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EDWIN MARINO BRÍTEZ PAREDES
  DEMOCRACIA TRAMPARENTE - Por EDWIN BRITEZ - JOSÉ NICOLÁS MORÍNIGO


DEMOCRACIA TRAMPARENTE - Por EDWIN BRITEZ - JOSÉ NICOLÁS MORÍNIGO

DEMOCRACIA TRAMPARENTE

EDWIN BRITEZ - JOSÉ NICOLÁS MORÍNIGO

COMITÉ DE IGLESIAS

RPediciones

Diseño de tapa: CELESTE PRIETO

Edición al cuidado de JUAN SÁNCHEZ

Fotos: ABC COLOR y DIARIO NOTICIAS

Archivo: NOTICIAS, ABC COLOR y Radio CARDINAL

Asunción – Paraguay

1993 (177 páginas)

 

 

INDICE

 

INTRODUCCION

CAPITULO I

DICIEMBRE 2 DE 1.989:

SE PREPARA EL ESCENARIO Y LOS ACTORES

CAPITULO II

LA DESTITUCION DE ARGAÑA

Y LA REACCION DE LA VIEJA GUARDIA

CAPITULO III

ARGAÑA DEVUELVE GENTILEZA

CAPITULO IV

RIQUELME PRESIDENTE DE LA A.N.R.

CAPITULO V

LA PREPARACION PARA EL DIA "D".

CAPITULO VI

EL DIA "D": DERROTA ELECTORAL,

CANDIDATO POR EL PARTIDO

CAPITULO VII

"ÑA TRAMPEATA MANTE LO MITA"

(Vamos a tener que hacer fraude)

CAPITULO VIII

EL PLAN "CACHORRO" Y LOS DEMÁS PLANES

CAPITULO IX

EL REVELADOR "CASO FALCON"

CAPITULO X

SOSPECHOSO ABULTAMIENTO

DEL NUMERO DE INSCRIPTOS

CAPITULO XI

MILITARES EN EL "PROCESO ELECTORAL"

CAPITULO XII

CONCLUSIÓN

EL ESQUEMA DEL FRAUDE

ANEXO DOCUMENTAL

 

INTRODUCCIÓN

 

            Dentro de algunos días se iniciará un nuevo período constitucional en la historia del Paraguay. El 15 de agosto de 1993 asumirá el nuevo Presidente de la República y por primera vez en varias décadas, un militar entregará el poder a un presidente civil.

            Sin duda alguna es un acontecimiento relevante, pero más que eso representa un hito, a partir del cual se inicia una nueva etapa cuyas características se irán construyendo históricamente, en el contexto de nuestros viejos hábitos políticos o en la creación de una nueva cultura democrática.

            Desde el punto de vista político, que es lo que interesa a este trabajo que hoy presentarnos, el avance logrado en esta etapa de cuatro años y medio es significativo, sobre todo si hemos de compararlo con el atraso en que nos encontrábamos antes de la caída del general Alfredo Stroessner.

            La dinámica de la transición se caracterizó por la constante realización de consultas populares, ya sea en las internas partidarias o para la elección de nuevas autoridades.

            De todas ellas, las más significativas fueron, indudablemente, las elecciones generales del 9 de mayo de 1993 y las elecciones para la Convención Nacional Constituyente, por la trascendencia y la proyección que tienen para la vida social y política, sin dejar de considerar la relevancia de las elecciones del 1 de diciembre de 1991, y las elecciones municipales del 26 de mayo de 1991.     

            Las elecciones constituyen un presupuesto ineludible en todo proceso de construcción o recuperación de la democracia. No hay democracia sin elecciones.

            Pero las elecciones por sí mismas no significan la instalación y funcionamiento automático de la democracia. Tiene una serie de condicionantes para que ellas puedan ser consideradas el vehículo válido y legítimo de la voluntad popular.

            Precisamente, durante la dictadura del general Alfredo Stroessner, cada cinco años se realizaban elecciones cuyos resultados se sabían de antemano. Aquellas no fueron sino remedo de elecciones.

            Sin embargo, la política tiene sus reglas que funcionan de acuerdo con el grado de evolución y de instrucción cívica de los ciudadanos. Durante mucho tiempo, las reglas del juego político reconocieron como válidos aquellos comicios de ciencia ficción.

            No había libertad ni transparencia en el mecanismo establecido para elegir.

            Desde el golpe de estado de 1989, las elecciones tuvieron un cambio significativo.

            Se abrieron las fronteras a la participación de todos los sectores políticos, o por lo menos de casi todos, ya que fue innegable la exclusión del grupo político que acompañó a Stroessner en la caída del poder: los militantes.

            La concurrencia de la ciudadanía fue libre y hasta fue posible contar con la presencia de observadores internacionales, además de modernizar el sistema de organización electoral. Cuando hablamos de libertad no nos negamos a reconocer las limitaciones que existieron, como el caso de los militantes y de las presiones y ataduras que sufrieron los funcionarios públicos, policías y militares.

            Sin embargo, la transparencia, uno de los requisitos fundamentales de toda consulta popular, estuvo ausente en todas ellas.

            Elecciones libres sin transparencia, es la frase que puede resumir la naturaleza de los comicios de la transición. Se ha progresado en relación a las farsas electorales de la dictadura, pero de ninguna manera se puede sostener que con las elecciones del 9 de mayo de 1993 se ha llegado a la meta de lograr una participación libre y consciente, y una organización transparente del sistema electoral.

            Muchas veces la riqueza de los hechos nos dice, en su lenguaje directo, más de lo que aparentemente se percibe. Y esta realidad aumenta sustantivamente cuando esos hechos se relacionan unos con otros para dejar de ser acontecimientos aislados y convertirse en parte de un proceso. Desde esta perspectiva, la cotidianeidad pierde su encanto, pero se descubre una lógica interna que nos permite interpretar para comprender el mismo proceso que se investiga.

            Hemos discutido permanentemente esta suerte de tensión entre los hechos y el análisis, y hemos optado por tratar de encontrar un estilo que sea capaz de respetar la riqueza tan elocuente de las anécdotas, no para embelesarnos en ellas, sino para demostrar lo que nos interesa.

            Por consiguiente invitamos al lector a participar de este proceso para encontrar las causas explicativas de la realidad política en referencia a los dos temas que desarrollamos: a) El proceso electoral de las internas del partido Colorado y sus antecedentes, y b) las elecciones generales del 9 de Mayo de 1993.

            Una primera cuestión llamativa en las internas del partido Colorado es el nivel de conflictividad, tanto entre los grupos como entre los líderes. Esta tensión, desde nuestro punto de vista, es una consecuencia de que en la génesis misma de las corrientes o movimientos internos dentro del coloradismo, la identidad emerge fundamentalmente por asumir una posición frente al otro. Es decir, los movimientos expresan básicamente adhesión a un liderazgo, en competencia con otros liderazgos.

            Si bien es posible encontrar diferencias programáticas, el factor fundamental del conflicto es una competencia de élites por el poder político, por alcanzar bienes escasos, razón por la cual la relación se presenta como un juego excluyente.

            Ahora bien, lo peculiar del conflicto dentro del partido Colorado es que la tensión no se resuelve dentro del partido, sino fuera de él, en base a la participación directa y efectiva de grupos militares y económicos, así como de funcionarios del estado, que convierten los conflictos del partido, en conflictos de élites de poder, o para decirlo más claramente, conflictos de roscas socio-económicas. En este sentido el partido es simplemente el escenario de la lucha. Escenario del cual pueden participar de una manera decisiva personas, grupos, corporaciones económicas y militares, siempre que solamente digan pertenecer al partido.

            Paradójicamente la organización política, está sumamente abierta al juego de otras élites, sean esta militares y económicas, hecho que le quita al partido una base de autonomía en sus decisiones. Sin duda en esta situación tiene mucho que ver cal papel que le correspondió al partido durante el stronismo, qué quedó cautivo de la voluntad del autócrata y al mismo tiempo se convirtió en una suerte de bisagra entre las élites militar y política.

            A lo largo del trabajo es fácil de explicar porqué no aparecen como actores los Presidentes de Seccionales; simplemente porque ellos no forman parte de las élites que disputan realmente el poder político, aunque son fundamentales como elementos de interrelación entre esas élites y las bases. El proceso electoral es una conflictividad llamativa porque es realmente una lucha entre élites de poder, que controlan mecanismos amplios para alcanzar sus objetivos.

            Una vez resuelto el problema de la representación por el partido, de una manera notoriamente contraria al juego democrático, la cuestión se transfiere de una manera más abarcante al plano nacional.

            El otro tema consiste precisamente en analizar el proceso electoral a nivel nacional, con la finalidad de detectar si hubo o no fraude y la importancia del mismo, lo que significa simplemente tratar de conocer la influencia real del fraude en los resultados de las elecciones.

            Desde la misma perspectiva que para el análisis de las internas del partido Colorado, vemos una participación directa de las élites económicas y militar, jugando un papel clave a lo largo de todo el proceso.

            Cómo y de qué forma se produce esta participación y sobre todo cuál es su influencia en los resultados de las elecciones, es lo que pretendemos desentrañar.

            Nuestra investigación se ha basado en diversas fuentes. Entrevistas con los protagonistas, publicaciones periodísticas, documentos originales, grabaciones de cronistas y de programas radiales, anotaciones y anécdotas de varios reporteros, inclusive infidencias de algunos actores políticos.

            La intención de este trabajo es llamar la atención de la ciudadanía sobre este importante déficit con que se inicia una nueva etapa histórica del país.

            La libertad no resuelve todos los problemas, y menos aún en la forma en que aquí se busca implementarla. Por si sola no garantiza la vigencia plena de los derechos del hombre y tampoco legitima el funcionamiento de las instituciones de carácter democrático.

            De poco o nada sirve al ciudadano paraguayo disponer de la libertad para elegir a sus representantes, si es que el mecanismo establecido, la organización montada para canalizar su voluntad están minados de intenciones tramposas.

            En nuestra sociedad continua vigente el esquema por el cual se gana las elecciones porque se controla el poder político y últimamente emerge con fuerza también el poder del dinero. Este es un tema vital para crear un nuevo régimen democrático, en donde el poder emerge de la voluntad popular libre y transparentemente expresada.

            La democracia, para que sea tal, necesita básicamente de la libertad plena de los ciudadanos y de las organizaciones interesadas en el proceso de formación de las autoridades, pero al mismo tiempo necesita de la transparencia en los actos y en los mecanismos establecidos para elegir, además de la garantía de las instituciones nacionales para que la participación se realice en igualdad de condiciones y de oportunidades.

            Este trabajo es parte de un estudio sobre el proceso eleccionario paraguayo realizado por el Comité de Iglesias, al cual agradecemos su apoyo.

 

            LOS AUTORES


 


CAPITULO I

 

DICIEMBRE 2 DE 1.989:

SE PREPARA EL ESCENARIO Y LOS ACTORES


            Juan Ramón Chaves interpretaba la tensión política que vivía el partido Colorado en los primeros días de Diciembre de 1.989 como una repetición de la crisis que culminó con la dramática Convención del primero de agosto de 1.987, cuando la militancia stronista desplazó definitivamente a la vieja guardia del partido.

            - En ese entonces subí a la presidencia y dicté la resolución considerando que dicha Convención era ilegal y sin ningún valor. Y eso fue la tumba de Stroessner, expresó el anciano dirigente a los periodistas que por fin habían podido sacarle una declaración.

            Sin duda sus palabras estaban dirigidas al General Rodríguez para indicarle que la agudeza de su acostumbrado olfato político para conocer hacia donde se inclina la balanza del poder, señalaba un nuevo norte. El Presidente del partido Colorado, oficiando de oráculo, pretendía de esta forma volcar el apoyo del General hacia los Tradicionalistas Ortodoxos, con la finalidad de desplazar a los Colorados Democráticos que se habían lanzado a pretender controlar el aparato del partido.

            Sin distinguir la diferencia existente entre la militancia stronista y quienes fueron sus enconados adversarios, Chaves, que conocía muy bien la compleja y férrea estructura montada por el Dictador, sólo veía en ellos a un nuevo grupo competidor, y en consecuencia, su analogía, en el marco limitado de la comparación, era comprensible.

            Miembros de la vieja guardia, caudillos de la dirigencia intermedia urbana y rural y líderes emergentes que al final de la dictadura asumieron una posición crítica, se jugaron tímidamente en la accidentada Convención del 2 de diciembre. Unidos en lo que se denominó el tradicionalismo ortodoxo, intentaron copar la dirección de la Junta desplazando definitivamente, a quienes representaban al coloradismo opuesto a la dictadura stronista. Los contestatarios, que fueron expulsados del partido en mayo de 1.959, año a partir de cual inician un largo y cruel destierro, después del golpe, llegaron a un acuerdo con los tradicionalistas ortodoxos a través del cual accedieron en una proporción de 1/3 a la dirección de la Junta de Gobierno y a las listas de candidatos para Diputados y Senadores, en las elecciones de 1.989.

            La co-habitación se había hecho insostenible por la lucha interna desatada, y sobre todo por el guiño complaciente de Rodríguez hacia un sector de los contestatarios. Para poner punto final al mismo, la autoridad partidaria llamó a una Convención Extraordinaria para elegir a la nueva dirección del partido. En el intento de copamiento aparecen unidos Juan Ramón Chaves, Luis María Argaña, Ángel Roberto Seifart, Juan Manuel Cano Melgarejo, y la gran mayoría de quienes formaban parte de la dirigencia intermedia del partida, entre ellos Juan Bautista Ibáñez, Juan Crisóstomo Gaona, Juan Manuel Moreles, Samuel Ramírez, Julián Doncel y otros que con el correr del tiempo serán protagonistas de la tensa lucha por el poder partidario primero, y por el poder gubernamental después. Se trataba de un movimiento de defensa de la élite partidaria formada en los largos años de poder a la sombra de la dictadura y que controlaba un formidable aparato político, disciplinado y fiel a quienes ejercían el poder.

            El viernes primero de diciembre estaba todo dispuesto para el inicio de la Convención. Sin embargo antes del inicio de la sesión el mismo Sub-Secretario del Interior, Dr. Hugo Estigarribia acudió al local partidario a comunicar la orden de suspensión dictada, como medida de urgencia por la Jueza Alicia Pucheta de Correa, como consecuencia de la presentación de un recurso de amparo promovido por el sector democrático. La participación del Vice-Ministro, hombre de confianza del entorno del Presidente, no deja lugar a dudas sobre las preferencias de éste y su grupo.

            Ahora bien, porque el General Rodríguez hace gestos complacientes hacia el sector democrático? Fundamentalmente por tres motivos: 1- No tiene suficiente confianza hacia la vieja guardia del partido, en especial hacia el ex Ministro del Interior Edgar L. Insfrán, 2- Al entorno presidencial, que en ese momento empieza a formarse le interesa más un partido controlado que uno fuerte, unido y con capacidad de negociación y 3- El apoyo calculadamente tímido que brinda a los contestatarios le permite consolidar, frente a la opinión pública, una imagen democrática. Por estas razones, Blas N. Riquelme amigo personal y comercial del Presidente se desprende del tradicionalismo ortodoxo para apoyar a los democráticos que no tienen una inserción dentro del aparato partidario del cual estuvieron alejado demasiado tiempo, y al que no dieron la importancia requerida desde el momento en que ingresaron nuevamente al partido. Un cierto espíritu palaciego en algunos casos y las preocupaciones emergentes de la nueva actividad legislativa impidieron un acercamiento que para los contestatarios debería haber sido su primer objetivo.

            Los Democráticos realizan una plenaria en la seccional 24 y posteriormente, de una manera hasta si se quiere ingenua ceden el liderazgo de la lucha contra la vieja guardia al representante del Presidente en el partido Colorado, Blas N. Riquelme, que una vez más ofrece su quinta "Los Alamos" como refugio y espacio en donde se toman decisiones relevantes para el partido.

            En el frente Ortodoxo también aparece la influencia de Rodríguez: La calculada distancia hacia la cúpula tradicional del partido, no significaba una ruptura de relaciones absolutas, ni mucho menos, igual que Stroessner, Rodríguez jamás juega a una sola carta, crea las condiciones necesarias para el desarrollo de alternativas que con el correr del proceso irán desapareciendo o imponiéndose. Su habilidad radica en no tener que asumir un protagonismo absoluto, sino dejar que las fuerzas compitan y en el momento exacto hacer la opción adecuada al objetivo deseado.

            El juego del General-Presidente consistió en eliminar la figura de un adversario peligroso, el Dr. Edgar L. Insfrán, de la Junta de Gobierno de la línea del Tradicionalismo Ortodoxo. En caso de que se consolidara la Junta Ortodoxa, Rodríguez no podía dejar de tener una influencia cercana, por consiguiente necesariamente, debía de haber un eslabón interno que pudiera hacer llegar los mensajes desde el Palacio de López. Rodríguez, por consiguiente, era un jugador frente a dos tableros diferentes, en el frente contestatario había introducido a Blas N. Riquelme, y en el frente ortodoxo, el eje era Ángel R. Seifart. De ahí la firme postura de éste en la exclusión del ex-Ministro del Interior durante la dictadura stronista, de la lista de la nueva Junta de Gobierno electa el 2 de Diciembre. Insfrán era la víctima propiciatoria para demostrar que el movimiento no tenía un carácter crítico al gobierno.

            Después de la Convención surgió una suerte de empate entre las fuerzas contendientes: los contestatarios tenían el apoyo Judicial, mientras que los Ortodoxos el aparato del partido. En estas circunstancias quien realmente triunfó fue el General Rodríguez y su entorno, ya que esta situación lo convertía en una suerte de árbitro de la disputa interna.

            El 5 de Diciembre se reúne por primera vez la Junta de Gobierno electa en la Convención del 2 de Diciembre que había sido realizada violando una orden judicial. Aunque tarde, después de más de una hora de haberse iniciado la sesión llegó el Dr. Luis María Argaña, quien después de su fogosa actuación en la Convención guardó un prudente silencio. Al fin y al cabo era miembro del Gabinete, y esa posición le obligaba a asumir una actuación, por lo menos, no conflictiva.

            - La Jueza se ha extralimitado, actuando en forma inconstitucional y arbitraria, porque evidentemente ni siquiera los peticionantes pidieron la nulidad de la Convención. Ensayó una suerte de explicación técnica a la situación crítica del partido para terminar después afirmando:

            - Todo aquello que sea una imposición artificial de cúpula es falso, por carecer de respaldo popular. Hay que recalcar que por dicho motivo últimamente se ha perdido el respeto a los dirigentes de la cúpula partidaria.

            El Ministro se jugaba el todo por el todo con el tradicionalismo ortodoxo, y apostaba todas las cartas a favor del aparato del partido.

            En esa misma reunión Juan Ramón Chaves, el Presidente, había empezado la sesión con una frase casi Inexplicable:

            - No vamos a dirigir la Junta de Gobierno violando las puertas de esta sesión, ni vamos a venir a las sesiones con el fusil el hombro o con un puñal. Vamos a traer acá a esta sesión un solo revolver, el del General Bernardino Caballero.

            Evidentemente la enigmática frase hacía referencia a la violencia empleada días antes por los contestatarios para realizar una reunión en la Casa de los Colorados, y el uso del único revolver, podría implicar la continuidad de la Junta como la única autoridad legítima del partido.

            Pero quien tuvo una inesperada actuación fue Ángel Roberto Seifart, quien propuso la formación de una guardia civil para proteger el edificio de la Junta de Gobierno.

            - En 24 horas se formaran batallones de adherentes para custodiar el local todo el día, señaló en medio de una general aceptación de los participantes. Pero no acabó allí, y terminó sentenciando:

            - Si vienen (los contestarios) en son de paz y de fraternidad a ningún correligionario se le prohibirá el acceso, pero si viene en son de guerra y de violencia, desde luego que la cuestión cambiará de aspecto.

            Después de una semana de tensión, aunque la guardia civil en la Junta continuaba, la festividad de la Virgen de Caacupé trajo una brisa de tranquilidad a la grave crisis del Partido. El ex- legislador del Congreso Stronista, entró en la escena con el nuevo perfil de duro combatiente, por lo que la prensa lo calificó como el Comandante Cero.

            Ángel Roberto Seifart al final de la dictadura tuvo una activa participación, aunque cuidadosamente entre-bambalinas, para debilitar el poder de la dictadura stronista, del que fue también un relevante servidor. Por fin resolvió cortar el cordón umbilical que le unía al Stronismo en 1.987, con un manifiesto contundente, que llevaba por título "No más General Stroessner".

            No se puede discutir que ya entonces demostraba una delicada percepción para saber abandonar el barco que empezaba a zozobrar. Comprendió, más rápido que otros, que la situación política era algo más compleja que la solución de "calafatear el barco" propuesta incluso por el propio dictador frente a las tensiones internas dentro del partido Colorado, en donde el avance militante tenía un carácter vertiginoso.

            El golpe de estado del 2 de febrero lo encuentra entre los enemigos del stronismo, y por consiguiente, un valor de consideración en la escena política partidaria. Su posición firme pero evitando enfrentamientos directos y frontales como lo hacía su compañero Carlos Romero Pereira, le permitió estar en estado latente, sin arriesgar y al mismo tiempo estableciendo una clara diferencia con quienes formaban parte del Movimiento Ético Doctrinario.

            Es probable que desde el mismo instante en que se separó, con una vehemencia calculada del Stronismo, pensara en que llegó la hora de un nuevo tipo de liderazgo civil. En otra palabra que había llegado su hora.

            Después de un complejo tire y afloje jurídico-político los Contestatarios y Ortodoxos llegaron a un acuerdo en Abril de 1.990, Luis María Argaña, Vice-Presidente primero de la Junta de Gobierno es nombrado Presidente Interino. El viejo aparato del partido salió fortalecido y los resultados se observan claramente en la recomposición del entorno presidencial formal. La renuncia de Conrado Pappalardo a la Secretaría General de la Presidencia significa el reconocimiento de Rodríguez a la capacidad de reacción del partido, pero al mismo tiempo, podría aparecer como una concesión aparente, destinado a dejar las manos libres del Secretario General para iniciar, después de un tiempo, un nuevo proyecto político.

            Sin embargo esta última hipótesis parece no tener suficiente peso, sobre todo por el tipo de conducción que caracteriza al Presidente Rodríguez; mas habituado al manejo a corto, que a largo plazo. Esto significa que a comienzos del año 1.990 no existía un proyecto preparado y que el alejamiento de Pappalardo no tenía una vinculación con el posterior proyecto Wasmosy, aunque le permitió a él y a otros trazar los planes adecuados para ofrecer una alternativa, que será la tabla de salvación que utilizará el Presidente y su entorno tres años después.

            Como puede verse en esta etapa emergen las figuras que tendrán una actuación clave en el proceso electoral de 1.993: Luis María Argaña y Ángel Roberto Seifart. Ambos en una misma línea de acción aunque y esta es la paradoja, empieza el acercamiento más firme entre el nuevo líder emergente, cuya decisión de asumir la dirección del conflicto fue determinante en la Convención del 2 de Diciembre, y una suerte de alejamiento primero, y conflicto terminante después, que, caracterizará las relaciones entre el General Rodríguez y el Dr. Luis María Argaña.

            Por otra parte en la Convención se establece las dos grandes dimensiones que serán los escenarios donde se desenvuelve el juego político, por una parte la capacidad de movilización del aparato partidario y por otra la utilización del Poder Judicial para la obtención de objetivos estratégicos.

            Los grandes derrotados en esta coyuntura fueron los Contestatarios que quedaron absolutamente pendientes del poder Presidencial y demostraron una muy escasa posibilidad de movilización partidaria.

            Para Rodríguez y su entorno, a partir de ese momento, quedó como objetivo clave la necesidad de controlar el partido Colorado, y esto solo será posible a través de un proceso lento de copamiento interno.

            Todo está preparado para el próximo cuadro fundamental: la remoción de Luis María Argaña del cargo de Ministro de Relaciones Exteriores.



CAPITULO II

 

LA DESTITUCIÓN DE ARGAÑA

Y LA REACCIÓN DE LA VIEJA GUARDIA

 

            El Jueves 19 de Julio de 1.990 aproximadamente a las 21 horas en el local del Centro de Economistas Colorados, un nombre típico de la política clientelista del régimen anterior, en una reunión organizada por el Consejo de Presidentes Seccionales Capitalinas el Dr. Luis María Argaña expresó:

            - Nosotros no vamos a tener la vergüenza histórica que algún día se diga que bajo nuestro mandato el partido Colorado cayó del poder. Vamos a conspirar y hacer una revolución si es necesario, pero no dejaremos que el partido caiga.

            - Nosotros no vamos a ser como el Coronel Escurra. Nosotros vamos a luchar por el partido Colorado.

            Como siempre lo hacía, el ex-Canciller recurrió a la historia para describir lo que, según su propia interpretación, estaba ocurriendo en ese momento en el partido. Sin duda las palabras de Argaña representaban algo así como una síntesis de una posición absolutamente contraria a los objetivos de la transición hacia la democracia. Pero al mismo tiempo, salvo que se le considere al ex-Canciller como una persona temperamental, como lo enjuició el Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional, Carlos A. Mersán, sus palabras tenían que estar haciendo referencia a hechos y circunstancias, que si bien no justifican esos exabruptos, por lo menos permite interpretar su contenido,

            Ya antes de la Convención del 2 de Diciembre se habrían producido ciertas situaciones de tensión entre el poder Presidencial, con todo lo que ello implica, con la línea más férreamente ortodoxa del partido. La sustitución del Ministro de Salud Publica Juan Manuel Cano Melgarejo, un conspicuo representante de la Ortodoxia, por Chyntia Prieto Conti, una desconocida en las filas del coloradismo, pero de buena formación profesional y allegada a la familia del Presidente, mas las remociones de Intendentes y Delegados de Gobierno que pertenecían a la línea anti-contestataria generó un sentimiento de inseguridad y sobre todo de incertidumbre en la vieja guardia colorada.

            Por otra parte la irrupción del sector contestatario significó la integración en la dirección del Partido de una nueva élite con pretensión hegemónica. Más allá de las posibilidades reales para asumir un protagonismo político, en este caso lo que interesa es por lo menos la voluntad de la pretensión de hacerlo. A las circunstancias anteriores debe sumársele, la emergencia de nuevas élites en el interior del aparato político tradicional y el juego político del Presidente Rodríguez en lograr articular una dirección fiel a sus objetivos, dibujan un panorama interno caracterizado por las siguientes notas constitutivas básicas: a) enfrentamiento de élites por el control del partido, sin que existiera un predominio claro, ni siquiera referencias precisas del apoyo popular de las corrientes internas, b) necesidad de parte del Gobierno de dar muestras reales de la superación de un sentido excluyente y sectario en el manejo del poder, y c) desde un punto de vista del Gobierno la necesidad de evitar una sola vía de comunicación con el partido. Este hecho exasperó a la vieja guardia del partido acostumbrada al papel de interlocutor privilegiado.

            En la primera semana de julio los conflictos arreciaron y se agudizaron las tensiones, sobre todo porque un sector de los Ortodoxos buscaba, mediante un golpe de mano, asegurar la candidatura de Luis María Argaña a la Presidencia del partido, aspecto fundamental para el paso posterior: la candidatura a la Presidencia en representación del partido Colorado para las elecciones generales de 1.993.

            Sin duda la cuestión era relevante y peligrosa. Argaña lo sabía, pero era necesario intentarlo a fin de ganar de mano a los contestatarios y a los amigos de Rodríguez.

            - Prácticamente hubo un común acuerdo para lanzar las candidaturas después de las inscripciones. Yo he pedido que sacáramos un poco el pie del acelerador.

            - Hay un principio que dice que todas las candidaturas prematuras se frustran. Entonces Seifart, quien arrancó con una candidatura hace un mes, también sacó el pie del acelerador.

            Las expresiones del presidente interino del partido Colorado eran sumamente claras: el lanzamiento de su candidatura era una respuesta a los trabajos iniciados por Ángel Roberto Seifart con la misma finalidad.

            De todos modos, aún con la promesa de sacar los pies del acelerador, el martes 17 de Julio se reúne el Comando Tradicionalista con la asistencia de 197 presidentes de seccionales coloradas, en la sala de sesiones del partido. En esa oportunidad presidentes de seccionales coloradas del interior se pronuncian por la necesidad de impulsar y nominar la candidatura del Dr. Argaña a la Presidencia del Partido, con un doble objetivo, de acuerdo a los mismos proponentes: 1- evitar el surgimiento de varios postulantes y 2- evitar, con una candidatura única, las fisuras y hasta la posible fragmentación del Movimiento.

            En la conducción intermedia del partido, la confrontación democrática es percibida como una situación peligrosa por los desbordes emocionales que genera, y sobre todo por la firme cultura del liderazgo único que simboliza la integración y el orden. La diversidad es percibida como fuente de anarquía.

            En cierto sentido los viejos popes del coloradismo no dejaban de tener razón, dado que los liderazgos más que institucionales son en la sociedad paraguaya, personales y casi siempre producto de una vinculación afectiva-tradicional. Por otra parte, sin tener los mecanismos técnicos adecuados para el ejercicio de un proceso electoral limpio y transparente, toda confrontación o se impone sin discusión por el peso de su realidad, o bien cada líder tiende a formar su propia clientela o por lo menos tiende a evitar el éxito del contrincante partidario.

            Pero sorpresivamente la reunión determina postergar la propuesta de elección del Dr. Luis María Argaña a la candidatura del partido Colorado por el sector tradicionalista Ortodoxo.

            - Estimo muy tempranera la decisión de comenzar a postular nombres como posibles candidatos. Ahora estamos embarcados en la inscripción para el reempadronamiento,, que es un trabajo de todos los colorados, y posteriormente ya habrá tiempo para candidatar a los correligionarios, declaró Juan Ramón Chaves. Y para evitar inútiles discordias, sentenció al final:

            - Es lógico y natural que el Dr. Argaña sea postulado, porque tiene méritos ganados para ocupar la Presidencia del partido.

            Ángel Roberto Seifart, mas criterioso esta vez, alabó la lucidez de sus correligionarios y dijo con ese tono cortante y hasta casi autoritario muy habitual:

            - Se impuso la razón al posponer el lanzamiento de una posible candidatura, que desde luego yo consideré que no era el momento propicio para ello.

            El triunfo de Seifart podría haber sido producto de un trabajo activo con las bases, pero también una consecuencia de una suerte de delicada presión política, desde el Palacio de los López para evitar un nombramiento que podría poner en entredicho los planes del Presidente y su entorno. En efecto Edgar L. Insfrán, que estaba acompañado por Juan Manuel Cano Melgarejo en una reunión realizada el miércoles 18 de Julio a la noche, 24 horas después de haberse frustrado la candidatura de Argaña expresa que los "Seifaristas no estaban jugando limpio dentro del movimiento ..." Y lanzando hipótesis por demás útiles para la comprensión, pero no para la justificación de la frase clave, señala el cronista de ABC Color que " el apoyo que tendría Seifart de altas autoridades castrenses y del mismo Ejecutivo, así como su posible acercamiento a la Alianza Democrática, es utilizado principalmente por los allegados al Dr. Edgar L. Insfrán como un arma para desacreditarlo antes las bases del partido."

            La repentina confesión de Argaña de que "vamos a conspirar y hacer otra revolución, pero no vamos a dejar que el partido caiga", resume su respuesta frente a la situación política. Argaña al verse maniatado en sus planes se juega decididamente al todo por el todo, anunciando que no estaría dispuesto a ceder sin luchar, una suerte de desplazamiento por alcanzar, digámoslo claramente, la Presidencia de la República.

            Aprovechando hábilmente la ocasión el Presidente Rodríguez, convierte la confesión de fe antidemocrática de Argaña, en un motivo clave para solicitarle su renuncia.

            Incluso Carlos Romero Pereira, que en ese entonces oficia de líder de la bancada colorada en el Senado señala:

            - Más allá de lo que afirmara Argaña me parece un error, y quizás de tamaño grande; quiero ratificarme en el sentido de que estas declaraciones comprometen, no al partido Colorado, sino a la persona de su Presidente que tendrá que dar explicaciones dentro del partido.

            Romero Pereira critica al presidente interino, pero al mismo tiempo abre una suerte de paréntesis y se pregunta: ¿Qué sabe Argaña más allá de las informaciones que conocemos? y como creando aún más expectativa solicita las explicaciones del caso. Esta actitud señala con claridad la posición de Romero Pereira en esa coyuntura, no puede aun identificarse totalmente con el Presidente del partido, pero al mismo tiempo deja una amplia vía por la cual puede forjarse una vinculación de primera línea.

            Muy diferente es la posición de los contestatarios, el diputado Miguel Ángel Aquino se despacha con la tesis de que las declaraciones del Canciller constituyen una "virtual apología a la violencia", mientras que Rolando Elizeche vuelve a tocar un punto neurálgico clave, al afirmar:" Espero que Seifart se levante a enfrentar a esa parte de la Ortodoxia tradicionalista que no desea la renovación y el cambio dentro del partido."

            Si bien el todavía Canciller desaparece del escenario público sigue vinculándose cada vez con más fuerza con los dirigentes intermedios del partido. Sin calcular el efecto desastroso para sus posibilidades de permanencia al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores, el viernes primero, en una reunión informal con la presencia de Presidentes de Seccionales de la Capital, se burla del trabajo que realiza el periodista Carlos Peralta, sin tener en cuenta que de esta forma amplía el círculo de quienes pretenden desplazarlo de la competencia por el poder. A los contestatarios, al Ejecutivo y su entorno, y a la corriente seifarista de los tradicionalistas ortodoxos, se une la prensa, para sellar prácticamente el destino de Luis María Argaña.

            El lunes a la 8:30 horas el Canciller ingresa al despacho del Presidente de la República. La entrevista dura apenas un minuto. El presidente la destituye.

            No es una cuestión sencilla, ya que el destituido es Presidente Interino de la Junta de Gobierno del partido Colorado. Es decir, el partido que sostiene políticamente al Gobierno tiene un Presidente destituido del Gobierno.

            Argaña inmediatamente se dirige a la Junta de Gobierno del partido Colorado, en donde le espera y lo recibe con efusivo abrazo Edgar L. Insfrán y miembros de las seccionales coloradas y parlamentarios.

            Pero sin duda uno de los aspectos claves del proceso, y que tendrá con posterioridad una repercusión fundamental es la posición de Seifart, frente a la circunstancia definidas por un matutino como provocadora de ansiedad e incredulidad en las filas Ortodoxas.

            El primer lugar Seifart le quita trascendencia al hecho:

            - No creo que el Presidente Rodríguez haya querido enviar un mensaje indirecto al partido.

            Es decir, traduciéndolo para volverlo más claro. No es posible mezclar las cosas, la remoción es algo que le afecta única y exclusivamente al Dr. Argaña y en esta cuestión el partido no tiene nada que ver.

            Posteriormente continúa su razonamiento justificando la legalidad y legitimidad del acto:

            - Es potestad del Ejecutivo que tiene la facultad tanto de nombrar sus ministros como de cambiarlos. No hay que buscarle otro alcance a la determinación del Gobierno.

            La cuestión es clara, se acentúa la diferencia entre los sectores que forman parte del llamado Tradicionalismo Ortodoxo. Seifart continúa la línea que se había impuesto mucho antes: mantener la autonomía en las decisiones.

            Muy al contrario Edgar L. Insfrán acusa de incoherencia al Poder Ejecutivo e interpreta el momento elaborando una tesis contraria a la de Seifart.

            - No es satisfactorio, ni coherente que un Presidente que ha sido electo con el voto Colorado tenga una actitud así, que no solo afecta al Canciller, sino a todo el pueblo Colorado.

            En este caso la vinculación institucional se sobrepone a las relaciones personales y la tensión pasa, de ser exclusivamente personal, a ser básicamente entre la Presidencia de la República y el partido Colorado.

            Frente a una interpretación de tal naturaleza, no es casual que importantes jefes militares hayan presentado una " inquebrantable lealtad" al Presidente y Comandante en Jefe de la Nación.

            En el mes de Julio, 24 horas después del nombramiento de Hugo Estigarribia Elizeche, como Ministro de Justicia y Trabajo, éste solicitó la renuncia al Fiscal General del Estado, Diógenes Martínez, que en un acto desafiante se negó a hacerlo.

            Nadie puede dudar, que además de otras posibles causas también tengan que ver en este hecho, la vinculación indiscutible existente, hasta ese momento, entre Diógenes Martínez y Luis María Argaña.

            El segundo acto del proceso queda definitivamente concluido. Argaña queda desplazado del Gobierno y su pretensión de alcanzar la candidatura del partido postergada. Seifart, continúa su vinculación preferencial con el entorno palaciego y por tanto, nadie que tuviera un mínimo de información podría haberse sorprendido que en Agosto asumiera el cargo de Ministro de Educación y Culto. Un Ministerio de una trascendencia política clave por la amplitud de su cobertura que abarca todo el país, por el número de cargos públicos que genera y por la directa vinculación que existe entre los maestros y la sociedad civil.

            La nueva estrella ascendente había pasado por dos momentos en un corto tiempo: decidido y firme en su rol de ángel guardián del partido cuando asume el papel de Comandante Cero. Negociador y amplio frente al poder político real representado por el Presidente y su entorno, en esta circunstancia ensaya el papel de interlocutor equidistante de los conflictos internos.

            Julio y Agosto de 1.990 son dos meses claves para el futuro de la incipiente apertura democrática. La vieja guardia queda totalmente desubicada y tiene dos opciones: o trabaja por recomponer sus relaciones con el entorno presidencial o bien inicia un proceso de separación, con la tesis de que el Gobierno de Rodríguez dejó de ser Colorado. Lo primero conduce a la negociación, lo segundo al enfrentamiento. La actitud de los Convencionales Constituyentes que tienen por líder al Dr. Argaña en relación al tema de la reelección presidencial permitirá comprender definitivamente la opción tomada por un sector del tradicionalismo ortodoxo.



