EL STRONISMO DE HOY
Desde El Ybytyruzú
Por CAIO SCAVONE
caio.scavone@abc.com.py
Mucha gente suele preguntar el qué tenía o hizo el expresidente del Paraguay llamado Alfredo Stroessner (Encarnación, 3-nov-1912/Brasilia, 16-ago-2006). Es obvio que las preguntas siempre provienen de los jóvenes y mis alumnos universitarios con quienes también tengo la oportunidad y el beneficio de aprender. Le entregaron el cargo, el 15 de agosto del año 1954 en momentos que el Paraguay cambiaba de Presidente como si fueran trapos de cocina: por sucios y hediondos.
El Paraguay venía de unos 8 años de dictadura del Gral. Higinio Morínigo, milico que asumió el cargo el 7 de setiembre de 1940, día en que falleció el entonces General y Presidente José Félix Estigarribia. A Morínigo le aguantaron hasta el 3 de junio de 1948 y luego apenas pudieron entibiar el sillón presidencial Juan Manuel Frutos, Natalicio González, General Raimundo Rolón, Dr. Felipe Molas López, Federico Chávez, el arquitecto Tomás Romero Pereira para que tomara el poder, o le entregaran el cargo al General Alfredo Stroessner el 15 de agosto de 1954. En los 6 años, de junio de 1948 a agosto de 1954, desfilaron y desafinaron 6 presidentes.
El gobierno stronista tuvo 35 años de vida podrida y muchos argumentan que algunas cosas interesantes se hicieron. Unos 35 años estimo que ya sirven para hacer algo pero mucho más sirvieron para hacer nada o poco. Hoy los gobiernos duran 5 años y en ese tiempo los capos del país deben desarrollar una gestión que impacte.
Los gobiernos que le sucedieron a Stroessner fueron tan parecidos al de él. Uno señaló, bolaterápicamente, que en 5 años hará lo que tarda 50 y en ese lustro hubo comilona estatal, se cerraron bancos y se cerró el quinquenio sin hacerse absolutamente nada.
Los que llegaron después hicieron lo mismo y el calco stronista de los 35 años sigue teniendo toda la exquisitez de un rancio, anticuado y mediocre mandato. La excelencia no existe, los mandos siguen a cargo de los vulgares, la falta de profesionalidad se huele desde lejos, la educación primaria, secundaria y terciaria tiene la marca registrada de atrasada, el adular sigue tan campante como el chupar calcetines putrefactos, los partidos políticos no se animan a apartar a su gente podrida, la lista sábana continúa cobijando a impresentables y ladrones, cualquier pobre infeliz se convierte –con el canto de un gallo– en feliz y millonario, los concursos para los cargos profesionales solo tienen el curso para otra carga de la ciudadanía sana, el sostén político sigue siendo el corpiño que soporta a los sinvergüenzas, el exilio económico sigue vigente y groseros hurreros junto a la afiliación partidaria siguen superando ampliamente a la idoneidad y al decoro.
Desde hace añares este país sigue en lo mismo, con su aparente democracia que solo asoma las veces que tenemos que ir al cuarto oscuro cada 5 años y apostar a candidatos que conjugan con la nebulosa oscuridad. Con la incrustación zurda y radical que por tan poco tiempo soportamos también el estilo fue tan equivalente y nada cambió.
Acaba de oírse en Villarrica un contundente mensaje a través de un ministro con una arenga stronista al sector educativo de torcer el voto y torcer la democracia. Con este espécimen y sus maestros, la educación seguirá empantanada y para la nada. El discurso provino del vástago de un puntal de la vida democrática paraguaya y enérgico tutor del Mopoco (Movimiento Popular Colorado), archiconocido movimiento antiestronista. Hay veces que los caracteres hereditarios fracasan y la sangre se convierte en agua.
El perfil stronista sigue como si las metralletas del Gral. Andrés Rodríguez no hayan detonado nunca...
Fuente: ABC Color - Edición Impresa
Sección OPINIÓN
Martes, 24 de Octubre de 2017
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