LIBERATO MARCIAL ROJAS CABRAL
A don Liberato Marcial Rojas Cabral le tocó ejercer la presidencia de la República en un periodo tumultuoso de nuestra historia: entre el 5 de julio de 1911 al 28 de febrero de 1912 (provisional), aunque con un breve interregno en el que asumió un triunvirato de efímera duración.
El gabinete estuvo integrado por Francisco L. Bareiro, en el Ministerio de Hacienda, Alejandro Audibert y Daniel Codas, en Interior; Federico Codas y Eduardo López Moreira, en Justicia, Culto e Instrucción Pública, Américo Benítez, en Guerra y Marina, y Teodosio González, Carlos L. Isasi y Antolín Irala, en Relaciones Exteriores.
El señor Rojas ejerció la presidencia provisional de la República en pleno periodo de revueltas políticas. Había sido designado por el Congreso y durante su gobierno se adquirió la casa Patri para residencia presidencial (actual Dirección General de Correos); se creó la Junta Fiscalizadora para la emisión de billetes, y falleció el ex presidente Bernardino Caballero.
Una sublevación militar lo obligó a renunciar, pero es repuesto tres días después. El resto de su gobierno transcurrió en medio de convulsiones políticas, siendo obligado nuevamente a renunciar poco después.
Liberato Marcial Rojas nació en Asunción, el 17 de agosto de 1870, hijo de Gorgonio Rojas y Avelina Cabral. Fueron sus hermanos Emiliano Rojas y Gorgonio (hermano de padre, casado con Ana Dolores Franco), Silvestre (casado con Bernardina Argüello), Petrona, José (casado con Bartola Argüello), Manuel (casado con Josefa Medina), Carlos (casado con Mer- cedes Escauriza), Elisa (casada con Carlos Quevedo), Gregorio, Adela (casada con Bonifacio Samaniego), Horacio, Dolores (casada con Modesto Ibáñez), Elvira (casada con Gabriel Ocampos), Deolinda (casada con Tomás Mendoza, uno de los jefes de la revolución de 1922), Hortensia (casada con Rodrigo Solalinde) y Juan Eduardo (casado con Lucía Ocampos).
Casado con Susana Dolores Silva, fue padre de Adolfo, Hermógenes (casado con Rosa Cubas) y Julio (casado con Celia Caligaris). Falleció en Montevideo, Uruguay, el 22 de agosto de 1922.
Fuente: Artículo publicado por LUIS VERÓN, en el diario ABC COLOR, en fecha Domingo, 12 de Junio de 2005. Fuente en Internet: ABC COLOR DIGITAL/ PARAGUAY
ROJAS, LIBERATO MARCIAL
Presidente provisional de la República desde el 5 de julio de 1911 hasta el 28 de febrero de 1912.
Nace don Liberato Marcial Rojas el 17 de agosto de 1870 a poco más de ocho meses que los ejércitos de la Triple Alianza ocuparan la capital. Niñez triste la suya, crecida entre ruinas y apagados llantos, únicos con los que se había podido regar el suelo patrio.
Sábese que estudió en el Colegio Nacional de la Capital bajo la égida de profesores ilustres, pero no hay noticias de que haya podido culminar el bachillerato. Pero sí puede afirmarse que en 1889 tenía el cuarto curso aprobado, requisito indispensable para acceder al título de agrimensor.
Sacerdote. Nació en Valenzuela el 9 de mayo de 1866, ingresó en el Seminario Conciliar en 1886, con excelentes calificaciones. Terminó sus estudios eclesiásticos en 1890 y fue ordenado sacerdote el 8 de diciembre del mismo año.
Después de haber sido cura interino de la Catedral de Asunción, por un año y seis meses, entre 1899 y 1900, se desempeñó posteriormente como titular de la misma, desde el 26 de octubre de 1906 hasta el 1° de setiembre de 1915. De su época data el tercer inventario completo de los bienes de la iglesia Catedral. A él se debió el revestimiento de los zócalos con planchas de mármol y el cerramiento de los corredores de la Catedral, convirtiéndolos en locales aprovechables.
Desahogo evidente eran las páginas de los periódicos, modestos, de reducida tirada.
En ellas hizo su estreno Liberato Rojas. Su excursión inaugural se verificó en "La Aurora" -homónima de una anterior y célebre revista de la preguerra-, sin duda vocero estudiantil.
