
Homenaje de Gratitud por la incansable labor desplegada a favor de lo auténticamente nuestro: “La música paraguaya” otorgado por la Municipalidad de Carapeguá mediante resolución Nro. 40/98 el 17 de diciembre de 1998.
Reconocimiento por su aporte a la cultura musical otorgado por la Universidad del Norte comunitaria Carapeguá en agosto de 2003.
Reconocimiento por su aporte a la cultura popular por Instituto de Lingüística Guaraní del Paraguay (IDELGUAP), filial Carapeguá en agosto del 2004 y 2005.
Homenajeado por sus 40 años de trayectoria cultural en octubre del 2007 en Buenos Aires por el Centro Carapegüeño residentes en esa ciudad.
Homenajeado por su aporte a la música paraguaya en el segundo Festival Folklórico de Canto y Danza de la Universidad Católica de Carapeguá - 22 de Agosto del 2008.
Reconocimiento y gratitud por su aporte cultural otorgado por la organización del Festival del Takuare’e en noviembre del 2008.
Don Bruno no es el único músico de la familia, su hijo Hebert Fabián Cáceres heredando el arte de su padre, desde niño se destacó en la interpretación del instrumento del progenitor. Hoy es famoso bandoneonista y aún con su juventud ha trazado una nutrida trayectoria artística integrando los más famosos grupo» musicales nacionales.
NOTA
(*) Texto de Mario Rubén Álvarez publicado en el diario Ultima Hora en la sección "Los rostros de la memoria”. Los demás textos encomillados son también de él.
Fuente: BIOGRAFÍAS DE MÚSICOS Y POETAS DEL DEPARTAMENTO DE PARAGUARÍ - TOMO I - Por TOMÁS VERGARA JARA. Diagramación, Diseño e Impresión: EDITORA LITOCOLOR S.R.L.. Asunción – Paraguay, 2010 (87 páginas)