TREINTA Y TRES NOMBRES
EN LAS ARTES PLÁSTICAS PARAGUAYAS
por JOSEFINA PLÁ
Editorial Cultura,
Asunción-Paraguay 1973
(59 páginas)
PRELIMINARES: UNA OJEADA GENERAL
Durante la colonia, las artes plásticas paraguayas no dieron signas fehacientes de existencia, a no ser al nivel menor de las artesanías. La historia menciona a un tal pintor Hernán Sánchez y a otro llamado Salazar, pero de ellos no ha quedado sino eso: los nombres. Para encontrar un arte representativo de este tramo de nuestra historia, hemos de trasladarnos a las Misiones Jesuíticas, donde durante el lapso 1609-1767 se desarrolló un arte religioso de perfiles peculiares: el barroco híspanoguaraní, que aún espera su estudio a fondo como hecho estético, aunque se han ocupado ya de él investigadores de la talla de Furlong, y José León Pagano le ha dedicado un espléndido capítulo en su HISTORIA DEL ARTE ARGENTINO.
También encontramos arte religioso en la colonia propiamente dicha, pero ya a partir de mediados del XVIII (iglesias de Yaguarón, Capiatá, Piribebuy, Valenzuela y otras hoy en completa ruina).
Ese arte religioso misionero comprendió obras de pintura, escultura, arquitectura y grabado. En arquitectura, sólo quedan en tierra paraguaya la iglesia inconclusa de Jesús y las ruinas de Trinidad y de Santos Cosme y Damián. En pintura y escultura, restan aún obras que dan una idea de lo espléndido que fue ese arte: tallas y cuadros religiosos; sobre todo, imágenes de madera; y también altares, púlpitos y confesonarios, igualmente tallados, que pueden estudiarse en las iglesias misioneras que hemos nombrado y en las de Santa Rosa, Santa María, Santiago y San Ignacio (museo). El grabado alcanzó nivel extraordinario en los ilustradores misioneros. (1700 - 1727)
Hacia fines del siglo XVIII, es decir acercándonos ya a la Independencia, encontramos pintores no misioneros, aficionados como Uceda y Armesto; pero se trata siempre de temas religiosos, y naturalmente, de copias.
Durante el gobierno de Francia no hubo oportunidad de que se desarrollasen las artes.
Al iniciarse el gobierno de Don Carlos Antonio, da principio también el interés organizado por las artes plásticas. En esa época llega al país el primer pintor extranjero, a realizar una exposición (FÉLIX ROSSETTI) y van al exterior a estudiar los primeros becarios de arte: SATURIO RÍOS y AURELIO GARCÍA. Es evidente que Don Carlos Antonio se proponía formar artistas para que estos luego a su vez tomasen a su cargo la preparación de las juventudes en estos aspectos de la cultura. La primera academia de diseño fue la fundada y dirigida por el arquitecto ALEJANDRO RAVIZZA en 1858, a indicación de Don Carlos.
Pero la guerra contra la Triple Alianza echó por tierra todos los planes constructivos mencionados. Durante la guerra asistimos a un hecho altamente significativo: la aparición del grabado de guerra, en las páginas de los periódicos de trinchera, destinados a la difusión de las noticias del momento: EL CENTINELA (se editaba en Asunción. Los otros periódicos vieron ya la luz en el campamento mismo.), CABICHUI, y CACIQUE LAMBARE (LA ESTRELLA no trajo grabados). Estos grabadores, con excepción de Saturio Ríos y quizá de Julián Aquino (Jefe de la Imprenta Nacional) fueron autodidactas e improvisados; pero nos dieron en sus grabados un ejemplo de arte espontáneo, ingenuo, lleno de humor e inventiva.
Después de la guerra, durante mucho tiempo, los artistas vegetaron. Saturio Ríos no pudo vivir de su arte, y tampoco los pocos artistas que aparecieron en esos treinta años. Hacia fines del siglo surge de nuevo el interés merced al entusiasmo de algunos pintores extranjeros que se radicaron en el medio por un tiempo, como GUIDO BOGGIANI, JULIO MORNET, ERNESTO DUVIVIER; o definitivamente, como HÉCTOR DA PONTE. En 1898 se funda la primera academia de diseño y pintura, en el Instituto Paraguayo (director Héctor Da Ponte) y en 1899 tiene lugar el Primer Salón de Pintura, Diseño y Escultura (el segundo fue en 1902).