Después vendrán sus colaboraciones en "El Tiempo", donde se instaló toda una cofradía periodística que ya integraban Manuel Gondra, Blas Garay y Fulgencio R. Moreno, inseparables por ese entonces. Liberato obtiene su registro para practicar la agrimensura el 31 de diciembre de 1889.
Su firma luce en las reproducciones del acta fundacional del Centro Democrático (10 de julio de 1887), que es asimismo la suya de bautizo doctrinario. Participa de la insurgencia de 1904 e integra la lista de los que el 8 de agosto salen de la Asunción para asilarse en el Chaco argentino. Después de dicho movimiento, o sea con su triunfo, resulta electo diputado. Antes de su acceso a la primera magistratura obtendrá una banca en el Senado.
Cabe agregar que aparte de la Presidencia fueron escasas las funciones por él desempeñadas, pudiendo recordarse la designación de jefe político y militar de Encarnación, producida por decreto del 21 de julio de 1908. A tal efecto el 16 de setiembre de ese año es asimilado a teniente coronel. Dos meses más tarde, el 3 de diciembre, se aleja del cargo.
El 5 de julio de 1911 pasa a ocupar el sitial dejado intempestivamente vacante por Jara, aunque los augures autóctonos tenían bien pronosticado ese fin.
Caso insólito, no observado en el Río de la Plata y de creciente rareza en nuestra América: el de la llegada al poder de un poeta, novedad que en el Paraguay volverá a repetirse treinta y siete años después con Natalicio González.
La situación sigue confusa y hay amagos de insurrección en noviembre de 1911 y en enero de 1912, mes en que entre el 14 y el 17 toma las riendas del gobierno un triunvirato "vevé" formado por el comandante (R) don Alfredo Aponte y los ex jefes de policía don Marcos Caballero Codas y don Mario Usher. Rojas es repuesto en el solio presidencial.
Se producen algunos escarceos culturales y educativos y hasta una nota exótica: la incorporación al ejército nacional (1-IX-1911) del capitán ruso Nicolás Alexan-drowitch Komanoff.
El 26 de febrero de 1912 muere el general Bernardino Caballero y transcurridos dos días tiene lugar el golpe que termina con la consuetudinaria provisionalidad.
Del matrimonio contraído con doña Susana Dolores Silva, dos de sus hijos completaron, quizá, sus truncados sueños: el teniente Adolfo Rojas Silva, primer mártir de la causa por la soberanía territorial, caído en la acción de Fortín Sorpresa el 27 de febrero de 1927, y el Dr. Hermógenes Rojas Silva (1908-1986), uno de los brillantes adalides de la llamada "generación del 28" y maestro "de saber y de virtud".
Muere don Liberato Marcial Rojas en su destierro de Montevideo el 22 de agosto de 1922.
Fuente: FORJADORES DEL PARAGUAY – DICCIONARIO BIOGRÁFICO. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL. Coordinación General: Ricardo Servín Gauto. Dirección de la obra: Oscar del Carmen Quevedo. Tel.: 595-21 373.594 – correo: arami@rieder.net.py– Asunción-Paraguay 2001 (716 páginas).
LIBERATO MARCIAL ROJAS - MOCEDAD MELANCÓLICA
Nade don Liberato Marcial Rojas el 17 de agosto de 1870 a poco más de ocho meses que los ejércitos de la Triple Alianza ocuparan la capital. Niñez triste la suya, crecida entre ruinas y apaga dos llantos, únicos con los que se había podido regar el suelo patrio. Porque sus mayores fueron partícipes de la guerra, él habría de verlo todo desde ese capítulo inolvidable de la historia nacional.
Sábese que estudió en el Colegio Nacional de la Capital bajo la égida de profesores ilustres, pero no hay noticias de que haya podido culminar el bachillerato. Sus coetáneos Antonio Sosa y Simeón Carísimo se graduaron en 1894 y 1896, respectivamente. Pero sí puede afirmarse que en 1889 tenía el cuarto curso aprobado, requisito indispensable para acceder al título de agrimensor.
Tampoco hay noticias de su ingreso a la Universidad, como señala alguno de sus biógrafos. Esto no quiere significar que careciera de cultura. El "primum vivere", o sea esa tenaz lucha por la vida que en aquel entonces se tornaba imperiosa, lo obligó a seguir en los inicios otros rumbos, aunque sin desentenderse de sus afanes literarios, como más adelante se verá.