CAPITULO III

 

ARGAÑA DEVUELVE GENTILEZA


            La transición democrática fue fundamentalmente un cronograma electoral no plasmado en un pacto político previo, por dos razones: Las Fuerzas Armadas, quienes tutelaron desde el inicio del proceso de transición retuvieron siempre la iniciativa acerca de los pasos y sobre todo los momentos en que se debían concretar los hechos políticos relevantes y por otra parte, porque la oposición nunca fue capaz de presentar un frente único capaz de arrancar un compromiso claro para concretar la planificación del proceso.

            Sin embargo los pasos fueron dándose pragmáticamente y siempre orientado hacia una consolidación del juego político democrático.

            El cronograma electoral se inició en el mes de mayo de 1.989 con las elecciones Generales para legitimar el Gobierno. Era comprensible que la oposición tuviera un comportamiento complaciente en relación al proceso electoral, dado que por primera vez quizás en la historia política paraguaya se tendría elecciones libres, pero no limpias.

            Ni los padrones electorales, con casi 2.000.000 de inscriptos, 300.000 menos que el total de sufragantes inscriptos para las elecciones del 9 de mayo 1.993, ni la tradición autoritaria en donde se mezcla el uso indiscriminado de la presión - mbareté- y las trampas habituales en medio de un escaso ejercicio cívico serio, permitían tan solo sospechar unas elecciones limpias. Pero de todos modos, el General triunfante aparecía a los ojos de los colorados como la continuidad del sistema y para muchos, críticos del stronismo, era necesario apoyar al General Rodríguez para evitar dudas acerca del respaldo efectivo a su acción. Así es que el 72% de apoyo electoral obtenido, estaba perfectamente fundamentado.      

            Las elecciones Municipales el 26 de mayo de 1.991, que movilizó a la cúpula del partido colorado muy tibiamente, generó muchas tensiones en la dirigencia intermedia y representa el momento de mayor transparencia en el proceso electoral incluyendo las elecciones de Convencionales Constituyentes y las Generales últimas.

            El nuevo Código Electoral, un auténtico Código Político, promulgado el 5 de marzo de 1.991 constituyó, el marco adecuado, mucho más apto para consolidar el proceso democrático que el llamado Estatuto Electoral que derogó la Ley Numero 600 y 1.086 de los años 1.960 y 1.965 respectivamente, que servía de marco aparente a las farsas electorales convocadas periódicamente por la dictadura.

            Aún así el problema de las elecciones no estaba solamente en la existencia de leyes antidemocráticas, sino, sobre todo en una práctica autoritaria que convertía a las mismas leyes en un sistema normativo ausente.

            Las elecciones municipales dentro del Coloradismo permitió sobre todo una readecuación de fuerzas y definió con mayor claridad el potencial electoral de los movimientos.

            Durante la dictadura el triunfo electoral era una consecuencia del apoyo de la cúpula partidaria. Mas que una competencia que se dirimía entre los electores, la misma era simplemente una consecuencia del apoyo de los jerarcas del partido, que a su vez eran fieles servidores del autócrata.

            Por primera vez después de décadas la representación del partido fue producto de elecciones competitivas. Después de arduas negociaciones, en donde los Tradicionalistas Autónomos pretendieron imponer un reglamento electoral que fue rechazado por todas las otras corrientes y revocado con posterioridad por el Tribunal Electoral de la Capital, las diferentes líneas internas aceptaron la formación de un Tribunal Independiente, integrado por tres miembros bajo la presidencia de Miguel Ángel Pangrazio.

            En esa oportunidad el Tribunal constató la existencia de más de 200.000 afiliados que formaban parte de los padrones electorales sin que los mismos hubiesen presentado la cédula de identidad. Este era el sistema por el cual la cúpula imponía a sus candidatos, dado que era imposible controlar la identidad real de la persona. Por otra parte tal identidad se comprobaba a través de la cédula partidaria, lo que evidentemente daba a quienes controlaban la dirección del partido la llave para triunfar en cualquier tipo de elecciones.

            Las internas del partido Colorado realizadas el 14 de abril de 1.991, en medio de un clima tenso que incluso originó la renuncia del Presidente y uno de los miembros del Tribunal Independiente por falta de apoyo de la dirección del partido para el cumplimiento de sus fines, terminaron por ser aceptadas por todos los sectores intervinientes. Por primera vez, las corrientes internas pudieron tener un referente del peso electoral que les correspondía. "Los Renovadores (una línea ya separada del tronco ortodoxo, liderado por Seifart) impusieron sus candidatos en 78 localidades, (40.4% de la candidaturas), los Tradicionalistas Autónomos, liderados por Argaña ganaron en 57 localidades (29.5% de las candidaturas) y Tradicionalismo Democrático (liderado por Blas N. Riquelme) triunfó en 27 localidades (13.9% de candidaturas) y la Alianza Democrática Colorada (Casabianca, Riera y otros) obtuvieron la representación en 12 localidades (el 6.2% de las candidaturas).

            El éxito de los Renovadores está en directa relación con la vinculación existente entre el entorno presidencial y el entonces Ministro de Educación.

            Ángel Roberto Seifart se presenta amparado en el poder y al mismo tiempo impulsando un proceso de renovación. Mientras que los Autónomos se aferran al viejo aparato del partido, y asumen una clara posición contestataria al Gobierno, logrando controlar el 30% del electorado Colorado.

            La presencia de Riquelme con el Tradicionalismo Democrático empieza a emerger dentro del partido. Su relación privilegiada con el General Rodríguez empezará a tener resultados apenas se constate el debilitamiento de la vinculación entre el Presidente y el líder de la corriente Renovadora. Sin el apoyo del poder, las posibilidades de Seifart se diluyen, mientras aumenta la influencia de Riquelme, que empieza a controlar parte del aparato partidario.

            En el caso de Asunción la victoria de Juan Manuel Morales fue producto de una alianza, más que deseada, admitida entre los Autónomos y Renovadores en contra de la candidatura de Juan Ernesto Villamayor apoyada por el Tradicionalismo Democrático.

            Los resultados de las elecciones municipales del 26 de mayo dibujaron una nueva situación política a nivel nacional que se caracterizó por las siguientes notas constitutivas: 1- notable participación electoral de la ciudadanía, 2- configuración de nuevas alternativas a los partidos políticos tradicionales a través de los Movimientos Independientes, 3- avance sustantivo del partido Liberal Auténtico y 4- fuerte debilitamiento del partido Colorado.

            La lucha interna en el partido Colorado continúa sin atenuantes, con las más increíbles recomposiciones coyunturales. Aunque los cambios son muchas veces llamativos, lo que queda siempre inalterable es la relación vincular clara entre Riquelme y Rodríguez que opera preferentemente a través del Tradicionalismo Democrático, la línea liderada por Argaña, es decir, el Tradicionalismo Autónomo, el Tradicionalismo Renovador de Ángel Roberto Seifart y el conglomerado de pequeñas fuerzas provenientes de la línea Contestataria que no lograron emerger como fuerza electoral con posibilidades reales de negociación.

            El esfuerzo por la unidad, que fue utilizado por el Ministro del Interior Orlando Machuca Vargas para intentar controlar el partido le llevó a una serie de acciones confusas y al final no pudo forjar una línea distinta. Rodríguez, que al comienzo lo impulsó fuertemente dando a atender el nacimiento de una línea de convergencia militar-partidaria, al final lo dejó ir debilitando poco a poco, cuando abandona a Machuca Vargas, primero pasándole a retiro y luego solicitándole el cargo de Ministerio del Interior. Machuca Vargas no pudo ofrecer al Presidente la misión encomendada: lograr el control del aparato partidario.

            Las elecciones para Convencionales Constituyentes realizado el 1 de diciembre, significó para el partido Colorado una suerte de paréntesis en el conflicto. A fines del mes de setiembre de 1.991 las cuatro corrientes más importantes llegan a un acuerdo acerca de la constitución de la lista partidaria. En efecto, acuerdan que al Tradem, una coyuntural alianza entre los Renovadores y Democráticos, tendrán el 60 %, quedando un 40 % para la línea liderada por Seifart y un 20 % para la línea Riquelmista. Los Ortodoxos de Argaña quedaron con el 40 % restante.

            Los resultados electores de la elección de Convencionales son notablemente favorables al partido Colorado, que obtiene el 54.8% de los votos, por lo que pasa a controlar 122 de las 198 bancas existentes. El Partido Liberal Radical Auténtico alcanzó el 26,8%, mientras que los Independientes el 11.1%, y el Partido Revolucionario Febrerista y la Democracia Cristiana alrededor del 1 %.

            El triunfo Colorado permitía avizorar días difíciles para una negociación orientada a la redacción de una Constitución capaz de asegurar la consolidación de la Democracia y limar los obstáculos institucionales que impedían alcanzar un estado social de derecho.

            En general la Constitución redactada representa un aporte fundamental para la democracia en la sociedad paraguaya. Pero lo que nos interesa rescatar en este capítulo hace referencia a la incidencia de las luchas internas en el partido Colorado para definir un artículo aparentemente inocente, pero que al parecer, como ya lo veremos, contuvo por lo menos el intento de llevar hasta su final un plan de reelección del Presidente Rodríguez.

            Si bien la Comisión Redactora de la Convención, cuya labor fue notablemente responsable y seria, no trató formalmente el tema, el mismo sin embargo fue objeto de diálogo y discusiones entre bambalinas, sin que se llegara a un acuerdo definitivo.

            El Lunes 15 de Junio en una sesión tensa e interrumpida por permanentes mini reuniones entre dirigentes de las diferentes bancadas, se trató el tema de la reelección.

            Una vez que el Secretario terminó la lectura del artículo propuesto, Oscar Paciello, líder de la bancada Colorada solicitó la supresión del mismo:

            - El articulo tiene una intención encubierta e implica una innecesaria provocación y seudo proscripción- y siguió argumentando, que la disposición ponía en tela de juicio la palabra de soldado y la solvencia de mandatario del General Rodríguez ya que había ratificado sus deseos de entregar el gobierno. Y terminó aconsejando:

            - No se debe promover una provocación.

            Cano Radil, criticó el artículo propuesto utilizando uno de sus argumentos favoritos cuando se encuentra ante opciones determinantes, en el que está en juego limitar el poder a quienes lo controlan de hecho.

            - El artículo es jurídicamente innecesario y políticamente imprudente ya que se enmarca únicamente en un problema interno del Coloradismo.

            La tesis de Cano Radil sin embargo presentaba una innovación importante, en la medida en que relacionaba la inclusión del artículo como parte de las internas coloradas.

            Efectivamente, en ese momento se sabía que los Autónomos estaban a favor de la inclusión de la norma con la clara intención de cerrar el camino a una posible reelección, pero lo importante era el efecto de tal decisión para la continuidad transparente del proceso de transición.

            Por si se dudara de la constante injerencia de los militares en la vida política del país y anunciando una suerte de distanciamiento entre el General Lino Oviedo y el Presidente de la República, Cristina Muñoz, afirmó que no "estaba dispuesta a apoyar ni a Lino Oviedo, ni a Rodríguez".

            Desde la perspectiva de la Convencional el problema real que se estaba tratando era una suerte de competencia entre las opiniones de dos generales intermediados por los miembros de la bancada colorada.

            En medio de alabanzas al heroísmo de Rodríguez, así como a la necesidad de no ser ingratos con quien había traído la democracia al Paraguay, y de evitar una actitud vengativa, se fue articulando una cerrada oposición a la propuesta que establecía que "para la reelección en los cargos electivos de los diversos poderes del Estado, se computará el actual periodo inclusive."

            Los miembros del sector Autónomo del partido Colorado guardaron un absoluto silencio, por lo que la aceptación o rechazo, era impredecible. Es más, para la gran mayoría de la oposición el silencio presagiaba un triunfo de la tesis de la exclusión.

            - No podemos jugar la suerte de la democracia por promesas o por compromisos por mas honorables que fueren ellos. También en 1.967 nos dijeron que el General Stroessner no iba ser reelecto por más de dos períodos, sin embargo fueron los mismos correligionarios del General Rodríguez quienes modificaron la Constitución y consagraron el vitaliciado. No estamos en condiciones de arriesgar el futuro constitucional de la República por compromisos verbales. La expresión de Miguel Abdón Saguier, vice-líder de la bancada del PLRA fijaba la posición de los liberales.

            Emilio Camacho y José Nicolás Morínigo fijaron la posición de la bancada de Constitución Para Todos, con la tesis de que, "un sistema  democrático no se funda en la palabra empeñada, sino en la ley".

            La exposición de Diógenes Martínez, convencional autónomo, fue escuchada con notable atención. La línea de argumentación partía de la afirmación de que el derrocamiento de la dictadura fue una acción del pueblo paraguayo e introdujo la hipótesis de que la reelección del Presidente era un hecho probable. Por consiguiente ubicó el problema en torno a la disyuntiva de abdicar frente a los poderes fácticos o bien asumir, como clase política, el futuro del país.

            - Es necesario que no se admita privilegio alguno, que no se movilice ninguna maquinaria, que ningún poder fáctico se haga cargo del poder legítimamente y por vías democráticas-. Y para evitar toda duda acerca de la probabilidad cierta de una reelección presidencial, señaló:

            - Dejar las puertas abiertas a que gente que hoy día maneja esas estructuras (poderes fácticos) vuelvan a hacerse cargo del poder es no jugar muy limpiamente para el 93."

            Era evidente que la cuestión en juego era la de asegurar una competencia en igualdad de oportunidades, sin que el dominio del aparato de estado constituya un factor incontrolable y por consiguiente determinante para el resultado electoral. En ese momento, aún cuando es posible que para los Convencionales Colorados el tema tuviera un contenido estrictamente interno partidario, la preocupación era absolutamente transferible para todo la oposición. Un proceso electoral en el marco de un régimen democrático exige como requisito indispensable la igualdad de oportunidades, por lo menos desde el punto de vista legal. Es cierto que la igualdad de oportunidades se presenta más como una utopía que como una realidad, y eso se constató hasta la saciedad en las elecciones de mayo de 1.993, pero el punto de partida es la igualdad ante la ley.

            El Presidente de la Convención puso a consideración el texto del artículo que posteriormente quedó como 19 de las disposiciones finales y transitorias, siendo aprobado por 103 votos contra 73. Los Autónomos y la oposición impusieron su criterio.

            La respuesta del Presidente Rodríguez y el entorno fue absolutamente incomprensible, siempre que se considere como fehaciente su intención de no aceptar una nueva postulación para el cargo por el partido Colorado.

            Fiel a su reconocida capacidad de respuesta para las situaciones coyunturales, el Presidente obtuvo el apoyo de Juan Ramón Chaves, quien de nuevo se hace cargo de la Presidencia de la Junta de Gobierno, desplazando de esta manera a Luis María Argaña, a quien se lo consideraba como el autor moral de la adhesión de los colorados autónomos.

            - Yo no tengo porque dar ninguna explicación-. Expresó Argaña a la prensa y se reafirmó:

            - Estoy con absoluta calma y tranquilidad con mi conciencia.

            Mientras en la misma línea la Alianza, desde luego muy frágil, que se había obtenido para las elecciones con la formación del Tradicionalismo Unido, se disuelve. Riquelme anuncia la exclusión de Diógenes Martínez, Argaña y Romero Pereira, y el ex-canciller y ex-presidente interino de la Junta de Gobierno replica:

            - Nosotros también hablamos de la exclusión de Riquelme y toda su pandilla.

            El miércoles 17 de Junio fue un día movido. Los Convencionales Colorados que no votaron por la inclusión de la discutida norma transitoria entregaron una nota al General Rodríguez explicando y atacando a sus "correligionarias ingratos y a la oposición ensoberbecida". A su vez, expresaban que no era posible seguir aliado con los Autónomos, porque "desconocen la mínima lealtad y sólo persiguen valerse de recursos humanos y materiales ajenos, para sus fines sectarios y excluyentes".

            La interna partidaria estaba en su apogeo. Rodríguez que hábilmente eliminó a Argaña de la Presidencia haciendo resucitar a Juan Ramón Chaves, una vez controlada la dirección de la Junta de Gobierno de la A.N.R., recibe el apoyo y la solidaridad de las Fuerzas Armadas.

            En una reunión con altos jefes militares el Vice-Almirante Eduardo González Petit además de manifestar su apoyo incondicional al Comandante en Jefe expresa:

            - Ante el agravio, cuente con nosotros para cualquier circunstancia. La situación se estaba volviendo hasta si se quiere, dramática. La frase probablemente fue bien meditada y dicha por un militar cauteloso cuyas declaraciones por la prensa suelen ser muy esporádicas sin duda el tema había trascendido la esfera estrictamente privada para pasar a ser una cuestión política de primer orden. Al día siguiente una multitud de aproximadamente 4.000 manifestantes, frente al Palacio de Gobierno, convocados por sectores cercanos al Presidente, según expresión del mismísimo Subsecretario de informaciones de la presidencia, Augusto Ocampos Caballero, exigían un referéndum sobre la Constitución Nacional.

            - Me ha causado sorpresa el artículo que pusieron en esta nueva Constitución exclusivamente para mí, salpicando a mi familia y a las gloriosas Fuerzas Armadas, expresó el Presidente ante la multitud. Y refiriéndose al sector Autónomo le adjudicó la iniciativa y el protagonismo del hecho, ya que la norma fue aprobada, según el General Rodríguez, gracias " al esfuerzo realizado por algunos desertores"

            Las palabras del Presidente trajeron cierta tranquilidad nuevamente dentro del ambiente político. Su análisis centrado exclusivamente en el ámbito del partido Colorado, le impedía tomar una resolución que sea capaz de invalidar todo el trabajo de la Convención. Si por algún momento pasó por su mente la idea de una ruptura del proceso de transición, que a su vez fue considerado como una posibilidad conforme a la expresión del Vice-Almirante González Petit, en el balance primó la fidelidad a los postulados iníciales del golpe militar.

            Por otra parte una ruptura del proceso implicaba una regresión difícilmente comprensible para la comunidad internacional, a la que permanente citaba el Presidente como testigo del compromiso asumido de "entregar el poder en agosto de 1.993."

            No tiene lógica alguna justificar un golpe de estado, simplemente porque los Convencionales Constituyentes dudaron de la palabra del Presidente, sobre un tema en la que paradójicamente hicieron lo que el General decía querer hacer.

            Por consiguiente, salvo el profundo disgusto del Presidente Rodríguez, y las dudas sembradas con respecto a cuestiones formales sobre el juramento de la nueva Constitución, el tema fue superado. La nueva Constitución Nacional fue sancionada y promulgada el 20 de Junio sin la presencia del Presidente de la República, ni de los representantes de las Fuerzas Armadas, ni de los Presidentes de los poderes Legislativo y Judicial. Sí estuvieron presentes el Arzobispo de Asunción, aún cuando un artículo concitó una dura crítica de la Iglesia, y miembros del Poder Judicial y del poder Legislativo. Ningún Convencional faltó al acto de Juramento que dio por finalizada una Convención Constituyente que fue capaz de actuar con autonomía, rompiendo la larga dependencia que unía a los sectores políticos con los factores de poder.

            Pero la actitud de los Autónomos tendrá su secuela, porque a partir de allí, se cerró definitivamente la posibilidad de un acuerdo entre el poderoso entorno presidencial y el sector Autónomo. Luis María Argaña a partir de ese momento se convierte en el líder de una oposición tenaz, que sin miramientos critica de una manera rotunda al gobierno de la transición.

            Por su parte, Juan Ramón Chaves, fiel a su tesis de seguir a quienes controlan el poder real, se desprende de la línea autónoma, critica a Argaña y retoma la presidencia del partido, dejando sin efecto el permiso solicitado.

            La vieja campanilla del ya legendario Presidente de los colorados resuena nuevamente en la Junta. Chaves olvidó lo que había afirmado en la frustrada convención del 2 de diciembre de 1.989. Un olvido más entre otros muchos. De todos modos las líneas están tendidas para un nuevo enfrentamiento.



CAPITULO IV

 

RIQUELME PRESIDENTE DE LA A.N.R.


            Semanas después de la jura de la Constitución, el Ministro de Integración Juan Carlos Wasmosy, nombrado llamativamente casi en el mismo día en que Seifart abandonaba la cartera de Educación, renunciaba a un cargo más decorativo que real. La única virtud que tenía era la de demostrar una clara cercanía con el Presidente y su entorno. Por entonces, aún cuando existían rumores acerca de sus posibilidades como candidato del partido Colorado, nadie se atrevía a otorgarle viabilidad a la misma.

            La renuncia de Wasmosy pasó casi desapercibida. Es más, algunos analistas relacionaron el hecho a una suerte de rechazo, por parte del Ministro, a seguir de titular de una cartera que no se sabía a ciencia cierta cuál era su función.

            Pero parece más plausible la hipótesis que el entorno de Rodríguez ya lo tenía como una alternativa desde el momento en que se creó un Ministerio hecho a la medida y que frente a las limitaciones establecidas por la nueva Constitución con respecto a las candidaturas de los Ministros, era más prudente la renuncia, en un momento en que todavía nadie intuía la jugada.

            El 9 de Agosto de 1.992 se realizaron las internas del partido Colorado en donde se eligió al Presidente y a los miembros de la nueva Junta de Gobierno.

            De hecho, se sabía que las tensiones en los últimos días de la Convención reflejaban también las tensiones existentes entre los diferentes movimientos dentro del coloradismo, sobre todo porque las elecciones de la nueva Junta no era sino el paso previo para asegurar, o por lo menos, aumentar sustantivamente las posibilidades de elegir al candidato del partido para la presidencia de la República. Pero no se sabía muy bien, sin embargo, el juego del Presidente en referencia a la designación o renuncia de sus colaboradores.

            Para las elecciones internas se inscribieron ocho lemas, cuatro de ellas representaban a las distintas vertientes del tradicionalismo, que a su vez controlaba el aparato partidario, las demás corrientes, escindidas a su vez del tronco contestatario, tenían escasa capacidad de convocatoria.

            Las cuatro corrientes eran: el Tradicionalismo Unido, íntimamente ligado al entorno presidencial, postulaba como candidato a la presidencia a Blas N. Riquelme. El eje de su campaña electoral estaba sustentado sobre su vinculación al poder y la unidad del partido.

            - Tenemos botas y cañones- decía don Blas, mientras que en la misma línea, Juan Carlos Galaverna, expresaba:

            - Gobernaremos mientras se nos antoje.

            El tradicionalismo Autónomo, integrado por parte del aparato partidario, tenía como candidato a Carlos Romero Pereira. Realmente asumía una actitud de oposición hacia el gobierno de Rodríguez, como consecuencia de dos hechos claves: el sistemático proceso de debilitamiento a que fue sometido, desde el mismo momento en que su trabajo se orientó hacia la candidatura presidencial de Luis María Argaña y por otra parte, porque en el marco de una fuerte crisis económica sobre todo en el campo, el mantenerse alejado del Gobierno podría significar un aporte en votos.

            La estrategia utilizada a lo largo del proceso electoral será el de asumir la posición de ángeles guardianes del partido, fieles a la tradición y enemigos de las fuerzas extrañas que pretenden apropiarse del partido.

            El Tradicionalismo Renovador, liderado por Ángel Roberto Seifart, relacionado con las estructuras intermedias del partido, con un trabajo sistemático de vinculación entre la cúpula y la dirigencia de base. Más apegado, por lo menos en su estrategia de comunicación, a los postulados de una democracia más pluralista.

            La Coordinadora Colorada Campesina, una peculiar unión entre dirigentes de ciertas áreas campesinas y el liderazgo emergente dentro del partido, que en alguna medida se encuentran integrados en la denominada Nueva Generación. Lo llamativo de esta corriente fue que aún con el nombre de campesinos utilizaron un mensaje delicadamente urbano, salvo la imagen de su candidato el Ingeniero Juan Bautista Ibáñez.

            La vinculación entre la Coordinadora y Juan Carlos Wasmosy era un hecho conocido, sobre todo por el apoyo económico brindado por éste, que logró establecer cierta influencia sobre el sector urbano del liderazgo emergente integrado a esta corriente.

            Como se puede apreciar la lucha dentro del partido Colorado se establecía en el interior del partido forjado y formado durante la dictadura, más cierto acople de algunos dirigentes contestatarios, que se separaron de las cúpulas sin vinculación trascendente con las bases coloradas.

            En general puede decirse que las elecciones internas generaron un gran dinamismo en el partido Colorado por las siguientes razones: 1- Su amplitud. Con un abanico que se extendía desde un polo claramente oficialista hasta otro claramente opositor. 2- Su profundidad. No se trataba de un fenómeno limitado a las cúpulas del partido o específicamente centrado en el área urbana o rural y 3- Su heterogeneidad. La competencia no tenía un carácter generacional, ni tampoco de clase. Al contrario, todos los movimientos tenían un sesgo heterogéneo y diversificado desde el punto de vista de su composición demográfica y social.

            Las internas Coloradas pueden ser definidas como una lucha ampliada de élites en donde el liderazgo busca atraer a los afiliados en base a una relación fundada en la prebenda o bien en la relación afectiva-tradicional.

            El gran problema de las elecciones, desde un primer momento, fue una suerte de anticipo de lo que sería con posterioridad las elecciones internas para elección de candidaturas a los cargos de Presidente y Vice y para miembros del poder Legislativo, Gobernadores y Juntas Gubernamentales para las elecciones generales del 9 de mayo.

            En nota enviada a la Delegación de Observadores de la O.E.A., en ese momento de visita al país, el Movimiento Autónomo denunció la "injerencia militar en el proceso partidario".

            - Esta denuncia si fuese verdad y viola el Código Electoral es una irregularidad muy grave, pero no estamos aquí para corroborar eso-. Con un lenguaje que posteriormente sería aún más ambiguo, Rubén Perina confirmó a la prensa la denuncia. Su tesis de la gravedad del hecho quedaba pendiente de la veracidad de la misma, y a su vez ésta dependía de lo que expresaba el Código Electoral, pero al final en caso de comprobarse los requisitos señalados, el observador anunciaba que no habían venido para las internas del partido Colorado. En este caso tenía razón. Lo importante es que el juicio acerca de la injerencia militar posteriormente fue notoriamente minimizado por el mismo observador de la O.E.A.

            La injerencia militar y la utilización fraudulenta de los recursos del Estado a favor de la lista del Tradicionalismo Unido, que también deseaba el Presidente Rodríguez que ganase las elecciones conforme a una declaración efectuada a la salida de una conversación con Juan Ramón Chaves, era permanentemente denunciado por los candidatos de las otras corrientes partidarias. Así Carlos Romero Pereira candidato por el Tradicionalismo Autónomo expresaba:

            - El poder administrador está apoyando groseramente a un determinado sector-. Y seguidamente expresó, concretando la denuncia.

            - Se retiene Cédula de Identidad por parte del Departamento de Identificaciones que debían ser entregados a la Seccional Colorada de Arroyos y Esteros-. Y afinando aún más la puntería con respecto a quienes podrían estar involucrados señaló:

            - La instancia policial está recibiendo órdenes del Ministerio del Interior.

            La relación entre Identificaciones de la Policía y las internas coloradas era tan evidente que el 1 y el 2 de Agosto se entregaron cédulas gratuitas en la Seccional Colorada de Luque. Esta situación es tremendamente impactante para la población, dado que aparece de una manera absolutamente clara la relación vinculante entre los órganos de seguridad del estado y un partido político. La utilización de mecanismos de presión sobre los ciudadanos se facilita posteriormente.

            Las Delegaciones de Gobierno directamente vinculadas con el Ministerio del Interior fueron consideradas, en muchos casos, como poleas de trasmisión dentro de la campaña política a favor del Riquelmismo. En alguna mayor o menor medida las instancias del Estado colaboraban en la búsqueda de votos, sobre todo en el sector popular.

            El 5 de Agosto el candidato del Tradicionalismo Unido se reunió en la Seccional Colorado Número 2, en esa oportunidad se distribuyeron frazadas a los asistentes, que llevaban una sugestiva inscripción: No negociable- Kent y distribuido por la DIBEN.

            La tarea de distribución se extendió también ese día a la zona de Mariano Roque Alonso.

            Por su parte Blas N. Riquelme en el cierre de la campaña del candidato a Gobernador por el Departamento de Alto Paraná del llamado Movimiento Unidad y Trabajo, Carlos Barreto Sarubbi, se quejaba, hasta casi con amargura:

            - Nosotros pagamos mucha plata pero no tenemos lugar en la prensa- y seguidamente encontrando un nuevo grupo contrincante indicó:

            - Los periodistas no van a poder contra nosotros porque tenemos la fuerza electoral-, reiterando su promesa habitual de cada campaña: la creación de 250.000 puestos de trabajo en nuestro país. La expresión final, en nuestro país, es importante, para que no se crea que don Blas pretende crear fuentes de trabajo fuera del Paraguay. De todos modos, por los resultados concretos para la mano de obra nacional, nadie se preocuparía del tema si Riquelme hubiera amenazado con una suerte de inversión en el extranjero. Lo que realmente se conoce es que despidió obreros de sus fábricas, sobre todo a quienes tenían voluntad para intentar formar sindicatos dentro de sus empresas.

            Para las elecciones fueron habilitados 995.521 inscriptos, de los cuales 180.000 corresponden a la capital y 815.503 al resto del país. Los mismos eligieron el 9 de agosto 8.200 cargos electivos nacionales marcando cada sufragante seis papeletas para seis cargos diferentes, pudiendo cada elector optar por Movimientos diferentes para cada cargo, si así lo deseara.

            Los datos proporcionados por el Tribunal Electoral Provisional de la A.N.R. implican, comparando esas cifras con el total de inscriptos para las elecciones de 1.993, que: a) el 58% de los ciudadanos paraguayos estaban inscriptos en los padrones electorales del partido Colorado, b) como al mismo tiempo se elegían miembros de las 245 seccionales coloradas existentes, significa que en ese día se jugaba entre titulares, suplentes y convencionales más de 10.000 cargos partidarios, lo que demuestra la amplitud de las elecciones y la complejidad de la estructura organizativa del oficialismo cuya presencia cubría toda la geografía del país. Es fácil comprender la importancia que adquiere la capacidad de movilizar recursos financieros dentro de un partido de la naturaleza tradicional de la A.N.R.

            Las elecciones se llevaron a cabo el 9 de agosto sin sobresaltos. El General Lino César Oviedo, Comandante del Primer Cuerpo de Ejército votó en el Colegio Vicente Ignacio Iturbe. Vestido de impecable corte civil, expresó:

            - Vengo a cumplir mi deber cívico como afiliado al partido Colorado y me lleva a votar mi derecho cívico-. Y como contestando a quienes aseguran que la Constitución Nacional prohíbe tal ejercicio, con paternal paciencia, explicó:

            - Hay que interpretar (la ley). Muchas veces la gente no entiende lo que lee y otros entienden de acuerdo a sus ventajas personales. En este caso y atendiendo a su propia frase el General tenía razón.

            La Constitución establece en su artículo 173, párrafo segundo: "Los militares en servicio activo ajustarán su desempeño a las leyes y reglamentos y no podrán afiliarse a partido o movimiento político alguno, ni realizar ningún tipo de actividad política". El Código Electoral expresa en su artículo 4º: "No podrán afiliarse a partido político alguno: ...d) Los miembros de las Fuerzas Armadas de la Nación y los de la Policía, en servicio activo, y los sacerdotes, clérigos, y ministros o pastores de las distintas iglesias." Pero para evitar toda duda y al mismo tiempo interpretaciones falaces, que no son interpretaciones sino simplemente justificaciones a la trasgresión, el artículo 49 del Código Electoral dice: "En consonancia con lo que dispone el inc. d), del artículo anterior (se trata del art. 48) se abstendrán de toda actividad partidaria, CUALQUIERA SEA ELLA, los MIEMBROS DE LAS FUERZAS ARMADAS DE LA NACION y los de las FUERZAS POLICIALES EN SERVICIO ACTIVO que se hubiesen afiliado a un partido político antes de la promulgación del presente Código."

            En este caso el derecho adquirido, dado que los militares se afiliaron antes de la promulgación y vigencia de las leyes prohibitivas, está absolutamente limitado por la disposición expresa que prohíbe la realización de actividades partidarias, y votar en la interna de un partido es una actividad política partidaria indiscutible.

            La ley es clara. Y frente a la claridad de la letra sólo existe una opción: acatarla.

            Por otra parte, como en todas las elecciones realizadas últimamente, las reglas de las estadísticas, que se cumplen con precisión notable en todo el planeta, en este espacio, como si fuera una suerte de triángulo de las bermudas para la ley de las probabilidades, se debilitan considerablemente.

            Los resultados electorales que se obtienen en la noche de los cómputos por un raro comportamiento, al final, casi siempre se alteran.

            Los resultados electorales a las 00:23 horas, escrutados los votos del 30 % de las seccionales, otorgaban un claro triunfo al Tradicionalismo Unido de Blas N. Riquelme, con un 37.1%, en segundo lugar se ubicaba el Tradicionalismo Autónomo, que candidataba Carlos Romero Pereira con el 22.9%. En tercer lugar se ubicaron los Tradicionalistas Renovadores, de Ángel Roberto Seifart; en el cuarto puesto, la Coordinadora Colorada Campesina, liderado por Juan Bautista Ibáñez con el 16.6%. Muy por debajo se ubicaron todas las corrientes ligadas a los Contestatarios, con lo que se demostró que la maquinaria del partido era reconocida por las bases, en una prueba elocuente de que el stronismo, si puede ser considerado un pecado contra la democracia, afecta al partido como institución.

            Si se relaciona el número de inscritos con el número de votos, en ese momento se deberían estar escrutando, manteniendo la proporción, algo así como 300.000 votos, mientras que recién se habían sumado alrededor de 125.000 votos, lo que da un porcentaje de abstención de más del 45%.

            Sorpresivamente a las 10:30 hs. el Centro de Cómputo sube sustantivamente el número de votos. Oscar Paciello, Presidente del Tribunal Electoral, culpó a un error de los operadores de las computadoras, que al parecer en forma conjunta, sin mediar intencionalidad alguna, hicieron duplicar los datos. Sin duda las cifras que se manejaban presentaban un índice de abstención preocupante y un partido mucho menos compacto que el que se ofrecía como imagen a la ciudadanía.

            Lo cierto es que todo volvió a la normalidad y Paciello justificó el problema, expresando:

            - Hubo una precipitación muy grande. Existía interés en conocer los resultados entonces en vez de borrar una cifra que ya se dio, volvieron a agregar otra vez,... Es un error. En la progresión estadística se mantiene el porcentual..."

            Pero lo notable es que con el compás de espera, y los votos posteriormente escrutados, se produce un comportamiento llamativo, por lo menos desde el punto de vista estadístico, en que generalmente, alcanzado un porcentaje obtenido al azar del 20 %, las cifras tienden a ser estables. En este caso, sólo permanece estable el porcentaje obtenido por Blas N. Riquelme, mientras que el porcentaje del Tradicionalismo Autónomo desciende del 23% al 18.6%, el de la Coordinadora Colorada Campesina sube del 16.6% al 19%, el Tradicionalismo Renovador aumenta del 18% al 19.2 % En síntesis todas las corrientes aumentan sus porcentajes, mientras que los Autónomos descienden y pasan del segundo al cuarto lugar.

            La participación del electorado fue del 34,2 %. Desde luego que considerando el padrón Colorado, que fue casi el mismo que se utilizaba durante la dictadura.

            Comentando los resultados electorales, que no fueron ni mucho menos negativos para el Tradicionalismo Renovador, Ángel Roberto Seifart señaló acerca del triunfo de Riquelme:

            - Significa que evidentemente el apoyo del aparato estatal y la fuerza del poderío económico son todavía determinantes para fabricar resultados en el partido Colorado-. Y para que no quede dudas sobre el método utilizado por Riquelme para triunfar en las internas señaló:

            - Esto es un triunfo del prebendarismo.

            Miguel Ángel González Casabianca se expresó en términos parecidos, pero más precisos:

            - El gran drama del partido Colorado es un padrón tramposo, obra de la vieja oligarquía colorada de los Roque Galeano, Esteche Fanego. Ese es el drama del partido..." Posteriormente como queriendo absolver a las bases por la elección realizada expresó un pensamiento dominado más por el deseo que por la realidad:

            - Creo que hay un coloradismo que está sumergido, ausente de la participación, y al que tenemos que hacer participar si queremos seguir siendo gobierno en el 93.

            Las elecciones no definieron de una manera determinante la suerte de los competidores en la carrera por obtener la representación del partido. Ciertamente, el Tradicionalismo unido, es decir, el entorno del Presidente Rodríguez dio un paso más ubicándose en una posición ventajosa, pero por sobre toda las cosas, tanto el Tradicionalismo Autónomo, como el Renovador y la Coordinadora Colorada, obtuvieron porcentajes relevantes como para seguir avanzando hacia un objetivo independiente.

            Si bien es cierto que Riquelme triunfó, quedó claro que el discurso anti-gobierno no era rechazado como anti-colorado, y que las bases, aún cuando eran propensas a quedar atrapadas por el juego del poder, también eran capaces de responder críticamente. La gran conclusión que dejaron las elecciones puede resumirse en una frase: No existía un movimiento único capaz de imponer su línea, como si fuera la de todo el partido. Por consiguiente para las internas por la presidencia el único camino viable para triunfar era la negociación.

            Se acercaba el momento clave: las elecciones para los cargos nacionales. Mientras que para el Tradicionalismo Autónomo y Renovador había llegado la hora de Luis María Argaña y Seifart, para el Tradicionalismo Unido empezaba la cuenta regresiva para encontrar un candidato.