Gracias a estos esfuerzos, al comenzar el siglo XX existe ya un ambiente propicio al arte, y se envían becarios a Europa, los primeros después de más de cuarenta años. Esos becarios fueron PABLO ALBORNO, JUAN A. SAMUDIO, CARLOS COLOMBO, JULÍÁN SÁNCHEZ y FRANCISCO ALMEIDA, que estudiaron en Italia y regresaron en 1909. Al volver (Julián Sánchez no regresó. Permaneció en Roma, y poco después se suicidó) realizaron la primera exposición profesional, y Alborno y Samudio fundaron una Academia de carácter programático. Entre 1908 y 1914 fueron a Europa otros, becarios o no, como Modesto Rodas. Entre 1920 y 1930 usufructuaron becas o fueron por su propia cuenta ROBERTO HOLDENJARA, JAIME BESTARD y VICENTE POLLAROLO. En 1908 había ido por su cuenta ANDRÉS CAMPOS CERVERA y en 1921 salió del país ANDRÉS GUEVARA: estos dos últimos no volvieron a la patria o lo hicieron sólo por cortas temporadas, especialmente el segundo. Los otros regresaron todos, y no volvieron ya a salir del país en misión de estudios. Durante el resto de su carrera permanecieron en el Paraguay, y esta situación de enclaustramiento, en circunstancias que hacían difícil o imposible el intercambio con el exterior, influyó fuertemente en su desenvolvimiento personal y también en la evolución local del arte, pues éste se mantuvo a la altura de las primeras experiencias; o sea, con escasas variantes, al nivel del academismo posimpresionista. (Una excepción la constituyen los dos pintores que no regresaron al país, y cuya obra rebasó esa marca).
En 1936 llegó al Paraguay un pintor polaco, WOLF BANDUREK, quien, aunque en su formación no excedía notoriamente el nivel local, pues pertenecía también al posimpresionismo académico, introdujo sin embargo un elemento innovador importante, al introducir lo que se ha llamado "un acento vital" en esta pintura, que hasta entonces se había limitado a desarrollar temas amables o pintorescos. Bandurek no renovó la forma, pero renovó el contenido. Bandurek se trasladó a Buenos Aires en 1945. De momento, nadie recogió su desafío; pero el guante estaba echado: la pintura paraguaya no podía ya seguir por sus viejos carriles. Otro pintor, el brasileño JOAO ROSSI, traería, unos años más tarde (1950) los elementos para una renovación de las formas. En sus clases, los jóvenes con inquietudes artísticas se pusieron en contacto con los nuevos moldes estéticos hasta entonces sólo conocidos de oídas, y muy imperfectamente; y los que habían estado sosteniendo la necesidad de una renovación encontraron en esas juventudes el terreno dispuesto para ella. Pronto se sumaron a los jóvenes otros artistas mayores que habían sentido esa necesidad sin resolverse hasta entonces a darle una forma orgánica, Y a partir de 1953, con la formación del grupo ARTE NUEVO, la renovación estuvo en marcha.
El grupo ARTE NUEVO estuvo originalmente formado por JOSEFINA PLÁ, LILÍ DEL MÓNICO, JOSÉ L. PARODI Y OLGA BLINDER; pero pronto se le sumaron otros pintores noveles o no (EDITH JIMÉNEZ, LEONOR G. CECOTTO, FRANCISCO TORNÉ CAVALDÁ, etc.) y los críticos que iban surgiendo, como RAMIRO DOMÍNGUEZ Y MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ. Este grupo organizó en junio de 1954 la Primera Semana de Arte Moderno en el Paraguay: realizó el mismo año la primera exposición conjunta en el exterior después de veinte años de enclaustramiento, y consiguió para sus miembros las primeras distinciones en el exterior desde 1910 (Salón de Río de Janeiro 1952 y IV Bienal de San Pablo). A partir de 1954 se multiplican las exposiciones dentro y fuera del país; en 1956 Livio Abramo funda el primer Taller de Grabado intitulado JULIAN DE LA HERRERIA, en honor del primer grabador paraguayo aparecido después de siglo y medio; y el arte nacional va ganando despacio, pero seguro, posiciones en la consideración de propios y extraños.