Del matrimonio contraído con doña Susana Dolores Silva, dos de sus hijos completaron, quizá, sus truncados sueños: el teniente Adolfo Rojas Silva, primer mártir de la causa por la soberanía territorial, caído en la acción de Fortín Sorpresa el 27 de febrero de 1927, y el Dr. Hermógenes Rojas Silva (1908-1986), uno de los brillantes adalides de la llamada "generación del 28" y maestro "de saber y de virtud".
PALLAS ATHENEA Y CERES
Las Musas asediaron pronto al joven Liberato. No obstante las urgencias de la vida él supo rendir tributo por lo menos a dos de las de más acusado influjo. Ambas le seguirían sin desmayos, aunque el culto a la primera hubo de verse pospuesto por la obligada cercanía de la segunda.
Como todos o casi todos los alumnos del "alma mater" supo de la frecuentación de grupos dedicados a responder a los encantos de Pallas Athenea, actividad bien que casta, por cierto, que dieron en estimular los catedráticos, siendo uno de los más dedicados el exigente y pintoresco sacerdote español P. Facundo Bienes y Girón, que residió durante largos años y que muriera aquí en 1901.
Desahogo evidente eran las páginas de los periódicos, modestos, de reducida tirada, pero redactados en la "lengua de Cervantes", según pretendía el mencionado Padre Bienes. En ellas hizo su estreno Liberato Rojas, juntamente con quienes le acompañaban en las aulas y con los cuales mantenía afinidades estéticas y hasta ideológicas.
Su excursión inaugural se verificó en "La Aurora"-homónima de una anterior y célebre revista de la preguerra-, sin duda vocero estudiantil de la que no ha quedado otra mención que la que hace el Dr. Carlos R. Centurión en las dos versiones de su aporte a la cultura paraguaya.
Después vendrán sus colaboraciones en "El Tiempo", donde se instaló toda una cofradía periodística que ya integraban Manuel Gondra, Blas Garay y Fulgencio R. Moreno, inseparables por ese entonces. Esa de 1891 será su pedana, en la que ensayó sus inexpertas aunque entusiastas fintas. En 1894 forma parte del núcleo que propicia la aparición de "El Pueblo", órgano, por muchos años, de la fracción radical del liberalismo, con la que se sentía consustanciado. Hoja de combate donde fulgía la pluma de Cecilio Báez.
En cuanto a Ceres -diosa, en verdad- no será posible olvidar que Liberato obtiene su registro para practicar la agrimensura el 31 de diciembre de 1889, a la vez que "Alón", Manuel Gondra y Manuel Irala. Doña Francisco López Maíz de Barrett, en una de las apostillas a las "Cartas íntimas" de su esposo (p. 16) lo menciona como "el mejor agrimensor del Paraguay". Por su parte don Rafael escribe a su esposa desde Arroyos y Esteros el 7 de enero de 1907 y dice, entre otras cosas, que "Liberato me llamó para cazar un tigre que ha aparecido por las riberas del Manduvirá" (p. 18). También logró atrapar Ceres a otros dos poetas: Hérib Campos Cervera (II) y Oscar Ferreiro, este último en ejercicio aún de tan silvestre sacerdocio. (Por donde la agricultura establece su connubio con la ingeniería).
EL PRESIDENTE POETA
Caso insólito, no observado en el Río de la Plata y de creciente rareza en nuestra América: el de la llegada al poder de un poeta, novedad que en el Paraguay volverá a repetirse treinta y siete años después con Natalicio González. Esa comprobación se cumple con la posesión del mando por don Liberato Rojas, quien había dado a conocer sus versos de adolescentes en publicaciones de época y en "La Ilustración Paraguaya".
En su valiosa "Ántolojía Paraguaya" (con la "j" de don Juan Ramón Jiménez) lo incluye don José Rodríguez Alcalá, ofreciendo dos poemas que más tarde se han reproducido: "Hojas dispersas" y "A Colón". Alta opinión tiene don José del talento poético de Rojas, del que deplora su posterior silencio. A su vez Michael de Vitis, en su "Parnaso Paraguayo", incorpora otro poema de inclinación posromántica: "A mi madre", encerrado en tan solo un par de bellas estrofas.
Finalmente, Sinforiano Buzó Gómez lo hace figurar en las tres ediciones de su "índice de la Poesía Paraguaya" (1943, 1952 y 1959), sin sobrepasar las aportaciones anteriores.
LLAMADO DE LA SIRENA
Tierno aún Liberato es atrapado por esa implacable sirena llamada "política", a cuyos seductores y a veces engañosos cantos quiso entregarse, fenómeno éste de consagración pública no extraño al destino de su generación, la del 900.
