DOROTEO MELGAREJO
** Pertenece a los poetas románticos, al decir de su crítico y biógrafo Prof. Artemio Franco Preda.
** Por vocación siguió muy de cerca los pasos del maestro Delfín Chamorro, es decir, amó, aprendió y enseñó la gramática castellana, siguiendo el método de aquél, quien a su vez, había adoptado el de Bello y Rufino José Cuervo, venezolano y colombiano, respectivamente.
** Como catedrático de dicha especialidad, brindó sus enseñanzas en varias instituciones, como el Colegio Nacional de Villarrica y otras similares más de la ciudad de Asunción; y posiblemente en alguna o algunas de la ciudad de Paraguarí, donde falleció a la temprana edad de 34 años. Evidentemente que como lo afirma el Prof. Franco Preda, su poema "EMPALADO”; de carácter bucólico, es el de mayor aliento; pero podemos afirmar, que: "LA PARTIDA"; "A CERVANTES” y "VEN", no le van en zaga.
** Él, y su maestro Chamorro, nos han dejado muy pocos poemas; pero, dada la calidad de los mismos, nos damos cuenta del potencial espiritual de ambos, para el bello arte de la poesía. Viene a cuento acotar que Doroteo Melgarejo dejó una gramática del idioma guaraní, en base al método de Bello y, que alguien presentó después de su muerte, a la consideración y aprobación de un Congreso de Geografía, llevado a cabo en la capital, en 1925 y que, desafortunadamente desde entonces, no se tuvo más noticia de dicho trabajo del talentoso maestro y feliz autor de "EMPALADO". También pudo haber sido un buen fabulista. Nos lo demuestra con su fábula, intitulada, "EL LEÓN Y SU EJÉRCITO".
LA PARTIDA
Vi en sus ojos de nítida hermosura
cien nubes oscuras
vendarla su ilusión;
cuando en la noche con ardor sentida
llorando mi partida
me dio su corazón.
Ella en la noche, postrer de mi ausencia
por toda su existencia
siempre amarme juró;
cuando entre amante y lánguida mirada
doliente y congojada,
tristísima lloró.
Y al levantar sus ojos, desmayada,
dijo con voz ahogada:
"No partas sin razón
tuyos son de estos ojos los fulgores:
mis glorias, mis amores.
mis goces tuyos son".
Tal fue que Elisa la niña encantadora
que en esa sublime hora
sus lágrimas virtió;
tal fue la niña que entre débil llanto
de mi ser el quebranto
con ayes coronó.
Sus ojos fijos en tristes ojos
cual últimos despojos
de un ya frígido ser;
me dejaron inerte, entristecido,
cuando di por perdido
del mundo mi placer.
Así al verla, mi alma enternecida,
cual nunca dolorida
absorta se sintió;
y al estrechar su mano con la mía,
sentí que gota fría
mi frente humedeció.
¡Qué fúnebre momento de tristeza!
su angélica belleza
en mi mente grabé,
que ni en horas de tétricos pesares,
en tierra ni en los mares
jamás olvidaré.
¡Adiós... le dije con suave acento!
¡Y qué hondo sufrimiento
en esa hora pasé!
Y aquel acento con igual martirio
sonóme con delirio,
lloró ella y... yo también lloré.
Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL, Dirección de la obra: OSCAR DEL CARMEN QUEVEDO. Recopiladores y autores: RAÚL AMARAL, MARÍA BARRETO DE RAMÍREZ, AÍDA ORTÍZ DE CORONEL, ELA RAMONA SALAZAR S., RUDI TORGA/ Tel. (595-21) 373.594/ arami@rieder.net.py – Asunción/ Paraguay. 2005. 781 pp.).