Hacia 1963 aparece una nueva generación, cuya aparición y promoción se ve facilitada por la circunstancia con tanto esfuerzo y sacrificio creada por las promociones anteriores, reunidas en el grupo ARTE NUEVO. En esta generación reciente, son varios los nombres que se anuncian con posibilidades de triunfo; pero éste, evidentemente, sólo puede ser obra de la perseverancia, de la consecuencia y del rigor ético que han sido en todos los tiempos el secreto de una obra capaz de sobrevivir; la discriminación cierta de valores requiere el cernido del tiempo. Por eso esta breve lista no incorpora sino muy pocos de estos artistas más jóvenes, entre los cuales se encuentran quizá algunos de los que han de ser los pintores representativos del Paraguay dentro de veinte años: RICARDO YUSTMAN, RICARDO MIGLIORISI, FERNANDO GRILLÓN, GENARO ESPÍNOLA, ENRIQUE CAREAGA. Incorpora en cambio, como se verá, los nombres de varios artistas que, aunque no nacidos en el país, se vinculan a él en forma inextricable a través de su labor, ejerciendo profunda influencia magistral mediante la docencia, la ejemplaridad de su obra o sus rectrices éticas, e inclusive aportando elementos transformadores de toda una situación en las artes plásticas.
ÍNDICE
PRELIMINARES:
LOS TREINTA Y TRES NOMBRES:
Enlaces a los espacios de los artistas
mencionados por Josefina Plá,
dentro de la GALERÍA DE ARTES
del PORTALGUARANI.COM
1. ABRAMO, LIVIO ;
2. ALBORNO, PABLO ;
3. BANDUREK, WOLF ;
4. BESTARD, JAIME ;
5. BLINDER, OLGA ;
6. CAREAGA, ENRIQUE ;
7. COLOMBINO, CARLOS SANTIAGO ;
8. COLOMBO, CARLOS ;
9. DA PONTE, HÉCTOR ;
10. DE LA HERRERÍA, JULIÁN (ANDRÉS CAMPOS CERVERA) ;
11. DELGADO RODAS, MODESTO ;
12. DEL MÓNICO, LILÍ ;
13. DI LASCIO, PEDRO ;
14. GARCÍA, AURELIO ;
15. ESPÍNOLA, GENARO (PINDU) ;
16. GONZÁLEZ CECOTTO, LEONOR ;
17. GRABADORES DE LA GUERRA DEL 70 ;
18. GUEVARA, ANDRÉS ;
19. GUGGIARI, HERMÁNN ;
20. HOLDENJARA, ROBERTO ;
21. JIMÉNEZ, EDITH ;
22. MÁRQUEZ MOSCARDA, LAURA ;
23. MARSAL, SERAFÍN ;
24. LATERZA PARODI, JOSÉ ;
25. PLÁ, JOSEFINA ;
26. POLLAROLO, VICENTE ;
27. RÍOS, SATURIO ;
28. RIVEROS, JACINTO ;
29. ROSSI, JOAO ;
30. SAMUDIO, JUAN A. ;
31. SCHULZ, CARLOTA (LOTTE) ;
32. VERA, MÍGUELA ;
33. YAPARÍ, Grabador indígena .
BIBLIOGRAFÍA
COLECCIONES de:
-. EL SEMANARIO (Biblioteca Nacional)
-. Id. CABICHUI (Idem)
-. Id. EL CENTINELA (Idem)
-. Id. PERIODICOS Y DIARIOS paraguayos de 1870 a la fecha (Idem)
-. POSSATTI, María Antonia O. de - Aurelio García. Primer pintor del Paraguay. Asunción 1969.
-. PLA, Josefina. El Grabado en el Paraguay. ALCOR, Asunción, 1963
-. PLA, Josefina. El Barroco Hispano Guaraní, Madrid, 1964
-. PLA, Josefina. Historia de las Artes Plásticas en el Paraguay, Buenos Aires, 1967
-. PLA, Josefina. Yaguarón una joya barraca en el Paraguay Ed. El Centenario, Asunción, 1970
-. PLA, Josefina. Las artes en el Paraguay. Capítulo correspondiente a este país en la Enciclopedia del Arte Americano, de Vicente Gesualdo, Buenos Aires, 1968
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