Su firma luce en las reproducciones del acta fundacional del Centro Democrático (10 de julio de 1887), que es asimismo la suya de bautizo doctrinario. Participa de la insurgencia de 1904 e integra la lista de los que el 8 de agosto salen de la Asunción para asilarse en el Chaco argentino. Después de dicho movimiento, o sea con su triunfo, resulta electo diputado. Antes de su acceso a la primera magistratura obtendrá una banca en el Senado.
En abril de 1905 es miembro del Comité Central Radical, debiendo indicarse que su rúbrica no se hallará en el documento inicial de la Liga de la Juventud Independiente (30 de abril de 1906) ni en el manifiesto dedicado a justificar el golpe de cuartel del 2 al 4 de julio de 1908. En cambio sí se lo halla en la invitación a la asamblea convocada por el radicalismo para el 15 de agosto de ese año, en el Teatro Nacional.
Cuando el agrupamiento radical empieza a emitir signos de inquietud y torna a posibilitar su propia dispersión, Rojas adhiere al sector que habrá de apoyar no sólo los "pasos de contradanza" (como expresaba el caudillo argentino don Juan Facundo Quiroga) del movedizo Cnel. Jara sino los tramos menos conflictivos de su gestión, hasta que a la hora del desplazamiento le toque reemplazarlo.
Cabe agregar que aparte de la Presidencia fueron escasas las funciones por él desempeñados, pudiendo recordarse la designación de jefe político y militar de Encarnación, producida por decreto del 21 de julio de 1908. A tal efecto el 16 de ese año es asimilado a teniente coronel. Dos meses más tarde, el 3 de diciembre, se aleja del cargo.
LUNE-RÓ DEL DESTIERRO
El 5 de julio de 1911 pasa a ocupar el sitial dejado intempestivamente vacante por Jara, aunque los augures autóctonos tenían bien pronosticado ese fin. Su gabinete puede considerarse asimismo de "lujo": Interior, Dr. Alejandro Audibert (Daniel Codas); Relaciones Exteriores, Dr. Teodosio González (Dr. Carlos Luis Isasi, Dr. Antolín Irala); Hacienda, Francisco L. Bareiro, celebrado poeta; Justicia, Culto e Instrucción Pública, Dr. Federico Codas (Dr. Eduardo López Moreira); Guerra y Marina, TCnel. Américo Benítez.
Otra medida de precaución: su hermano Emiliano es el jefe de policía. Don Arsenio López Decoud asume la intendencia municipal; don Federico Chaves la fiscalía del crimen. Cubren el área diplomática el Dr. Francisco C. Chaves, en Brasil, y don Cipriano Ibáñez, en Chile. Se nombra plenipotenciario especial para tratar el diferendo con Bolivia al Dr. Manuel Domínguez. Son agraciados con aumentos en sus pensiones los veteranos de guerra y sus deudos, concediéndosele una de ellas al teniente de marina don José María Fariña.
La situación sigue confusa y hay amagos de insurrección en noviembre de 1911 y en enero del 12, mes en que entre el 14 y el 17 toma las riendas del gobierno un triunvirato "vevé" formado por el comandante (R) don Alfredo Aponte y los ex jefes de policía don Marcos Caballero Codas y don Mario Usher. Rojas es repuesto en el solio presidencial con la colaboración de su fraternal amigo Ricardito Brugada, líder republicano.
Se producen algunos escarceos culturales y educativos y hasta una nota exótica: la incorporación al ejército nacional (1.IX.911) del capitán ruso Nicolás Alexandrowitch Komanoff. El 26 de febrero del 12 muere el Gral. Bernardino Caballero y transcurridos dos días tiene lugar el golpe que termina con la consuetudinaria provisonalidad.
Muere don Liberato Marcial Rojas en su destierro de Montevideo el 22 de agosto de 1922.
Fuente: LOS PRESIDENTES DEL PARAGUAY - TOMO I. CRÓNICA POLÍTICA (1844-1954). Segunda Edición. Por RAÚL AMARAL. Editorial Servilibro, Dirección Editorial: Vidalia Sánchez, Asunción-Paraguay, 2005. 395 pp.
Enlace interno a espacio de lectura recomendada: Presidencia Provisional de LIBERATO MARCIAL ROJAS. 5 de julio de 1911 al 28 de febrero de 1912. Espacio: HISTORIA POLÍTICA DEL PARAGUAY.