KA’I REKOVEKUE (LA VIDA DE CA’I)
FELICIANO ACOSTA ALCARAZ
Traducción al castellano:
NATALIA KRIVOSHEIN DE CANESE
Colección Cuentos Populares Paraguayos Nº 1
Editorial SERVILIBRO
Tapa e ilustraciones: ANY UGHELLI
Diseño gráfico: CLAUDIA LÓPEZ
Cuidado de la edición:
NATALIA KRIVOSHEIN DE CANESE
Asunción – Paraguay
2010 (92 páginas)
NE'Ẽ MBYKYMI
Ka'ieta guata pyta'ỹ rapykuéri heta aiko ambyatypami haguã ikatu haguãicha pejesareko ha peguerohory chupekuéra. Apovyvy opárupi reí jahechápa upéicha omono'õ ipya'emive ha márõnte che rembipota ndaikatúi hu'ã.
Heta okẽ ambota. Che pehẽngue ha che irũnguéra mandu'a ha arandúre ajepovyvy ha upéva rehe ae ikatu amono'õ ono'õva ha péina ko'ãga ndaíkatuvéi jeýma ajoko chupekuéra ha apoi jey mante pende apytépe.
FELICIANO ACOSTA
LOS «CASOS» DE CA'I
El «cebus paraguayensis» o ka'i, monito que abunda -o más bien abundaba- en las selvas paraguayas antes de la catastrófica depredación que sufriera, es un simio de gran viveza, carácter festivo y burlón que lo hace, además de sus rasgos físicos, muy semejante a los seres humanos. El que haya conocido de cerca un ejemplar del ka'i, habrá quedado maravillado de su capacidad para realizar travesuras e ingeniarse en la búsqueda de alimento, incluso usando algunos elementos en forma de herramientas, como piedras para partir el carozo del coco o mbokaja.
El pueblo paraguayo lo toma a menudo al ka'i como protagonista de cuentos y fábulas que se narran en guaraní y tienen mucha gracia. Los que recogimos para esta edición son apenas una pequeña muestra de la gran cantidad que existe.
Para facilitar el acceso a estos «casos» que forman parte importante de nuestra cultura, hemos decidido intentar su traducción al castellano. Elegimos el español coloquial hablado en los hogares de todas las clases sociales, del país y que es el único que entienden los niños paraguayos, cuyo acceso a la literatura infantil importada se dificulta por el tipo de lengua que en ella se usa.
Los principales protagonistas de estas fábulas son animales de nuestra fauna como ka'i, mono pequeño; karaja (carayá), mono aullador, de tamaño algo mayor pero aparentemente más lento y torpe que el ka'i, jakare (yacaré), cocodrilo americano; yryvu (cuervo); aguara (zorro); tatu (armadillo); jaguarete (yaguareté), - tigre americano y otros.
NATALIA KRIVOSHEIN DE CANESE
EL PAGO POR LA CHIPA
Un día, Caí estaba muy cansado. Entonces se quedó esperando a la vendedora de chipa en el camino. Cuando la señora pasó por debajo del árbol donde él estaba, se bajó despacito en el canasto sin que ella se dé cuenta y se iba comiendo la chipa calentita. Cuando hubo comido bastante, se puso a hacer cacá e hizo una bien grande en el canasto. Después se subió otra vez a un árbol.
La chipera no se dio cuenta de lo que había pasado y contenta empezó a ofrecer su chipa.
Cuando encontró a alguien que le quería comprar, metió la mano en el canasto y tocó el regalo del monito. Casi reventó de rabia la pobre.
KA’I OME'ẼRÕ GUARE CHIPA REPYKUE
Peteĩ jey ndaje Ka'i ikane'õ iterei. Upémarõ oñemoĩ oha'arõ chipa apohápe. Ohasávo yvyra guy rupi kuñakarai, Ka'i ojepoi ijajakápe ha ho'u ohóvo chipa aku, ho'upa porã rire oñemoĩ okaka kakuaa porã ajakápe ha opo jey yvyra rakãre.
Kuñakarai ndohechakuaái asy mba'eve ha vy'a pópe oikuáve'ẽ ohóvo ichipa. Upéichaje ojuhu oñemuséva hendive, opo'ẽ mbegue katu ijajakápe ha opokopaíte Ka'i repotíre. Ongyryrýje pochygui chipa apoha.
EL ENTIERRO DE CA’Í
Vivía una vez un hombre haragán que ni para conseguir su comida se quería mover. Dicen que se alimentaba no más que con comida de animales. Un día lo encontró Ca'í y le habló así:
- Qué te parece, señor, si te hacés mi papá. Yo vivo solo y te voy a cuidar, te voy a traer lo que pueda conseguir para comer.