CAPITULO V

 

LA PREPARACIÓN PARA EL DIA "D".


            Dos aspectos condicionan el proceso de selección de representantes del partido Colorado para las elecciones generales. Por una parte el marco socioeconómico y por otra, el proceso político intensamente vivido dentro del partido Colorado.

            El año 1.992 fue económicamente malo. La producción de algodón disminuyó en un 48 %, mientras que el volumen de la producción de soja descendió en un 14 %. "Al caer la producción algodonera de 752.900 toneladas en 1.991 a sólo 390.000 toneladas, y el precio medio del algodón de 530 a 420 gs. el kilo, los campesinos dejaron de recibir alrededor de 147 millones de dólares".

            Las exportaciones registradas disminuyeron en un 19% mientras que las importaciones sólo lo hicieron en un 6.4%, lo que explica el déficit comercial calculado en 603 millones de dólares. Por otra parte, en "términos reales el salario experimentó una disminución del 6%."

            La crisis, si bien tenía un contenido coyuntural, demostraba la insuficiencia del modelo agro-exportador concentrado en la soja y el algodón y en la falta de una política adecuada de desarrollo industrial, pero lo más importante desde el punto de vista de la relación entre economía y política, era que el campesinado se encontraba en una situación angustiosamente crítica, mientras que en la ciudad crecía el desempleo y descendía el salario.

            Por otra parte, el Gobierno implantó el IVA (Impuesto al Valor Agregado) sin "alterar la estructura impositiva, ni la distribución social de la carga tributaria". Tampoco planteó una reforma arancelaria que en el marco de la política de liberalización del comercio exterior benefició a los importadores, en especial al sector importador de productos destinado al contrabando (electrónicos, perfumes, whiskies, cigarrillos etc.). El Gobierno fue incapaz de impulsar una política destinada a los sectores productivos.

            Las internas coloradas se desarrollan en el marco anteriormente descrito. Por consiguiente toda crítica hacia el gobierno era recibida más o menos con beneplácito, no hacía falta vencer ninguna resistencia para convencer que el gobierno no había respondido a las expectativas de los sectores populares de la sociedad.

            Por otra parte la dimensión estrictamente política demuestra, a esta altura del proceso, una situación de enfrentamiento entre élites dentro del partido Colorado, que lograron, cada cual, ganar posición dentro del partido.

            El conflicto Argaña-Rodríguez tenía un carácter peculiar. Si Rodríguez, utilizando los errores de su ex- canciller, debilitó el poder de éste sistemáticamente dentro del partido, Argaña fue claramente el que aseguró la no reelección del General. Cada cual se convirtió en el verdugo de las pretensiones del otro, y cada cual, a su vez, logró articular un apoyo efectivo a sus pretensiones. Pero al mismo tiempo, cada uno expresa intereses divergentes y pensamientos distintos. Rodríguez tiene a su lado un poderoso entorno militar-empresarial-comercial, y pretende asumir un rol menos atado a los postulados más favorables a la intervención estatal, mientras que Argaña recibe el apoyo de sectores empresariales menos ligados al comercio y a su vez, plantea un discurso más fiel a la línea social del partido Colorado. El conflicto entre ambos no puede terminar en una suerte de empate, exige que uno de ellos sea el vencedor y el otro el derrotado.

            Para el 15 de Noviembre estaban fijadas las elecciones para candidatos a cargos nacionales. Ni bien se cerraron las muy suaves discusiones sobre los resultados de la interna que eligió a las autoridades del partido, se abrió un paréntesis de negociación, e inmediatamente después se pasó al gran debate colorado.

            Mientras que el Tradicionalismo Autónomo tenía un candidato no negociable, y sólo buscaba apoyo complementario, el entorno Presidencial y la nueva cúpula del partido Colorado tenían todavía la tarea de encontrar un candidato para la presidencia. Por consiguiente, a fin de evitar una suerte de expectativa en los aspirantes que al final produjera un gran resentimiento, la elección debía realizarse pronto y firmemente. Y así se hizo.

            Como nunca antes se constató que quien controlaba el partido no era precisamente Blas N. Riquelme, sino el Presidente de la República y por su intermedio el entorno, formado por altos Jefes de las Fuerzas Armadas y un sector empresarial- comercial cuya influencia era mucho más determinante que lo que aparentemente se vislumbraba.

            En un primer momento se barajaba la posibilidad de una apoyo directo de Rodríguez a Gustavo Díaz de Vivar, Presidente del Senado, que había tenido una actuación muy respetuosa y complaciente cuando el General se sintió agraviado por la Convención, que artículo de por medio, impidió la alternativa de la reelección.

            Se sabía que Díaz de Vivar intentaba ganar el apoyo del Presidente, pero que al final, al parecer movido por la promesa de apoyo económico amplio formulado por otros candidatos, la suerte del Presidente del Senado quedó sellada.

            En la cuarta semana de Agosto de 1.992 ya la candidatura de Wasmosy había surgido con fuerza. De hecho su acercamiento al entorno presidencial fue mucho antes, pero recién entonces se comprende la razón del nombramiento para el cargo de Ministro de Integración y todas las vicisitudes posteriores.

            La experiencia de las elecciones internas había demostrado que unas elecciones exigen fuertes sumas de dinero, además de otras virtudes, entre ellas la confianza total del entorno. Y resultó que Wasmosy era el que llenaba los requisitos.

            El viernes 21 de Agosto, consultado acerca de su apoyo a una eventual candidatura del ex-Director de Conempa, la contrapartida paraguaya en la construcción de la represa de Itaipú, Riquelme, con una seguridad absoluta, expresó:

            - Wasmosy no es el candidato que busca el partido Colorado, porque tiene antecedentes, ha sido afiliado del partido Liberal, según se comenta, pero yo no tengo documentado. Entonces riñe con el concepto y el perfil que quiere el colorado para su candidato a presidente-. La hábil entrevista realizada consigue una respuesta que define de una manera precisa la concepción acerca del poder político del presidente del partido Colorado. Para éste quienes deben definir la candidatura son:

            - Por un lado el partido, por el otro, los otros estamentos que representa el General Rodríguez, debemos coincidir para que ese candidato tenga la fuerza de todos los estamentos a los que representaría. Si tenemos la representación del partido y el gobierno y las F.F.A.A. en dos personas y sale un consenso sobre un candidato, significaría que tendría muchas posibilidades para el 93.

            La conocida tesis de la unidad entre partido, gobierno y fuerzan armadas, emerge con claridad absoluta, El partido más que un mecanismo de intermediación entre estado y sociedad, es una mecanismo de intermediación con los militares. Su papel por consiguiente, en este caso es lograr un acuerdo entre el partido y los factores de poder para elegir un candidato que llevaría la representación formal del partido, pero al mismo tiempo la representación real de los factores de poder. Es obvio que en este esquema el gran elector es el General Rodríguez, que en su persona sintetiza la representación de las Fuerzas Armadas, porque es Comandante en Jefe, la representación del partido, porque es Presidente honorario de la A.N.R y la representación del Gobierno porque es el Presidente de la República.

            Por supuesto las declaraciones causaron impacto por lo desatinada y quizás por ser demasiado claras. Es probable que Blas N. Riquelme haya recibido una lección rápida acerca de la función de los partidos políticos en un régimen democrático, puesto que después de un día varió radicalmente su tesis, la nueva se halla impregnada de sentimiento democrático;

            - Se terminaron los días en que los candidatos colorados eran impuestos desde arriba. Estoy seguro que el poder emana de la Junta de Gobierno, de esta casa donde está la mayor fuerza cívica del país- La nueva tesis de Riquelme, al parecer implicaba que el General Rodríguez estaba empezando a perder influencia. Tanta fue la sorpresa que un periodista le consultó si eso significaba que a partir de ese momento ya no se consultaría con el Palacio de Gobierno. Don Blas siguió con la misma lógica, por lo menos, eso dio a entender.

            - Saquen sus conclusiones-, y seguidamente con cierto tono enigmático concluyó:

            - Por qué voy a hablar y después voy a repetirlo.

            Inmediatamente otro periodista le recordó que había dicho, en anteriores declaraciones, que sobre las candidaturas iba a consultar con el Presidente. La respuesta necesariamente tenía que presentar una contradicción con una de las dos tesis, pero Riquelme se escapa por la tangente,

            - Bueno, ya eso voy a reservar para que el secretario de prensa le dé unas declaraciones.

            La tesis de la autonomía en las decisiones fue rápidamente sepultada por los hechos.

            El 24 de agosto, en una reunión realizada en forma casual, según la expresión de los asistentes, en la casa comercial de Gustavo Saba, yerno del Presidente de la República, en donde se encontraban el Presidente Rodríguez, Saba y Riquelme, se decidió que el Tradicionalismo Unido lanzaría la candidatura de Juan Carlos Wasmosy.

            Previamente el General fue a conversar con el Presidente del partido Colorado Juan Ramón Chaves. Este dato es fundamental porque el consentimiento del viejo dirigente, en la concepción jerárquica del militar, significaba el apoyo del partido, y a su vez le permitía a Rodríguez tener un control efectivo del proceso, evitando toda sorpresa.

            A la salida de la casa comercial, Rodríguez manifestó:

            - Vine simplemente a comprar un traje- mientras que Gustavo Saba con gran candor, explicaba:

            - Yo no me meto en política, así que no sé de qué tema hablaron. A la noche del mismo día, en Ypacaraí se realizó una reunión con la presencia de Ministros del Ejecutivo y el Presidente del partido, en donde "se manejó ya en forma abierta el binomio que estaba insinuándose", es decir, Wasmosy-Seifart.

            Por otra parte se produce la ruptura interna de la Coordinadora Colorada Campesina, el sector que lidera Juan Bautista Ibáñez empieza a vincularse con el Tradicionalismo Autónomo, mientras que el sector que representa a una élite emergente de carácter urbano acompaña la candidatura de Juan Carlos Wasmosy.

            En el papel de gran negociador apareció Ángel Roberto Seifart, quien descubrió en las internas, conforme a sus expresiones, que en el partido Colorado para ganar hace falta dos cosas: apoyo del aparato del estado y recursos económicos suficientes. El no contaba con uno ni con otro, pero sí con un cuerpo de dirigentes fieles a su liderazgo y una cierta base de sustentación en el campo.

            El gran descolocado en el proceso de negociación fue Gustavo Díaz de Vivar, quien sin una clara estrategia no negoció con nadie y se vio en la necesidad de optar por una salida heroica: Presentarse con una lista aparte.

            La Convención del partido Colorado en setiembre eligió nuevos miembros del Tribunal Electoral Independiente. En esa oportunidad Oscar Paciello, en un breve análisis acerca de las dificultades encontradas durante las elecciones internas de autoridades del partido, pone énfasis en el trabajo de transferencia de datos para poner a disposición de las corrientes internas las copias respectivas de los padrones.

            - Para tener una idea de cuánto esto significa, debe tenerse presente que el partido tiene un archivo histórico que se aproxima a los dos millones de afiliados-. Este pequeño Registro Civil de las personas desde luego no puede ser usado como referente para unas elecciones.

            - Ninguno de estos padrones eran ni son confiables -concluyó Paciello.

            Una vez nombrado el nuevo Tribunal y constituida la dirección de la nueva Junta de Gobierno, se consolida la institucionalidad del partido.

            A mediados de Setiembre las fórmulas están definidas. El domingo 13 en un Aty-Guazú (reunión grande), la Coordinadora Colorada Campesina, que lidera Ibáñez, decide acoplarse al proyecto Argaña 93, mientras que la dupla Wasmosy-Seifart hace sus primeras concentraciones públicas.

            Argaña, que tiene el control total de la situación interna, tarda en reconocer oficialmente a Ibáñez, de tal forma a dejar abiertas las posibilidades de negociación y anunciando indirectamente que la Presidencia es innegociable. Ibáñez acepta el juego. Es mejor, aunque sea provisoriamente, ocupar un espacio político, porque así se negocia mejor. No en balde se le conoce al candidato a la Vice-Presidencia como letradito Ibáñez.

            La propaganda inunda los medios de comunicación en tono ofensivo y hasta groseramente agresiva. No existe tregua. El tradicionalismo Autónomo asume con toda claridad y con ímpetu un papel crítico sin concesiones. El descubrimiento hecho en las elecciones internas anteriores, de que atacando al Gobierno de Rodríguez se obtienen votos, incide de una manera directa en la campaña de los Argañistas, quienes ordenan su estrategia de comunicación en torno a tres ejes: a) el gobierno de Rodríguez no es colorado, porque está al servicio de un minúsculo sector empresarial-militar, b) Wasmosy no representa el sentimiento Colorado, al contrario tiene una mentalidad liberal y es un liberal c) el Gobierno de Rodríguez se olvidó de los pobres.

            La idea fundamental de Argaña consiste en disminuir al máximo la resistencia que puede surgir al criticar a un gobierno colorado y al mismo tiempo adjudicar la crisis económica existente, traducida en una pobreza generalizada, al abandono por parte del Gobierno de los principios históricos del coloradismo. Argaña propone una suerte de cruzada contra quienes usurparon, según su perspectiva, el nombre y la doctrina del partido.

            - La política es ciencia y conciencia, no cálculo empresarial o impulso fenicio- Con esta frase termina Argaña la presentación de su programa de gobierno. Después las acusaciones perderán toda elegancia.

            Wasmosy, reconociendo de entrada la debilidad de su trayectoria política dentro del partido, parte de la alianza con Seifart, a la que presenta como la unidad perfecta entre el hombre emprendedor y el hombre político, capaces de modernizar la sociedad paraguaya.

            Al mismo tiempo utiliza de una manera clara los símbolos que demuestran el apoyo de los poderes fácticos a su candidatura.

            En un esquema en donde no existe una tradición democrática, la demostración de la relación con el poder constituye un aspecto fundamental para obtener éxito electoral.

            Es probable que nunca una campaña electoral del partido Colorado haya sido tan dramáticamente conflictiva en las palabras. Por otra parte en muchos pasajes, como bien puede inferirse de nuestro relato, la callada relación conflictiva entre Rodríguez y Argaña aflora permanentemente.

            - Yo quiero que Ustedes sepan porque yo soy un perseguido de este Gobierno, soy atacado y se hace juramento de que yo, mientras este Gobierno esté, no podré ser Presidente de la República. Por una razón muy sencilla, porque yo soy colorado y este gobierno es liberal-. Argaña sabe que la alternativa para ganar votos es la de atacar al gobierno porque éste ha dejado de ser colorado. De esta forma rompe el compromiso de lealtad tradicional de los adherentes al partido, para asumir la representación del mismo. Incluso en algunos casos las expresiones tienen un sesgo mesiánico:

            - ¿Por qué me defienden? - se pregunta Argaña, y el mismo se contesta:

            - Porque ven en mí el coloradismo, la salvación de la doctrina del partido Colorado y también del Paraguay- y continúa con un lenguaje duro y agresivo.

            - Estos ladrones están temblando por si yo llegue a ser Presidente de la República.

            En Paraguarí, continúa con la misma tónica de ataque directo sin miramientos.

            - Esos ladrones de honra nos quieren imputar sus crímenes y hacernos responsables de los despojos que han hecho en Itaipú y Yacyretá... A esos caballos kanguy de comisarios derrotados, vamos a decirles que queremos extraer de sus venas todo el odio y el veneno que tienen, para que aunque sea como tembiguai puedan ser sirvientes de la patria, ya que no tiene calidad de dirigentes.

            El discurso de Wasmosy tiene un carácter mucho menos duro. Su planteamiento es más indirecto. Utiliza todos los mecanismos capaces de demostrar en los hechos que su candidatura cuenta con el respaldo del pode real.

            - Hoy vemos que la vigencia de la libertad de prensa, de investigación y de información se ha convertido en la señal más poderosa de la voluntad política para llevar adelante la democracia-, enfatiza Wasmosy en Tobatí, contraponiendo de esta forma una imagen de libertad, frente a la imagen de la opresión del régimen anterior. Y directamente establece una clara vinculación entre el stronismo y el Argañismo.

            - La propaganda negativa es fruto del zoqueterismo de gente que mamó del Estado por más de 40 años, y en la desesperación de la derrota, no encuentran otra cosa que agraviarnos, insultarnos y calumniarnos. No tienen programas, tienen la vista hacia atrás, en los años 50.

            Por otra parte, Wasmosy presenta la actitud de Argaña como producto del resentimiento, antes que una actitud altiva y sincera.

            - Ustedes conocen quienes son los dirigentes con agallas y quiénes son los que estando en la cresta del poder ven todo de maravilla, se olvidan del pueblo, y apenas pierden sus cargos, pasan a críticos despechados.

            Wasmosy también utiliza símbolos para consolidar una imagen de autenticidad colorada. Desde esta perspectiva se explica la relación con Chaves, el anciano líder histórico del partido que adquiere una importancia clave.

            - En estos momentos, con una oposición tenaz contra el partido Colorado, tenemos que unirnos todos los republicanos, no para salvarnos de las críticas, sino para salvar a la República de la anarquía- expresó Chaves en una sorpresiva visita que realizó en el puesto de comando de Wasmosy-Seifart. El eje de la unidad partidaria, además de la caracterización del sector Argañista como ejerciendo una oposición tenaz al partido, constituye un aval importante de una figura patriarcal en el coloradismo.

            Como se desprende de la frase, Chaves a su vez insistió en la idea de identificación entre partido Colorado y sistema político, anunciando un mito totalitario: si existe anarquía en el partido, irremediablemente habrá anarquía en la sociedad paraguaya.

            La insistencia del discurso de Wasmosy hacia una explicación de su plan de gobierno, sin entrar al ruedo, salvo muy esporádicas referencias, le otorgaba a la comunicación del candidato del Tradicionalismo Unido una Imagen de seriedad, pero de escasa capacidad de réplica política frente a su competidor.

            Distante del enfrentamiento principal, Díaz de Vivar no logró ingresar al ruedo. Fue aceptado como un candidato interesante, como una persona responsable y criteriosa, pero sin posibilidades y esta percepción resulta fatal en cualquier proceso electoral. En estas condiciones la única alternativa en la negociación, salvo que el grupo pretenda dejar constancia simplemente de un testimonio de lealtad a una ideología o un líder.

            El proceso electoral no se jugó sólo en torno a una estrategia de comunicación. Todos los resortes legales y no legales fueron ensayados con una perseverancia notable.

            En primer lugar emergió con una importancia singular el papel desempeñado por los Tribunales. Esta es una constante en las internas coloradas.

            Sin duda la estrategia legalista tiene, casi siempre, una misma finalidad, impedir la realización del acto para ganar tiempo y así mejorar las posibilidades electorales. Como a esta conclusión no se puede llegar con mucha anticipación y por lo demás sería un contrasentido tratar de entorpecer una elección mucho antes, la interrupción del proceso se realiza uno o dos días antes de los comicios.

            El 3 de Noviembre el Tribunal Electoral del partido Colorado rechazó el pedido de exclusión de nada menos que 300.000 inscriptos en los padrones cuyos números de cédulas no figuraban acompañando sus nombres respectivos, o personas con doble afiliación, e incluso casos de personas con un mismo número de cédula de identidad. Una situación insólita hace referencia al pedido de exclusión de los padrones a quienes tienen una cédula con un número superior de los expedidos hasta el presente por el Departamento de Identificaciones. Esta denuncia significa lisa y llanamente que se estaba falsificando la cédula de identidad.

            Una resolución del Tribunal Electoral Partidario consideraba que los afiliados inscriptos que no hubieran presentado su cédula podían hacerlo en el momento de votar. Esta situación dada la forma de presentación de los datos y el volumen, hasta si se quiere escandaloso, del abultamiento de los padrones, podía permitir la utilización perversa de todo tipo de falsificaciones. Una misma persona podía figurar con su primer nombre y su primer apellido en una parte del padrón, y con el segundo nombre y segundo apellido en otra parte y estableciendo una combinación adecuada votar hasta cuatro veces.

            Por otra parte como el control no se realiza a través de una cinta magnética de computadora, sino a través de la salida impresa de la misma, descubrir datos repetidos de una padrón con 1.200.000 inscriptos, es una tarea que exige una concentración casi imposible. La entrega de los programas y de las cintas correspondientes de los padrones constituye un aspecto de primer nivel para asegurar la limpidez del proceso electoral, porque permite un control rápido, efectivo y cruzado.

            Las razones del pedido al Tribunal Electoral Partidario eran claras. Su rechazo implicaba prácticamente abdicar del derecho a controlar el proceso electoral en su médula.

            Frente al rechazo de la solicitud el movimiento liderado por Díaz de Vivar, el 5 de noviembre, recurre al Tribunal Electoral de la Capital solicitando la suspensión de las elecciones y la exclusión de los empadronados sin cédula.

            En un medida de gran lucidez jurídica y política el Tribunal Electoral de la Capital inhabilita para votar a 195.040 inscriptos sin número de cédula, pero no da lugar al pedido de suspensión de las elecciones. A tres días del momento clave de todo el proceso electoral, se establece un procedimiento de limpieza electoral que no afecta la posibilidad del ejercicio del derecho a votar de los inscriptos que cumplen con todos los requisitos estipulados por la ley.

            Sin embargo, en una decisión sumamente discutible dado su carácter representativo de la totalidad de los afiliados, y en una materia en donde obviamente había disparidad de criterios, la Junta de Gobierno del partido Colorado apela la medida dictada por el Tribunal Electoral de la Capital, pidiendo que no se excluya a los inscriptos sin cédula, supuestamente en salvaguarda del derecho del afiliado a participar de los comicios.

            El problema no es la negación del derecho sino la ausencia de un requisito clave para su ejercicio. Es lo mismo que frente a la exigencia de la matrícula para ejercer la profesión de abogado alguien presente un recurso argumentando que la exigencia viola el derecho al libre ejercicio de la profesión. El derecho no se niega, sino que depende del cumplimiento de una regla administrativa que se establece con la finalidad de hacer posible, precisamente, el ejercicio del derecho de una manera racional y ordenada.

            Concomitantemente la fórmula Wasmosy-Seifart pide al Tribunal Electoral Partidario la suspensión de las elecciones mientras el Tribunal de la Capital admite la apelación y pasa los antecedentes ante la Corte Suprema de Justicia. El Movimiento Argaña-Ibáñez por el contrario manifiesta que el Tribunal Partidario no tiene competencia para proceder a la suspensión de las elecciones.

            El sábado 13 de noviembre, al mediodía, el proyecto Wasmosy-Seifart presentó un pedido de amparo ante el Juez Oscar Rodríguez Kennedy, quien decidió suspender las elecciones del domingo 15 de Noviembre.

            Esta suerte de vía crucis jurídico representa todo un esquema de obstaculización que deja siempre pendiente la suerte de todo el proceso electoral en manos de la Justicia. Una Justicia con una imagen no sólo lamentable sino en muchos casos, comprobadamente perversa. Esa situación exige un cambio sustancial, y más que nunca se hace imprescindible la integración definitiva de la Justicia Electoral, hasta ahora sólo reconocida formalmente en la Constitución Nacional.

            Pero el hecho insólito y hasta absurdo, que ni la imaginación más aguda podría crear, es que los dos candidatos con una diferencia de horas leen un mismo discurso en el cierre de campaña. La confusión es increíble. Piensan igual Wasmosy y Argaña, o la misma persona escribe el mismo discurso, o bien cada uno de ellos tiene capacidad de controlar tan certeramente al otro como para hacerle leer lo mismo. Lo cierto es que el hecho creó una imagen lamentable para ambos candidatos. Pero lo que sería inolvidable, pronto pasó a ser una simple pieza de museo, destinada al olvido.

            El impasse jurídico podría haberse convertido en un pantano mortal. El 9 de Diciembre la Corte Suprema de Justicia dicta un Auto Interlocutorio por el cual sólo autoriza a que voten en las próximas elecciones internas de la A.N.R. a aquellos que acrediten sus respectivos números de cédula de identidad en los padrones.

            La resolución es confusa, dado que el problema en cuestión es si pueden o no votar quienes figuran en el padrón con el número de cédula. Por supuesto surgen dos interpretaciones, los Wasmosystas sostienen que aquellos afiliados que presenten el número de cédula pueden votar, los Argañistas que no. El tiempo en este caso se convierte en una cuestión fundamental, sobre todo para conseguir el número de cédula. El 16 de Diciembre el Departamento de Identificaciones de la Policía envió al Tribunal Electoral Colorado un informe que contiene 78.014 números de cédulas. Inmediatamente el Tribunal partidario procede a la inclusión de los números de cédula.

            En un recuento acerca de las irregularidades registradas en los padrones el diario ABC Color, el día 15 de Noviembre, presenta un cuadro llamativo y al mismo tiempo claro acerca de la transparencia de las elecciones internas coloradas. De los 1.139.370 inscriptos, estaban registrados sin cédula de identidad 321.298 personas. Un número llamativo de 11.569 colorados tenían una edad mayor a los 92 años y nada menos que 185.186 ciudadanos afiliados a la A.N.R. fueron inscriptos antes de nacer. Estaban registrados también en los padrones 175.229 personas sin en que ella figurase su fecha de afiliación. Incluso aparecen en los padrones 6.060 conspicuos miembros del partido Colorado que tenían un número de cédula mayor que el número entregado por la Policía hasta ese momento. Esto significa lisa y llanamente que se habían falsificado más de 6.000 cédulas de identidad, para participar ilegítimamente en las internas coloradas.

            Al final el camino se limpia en base a los siguientes criterios: 1- La modificación de los padrones y la inclusión de unos 78.014 afiliados, en base el informe realizado por el Departamento de identificaciones de la Policía de la Capital, 2- Los afiliados que no presentaron sus cédulas, o con otras irregularidades descalificadoras figurarán en el padrón con la leyenda, no votan.

            Atrás quedaron las denuncias presentadas por Diógenes Martínez, en ese momento el segundo dirigente en importancia del Movimiento Autónomo, sobre la inclusión de soldados en los padrones de la A.N.R., así como las denuncias de presiones sobre los funcionarios públicos para votar por el binomio Wasmosy-Seifart, o las constantes acusaciones sobre uso indebido de recursos del Estado en la campaña del partido, o la más impactante afirmación de que Luis María Argaña había recibido cuatrocientos mil dólares enviados por el Presidente Argentino Carlos Menem, a través del empresario argentino Jorge Antonio. Suma por demás pequeña considerando los gastos que demandaron las campañas de los candidatos de las internas coloradas.

            La financiación de la campaña electoral en las internas constituye un misterio aún no develado. Se estima que cada una de las candidaturas gastó de manera segura más de cinco millones de dólares. Esos gastos se destinaban preferentemente a los siguientes rubros: a) Operadores políticos, que tenían un salario entre 200.000 y 300.000 gs. para las visitas casa por casa y entrega de materiales de propaganda. En algunos casos esta tarea se realizaba con un pago diario de 15.000 gs. con control de planilla de las visitas. En el interior, percibían salario tanto los enviados desde Asunción, como los contratados locales para realizar la tarea política. El trabajo se desplegó por todo el país, aún en las compañías y parajes más aislados del Paraguay. b) Movilización. Sobre todo el alquiler de ómnibus y equipos para las grandes concentraciones. c) Propaganda política, desde el pago millonario a expertos en comunicación, sobre todo en el caso de la fórmula de Wasmosy-Seifart que realizaba encuestas semanales por zonas predeterminadas del todo el país, más los gastos por la prensa escrita, radial y televisiva. De todos modos en este último rubro es posible que las dos administraciones hayan llegado a acuerdos económicos especiales. No se puede olvidar la relación existente entre la R.P.C. y el Proyecto Argaña, como tampoco la vinculación entre el Sistema Nacional de Televisión y el binomio Wasmosy-Seifart. Es imprescindible señalar que tales vinculaciones no alteraron la opinión neutral de sus propios periodistas. Por consiguiente, la vinculación que señalamos tiene un carácter referido al uso de espacios en los medios masivos. Aún así el gasto debió ser millonario, dado el tiempo utilizado para la emisión de mensajes. d) Alquiler y viáticos para los innumerables Puesto de Comando diseminados por los barrios de las grandes ciudades y por los pueblos de todo el país. e) Compra de vehículos exclusivos para las tareas de comunicación utilizado por los operadores y f) Materiales de propaganda, entre ellos, camisetas, gorros, pasacalles, etc.

            La administración de la fórmula Wasmosy-Seifart, según nuestras informaciones, estaban en manos de Sebastián González Insfrán, Juan Carlos Galaverna, Eugenio Sanabria Cantero, Emilio Cubas Grau y Gerardo Sosa Argaña.

            En un local denominado Comando Estratégico, ubicado sobre la calle Artigas, se encontraba una administración más específica, manejado por militares en situación de retiro.

            Los fondos para la campaña Wasmosy-Seifart provenían del entorno comercial - militar que rodea al Presidente Rodríguez, de los empresarios que consolidaron su fortuna con los trabajos para la Itaipú binacional, y del propio candidato.

            La administración de Argaña tenía un carácter mucho más centralizado en torno a los miembros de su propia familia. Los fondos en algunos casos fueron obtenidos de sectores vinculados a militancia stronista, que en algunos casos lograron ingresar en la lista de candidatos a cargos nacionales, y empresarios locales cuya participación generó posteriormente una despiadada intervención de oficinas recaudadoras del Estado sobre sus finanzas.

            El supuesto aporte del Presidente Argentino, de acuerdo a un comunicado de prensa de la Formula Wasmosy-Seifart publicado el lunes 30 de noviembre, "confirma que el Dr. Luis María Argaña es el candidato de Stroessner."

            La Democracia en el Paraguay, en tanto no exista un control racional, operativo y preciso acerca de la utilización de recursos, dependerá cada vez de plutócratas cuyos aportes, más que fidelidad a una causa, son inversiones a corto plazo.

            Ciertamente, nadie que se aprecie de razonable, en base a la descripción presentada, podría desechar el argumento, que el partido Colorado en una especie de institución intra-estatal, tan férreamente ligada al estado que convive en una suerte de simbiosis paralizante de cualquier proceso de democratización.

            Habíamos indicado que la crisis interna, con el informe fundamental de la Policía de Identificaciones, que en los procesos electorales en el Paraguay juega un papel trascendente, se destrabó y una nueva fecha aparece en el calendario electoral, primero el 13 de Diciembre, luego el 20, pero al final se impone el día 27 de Diciembre, dos días después de la Navidad y uno antes del día de los inocentes.



CAPITULO VI

 

EL DIA "D": DERROTA ELECTORAL,

CANDIDATO POR EL PARTIDO


            El ambiente estaba caldeado. No había descanso.

            Argaña cerró su campaña en Pirayú. Wasmosy con una caminata por la calle palma. Era el 24 de diciembre.

            Atrás quedaron todas las acusaciones de un tinte hasta si se quiere brutalmente agresivo. La del Tradicionalismo Autónomo utilizando la imagen de una gallina mbatará que resumía el carácter espúreo de la candidatura de Wasmosy. Fue una propaganda sin duda muy efectiva, porque lograba sintetizar en unas imágenes de una duración de minutos el contenido de toda la crítica contra Wasmosy: su falta de identidad con el partido.

            La contrapartida en la misma línea presentaba a un personaje con vestimenta de Napoleón diciendo ser Presidente de la República, en abierta alusión a la personalidad de Argaña. En este caso el ataque no pasaba de tener una exclusiva referencia personal.

            Desde la perspectiva señalada quedó claro que la lucha electoral en el partido colorado se hace en base a la ley del mbareté y del añá mbaracá.

            - No permitiremos que los corruptos logren sus objetivos, nosotros los verdaderos colorados debemos proteger a nuestra centenaria Asociación de las garras de los liberales que desean utilizar los votos colorados para llegar al Gobierno- Aun en un día en el que generalmente todos los discursos recurren a valorar la paz, Argaña no se desvió de su discurso agresivo y descalificador, tanto desde el punto de vista personal como desde un punto de vista político.

            - Un grupo de empresarios neoliberales desean implementar en el Paraguay (la política neoliberal) para que unos cuantos se enriquezcan, mientras que la mayoría del pueblo muere de hambre-. No olvidó en referirse, en consecuencia a la situación social, que en realidad fue en ese año sumamente negativa por los sectores populares, en especial, para los campesinos.

            Por el contrario Wasmosy a través de un mensaje por la televisión con un claro contenido navideño, y con un tono conciliador, expresaba:

            - Todos nosotros queremos que nuestros hermanos nunca más estén divididos por la injusticia, por la inseguridad, por el miedo. Queremos ver a nuestros hombres, mujeres, jóvenes y niños unidos por la alegría del trabajo honrado, por la participación, con decisión y voluntad, para transformar nuestro país en una sociedad más fraterna, más fuerte y más justa para todos los paraguayos.

            El viernes 25 y el sábado 26, el clima es de gran expectación, en el ambiente se percibe una cierta tensión contenida. Desde el jueves 24, atentos a que entre los petardos que anuncian la navidad, no se mezclen otros tipos de ruidos, los efectivos de la Fuerzas Armadas se acuartelan. En el Paraguay esa es una señal fundamental para conocer el nivel de conflictividad de la situación política.

            Los padrones, ese listado de electores cuyo control es fundamental para garantizar la vigencia de un régimen democrático habilitaron 947.680 afiliados al partido Colorado con derecho a votar, un número bastante similar a los padrones de las internas de setiembre de 1.991 y de los que se utilizaron para las elecciones de representantes Colorados para la Convención Nacional Constituyente.

            El partido Colorado tuvo dos años como para intentar resolver la cuestión de los padrones, sin embargo siguió utilizando como base el padrón preparado por quienes lo consideraban simplemente como un medio para darle maquillaje a un partido cautivo de la voluntad del dictador.

            El domingo 27 la participación en las urnas del pueblo Colorado fue ejemplar. No se conoció un incidente serio capaz de poner en tela de juicio el clima, hasta si se quiere apacible de las elecciones.

            Durante el proceso electoral Radio Ñandutí recibe la visita del General Regis Romero que reconoce públicamente haber votado por la fórmula Wasmosy-Seifart, siguiendo la misma línea que el Comandante en jefe. El hecho es realmente importante por los siguientes motivos: 1- Implica un injerencia directa y pública a favor de los candidatos del Tradicionalismo Unido, por parte de un militar en servicio activo. 2- Se realiza alrededor del mediodía, por consiguiente, esas declaraciones no solo buscaban trasmitir una confesión de los altos Jefes Militares, sino al mismo tiempo busca señalar hacia donde se inclinaba la corporación militar, o por lo menos, su cúpula de dirección. 3- La aceptación para participar en una entrevista no puede ser considerada como una casualidad. La estructura jerárquica exige por lo menos el conocimiento o consentimiento previo de parte del Comandante. El acto de votar es simple, pero tiene efectos muy complejos. Es muy difícil que el Jefe del Gabinete Militar del Presidente acepte una invitación pública para una entrevista radial, sobre un tema urticante, en el mismo día de las elecciones del partido oficialista sin que el General Rodríguez lo sepa. Por consiguiente es posible que, los Jefes Militares, enterados de los resultados electorales que iban llegando a radio Ñandutí, a través de la encuesta de boca de urna, tomaron una decisión conjunta: impulsar unas declaraciones en donde anunciaban el apoyo a la fórmula Wasmosy Seifart.

            Previamente ese mismo día, en la escuela República Alemana el General Lino Cesar Oviedo, Comandante del Primer Cuerpo de Ejército que acompaña juntamente con los Comandantes de las tres armas al Presidente de la República, formula unas violentas declaraciones contra el candidato Luis María Argaña.

            - Le parece que yo voy a estar apoyando y respaldando a los que ayer han avalado la dictadura desde el Poder Judicial cuando ocupaban esos cargos durante ese régimen? - La referencia no admite dudas.

            - Es gente que ha desvalijado el país que corresponde a una cúpula prepotente y rapaz. Como tienen mucho dinero, utilizan el vil metal sacado del pueblo. Con ese dinero están todavía queriendo manipular la conciencia del pueblo- Y justificando el derecho de participar en actos políticos, porque de eso se trata, afirma que:

            - ...con todos los señores de la prensa consolidaremos esta democracia, haciendo uso del derecho universal del sufragio, amparado por nuestra Constitución Nacional en los artículos 117,118 y 119.

            De acuerdo a la argumentación del General Oviedo, las restricciones absolutamente claras expresadas en la Constitución en el artículo 173, en donde se prohíbe "a los militares en servicio activo ...afiliarse a partido o movimiento político alguno, ni realizar NINGÚN TIPO de actividad política", es simplemente una declaración lírica.

            La presencia del Presidente Rodríguez y la plana mayor de las Fuerzas Armadas en un acto electoral de un partido político tiene una gravedad extrema, en el marco del orden jurídico vigente en nuestra sociedad. De ahí a expresar que el partido Colorado permanecería en el poder" per sécula seculorum" es simplemente una consecuencia, hasta si se quiere, lógica.

            La misma declaración del General Regís Romero quien dijo que votaba por la fórmula Wasmosy-Seifart siguiendo la línea del Comandante, es la mejor prueba de la dificultad del ejercicio libre en una Institución basada en un relacionamiento estrictamente jerárquico.

            No faltó ese día el intento de sacar fuera de circulación a algunos medios de prensa. Este hecho volverá a repetirse pero de una manera más dramática en el día de las elecciones generales. El lunes 28, Radio Cardinal, integrante de la Red Privada de Comunicaciones denunció a través del Diario Noticias, que "... tuvo que soportar una constante persecución de personas escudadas en el anonimato que pretendieron coartar el derecho a informar: Desde temprana horas de la mañana, la emisora sufrió interferencias ...que subían de tono cuando se intentaba hacer entrevistas a integrantes de la lista Argaña-Ibáñez."

            A las 17:00 horas se cerraron las votaciones. A las 18:00 empezaron a llegar los primeros datos al Tribunal Electoral.

