LA SOCIEDAD DE LAS MENTES
Novela de JEU AZARRU
Ilustración de Tapa: Christian Chena
Tamaño: 15 x 22 cm
Año: 2000
Asunción - Paraguay
La Sociedad de las Mentes es mi primera novela publicada, un análisis profundo sobre la vida en la realidad virtual y las relaciones interpersonales en dicho ámbito. Esta novela se publicó en formato e-Book en Agosto del 2000 y en papel en Julio del 2001.
Es maravilloso soñar con la existencia de un lugar donde seremos completamente libres, donde crear sea la tarea de todos los días, donde estemos alejados de las alienaciones y de las miserias diarias que como humanos vivimos, ¿Porqué no podemos aceptar que un lugar así pueda existir, aunque lo debamos lograr a través de la tecnología?
Este mundo se modela a través de recursos técnicos, en un marco virtual que permite al hombre convertirse en algo más de lo que su propio cuerpo y destino humano pudieran ofrecerle en la vida diaria.
Pero la creación de una sociedad enteramente virtual nos acerca problemáticas antes desconocidas, y una relación interpersonal completamente diferente a lo acostumbrado.
La Sociedad de las Mentes toma como premisa el diseño de un nuevo mundo, con reglas diferentes a las del nuestro y con formas de pensar distintas a las habituales, en el cual el hombre perfecto no es un mero intelectual, un pensante que no avanza, sino un ente completo, un creador que lo adelanta del resto de la gente.
Lo importante de la sociedad es que el postulado principal: “El que no crea, no sirve. Está de más” sigue siendo vigente y verdadero tanto en nuestro mundo actual como en esta sociedad utópica.
Daniel Deslauriers, un voluntario del cuerpo de paz que estuvo un tiempo en Paraguay, compuso un tema musical en 3 movimientos, representando la Megademo que se relata en la novela. Para mi fue una satisfacción enorme haber causado una creación artística en una persona, y quiero compartir dicha obra musical con ustedes. Les dejo los links a continuación:
Megademo Parte 1
Megademo Parte 2
Megademo Parte 3
Capítulo 1
LA SOCIEDAD DE LAS MENTES
- Buen día clon AY230, es hora de estar consciente. - fue lo que dijo la voz sintética dentro de su cabeza. Luego... imágenes.
- Estoy despierto. Ya era hora, no quería seguir soñando. Aunque... soñar es interesante. Suceden cosas extrañas, que hasta parecen reales; y pensar que es algo tan primitivo, tan recesivo.
La imagen corpórea quedó inmóvil por un momento, suspendida en la blanca nada. Aquel espejo simple y grande ya estaba a su lado, así como el infinito perchero con sus ropas. Tocó el traje del perchero, que era el mismo que llevaba puesto, y pensó en ese color que tanto le gustaba... Se miró al espejo. Los ojos verdes de hoy le sentaban muy bien; últimamente no había tenido buen gusto en esta elección. El pelo estaba corto, negro azabache. Lo miró por un tiempo, pero prefirió dejarlo así.
- Todo a tono y haciendo juego. - se dijo.
De repente tuvo esa extraña y desagradable sensación, una de las pocas cosas que aún lo hacía recordar su conexión con la realidad. Miró el termómetro que se suspendía sobre sus ojos. Con un gesto lo elevó unos grados, y al bajar la mano, se diluyó en el éter.
- Así estará bien. - pensó.
- Es hora de la Actividad, clon AY230. - dijo la voz.
- Sí, ya sé que hora es, y también sé cual es mi nombre, no necesito que me lo repitan a cada instante. Estoy cansado de que me digan clon AY230. Soy una persona normal, como cualquier otra, ¿Por qué no pueden llamarme de otra manera? ¿Por qué sólo los Maestros tienen nombres normales y no códigos alfanuméricos? ¿Es que nuestros pensamientos no valen?.. Bueno, por lo menos pienso, y nuestros pensamientos son una de las pocas cosas a las que ellos no pueden acceder ni modificar.
Salió. Viajó por la red en un impulso, hasta otra posición de memoria. Estaba solo ante el vacío infinito, pero no estaba asustado, ya era una costumbre. La primera vez que se enfrentó a eso era un clon Clase 0, y sintió terror al encontrarse abandonado ante la profunda y solitaria oscuridad; era algo que nunca había experimentado. Pero en un corto tiempo se adueñó de ella, y la sometió. Fue así como a muy corta edad tuvo el mérito de convertirse en un clon Superior, elegido de entre la mayoría de los de su clase. Ahora esto ya era una costumbre para él, algo que le causaba placer, uno de los mejores momentos del día.
