** Fue simplemente predisponerse a escribir. Apelar a la memoria e ir ordenando los recuerdos. A veces no tan precisos, pero recuerdos al fin. Los que se arrinconaron en la distancia de los años y los que aún permanecen más generosamente al alcance de la mano. Los buenos y los no tanto. Como la biblia y el calefón de Discépolo. Oscilando entre la picardía y la nostalgia. Entre la mano de dios y la mano en la lata. Entre la música retro y los retrógrados.
** Hay nombres y datos puntuales que he optado por dejarlos al margen, simplemente porque no creo que merezcan ser expuestos a la curiosidad pública a modo de chismes faranduleros.
** Dejo sí al descubierto pequeñas historias sin demasiadas pretensiones literarias. Y canciones igualmente sencillas que reflejan con suerte dispar mis idas y vueltas por esta apasionante aventura de intentar descifrar hacia dónde sopla el viento.
** Si valieron o no la pena escribirlas, queda a criterio de quienes tengan la generosidad de regalarme un momento de su tiempo para escucharlas. O leerlas, en la hipótesis de que optaran por hurgar un poco más en sus orígenes.
** Yo las escribí con todas mis ganas y me encantaría salir airoso. Pero si no lo consigo, igual estoy al pie del cañón para persistir en el intento.
** A esta altura, creo estar preparado para aquello de que en la vida hay que saber perder con clase y ganar con osadía. - AUGUSTO BARRETO
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GRACIAS POR TU AMISTAD (Menchi Barriocanal)
** Camaradita: siempre es un placer leer lo que escribís, porque la capacidad de detallar cada minuto de tu existencia y de la nuestra no termina de agotar mi capacidad de asombro.
** De esos largos e intensos años de trabajo contigo siempre rescato ese fantástico aprendizaje que significó estar a tu lado y que compartieras con absoluta generosidad tus historias, tus conocimientos, tus contactos, tus logros...
** Haberme dado la oportunidad de hacer un programa como El Ojo, que hasta el día de hoy permanece en la cabeza, la conciencia y el respeto de la gente, es algo que no voy a terminar de agradecerte.
** El haberme ayudado a enfrentar mis miedos, sin que aparecieran y se hicieran evidentes tan a menudo, fue también un merito tuyo.
** El haberme sentido protegida aunque estuviéramos entrando a la boca del lobo, porque ahí estaban tus bromas y delirantes ocurrencias para hacerme pasar el momento de pánico que creo que también llegamos a compartir, es la historia que permanecerá para ser contada una y otra vez.
** El haber podido traducir en una hermosa canción como Me gusta que me quieras, esa historia de tantos años con la gente, contada con alegría pero sin perder un segundo de profundidad, fue el regalo más hermoso que pudiste haberme dado.
** Entre las muchas culpas que le adjudican al camarada ninguna es tan cierta como mi intromisión en la tele; eso y el hecho de que algunos periodistas mantengamos aún cierto empecinado convencimiento de que todavía quedan algunas cosas en esta profesión que no son negociables.
** Permítanme explicarme. Fue el camarada quien luego de escuchar mi estridente voz en la radio cometió el sacrilegio de incluirme como presentador en un programa que pretendía resucitar - con menos recursos, pero igual vocación suicida - el éxito tremendo de la primera versión de El Ojo.
** El que lo haya conseguido lo convierte no solo en el más audaz y talentoso productor de la televisión paraguaya, también en blanco de sospechas sobre posibles prácticas de payé, budú y nigromancia.
** Como sea, el hombre consiguió convertir al programa junto con un noticiero matinal y otro nocturno en los de mayor rating de la televisión nacional. No es poco si consideramos que la zona de influencia del canal se limitaba a unas cuatro cuadras a la redonda. Hasta ahí llegaba la tecnología. Para el resto contábamos con las oraciones del director, cuyos antecedentes no le convertían precisamente en el mejor intermediario.
** El hecho es que nos encontrábamos cómodamente posicionados, con un programa de investigación que obligaba a los otros medios a seguirnos, y con ingresos razonablemente buenos como para mirar con relativo optimismo el futuro.
** Ese era el idílico escenario cuando la censura se hizo presente. Teníamos entre manos un material explosivo que salpicaba nada menos que al candidato colorado a la presidencia, el siempre polémico Nicanor Duarte Frutos.
** El director del canal nos convocó a su oficina y nos comunicó que podríamos emitir el material, sin cortes y con total libertad, pero después de las elecciones.
** Fue directo y tajante. Tiró la bomba y se fue para que " lo pensáramos".
** Yo tenía otros ingresos, en el diario y en la radio; el camarada dependía exclusivamente del canal. Y había asumido muchas deudas.
** -¿Qué hacemos?, pregunté.
** -Estoy pensando, me dijo.
** -¿Estás pensando si nos vamos o nos quedamos?
** - Estás loco, camarada, me respondió. Estoy pensando dónde les vamos a tirar la bomba.
** Y así lo hizo. No se guardó nada. La censura saltó a la luz pública impúdica, en toda su grosera magnitud.
** Y por supuesto, nos fuimos.
** Nunca supe si se preguntó siquiera cómo iba a pagar las facturas de la luz, del teléfono, la escuela de la nena o las cuentas del súper. Para el camarada no era algo que se debiera discutir. Nunca lo fue. Y sospecho que nunca lo será. Desde entonces quedé cándidamente convencido de que en esta profesión hay cosas que no se negocian. El tiene la culpa.
** Un abrazo, camarada.
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ÍNDICE (EL LIBRO INCLUYE UN CD)
· Te llevaste una parte de mí (Menchi)/ Sin mirar atrás (Darío Guzmán)/ La niña del pueblo (David Portillo)/ Lejos de ti (Fucsia)/ Recompensa (Marco de Brix)/ Manía de ocasión (Augusto Barreto)/ Duende de las esquinas (Sembrador)/ Aún te necesito (Menchi)/ Corazón de madre (Contrapunto)/ Nunca le cuentes la verdad (Darío Guzmán)/ Las cuentas claras (Cecilia Kunert)/ Me gusta que me quieras (Menchi)/ Primer domingo sin vos (Asunción Blues)/ Recuerdos de escuela (Marco de Brix)/ Mi ciudad (Asunción Blues)
** Todas las canciones pertenecen en letra y música a Augusto Barreto/ SADAIC y fueron reprocesadas de sus versiones originales.
** Producción general: AUGUSTO BARRETO, excepto Duende de las esquinas y Corazón de madre, bajo autorización de SEMBRADOR y CONTRAPUNTO.
** Agradecimientos: A Menchi Barriocanal, Grupo Contrapunto, Mario Ferreiro, Luis Bareiro, Grupo Sembrador, Oscar Ayala, Mario Orcinoli, Derlis González.