            Desde el Centro de Cómputos del Tribunal Electoral del Partido Colorado empieza a conocerse los primeros datos que demuestran una ventaja a favor de la lista número 4. A las 21:21 horas, el periodista Carlos Granada de Radio Cardinal informa los resultados parciales: Argaña-Ibáñez, 23.265 votos (46. 21%), para la fórmula Wasmosy-Seifart 21.750,(43.20 %) para Díaz de Vivar-Frutos, 3.604 (7.16 %) y Fretes Dávalos-Acosta, 122 votos (0.24%).

            Los Puestos de Comandos de las listas empiezan a tener un comportamiento diferente. Mientras el P.C. ubicado sobre la calle España empieza a recibir adherentes de la lista 4, el P.C. de la lista 2 se encuentra solo ocupado por funcionarios.

            En declaraciones al Periodista Oscar Acosta y Víctor Benítez, Gustavo Díaz de Vivar reconoce su derrota y al mismo tiempo afirma:

            - Creo que ya se está confirmando la victoria del Dr. Argaña, y nosotros vamos a buscar inmediatamente a partir de esta noche la unidad partidaria, ese va a ser nuestro objetivo fundamental al cual vamos a dedicar todos nuestros esfuerzos a partir de este momento... y cree que el grupo Argaña va a necesitar de los recursos intelectuales, morales que tiene el movimiento Díaz de Vivar-Frutos. Era un claro planteamiento destinado a negociar espacios a partir del reconocimiento de la hegemonía electoral del Argañismo.

            A las 22: 30 en el P.C. de Wasmosy-Seifart se realiza una conferencia de prensa, en donde participan los principales líderes del movimiento. El ambiente es notoriamente tenso.

            - Tenemos acá las cifras, el Dr. Seifart va a leer, pero no están la totalidad de los votos, por favor. Wasmosy introduce el tema.

            - Este es un resumen parcial de nuestro Centro de Cómputos, conforme a informaciones recibidas de seccionales de la Capital y de algunas ciudades del interior del país. Sobre 151.329 votos emitidos, el proyecto Wasmosy-Seifart lleva 79.494 votos, la candidatura Argaña-Ibáñez 71.835 votos sobre el 56% de electores que representa esa cantidad, lo que está dando un triunfo parcial de 52.5 % contra 47,5 % de la candidatura Argaña-Ibáñez. Esto esperamos que sea oficializado por el Centro de Cómputos del Tribunal Electoral Independiente del partido de manera a que puedan convertirse en cifras oficiales.

            Sin duda la comunicación era de relevancia. Por otra parte se sabe que con el 50% de votos escrutados es muy difícil que se produzca un cambio sustancial en los cómputos finales.

            Frente a los resultados proporcionados por Seifart, un periodista le pide un mensaje, dado que según los datos presentados era virtual ganador.

            - Decirles que estamos muy agradecidos por sus votos y que es una muestra más del civismo del partido Colorado.- Es obvio que la respuesta del Ingeniero Wasmosy era casi un pretexto para salirse del paso. Y en la misma línea continuó,

            - Estamos satisfechos, tenemos algunas declaraciones de personas que han confesado que se han vendido, ya hay escribanos. También en la Seccional 2 ocurrió eso y hay otras seccionales y ciudades de Departamentos que también tienen ese problema, que salvo eso, todo está en orden, todo bien- Mas que un respuesta terminante, Wasmosy continua dejando la sensación de duda acerca de su posible triunfo. Y cuando le preguntan si se consideran triunfadores de estas elecciones, responde con una tibieza asombrosa:

            - Sobre el 56%, pero hay que esperar el resultado total.

            A las 22:47 horas informa nuevamente Carlos Granada de Radio Cardinal el resultado de las elecciones que arroja el siguiente resultado: Argaña 56.881, 47.33%, Wasmosy, 50.116, 42.75%; Díaz de Vivar 8.170, 6.81% ; Fretes Dávalos 241, 0.20%

            El comportamiento de los datos demuestra una muy leve tendencia hacia el crecimiento a favor de la lista 4. A las 23:45 minutos, la tendencia registrada se mantiene con muy ligeras variaciones y constituye el último informe desde el Tribunal Electoral Independiente, suministrado por Radio Cardinal.

           

            - Comuníqueme con el Presidente del Tribunal Electoral

            El secretario no reconoció la voz, pero su sentido común le dijo que se trataba de alguien importante. Tenía una voz de mando, de una persona acostumbrada a ordenar y a que sea obedecida.

            No quiso tampoco arriesgarse siquiera a preguntar. A pesar de la orden del presidente del Tribunal de no pasar ninguna llamada, le pareció más razonable someterse al enojo de alguien que ya conocía, que a la ira de alguien por conocer.

            - Tiene una llamada urgente-, le dijo en el oído.

            - ¿Quién es?-, preguntó de mala gana el presidente del Tribunal. El ambiente estaba tan caldeado y tenso que prefirió amortiguar el nerviosismo con cualquier otra cosa. Por eso no se resistió ni se inquietó por la llamada.

            - Es importante-. Fue todo lo que dijo el secretario y con la mirada se encargó de convencerlo.

            Era la 11:45 minutos, el presidente del Tribunal Electoral Independiente del Partido Colorado resolvió suspender la reunión, debido al cansancio de algunos de sus miembros. Hubo una protesta generalizada.

            En realidad, el único cansado era el presidente del tribunal, el Dr. Elizardo Bobadilla Cataldi. Comunicó a los miembros del tribunal la decisión de suspender el conteo de los votos, pero casi todos se revelaron. No obstante, el presidente del tribunal abandonó su puesto y se retiró con muestras de que iba a descansar.

            Quedaron en el tribunal a proseguir el conteo Jaime Bestard, Marciano Torales, César Delgadillo, Juan Roque Galeano, Elisa Ruíz Díaz y Carlos Podestá.

            Pasada la medianoche, en presencia de Díaz de Vivar y Fretes Dávalos, dos de los cuatro contendores en las internas por la representación del partido para la candidatura de Presidente de la República, Argaña ante una multitud de 5.000 adherentes expresó, en medio de una fuerte custodia de miembros de su movimiento:

            - Con humildad, pero con la solemnidad que requiere el caso y las circunstancias me honro en anunciar la clara victoria del Movimiento Argaña-Ibáñez. Las puertas están abiertas sin odios y sin rencores para nadie, porque lo que queremos es la reconciliación de todos los colorados para hacer posible la reconciliación nacional. El discurso de Argaña era obviamente de carácter conciliador y amplio.

            Al terminar de dirigirse a la multitud se retiró del lugar.

            En ese mismo momento en una oficina ubicada sobre la calle Artigas se realizaba una reunión en la que participaba Blas N. Riquelme, Juan Carlos Wasmosy, Ángel Roberto Seifart, Hugo Estigarribia, Gustavo Saba entre otros. La crónica del diario ABC señala que "la tensión subió de tono cuando se escuchó que el General Lino Cesar Oviedo también participaba del encuentro, lo que fue negado por todos los presentes."

            La cuestión era clara, no se aceptaría el triunfo de Argaña, por consiguiente se estaba buscando la estrategia adecuada a seguir. El 28 de diciembre la respuesta estaba en marcha. A través de un comunicado, la formula Wasmosy-Seifart daba a conocer que solicitarían al Tribunal Electoral del Partido la anulación total de las elecciones, en base a cuatro puntos: 1- Adulteración fraudulenta de padrones utilizando la estrategia de la dispersión, 2- Adulteración de padrones por omisión de nombres 3- Complicidad y soborno a los representantes de otros movimientos y 4- Complicidad de otros supuestos movimientos.

            Horacio Loizaga, es Secretario Privado del Presidente Rodríguez y dirigente del Movimiento que encabezaba Díaz de Vivar calificó el pedido de una manera enfática:

            - Los argumentos son traídos de los pelos.

            Díaz de Vivar fue mucho más lejos, en un comunicado en Canal 13 señaló:

            - Una oligarquía empresaria, prebendaria, edificada malévolamente con contratos del Estado y asociados con una pequeña cúpula militar corrupta que lucha por mantener su hegemonía, constituye el motor de esta maniobra tendiente a destruir el proceso de democratización del país.

            Por primera vez públicamente se manifestaba la posibilidad de un golpe de estado. Tal posibilidad era una realidad por tres motivos claves: a- La crisis no solo afectaba al partido, sino a la hegemonía de una élite en el poder, b- Las posibilidades de una negociación se hacía difícil por la posición delicada en que quedó el oficialismo partidario y c- Era necesario evitar una suerte de anarquía socio-política, siguiendo la tesis que el partido es el eje de la vida política en el Paraguay.

            El comunicado de la Embajada de los Estados Unidos el día 2 de enero de 1.993 en absolutamente claro: "La embajada de los Estados Unidos no espera que tenga lugar una interrupción de ninguna índole del orden democrático". Es mas a fin de evitar dudas acerca de su posición el comunicado termina con una amenaza: "Sin embargo, los Estados Unidos reafirman que una interrupción del proceso democrático en el Paraguay provocaría una fuerte reacción de los Estados Unidos, como así también de la comunidad internacional." Más claro, agua.

            Es probable que los más osados propulsores del auto-golpe se hayan calmado. Obstaculizado una de las vías posibles había que buscar otras.

            Por de pronto la estrategia del oficialismo partidario era muy simple: ganar tiempo, disminuir las tensiones, buscar caminos para una salida jurídica formalmente aceptable, e impedir la continuidad del cómputo de votos. El movimiento argañista por el contrario intentó: a- negociar desde una posición de fuerza, a partir del principio de que las candidaturas no son discutibles y b- presionar a través de una movilización de sus bases de apoyo.

            El 30 de Diciembre se presentó formalmente el pedido de nulidad de las elecciones y de suspensión del escrutinio hasta que se resuelva la acción.

            El 31 de diciembre el tono de los discursos y declaraciones había variado sustancialmente.

            - Está comprobado el fraude monumental del que fuimos víctimas. Alrededor de 70 mil sufragantes no existen. Alrededor de 70 mil sufragantes existen solamente en el papel de las actas adulteradas, de las urnas cargadas delictualmente y de mala fe, de los representantes de las otras candidaturas producto de la corrupción y de la mala fe y lastimosamente también del soborno. - Seifart retomaba su rol de aguerrido Comandante.

            El gran problema de la fórmula Argaña-Ibáñez es controlar que no se falsifiquen las actas, al mismo tiempo que el de Wasmosy-Seifart es el de generar un clima de inestabilidad capaz de provocar reacciones contrarias con la finalidad ya prevista, de provocar la renuncia en serie de los miembros del Tribunal, e intentar un plan, quizás difícil pero razonable: La Convención del partido para elegir a nuevos miembros del Tribunal, que sean favorables a una de las listas.

            El 2 de enero NOTICIAS EL DIARIO presenta los resultados prácticamente finales del proceso electoral. Fueron emitidos 429.864 de los cuales 186.116, es decir, el 43.3% corresponde la lista dos, 213.482 votos a favor de la formula Argaña-Ibáñez -49.6%-, Díaz de Vivar se lleva 21.677 votos, es decir el 6.54 % mientras que Fretes Dávalos alcanza el 0.14 de los votos consignados.

            Pero la suerte ya está echada. El lunes 4 de enero los apoderados del proyecto Wasmosy-Seifart presentaron la primera recusación contra Jaime Bestard, quien se inhibe. Al día siguiente Felipe Paredes, miembro de Tribunal solicita a todos sus pares que renuncien a sus cargos por dignidad.

            El plan está trazado. El entorno presidencial trató de provocar la desintegración del Tribunal, mientras el Argañismo buscó, por una parte evitar la desintegración, pero al mismo tiempo, buscó asegurarse un férreo control sobre las actas, lo que evidentemente le llevó a situaciones conflictivas con los miembros de Tribunal. Esa política fluctuante entre dos dimensiones contradictorias y la evidente debilidad frente a quienes controlaban el poder real, ayudó a que la desintegración de produjera más aceleradamente, por obra de los mismos Argañistas.

            Pero a su vez, la Junta de Gobierno del partido Colorado al empezar a poner en práctica los pasos para ejecutar el plan de llamar a una Convención Constituyente, abrió otro frente, en donde también entraron a competir los argañistas. Este fue el paso equivocado clave que selló su futuro. Antes que atacar la validez en una instancia por lo menos neutral, se jugaron a tratar de controlar los votos para evitar que la Convención pueda elegir un nuevo Tribunal.

            Por temor a un supuesto plan en donde, según la denuncia formulada por el candidato a Vice-Presidente del movimiento de Reconciliación Colorada, dos miembros del Tribunal Electoral, Santiago Paredes e Ida Fleitas de Hermosa, propondrían una resolución que daría la victoria a la fórmula Wasmosy-Seifart anulando las actas de San Pedro y San Estanislao, posteriormente lo secundaria el propio Presidente del Tribunal Roque Elizardo Bobadilla. Los autónomos, antes que esperar la resolución para después atacarlo por las vías jurídicas electorales u ordinarias, recusan a Bobadilla, con la cual se completa el círculo. Dos miembros son recusados por los Wasmosytas y al final, tres por los argañistas. Sé cierra el círculo. Todo depende de los resultados que arroje la Convención Extraordinaria.

            En efecto, mientras la Junta de Gobierno, desde hacía más de un mes se hallaba cercada por una guardia policial, el 14 de febrero se realizó la primera Convención Extraordinaria. Fueron acreditados 370 Convencionales y fue electo Carlos Podestá como Presidente. La pulseada se iniciaba. En un largo proceso electoral el resultado final fue todo un acontecimiento por un solo motivo: fueron habilitados 370 convencionales, pero al final aparecieron en la urna 374 votos. Ni la prestidigitación más refinada ante tan agudos observadores podía haber logrado hacer pasar dos por uno. La Convención quedo fijada para ocho días después, sellándose de esta manera un primer éxito argañista.

            A la semana siguiente el rito vuelve a repetirse. De 376 Convencionales votaron a favor del candidato Wasmosysta 246 votantes, mientras que por el candidato propuesto por el Argañismo lo hicieron 215. Por segunda vez, la Convención no puede nombrar a los nuevos miembros del Tribunal Electoral Partidario, para tal fin necesitaban alcanzar 250 votos que representa el dos tercios.

            En la tercera cita de la Convención Extraordinaria el 2 de marzo de 1.993, los Wasmosystas pudieron desbloquear la situación y por fin nombrar a los nuevos miembros del Tribunal Electoral. En un ambiente tenso y con férreo control policial con cuatro votos más que el número total de convencionales habilitados, pudieron llegar los oficialistas a objetivo final de conseguir los dos tercios de votos.

            Una vez nombrado el Tribunal se puso de lleno a la tarea de juzgar las actas de las elecciones del 27 de diciembre. Tanto fue el celo que no permitieron el ingreso de los apoderados de las listas.

            El apoderado de la Fórmula Argaña-Ibáñez solicitó y obtuvo del Juez Ángel Barchini, como consecuencia de un recurso de amparo, la orden por el cual obligaba a los miembros del Tribunal partidario a que asistan los apoderados de listas.

            La orden no pudo cumplirse, por la sencilla razón que los miembros del Tribunal dijeron estar abocados a una tarea diferente al de juzgamiento, dado que estaban tratando el tema de la recusación.

            Como la Junta solicitó también amparo para realizar su trabajo sin interferencia, esta vez el Juez Oscar Rodríguez Kennedy se presento a la Junta para ratificar su resolución de que sea el Presidente del Tribunal quien disponga quien puede ingresar al local.

            La utilización perversa de la Justicia como mecanismo fácilmente instrumentalizable constituye un constante lamentable en la lucha interna del partido. Sin posibilidades de control en un trabajo solitario y privado, rompiendo con todos los criterios de respeto a las reglas del juego democrático, el Tribunal Electoral, después de anular algunas actas, le dio el triunfo a la formula Wasmosy-Seifart. El Presidente del Tribunal en presencia del titular de la Junta de Gobierno sentenció:

            Nadie ha perdido en esta compulsa, sino que por el contrario, gano la democracia y gano el pueblo colorado.

            Diógenes Martínez, aseguró que no buscará imponer al partido un voto castigo. Indignado y por sobre todas las cosas, importante frente al poder real, solo atinó a decir:

            Aquí ha imperado la ley de la selva, del mbareté, no se ha respetado al pueblo, es la hora más aciaga, más triste, más negra del partido Colorado en todos los anales de su historia.

            - Con dramatismo enfático, Argaña definió la resolución del Tribunal como un crimen político. Pronto hallo a los responsables.

            - Responsabilizó de esto a quien detenta el poder del Gobierno Nacional, a los miembros no renunciantes de la Junta de Gobierno, a los jueces de este falso tribunal y a los barones de Itaipú, que enseñoreados con el dinero, sobre facturaciones de precios y liberaciones impositivas inconstitucionales, llevan a la ruina a la A.N.R. y a una derrota segura en las elecciones del 9 de mayo, por la elección de candidato perdedor, de un coloradismo dudoso y desteñido.

            - El ex presidente de la Corte Suprema durante la dictadura Stronista y canciller en la primera etapa del Gobierno de Rodríguez, sentía en carne propia la impotencia frente al poder. Sus vaticinios no dieron en el blanco. Si con las internas coloradas movilizaron tantos recursos, en las nacionales esa movilización será aún mayor. En este caso si se puede decir que los jefes de campaña ganaron experiencia.



CAPITULO VII

 

"ÑA TRAMPEATA MANTE LO MITA"

(Vamos a tener que hacer fraude)


            El Mercedes Benz 380, diesel, color azul oscuro, estacionó prácticamente frente al local. El conductor dirigió una sonrisa servicial a su patrón, como siempre lo hace al final de cada viaje.

            Desde el asiento de atrás, un hombre fornido se comenzó a mover con intención de bajarse del auto.

            - Esperame nomás por aquí un rato, Samaniego, ya vuelvo en seguida-, fue la instrucción al conductor.

            Lo dijo en guaraní, como siempre lo hace al final de cada viaje.

            Samaniego estacionó el Mercedes Benz a un costado y se acomodó para esperar un rato el regreso del patrón. Unos cuantos mitaíces que siguieron al auto le dijeron algo a través de la ventanilla.

            Mientras, don Blas era recibido por algunos dirigentes de la zona y luego llevado al interior del local donde se realizaría el encuentro de correligionarios.

            Samaniego no tenía la más mínima idea de la misión que le correspondía en aquella oportunidad dentro del complejo teje y maneje de la política paraguaya. Estaba transportando a la persona que comenzó a impartir las instrucciones precisas que correspondía hacer al Partido Colorado para ganar las elecciones del 9 de mayo.

            Don Blas N. Riquelme, presidente de la Junta de Gobierno del Partido Colorado, no quería llevar consigo alguna vez a su tumba el estigma de "presidente que permitió la caída del partido después de más de cuarenta años de Gobierno".

            Se sumó al grupo Eugenio (Papi) Sanabria Cantero, su amigo político y socio comercial, según las versiones extraoficiales.

            A don Blas no le entusiasmaba demasiado la idea de trabajar por una candidatura que no sea la suya, o por lo menos que no sea enteramente de su agrado. Si por lo menos el candidato hubiese surgido de entre quienes él consideraba los mejores hombres del partido, habría sido diferente, se sentiría más animado para hacer campaña.

            Pero él, por lo menos, ya lo expresó eso mismo públicamente y no estaba arrepentido de ello.

 

            Don Blas todavía seguía pensando sobre todos estos temas cuando los dirigentes de la localidad de Tobatí le daban la bienvenida aquella noche del miércoles 24 de marzo de 1993.

            Respondió casi automáticamente las preguntas protocolares de sus anfitriones. -Todo bien, todo bien, "i poraiterei la porte hína" (todo marcha muy bien)- se limitó a contestar al consabido - ¿...Y cómo le fue en el viaje Donblá?-.

            Apenas se instaló al frente de la selecta concurrencia, ordenó la iniciación del acto. Papi Sanabria no descuidó el detalle de ubicarse muy cerca de él.

            Allí estaban presentes el presidente de la seccional colorada, don Nasario Rojas Salvioni; el candidato colorado a gobernador del departamento de la Cordillera, don César García Gavilán; el presidente del consejo de presidentes de seccionales, don Agustín Franco Coco, hombre de confianza del delegado de gobierno, don Ángel Almada Galeano; Carlos Aceval, miembro de la Junta Municipal, funcionario de DIBEN y miembro de la Junta de Gobierno, así como dirigentes de base de todas las localidades del departamento.

            Mientras el presidente de la seccional hacía la presentación de rigor del ilustre visitante, Blas N. Riquelme repasaba mentalmente lo que pensaba transmitir a sus correligionarios. Quería hacerlo de la forma más clara, sencilla y directa posible, para que no quedara duda alguna.

            Por un instante se le cruzó en la mente la posibilidad de que no todos los presentes sean amigos, y preguntó a quemarropa.

            - Parece que todos somos colorados quienes estamos acá, ¿verdad?

            El corresponsal de ABC Color, Alfredo Cantero, y el de Ultima Hora, Darío Bareiro Fariña, que estaban mimetizados entre los dirigentes colorados, se sintieron aludidos, pero no atinaron a decir absolutamente nada. Posiblemente nadie pensó que don Blas iba a desnudar su pensamiento ante ellos y por eso nadie tampoco le advirtió sobre la presencia de los reporteros.

            - Vamos a tener una comisión especial para trampear. Que escuchen los liberales esto, para trampear, ¿escuchó señor gobernador? ¡Trampa!- se confesó Riquelme.

            Casi nadie pudo distinguir si aquello era una broma o una instrucción cívica de la alta autoridad partidaria.

            Alguien de entre los presentes se incomodó en la silla tratando de decir algo. Parecía tener intenciones de preguntar si el presidente del Partido Colorado estaba haciendo un chiste, pero no se animó y prefirió esperar que el tiempo le diera la respuesta.

            - El juego sin trampa prácticamente no es tal. Ña trampeáta, vamos a trampear- tradujo de inmediato por si alguien no llegara a entender muy bien su expresión.

            - ...Un poquito, no es para ganar sino ñá ñembo hory hagua la opositor kuérare (para burlarnos de los opositores). Y este señor gobernador se va a encargar de llevar adelante el operativo. A lo mejor él no quiere hacer, pero esta vez le vamos a mandar hacer la trampa-.

            La breve pausa tuvo como respuesta varios tipos de reacciones. Los de la primera fila asintieron con la cabeza antes de que llegaran a entender totalmente si era broma o una indicación seria. Aquellos que sentían la mirada de don Blas pusieron cara de haber entendido con meridiana claridad y correspondieron con una sonrisa, pero algunos continuaron sorprendidos. El hombre que intentó hacer la pregunta volvió a incomodarse ante la ignorancia de lo que estaba pasando y cuando se animó a pedir aclaraciones, don Blas prosiguió su insólito discurso.

            - Tenemos muy buenas relaciones con el Ejército y todos debemos cuidar que esas relaciones se mantengan cordiales. Hoy no es la hora de la teoría. Esta guerra vamos a ganar por asalto. Vamos a ir a estudiar cómo se hace el asalto-.

            - Ya no se puede estudiar, dibujar, hacer un novenario; vamos a rezar después por haber ganado-.

            Los hombres que ensayaron una sonrisa como respuesta pasaron a constituir mayoría. Solamente unos pocos se mantenían serios, entre ellos los corresponsales.

            A esa altura del discurso el corresponsal de ABC sentía que el corazón le latía con más fuerza pensando en el titular que tendría su material al día siguiente.

            Ajeno al grito cívico de guerra que su patrón estaba lanzando dentro del local, Samaniego aprovechó para tomarse "una siestecita" que la tenía atrasada desde algunos días. Reclinó un poco el asiento y dormitó discretamente. Su liviano sueño se interrumpió con los aplausos, pensando que la reunión había terminado.

            - Debemos asumir este asunto de inmediato y tomar por asalto como dicen los que van a la guerra. Y nosotros estamos en guerra, en una guerra de todos contra el Partido Colorado. El Partido Colorado contra todos. Y entonces debemos justificar la situación de solo contra todos-.

            Para entonces el auditorio de don Blas parecía haber entendido totalmente lo que les trataba de decir. Los aplausos se repitieron. Samaniego volvió a despertarse, pero esta vez espió con un solo ojo para asegurarse lo que suponía: la reunión continuaba.

            Don Blas se sintió más seguro, se sintió comprendido, animado a continuar...

            - Y eso no podemos hacer en estudio, en gabinete, ni en papel, más que, chamigo, cada uno como pueda y de la manera que se pueda, fuerza, decisión, guerra. No hay otra forma-.

            Casi todos asintieron con un movimiento de cabeza y el hombre que se sentía tentado a pedir aclaración ya no lo consideró necesario.

            - Yo les voy a atender personalmente. Y nosotros les vamos a hacer llegar las armas, ya no se van ustedes a molestar para ir a Asunción. ¡Que es lo que van a hacer ustedes si es que no tienen armas! ¡Pura emoción, pura voluntad!, pero sino tienen las armas, no valen la voluntad ni la decisión. Soy consciente de eso, y yo les prometo que esta semana van a tener... –

            - Acá el gobernador es el jefe de la campaña y les vamos a dar lo necesario, sea plata, papeles, lo que sea, para ganar-.

            El candidato a gobernador se sintió muy halagado con el título anticipado del presidente de su partido y sintió una rara sensación de alegría y preocupación al mismo tiempo.

            La responsabilidad era grande para manejarlo todo con tan amplios poderes, que acababa de otorgarle el presidente del partido; para más no sabía muy bien de qué se trataban las armas, si de dinero o armas de guerra, pero se inclinó por entender lo primero, que además era lo que más le convenía.

            La otra alternativa no le atraía en absoluto pero de ninguna manera iba a demostrar flaqueza ante una personalidad tan decidida como lo exhibió esa noche Blas N. Riquelme. De manera que optó por demostrar gestos de aceptación para cualquiera de las dos posibilidades.

            Apenas levantada la sesión, Carlos Aceval sintió sobre sus hombros de dirigente múltiple la responsabilidad de controlar el lenguaje de la comunicación social. Se acercó a los corresponsales de los dos diarios para tratar de convencerlos de no publicar lo que acababan de escuchar.

            Meditó un momento sobre la actitud que debía adoptar. Advirtió a otros sobre la presencia de los reporteros, como buscando solidaridad con lo que pensaba hacer para evitar que se difundiera todo lo expresado en esa reunión.

            Finalmente se auto convocó para oficiar de vocero ad hoc. Lo hizo de la mejor forma que pudo, sin ningún tipo de agresiones:

            - "Pe publicá kóa ha pe je jukáta" (publican esto y serán hombres muertos)-, fue la amable advertencia a los periodistas.

            No hubo insinuaciones de venalidad, ni intento de secuestrar las grabadoras u otras reacciones violentas contra la prensa. Todo ocurrió amablemente, sin alteraciones.

            Los reporteros se intercambiaron una mirada y abandonaron el local. Don César García Gavilán, pese a ser el candidato al cargo más importante, el de gobernador, no merecía la atención apropiada. No estaba muy seguro de si debía acercarse a don Blas a pedir más detalles del operativo. Se acercó algunos pasos, pero el presidente de su partido miró mucho más lejos de donde él estaba y siguió hablando con quienes le rodeaban.

            Evidentemente para don Blas era más importante Franco Coco, presidente del consejo de seccionales de la zona y hasta le pareció escuchar que con él ya estaba hablando de dinero.

            Don César García no tenía mucho que lamentar. Después de todo, él es un argañista y no forma parte de la claque.

 

            - ¿Hola?, ¿Juan Carlos?-

            - Hola, sí...-

            - ¿Ya leíste Ultima Hora...?-

            - No, todavía. ¿Qué pasa Efraín...?

            - Don Blas jeyma (otra vez don Blas). Se fue a Tobatí a meter la pata.

            Del otro lado del tubo, el candidato presidencial llama a su secretario para que le alcance el periódico de la tarde.

            - Todavía no llegó, señor.-

            - ¿Qué fue lo que dijo, Efraín?

            - Y se fue a decir allá, para más delante de los periodistas, que vamos a hacer trampa, que vamos a repartir plata para tomar por asalto las elecciones...-

            - Pero qué bárbaro...qué bárbaro. Este señor, yo ya no sé si realmente está con nosotros o está contra nosotros. No es la primera vez que nos juega a matar, que nos escupe el asado.

            - Se publicó grande en tapa luego, y no sabemos lo que van a sacar mañana los otros. Tenemos que ver cómo contrarrestar, porque seguramente te van a caer con las preguntas, van a querer saber qué pensás de todo eso...

            - Claro, claro, tenés razón. Vamos a estudiar, vamos a ver qué hacemos. Gracias por todo, hasta luego Efraín-

            El secretario de prensa de la campaña electoral y hombre de confianza del candidato colgó y se puso a releer el periódico.-

            - ¡Vamos a tomar por asalto ndaje!

            Antes de retirarse, los reporteros alcanzaron a ver que Carlos Aceval se acercó al presidente de la seccional a comentarle algo en el oído.

            - Esos tipos estuvieron grabando todo. Son los corresponsales. Ya les dije que si publican les vamos a liquidar.-

            - Tranquilo Carlitos, tranquilo. Está todo fríamente calculado. Vos to creés que al general Oviedo le va a preocupar que esto se sepa y mucho menos a Donblá-.

            Con estas palabras, el presidente de la seccional, don Nasario Rojas, tranquilizó a uno de los hombres fuertes de la zona. Se sentía seguro de lo que decía porque cuando se retiró para atender una llamada telefónica al inicio de la reunión fue justamente para recibir la del general Lino César Oviedo, quien deseó éxitos a los participantes de la reunión.

            Don Blas también conversó con el jefe militar a través del teléfono.

            Y fueron las congratulaciones lo que transmitió a los presentes y que don Blas después lo utilizó para decir que -en este asunto tenemos el apoyo del que les llamó hace un rato para desearles éxitos-.

            El corresponsal de ABC tardó un poco en comprender por qué no sé concretó la amenaza de Carlos Aceval, dada la gravedad de las expresiones del presidente de la Junta. Un día se cruzaron en una calle de Caacupé y ambos se miraron, inclusive fue correspondido con un saludo. No pasó nada, no le recriminó absolutamente nada, pese a ser uno de los dueños de la verdad en la comarca y dueño de tres importantes cargos: uno partidario, otro en la función pública y un tercero en la instancia municipal.

           

            La idea de la trampa no es nueva. El general Alfredo Stroessner utilizó esa técnica, con éxito, durante 34 años y en la actualidad no existe ser humano que le pueda enviar a la cárcel por ello. Ni a él ni a nadie de los que han participado en aquellos simulacros de elecciones, cuyos resultados se sabían de antemano.         

            Todo lo contrario. Aquellos que idearon, organizaron, montaron y ejecutaron el fraude electoral stronista volvieron a tener activa participación en las últimas elecciones generales.

            El propio general Andrés Rodríguez, presidente de la República surgido del golpe militar del 3 de febrero de 1989 y luego proclamado presidente constitucional en mayo del mismo año, reconoció que su elección se produjo en "comicios libres pero no tan limpios".

            Juan Esteche Fanego, miembro prácticamente eterno de la Comisión Electoral de la Junta de Gobierno del Partido Colorado durante el stronismo, y luego presidente de la Junta Electoral Central, en vez de pasar a retiro con la apertura política, fue uno de los hombres claves de la campaña electoral de Wasmosy.

            La Comisión Electoral de la Junta de Gobierno era el corazón del fraude electoral stronista. En ella operaban Pedro Hugo Peña, (senador) Juan Esteche Fanego, Alejandro Cáceres Almada (prófugo de la justicia), el capitán Sosa y otros que manejaron toda la farsa electoral de la dictadura.

            Blas N. Riquelme es, antes que un hombre de partido, un amigo personal y hasta si se quiere un socio del presidente de la República, el general de ejército y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación y presidente honorario del Partido Colorado, don Andrés Rodríguez. No puede decirse que don Blas reúna todos los requisitos para considerarse líder del coloradismo. Su perfil es más bien el de dirigente que se mantuvo distanciado de la suerte del partido durante la dictadura y que aparece con fuerza en la transición con todo el poder del dinero que acumuló durante el stronismo.

            No obstante, don Blas tiene el don de reflejar con meridiana claridad el pensamiento colorado con respecto al poder, y su discurso en Tobatí, desde ese punto de vista, fue de antología.

            Don Blas sabe, porque lo leyó alguna vez, que "hay tres formas de llegar al poder: La fuerza, la herencia y el sufragio". No está en condiciones de atribuir a nadie esto, pero de que lo leyó está muy seguro.

            Para el pensamiento de Riquelme y otros que están en el poder y no sienten la más mínima tentación de abandonarlo, el poder es un fin y no un medio, es sinónimo de mando.

            Ni a él ni a los demás miembros del poder político y militar se les ha cruzado por la mente que "el poder es el desenvolvimiento de las instituciones, dentro del marco de la legalidad constitucional, con el fin de preservar los derechos de las personas y para que puedan acceder a una vida digna".

            Para don Blas y sus amigos, el poder no tiene límites, porque quienes se encuentran en el poder están facultados a mandar a los demás, a imponerse, si es necesario por medio de la fuerza. Para eso se cuenta no solamente con el respaldo de la ley y de amigos en el Poder Judicial, sino también y fundamentalmente con la lealtad insobornable de las Fuerzas Armadas.

            En su discurso de Tobatí, don Blas reflejó muy inteligentemente esa forma de pensar del colorado promedio. Las elecciones fueron encaradas como una guerra de todos contra el partido y el partido contra todos.

            En las elecciones, como en la guerra, todo vale. Solo es cuestión de contar con las armas que él se encargará de hacerlos llegar para que no estén necesitando. La invitación a los dirigentes de base del departamento de la Cordillera de ir a la guerra, contrariamente a lo que se podría esperar, no produjo sorpresas. Más bien respondieron con una sonrisa cómplice, hasta si se quiere con satisfacción, como diciendo: "a mi oficio me llamaron".

            Por eso Riquelme se ríe cuando piensa que algunos de sus correligionarios inmersos en esta empresa se hacen los chuchis (exquisitos) cuando se llama a las cosas por su nombre.

            - Quieren ganar y no se animan a tomar al toro por las astas. Quieren ganar a la oposición con debates, reportajes y otras yerbas. ¡Macanadas!

            - Ña trampeamíta mante lo mitá (vamos a tener que hacer fraude)- es un grito de guerra. Es la instrucción cívica, política, electoral y moral más clara que un director de la ANR puede dar a la dirigencia de base del coloradismo.

            Estos dirigentes de las seccionales tienen suficiente sentido común como para entender la instrucción. La directiva consiste en hacer fraude, cuidando las formas, porque para la lógica colorada del poder, fraude es sinónimo de poder.

            Don Blas tuvo ese privilegio de poder sintetizar, interpretar y aplicar eso que alguna vez leyó en algún texto de política, de que al poder se puede llegar por la fuerza, la herencia o el sufragio.

            El 9 de mayo ocurrió tal como lo dijo don Blas en Tobatí y exactamente como él lo leyó en el libro cuyo autor no recuerda. El Partido Colorado se hizo una vez más del poder, un poco por la fuerza del fraude, otro poco por imperio del sufragio y otro tercer poco por esa herencia del continuismo que tiene la costumbre de hacer ganar al caballo del comisario.

           

            Las declaraciones de Blas N. Riquelme en la reunión de Tobatí fueron un escándalo para todos menos para él mismo y para sus más importantes correligionarios, incluido el fiscal general del Estado, Luis Escobar Faella, quien encontró muy inspiradas las palabras del presidente de su partido.

            "Las expresiones del Sr. Riquelme pueden estar encuadradas dentro de un plano metafórico, más aún si se expresó en guaraní, que permite ciertos giros idiomáticos que no son precisamente en un sentido serio", sentenció el fiscal.

            La prensa capitalina dedicó varios días al tema de don Blas. Daba la impresión que ningún medio de comunicación consideró chistosa la expresión del presidente del Partido Colorado, y por el destaque que se le dio, la impresión era que la prensa estaba impulsando una rectificación ruidosa como para que la próxima vez Riquelme piense antes de hablar, o tratando de descubrir el pensamiento íntimo de los estrategas de la campaña de Wasmosy-Seifart.

            Lejos de arrepentirse o de eludir a la prensa para no hablar nunca más del tema, Riquelme fue abordado al día siguiente por el reportero de NOTICIAS.

            - ¿Sostiene usted lo que dijo en la reunión de Tobatí?- le preguntó el reportero.

            El mismo esperaba conocer un rostro nuevo del presidente de la poderosa Asociación Nacional Republicana, la de un hombre compungido, hundido por el error, abatido por la crítica y humillado por la metida de pata.

            Don Blas le miró a los ojos. No tuvo la menor duda de responder.

            - Sostengo todo lo que he dicho-.

            Para entonces ya estaba enterado de las opiniones recogidas por la prensa del candidato presidencial, que no le resultaron muy solidarias. Podría inclusive interpretarse que parte de sus respuestas al periodista eran para quienes recogerían los frutos de su trabajo, los candidatos y uno de ellos en especial.

            - Yo respondo por lo que he dicho-.

            ¿Y no necesita que nadie apoye sus expresiones, verdad?, se sintió tentado a comentar el reportero, pero decidió guardarse para sí la observación cuando se dio cuenta que eso iba para Wasmosy, quien manifestó su desacuerdo con lo expresado por Riquelme.

            Para su amigo y socio Eugenio Sanabria Cantero, las expresiones del presidente del partido "fueron una broma que el periodismo exageró en demasía y que solamente cabía interpretarlo como una chanza que se formula cuando se está en familia".

            Pero Atilio R. Fernández, jefe de la campaña electoral, trató seguramente de suavizar la campaña periodística y lo asumió como un "error político", que Riquelme lo entendió y lo comprendió mejor por tratarse de la persona que está dando la cara por el partido (6).

            Los periodistas, siempre en la intención de buscar reacciones espectaculares de una declaración también espectacular, recurrieron al coordinador de los observadores de la OEA para las elecciones.

            Rubén Perina, argentino con residencia en los Estados Unidos, quien ya en otras ocasiones había recibido el nombramiento de coordinar la observación electoral de la OEA. Consultado por la prensa sobre lo dicho por Riquelme, prefirió restarle importancia.

            - ¿Por qué?- poco menos que le gritaron los periodistas.

            - Porque existen pocas probabilidades para la implementación de las trampas de las que habla el titular de los colorados-, respondió con mucha confianza el funcionario internacional.

            Luego agregó algo que para los periodistas sonaba familiar. - El señor Riquelme habría hecho tales declaraciones en forma de broma.-

            Pero la parte espesa del asunto la tuvo que afrontar el Presidente de la República, también amigo y socio de Riquelme, cuando al día siguiente debió enfrentarse al embajador norteamericano, Jon Glassman, no porque el diplomático esté siempre husmeando y buscando precisiones sobre la realización de elecciones libres y limpias, sino porque ese día tenía que recibirlo juntamente con el almirante Theodore C. Lockard, uno de los principales responsables de la operación UNITAS en Paraguay.

            El general Andrés Rodríguez entendió enseguida que la intención del embajador norteamericano era saber qué pensaba de las expresiones de Riquelme en Tobatí y sobre todo de su ratificación, porque para la sección Política de la Embajada no estaba muy claro el tema desde el comienzo.

            - Las elecciones serán limpias, honestas y transparentes-, tuvo que reiterar una vez más el presidente Rodríguez al persistente embajador norteamericano para hacer más creíbles sus afirmaciones anteriores de que no compartía las polémicas expresiones de Riquelme.

            Pero todo fue en vano porque dos días después, el domingo 28 de marzo, en un acto realizado en San Estanislao, don Blas reiteró sus palabras, aunque esta vez bastante suavizadas.

            - Parece que los periodistas no entienden el guaraní, por eso traducen todo al revés. El Partido Colorado ganará las elecciones por asalto, pero en una guerra democrática, no como quieren hacer creer los periódicos-, dijo con una mezcla de enojo y burla.

            El grito de guerra de don Blas es otra de las cosas que conmocionó a la opinión pública, indignó a la oposición y escandalizó a algunos diplomáticos.

            El candidato presidencial del Partido Liberal Radical Auténtico, Domingo Laíno, opinó que "las afirmaciones de Blas N. Riquelme deberían motivar la intervención automática del fiscal general del Estado y de las autoridades de la Justicia Electoral porque constituyen la confesión de un delito electoral".

            "La postura de Riquelme debe llamar la atención de los observadores Internacionales ya que no es la afirmación de una persona común, sino del presidente del partido en función de gobierno. El hecho de predicar el delito está penado por la Constitución Nacional y debe ser tomado con seriedad".

            El lunes 29 de marzo se publica; que "Encuentro accionará judicialmente. A raíz de las polémicas declaraciones en Tobatí".

            El informe de Marcos Velázquez, enviado especial de Noticias El Diario a Misiones, señala que "El candidato a la presidencia de la República por el Encuentro Nacional, Guillermo Caballero Vargas anunció ayer que su movimiento iniciará acciones legales contra Blas N. Riquelme, presidente de la ANR, por las polémicas declaraciones que este último hizo en Tobatí, donde dijo que su partido trampearía y asaltaría las elecciones del 9 de mayo próximo".

            Agregó que "estaban estudiando las posibles acciones jurídicas contra Riquelme por sus expresiones, a las que calificó como una clara incitación al delito y a la violación de las normas constitucionales".

            Sin embargo, la institución folclórica paraguaya del opa rei (impunidad) se encargó de tirarlo al olvido... aunque la advertencia de don Blas se haya cumplido al pie de la letra.



CAPITULO VIII

 

EL PLAN "CACHORRO" Y LOS DEMÁS PLANES

 

MISTERIOSA DESAPARICION DE COMPUTADORAS

Y LA PRESENCIA DE MILITARES EN LA JEC


            - Malditos opositores, contreras...-

            El presidente de la Junta Electoral Central, Dr. José Luis Ibarra Llano, gruñó y golpeó el escritorio sobre el cual estaba leyendo.

            Se levantó para dar curso a su explosivo temperamento.

            Esa fue la reacción cuando su secretario le informó haber escuchado una conversación reservada entre Joaquín Casal, representante del Partido Liberal Radical Auténtico; Ramón Ferreira, funcionario del Departamento de Inscripciones, que también representa al mismo partido, y Darío Villalba, técnico en informática contratado por el PLRA.

            Los tres opositores estaban intercambiando datos.

            Uno de ellos habló de irregularidades, otro fue más categórico al afirmar que sabe del enojo de un miembro colorado de la Junta que inclusive está dispuesto a pedir una auditoría, mientras que el tercero ya comenzó a hablar de fraude.

            El secretario de Ibarra Llano no pudo escuchar en detalles, pero captó lo suficiente como para entender y sobre todo para transmitir que algo se estaba tramando. Decidió anotarse un porotito con el jefe y corrió a contárselo personalmente.

            Era una de las tantas reuniones que mantenían los mencionados opositores en una de las salas del comprimido local de la Junta Electoral Central. Siempre que lo hacen desconectan el teléfono, echan llave a la puerta y tratan de no hablar delante de extraños, o por lo menos de quienes nada tienen que ver con el tema que los reúne.

            Esa rara forma de actuar estaba llamando la atención de algunos funcionarios y uno de ellos decidió sacar provecho de esta valiosa información.

            Ibarra Llano hizo llamar al Lic. Adolfo Grau, el técnico en informática de mayor nivel y mayor confianza política del staff colorado en la institución. Quería compartir con él la información que acababan de pasarle.

            - Hay que anular a Villalba- fue la sugerencia de uno de los consultados.

            - Esta es una guerra informática y en ese equipo el único que entiende a fondo el tema es él. No debemos permitir bajo ningún concepto su ingreso-.

            Efectivamente, Villalba nunca más pudo reincorporarse oficialmente a la Junta Electoral Central, a pesar de haber sido uno de sus principales funcionarios durante las elecciones municipales de 1991, y a pesar del respaldo del PLRA, que lo propuso como su asesor en la materia.

            En fecha 27 de febrero del corriente año (1992), el directorio del PLRA designó al Lic. Darío Villalba, en virtud de lo dispuesto por el Código Electoral, como funcionario del Departamento de Inscripción y Registro, pero la JEC nunca lo incorporó, por motivos netamente políticos.

            "Villalba es analista de sistemas para el centro de procesamiento de datos, cargo que ya había desempeñado en las elecciones municipales. La JEC, al no incorporarlo, impide el control de la oposición en el procesamiento de datos y confección de padrones electorales", dice la nota de Joaquín Casal Irún y Hermes Uliambre Frutos, dirigida al presidente del PLRA en mayo de 1992.

            Ya eran numerosos y cada vez más sospechosos los indicios de que el Partido Colorado, el Gobierno y las Fuerzas Armadas idearon alguna acción conjunta y que la estaban comenzando a ejecutar.

            Los representantes de la oposición en la Junta Electoral Central tuvieron ese presentimiento, pero no supieron despertar el interés de los dirigentes de sus partidos o estos no le dieron la importancia debida a la situación.

            Todos estaban muy ocupados en sus propias internas.

            En esa misma nota, los dos mencionados miembros de la JEC ya advirtieron que el Departamento de Identificaciones de la Policía de la Capital y el Partido Colorado disponen de un sistema de computación idéntico al de la JEC.

            "Es decir, la compatibilidad y el cruzamiento de datos resultan inmejorables para la obtención de datos necesarios en trabajos electorales", comentaron en la nota, tratando de llamar la atención sobre la posibilidad de un fraude informático.

            No querían arriesgar nada, pero evidentemente estaban denunciando la sospecha de que todos los afiliados colorados pueden quedar inscriptos automáticamente, sin necesidad de conseguir libreta de nacimiento y cédula de identidad a cada uno, porque de eso luego se encargarán la Policía y el partido.

            Tal como lo hicieron efectivamente.

 

            - ¿Te gustaría publicar los detalles de la denuncia sobre las irregularidades que ocurren en la JEC?

            - ¿De qué se trata?-.

            - Irregularidades, chamigo, irregularidades. Hay de todo. Lo que publicaron la vez pasada no es ni siquiera la cuarta parte de todo lo que está pasando-.

            - ¿Están confirmadas o solamente son una de tus famosas sospechas?-, trata de asegurarse el periodista.

            - Súper comprobadas, te puede servir para primera plana inclusive, pero si no te interesa llamo a la competencia.-

            - Voy para allá...-

           

            Joaquín Casal invitó de esa forma a una entrevista al periodista que cubre las informaciones de la JEC.

            En la reunión estaba acompañado de Darío Villalba.

            - Nosotros pensamos que existe una trilogía entre la Junta Electoral Central, el Partido Colorado y el Departamento de Identificaciones de la Policía de la Capital. Inclusive existe una participación de las Fuerzas Armadas, porque hay funcionarios del Estado Mayor (de las FF.AA.) trabajando aquí-.

            Darío Villalba fue nombrado por el directorio del PLRA en carácter de contralor del Centro de Cómputos de la JEC. El Poder Ejecutivo tuvo en sus manos el pedido de designación de Villalba desde el 18 de febrero de 1992 como miembro del Departamento de Inscripción y Registro de la JEC y hasta el mes de julio, en que se produjo el escándalo de las computadoras y otras irregularidades, no fue nombrado.

            No hubo nombramiento. Ni siquiera a raíz de la denuncia formulada por el PLRA a la OEA ni ante la Justicia Electoral.

            En realidad, la resistencia a su nombramiento fue de los representantes y técnicos de la ANR en la Junta Electoral. Ante las presiones, la Junta resolvió incorporarlo, pero su ingreso físico al plantel debería haberse producido recién cuando se tuviese el decreto de nombramiento. Este decreto nunca salió.

            Realmente el PLRA no luchó en forma para la incorporación de su técnico de manera a ejercer un control eficiente a nivel informático. Los colorados ganaron con suma facilidad esta batalla y hasta hoy en la dirigencia del PLRA no se tiene conciencia de la gravedad de aquella derrota.

            En la reunión con el periodista, ambos representantes del PLRA informan sobre el sospechoso traslado de 15 computadoras de la Junta Electoral Central con destino desconocido, presumiblemente al local de la Junta de Gobierno del Partido Colorado.

            Ignacio Martínez, periodista especializado en cuestiones electorales, escuchó, pero como no confió totalmente en el relato de sus interlocutores, decidió hacer sus propias averiguaciones.

 

            - Compañero Julián Gaona, ¿puedo pedirte un favor muy especial?-

            - Desde luego, siempre que esté a mi alcance-.

            - Resulta que hoy es mi cumpleaños... -

            - Entonces, muchas felicidades compañero, ¿dónde farreamos?

            - Muchas gracias, pero justamente quería pedirte si podías cubrirme esta noche porque voy a tener gente en casa, van a venir unos parientes y tengo que estar con ellos... -

            - Sin ningún problema, chamigo. Solamente tenés que decirme que tengo que hacer y listo.-

            De esa forma, Juan Manuel Santander, jefe de seguridad de la Junta Electoral Central, encontró un voluntario que lo reemplazara en el día de su cumpleaños.

            - Como es habitual, tenés que anotar todas las novedades por hora y minutos, con los nombres correctos y detalles de lo ocurrido. Nada más. Del resto yo me encargo después-.

            Santander tuvo una fiesta divertida esa noche. Estuvieron parientes y amigos, inclusive algunos funcionarios de la Junta Electoral, con quienes él se lleva mejor.

            Era la víspera de San Juan y las comidas típicas de San Juan Ara (Día de San Juan) no podían faltar en una fiesta de cumpleaños. Eh realidad, el cumpleaños de Santander es el 24, pero como es tradicional festejar el San Juan en la víspera, él también acostumbra hacerlo de la misma forma.

            No sospechó en absoluto que en su ausencia se produciría un hecho que le acarrearía problemas. Estaba muy feliz con su fiesta que no tenía ganas de pensar siquiera en el trabajo.

            El informe interno de la JEC, elaborado diariamente por la jefatura de seguridad para consumo del titular de la institución, del martes 23 y miércoles 24 de junio de 1992, tenía una novedad de bulto.

            Para Julián Gaona, que lo consignó como responsable de la seguridad de esos días, no tenía nada especial. El hizo todo lo que se le había indicado hacer y la verdad que el informe estaba impecable. Sin embargo, nadie nunca le dijo que había cosas que no debían ser consignadas en el informe ...al menos con la inocencia con que lo hizo, desde el punto de vista político, lógico está.

            El tercer turno, de 19:00 a 07:00 de la mañana, tiene el siguiente informe:

            "TERCER TURNO: De 19.00 a 7.00 Horas - 24-06-92.

            19.15 Horas -- Sale el Dr. R. Zarza.

            19.20 -- señor Presidente de la Junta Electoral Central.

            19.45 -- Lic. O. López.

            19.50 -- Dr. M. Vargas.

            21.00 -- Recorrida de observación en el interior del edificio, sin novedad. Dentro del patio se encontró estacionados los vehículos de la institución con chapa No. 8131, 8183 y 7574.

            23.00 -- Recorrida de observación general, sin novedad.

            06.30 -- Entrega del servicio de guardia al funcionario J. Gaona, si otra novedad, quedando en la Oficina de Seguridad, una linterna de cinco elementos.

 

            MARTES 23-06-92-- NOVEDADES REGISTRADAS EN EL PUESTO DE CONTROL - 2° PISO:

            11.17 Horas -- Se saca del Área de Computación, por autorización del Lic. A. (Adolfo) Grau, 15 terminales de computadoras, siendo trasladados por personas ex funcionarios del Estado Mayor General, y transportados hasta la empresa I.B.M., para su mantenimiento.

            Así mismo se atendió cinco pedidos de certificados de inscripción en el Registro Cívico Nacional, y dos pedidos de reclamos que hace relación a cambio de número de cédula de identidad. Todos fueron pasados a la Sección correspondiente a cargo de las funcionarias Emilce López y Sra. Emilce de Carou, quienes realizaron el procesamiento administrativo y expedición como corresponden.

            Sin otra novedad.

            Juan Manuel Santander

            Jefe de Seguridad".

 

            La firma del informe corresponde a Julián Gaona y no a Juan Manuel Santander.

            En vista de que la firma no era evidentemente de Santander y parecía corresponder a Gaona, el representante liberal en la JEC, Joaquín Casal, pidió aclaración por escrito a Santander.

            "La firma que está estampada al pie de la nota pertenece al funcionario Julián Gaona", escribió Santander en la copia del informe de novedades y le colocó la firma. Al hacerlo, el jefe de seguridad tuvo la sensación de estar devolviendo la gauchada a su colega y amigo que le cubrió la guardia el día de su cumpleaños, porque era evidente que los opositores estaban dudando de la eficacia de su compañero, algo por el cual estaba dispuesto a ofrecer garantía y hasta a poner la mano en el fuego.

            Con este documento en la mano, los opositores, que estaban comenzando a sospechar de la existencia de un plan de fraude, decidieron enviar una nota a la IBM recabando informes sobre las computadoras en cuestión.

            "Solicito se me certifique si se han recibido en el Departamento Técnico o en alguna otra dependencia de esa firma 15 (quince) terminales tipo 3476 para mantenimiento...", dice la nota de Casal a la IBM.

            El gerente general de la firma, Sr. Galo Egüez, no pareció sorprenderse del pedido del miembro de la Junta Electoral Central.

            - Verifíqueme si tenemos en el Departamento Técnico 15 terminales del tipo 3476 perteneciente a la Junta Electoral Central-, ordena el ejecutivo frente a los visitantes.

            Minutos más tarde el Sr. Galo Egüez estaba firmando la nota de respuesta al pedido del miembro de la Junta Electoral Central.

            "De acuerdo a vuestro pedido personal y a la solicitud de fecha 25 de junio de 1992, manifestamos por medio de la presente que entre los días 23 y 24 de junio del corriente, no se han recibido en nuestro Departamento Técnico 15 (quince) terminales tipo 3476, propiedad de vuestro Centro de Cómputos, para su atención técnica y/o mantenimiento".

            Con estos datos se estaba prácticamente confirmando la sospecha de que las 15 computadoras de la JEC fueron a parar a la Junta de Gobierno del Partido Colorado.

            Las informaciones con que contaban a esa altura los opositores eran suficientes como para hacer una denuncia a la opinión pública.

            Así lo decidieron y además enviaron una nota de denuncia al coordinador de observadores internacionales de la OEA, Rubén Perina, quien en esos días llegó al país en misión de observación previa.

            En la nota a la OEA, el PLRA manifiesta la existencia de una coordinación entre el personal del Estado Mayor General de las FF.AA., del Partido Colorado y del Departamento de Identificaciones de la Policía.

            El mundo de la Informática es todavía reducido en Paraguay y los técnicos y profesionales de primera en el ramo son también pocos. En esta profesión, más que en cualquiera, nada pasa desapercibido, los pocos profesionales de primera del mercado conocen todas las novedades y para ellos no hay secreto en la materia.

            Es por eso que para los informáticos fue toda una sorpresa que finalmente la firma PS Line se haya hecho cargo del supuesto trabajo de mantenimiento de las terminales de la Junta Electoral Central, muchos días después de que estallara el escándalo y después de que la IBM certificara que tales computadoras no fueron a parar a su Departamento Técnico, tal como lo informó el reporter de la JEC.

            Naturalmente la duda que queda flotando hasta hoy es por qué el informe diario de la jefatura de seguridad de la JEC dice que las terminales fueron llevadas a IBM cuando que el propio gerente de esta firma certificó que dichas máquinas no fueron a su taller.

            Además, el 27 de junio de 1992 se publicó en ABC la siguiente información: "Hay contradicciones entre el titular de la JEC e IBM. El Dr. Luis Ibarra Llano, titular de la Junta Electoral Central, expresó que las 15 terminales de computadoras están en el IBM para que reciban el mantenimiento preventivo".

            Si el presidente de la JEC tenía la absoluta seguridad de que las computadoras fueron enviadas a IBM, simplemente hubiese exhibido el recibo de las terminales que cualquier firma entrega al interesado que deja el equipo a su cuidado.

            Ninguno de estos interrogantes inquietó a las autoridades, ni a la Contraloría General de la Nación, ni a la justicia ordinaria, ni a los partidos y movimientos de la oposición.

            Al hecho se le dio el tratamiento de una simple picardía más a que nos tienen acostumbrados los colorados en materia de elecciones.

            Para la Contraloría Financiera el argumento de que las computadoras fueron enviadas a PS Line, que es subsidiaria de IBM, resultó razonable y dio por terminada la cuestión.

            Por su parte, los opositores que siguieron este tema con vehemencia decidieron dejar en manos de la justicia ordinaria, a la cual recurrieron con todos los elementos de la denuncia.

            El embajador norteamericano Jon Glassmann se vio obligado a intervenir. Las computadoras fueron donadas a la Junta Electoral Central por la Agencia Internacional para el Desarrollo y constantemente la vinculación norteamericana con el caso fue mencionada por la prensa.

            El diplomático se expresó en términos que son propios de su investidura.

            Dijo y no dijo.

            Refiriéndose a la misteriosa desaparición de las 15 computadoras donadas por la AID a la JEC remitió una carta al presidente del organismo electoral, Dr. Luis Ibarra Llano, y en ella expresó entre otras cosas:

            Que el resultado de las averiguaciones preliminares que ellos tienen "no delatan, por ahora, irregularidades", pero manifestó que "es obvio que sería muy perjudicial poner en duda la credibilidad del manejo de la información electoral".

            A continuación hizo la siguiente sugerencia: "El establecimiento de un nuevo mecanismo de control mutuamente aceptable a los miembros de la JEC, sistema tal que pueda asegurar la total participación y apoyo para todas las actividades de la Junta. Un acuerdo sobre este punto por seguro podría evitar futuras disconformidades y crearía una base para un diálogo sobre necesidades futuras de asistencia técnica de parte de países y organismos internacionales".

            En el lenguaje diplomático se interpreta esta clase de expresión como un llamado al orden y una advertencia, porque en otras palabras está diciendo que si bien la embajada no tiene atribuciones ni competencia para inmiscuirse en el asunto, hace saber al responsable que está realizando sus averiguaciones y que aún cuando conociere la existencia de irregularidad no lo divulgaría para no perjudicar la credibilidad del sistema electoral. Además avisa al responsable que si no mejora su mecanismo de control, de manera que el mismo sea aceptable para el oficialismo y la oposición, no habrá asistencia en el futuro.

 

            ¿QUE HACIAN AL RESPECTO LAS DEMAS ORGANIZACIONES POLITICAS?

 

            El Partido Colorado estaba enfrascado en una salvaje interna con miras a las elecciones para elegir candidatos. No tenía tiempo para ocuparse de esas cosas y si lo tuviera tampoco tendría interés en acompañar un proceso de ventilación del operativo montado para permitir su triunfo.

            El Encuentro Nacional, la segunda fuerza de la oposición, se limitó a la formulación de declaraciones de prensa de sus principales figuras y buscó frenar el ímpetu hacia lo irregular con un comunicado a la opinión pública.

            Con este documento, el Encuentro Nacional prácticamente abandonó su postura de constituir un grupo político en contra del fraude cuya condición sine qua non es la participación del Partido Colorado en dicha comisión.

            "Lo más resaltante de esta situación no es la desaparición en sí de las quince terminales, sino que la Junta Electoral Central, la Policía de Identificaciones y el Comando en Jefe de las FF.AA. poseen equipos similares, compatibles y se puede colegir lo siguiente: Vía telecomunicaciones, modem de por medio y más software de base especial se pueden preparar y ejecutar programas y aplicaciones compatibles y entrecruzando datos de todas las instituciones mencionadas".

            Agrega el documento que de esa forma se puede "preparar directamente las inscripciones sin necesidad de llegar al ciudadano".

            Finalmente, en el mes de noviembre de 1992, la OEA informó que pudo constatar algunas irregularidades en el proceso preelectoral paraguayo. Joao Baena Soares, secretario general de la OEA, envió un informe a la cancillería señalando tales anormalidades. De esa forma se hizo eco de las denuncias del Partido Liberal Radical Auténtico sobre varios casos. El informe habla de los siguientes casos:

            1. El comisario general Francisco Ramírez, jefe del Departamento de Identificaciones de la Policía, había mostrado los formularios que entregaron a la ANR, "los que en efecto tienen una marca que los distingue de los que se entregan al PLRA o a ciudadanos que los solicitan independientemente".

            El fondo de esta cuestión es que mediante el acuerdo existente (naturalmente no escrito) entre la Junta de Gobierno del Partido Colorado, el Departamento de Identificaciones de la Policía de la Capital y la Junta Electoral Central, la ANR consigue que la Policía provea la cédula de identidad (documento para votar) en forma gratuita o en el mejor de los casos a crédito otorgado en favor del Partido Colorado.

            Los observadores de la OEA, en cambio, constataron que "el PLRA realizó el pago correspondiente para las cédulas de sus afiliados al retirar los formularios que estos deben llenar y no al momento de recibir el documento, como lo hace la ANR (Partido Colorado)".

            2. Además, los observadores que estuvieron aquí denunciaron que en una observación de campo realizada en Luque y Limpio "comprobaron que en la primera localidad el equipo móvil policial de cedulación se hallaba instalado en el local partidario de la ANR (Partido Colorado). En Limpio denunciaron que los equipos móviles no llegaban al lugar desde hace tiempo".

            Debemos consignar que la localidad de Limpio se encuentra a solamente 20 kilómetros de la ciudad de Asunción, capital del país.

            3. Asimismo, el equipo de observación de la OEA "comprobó que algunos jueces de paz cobraban la expedición de partidas de nacimiento y la inscripción de personas indocumentadas, como también por el certificado de matrimonio, que violó un decreto ley que estableció la gratuidad".

            Si los lectores no fuesen precavidos podrían llegar a pensar que estamos frente a simples actos de rapiña, de funcionarios corruptos que estafan a los incautos para alzarse con un poco de dinero.

            Sin embargo, de lo que se trata es de una de las mil formas en que el Estado participa en el mecanismo de exclusión ciudadana, ya que la noticia del cobro de algo que resulta gratuito ahuyenta a los demás y eso solamente perjudica a la oposición, porque los otros saben que se los buscará para ejercer el derecho al voto.

            4. La OEA, no obstante, dijo que no pudo probar las denuncias del ex funcionario de la Junta Electoral Central, Adolfo Falcón, porque "a pesar de la similitud de los equipos de las mencionadas instituciones, no existe ningún tipo de coordinación electrónica".

            Como siempre ocurre en estos casos, la aparición de otros asuntos sepulta a los anteriores y de esa forma se produce el final sin que en realidad termine. Es otro episodio de nuestro folclórico opa rei, la versión vernácula de la impunidad.

            Contrariamente a la creencia generalizada de la gente de que existe un odio entre civiles y militares, y viceversa, con este caso se pudo comprobar que los militares pueden integrarse plenamente a la vida civil.

            Hay ciertas cuestiones que se manejan con prejuicio en las relaciones cívico-militares, pero en el caso de la presencia de militares en la Junta Electoral Central, metidos en el corazón mismo de las informaciones confidenciales de la institución, no produjo ninguna guerra civil ni mucho menos. Casi nadie tuvo prejuicios ni hubo alarmas.

            Solamente algunas denuncias, quejas y ciertos enojos.

            La verdad es que el personal del Estado Mayor realizó una pasantía por la JEC. Aprendieron el manejo de las máquinas y casualmente unos meses después la Junta de Gobierno del Partido Colorado e Identificaciones de la Policía adquieren las mismas, máquinas.

            El grupo de personas del Estado Mayor de las FF.AA. que trabajó en la JEC fue dirigido por el capitán Antonio Caballero y estuvo integrado por el capitán Oscar Velázquez, el teniente Ángel Morán y los empleados militares Benigno Delgado y Pedro Ortiz.

            Con excepción del capitán Velázquez, que continuó en la JEC, los demás pasaron a trabajar en el Centro de Cómputos de la Junta de Gobierno de la ANR, cobrando sus respectivos sueldos en el Estado Mayor.

            El complot era perfecto.

            Con este sistema, el Partido Colorado no solamente se aseguraba la inscripción automática de todos sus afiliados, sino que se aseguraba el conocimiento exacto de todos los ciudadanos no colorados como para implementar posteriormente un sistema de exclusión de los adversarios o de anulación de sus derechos al sufragio.

            La presencia de ex funcionarios de la Junta Electoral Central y de las Fuerzas Armadas en el Centro de Cómputos de la Junta de Gobierno del Partido Colorado no es ningún invento.

            Jorge Acosta, jefe del Centro de Cómputos de la ANR, reveló la información.

            Ante una consulta periodística mencionó a "los licenciados Benigno Delgado y Morán, que trabajaron en el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y la Junta Electoral Central, quienes actualmente están en el Centro de Cómputos del partido oficialista".

            "Aclaró que los mismos fueron contratados temporalmente por el tribunal electoral provisional (TEP) de la ANR para operar las nuevas máquinas adquiridas, porque se cambió totalmente el sistema informático obsoleto del Partido Colorado".

            "El jefe de computación del partido oficialista, asimismo, reveló que varios ex funcionarios de la JEC y otros que aún estarían prestando servicios en esta institución, actualmente están contratados por el Centro de Cómputos colorado a cargo del TEP".

            Por su parte, Albino Moreno Guppy, miembro de la JEC, "confirmo ayer que el capitán Oscar Velázquez (militar en servicio activo) estuvo contratado por la central electoral "como cualquier otro profesional".

            Al día siguiente de la publicación de la denuncia sobre la desaparición de las quince terminales, el periodista visitó nuevamente a los opositores de la Junta Electoral Central.

            Se volvió a reunir con Casal, Villalba, Ramón Ferreira y Hermes Uliambre, todos ellos del PLRA, quienes insistieron en la desaparición de las 15 terminales de computadoras y en la extraña coincidencia de que personal militar que estuvo en la Junta Electoral Central haya pasado a trabajar en la Junta de Gobierno del Partido Colorado.

            - ¿Pero cómo pueden demostrar ustedes de que aquí había militares trabajando en cuestiones electorales?-, preguntó el periodista para motivar más a su fuente informativa.

            Joaquín Casal hurgó entre sus papeles y sacó una fotocopia.

            Era la fotocopia de la planilla de sueldos del mes de diciembre de 1992 de la Junta Electoral Central donde tenía marcados los nombres de los militares y empleados del Estado Mayor.

            En la planilla figura el capitán Antonio Caballero, sin su grado militar, con un sueldo mensual de 2.434.600 guaraníes. Figura también el capitán Oscar Velázquez (tampoco con su grado militar) con un sueldo de 1.012.000 guaraníes; el teniente Ángel Morán con un sueldo de 813.600 guaraníes.

            Luego aparecen varios otros nombres marcados y que según Casal y los demás representantes del PLRA son funcionarios militares.

            El periodista convocado por los liberales se llevó una copia y de ahí se trasladó hasta el despacho del presidente de la JEC, Dr. Luis Ibarra Llano, quien se negó a atenderlo.

            Finalmente, Ibarra Llano decidió contestar la consulta periodística.

 

            - "Efectivamente, un tal Velázquez trabaja en el Centro de Cómputos, pero hay que tener en cuenta que si hoy Velázquez está trabajando con el Partido Colorado es por su capacidad profesional y con ello la JEC no tiene nada que ver".

            Por su parte, el informático Adolfo Grau se vio obligado a declarar también a la prensa que él no conocía que Velázquez era militar.

            - No sabría responder si Oscar Velázquez era militar. Pues lo conocí como estudiante, luego como profesional, y él nunca me ha mencionado que fuese militar-.

            Aclaró que Velázquez es su asistente "y ejecutor y contralor de mis instrucciones, y quien me informaba de la marcha de los trabajos en las diferentes etapas y con quien coordinaba y elaboraba los planes a ser ejecutados".

            Pero el presidente de la JEC, Ibarra Llano, estaba decidido a que este problema no saliera tan barato a los opositores.

            - Vamos a ponerlos en vereda.-

            Fue la orden que dio en otra reunión que mantuvo con su equipo para armar la estrategia de defensa.

            - Por de pronto vamos a suspender a este traidor, para que quede como una lección a todos aquellos que quieren congraciarse con nuestros enemigos-.

            - No se trata de ninguna traición. Es una trampa que le tendieron para documentarse y poder atacarnos mejor...-, terció uno en defensa del jefe de la seguridad.

            - Es una traición, yo no concibo que alguien de nosotros no tenga sentido común para saber qué nos favorece y qué nos perjudica-, expresó con vehemencia el titular de la JEC.

            Efectivamente, Juan Manuel Santander, jefe de seguridad de la Junta Electoral Central, fue suspendido en represalia por el informe proporcionado con respecto a la salida de las 15 computadoras con destino desconocido.

            Demás está decir que a partir de entonces los opositores nunca más recibieron los informes de la jefatura de seguridad de la JEC, ni siquiera ante la insistencia de los interesados.

            La medida disciplinaria, sin embargo, no afectó a Julián Gaona, el funcionario de seguridad que reemplazó a Santander ese día y que firmó el informe sobre la salida de las 15 terminales.

           

            - Necesito todos los detalles, la más amplia información que puedan darme al respecto-.

            El Dr. Gabriel Núñez Carballo, asesor jurídico del PLRA, hizo este pedido a los representantes de su partido ante la Junta Electoral, en cumplimiento de las instrucciones que recibió del directorio del PLRA.

            La denuncia fue presentada enseguida, el 1 de julio de 1992, ante el Tribunal Electoral de la Capital.

            El escrito cuenta toda la historia relacionada con el tema y agrega que el propio miembro colorado de la Junta Electoral Central, Dr. Albino Moreno Guppy, reconoció la existencia y participación directa de oficiales del Ejército (dos capitanes y funcionarios del Estado Mayor) en el manejo de las computadoras.

            Reconoció asimismo que los nombrados militares percibían sueldos de la JEC estando en servicio activo.

            La prensa trató de adelantarse a los acontecimientos y pidió la opinión del fiscal electoral, Dr. Miguel Ángel Aranda, quien como es de rigor en estos casos, tenía aprendida de memoria la respuesta.

 

            - De comprobarse que las denuncias presentadas por las supuestas irregularidades en la Junta Electoral Central constituyen delitos electorales, los responsables serán pasibles de penas establecidas en el Código Electoral-.

            El fiscal agregó en declaración a la prensa que -la fiscalía tiene atribuciones para investigar los delitos electorales y hay penas establecidas que varían de acuerdo con el tipo de delitos-.

            En tanto, el directorio del PLRA estaba sesionando luego de un largo paréntesis. El tema predominante era el asesinato del Dr. Miguel Wenceslao Meza, donde estaba implicado un militante de la juventud partidaria y la expectativa se centraba en la actitud que asumiría el tesorero del partido, Dr. Atilio Martínez Casado, empleador del citado militante juvenil.

            Los líderes radicales auténticos de sus respectivos movimientos internos estaban muy ocupados y preocupados por la forma en que se podría sacar provecho de esta embarazosa situación y no dieron suficiente importancia a la grave denuncia de la presencia de militares en la Junta Electoral Central y a la desaparición misteriosa de las computadoras.

            Nadie se percató de la denuncia efectuada entonces al directorio por el diputado Luis Alberto Wagner sobre la injerencia militar en las cuestiones electorales y la propuesta de enjuiciar a los jefes castrenses implicados en el caso de la desaparición de las computadoras de la Junta Electoral Central.

            El tema fue abordado de la misma forma en que se trataron todos los demás asuntos relacionados con los fraudes preelectorales. Las elecciones estaban demasiado lejos como para que hubiese alguien que se pudiera preocupar en detalles de ellas.

            El "Operativo Cachorro" estaba en marcha y a los ideólogos de la trilogía Gobierno-Partido Colorado-Fuerzas Armadas le estaba saliendo muchísimo más barato de lo que se imaginaban.

            Dentro de sus cálculos estaba la posibilidad cierta de tener que enfrentar las reacciones de la oposición, las embestidas de la prensa y la desconfianza de la opinión pública, y aún así estaban dispuestos a seguir adelante con el plan y su presupuesto de carga negativa.

            No estaba tampoco en sus cálculos que la buena suerte les acompañaría.

            Estaban decididos y preparados para enfrentar cualquiera de los mencionados obstáculos, pero no fue necesario hacer demasiado esfuerzo, porque justo cuando el caso se estaba comenzando a agravar surgió un nuevo capítulo que distrajo totalmente la atención de la opinión pública y de las autoridades respectivas hacia otras cosas.

            El Tribunal Electoral de la Capital, con la nueva Constitución Nacional en la mano, entendió que la Junta Electoral Central debía abstenerse de cualquier acto para tomar decisiones, salvo aquellas autorizadas por el Tribunal Electoral.

            Se arma un nuevo lío y en pocos días ya nadie recuerda el caso anterior.

            Con la resolución N° 2/92 de fecha 13 de julio, el Tribunal Electoral de la Capital ordenó a los miembros de la Junta Electoral Central a "suspender todo acto de disposición, contrato, cumplimiento de contrato previo o gestión con terceros en representación del organismo, de cualquier índole que fuere, salvo aquellos que sean autorizados en cada caso por el Tribunal Electoral".

            De acuerdo con la resolución, los miembros de la JEC "tienen el deber de continuar normalmente las actividades de inscripción, registro, informes, depuración de padrones y de trámite usual, como las previstas en el artículo 93 del Código Electoral".

            La resolución obliga a los miembros de la JEC a "denunciar y poner a disposición inmediata del tribunal --bajo inventario-- todos los bienes de la índole que fuere, adquiridos por la JEC y que se hallen en su poder, tales como vehículos, computadoras, máquinas de escribir, de calcular, muebles u otros".

            Por otro lado, ordenó al Departamento de Inscripción y Registro proseguir sus funciones previstas en el artículo 95 del Código Electoral, que es recibir, elaborar, depurar y formar el Registro Cívico Permanente.

            La autoridad electoral libró oficios al Ministerio del Interior, de Hacienda y al Banco Central para que colaboren con el cumplimiento de lo resuelto y dispongan las medidas de procedimientos legales para la transferencia de las cuentas y fondos de la JEC al Tribunal Electoral de la Capital.

            Como es fácil imaginar, este episodio abrió un nuevo frente de polémica en materia electoral. El tema que se venía discutiendo quedó totalmente atrás.

            Al día siguiente, el Tribunal Electoral sometió a consideración de la Corte Suprema de Justicia la resolución N° 2/92 para conocer la pertinencia o impertinencia legítima o ilegítima de la disposición considerando que la misma está amenazada por la actitud rebelde de algunos de los miembros de la Junta Electoral Central.

            Se puso en marcha otra veta. Los medios de comunicación se llenaron de informaciones, opiniones, críticas y análisis sobre el particular.

            El presidente de la República, general Andrés Rodríguez, convocó a los jueces electorales y al fiscal para considerar el caso.

            Tanto la Junta Electoral Central como la Junta de Gobierno del Partido Colorado decidieron recurrir a la Corte planteando la inconstitucionalidad de la medida del Tribunal y consiguieron que efectivamente la Corte suspendiera la resolución N° 2/92.

            La Corte entendió que no es órgano consultivo ni hace declaraciones generales y considera que cuando los jueces, de la competencia que fuere, dictan resoluciones proceden en la creencia de que están ajustadas a derecho.

            Finalmente, el 19 de agosto de 1992, por acuerdo y sentencia N° 228, hizo lugar a la acción de inconstitucionalidad presentada por la Junta Electoral Central a través del abogado Dr. Alejandro Encina Marín.

            Sostuvo que el Tribunal Electoral de la Capital dictó una resolución equivocada e indicó que dicho organismo judicial interpretó mal la nueva Constitución Nacional porque soslayó o ignoró las disposiciones transitorias de la nueva Carta Magna. Como preopinante del fallo de la Corte actuó el Dr. Jerónimo Irala Burgos.

            Demás está decir que este acontecimiento dio nuevas energías a la Junta Electoral Central, o más específicamente al Partido Colorado y sus elementos empotrados en la Junta Electoral, a proseguir la tarea iniciada.

            Los miembros colorados de la institución celebraron la derrota del tribunal que pretendió "quitar poderes" a la JEC. Los opositores se limitaron a manifestar que el fallo fue más bien político que jurídico porque es injusta la integración actual de la JEC, donde existen 6 representantes colorados y solamente 3 de la oposición.

            La verdad es que, con este fallo, el "Plan Cachorro" recibió un nuevo tubo de oxígeno, justo en momentos en que se encontraba gravemente enfermo.

 

 

            PERO, ¿EN QUE CONSISTE REALMENTE EL "PLAN CACHORRO"?

 

            El "Operativo Cachorro" es la primera fase de un proyecto de fraude electoral que consiste en lo siguiente:

            a) Adecuar o estandarizar los equipos centrales de computadoras de la Junta Electoral Central, la Junta de Gobierno del Partido Colorado, el Departamento de Identificaciones de la Policía de la Capital y el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Nación.

            Esta es la razón por la cual los opositores de la JEC advirtieron en su denuncia que las demás instituciones mencionadas, casual y sospechosamente, adquirieron equipos de computación similares a los de la JEC, que cuenta con una AS 400.

            b) Realizar el cruzamiento de datos de todas las instituciones mencionadas con el fin de conocer la situación exacta de cada uno de los colorados afiliados en materia de documentación para cumplir con el derecho al voto.           

            c) El cruzamiento de datos permite asimismo al Partido Colorado conocer exactamente la situación de los no colorados en materia de` documentación y datos personales.

            d) Con este cuadro armado, el Partido Colorado tiene en sus manos toda la información necesaria como para solucionar todos los problemas que puedan tener sus afiliados y simpatizantes, además de complicar la situación a sus adversarios. Puede ubicar a cada uno de los suyos por nombre, dirección, compañía, barrio, localidad, documentos, etc.

            Ya veremos más adelante cómo intervienen las otras instituciones afectadas a la organización electoral.

            En ese orden se inscriben las denuncias sobre problemas para la obtención de partidas de nacimiento, la discriminación de la Policía pare expedir cédulas de identidad, inclusive la lista de personas en edad de votar que salieron del país y que al no figurar en el padrón de la ANR, y además se hallan inscriptos, son presumiblemente potenciales votos para la oposición.

            e) Puede conocer cuántos afiliados faltan por inscribir, cuántos necesitan cédulas de identidad para inscribirse, cuántos son menores de 18 años (próximos a votar) y quiénes se encuentran bajo bandera (soldados).

            f) Para cualquiera que se encuentre en competencia, estas informaciones son más que valiosas y su uso exclusivo por parte de uno de los contendientes constituye, además de una clara discriminación, un arma que puede resultar mortífera para el adversario.

            9) El "Plan Cachorro", en consecuencia, no es una simple picardía colorada de hacer correr unas computadoras de un lugar a otro y meter a escondidas unos cuantos empleados militares en los lugares claves de la JEC.

            h) Se trata nada menos que de la base, del cimiento del fraude electoral cometido el 9 de mayo de 1993. Su complemento es otro plan que capitaliza los datos del anterior y se denomina "Plan Cachito", del cual hablaremos más adelante.

            Al "Plan Cachorro" no se le ha dado mucha importancia, ni la justicia electoral, ni la ordinaria, ni los políticos, ni la opinión pública, ni mucho menos la OEA, a través de sus observadores.



EL "PLAN CACHITO"


            - Diablos, esto echa nuevamente por tierra la estrategia que estuvimos montando. Así no se puede trabajar.

            - ¡Cómo piensan levantar el piso del candidato con esta clase de metidas de pata!- entró gritando a la oficina del jefe de la campaña electoral del Partido Colorado, Dr. Atilio R. Fernández, el experto brasileño en marketing político, Fabio Campana.

            El asesor internacional sintió una bronca al escuchar por radio Ñandutí las declaraciones de Blas N. Riquelme en Tobatí. Su estrategia estaba basada en ofrecer la imagen de un hombre no conflictivo, capaz de olvidar las ofensas y con posibilidades reales de ganar en una competencia justa a sus adversarios.

            Campana trató de entender la explicación de Atilio R. Fernández, pero a pesar del esfuerzo, la charla no le sirvió de nada.

            El porcentaje de Juan Carlos Wasmosy en las encuestas seguía siendo bajo y tanto el jefe de la campaña electoral como el asesor internacional eran objeto de presiones y explosiones de nerviosismo del entorno.

            Fueron consultados varios expertos en marketing político y todos coincidieron en señalar que técnicamente era casi imposible levantar ese porcentaje por encima de sus rivales en el poco tiempo que faltaba para las elecciones generales.

            Aquello ocurrió en marzo y las elecciones estaban marcadas para el 9 de mayo.

            Realmente el cuadro que ofrecían las encuestas era deprimente para las posibilidades del Ing. Wasmosy. Ni siquiera figuraba segundo. Siempre estaba en el tercer lugar y cuando las encuestas incluían aun a Argaña, estaba más bajo todavía.

            Había momentos en que tanto Atilio como Campana estaban verdaderamente desesperados y daban la impresión de que se sentían derrotados de antemano.

            La Junta de Gobierno realizó algunas sesiones reservadas donde necesariamente se hablaba del bajo perfil del candidato y la preocupante posición de los adversarios. En una de ellas, inclusive, los responsables recibieron una seria reprimenda y se vieron obligados a admitir públicamente que fueron llamados al orden y que debían dinamizar más el proselitismo.

            Carlos Podestá trató de suavizar el tono del reproche y dijo a la prensa:

            - Algunos correligionarios piensan que nosotros también debemos salir a la calle con nuestras banderas y que debemos pegar calcomanías a los vehículos-.

            Pero había un detalle curioso que estaba pasando desapercibido.

            No circulaba mucho dinero en esta campaña electoral.

            Mucho menos que en la campaña de la interna partidaria. Daba la impresión de que a un grupo decisivo de personas no importaba el bajo perfil del candidato. Se tenía la sensación de que algunos ya sabían cuál sería el resultado y que, por ende, no valía la pena gastar demasiado.

            No obstante, algunos miembros del entorno empresario- político-militar se preocuparon de verdad. Sobre todo, el entorno empresarial de Wasmosy no podía entender cómo permanecer impasible frente a los datos apabullantes de las encuestas.

            Así se tramaron los rumores sobre supuestos golpes y autogolpes y sobre la prórroga de las elecciones, versiones que el presidente general Andrés Rodríguez se cansó de desmentir, pero la prensa y la opinión pública no creían del todo en las palabras del Presidente.

            Finalmente, un grupo de 22 parlamentarios colorados, con Gustavo Díaz de Vivar, ex presidente del Congreso, a la cabeza presentaron una solicitud a la justicia para suspender las elecciones del 9 de mayo. La misma fue rechazada y la medida fue aplaudida por la prensa, los demás políticos y la opinión pública, sin mirar el trasfondo del planteamiento.

            Resultado de esa incertidumbre y la necesidad de ganar los comicios, debido a los múltiples compromisos contraídos, es la concepción del "Plan Cachito". Además, ya se contaba con la infraestructura informática del "Plan Cachorro" y la experiencia del "Plan Centauro" durante las elecciones de convencionales constituyentes (del cual hablaremos más adelante) como para no aprovechar y continuar el proceso.

            La idea del "Plan Cachito" era relativamente sencilla. Organizar un cerebro paralelo a la Junta Electoral Central que no opere en la Junta de Gobierno, anular la efectividad del cómputo paralelo de "SAKA" y realizar un cachito de fraude en todos los frentes.

            El cerebro paralelo se instaló en el local del Centro de Economistas Colorados, bajo la dirección de Juan Esteche Fanego. Naturalmente, cuando el juez llegó al lugar para realizar una inspección en base a una denuncia presentada por la oposición, no encontró absolutamente nada, excepto un grupo de personas trabajando para el Partido Colorado, lo cual era totalmente legítimo.

            Sin embargo, el cerebro paralelo recibía las informaciones de los resultados parciales mucho antes que la Junta Electoral Central y hasta llegó a ofrecer datos a la JEC, que esta las hacía publicar como si fueran suyos en vista del atraso de esta institución para dar a conocer los resultados.

            Este cómputo paralelo del Partido Colorado alimentaba de información al instante a las principales autoridades nacionales, policiales, militares, políticas y a ciertos empresarios el día de las elecciones.

            Bajo el título de "JEC propaló información de la ANR. Partido Colorado tenía banco de datos", Noticias publicó el 13 de marzo que "una oficina montada por el oficial Partido Colorado para monitorear los votos emitidos durante las elecciones suministró informaciones a la Junta Electoral Central (JEC) para que ese organismo, ante la lentitud del cómputo, adelantara los resultados conocidos hasta ahora, según informó el propio presidente de la Comisión Electoral de la ANR, Juan Esteche Fanego". "La oficina, montada en el local del Centro de Economistas Colorados, maneja certificados de mesa con resultados de los cómputos y remitía informes tanto a la ANR como a la misma JEC".

            "Esteche Fanego aseguró ayer que aún cuando la Junta Electoral Central no tuviera "nada que ver" con la oficina técnica, recibía informes para ajustar datos en su lento trabajo de cómputos".

            En cuanto al otro punto clave, la anulación del cómputo paralelo "SAKA" (Transparencia), la cuestión era relativamente sencilla.

            Nacida básicamente de una coordinación de Organizaciones No Gubernamentales no adictas precisamente a la candidatura de Wasmosy, era lógico que el oficialismo desconfiara de su trabajo y más aún cuando podía llegar a convertirse en la única instancia confiable para legitimar o deslegitimar una victoria.

            Pero la organización dependía casi exclusivamente de las telecomunicaciones para el éxito de su operativo. Las telecomunicaciones son administradas por el Estado, y como el Estado está emparentado con el partido, no resulta difícil conseguir que las telecomunicaciones tuviesen problemas en el momento preciso de recoger la información respecto al resultado de los comicios.

            El temor a "SAKA" era evidente de parte del oficialismo.

            Un fax salido de la oficina del Ing. Juan Carlos Wasmosy en fecha 7 de mayo, a las 2:34 de la tarde, advertía de lo siguiente:

            "De acuerdo a mis fuentes, se estaría gestando la repetición del Plan Panamá (se adjunta copia del libro Frederick Kempe, Noriega, toda la verdad...) consistente en:        

            1) Jimmy Carter anunció la victoria de la oposición basado en cómputos de la Iglesia Católica. Llamó a conferencia de prensa a corresponsales extranjeros y refirió los resultados que "desnudaban" el fraude. 

            2) Para reafirmar este "triunfo de la oposición" se inició una caravana en todos los lugares del país, simultáneamente al final de la elección, de manera a respaldar las palabras de Carter y otros observadores, forzando un resultado basado en cómputos paralelos.

            Creo que valdría la pena considerar estas cosas".

            Desde luego que el tema fue considerado al más alto nivel y, el día de las elecciones, los mandos de la Administración Nacional de Telecomunicaciones fueron compartidos por su titular, coronel Eduardo Kishi (un militar formado en la sombra del ex coronel Gustavo Stroessner) y otro militar de "alto voltaje" que se instaló a su lado en la hora clave de las votaciones, precisamente para resistir las eventuales presiones del ex presidente norteamericano Jimmy Carter, quien encabezó la delegación de observadores de los Estados Unidos.

            El ex presidente norteamericano fue informado de inmediato de las dificultades que inesperadamente sobrevinieron, pasado el mediodía, en el sistema de comunicación de SAKA. La organización de cómputos paralelos contaba también con una importante financiación de origen norteamericano y naturalmente Carter no podía permanecer impasible ante semejante situación.

            Esteban Caballero, nombrado vocero de SAKA por el grupo de ONG's, acompañó a Carter al barrio Las Carmelitas, donde reside el presidente Rodríguez.

            La entrevista con el Presidente fue amena pero muy extensa. Presentada la queja sobre el problema de comunicación de SAKA, el Presidente de la República ordenó a su secretario privado, Luis Boettner, que le comunicara con el coronel Kishi.

            La búsqueda del presidente de la ANTELCO duró más de lo que un Presidente de la República tendría que esperar para ponerse en contacto con un colaborador. Finalmente Rodríguez pudo hablar con el titular del ente y prometió a sus visitantes que el problema estaba solucionado.

            Sin embargo, llegada la hora del escrutinio, los teléfonos y celulares de SAKA continuaban con serios desperfectos. No servían absolutamente para los fines de la organización.

            El ex presidente Carter se puso en contacto con el presidente de la ANTELCO, el coronel Kishi, y este lo tranquilizó con la promesa de una pronta solución. Carter abandonó el local del hotel Guaraní, donde funcionó SAKA, evidentemente molesto.

            El microclima oficialista empezó a sentir pánico a partir de la media mañana del domingo 9 de mayo cuando extraoficialmente se sabía a través de la "boca de urna" de la Red Privada de Comunicación que Laíno encabezaba la encuesta.

            Además, extraoficialmente también, se sabía que en la encuesta de radio Ñandutí hubo momentos en que Laíno iba adelante y por momentos daba la sensación de que cualquiera de los tres podría ser ganador.

            Las dos grandes encuestas de "boca de urna" terminaron a las 17:00 con resultados diferentes. La Red Privada de Comunicación dio la victoria a Laíno y la Cadena Nacional Electoral (Canal 9-ABC-Ñanduti) dio la victoria a Wasmosy.

            Los teléfonos de SAKA fueron cortados, por las dudas, para evitar el "Plan Panamá", y recién fueron reconectados cuando el cerebro del Centro de Economistas Colorados tuvo la certeza de que no se repetiría el "Plan Panamá" y de que el "Plan Cachito" había dado el resultado esperado.

            La tercera base del "Plan Cachito", que se suma al cerebro electoral del Centro de Economistas Colorados y a la anulación del Centro de Cómputos Paralelos independiente en caso de que el resultado fuese adverso, es la realización precisamente de un cachito de fraude en todos los frentes de manera que la suma de los factores parciales de como resultado un total abultado capaz de marcar la diferencia necesaria para el triunfo.

            ¿Cuáles fueron los fraudes pequeños del plan?

            a) FRAUDE INFORMATICO. MULTIPLICACION DEL NUMERO DE CÉDULA DE IDENTIDAD POLICIAL

            Si bien es cierto que técnicamente es admisible una cuota de equivocación humanamente comprensible en la carga de datos, no se puede ignorar la gran cantidad de casos llamativos.

            - ¿Junta Electoral Central?

            - Sí señor, ¿qué se le ofrece?

            - ¿Podría informarme dónde debo votar el próximo domingo?-

            - Su número de cédula, por favor, señor-

            - 853.223...

            - A veeeerrr... ¿Señor Florencio Pérez Ramírez?

            - No señor, yo soy...

            - ...el señor Augusto Arévalos.

            - No, ...González Falcón...

            - Aaah...señor Cándido González Falcón. Usted debe votar en la mesa 196 de la escuela Teniente Herrero Bueno.

            Al comienzo a nadie llamó la atención que el personal de la Junta Electoral Central pidiera el número de cédula al interesado y le adjudicara un nombre distinto al suyo.

            Recién cuando se repitió con demasiada frecuencia y la gente comenzó a comentar que al parecer había varias personas con el mismo número de cédula de identidad se sospechó de la existencia de algo raro en los padrones.

            Fue demasiado tarde.

            La Junta Electoral Central alegó sobrecarga de llamadas y no atendió más ninguna de las llamadas.

            Efectivamente, hubo una gran cantidad de personas, verdaderas o supuestas, que compartían el mismo número de cédula de identidad sin que una de ellas lo supiera.

            Se realizaron las investigaciones periodísticas y el Departamento de Identificaciones explicó que efectivamente podría haber algunos contados casos de ciudadanos con el mismo número, pero corresponden a números de la "administración anterior", de la época en que no se usaban computadoras.

            Sin embargo, en un monitoreo realizado sobre los padrones de Luque se encontró que son más los números elevados que se repiten que los números bajos. Es decir que aún después de la incorporación de las computadoras se produjeron los números múltiples.

            Es más, se ha comprobado que el Departamento de Identificaciones de la Policía de la Capital otorgó cédulas a ciudadanos que votaron con la numeración superior al que corresponde al cierre del período de inscripción.

            El 30 de octubre de 1992, fecha en que se cerró el período de inscripción, el Departamento de Identificaciones otorgó la cédula número 3.369.446. Sin embargo, en los padrones utilizados en las votaciones figuran ciudadanos con cédulas de identidad con números más altos al señalado.

            Además de todo eso, en las semanas previas a las elecciones, sospechosamente, se retenía más de la cuenta la entrega de cédulas de identidad a las personas que solicitaban duplicación o copia por razones de extravío.

            Los números de estas cédulas correspondientes a personas que no figuraban en los padrones colorados habrían sido utilizados en préstamo para el día de las elecciones.

            Esta constatación hace suponer que se fabricaron varias cédulas de identidad con el número prestado de otros ciudadanos para otorgar a otros con la única misión de votar. Y que se siguió inscribiendo a algunos ciudadanos después del cierre de las inscripciones.

            Un cachito de esta misma técnica en los padrones de cada localidad ya ofrece una suma interesante.

 

            b) DISPERSION DE NOMBRES Y OTROS RECURSOS

            El "Plan Cachorro" se encargó, tal como lo habíamos señalado, de adecuar el equipo informático de varias instituciones y de socializar entre ellas las informaciones que poseen.

            Este intercambio "democrático" de información permitió, inclusive, que contaran con los padrones de los partidos adversarios. De esa forma en el operativo "Cachito" se pudo trabajar tranquilamente en el cambio de sexo de un porcentaje determinado de adversarios, en el cambio de apellidos o de nombres, en la equivocación del número de cédula de identidad o en colocarlos en el nefasto grupo de "inubicables", o directamente eliminarlos del padrón, siempre en un porcentaje prudencial para no levantar la perdiz.

            En la fila que hemos formado para votar en el local de la Asociación de Funcionarios de Hacienda hemos presenciado el retiro de tres personas que dijeron haber sido informadas en la JEC que debían votar en ese local y en esa misma mesa.

            Les informaron, sin embargo, que no figuraban en el padrón de esa mesa. Nadie que haya permanecido en una cola durante dos horas está en condiciones de buscar de nuevo y mucho menos dirigirse al local de la Junta Electoral Central a reclamar.

            Si hubo quienes lo hicieron, fueron los menos, indudablemente.

            Pero el "Plan Cachito" no era exclusivamente terrorismo informático: Abarcaba todos los frentes,

 

            c) PICARDIAS OPERATIVAS

            Otro cachito de situaciones correspondía ejecutar a los bien adiestrados miembros de mesa, y algunas de estas situaciones fueron las siguientes:

            Compra de cédula de identidad.

            En realidad más que compra era el alquiler del documento a una persona que luego de constatar que el dueño de la cédula es un adversario declarado, y además necesitado de dinero, le ofrece hasta 50.000 guaraníes para retener la cédula hasta después del cierre de la votación.

 

            Operación calesita.

            Esta práctica consistía en instruir a una persona a llevar boletas no marcadas en el bolsillo. Debe recibir las boletas firmadas por las autoridades de mesa, encerrarse en el cuarto oscuro y ahí doblar las boletas no marcadas que llevaba en el bolsillo para luego depositarlas en las urnas en vez de las boletas firmadas.

            Estas deben ser llevadas al PC del partido de donde partió y entregar al patrocinador del operativo. A cambio recibe la paga correspondiente.

            La siguiente fase consiste en dar al posterior votante las boletas firmadas por las autoridades de mesa con las mismas instrucciones. La diferencia es que a partir del primero, todos los demás llevan boletas firmadas en el bolsillo, reciben las boletas, también firmadas, que le otorgan en la mesa, depositan uno de los dos grupos de boletas que poseen y traen a su vez las boletas firmadas al PC.

            Recibe su paga correspondiente y las boletas que trajo son entregadas al siguiente con las mismas instrucciones para que pueda seguir la calesita. De esa forma los patrocinadores se aseguran 100% de que sus clientes votaron por las listas de su partido.

 

            Derramamiento intencional de tinta indeleble.

            Sorpresivamente son numerosos los casos de derramamiento inexplicable de tinta indeleble en las mesas. Si no son los miembros colorados que tuvieron el "accidente" de volcar el frasco, son algunos correligionarios "torpes" que no saben meter y sacar el dedo sin derramar la tinta.

            Naturalmente, como no hay repuesto, estas mesas quedaban sin tinta indeleble. Esto ha hecho que no sea imposible votar más de una vez puesto que desapareció el único elemento con que se podía demostrar que alguien ya votó, simplemente revisando un dedo de la mano.

 

            d) OTROS CACHITOS

            Además de todos estos pequeños casos existieron otros que contribuyeron a que el total fuese considerable.

            Otro cachito de votos que se restó a la oposición se pudo concretar a través del cierre de frontera. El "Plan Cachorro" permitió tener la lista de todos los ciudadanos no colorados inscriptos y que salieron del país.

            Unos cuantos desaparecieron de los padrones y otros tantos fueron retenidos en las fronteras. Algo es algo.           

            La dispersión de las urnas pocos días antes de los comicios fue otro recurso utilizado. Más de 40 juntas electorales seccionales recurrieron a un amparo que el juez Oscar Rodríguez Kennedy les concedió gustoso (según las columnas informales de la prensa, a cambio de su permanencia en el puesto o de uno mucho mejor).

            De esa manera lograron llevar las urnas a las compañías horas antes de las elecciones y sin que los opositores tuviesen tiempo de organizar el cambio.

            Desde el momento que existe la posibilidad de fabricar cédulas de identidad, duplicando y multiplicando las numeraciones y además se cuenta con todo el aparato y la información del Estado, como por ejemplo la lista de soldados a punto de salir de baja, de las personas a punto de cumplir 18 años (edad mínima para tener derecho a votar) resulta fácil fabricar votantes a cambio de un poco de dinero.

            A todos estos cachitos deben sumarse las "picardías" que se realizaron durante el escrutinio, aprovechando la ausencia de la oposición en algunas mesas, ya sea por "llegadas tardías" u otros motivos, y en otros casos por el abandono de las mesas por algunos que no encontraron razón para continuar controlando a partir de las 17:00 (hora de cierre de votación) en que radio Ñandutí dio ganador a Wasmosy y simultáneamente Canal 9 "Cerro Corá" lo proclamaba nuevo Presidente de la República del Paraguay.

            Dieron soporte a este plan, además del "Cachorro", toda la estructura del aparato conformado por el partido, el Gobierno y las Fuerzas Armadas, además de la gauchada de la justicia ordinaria, a través de algunos jueces, y de la Policía a través de toda su red de comisarías seccionales.

            No eran extraños a este plan el uso masivo de los bienes y recursos del Estado, las presiones a los funcionarios públicos con casos concretos de expulsiones y traslados inaceptables, el cobro compulsivo de contribuciones a la campaña electoral y el "paseo electoral" que el comandante del Primer Cuerpo de Ejército, general de división Lino Oviedo realizara por todo el país para administrar la cuota de temor que todavía existe y el interés por conservar lo concreto.

 

            e) COPIAS DEL PADRON EN DISQUETES

            Tal vez el golpe más duro que haya recibido la oposición haya sido la negativa de la Junta Electoral Central a entregar una copia en disquetes de los padrones nacionales para poder realizar un control de todas las irregularidades.

            En el mes de julio de 1992, el PLRA solicitó a la Junta Electoral Central una copia en disquetes de los padrones. Sin embargo, la copia fue solamente en papel y la institución organizadora de las elecciones resistió muy bien el reclamo y las críticas recibidas al respecto.

            La JEC denegó el pedido de la copia en disquetes, pero por orden del Tribunal Electoral de la Capital se dispuso la entrega de dichos elementos. La JEC se limitó a entregar una copia en papel y no en disquetes, como era deseo de la dirigencia política opositora.



EL "PLAN CENTAURO"

 

            El "Plan Cachorro" y el "Plan Cachito" no son sino la continuación de otro plan concebido con anterioridad fuera del ámbito natural del partido político de Gobierno con el objetivo de garantizar la victoria del coloradismo en los comicios.

            El "Plan Centauro" nació en la esfera militar para "salvar al Partido Colorado" de una eventual derrota en las elecciones de convencionales en el año 1991.

            Como fue habitual en los cuatro años de la etapa de transición, el Partido Colorado, en la proximidad de las elecciones de convencionales del 1 de diciembre del año 1991, estaba soportando una dura lucha interna que le obligó a ocuparse poco de la campana electoral.

            Mientras los líderes de las corrientes partidarias discutían sus problemas y ante la evidencia de que el tiempo era cada vez más corto, se concibió el "Plan Centauro".

            La campaña electoral del coloradismo para este compromiso electoral duró apenas un mes de intensa propaganda con el recordado lema de "Trabajo en Primer lugar".

            Las Fuerzas Armadas, la familia presidencial y los amigos del entorno tenían justificados intereses creados como para arriesgar una derrota del Partido Colorado.

            La Convención Nacional Constituyente tenía en la agenda importantes asuntos que tratar, varios de ellos de vital importancia para el grupo antes mencionado.

            La reelección del general Andrés Rodríguez era uno de los temas capitales. A pesar de su constante desmentida, para todos estaba claro que, si Rodríguez quería, podría ser reelecto.

            Había otras varias cuestiones que mal enfocadas podían poner en peligro los intereses de la rosca. Para eso necesitaba contar con la mayoría suficiente a fin de asegurar la victoria en las votaciones de la Constituyente.

            Las rencillas internas no permitieron prácticamente a la dirigencia colorada a realizar campaña, a recorrer el país en busca de votos. Era necesario concebir un proyecto capaz de asegurar la victoria.

            "Trabajo en Primer Lugar" y el "Plan Centauro" le otorgaron en poco más de un mes el 51 % de los votos al Partido Colorado.

            "Trabajo en Primer Lugar" es aporte de la técnica brasileña de marketing político y el "Plan Centauro" es aporte del club de amigos del partido, entre quienes se encuentran militares, familiares del Presidente, empresarios, funcionarios y políticos.

            La clave del "Plan Centauro" consistió en desplazar, por razones de emergencia, a los dirigentes intermedios del partido y colocar en su reemplazo a militares en situación de retiro para actuar de coordinadores de movilización y transporte en toda la República.

            El espíritu de este operativo era poner en marcha el reflejo disciplinario del coloradismo y fundamentalmente la respuesta eficiente de los afiliados al mando verticalista de personas que responden a una estructura militar antes que a la de carácter político-partidario.

            Debido a la urgencia del caso fueron incorporados también comisarios de la Policía, que se encuentran, al igual que los militares, en situación de retiro. No había, en principio, suficiente voluntad como para incluir en el equipo a los policías, pero el tiempo no permitía especulación ni demora.

            Era necesario encarar el proyecto con lo que se tenía a mano. Y así se hizo.

            Según el memorándum reservado del "Plan de Movilización de Personal y Transporte", copia N° 8, ANR-Partido Colorado, Asunción, Mier. 13 Nov. 91-Políticoll, que obra en nuestro poder, el plan tenía como propósito: "Organizar el plan de movilización de la masa colorada, como asimismo el transporte a ser utilizado para el cumplimiento de la primera fase".

            Objetivo: "Facilitar la concurrencia de todos los correligionarios colorados a las urnas para garantizar la victoria".

            Disposición: "El comando colorado convocará a los afiliados a concurrir a seccionales correspondientes el día domingo 1 de diciembre de 1991, desde las 08:00 a 16:00 horas, para desplazarse hasta el lugar de votación y prever su regreso".

            El memorándum reservado va acompañado del Apéndice 1 referente al movimiento del personal y del Agregado 1 referente a la designación del personal y la lista completa de los militares y policías en situación de retiro, tanto de la capital como del interior del país.

            Finalmente se encuentran las instrucciones de movilización y transporte. En el anexo documental se reproduce una copia del "Plan Centauro".

            ¿No es demasiada la coincidencia de que justamente después de concretarse el triunfo del Partido Colorado en las elecciones generales -objetivo final de la lucha electoral del coloradismo en la transición- surgiera la idea de un Banco Militar, una Cooperativa y un Club Social, Deportivo, Cultural y Financiero en Viñas Cue?



CAPITULO IX

 

EL REVELADOR "CASO FALCON"

 

            - Voy á tener que buscar en serio trabajo. No puedo seguir de esta forma. Tengo una profesión de moda y ando tirado. No puede ser-.

            Adolfo Falcón tuvo noticias de que en la Junta Electoral Central pronto se necesitaría contratar a varios digitadores.

            Para asegurarse el empleo, recurrió en busca de referencia al Servicio de Reclutamiento y Movilización de las Fuerzas Armadas de la Nación, donde trabajó anteriormente en la Sección Computación.

            En noviembre del año 1990 fue contratado por la Junta Electoral Central para realizar trabajos de computación. La referencia y la recomendación obtenidas de la citada dependencia de las Fuerzas Armadas fueron fundamentales para su nombramiento, además de la calidad profesional del recurrente.

            Fue incuestionablemente bueno, uno de los mejores entre todos los digitadores contratados, según opinión de sus superiores y sus propios compañeros.

            Falcón trabajó durante algún tiempo en el montón. Jóvenes y señoritas contratados para carga de datos. No gozaba de ningún trato especial, de ningún privilegio. Era uno más pero uno de los mejores.

            Inclusive estuvo cierto tiempo sin trabajo.

            Un buen día fue llamado.

            - Falcón, el jefe necesita hablar contigo un momento- le informó uno de los tantos secretarios de la oficina.

            - Buenos días... con su permiso-- dijo al momento que abrió lentamente la puerta.

            - Adelante, pase adelante Falcón.-

            El hombre seguía trabajando pero dedicó un momento de atención a su invitado para enseñarle con un gesto cual de los asientos debía ocupar.

            - Tome asiento- dijo en medio de su tarea y siguió trabajando con un lápiz de papel en la mano y unas planillas enormes sobre el escritorio.

            El capitán Oscar Velázquez interrumpió, por fin su trabajo, y se dispuso a dedicar una parte de su tiempo a Adolfo Falcón.

            - Conocemos tu trabajo y estamos muy conformes contigo...-

            Falcón asintió con la cabeza y correspondió con un gesto en el rostro que denotaba orgullo, aunque no sabía cómo hacer para que no se le notara la ansiedad por saber de qué se trataba específicamente la entrevista.

            - ...pero ahora queremos pedirte un trabajo especial y delicado. Queremos que te encargues, juntamente con otras personas, de un asunto muy importante.

            - Con mucho gusto, lo que usted diga.-

            - Es un trabajo que solamente algunas personas pueden hacerlo, pero eso sí, vamos a necesitar absoluta reserva y oportunamente tendrás la retribución que esa confianza se merece.-

            Falcón recordó casi textualmente estas palabras aquel día que se dirigía a la casa de uno de los dirigentes de la oposición.

            Hacía tiempo que estaba sin trabajo, es más, sin dinero en el bolsillo y con la bronca de haber confiado en varias personas que le prometieron trabajo.

            En especial contra el capitán Velázquez y otros capos de la Junta Electoral Central, que a cambio de la reserva del trabajo, de la confianza y de la eficiencia con que hizo el "trabajo especial", le prometieron el oro y el moro.

            El solamente necesitaba trabajo seguro.

            No tenía otra pretensión. Hace bastante tiempo que le dicen que es bueno, que es competente, que es uno de los mejores, pero siempre la misma historia. "No tenemos más trabajo para usted".

            Estaba cansado de todo eso y cansado de ser utilizado.

            No soportó más y decidió acercarse a la oposición a denunciar lo que había ocurrido. No sabía muy bien cómo hacerlo, no podía prever lo que le esperaba ni tenía planeado nada en caso de que se metiera en un lío.

            Hubo días en que ya estaba a punto de hacer la denuncia, pero había algo que muy desde adentro le decía que no lo hiciera.

            - ¿Será miedo, o cobardía, o inseguridad?-

            Se hacía esa misma pregunta una y otra vez tratando de asegurarse de que estaba bien lo que tenía pensado hacer.

            - No sé qué será, pero tengo que hacerlo. Tengo que denunciar, esto ya es demasiado. No puede ser.-

            Varios de los influyentes colorados que rondan por la Junta Electoral Central se percataron de su buen nivel profesional y buscaron la forma de conservarlo en el puesto. Pero no encontraron otra manera que haciendo promesas de mejoras salariales y un mejor empleo.

            Eso nunca ocurrió y Adolfo Falcón terminó aumentando la economía informal del Paraguay, haciéndose vendedor en la vía pública.

            Ya se estaba dirigiendo a la oficina de la persona a quien tenía pensado    confiar lo ocurrido y la verdad es que aún no tenía definido si era conveniente y sensato hacerlo.     

            Dudó, se dio fuerza a sí mismo, volvió a dudar y finalmente se decidió.

            Estaba frente a la oficina del diputado Luis Guanes Gondra, del Partido Liberal Radical Auténtico, quien luego de escuchar todo el relato le recomendó hacer pública la denuncia, recurriendo previamente a una escribanía.

            El acta de declaración lleva fecha del 18 de mayo de 1992 ante la escribana María Marta Ruiz Díaz de Ayala.

            Adolfo Falcón Arévalos solicitó a la notaria tome nota de lo siguiente:

            "Que viene por este acto a formular denuncias de fraudes cometidos en el seno de la Junta Electoral Central, en el Departamento de Inscripciones y Registros de dicha Junta. Comienza diciendo que en el mes de noviembre de 1990, empieza a trabajar por primera vez en el Departamento de Inscripción y Registro de la Junta Electoral Central como digitador hasta el mes de abril de 1991; el 15 de julio comienza a trabajar por segunda vez en el mismo departamento como modificador".

            "A inicios del mes de agosto fue llamado por el Cap. Oscar Velázquez para darle un trabajo de emisión y recepción de talonarios y allí comienza el compareciente a conocerlo a dicho capitán".

            "El capitán le comentó que le había gustado el trabajo realizado por el compareciente y en ese mismo mes lo mandó llamar para comunicarle que le daría un trabajo muy importante, sin aclarar de qué se trataba, y lo dirigió a las ex oficinas del vicedirector".

            "En ese lugar se encontraban Arturo Bogado y Gerardo O'Higgins, presentándole un trabajo en hoja de oficio escrito a máquina, con unos datos (que luego comprobó eran de los afiliados de la ANR)".

            "Al segundo día fueron entregados listados donde se leía PADRON OFICIAL DE LA ANR ASOCIACION NACIONAL REPUBLICANA, y los números de cédulas de allí ellos cargaban a la computadora de la Junta Electoral Central".

            "Y comprueba que a mediados de agosto del año 1991 se inicia la CARGA DE NUMEROS DE CEDULAS DE IDENTIDAD DE LOS PADRONES DE LA ANR EN LAS COMPUTADORAS DE LA JUNTA ELECTORAL CENTRAL. Dicho trabajo fue realizado por Víctor Velázquez, Arturo Bogado, Gerardo O'Higgins, son FUNCIONARIOS PERMANENTES de la Junta Electoral Central; Carlos Franco y el compareciente, Adolfo Falcón, eran FUNCIONARIOS TRANSITORIOS, en esa época".

            (Los nombres de Arturo Bogado, Víctor Velázquez y Gerardo O'Higgins, es conveniente anotarlos para más adelante).

            "El trabajo lo realizaban por órdenes del capitán Velázquez y del Lic. Adolfo Grau Yegros, desempeñándose este como director del Departamento de Inscripciones y Registros de la JEC".

            "Prosigue diciendo el compareciente que el presidente de la JEC, José Luis Ibarra Llano, estaba en conocimiento de lo acontecido y era él quien traía los padrones de la ANR para la carga de los números de cédulas de identidad en las computadoras de la JEC. El trabajo duró aproximadamente una semana; se inició un día domingo a las diez y siete horas hasta las diez y nueve horas; el resto de la semana, de lunes a viernes, iniciaron en un horario de ocho de la mañana a trece horas, y luego el compareciente se incorporaba a su rutina de trabajo".

            "Aclara el compareciente no haber recibido salario extra alguno por dichos trabajos. El trabajo se realizó en la ex oficina del vicedirector, donde había una persona encargada de distribuir los listados del trabajo y esa persona era Víctor Velázquez. La puerta de acceso a la oficina donde se realizaba el trabajo se mantenía bajo llave evitando cualquier control que se pudiera realizar por parte de personas no autorizadas por el Cap. Velázquez y el Lic. Adolfo Grau Yegros, y tenían libre acceso a dicho lugar solamente estas personas y las que realizaban el trabajo a favor de la ANR".

            "El programa del sistema aparecía en el menú de carga y el nombre del programa del sistema se denominaba CACHORRO, la biblioteca se llamaba CARCEDU".

            "Cuando el compareciente pregunta en qué consistía dicho trabajo, el Lic. Adolfo Grau le respondió que el compareciente debía callarse y no decir a nadie sobre el trabajo que estaba realizando, pero no llegó a responder la inquietud del señor Adolfo Falcón, además le prometió a cambio de su silencio un trabajo importante en el Banco Central o en PARESA".