- Necesito estar tranquilo, - comunicó al Ambiente - requiero que se mantengan las preferencias seleccionadas por defecto: presencia exclusiva en mi lugar de trabajo, y que no haya interrupciones por parte de terceros.
- Requerimientos aceptados. - contestó la voz.
- Hoy tengo la necesidad de hacer arte. - se dijo - Creo que he dejado algunos paisajes incompletos. - alzó la vista hacia unos cuantos diagramas que flotaban sobre él, y seleccionó el bosquejo de un lago desde el menú de la derecha. Al tocarlo fue envuelto por los trazos firmes pero escasos que alguna vez ya había realizado. - Para concentrarme necesito alguna música inspiradora, quiero escuchar la 6º Sinfonía de Merlín, a todo volumen. - dijo con su firme voz, momento en el cual el estruendo de la armoniosa melodía mágica de Merlín llenó el vacío sonoro reinante.
Inmediatamente el clon se puso a trabajar: Ensanchó el lago hasta el horizonte, y abriendo los brazos hizo que impetuosas olas surgieran en su interior y lo cubrieran por completo, mientras que la enérgica música lo empujaba a crear algo formidable, lleno de vigor. Las olas llegaban vaporosas hasta la orilla, pero la playa arenosa parecía carente de vida, por lo que aumentó la proporción del amarillo, y agregó una vegetación verde en sus costas. Repentinamente blancas montañas surgieron por detrás cual diadema plateada, conformando, en unos pocos compases, una fortaleza inexpugnable que se fijó al cielo como si de dientes infinitos se tratase, intentando rasgar las escasas y altas nubes que se movían lentamente sobre el firmamento. 230 continuaba con los brazos extendidos todavía, y sintiendo cada rincón del lugar, miró al sol que estaba muy arriba. Movió lentamente los ojos, mientras la masa brillante se deslizaba por detrás de los picos nevados. Allí quedó, iluminando difusamente el panorama, mientras que algunos rayos surcaban el aire reflejando graciosas chispas en la superficie del agua. Luego modificó los atributos del clima asignando una temperatura a los rayos del sol, y otra a las zonas sombrías. En ese momento la sinfonía alcanzaba sus últimos acordes virtuosos...
Todo está bien, tan sólo falta el sonido. - se dijo, mientras elevaba el volumen del agua hasta convertirla en un agradable murmullo, que se mezcló con los ecos de las lejanas montañas.
Luego de esta ardua labor 230 se sintió cansado, como si fuese un Dios, y necesitase del día del reposo. Permaneció por largo tiempo admirando su obra, sentado, en silencio, intentando sentir su esencia.
- Hay algo que falta a este lugar, y no sé que puede ser. - pensó, después de mucho tiempo de admirarlo todo - He puesto todos mis conocimientos de la realidad en esta obra, pero la noto carente de vida, a pesar de que el agua ondea rítmicamente, y que las nubes se mueven sobre las cúspides coronadas.
Por bastante tiempo más se quedó en ese análisis, hasta que sintió que era hora de dejarlo así.
- Creo que hoy no encontraré la respuesta. Mandaré una copia al Museo General, para que los demás lo prueben, lo disfruten, y luego me den su opinión. - Señaló un cajón a su derecha, y en un instante todo se volvió negro de nuevo.
El clon AY230 era muy inteligente y creativo, por lo que con el tiempo muchas puertas se le fueron abriendo. Su meta era llegar a participar en la mesa de los Maestros, a pesar de no ser un Original. Así tendría nuevos privilegios, y hasta la posibilidad de tener un nombre real (¡Qué maravilla!).
- Clon AY230, - dijo la voz - es hora de la Reunión.
- Esta voz digital me está cansando, siempre igual, sin vida. - pensó él - Me aburre profundamente escuchar diariamente el mismo sermón, en ese tono tan horrible ¿No se le podrían modificar los parámetros, retocar la onda, o hacer algo para mejorarla? Que bueno sería tener muestras de voces reales, por lo menos para oírlas a diario, y dejar la palabra sintética tan sólo para que el Ambiente nos dé mensajes no previstos ni preparados. ¡Me parece una excelente idea!, - exclamó para sí - creo que la comentaré en la Reunión, y luego a los Maestros.
En unos segundos el clon AY230 se vio envuelto por el resto de la comunidad. Las agrupaciones de clones estaban esparcidas en todo el espacio tridimensional, suspendidas a distintas alturas y separadas entre sí por la blancura que hacía de piso, techo, paredes y aire. Allí, en uno de los tantos grupos, estaban sus amigos, con sus imágenes perfectas como siempre. Se acercó a ellos deslizándose suavemente por entre los demás clones. Algunos menores se reían, pero a AY230 no le interesó escuchar lo que decían. Al llegar al grupo de amigos, decidió compartir el canal de comunicación, y participar en la charla. AX736 hablaba con BX732, y los demás las escuchaban y se divertían de sus comentarios.
- ¿Viste a 640?, - decía 736 - ¡Qué mal gusto, por favor!, esos tonos brillantes no sirven para aplicarse a la ropa. Además el color de los ojos no parece natural, aunque ¿Qué importa?, estar aquí nos da la libertad de hacer lo que queramos, y ahora parece que está de moda usarlos naranja.
230 entró a la conversación: - No sé, realmente no me fijé en eso, poco me importa. Ustedes las féminas siempre se pasan discutiendo esas tonterías. No las entiendo, los hombres y las mujeres tienen ahora una misma educación, sin ningún tipo de diferencias, no como en épocas antiguas en las que era distinta la crianza del varón que la de la mujer. Pero pese a todo eso, de todos modos ustedes siguen pensando y comportándose de manera diferente a nosotros, y no hay ninguna explicación lógica para eso, ¿Será algo que va más allá de tan sólo el aspecto mental?
- ¿Te refieres a un factor físico? - preguntó BX732.
- Realmente no lo sé, pero ¿No les parece que hay cosas más importantes de las que podríamos hablar?
- Vos siempre tan serio - le replicó 736 - ¿Es que no podés cambiar un poco tu carácter?, para que sepas a nosotros nos entretiene ver a los demás y hacerles críticas constructivas. Hablando de eso ¿Por qué no trajiste el pelo largo hoy?
- Quería verme distinto. - fue la escueta respuesta de la entidad.
- Me gustabas más ayer, parecías más... salvaje. Irónico ¿no?
- Mañana me lo dejo largo y listo, si es que te gusta más de esa manera.
- Sí, y cuidá tu rostro, estás muy pálido, creo que un tono más cobrizo te quedaría mucho mejor. - Los demás miembros del grupo asintieron en lo mismo.
- Está bien, pero ya te dije que no tengo muchas ganas de hablar de cosas tan poco relevantes, mejor cuéntenme que hicieron hoy.
- Intenté hacer música, - respondió rápidamente 736, acaparando la atención de todos, como siempre - pero fue un fiasco comparada con tus obras, así que la descarté.
- ¡Jamás descartes una obra! - la reprendió 230 con un tono severo - Siempre se puede reutilizar, o alguien la puede mejorar. Nunca destruyas el fruto de tu pensamiento, es demasiado valioso, es el único legado que dejarás para el futuro, además no creo que haya sido tan horrible, siendo algo tuyo...
- Gracias por los halagos, pero realmente hoy no fue mi día.
- No es ningún halago, es lo que pienso de verdad. Hablando de eso, hice un nuevo Paisaje esta mañana, me gustó mucho, pero no sé... siento que le falta algo, pero no puedo descubrir qué es. ¿Por qué no se dan una vuelta por el Museo y lo prueban?, espero que les guste.
- No dudes que lo haré. - respondió 736, adelantándose a los demás.
- Hoy hice el experimento que me sugeriste - interrumpió 580/2 la conversación, un poco impaciente - pero me parece que la constante gravitacional de un cuerpo tan masivo como el que estoy estudiando puede hacer que se supere el límite calculado de la velocidad de propagación de la luz. ¿Debo experimentar con otros cuerpos superdensos para ver si el fenómeno se repite?
- Sería una buena idea, - reflexionó 230 - pero ten cuidado, las constantes conocidas pueden resultar ambiguas en ese ámbito. Además un error en los cálculos de una millonésima parte puede hacer que tus resultados no reflejen el verdadero comportamiento del fenómeno.
- ¿Y tú crees que el Ambiente es capaz de manejar esas cifras astronómicas?
- Supongo que sí, si es capaz de manejarnos a nosotros... - sonrió - Pero de todas maneras puedes investigar un poco sobre sus limitaciones temporales y espaciales. Hay una base de datos en la que encontrarás toda la información que necesites sobre el Ambiente, y está disponible para todos. Si quieres mañana puedo ayudarte en el recorrido, durante la tercera región, puesto que a mí también me interesa saber algunas cosas sobre las capacidades del Ambiente.
- Estoy ansioso por seguir la investigación 230, muchísimas gracias, - dijo 580/2 a 230 - voy a ver si es que me dejan continuar ahora mismo, y espero que mañana podamos revisar eso, puesto que me tiene muy intrigado su funcionamiento y sus capacidades.
- Suerte, y espero que todo te salga bien.
