EVASIONES PEREGRINAS
Poesías de ALBERTO MANUEL SISA DA COSTA
Editado con el apoyo del FONDEC
Editorial Servilibro,
Asunción-Paraguay 2006
Ilustración de tapa:
DIANA MERCEDES ROSSI
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La palabra de Alberto Sisa fermenta como levadura para cumplir una labor misional cuya bandera es la poesía. En ese sentido, el poeta de EVASIONES PEREGRINAS ha cumplido con creces la evolución al revelar, a través de la perdurabilidad estética, una mirada temporal cargada de evocaciones, lugares, olores de patios y trazos indelebles que aletean su ternura entre columpios de realidad y belleza onírica. EVASIONES PEREGRINAS reúne una selección de poemas plenamente logrados y reposados en un universo emblemático que oscila entre cabalgaduras de ausencias y horizontes de soledades que desdoblan memorias y querencias extrañamente repetidas. Todo esto en la voz del poeta se convierte en “ansias migratorias, ruta peregrina de troveros y baladas estivales”
VICTORIO V. SUÁREZ
(Escritor y poeta contemporáneo paraguayo)
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A MANERA DE PRÓLOGO
«EVASIONES PEREGRINAS» es un viaje a esa puerta dimensional y misteriosa de la poesía, que constituye para mí un vivencial gozo compartido con la pintura, gracias a la fuerza creativa, el talento y la sensibilidad artística de Diana Mercedes Rossi, quien ilustra la tapa y el interior del libro. Su madre Griselda Rossi Schubert también aporta una obra alegórica (pág. 19) a esas evasiones que nos conducen a los campos y a las grandes urbes.
Los paisajes y ciudades de estilo modernista de Diana Mercedes Rossi están impregnadas de honda melancolía, de intensos colores y delicadas formas, con imágenes ceñidas a la condición humana plenas de simbolismos, trazando con su pincel ese instante único, colmado de emociones y sentimientos, la transcendente belleza captada en el lienzo.
Evadirse es viajar por los territorios ilimitados de la belleza, es buscar la paz y la armonía en la soledad; es soñar y vivir un gran amor. No es huir, sino un compromiso con ser cada vez mejores. Es restablecernos en el propio "yo" como diría nuestra añorada Josefina Plá.
Evadirse:
del dolor para vivir con alegría,
de la maldad para ser bondadosos,
de los muros mentales y físicos para vivir en libertad,
de los dicterios para evitar la perturbación del alma.
** Evadir es buscar el amor permanente. Cuántas veces anhelamos como bálsamo para la angustia existencial contemplar una puesta de sol, admirar el esplendor de la naturaleza, enamorarnos, o viajar como una manera de relax espiritual.
** La evasión es amiga de los sueños, es reflexionar, compartir y ansiar la paz del espíritu, para desde allí encaminar nuestros pasos hacia venturosos puertos. Es buscar la comprensión, los puros sentimientos y la fraternidad humana. He ahí este libro.
El Autor
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EVASIONES
Cómo evadir la angustia
si te azuza permanente en tu lecho
convertido en tálamo de espinas.
Hermano mío,
huye lejos si el agorero cuervo
acecha incesante tus días.
Evádete,
huye ante la maldad y la barbarie,
porque mientras riñan a tu lado,
lejos, muy lejos,
a miles de kilómetros
cantan los pajarillos,
suenan alegres las cantarinas aguas
y palpita exultante el bosque.
II
Luz del horizonte, espérame,
necesito huir, evadirme.
Luz del horizonte, espérame,
inváde con tu divina lumbre
todos mis sentidos exaltos.
III
Del tedio y el cansancio huyo
para descansar mi testa
en el plácido alfeizar de tus hombros,
y así aplacar mis silenciosos alaridos
en el remanso de tu cálida faz.
IV
Recorro las calles
sin reconocer objetos,
personas ni edificios,
solo camino evadiendo enojos,
indiferencias y dicterios,
y penando desencuentros,
olvidos, adioses y ausencias.
V
El albor matinal desnuda
los alegres semblantes,
deslíe la vida con melodías viajeras,
coplas y cantigas de mar me acompañan,
predispuesto a lo cotidiano
emprendo el retorno a casa.
VI
Cuánto regocijo me causa la sonrisa
que me regalas, franca y cándida
desplegada armoniosa a la luz del sol,
en ella hay rapsodias, alas, música
frescura y poesía,
cuánto daría por eternizarla en tu rostro,
porque en ella sueño y existo,
celebro la vida.
DESCANSO
En algún lugar del sendero
el viento, el sol y la lluvia
reverdecen el solitario árbol
para ofrecer sombra y frutos
al peregrino triste y cansado.
Bajo el amparo de su fronda amiga,
duerme imperturbable el hombre
su más largo y apacible sueño,
esperando que la palabra
adormilada en su mente
le ordene: "Levántate y anda".
LOS CAMINOS
Los caminos tienen memoria
guardada bajo su piel de greda,
desde su oquedad profunda
resuenan guerras pasadas,
antiguas malquerencias,
cantos de fieles enamorados,
plegarias de campesinos sin tierra,
letanías de viejos promeseros,
voces de visionarios poetas.
Los caminos tienen memoria
forjada con pasos peregrinos;
la distancia unida al paisaje
guarda el polvo testimonial
de añorados tiempos,
mientras para el caminante
el porvenir aguarda al otro lado.
SENDEROS FANTÁSTICOS
Mis pasos errantes
quemaron una a una
las malas hierbas del sendero,
desde entonces las flores cantaron,
los guijarros fueron luciérnagas
en la noche,
los pececillos nadaron en la arena,
las mariposas revolotearon eternamente,
los versos de Bécquer y León Felipe
uniéronse a los míos,
y a ella la encontré en mi camino
rodeada de corales, helechos y lirios,
desde entonces fuimos dos peregrinos
congeniadores de nuestros destinos.
SOLEDAD
Universo constelado de ausencias
habitante de polvo y sombra
sabiduría que habita en el silencio,
alma gemela cautiva en mi mismo
gozo, desconsuelo y tristeza
en la profunda oquedad del horizonte,
subrepticio refugio de la memoria
en que cohabitan hermanadas
la melancolía y la serenidad.
LA ROSA RENACIDA
Esencia de fragancia
escanciada en la más ignota piel
de la bella Alhambra a otros jardines
permanece eterno el elixir de su aroma
sin embargo, envejece su ropaje grana
con pétalos heridos caídos en lágrimas;
marchita, sola y desamparada,
también la rosa se nos muere,
y antes de inclinar su testa coronada
moribunda al suelo,
lanza su último hálito
perfumado al viento
para tenue y silenciosa
descender a la estéril tierra
desventurada.
La seca marchitez
en comunión con la tierra
purificará sus raíces,
y desde lo más profundo
volverá a crecer, erguida, radiante,
reverdecida, jovial, sonriente.
Tendremos rosas para todos los tiempos,
para amar, llorar y sonreír;
por siempre perenne peregrina perfumada,
complaciente a ojos enamorados,
cáliz floral de cautivo embeleso.
SAGRARIO AMOR
A los hermanos J. M.M. y LA,
estas letras con el sentir de la vida
La soledad del sagrario
es amparo de dos queridas almas
congeniadoras de un feliz destino;
las preces matutinas los unieron
en albos rezos de piedad infinita;
ellos llevan consigo catedrales de beatitud
sumergidas en sus venas,
transidos de dolor y tristeza
sus caminos formaron una sola vía ante el altar
para, en solitaria rogación,
contar sus penas a la luz de la Santa Cruz.
Rodeados de apagados cirios
y misales de sólida fe,
con las manos signadas y piadosas
elevaron una oración
en la quietud sacramental del templo,
compasivos, tiernos y llenos de fervor
frente al sagrado retablo,
confesaron sus cuitas a Dios.
Señor: somos almas desengañadas en el amor,
nuestros errores, que saben a hiel.
son un beber diario del agua,
trocado en amargo vino
escanciado en nuestras existencias,
más encontramos en tu camino
los ardientes zarzales de la fe.
A ti acudimos con devoción
para que con tu gracia
ilumines nuestra senda
poblada de piedras y eriales,
y conviertas nuestro yermo
en vergel de hondo amor.
Un día abrazados a tu fe,
a mí y a ella nos consagraste
en sagrado matrimonio,
pero el tiempo es sabio
mensajero de la dicha o la infelicidad,
siendo esta última un agrio sustantivo
que rige hoy nuestras vidas.
Apaciéntanos con la hondura de tu verbo,
y sean tus bienaventuranzas
nuestra entereza para afrontar las penalidades
con toda su enorme carga de pesadumbre,
ayúdanos a reparar nuestros desaciertos,
pues donde hubo afecto y calor familiar,
la oquedad no los convierta en inquina.
Este amor nuestro descubierto a la luz
de rosarios y de santos
es blanco como la azucena
y consuelo a nuestra desdicha;
el porvenir que nos mira en la otra orilla
tiende un puente incierto frente al horizonte.
Nuestros cálidos sueños
son amparo a nuestros desvelos,
y gozo de resplandecido amor
elevado al cielo
con los maitines del alba.
La providencia divina
poblada de angélicas esperanzas
nos encontró en el sendero
que nos guía hasta ti,
para que confortados con tu presencia
ayude a encontrarnos unidos
y a hallar en tu misericordia
el descanso de nuestro atribulado corazón.
Señor, haz menos doloroso
este amor coronado de espinas.
Dichas sus plegarias
las dos almas entrelazadas
marcharon al atrio de la Iglesia
por la célica penumbra
juntas de la mano,
portando el sagrado grial
de la Buena Nueva,
envuelto con el palio santo
de la devoción.
AL FINAL DEL CAMINO
Al final del camino vislumbré la arcadia
me adentré en ella infundido de gozo
como chiquillo ansioso que obtiene
lo que tanto desea,
allí todo era armonioso en contenido
forma y espacio,
es la Patria Grande
- anhelado territorio de sueños posibles –
que todo lo iguala,
que todo lo llena
y todo lo cobija;
vale la pena encontrar la arcadia
al final del sendero,
porque caminar hacia adelante
es consumir ansias postergadas
y dejar atrás los hitos
que distancian y separan;
caminar hacia adelante
ayuda a desalambrar
reprimidos amores,
a romper los muros del miedo
y liberar la palabra dormida
que cargada de inmortal memoria
como certera saeta atraviesa
los campos del olvido,
llevando su claro trino de amor
por los cardinales caminos del mundo.
EPÍLOGO
Nuestro autor logra a través de su poemática el ministerio de la belleza, pero laborando con el cincel del artesano que golpea sobre el mármol de las horas con paciente precisión de relojero, alimentando soledades, silenciando el tiempo sin tiempo en que se transita la palabra en la arquitectura de la alteridad del pensamiento de su ser propio, en la espera hasta el alumbramiento poético en ese caminar de peregrino en que la evasión se reviste de compromiso con lo verdaderamente humano.
Las palabras del poeta Alberto Sisa hablan con sostenida fuerza o ternura, recreando sensaciones de poderosa nostalgia, emoción delicada en esa imaginaria densa pese a su aparente sencillez, rebosante de giros cadenciosos entre los amores esquivos, innombrados o el palpitante preciso amor en que nos deja su impronta en un cúmulo de impresiones que abarcan los matices posibles del sentimiento - pensamiento.
Y es en el ejercicio de su libertad creadora cuando el poeta se tiempla cual acero proyectando su verbo diáfano como saeta horizontal disparada al corazón del posible leyente que al cerrar estas páginas sentirá un dejo de insatisfacción, pero no del todo, como cuando se acaba el vino y es preciso volver a escanciar las copas de evasiones peregrinas. - PROF. ARIEL VERA - Secretario General Sociedad Patriótica y Cultural Natalicio Talavera
ÍNDICE
EVASIONES PEREGRINAS
A manera de prólogo
· El viaje a la alquería/ Descanso/ Los caminos/ Alfa y omega/ Evasiones/ El girasol/ Senderos fantásticos/ Hombre contemplando la bahía/ Triste peregrino/ Hojarasca/ Vale la pena/ Navegario/ Amatoria/ Bitácora del amor/ Memorial/ Poesía en la Plaza/ Ausencia/ Horas/ Repaso/ Confesión/ Soledad/ La rosa renacida/ El patio del recuerdo/ Espigada geografía/ Paredes que hablan/ Nuestro expreso fantasma/ Tragedia/ Conversando con Jack Keroauc/ Papillón/ Manuel Ortiz Guerrero/ La marca del peregrino/ ¡A la Salud de Li Po!/ Sagrario amor/ Remember/ Letrillas/ Al final del camino/ Epílogo.
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