            "El Sr. Adolfo Falcón Arévalos declara que no había hecha la denuncia con anterioridad por temor a represalias por parte de quienes dieron las órdenes de realizar los trabajos a favor de la ANR y que después de haber pensado mucho para hacer la denuncia decidió hacerla ante escribano bajo fe de juramento, dejando expresa constancia de que no ha sido presionado por persona o grupo alguno y que sus declaraciones se ajustan estrictamente a la verdad".(1) El documento completo se publica en el anexo documental.

            El 17 de julio de 1992, Adolfo Falcón, ex funcionario de la JEC, se ratificó ante el Tribunal Electoral de haber participado en la carga del padrón de la ANR en los padrones de la Junta Electoral Central.

            Falcón declaró a la prensa que en el Servicio de Reclutamiento y Movilización aprendió el manejo de las computadoras y que cuando se enteró de la existencia de vacancias en la Junta Electoral Central presentó su curriculum y después fue llamado.

            Reiteró todos los datos otorgados ante escribano y finalmente comentó al periódico que lo entrevistó que ahora se dedica a la venta de periódicos y que hace 15 días aproximadamente un civil le sigue todos los días durante su recorrido en la venta de diarios.(2)

            De acuerdo con la denuncia de Falcón, el responsable de esta operación era el propio presidente de la Junta Electoral Central, Dr. Ibarra Llano, porque él mismo se encargaba de llevar los padrones de la ANR al local de la Junta Electoral para cargarlos en las computadoras de esa institución.

            Los trabajos estuvieron a cargo del capitán Oscar Velázquez (militar en servicio activo), quien formaba parte de un grupo de civiles y militares del Centro de Cómputos del Estado Mayor, y el licenciado Adolfo Grau Yegros, director del Departamento de Inscripción y Registro.

            Algunos de ellos concurrieron a citación judicial, otros encontraron pretextos para no concurrir. Lo cierto es que con el "Caso Falcón" la historia judicial se anota otro capítulo de nuestro folclórico opa reí, nombre vernáculo de la impunidad.

            Hay un dato curioso en la declaración notarial de Adolfo Falcón y se refiere a los nombres que pedimos se tomara nota para más adelante.

            Arturo Bogado, Víctor Velázquez y Gerardo O'Higgins son mencionados por Falcón en el acta notarial como "funcionarios permanentes de la Junta Electoral Central", en el momento en que se produjo la carga de padrones oficiales de la ANR en la computadora del citado organismo electoral, es decir en el mes de agosto del año 1992.

            Estos tres funcionarios de la Junta Electoral Central son los mismos que estuvieron involucrados en la supuesta adulteración de padrones, electorales de la localidad de Pirayú, departamento de Paraguarí, conocido por su amplia publicidad como "Caso Pirayú".

            Las elecciones municipales en la localidad de Pirayú tuvieron que suspenderse debido a graves defectos en la confección de los padrones. Pocos días antes de los comicios, el representante del PLRA ante la Junta Electoral Central solicitó la suspensión "por graves irregularidades en los padrones y en la Junta Electoral Seccional local".

            Denunció la "adulteración de 700 nombres del padrón electoral, eliminación hecha por funcionarios de la JEC de nombres de familias enteras del registro de computadora, cambio de miembros de la JES por parte de la JEC e inclusión de nuevos miembros, sin haber realizado sumario administrativo ni renunciado los miembros titulares, incluyendo a miembros suplentes de la JES, nombrando a personas o candidatos que tienen relación con la pugna electoral en localidades donde también habrá elecciones".

            Las elecciones fueron suspendidas y durante varios meses no se realizaron.

            En tanto, el delegado del PLRA ante aquella localidad, Diego Zavala denunció el "desinterés de la Junta Electoral Central por esclarecer la adulteración de los padrones". Igualmente indicó que los funcionarios de la Junta Electoral Central implicados en las irregularidades no han sido sometidos a un sumario administrativo.

            Aquí es donde aparecen en escena los funcionarios permanentes la JEC de que nos hablaba Adolfo Falcón en su denuncia ante notario público. Arturo Bogado, Gerardo O'Higgins y Víctor Velázquez son los mismos funcionarios que estuvieron implicados en la adulteración de padrones de Pirayú y nuevamente en la carga de padrones de la Junta de Gobierno del Partido Colorado en la computadora de la Junta Electoral Central.

            La rueda seguía girando. Nada sobre el sumario administrativo. Nada sobre las disposiciones del Código Electoral. Nada de nada.

            Uno puede cometer un delito y volver a hacerlo sin consecuencia alguna. Así de riguroso es el sistema electoral paraguayo.



CAPITULO X

 

SOSPECHOSO ABULTAMIENTO DEL

NUMERO DE INSCRIPTOS


            El primero de marzo de 1992 comenzó un nuevo período de inscripción de los ciudadanos aptos para votar.

            Fue el último período antes de las elecciones generales en que se podía inscribir con derecho a votar en los próximos comicios. Quienes se inscribieron en el siguiente período (marzo-agosto 1993) ya no tendrían derecho a votar en los comicios generales del 9 de mayo de 1993.

            A fines de junio de 1992, dos meses antes del cierre del período de inscripción, la prensa informaba de las dificultades existentes para el empadronamiento masivo de los ciudadanos.

            El problema consistía en lo siguiente:

            La gente no se podía inscribir porque no tenía cédula de identidad policial. No tenía cédula de identidad porque no contaba con partida de nacimiento y los casados con certificado de matrimonio.

            Inclusive para los ciudadanos residentes en localidades urbanas era difícil conseguir estos documentos, en primer lugar por la complicación de encontrar sus antecedentes en los desordenados archivos de las instituciones públicas, y en segundo término porque en algunas localidades exigían el pago, algo que por un lado estaba prohibido y que por el otro, la mayoría no estaba dispuesta a pagar.

            Juan Carlos Moreno, coordinador del control electoral por el movimiento Encuentro Nacional, denunció la existencia de discriminación en la inscripción de ciudadanos.

            Indicó que la discriminación proviene de los jueces de paz y de miembros de las juntas electorales locales, quienes se aprovechan del desconocimiento de la mayoría de los ciudadanos de las cuestiones electorales y les obligan a mostrar la boleta de afiliación para luego ser anotados en el Registro Cívico.

            La discriminación es política y también económica, porque algunos jueces piden 8.000 guaraníes para conceder el registro de nacimiento, lo cual dificulta la documentación de las personas.

            Al siguiente mes, continuaba la preocupación sobre el problema de la documentación de las personas para obtener la cédula de identidad que les permita votar.

            El 30 de julio de 1992, uno de los grandes titulares del diario ABC Color decía: "Urge campaña de cedulación en todo el país. Por falta de documentos, miles de ciudadanos no están inscriptos".

            Un mes antes del cierre de inscripción, el mencionado periódico informaba que "El Partido Liberal Radical Auténtico, hasta el momento, es el único que tiene una comisión que gestiona los documentos de sus afiliados.

            De acuerdo con las denuncias presentadas en las instancias mencionadas, la Policía privilegia la documentación de los colorados y margina a la oposición en la entrega de la cédula de identidad".

            "En opinión de miembros de la JEC, la interna colorada hizo olvidar por el momento a sus dirigentes el tema de la documentación. El movimiento Encuentro Nacional, por su parte, empezó a preocuparse de la importancia de documentar a los ciudadanos".

            Esta información consigna claramente que un mes antes del cierre del periodo de inscripción, los colorados seguían olvidándose de la necesidad de empadronar a los afiliados para las elecciones de 1993 y agrega que tampoco el Encuentro Nacional estaba preocupado antes de ahora por la inscripción.

            El único que hizo una campaña para la inscripción de sus afiliados es el PLRA. Fue una campaña encarada a nivel nacional y con estímulo económico a quienes se dedicaban a dicha actividad, porque la estrategia del PLRA consistía en documentar e inscribir a todos los afiliados para aspirar al triunfo electoral.

            El Parlamento nacional, dominado entonces por la denominada "aplanadora colorada", en alusión a la mayoría de dos tercios de los parlamentarios del Partido Colorado, estaba también siempre dispuesto a incursionar en el proceso electoral para favorecer al coloradismo.

            Una de sus primeras herramientas para el efecto fue la demora deliberada en el estudio y aprobación del proyecto de ley que establece la gratuidad de la cédula de identidad durante el período de inscripción.

            A menos de un mes del cierre del período de inscripción, el Parlamento seguía estudiando el proyecto.

            El problema de la documentación era solamente para ciudadanos no colorados.

            Luego de sancionarse la ley de gratuidad de la cédula de identidad, surgió otro inconveniente:

            La demora en la entrega de la cédula de identidad por parte de la Policía a ciudadanos no afiliados al Partido Colorado. Según la denuncia efectuada por miembros de la oposición, esa demora afectaba principalmente a ciudadanos del interior del país.

            Los móviles del Departamento de Identificaciones de la Policía, que expiden la cédula de identidad, fueron sorprendidos unas y otras veces trabajando exclusivamente para los afiliados del Partido Colorado, como por ejemplo ocurrió en la localidad de Ayolas, Misiones.          

            De esa forma se estaba comenzando a poner en práctica la segunda fase del operativo fraude electoral, conocido más adelante como "Plan Cachito". Con las denuncias que afectan solamente a la oposición en materia de documentación, va adquiriendo sentido la advertencia de quienes desde un principio manifestaron que el "Plan Cachorro" era apenas la base de la operación.

            Existía, evidentemente, una discriminación consciente de parte del Departamento de Identificaciones en cuanto a la expedición de los documentos así como también de otras dependencias estatales.

            Comenzó a llamar la atención de algunos periodistas la escasa cantidad de personas inscriptas, a pesar de la importancia de las elecciones de 1993.

            - ¿Cómo explican la reducidísima cantidad de inscriptos a solo dos meses del cierre del período de inscripción?-, preguntó un periodista a Albino Moreno Guppy, miembro colorado de la Junta Electoral Central.

            Tratando de calmar los ánimos de los impacientes miembros de la prensa, el representante de la ANR respondió que la JEC tenía pensado inscribir 250.000 electores en este nuevo período, con lo cual se completarían 1.500.000 ciudadanos para participar en las elecciones de nuevas autoridades nacionales para el período 93-98".

            Una semana más tarde, el mismo Moreno Guppy era abordado por el mismo periodista que le hiciera la pregunta, sobre el mismo tema.

            - Tenías razón, muy poca gente se está inscribiendo. En los últimos cuatro meses se inscribieron solamente 7.000 ciudadanos. Con esta cantidad tenemos 150.000 nuevos inscriptos desde las últimas elecciones.-

            "Moreno Guppy indicó que la poca cantidad de inscriptos en el Registro Cívico preocupa a las autoridades de la JEC. Señaló que la JEC tiene como meta anotar a unas 250.000 nuevas personas para usufructuar el voto en el 93, con lo cual se piensa habilitar a 1.500.000 ciudadanos (al estar en las anteriores elecciones 1.250.000 personas habilitadas). Sin embargo expresó su pesimismo al señalar que en las condiciones en que se están haciendo las cedulaciones difícilmente eso sea posible".

            La situación no pudo pasar desapercibida.

            Fue el tema de la semana. Inmediatamente se comenzó a hablar de la posibilidad de una prórroga del período de inscripción para permitir mayor cantidad de inscriptos.

            "La poca cantidad de anotados en el Registro Cívico Permanente es reconocida por las autoridades de la Junta Electoral Central. El Dr. Luis Ibarra Llano, titular de la entidad, señaló la semana pasada que solo 60 mil personas se inscribieron en el presente período, sin contar el departamento Central y otras 60 juntas electorales seccionales, por lo que se presume que los nuevos anotados no llegan a 100 mil".

            "El escaso número de nuevos inscriptos, que no llega al 10% del total de ciudadanos en edad de votar que aún no se inscribió, hace que legisladores de la Cámara de Diputados estén considerando necesario y legal prorrogar el período de inscripción hasta el 30 de noviembre (de 1992)".(6)

            Siguiendo con el tema de la poca cantidad de inscriptos, la prensa informa sobre el número de anotados en el Registro Cívico hasta el 31 de julio.

            "Solo 71.922 personas fueron inscriptas en el Registro Cívico Nacional hasta el 31 de julio de 1992, a los que deben sumarse las 37 juntas electorales seccionales que faltan. Este escaso número de anotados genera preocupación a la Junta Electoral Central, señaló ayer Hermes Uliambre". (7)     

            Sin embargo, dos semanas después se informa nuevamente que según Información oficial de la JEC, "solo 77.679 personas fueron anotadas en el Registro Cívico hasta el 20 de julio de 1992.

            La discusión posterior ya se centró exclusivamente sobre la prórroga del período de inscripción. Todos los políticos decían que era necesaria la prórroga.

            En cambio, Adolfo Grau, director de Informática de la Junta Electoral Central, dijo que serios trastornos habría en el cronograma de trabajos de la Junta Electoral Central en caso de extenderse hasta noviembre el período de inscripción de ciudadanos en el Registro Cívico.

            "El funcionario aseguró, asimismo, que en este período de tres meses de prórroga, los partidos políticos, con mucho optimismo podrían conseguir la inscripción de más de 10.000 personas".

            Varios días después, el 1 de setiembre publica una información del propio presidente de la JEC, Dr. Luis Ibarra Llano, quien anunció que solamente 110.000 nuevos inscriptos se registraron en el período del 1 de marzo al 31 de agosto de 1992 en el Registro Cívico Nacional.

            - Pero ésa cantidad es ínfima-, exclamaron los miembros de la prensa que escucharon la información.

            - Estoy de acuerdo con ustedes, es ínfima, pero tengan en cuenta que esta es una información extraoficial, además esperamos que el Congreso oficialice la prórroga del período de inscripción para incrementar el porcentaje de ciudadanos con posibilidades.

            El archivo de informaciones periodísticas de la época señalan que a partir del cierre de inscripción, el 30 de octubre de 1992 (fecha de la prórroga), no se habló más oficialmente del tema. Ningún funcionario ni miembro de la Junta Electoral Central supo informar con exactitud cuántos ciudadanos se inscribieron en total en el último período de inscripción.

            Cuando termina la confección del padrón electoral es cuando recién se vuelve a hablar de la cantidad de inscriptos en el último período, de marzo a octubre de 1992.

            Para entonces la curiosidad ya cambia de foco. A nadie ya interesa saber cuántos se anotaran en el último período sino conocer el total de habilitados para votar. Ya no había interés en saber cómo iba subiendo mes a mes, porque para esa época la gente hacía cálculos sobre el total general. Cuántos votos es necesario tener para ganar a tal o cual partido o movimiento; cuántos votos se necesita para conseguir una diputación, etc., etc.

            La noticia de que el total de inscriptos con derecho a votar en las elecciones generales del 9 de mayo de 1993 ascendía a 1.699.052 no sorprendió a nadie.

            En la etapa de inscripción para la elección de constituyentes se anotaron 1.438.543 personas. En el último período de inscripción, para tener derecho a votar en las presidenciales (marzo-agosto 92), que fue el único período en que se podía inscribir después de las elecciones constituyentes, no lo hicieron más de 100 mil personas.

            Además, según los cálculos del técnico de mayor envergadura de la Junta Electoral Central, aún prorrogando tres meses (y no dos como se hizo), no se podría inscribir más de 10 mil personas, y para eso todavía hacía falta mucho optimismo.

            ¿Cómo se explica, por consiguiente, que la cantidad de inscriptos, de 1.438.543 de las elecciones de constituyentes (1 de diciembre de 1991) haya saltado de golpe a 1.699.052 inscriptos?

            Solamente el "Plan Cachorro" puede hacer esta clase de milagros. La Junta Electoral no pudo en el lapso de seis meses, de marzo a agosto de 1992, sino inscribir a 100 mil personas aproximadamente y en el período de prórroga de dos meses (setiembre-octubre) no había posibilidad de inscribir a 10 mil ciudadanos más, según Adolfo Grau, experto en informática de la JEC.

            Solamente el "Plan Cachorro" puede dotar automáticamente de partidas de nacimiento a los correligionarios que carecían de ese documento. Solamente el "Plan Cachorro" está en condiciones de proporcionar cédulas de identidad a los correligionarios indocumentados, en forma rápida y sin costo alguno para ellos y sin burocracia irritante para nadie.

            Solamente el "Plan Cachorro" puede inscribir, inclusive automáticamente, a los correligionarios con cargo de que más adelante se lo provea de la documentación requerida para votar.

            Solamente el "Plan Cachorro" es capaz de crear una coordinación tan perfecta entre instituciones públicas y entidades partidarias como para facilitar la anotación de ciudadanos no inscriptos.

            Solamente el "Plan Cachorro" puede hacer que en unos pocos días la cantidad de inscriptos triplique y hasta cuadruplique la cantidad de inscriptos de uno de los partidos participantes, el PLRA, que según lo consignó la prensa, fue el único que se preocupó con tiempo de la anotación de sus afiliados y aún así solo pudo inscribir a 100 mil personas.

            Solamente el "Plan Cachorro" puede tener la explicación de este fenómeno.

            Saltar de golpe de 1.300.000 a 1.700.000, cuando que durante la campaña de inscripción hubo toda una sicosis de la opinión pública, la prensa y hasta de la propia Junta Electoral Central por la baja cantidad de anotados, es un misterio que se lo debemos al "Plan Cachorro".

            Este es el mismo plan denunciado por Adolfo Falcón ante la justicia ordinaria, es el mismo que fue descubierto en la propia Junta Electoral Central con activa participación de militares y empleados militares.

            Inclusive se descubrió que en él estaban trabajando los mismos funcionarios que ya estuvieron involucrados en casos de fraude electoral, como el "Caso Pirayú".

            Pero nadie prestó atención a las denuncias y dentro del trajín electoral quedaron como un episodio más.

            En tanto, la persona que lo denunció hoy es un vendedor de la calle, y quienes lo cometieron siguen disfrutando de sus generosos cargos públicos.



CAPITULO XI

 

MILITARES EN EL "PROCESO ELECTORAL"

 

            1. LA NUEVA TRIADA: FUERZAS ARMADAS-PARTIDO-EMPRESARIOS

 

            - Hola... doctor.

            - Hola... ¿quién habla?

            - Quiero hablar contigo sobre algunos asuntos. Uno es sobre empadronamiento. Tenemos una buena partida de gente para empadronar. Con quién hay que hablar, cómo hay que hacer. Nosotros vamos a reunirles para empadronarles...

            - Empadronaaaaar...ahí sí que me pillaste de sorpresa. Tengo que averiguarte porque...

            - Anotame na entonces.

            - Bueno.

            - Ese es un tema, por otro lado, el coronel Cáceres. Ese es para Alto Paraná. Cuándo puedo contactar para eso.

            - Alto Paranaaa... tengo aquí... Concepción, Villa... Alto Paraná, Coronel Cáceres. Acá ya está anotado luego.

            - Le puedo decir que contacte. ¿Va a trabajar?        

            - Sí, como no.

            - Y él te deja su teléfono y todo allá, completo, te envía fax..."Jakuévaera Raúl (Cubas)" (debemos movernos Raúl), porque acá está conmigo un señor, no es político pero es comerciante. Te conoce a vos, Greco (Francisco)...

            - Greco, sí, sí...

            - Y él se fue por ahí como comerciante a sondear todo y me dijo: "Pe  mbaapovéara heí chéve" (tienen que trabajar más), "o mbaapové hina ñandehegui umi otra gente" (nuestros adversarios trabajan más)...

            - Allá ningo está el hermano de Zúñiga y el cuñado de Seifart...

            - Está en Itaipú, sí...

            - Ese puede actuar mucho más, compañerito. Ese tiene que apoyar y coordinar con Barreto y trabajar ya. Anotá un poco en tu memorándum eso...

            - Sí señor, ya tengo...

            - Que Seifart le hable y que coordine con (Juan Carlos) Barreto (Sarubbi) ya y a trabajar, porque tiene mucho peso ahí esteeee... García de Zúñiga...

            - Si le podemos llamar nosotros mismos. Che aikuaá chupe (yo lo conozco).

            - Hee, un momento, aquí quiere comunicarte algo Greco...

            - El señor Schultz... (una voz en el fondo).

            - Que te hable na ya él y que te explique lo que él sondeó.

            - Como no.

 

            EL GENERAL PASA EL TELEFONO A GRECO

            - Hola, doctor...

            - Holaaa...

            - Sí, que tal, Greco te habla.

            - Cómo andás...

            - Quiero hablar un poco contigo referente a la situación de Santa Rita, porque ahí hay muchos brasileños que están afiliados al Partido Colorado, pero desgraciadamente ellos no están empadronados.

            - Para la votación interna ya no hay caso...

            - Ya no hay caso, y bueno, por lo menos para las nacionales...

            - Para eso tienen que tener cédula.

            - Ya tienen cédula algunos.

            - El tema de los brasileños es que primero hay que nacionalizarles, conseguirles la cédula y después...

            - "Ha bueno, tekotevé ja mbaapó hese kuéra, porque hetaiterei ja guereko upépe la gente ombaapótava, y quieren colaborar con ustedes". (Y bueno, necesitamos trabajar con ellos porque son muchos los que están dispuestos a trabajar).

            - Yo, este, puedooo hablaaar con el amigooo Juan Carlos Galaverna que puede facilitar muchas cosas.

            - Exactamente.

            - Ahora, quién se va a poner en contacto con ellos.

            - Tranquilo nomás, si alguien quiere acompañarme yo les voy a presentar a la gente de cabeza y les puede hacer una gran demostración con desfile, con maquinarias y todo les puede hacer esta gente allá.

            - Y bueno vamooos a...comotió se llama ... yo voy a hablar un poquito entonces con ...empadronamiento Alto Paraná. ¿Con quién me puedo poner en contacto allá?

            - ¿Allá?

            - No, acá con quien...

            - Acá, y bueno, 205430 al 31 es mi teléfono...

            - Y 446-771 en el supermercado.

            - Y en mi casa particular 212-294. En cualquiera de los teléfonos me vas a ubicar. Lo que yo quiero ponerle en contacto, doctor, porque yo no soy político en primer lugar, no me gusta pero soy colorado. Y voy a colaborar con la institución, me gusta el trabajo de ustedes...

            - Correcto...

            - "Ha oñekuáva ndaje ose vai ha upéicha rupi kuri aju añemongueta generalndi rae kurí". (Dicen que aquel que se ofrece siempre sale mal parado, es por eso que vine primero a hablarle al general). (Risas).

            - Al pelete... (Risas).

            - Listo doctor, un placer, acá le voy a pasar otra vez con el general. Muchas felicidades, doctor.

            - Bueeeeno...

 

            GRECO PASA DE NUEVO EL TELEFONO AL GENERAL

            - Hola... "chéko amondo kuri ñande gente (he enviado gente amiga) a todos los departamentos, che amigo, o recorré y me traen todos los diagnósticos pues, gente desinteresada en el sentido de que no vienen a contar aquí su campaña a su conveniencia, ¿verdad?

            - Lógico, nosotros ko necesitamos información real...

            - Real, "ha umi político kuéra o mombe'u ichupekuéra o convenikuete hína" (los políticos solamente cuentan lo que les conviene).

            - A según como viene la mano...

            - Sí señor...

            - Oíma...

            - Y... eso por un lado. Yo le voy a decir al coronel Cáceres, cuándo pueden hablar y así ya se va él...

            - Okey...

            - ¿Cuándo pueden hablar?

            - Y yo estoy aquí todo el día, general...

            - ¿Hasta qué hora vas a estar?

            - Y ahoraaaa yo, tengo que ir a buscar un cheque, porque estoy recolectando hína...

            - Hasta qué hora estás...

            - Hoy... a las siete se va mi...

            - Y mejor todavía, así coordinan mañana

            - Para mañana

            - Te va a llamar          

            - Okey

            - Listo y vamos a ir completando para montar pues. "O funcionavaera upéa. Ndo funcionái hina güeteri" (Esto debe funcionar. Todavía no funciona).

            - "Ña monguéta hína" (Vamos a dinamizar).

            - Sí señor

            - Okey

            - Un abrazo. Gracias.

 

            2. EL PARTIDO MILITAR

 

            "NO QUIERO UN PAYASO EN LA PRESIDENCIA DEL PARTIDO"         

(Traducción al español de un diálogo en guaraní y español mezclado entre un general y el presidente de un partido, durante la interna del Partido Colorado y en momentos en que el titular de esa agrupación política amenaza con renunciar).

            - ..."Mbaé piko reipota che a arreglá" (Qué solución quieres que le encuentre).

            - Dejo en tus manos, porque este señor alguna satisfacción me tiene que dar. El presidente del partido no puede ser un pobre infeliz.

            - No, no, no...

            - Entonces les invité a mi casa para que me lo digan en la cara todo lo que deben criticarme y no que me tengan así al margen de las cosas, porque así de esa forma yo no voy a servir para presidente del partido.

            - No, y es que vas a estar cinco años y les vas a molestar por mucho tiempo. Dejáme que yo te arreglo, pero quiero que estés atento a partir de las 6, el primer tema que yo voy a tocar es tu tema, y te garantizo -no te prometo- que te voy a arreglar y aparte de eso reime hatave reíta (te vas a consolidar en el cargo)...

            - Ojalá.

            - No, no es ojalá. "Ejerovia hápema cherehe" (ya es hora de que confíes en mí).

            - Noooo, desde luego, te conozco muy bien en ese aspecto. No has de fallar en eso.

            - Yo voy a condicionar, si al presidente del partido aquí no se le va a dar su lugar, "yo me retiro" voy a decirles.

            - Eso, eso...

            - Yo ya te dije vez pasada que le vea a ese señor. "Nda haemoái koa jagua ryái rendápe la rehótava" (no es junto a estos personajes intrascendentes que vas a ir).

            - Entonces voy a quedar más en la presidencia de la Junta y estoy a tus órdenes, chamigo.

            - Dispuesto a venir tenés que estar...

            - Y claro, vamos a ir junto a ese señor, alguna satisfacción tengo que tener...

            - Te la voy a dar, te la voy a dar. Ya te lo dije una vez. "Nda haéi koa jagua ryái rendápe rehátaromo guare, pe otra vez rehóta roguare haévacue ndéve" (No es cuando te ibas a ir junto a estos intrascendentes, sino la vez anterior). Te voy a acompañar.

            - Y bueno, si es así...

            - No, no si yo te digo es porque lo voy a cumplir. No vayas a dudar de eso compadre. Vos sabes muy bien que yo soy de una sola pieza. "Nda che pyta ryryiri ni en el momento che pyta ryryi vaera época pe" (no vacilo ni he vacilado en su momento).

            - Está bien así porque he sido maltratado, "ha ndo valéi ningo la peicha che tratá koa añamembyre" (no es justo que me maltrate de esa forma este        hijo del demonio).

            - ...Nosotros tenemos que trabajar por su candidatura y muy pronto se nos tira encima, "nde rehechaséi piko la ipresidente de la República rire" (si ahora es así, cómo será el día que sea presidente de la República).

            - No. "Nde la che balanzata durante 93-98, upéa nde reikuaa pora voi. En el sentido de que cuando no hay acuerdo, nde la balanza re moíta re moi haguáme. Ahora ya y con más razón después". (Vos vas a ser mi balanza durante el período 1993-98, y eso lo sabes muy bien. Balanza en el sentido de que si no hubiere acuerdo en el partido, a tu cargo estará colocar la balanza donde debe estar, ahora mismo y más adelante con más razón).

            - Te agradezco compadre...

            - Esa es mi postura única. Y no es una postura testaruda, terca o desinteligente...

            - No, no, yo me quedo en el partido, voy a instalarme en el partido y desde ahí a tus órdenes...

            - "Ha e aumentá la nde poder, porque che ndaipotái la presidente partido payaso" (Quiero que aumentes tu poder porque no quiero un payaso como presidente del partido).

            - No, no, y eso lo que digo pues...

            - "Nde nde tuicháiterei la payaso ra, ha la payaso michivaera. Upe Cristaldo-i umia...nde rehecha Cristaldo-i umia pe che mbaéichapa a guenohe ndéve. Ehechápa mbaé ha'e ichupe". (sos muy grande para payaso y el payaso debe ser pequeño. Como Cristaldo. ¿Viste como lo enfrenté?)

            - Como hombre, sí, así tiene que ser... ¿de dónde salen estos ahora que se hacen los valientes cuando que nunca pelearon?

            - No, no, ni ahora ni nunca.

            - Cierto compai, te agradezco por haberme escuchado.

            - Listo, bueno, listo, chau, un abrazo.

           

            Los dos diálogos que reproducimos demuestran con suficiente claridad el entendimiento entre el Partido Colorado, las Fuerzas Armadas y el empresariado, o por lo menos de una parte del empresariado nacional.

            En el primero se puede notar la familiaridad con que un general trata a un político en plena campaña electoral, comprometiéndose a colaborar, además de expresar su profunda preocupación por la lenta marcha de los trabajos.

            Aparece en escena un amigo común, que resulta ser un empresario que no tiene ningún interés en la política, pero por tratarse de la coyuntura está dispuesto a cooperar, claro que sin especificar que "siempre y cuando ellos (el partido y las FF.AA,) sigan colaborando con su negocio".

            En la siguiente reproducción aparece en escena el presidente de un partido político dirigiéndose al mismo general a pedir su intervención en un conflicto interno-partidario que en caso de no resolverse lo obligará a renunciar.

            El militar se compromete a solucionar el problema y pide a su interlocutor y compadre a tenerle confianza porque él es su candidato en caso de que no haya acuerdo con respecto a la candidatura del partido, además de exigirle a acumular mayor poder político para no aparentar un payaso.

 

            La continuidad del maridaje entre el Partido Colorado y las Fuerzas Armadas fue una preocupación constante durante la transición política. El Partido Colorado no solo se sigue identificando con las Fuerzas Armadas sino con el Gobierno y el Estado, como si todos ellos fuesen la misma cosa.

            El ejemplo de continuar con esta perniciosa práctica lo dio siempre el propio presidente Andrés Rodríguez, quien a pesar de la prohibición establecida en el Código Electoral, que data del año 1990, y después establecida con mayor firmeza por la Constitución Nacional, siguió teniendo participación partidaria, no solo como presidente honorario de su partido sino también como elector, afiliado y a veces hasta como militante de una de las corrientes en pugna.

            Durante uno de los tantos debates que se abrieron sobre el tema, el Ing. Juan Carlos Wasmosy, entonces todavía precandidato a la presidencia de la República por el Partido Colorado, lo justificó de esta forma:

            Refiriéndose a la afirmación de su compañero de fórmula Dr. Ángel Roberto Seifart de que los militares afiliados a la ANR tienen el deber de apoyar a los candidatos colorados en las próximas elecciones nacionales, dijo que "creo que el Código Electoral admite y define muy bien el rol que tienen las Fuerzas Armadas, eso no quita que aquel que sea colorado se le impida a votar por los colorados, si ya es afiliado y ya está dentro de las FF.AA.".

            Este debate sobrevino nuevamente a raíz de las declaraciones del presidente de la Junta de Gobierno, Blas N. Riquelme, quien reveló que para la designación de la fórmula Wasmosy-Seifart para las internas coloradas, con vistas a las elecciones generales del 93, se consultó al presidente Rodríguez, quien representó en esa ocasión a las Fuerzas Armadas.

            La presencia militar en la interna de la ANR fue intensa y permanente.

            Julio César Frutos, entonces diputado (colorado) y precandidato a la vicepresidencia de la República de la fórmula Gustavo Díaz de Vivar, señaló entre otras cosas que "aquí lo grave es la participación del Poder Ejecutivo y los militares a favor de una de las listas".

            "¿Por qué el presidente honorario del partido (Gral. Andrés Rodríguez) y los ministros, así como el propio Blas N. Riquelme, los generales Lino Oviedo y Marino González, de Misiones, tienen que ponerse la camiseta?".

            "Es una distorsión, ya no estamos en época del stronismo, eso es un retroceso al proceso democrático; están haciendo lo mismo que antes, ellos son los que van a hacer caer al Partido Colorado".

            Mencionó que "el general Lino Oviedo asiste a reuniones en la casa de Raúl Cubas y el general Marino González interviene en la conformación de las listas de candidatos en Misiones. ¿Qué tienen que hacer los militares en una lucha interna partidaria?", se preguntó.

            Efectivamente, el general Lino Oviedo nunca estuvo al margen de los procesos electorales.

            El miércoles 2 de diciembre de 1992, en vísperas de las internas para la elección de candidatos del Partido Colorado, el general Oviedo participó de un acto político organizado por la fórmula Wasmosy-Seifart en Fuerte Olimpo.

            Hablando en guaraní aclaró que se encontraba en aquel lugar "como paraguayo, campesino, como ustedes, que conocen el sacrificio del país". En la reunión, que contó con la presencia del precandidato Juan Carlos Wasmosy, aclaró que no estaba en el sitio para hacer política partidaria interna, pero afirmó que "nunca negué ni voy a negar, soy colorado de cuarta generación".

            "Les recomiendo, por derecho, como colorado, que no ocurra que entre colorados hablen mal entre sí, porque después de estas internas tenemos que esforzarnos en estar unidos para que no suceda lo que nos pasó en las elecciones municipales. Ahora tenemos intendentes en muchos lugares del país de otros movimientos que no es el Partido Colorado". (ABC. 5-XII-92).

            Esta es apenas una muestra de la participación de Oviedo y de otros jefes militares en el proceso electoral interno del coloradismo. Luego, durante el acto mismo de las votaciones de la interna colorada, el 27 de diciembre de 1992, enterado del resultado adverso que tenía la lista Wasmosy-Seifart, de acuerdo con el avance de la encuesta "boca de urna", tuvo una abierta intervención a través de los medios de comunicación en favor de la lista que estaba apoyando hasta entonces en forma subterránea.

            A las 10 de la mañana, Oviedo formuló declaraciones a la prensa en términos que indirectamente afectaba a la candidatura de Luis María Argaña.

            Responsabilizó de todos los males heredados de la dictadura a "Stroessner y a la cúpula corrupta que avaló esa dictadura en provecho propio".  

            Posteriormente, cerca del mediodía, desde la ciudad de Concepción volvió a arengar a los votantes manifestando que él votó en favor de la construcción de más rutas, de más fuentes de trabajo, de más escuelas y hospitales, porque confía en la fórmula Wasmosy-Seifart.

            Ante las informaciones extraoficiales de que Argaña estaba al frente, dijo que "en la vida hay que saber ganar y perder. Si el pueblo no ha aprendido la lección, que se las aguante".

            Esa noche, el fantasma del golpe de Estado, o, autogolpe, estuvo merodeando por los alrededores con mayor fuerza que nunca.

            Esta injerencia directa de militares en el proceso electoral movió al candidato presidencial del PLRA, Domingo Laíno, a plantear la reactivación del diálogo político-militar, llevado a cabo anteriormente.

            "Es nuestra intención que esto no vuelva a ocurrir en las elecciones próximas. Simplemente en ese sentido y poniendo como ejemplo lo ocurrido, en las elecciones internas del Partido Colorado...".

            "Hemos visto una injerencia muy directa que, inclusive, sigue enrareciendo hasta hoy el panorama político nacional, a raíz de las internas del Partido Colorado. Estos efectos lo estamos sintiendo y visualizando con toda claridad en estos momentos. Por eso es que el PLRA siente la necesidad del diálogo con el estamento militar, para hablar claramente del asunto y poder establecer compromisos y declaraciones serias y solemnes de los más altos mandos militares con relación a nuestro interés".

            La injerencia militar en la política y específicamente en el proceso electoral se agravó con el desfile partidario organizado por la Junta de Gobierno con el pretexto de festejar el cuarto aniversario del golpe de Estado.

            La iniciativa era evidentemente impulsada para respaldar la candidatura de Wasmosy-Seifart. Invitaron a las Fuerzas Armadas con la esperanza de hacer creer que el 3 de febrero es una fecha nacional y no partidaria y que las Fuerzas Armadas tienen derecho a compartir con el pueblo el triunfo de la libertad.

            Aunque los demás candidatos presidenciales fueron invitados, ningún opositor apareció en el desfile, que en la práctica se convirtió en una jornada cívico-militar de demostración y apoyo a Wasmosy-Seifart.

            El desfile de las fuerzas militares frente a su comandante en jefe, general Andrés Rodríguez, fue cuestionado por la oposición y por los propios argañistas, quienes respondieron días después con una concentración más nutrida, pero sin la presencia de militares.

            Las críticas de los argañistas llegaron a molestar a la cúpula militar.

            "Estas críticas analizaremos nosotros y veremos el resultado que tengan", dijo el general Rodríguez, evidentemente molesto, a miembros de la prensa, luego de escuchar, ver y leer los discursos de sus adversarios políticos que los trataban de "cupulita militar" y en oportunidades anteriores de "corruptos", "herejes", "mediocres" e "incapaces".

            Finalmente, el análisis de las críticas no arrojó conclusión alguna de parte de la jerarquía castrense.

            En tanto, el candidato presidencial del PLRA, Domingo Laíno, solo pudo conseguir conversar con el ministro del Interior, Dr. Hugo Estigarribia Elizeche, a quien el presidente Rodríguez derivó la atención del caso, con el deliberado propósito de desviar la atención del tema.

            La propuesta inicial de Laíno contemplaba los siguientes puntos:

            a) Asumir el compromiso de respetar la Constitución Nacional y las leyes vigentes, en especial el Código Electoral, así como las instituciones democráticas formadas en base a ellas.

            b) Respetar y acatar la voluntad popular expresada a través de las urnas, respetar y cumplir el calendario político y electoral establecido en la Constitución Nacional, el Código Electoral y otros instrumentos legales que se refieran a la cuestión, además de garantizar el normal traspaso del poder al legítimo ganador de las próximas elecciones generales.

            c) Asumir el compromiso claro y terminante ante la ciudadanía y la comunidad internacional de que las organizaciones políticas no permitirán la injerencia de ningún estamento ni sector extraño al proceso eleccionario legalmente pactado.