Atendió el hombre a ver si había escuchado bien y le contestó al monito:
- Bueno, ya ves donde vivo, cuando vengas siempre me vas a encontrar, mi hijo.
Se puso contento Ca'í porque encontró un padre. Se fue saltando y mostrando los dientes hasta llegar a una capuera. Así, felices vivieron juntos.
Un día se le ocurrió a Ca'í que quería tener también una madre, quiso hacerlo casar a su papá. Entonces empezó a buscar. Yendo por ahí una vez vio una casa grande. A lo lejos estaba una viejita que caminaba lentamente y delante de la casa otra mujer más joven, aunque ya madura, de muy buen porte. En un corral grande muchas vacas y chanchos gordos. Se acercó y le dijo a la viejita:
- Te hace decir mi papá si no tenés una romana para prestársela. Dice que quiere pesar lo que cosechó en su chacra.
- Tengo -dijo la señora.
Ca'í llevó arrastrando la romana. La dejó guardada un tiempo y después de muchos días se la llevó de vuelta a su dueña.
Vengo a traerte tu romana, porque a lo mejor la estás queriendo usar. Papá todavía no pudo terminar de usarla -dijo Ka'í.
Lo miró bien la señora y le preguntó:
- ¿Tanto es lo que sembró tu padre?
- Sí -contestó Ca'í .
No miraba la cara de la señora sino que observaba a la hija y rápidamente volvió a su casa. Encontró a su padre adoptivo comiendo. Lo saludó alegremente y sin ningún otro comentario le dijo de repente:
- Vos, papá, ¿no te quisieras casar?
- Quién me va a querer, hijo, nadie quiere a un pobre sin casa.
- Eso decís vos. Si querés, rápidamente te voy a hacer casar. Déjalo en mis manos y para este invierno que viene ya voy a tener una madre. El hombre no dijo nada y se sonrió, no creía mucho lo que oía y se acomodó para dormir. Muy temprano, antes de amanecer, Ca'í se fue al monte a buscar toda clase de frutas maduras. Las juntó e hizo con ellas un atado, se lo puso al hombro y se fue junto a la chica. Saltó delante de ella con una sonrisa y le puso delante todas las frutas que había juntado. Ella le preguntó:
- ¿Dónde vivís, Ca'icito?
Vivo en una casa linda que está en medio del monte, con un señor soltero que me quiere como si fuera su propio hijo. El tiene muchas plantaciones y animales, además encontró un entierro con mucha plata. Abrió mucho los ojos la chica, pero Caí se dio vuelta y se fue.
- Vení otra vez junto a mí, Ca'icito -le gritó la chica.
Después de muchos días se acercó otra vez a la casa de la señorita. Al verlo a Ca'í, ella lo recibió muy contenta.
- ¿Cómo anda tu papá? -preguntó.
- Anda bien. Te hace decir si no te querés casar con él.
- ¿Por qué no? Después de eso, Ca'icito, como a mi hijo te voy a tener -le dijo la chica.
- Voy de vuelta entonces, nada más que eso quería saber.
Y se encaminó de nuevo a su casa. Al llegar lo afeitó, lo bañó, lo perfumó a su papá y lo llevó a casarse.
Hubo mucha alegría, muy pronto se entendieron bien ellos tres. Una vez, después de mucho tiempo, delante de su esposa le dijo su padre a Ca’í.
- Estoy muy contento, mi hijo, de las cosas que hiciste. Si alguna vez llega a pasar que te vayas a morir, te voy poner en un cajoncito entre flores y te voy a hacer un lindo entierro.
Ca'í sonreía. Ellos vivían juntos y contentos pero, un día, lo encontró su papá a Ca'í, que había amanecido duro y mostrando los dientes.
- Pobrecito mi hijito, parece que murió. ¿Qué voy a hacer con él? -le preguntó a su mujer.
-Llevá y tiralo -dijo la esposa.
Entonces el hombre lo tomó a Ca'í de la cola, lo revoleó bien y lo tiró. Ca'í quedó colgado en la rama de un árbol. Allí se despertó y bajó al hombro del padre.
- No era eso lo que prometiste qué harías conmigo después de morir.
Llorando el hombre lo abrazó a su hijo y fueron hasta la casa. La señora no sabía dónde esconder la cara. Saltó a abrazarlo a Ca'í y lloraron los tres.
