PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
Compilación de Mitos y Leyendas del Paraguay - Bibliografía Recomendada

  CHINGOLO - Versión: TERESA LAMAS CARÍSIMO DE RODRÍGUEZ ALCALA

CHINGOLO - Versión: TERESA LAMAS CARÍSIMO DE RODRÍGUEZ ALCALA

CHINGOLO

Versión: TERESA LAMAS CARÍSIMO DE RODRÍGUEZ ALCALA

 

El chingolo, ese pajarito travieso que todos tenemos en nuestro patio y que, desenfadado y familiar se introduce hasta en las piezas en busca afanosa de alimento, no camina: anda a saltitos y su cuerpo vivo, ágil y graciosamente delineado descansa sobre un par de patitas delgadas y frágiles. Esta manera de andar a saltos es el resultado de una maldición con que fue castigada su audacia. Antes su plumaje era de un color dorado y brillante como el del picaflor, pero se le volvió oscuro y deslucido a raíz, también, de esa maldición.

Presuntuoso, soberbio, engreído con su vuelo rápido y seguro, el chingolo hallábase un día en lo más alto del campanario de una iglesia antigua. Una chingolita tan linda y viva como él estaba a su lado. La torre era ancha, toda de piedra, y parecía hecha para mantenerse erguida una eternidad. Los siglos resbalaban sobre ella dejándola intacta, sin más rastros que la pátina oscura de su sagrada vetustez...

Las dos avecillas discurrían alegremente a lo largo de las cornisas; subían, bajaban, daban vueltas, no paraban un instante. Eran como un temblor de luz en el oro puro del sol.

El chingolo hacía prodigios de agilidad y donaire para lucirse ante la pajarita y, pareciéndole que todo su alarde de fuerza y empaque era poco, se detuvo, afianzó las frágiles patitas en la veleta de hierro macizo, e hinchado de vanidad y de suficiencia al ver al sol fulgir en su plumaje, dijo así a su compañera.

-¿Sabes? Si yo quisiera de una patada echaría abajo esta torre".

La pajarita rió con malicia la audacia. El soberbio sintióse ofendido y, para demostrar su fuerza, dio una patadita contra la torre... la torre siguió en su inmovilidad centenaria, pero una ráfaga silbante de aire negro y pesado envolvió y arrebató al ave que cayó desde lo alto de la cúpula.

Cuando el chingolo pretendió caminar con su habitual arrogancia, se sintió impedido: torpe y desgarbado resultó su andar, tal como si unos grillos invisibles lo sujetaran fuertemente. Al verle así la chingola se horrorizó de su desairado porte y huyó negándole su cariño. El chingolo lloró, lloró tanto que sus lágrimas apagaron el fulgor de su plumaje. Cuando con su cuita llegó junto a su madre, ésta lloró y enfermó de pena.

Desde entonces el chingolo exhala su queja en el doliente chesy-jhasy.

Fuente: MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY. Compilación y selección de FRANCISCO PÉREZ-MARICEVICH. Editorial EL LECTOR - www.ellector.com.py . Tapa: ROBERTO GOIRIZ. Asunción-Paraguay. 1998 (187 páginas)

 

 

GALERÍA DE MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY

(Hacer click sobre la imagen)

 

 







Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA