VERGÜENZA PROPIA Y AJENA

Por JESÚS RUIZ NESTOSA

jesus.ruiznestosa@gmail.com

SALAMANCA. Se acaba de aprobar el presupuesto para la Unión Europea y ahora se pasará a estudiar la manera en que se distribuirá ese dinero entre los diferentes países que la integran. Son ayudas significativas que cubren áreas como educación, investigación científica, agricultura, infraestructura, etcétera. Por de pronto, los eurodiputados tropiezan con un problema importante: el trato que se le dará a Polonia, ya que es fundamental que los países aseguren la independencia de la justicia. El gobierno de Polonia viene experimentando una marcada tendencia hacia el autoritarismo y la justicia va camino a ser manipulada por el Poder

A pesar de la distancia que existe entre nuestro país y Polonia, al leer esta noticia es fuerte la tentación de querer trazar algunos paralelos y parecidos ya que en Paraguay, desde hace mucho tiempo, vivimos bajo un poder despótico que ha terminado con la independencia del Poder Judicial para convertirlo en una herramienta más del régimen. Venezuela nos viene dando diariamente el ejemplo de que elecciones (mejor dicho votaciones, ya que no se elige nada) periódicas no son de ninguna manera sinónimo de democracia. Si los procesos comiciales no se dan en medio de una serie de circunstancias, ellos no pueden garantizarnos nada, menos un estado de derecho.

Siento vergüenza propia y ajena por el espectáculo que están dando las autoridades paraguayas en este momento. Ante nuestros ojos y en medio de una indiferencia total, se está perpetrando un golpe de Estado, un ataque inmisericorde a la institucionalidad y una abolición del estado de derecho.

La renuncia de la doctora Alicia Pucheta a la Suprema Corte de Justicia a la espera de ser nombrada por el Congreso vicepresidente de la República es una de las causas de esa vergüenza: la propia y la ajena. ¿Cómo sabía ella, desde mucho antes, que iba a ser nombrada vicepresidente y que su renuncia iba a ser aceptada por los diputados? ¿Cómo estaba enterada ella del resultado de la necesaria votación que tenía que realizarse en la Cámara correspondiente para llegar a esta decisión? Poco más o menos vamos a rivalizar con la esposa del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, dedicada a las ciencias ocultas, magia, brujería y clarividencia. En este caso, no solo la doctora Pucheta tendría que aclarar cómo sabía ella de qué manera serían los resultados de una votación entre los diputados, sino también los diputados tienen que explicarnos por qué la renunciante ya estaba al tanto de los resultados una semana antes de que la votación se realizase. Estamos como en la época del dictador Stroessner cuando la Justicia Electoral le presentaba las planillas con los resultados de las elecciones en las que él sería reelecto presidente, meses antes de celebrarse los comicios.

La vergüenza propia y la vergüenza ajena también la siento porque tanto miembros de la Corte Suprema de Justicia como del Colegio de Abogados han opinado sobre la actitud de la doctora Pucheta y hasta elogiaron su carrera como miembro de la Corte. No es posible que ella ignore que es un atraco a la Constitución por parte de Horacio Cartes, Nicanor Duarte Frutos y Juan Afara al presentarse como senadores activos. El artículo 189 de la CN es claro y trasparente como el agua clara: “Los ex presidentes de la República electos democráticamente serán senadores vitalicios de la Nación...”. 

Para realizar un golpe de Estado más importante que el calibre de los cañones es el calibre de la chequera. Entre estas dos estrategias, prefiero la primera porque los cañonazos dejan huellas que se reparan rápidamente. Mientras que la segunda estrategia no deja huellas y sí numerosas víctimas que son muy, pero muy difíciles de reparar. La democracia, por ejemplo.

Fuente: ABC Color (Online)

Sección OPINIÓN

Lunes, 07 de Mayo de 2018

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