- Vos, mamá, le dijiste a mi padre que me tire al monte -le dijo llorando Ca'í.
- No llores, mi hijo. Secó tus lágrimas y andá comé bananas bien maduras que guardé para vos -le dijo la mamá.
Ca'í se refregó los ojos, sonrió y se fue a comer bananas. Pronto se olvidó de su disgusto, de nuevo vivió feliz con sus padres y rápido volvió a sus antiguas costumbres. Juntaba frutas maduras en el monte y se las traía.
Una mañanita lo encontró otra vez su papá en un banquito, todo duro, mostrando los dientes. Se pusieron a llorar desconsoladamente sus padres por él. Le abrieron los ojos, le hablaron, pero Ca'í no se movía. Lo mimaron por turno los dos, pero él no se movía.
Allí se dieron cuenta que esta vez se había muerto de verdad. Rápidamente le hicieron un cajoncito, lo pusieron en medio de telas de seda, lo adornaron con flores perfumadas y lo pusieron sobre la mesa. Al caer el sol, con tristeza lo llevaron a enterrar a Ca'icito.
KA'I ÑEÑOTY
Oikóva ndaje raka'e ava ate'ỹ peteĩ hembi'urãre jepe ndojeporekaséiva. Ho'u ndaje mymba rembi'únte. Peteĩ ko'ẽme ojuhu chupe Ka'i ha omongeta chupe kóicha:
- Mba'épa ere, karai, reñembotúvarõ che rehe. Chéko aiko che añomi ha añangarekóta nde rehe, arojáta ndéve ahupytymíva guive hi'upyrã.
Ojapysaka porã mitã ava oñandu iporãtaha, ha ombohovái Ka'ípe:
- Néi, ápe rehecháma che raitymi, reju vovénte chejuhúta, che ra'y.
Ovy'aite Ka'i ojuhu rehe ituvarã. Opo, opo, oñemohãimbiti, kokue rehe oñetĩkutu. Upéicha vy'ápe oiko oñondive.
Peteĩ ára iko'ẽ Ka'i oipotaitéma isyrã, omomendase itúvape. Upémarõ oñemoĩ ojeporeka. Oikoha rupi ohecha peteĩ óga kakuaa. Mombyry guive ohecha peteĩ guaiguĩmi oguata kane'õva óga renonde rupi ha ambue kuña rete joja asy, ityarómíma ramo jepe, rasa oĩ porãva gueteri. Kora guasúpe ohecha vakaita ha kure kyra. Oguahẽmane upépe ha he'i kuñakarai guaiguĩme:
- He'iuka ndéve che ru ndererekóipaje romana, reipurukami haguã chupe. Oha'ãsemíjeko ikokuépe guare.
- Areko -he'i kuñakarai.
Ka'i ombotyryry romana ha oho heseve. Oñongatu are porã ha upéi, heta ára rire, ogueraha jey ijárape.
- Ajúnteko agueru ndéve ne romana, sapy'arei reiporuserõ guarã. Taitáko ne'ĩra gueteri oiporupa -he'i.
Omaña porã kuñakarai Ka'íre ha he'i chupe:
- Hetaite piko oñemitỹ ra'e nde ru.
- Heẽ -ombohovái Ka'i.
Nomañái kuñakarai rova rehe, ojoka hesa kuñataĩ imembýre ha pya'e porã osẽ oho ikehápe. Ojuhu ituvanga okaru hína. Horyete chupe ha mba'eve'ỹrõguáicha osoro sapy'a hese:
- Ndépa, taita, neremendasái mba'e.
- Máva piko chepotáta, che ra'y, avavéko imboriahúvape ndohayhúi.
- Ndénte ere -he'i Ka'i-, remendasérõ voi eterei romomendáta. Ehejánte che pópe ha ko ro'y oútavape arekóta che syrã.
Ava okirirĩ ha opukavy, ndoroviaséi ohendú va, ha oñembosako'i oke haguã. Voi porã, ko'ẽ mboyve, Ka'i osẽ oho ka'aguype ombyaty opaichagua yva aju. Omyapesã, ojokua ysypópe, omoĩ ijapére ha oho kuñataĩ rendápe. Opo po'i henondépe, ijuruvy rei ha oity henondépe yvaita omono'õ va'ekue. Kuñataĩ oporandu chupe:
- Moõ piko nde reiko Ka'imi.
- Aiko peteĩ óga porã oĩva ka'aguy mbytépe, karai ha'eñomi cherayhúva ta'ýra teetéicha ndive. Heta iterei ha'e oguereko kóga ha mymba ha hi'arigua onohẽ va'ekue plata yvyguy. Ojesape'a voi kuñataĩ. Ka'i katu ojere oho.