            En vista de la política del "ping pong" adoptada por el Gobierno del general Rodríguez para acceder al diálogo político-militar, los presidenciables de la oposición decidieron recurrir a la justicia ordinaria, sin retirar la propuesta del diálogo.

            Presentaron una denuncia judicial por violación del Código Electoral que prohíbe la actividad política de los militares. El hecho fue aprovechado por el ministro del Interior para suspender la posibilidad del diálogo.

            Ante la presión de la opinión pública, el juez Alberto Godoy Vera, interino de la Fiscalía Electoral de Asunción, se vio obligado a manifestar que correspondía recabar datos sobre la organización de la "Marcha de la Libertad" realizada a iniciativa de la Junta de Gobierno con participación de los militares.

            No obstante, el citado juez se anticipó a recomendar que es necesario "diferenciar entre la participación de militares o policías en servicio activo en la política y la propaganda que los mismos puedan hacer en favor de un sector político".

            "La simple participación en actividades políticas no está penada en el Código Electoral. Es una laguna de nuestro Código", se apresuró en sentenciar el magistrado en función de fiscal interino.

            La denuncia judicial murió en uno de los cajones de los tantos escritorios del Poder Judicial.

            En casi todo el mes de enero de 1993, los rumores de golpe de Estado o autogolpe formaron parte de lo cotidiano.

            Como siempre ocurre en estos casos, apareció sorpresivamente en el país el comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, general de división Richard Timmons, quien consultado por la prensa declaró, entre otras cosas, que "en una democracia existe una total subordinación de los militares a las autoridades civiles, a sus órdenes y lineamientos".

            Con respecto a un posible retroceso dijo: "Yo no veo que eso suceda. La tendencia en Sur y Centroamérica es la de un compromiso con la democracia y, principalmente, el de posponer los intereses individuales y no involucrar los intereses militares".

            El militar norteamericano se entrevistó con casi todos los miembros de la cúpula militar y en todas sus reuniones abordó el tema.

            Sin embargo, poco después, la presencia militar en el proceso electoral      fue ineludible.

            El propio presidente de la Junta de Gobierno de la ANR, Blas N. Riquelme, declaró en la concentración de dirigentes realizada en Tobatí que "es imperioso conservar el respaldo del Ejército".

            "Tenemos buena relación con el Ejército, necesitarnos de su apoyo. Los otros (oposición) le retan al Ejército porque es colorado, pero le retan porque no tienen a su disposición al Ejército, pero bien que desean fervientemente tener (lo) a su favor así como nosotros (lo) tenemos".

            "¿Y cómo nosotros vamos a despreciar al Ejército, algo que costó formar cien años? ¿Cómo vamos a despreciar a los correligionarios que están en el Ejército porque es militar?", se preguntó.

            "Tenemos que considerar y defender al Ejército, no al Ejército, sino a los colorados que conforman el Ejército. Eso fue un trabajo de muchos años, de decenas de años y no podemos despreciar, tenemos que tener buenas relaciones por su respaldo, nosotros también somos buen respaldo, y juntos somos más fuertes".

            "La conjunción militar y Partido Colorado es algo necesario para la continuidad en el poder, y el buen relacionamiento de los oficialistas con la milicia debe continuar".

            Varios otros episodios militares hubo durante la campaña electoral, pero tal vez el más significativo, por las resoluciones que se adoptaron en la oportunidad, haya sido el encuentro al más alto nivel realizado en la sede del Ministerio de Defensa Nacional, el sábado 17 de abril, por la noche.

            En esa reunión se decidió el apoyo total a la fórmula Wasmosy-Seifart y sé impartió la orden general de utilizar todos los medios que fuere necesario para garantizar el triunfo.

            Algunos de los militares presentes en la ocasión fueron: el general de ejército Andrés Rodríguez, comandante en jefe de las FFAA. de la Nación; el comandante del Primer Cuerpo de Ejército, general Lino César Oviédo; el ministro de Defensa Nacional, general Eumelio Bernal; el comandante de las Fuerzas Militares, vicealmirante Eduardo González Petit; comandante del Colegio Nacional de Guerra, general Galo Escobar; el jefe del Estado Mayor, general Pedro Concepción de la Cruz Ocampos, y general Marino González.

            De esta reunión participaron también los ministros, los candidatos oficialistas y el presidente de la Junta Electoral Central, Dr. José Luis Ibarra Llano, y en la oportunidad se forzó la renuncia del ministro de Educación y Culto, Dr. Raúl Sapena Brugada, quien fue considerado "flojo" y denunciado por su colega, el ministro del Interior, Dr. Hugo Estigarribia Elizeche, de seguir actuando con "paños tibios" al no expulsar del ministerio a funcionarios que apoyan a Encuentro Nacional.

 

            El general Lino César Oviedo fue uno de los que salieron motivados de la reunión. Eso le impulsó a programar una gira por el interior del país para arengar en favor de la fórmula Wasmosy-Seifart. Así lo hizo y estuvo en varias localidades del interior.

            Oviedo habló de que las Fuerzas Armadas continuarán cogobernando con el Partido Colorado y que el partido continuará en el poder "per secula seculorum".

            Si bien el general Oviedo fue el principal protagonista militar de la jornada electoral, el general Rodríguez nunca quedó atrás como jefe supremo de las Fuerzas Armadas.

            En momento de depositar su voto el día de los comicios, Rodríguez formuló la siguiente declaración a la prensa:

            "La relación entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas debe ser armoniosa para consolidar la democracia en bien de nuestro pueblo. No debe haber revanchismo, venganza, rencor, odio ni persecución de uno para otro".

            "Es necesario un relacionamiento amistoso entre los militares y el Jefe de Estado. Las Fuerzas Armadas conforman una institución del Estado pero el Gobierno es superior a ellas. De manera que las tiene que tratar bien para que no le causen ninguna molestia".

            "Las Fuerzas Armadas son una institución castrense disciplinada, obediente, respetuosa. De manera que no creo que deba haber posibilidad de reacción si es que el nuevo gobernante tiene la capacidad de acercarse a los líderes de las FF.AA. y tener buena relación". (ABC.10.V.93. Pág. 12 Suplemento)

            La injerencia militar en la política y en las cuestiones electorales fue uno de los asuntos que más llamaron la atención de Jimmy Carter, ex presidente de los Estados Unidos de América, quien estuvo en las elecciones al frente de una delegación de observadores de la National Democratic Institute.

            "La gran reputación que se merece el Paraguay en su marcha hacia la democracia ha sido seriamente dañada por la intromisión inaceptable en el proceso político de los militares", dijo el ex presidente en una conferencia de prensa ofrecida después de los comicios.

            "El general Oviedo ha dicho muy claro, desde el comienzo, que él violaría la Constitución de este país, e involucrarse como comandante militar en el proceso electoral. Eso lo hizo abiertamente, en acciones y declaraciones que eran intimidatorias. Una cosa que dijo es que el Partido Colorado y los militares cogobernarían juntos para siempre".

            Carter expresó que "esto no sería problema en otros lugares pero es una aflicción grande para la reputación del Paraguay, teniendo en cuenta que viene de una larga dictadura".

            "En mi país la publicidad no fue sobre el hecho de que Paraguay está entrando en una nueva era de democracia y libertad. No, los medios estaban diciendo que un general estaba amenazando con interrumpir el proceso. Sobre esto hablamos mucho con los tres candidatos (Wasmosy, Laíno y Caballero Vargas) y con el presidente actual. Esperamos que tomen acciones fuertes para separar a los militares del proceso político en el Paraguay".

            Finalmente advirtió que "el siguiente gobierno puede ser restringido por elementos autoritarios, especialmente los militares, que podrían tratar de retrasar el crecimiento de Paraguay hacia la democracia".

            Aunque el embajador Glassman lo negara posteriormente, el regreso de Jimmy Carter a su país, el martes 11, tuvo signos de disgusto.

            "Sorprendiendo a muchos, Carter llegó a la estación aérea media hora antes de lo previsto para su partida, e inmediatamente ascendió al avión presidencial, donde aguardó los minutos que faltaban para el momento del despegue".

            "Esa puntualidad frustró el cumplimiento de ciertas normas elementales de cortesía, por ejemplo en el caso del canciller Dr. Frutos Vaesken, quien fue para despedirlo, pero se quedó con la intención, teniendo en cuenta que Carter ya se había instalado en la aeronave Otras personalidades pasaron también por idéntica experiencia"(ABC.12.V.93. Pág. 15)

            Por su parte, la delegación de observadores del Parlamento Europeo dio a conocer también después de las elecciones su informe sobre el desarrollo de los comicios.

            Entre otras cosas manifestó su preocupación sobre la injerencia militar en el proceso. "La delegación del Parlamento Europeo ha expresado desde un primer momento su preocupación por las declaraciones de altos mandos militares, especialmente del general Oviedo, en plena campaña electoral, que suponían una inaceptable injerencia en el proceso electoral", dice el documento.

            El general Oviedo sorprendió a todos los observadores internacionales presentes en el país el día de las elecciones con una inesperada aparición en el canal de televisión vinculado al oficialismo para formular declaraciones sobre su postura frente al resultado extraoficial de los comicios.

 

            - Habla Oviedo, habla Oviedo...- gritó alguien en la sala de redacción del diario desde la sala de televisión.

            Dos o tres reporteros saltaron de inmediato con grabadoras en las manos y se instalaron rápidamente frente a la tevé. Unos cuantos curiosos los siguieron y pronto la sala se llenó del personal de planta que aún estaba con el suplemento especial de las elecciones.

            Era la una y pico de la madrugada y el canal de televisión interrumpió su programación para dar paso a las declaraciones del controvertido jefe militar.

            Un observador y algunos periodistas extranjeros se sumaron al grupo de curiosos y escucharon asombrados la intervención de Oviedo.

            De entrada estableció las condiciones, más o menos en los mismos términos en que el general Rodríguez lo planteó durante la votación.

            - Si se respetan nuestras instituciones como lo establecen la Constitución y las leyes, vamos a estar conformes y habrá armonía.-

            - Quiero una prensa honesta, capaz, sin sectarismos. Saben muy bien que ABC, si miramos ocho días de publicaciones, llena el setenta por ciento de sus páginas con informaciones del Encuentro Nacional. No nos vamos a engañar. Esporádicamente sale algo del Partido Liberal y algo del Partido Colorado.-

            En conversación con los periodistas, Oviedo, consultado sobre el sentido de sus palabras de que las Fuerzas Armadas y el Partido Colorado cogobernarán "per secula seculorum", aclaró que lo dijo para levantar el ánimo de los colorados, pero acusó a la prensa de violar su derecho a la intimidad por haber publicado sus palabras expresadas en una reunión reservada en el Ministerio del Interior, en presencia de dirigentes colorados de las bases.

            Estos fueron algunos de los pasajes de la intervención militar en el proceso electoral último. Los relativos a las anteriores elecciones, corresponden al pasado.



CAPITULO XII

 

CONCLUSIÓN

 

EL ESQUEMA DEL FRAUDE


            No es fácil montar una empresa para cometer fraude y salir airoso. Tener éxito en esta clase de empresa y no tener que cargar con las consecuencias penales es toda una obra de ingeniería.

            El andamiaje de esta tarea estuvo montado sobre lo que denominamos el Fraude Estructural, es decir, al sistema existente y montado ex profeso por el oficialismo con la coparticipación de instituciones del Estado así como también de los poderes fácticos interesados en la obtención de un determinado resultado electoral.

            La responsabilidad de la comisión del fraude estructural es sumamente difusa y de acuerdo con el enfoque que uno realice puede atribuir la misma a una sola persona, a un grupo reducido o a todos aquellos que estuvieron involucrados en la misión ilegal e ilegítima de escamotear la voluntad popular.

            Esta clasificación abarca inclusive los casos de irresponsabilidad de la oposición así como también los casos conocidos, pero no demostrados, de compra-venta de votos y de conciencia de miembros de la oposición. Estos hechos u omisiones contribuyeron también a la distorsión de los resultados electorales.

            El fraude estructural podría subclasificarse de la siguiente forma:

 

            1.1. USO DE MEDIOS Y RECURSOS DEL ESTADO

 

            El Estado fue el mayor accionista de la empresa electoral del oficialismo. Después de la interna del Partido Colorado, el funcionariado público prácticamente quedó dividido en dos: Argañistas y wasmosistas.

            Hubo un período de dudas en que esta importante franja electoral quedó desorientada. No sabía a quién responder, hasta que finalmente la fórmula Wasmosy-Seifart realizó una fuerte campaña con el lema de "NO PATEES TU OLLA".

            A esta campaña ante el funcionariado público se sumó la reunión clave que mantuvo el presidente de la República, general Andrés Rodríguez, con todos los miembros de su gabinete, los candidatos oficialistas, generales y presidentes de entes estatales, en el local del Ministerio de Defensa Nacional.

            En esta oportunidad se lanzó la consigna de utilizar todos los recursos para ganar. En vista de que el tesorero de la campaña no se encontraba invitado, todos los presentes entendieron que la orden era para ellos... y procedieron en consecuencia.

            Estuvieron al servicio de la campaña electoral del Partido Colorado los siguientes medios y recursos del Estado:

            a) Vehículos: En vista de la orden superior existente, algunos no se preocuparon siquiera en tapar los logotipos de las instituciones o en cambiar las chapas de los vehículos, como lo hicieron algunos para evitar ser sorprendidos "in fraganti".

            b) Teléfonos: Los funcionarios públicos utilizaron teléfonos de las instituciones como si fueran del partido y muchos de ellos hacían sus comunicaciones y conversaciones político-partidarias frente a los propios periodistas. Por supuesto ninguno de ellos pagó la cuenta de las llamadas.

            c) Fotocopiadoras, faxs y computadoras: Todos estos equipos de la administración central estuvieron a disposición de los activistas colorados durante la campaña electoral, tanto de la interna partidaria como de la nacional. Tampoco estos gastos fueron cargados a los activistas ni al Partido Colorado.

            El más llamativo uso de computadoras de instituciones públicas fue el caso de las pertenecientes a Itaipú.

            El juez Mauro Barreto y la fiscala del crimen Dra. Angélica Vda. de Sarubbi realizaron un allanamiento judicial en Ciudad del Este el 4 de mayo de 1993.

            Algunos funcionarios de Itaipú fueron sorprendidos por la fiscala y juez en momentos en que cargaban datos de padrones electorales computadoras de Itaipú en el local de una empresa privada de seguridad.

            El ex cónsul paraguayo en Foz de Yguazú, Carlos Cuevas, explicó que los funcionarios de Itaipú que se encontraban trabajando en ese lugar solamente estaban ayudando para la ubicación del lugar de votos de los seguidores de la fórmula Wasmosy-Seifart y del candidato a gobernador, Juan Carlos Barreto Sarubbi.

            El allanamiento se produjo en el local de la empresa de seguridad "Visión", de propiedad de Nelson García de Zúñiga, el mismo a quien se refirió el general Lino César Oviedo en su conversación con Raúl Cubas.

            Entre los que se encontraban "ayudando" estaba el ex delegado de gobierno del Alto Paraná, Francisco Garay Lezcano, actualmente empleado del Ministerio del Interior. Algunos de los funcionarios de Itaipú que estaban colaborando con la fórmula y que sin embargo figuraban en el ente binacional como "presentes" son: Carmen Alderete de Ortiz, Arnaldo Rubén Parra, María Kohn y Hugo Aponte.

            d) Locales públicos: Los funcionarios superiores en casi todos los casos tenían responsabilidades partidarias en localidades del interior y en barrios de la capital. Recibían y se reunían en las oficinas públicas con sus correligionarios en horario de trabajo, o transformaban las reuniones de los funcionarios ministeriales o entes descentralizados con sus asistidos reuniones proselitistas. De esta forma intercalaban y mezclaban sus responsabilidades públicas con sus compromisos partidarios.

            e) Recursos humanos: Tanto los funcionarios públicos, los militares y los policías estaban a disposición de la superioridad para cumplir misiones especiales de servicio al partido. Muchos de ellos fueron "comisionados” a ejercer distintas funciones en la campaña electoral, abandonando por completo sus respectivos puestos en las instituciones públicas.

            f) Uso del poder público como instrumento de coacción y manipulación: Un grupo de parlamentarios, entre ellos Carlos Romero Pereira, Osvaldo Bergonzi, Julio César Frutos y Julio Rolando Elizeche, presentó una denuncia sobre varias irregularidades el 19 de octubre al presidente interino de la República, Gustavo Díaz de Vivar.

            Basado en una serie de conversaciones telefónicas grabadas, denunciaron la "solicitud de apoyo a la campaña electoral a la República de China (Taiwán) a través del embajador paraguayo acreditado como tal ante las Naciones Unidas".         

            "La prueba aportada demuestra la directa participación de la República de China en esta interna partidaria", dice la nota de los parlamentarios.

            "Otra de las pruebas aportadas señala la participación de importantes jefes militares en la política interna de la ANR. Es sabido que la Constitución señala que los militares no pueden realizar ningún tipo de actividad política y que deben ajustar su conducta a las que específicamente les señalan las     leyes militares respectivas".

            "De las pruebas aportadas surge nítido el compromiso de los bienes de la Dirección Nacional de Beneficencia (DIBEN) y de la Comisión Nacional de Socorro de la Emergencia Nacional, creada para socorrer a las víctimas de las inundaciones. También surge la parcialidad del ministro de Educación, quien ayuda al delegado para la actividad partidaria".

            Los firmantes de la nota denunciaron también al viceministro del Interior, Juan Carlos Galaverna, de cometer las siguientes irregularidades: a) Invocar el nombre del Presidente de la República para conformar listas partidarias ("deseo del número uno del país").

            b) Utilizar al delegado de gobierno Ángel Almada Galeano como "maestro de operación" para conformar listas en el departamento de la Cordillera.

            c) Prometer la utilización de víveres de "Emergencia Nacional", entidad creada para beneficiar a damnificados de las crecientes del río Paraguay.

            d) Utilizar el mecanismo de amenaza de clausura de radio por parte de ANTELCO (Caso Riquelme-Los Cedrales).

            e) Utilizar el mecanismo de amenazas de envío de comisiones de inspectores de Hacienda en represalia.

            f) Utilizar a parientes del Presidente de la República para influir, en importantes jefes militares (general Marino González, de Misiones) para conformar listas partidarias.

            Los firmantes de la nota son todos parlamentarios que representan al Partido Colorado. Ellos llegaron a las siguientes conclusiones:

            a) Que funcionarios públicos dependientes directamente del Poder Ejecutivo están aportando recursos materiales del Estado e influencia militar en la actual disputa interna de la ANR.

            b) Que jefes militares de alto rango se hallan involucrados en la misma disputa en la ANR realizando actividad partidista.

            c) Que funcionarios públicos son cambiados (delegado de gobierno Gutiérrez) por no acompañar lista oficial, conforme lo afirma el presidente de la ANR.

            d) Que recursos de instituciones públicas (Ministerio de Salud Pública, DIBEN y Emergencia Nacional) son utilizados con fines electoralistas partidistas.

            e) Que funcionarios públicos son coaccionados por sus jefes para concurrir a reuniones partidarias (club Cerro Corá, viernes 16 de abril del corriente) a pedido de los candidatos a gobernador, Sanabria Cantero y senador Emilio Cubas.

            f) Que el propio ministro del Interior reconoce que altos funcionarios son cambiados por una lista de los participantes en la disputa y con total desconocimiento. "Han herido mi dignidad", dice la nota refiriéndose a la conversación telefónica grabada entre el general Orlando Machuca Vargas y el senador Blas N. Riquelme.

            g) Que se ha solicitado y obtenido apoyo de embajadas extranjeras en total y abierta violación constitucional. "República de China apoya a ingeniero Wasmosy", dice en alusión otra vez a la conversación del entonces embajador Saguier Caballero con el agregado militar chino.

 

            1.2. ABUSO DE PODER

 

            Los candidatos de las elecciones internas del Partido Colorado estaban bien diferenciados en cuanto a su ubicación respecto al poder. Wasmosy y Seifart eran candidatos confesos del oficialismo, mientras que Argaña e Ybáñez, a pesar de ser colorados, ejercieron una dura oposición al entorno del presidente Rodríguez.

            La afinidad y la identidad de los candidatos oficialistas con ese entorno facilitó la comisión de abusos de poder, primero en contra de sus adversarios internos y luego con los externos. Algunos de los hechos registrados fueron los siguientes:

            a) Apresamientos: Durante la interna se registraron los primeros casos, luego ocurrieron los demás. El más resonante fue el apresamiento del intendente municipal, liberal, de San Joaquín, un día antes de las elecciones.

            Es fácil suponer el abandono en que quedaron los electores que respondían a este dirigente partidario, además del efecto intimidatorio que ejerce este tipo de medidas en el común de la gente, muy proclive a contagiarse de sentimientos de temor, desconfianza y apatía frente al desafío de concurrir a votar.

            b) Intimidación y amedrentamientos: Se hicieron intentos directos de atemorizar a la gente, en especial a aquellas que dependen del Presupuesto General de Gastos de la Nación. Los despidos de funcionarios durante la interna por razones exclusivamente políticas fueron lecciones ejemplares para la masa de funcionarios y familias dependientes de los mismos.

            Pero también se cometieron actos intimidatorios y hasta atentatorios, como el caso de los indígenas de la parcialidad maskoy, encabezados por el cacique Ramírez, quienes sufrieron un atentado con arma de fuego por parte del entonces candidato a diputado colorado Francisco Díaz Calderara, y de Tarcisio Sostoa, electo luego gobernador del departamento de Alto Paraguay, según denunció a los miembros de la comisión de Derechos Humanos y Asuntos Indígenas el cacique maskoy Doroteo Centurión, (NOTICIAS 8.7.93).

            A manera de "sanción", Calderara estuvo a punto de ser nombrado presidente de la citada comisión parlamentaria, hasta que se produjo la reacción de la prensa y de esa forma tuvo que declinar su candidatura en favor de otro.

            Monseñor Zacarías Ortiz, vicario apostólico del Chaco paraguayo, emitió un comunicado que en parte dice cuanto sigue:

            "Un candidato a diputado departamental balea a los indígenas. Tal ocurrió en Puerto Casado. El señor Francisco Díaz Calderara, ofuscado por no poder doblegar a la comunidad maskoy (más de 300 votos), persiguió a los líderes baleándolos desde su camioneta.

            Los maskoy, que se dirigían en tractor hacia los asentamientos del km. 40, recibieron el impacto de las balas en la rueda del tractor, que de esa forma quedó inutilizado. No contento con este daño e intento de amedrentamiento, metió en la cárcel al líder maskoy Doroteo Centurión, con la complicidad de la Policía local, sembrando el pánico y el dolor entre los numerosos indígenas de Puerto Casado, donde se habían reunido para las votaciones".

            El amedrentamiento, el indigno comercio de las cédulas de identidad y las presiones de toda clase fueron las armas que utilizaron diariamente los partidarios de Tarcisio Sostoa, candidato colorado a la gobernación del Alto Paraguay, contra nuestros humildes hermanos indígenas".

            Dentro del rubro de intimidación y amedrentamiento se podrían inscribir también las grabaciones de las conversaciones telefónicas, cuyas copias fueron entregadas a la prensa siempre que el perjudicado fuese el adversario político.

            Este procedimiento, inicialmente utilizado para intimidar a la gente, se volvió incontrolable y pasó a constituirse en un boomerang.

            c) Más actos intimidatorios y de amedrentamiento: Justo el día de las elecciones falleció en el hospital central del Instituto de Previsión Social Víctor Pérez Franco, obrero de 20 años.

            El mismo se encontraba con un grupo de jóvenes en la parrillada "El Sol Naciente" de Villa Hayes. Llegaron cuatro personas a pedir bebida alcohólica, pero el dueño se negó a venderles por la prohibición que regía en vísperas de las elecciones.

            Los jóvenes de la parrillada eran miembros de la oposición y los recién llegados eran colorados. Uno de ellos se descompuso cuando se le comunicó la prohibición de consumir bebidas alcohólicas y maltrató a la empleada.

            Los jóvenes le gritaron "mbatará", hecho que agudizó más aún la ira del frustrado comprador. Hubo un trágico final. Uno de los jóvenes cayó mortalmente herido. El autor resultó ser un capitán de caballería, según testigos que confiaron la información a un periodista de ABC Color. Esto ocurrió el sábado 8 y el deceso de Víctor Pérez Franco se produjo al día siguiente de madrugada.

            Atentado contra la Red Privada de Comunicación: La ciudadanía despertó el día de las elecciones con una noticia preocupante. En la madrugada del 9 de mayo, desconocidos dispararon contra las instalaciones de radio "Cardinal" y de la teledifusora "Canal 13" de la ciudad de Lambaré. Los desconocidos intentaron derribar las antenas de ambos medios de la Red y destruir el generador para evitar que transmitieran los sucesos de las elecciones, dada la inclinación que tuvo hacia la candidatura de Luís María Argaña.

            El atentado se produjo con armas de guerra y como consecuencia del mismo quedaron dañados la radio y la teledifusora, las cuales -sin embargo- pudieron funcionar parcialmente durante la mayor parte de la jornada a pesar de los serios desperfectos técnicos.

            La Policía no practicó ninguna detención para realizar averiguaciones del caso, a pesar de los indicios comprometedores ofrecidos por los directivos de la empresa. Tampoco la justicia ordinaria diligenció el caso para conocer a los responsables del atentado.

            El hecho fue denunciado ante la Sociedad Interamericana de Prensa, que condenó el atentado.

            Amedrentamiento, intimidaciones y presiones en la interna colorada: Empleados de la Industria Nacional del Cemento de Vallemí, denunciaron el 28 de octubre de 1992 haber recibido amenazas y presiones con el objeto de alinearse a la fórmula Wasmosy-Seifart. El presidente de la entidad, Ing. Luís E. Barrail aseguró que dicha práctica no será permitida dentro de la institución.

            * El Sindicato de empleados del Partido Colorado emitió un comunicado publicado al día siguiente, 24 de noviembre de 1992, por el cual denunció "las presiones que están recibiendo sus asociados para trabajar y apoyar una de las fórmulas presidenciales, mediante amenazas, traslados, despidos"

            * Zunilda Vega de Gómez, presidenta de la Asociación de Educadores Rurales Sanjuaninos afirmó que cuando los directores de Departamentos fueron a Misiones, convocaron a una reunión a los directores de instituciones educativas y ofrecieron sillas, bancos y todo lo urgente que necesitan con la única condición de trabajar por la fórmula Wasmosy-Seifart.

 

            1.3. INSTRUMENTACION DE LA JUSTICIA ORDINARIA

 

            Es sabido que el Poder Judicial está integrado casi en su totalidad por miembros del Partido Colorado. Excepto algunos magistrados no pertenecientes a la ANR, nombrados por el presidente Rodríguez durante la transición, todos los demás son afiliados y algunos de ellos militantes del coloradismo.

            Aún cuando los candidatos ganadores de la interna, por los procedimientos ya explicados, fueron abucheados por algunos funcionarios durante la visita efectuada al Palacio de Justicia, algunos jueces y fiscales se encargaron de poner a la justicia ordinaria al servicio del partido de Gobierno.

            Algunos ejemplos claros fueron los siguientes:        

            a) Cierre de frontera: En realidad, el juez laboral Luis Pereira Ramírez no dispuso taxativamente el cierre de frontera el día 9 de mayo de 1993, pero su medida de impedir el ingreso de paraguayos provenientes del exterior fue entendida por las autoridades de frontera como una consigna política de frenar el ingreso de todo aquel que pudiera ingresar al país con la sola intención de votar en contra del Partido Colorado.

            Y la aplicaron de esa misma forma.

            La medida, desde luego, fue tomada por iniciativa del abogado Julio César Vasconsellos, entonces diputado por el Partido Colorado y apoderada de la Junta de Gobierno, quien presentó un amparo.

            Una vez cumplida la misión de evitar que algunos paraguayos cumplieran con su derecho y deber de votar, la medida restrictiva fue levantada.

            Como si no fuese clara la jugada, la Junta de Gobierno resolvió en una de sus sesiones respaldar al juez en su actuación con respecto a los paraguayos que regresaban del exterior.

            b) Prohibición judicial de "boca de urna" y a "Vigilantes de la Democracia": El juez en lo civil y comercial del cuarto turno, Oscar Rodríguez Kennedy, dictó el viernes 7 de mayo (dos días antes de las elecciones) una medida cautelar de urgencia prohibiendo a los medios de comunicación integrantes de la Cadena Nacional Electoral (diario ABC Color, radio Ñandutí y Canal 9 TV) a patrocinar o ejecutar las actividades establecidas para los denominados "Vigilantes de la Democracia", un grupo de voluntarios para controlar los comicios.

            De esa forma, Rodríguez Kennedy hizo lugar al amparo promovido por apoderados del Partido Colorado.

            Al día siguiente, sábado, el juez en lo civil y comercial Juan Ramón Bueno Jara, levantó la medida y dispuso que todos los medios de comunicación podrán realizar la encuesta "boca de urna".

            c) Suspensión de elecciones internas: Durante las internas coloradas, el juez Rodríguez Kennedy suspendió las elecciones a raíz de un recurso de amparo presentado un día antes por la fórmula Wasmosy Seifart. Se planteó la necesidad de incorporar a los 200.000 afiliados excluidos del padrón electoral por el Tribunal Electoral de la Capital.

El senador Carlos Romero Pereira declaró que el juez Rodríguez Kennedy debía inhibirse del caso por ser pariente del ministro Hugo Estigarribia Elizeche y por ser compadre del precandidato a la vice-presidencia, Ángel Roberto Seifart. Los argañistas anunciaron que presentarán un pedido de enjuiciamiento del magistrado.

 

            1.4. FUERZAS ARMADAS PARTIDARIAS

 

            La situación de las Fuerzas Armadas es similar a la de la justicia ordinaria. Todos los militares son colorados y, por tanto, es obvio que el apoyo de todo su staff, sus medios y de toda la infraestructura fue para el partido de Gobierno.

            Las intervenciones más llamativas de las Fuerzas Armadas en el proceso electoral fueron las siguientes:

            a) Intervención del presidente Rodríguez: El general Rodríguez intentó mantenerse al margen de la disputa electoral, pero su ubicación al lado del candidato oficialista ya fue notoria, pública y abierta a partir de la interna colorada.

            Incluso en la interna colorada el apoyo directo a la fórmula Wasmosy-Seifart fue claro. Tanto que en compañía de los tres Comandantes de las Fuerzas Armadas y el Comandante del Primer Cuerpo de Ejército votaron en la Escuela República Alemana, en donde prácticamente el General Lino Oviedo hizo de vocero, criticando de una manera directa a uno de los candidatos.

            b) Clima de inseguridad mediante rumores de golpe: Los rumores de golpe de Estado estuvieron a la orden del día en vísperas de las elecciones. En realidad fue una constante en toda la transición. Tomemos un ejemplo.

            Julio César Frutos, candidato a vicepresidente de la República en la fórmula Díaz de Vivar, denunció en pleno Año Nuevo que existía la intención de realizar un autogolpe para evitar la proclamación de Luis María Argaña como candidato presidencial del Partido Colorado.

            El entonces diputado colorado dijo que la Embajada de los Estados Unidos de América estaba en antecedentes del caso. Agregó que el candidato "perdedor" de las internas coloradas "está prisionero de un entorno que aspira soluciones no democráticas y a la recalendarización de la transición".

            "De lo que yo estoy seguro es que quienes están trabajando en este proyecto antidemocrático tienen la connivencia o el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos de América. Sin ese apoyo es impensable hacer el golpe. Así que aquí lo más importante que puede ocurrir es que la propia embajada aclare su posición y de tranquilidad al pueblo colorado, por lo menos, y al pueblo paraguayo también", dijo Frutos.

            Al día siguiente, la Embajada norteamericana se vio obligada a difundir una declaración referente a los rumores de golpe de Estado.

            "El Paraguay ha dado grandes pasos hacia una sociedad más democrática y abierta desde la terminación de la dictadura de Stroessner. Bajo el gobierno del presidente Andrés Rodríguez la democracia se ha consolidado. El presidente Rodríguez ha afirmado en reiteradas oportunidades que hará entrega del poder el 15 de agosto del año en curso".

            "Tenemos confianza en que el proceso democrático continúa su afianzamiento y dentro de este contexto esperamos que las cuestiones políticas puedan ser resueltas por medio del diálogo y los medios judiciales previstos en la Constitución y las leyes del Paraguay".

            "La Embajada de los Estados Unidos no espera que tenga lugar una interrupción de ninguna índole del orden democrático. Sin embargo, los Estados Unidos reafirman que una interrupción del proceso democrático en el Paraguay provocaría una fuerte reacción de los Estados Unidos, como así también de la comunidad internacional".

           

            c) Reconocimiento de la ANR al general Lino Oviedo: El diario Patria, órgano oficial del Partido Colorado, dio un saludo oficial al general Lino César Oviedo al día siguiente de las elecciones. En tapa consignó el título: "Adelante General Oviedo" y el escrito es de apoyo a su persona y a la gestión que le cupo realizar como colorado.

            Posteriormente, el 14 de mayo de 1992, Blas N. Riquelme ofreció al general Oviedo una demostración en su domicilio. El titular de tapa de Patria al día siguiente decía: "El Partido Colorado agasajó al general Lino Oviedo" y trae la foto de Seifart, Wasmosy, Lino Oviedo y Riquelme, sentados en una mesa.

            En contratapa del mismo periódico se lee: "El Partido Colorado valoró el apoyo moral del general Lino Oviedo" y publica nuevamente fotos de agasajo, donde aparecen, entre otros, Juan Manuel Frutos y Juan Esteche Fanego.

            d) Presencia de soldados en los padrones partidarios: Durante la interna colorada, el Dr. Luís María Argaña denunció el 10 de noviembre de 1992 que en los padrones de la ANR habían figurado conscriptos. El Tribunal Electoral solicitó la lista de soldados, pero el Comandante en Jefe se negó a enviarla. La denuncia fue reforzada por Diógenes Martínez y por el Ing. Juan Bautista Ibañez.

 

            1.5. MANIOBRAS ELECTRONICAS

 

            a) Copias de padrones: El atentado más claro a la transparencia fue la negativa de la Junta Electoral Central de otorgar copias en disquetes del padrón electoral.

            El PLRA solicitó a la Junta Electoral Central la entrega del disquete con el padrón actualizado, pero dicho organismo lo denegó. La medida fue apelada y finalmente el Tribunal Electoral de la Capital, por resolución del 14 de agosto de 1992, resolvió ordenar a la Junta Electoral la entrega de una copia del padrón electoral en un plazo no mayor de cinco días.

            El PLRA insistió en que la copia a ser entregada fuese en disquete, pero la Junta Electoral entendió que con una copia de papel ya estaba cumpliendo con su obligación.

            De esa forma no se pudo realizar el control electrónico del padrón, ya que manualmente es imposible detectar las irregularidades existentes en su contenido:

 

            2. IRREGULARIDADES.

 

            Las irregularidades son situaciones que se presentan en el proceso electoral y que son productos de la ignorancia de las disposiciones legales que regulan el sistema electoral y por ende no son resultado de un plan deliberado para favorecer a unos y perjudicar a otros.

            Las irregularidades pueden ser también intencionales, pero de parte de algunos ocasionales autores que actúan por iniciativa propia y no precisamente por indicación de los ideólogos del plan.

            Estos hechos son atribuibles tanto a opositores como oficialistas. Algunas de las irregularidades más comunes son: Uso de distintivos partidarios en locales de votación, no uso de tinta indeleble en algunas mesas, instalación de la mesa fuera del horario establecido, prohibición de fiscalizar el escrutinio, entre otras cosas.

 

            PUNTO FINAL

 

            Este trabajo no pretende ser solamente un testimonio acerca de hechos y conductas que impiden avanzar en el camino de la construcción de la democracia en el Paraguay. Pretende también ser útil como instrumento, diríamos casi como un manual, para que tanto los partidos como los movimientos puedan ejercer de una manera seria un control eficiente sobre los procesos electorales.

            Muchas veces situaciones claves que pueden determinar de una manera decisiva el resultado de las elecciones, pasan desapercibidas y otras veces quienes deben ser fiscalizadores firmes del proceso actúan con una debilidad notables. Pero no solamente las trampas, sino también las conductas inciden de una manera determinante en el ritual democrático de las elecciones. En este sentido es necesario decir que se impone de una manera clara, terminante y urgente que los miembros de las Fuerzas Armadas asuman su papel profesional y cumplan su importante función, al margen de la actividad política. Este punto es fundamental para el futuro de la democracia en el Paraguay.

            Esta realidad evidente es la que algunos observadores internacionales no observaron. Rubén Perina coordinador de la O.E.A. expresó a la prensa, contestando sobre la participación del factor castrense en el proceso eleccionario, "eso es un elemento que ciertamente es parte del contexto político del Paraguay. Es un elemento que participa de la política, pero creo que no es determinante, como hay algunos que quieren hacer ver eso." Es obvio que estamos entre los algunos, y que esta investigación nos permite afirmar que no estamos equivocados.

            Al mismo tiempo se impone que los Partidos Políticos asuman de una forma responsable un proceso electoral transparente. Si hoy todavía la ciudadanía cree y asiste a depositar su voto en las elecciones, si no se plantea un ruptura definitiva con la trampa, el modelo de legitimación del poder político dejará de fundarse en la voluntad popular, para dar paso a misianismos que sabemos cuando comienzan pero no cuando y como terminan.

            Por ultimo es bueno recordar que la tarea de consolidación de la democracia exige ciudadanos atentos y firmes en la defensa de sus derechos. Los paraguayos estamos muy acostumbrados a que otros nos avasallen mas allá de lo que manda la ley, y ya es hora de poner punto final a tanta violencia silenciosa.

 



 



 

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