- Eju jevýkena che rendápe Ka'imi - osapukái chupe kuñataĩ.
Heta ára rire oñembojajey kuñataĩ rógape. Ohechávo Ka'ípe ha'e ohuguaitĩ chupe torypápe:
- Mba'éichapa oiko nde ru -oporandu.
- Oiko porã. He'iuka niko ndéve neremendaséi ndajépa hese.
- Ha... mba’ere piko anichéne. Upe rire, Ka'imi, che membýicha roguerekóne he'i voi chupe kuñataĩ.
- Aha jevýtama upéicharõ, upévanteko aikuaase.
Ha ikarape rape hóga gotyo. Oguahẽ rehe hogamíme oñapĩ, ombojahu, omohyakuávupa itúvape ha oguerahámane ra'e omomenda.
Vy'a niko ko vy’a, pya'e eterei ojoguerúma hikuái mbohapyvéva. Peteĩ jey, aremi rire, hembireko renondépe, he'i Ka'ípe itúva:
- Chembovy'aite niko, che ra'y, ko'ã mba'e rejapova rehe. Peichahágui re'a ramo remano mba'e, romoĩne kahõmíme yvoty apytépe ha roñotỹ porãitemíne.
Ka'i opukavy rei. Vy'ape oiko hikuái oñondive ha peteĩ ko'ẽme ojuhu itúva Ka'ípe hatãmba, hãimbiti hína.
- Aichejáranga che ra'ymi omano ra'e. Mba'épa ajapomíta chugui -oporandu hembirekópe.
- Eraha emombo -he'i kuñakarai.
Upémarõ karai ojapyhy Ka'ípe huguáigui, ombotyryry mombyry porã ha omombo. Ka'i opyta osaingo yvyra rakãre. Opáy upépe ha ojepoi itúva apére. Ñembyasype he'i:
- Ndapéichai niko kuri ere chéve rejapotaha che rehe amano rire.
Tasẽ sorópe karai oñañuã ta'yramíme ha ojogueru ógape. Kuñakarai ndoikuaái mamópa omoĩta hova. Opo oañuã Ka'ípe ha hasẽ hikuái mbohapyvéva.
- Nde niko, che sy, ere kuri che rúpe chemombo haguã ka'aguýpe -he'i tasẽme Ka’i.
- Anive nerasẽ, che memby. Emokã nde resay ha tereho he'u pakova aju porã, nde rérape añongatu va'ekue -he'i chupe isy.
Ka'imi ojesakyty kyty, opukavy ha oho ho'u pakova. Pya'ete hesarái imba'embyasýgui, vy'a pópe jey oiko itúva ha isy ndie, voiete ojevy heko tujápe. Ombyaty yva aju ka'aguygui ha ogueroja chupe kuéra.
Peteĩ ko'ẽme ojuhu chupe itúva apykami ári hatãmba, hãimbiti hína. Oñemoĩ isy ha itúva hasẽ soro hese. Ohesape'a, omoñe'ẽ, Ka'i katu nomỹiri. Ojopyru hese hikuái oguerochichĩ, ha hekópente Ka'i.
Upépe ohechakuaa hikuái Ka'i omanoitemaha. Pya'épe ojapo hikuái hyrurãmi, omoĩ ao vera apytépe, ombojegua he'õnguemi yvoty ryakuãvu asýpe ha omoĩ mesa ári. Kuarahy ojero'ávo mba'embyasýpe ogueraha oñoty hikuái Ka'imíme.
Í N D I C E
Los «casos» de Ca'í
Ñe'ẽ mbykymi
Cómo apareció Ca'í
Mba'éichapa oiko ypy Ka'i
Semana Santa
Semana Sánta
La guerra de los animales que caminan contra los que vuelan
Oñorairõrõ guare mymba oguatáva ovevévandi
La pulseada de Ca'í y Carayá
Ka'i ha Karaja oñombohovake ramo guare
La trampa de Yaguareté
Jaguarete omoĩrõ guare ñuhã
El monito con zapatos
Ka'i oñembosapatúrõ guare
El pago por la chipa
Ka'i ome'ẽrõ guare chipa repykue
De cuando Yaguareté se lo tragó a Ca'í
Jaguarete omokõrõ guare Ka'ípe
Yacaré conquistador
Ka'i omboaguarárõ guare Jakarépe
El entierro de Ca'í
Ka'i ñeñotỹ
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