- Adiós. - se despidió 580/2, desvaneciéndose al instante.
Cuando 230 quiso hablar con los demás, se dio cuenta que las mujeres hacía mucho tiempo que habían saltado a otros canales, huyendo la conversación “profunda”.
La hora de la Reunión era agradable, siempre había algo nuevo que aprender o compartir con los demás clones, además de que se podía descansar un poco la mente. 230 se desconectó de toda comunicación, quedándose inmerso en sus propios pensamientos, especialmente en 736. Ella aparentaba gran belleza, eligió extremadamente bien sus formas y facciones hacía demasiado tiempo, y nunca las cambió. Irradiaba eterna juventud. Se cuidaba mucho, siempre inventaba modas que todos seguían, y todo el tiempo se esperaba ver qué nueva historia o locura tenía para compartir. Nunca se daba el lujo de pasar inadvertida en una reunión, robando la atención de todos los presentes.
- Es agradable y muy inteligente, - pensaba - aunque un poco superficial. Pero creo que en el fondo ella vale mucho más de lo que se atreve a demostrar. Es tan atractiva... Siempre se dedica a seducirnos a todos, con sus palabras, su suave tonalidad de voz casi perfecta a pesar de ser sintética, sus gestos, sus bromas. La mitad de los clones deben estar interesados en ella. Que difícil será poder unírsele, aunque para eso hay que tener permiso de los Maestros, lo que no es muy fácil de conseguir. Quién sabe si con un poco de trabajo pueda ser yo el elegido. No sé por qué estoy pensando estas tonterías, nunca me preocupé por esto, nunca me atrajo nadie, ¿Qué tiene de diferente 736 a las demás?..
230 se abstrajo en sus pensamientos, sin darse cuenta de que Jester (uno de los Maestros Originales) se había materializado a sus espaldas.
- Hola AY230.
- ¡Ay!, que susto me has dado, ¿Cómo lograste entrar en mi canal si me había desconectado? - le preguntó el sorprendido clon Superior.
- Los Maestros tenemos muchas atribuciones que los clones ni siquiera imaginan. Al fin y al cabo somos los responsables de que el Ambiente funcione. Debemos controlar y manejar todo el sistema para asegurar que no haya fallas o ningún otro tipo de problemas. - cerró los ojos por un instante, y luego continuó - Te busqué especialmente para avisarte que dentro de un ciclo los Maestros tienen pensado hablar contigo, no estoy seguro de qué, pero parece ser algo importante.
- ¿Qué pasa?, ¿Por fin me darán mis nuevos poderes?
- No lo sé, no me han informado nada, sólo Agnus conoce el por qué de la reunión, aunque pienso que debe ser para eso, si es que sigues acreditando méritos como hasta ahora. ¿Qué pasó con la música que estabas componiendo?, hace mucho tiempo que prometiste entregarme algo nuevo y todavía no has cumplido.
- Lo que ocurrió es que me entretuve con la construcción de un Paisaje virtual...
- Sí, ya lo probé, muy interesante por cierto, pero muy estándar, yo sé que eres capaz de crear cosas más originales.
- Es que no se trata de originalidad. La idea era construir un lugar donde relajarse y dejarse llevar por los pensamientos, un lugar donde el espíritu creativo se sienta lleno y satisfecho, y tenga nuevos ánimos en los momentos de cansancio.
- Te entiendo perfectamente, y concuerdo en eso contigo, lo has logrado bastante bien, - lo felicitó el Maestro - aunque yo no tengo ese tipo de momentos.
- Pero no te preocupes, la música estará terminada pronto, ya le falta muy poco, tal vez mañana mismo puedas oírla y darme tu opinión. - le explicó el clon.
- Sería interesante tenerla en breve, hace tanto tiempo que nadie se dedica a la música y nos brinda alguna nueva pieza. Posiblemente eso nos suba el ánimo a todos. Últimamente veo a los Inferiores un poco apagados y sin ganas de trabajar en cosas nuevas. Recuerda: “El que no crea, no sirve”, ocupa espacio, memoria y tiempo que podrían ser mejor utilizados en nuestro mundo.
- Es que... - dudó 230 - No sé, a veces me parece tan duro eso. Habría que ser un poco más flexible al respecto.
- No, no es así, - lo reprendió el Maestro - ¡Recuerda que esta es la sociedad de las mentes, del pensamiento y de la inteligencia! Nos abstrajimos del mundo material para que no obstaculice con nuestra labor creativa, para que no sea un impedimento a lo realmente importante. Quien no utiliza sabiamente sus dones está de más aquí. Lo más importante en esta vida es el trabajo inventivo, que todos debemos llevar a cabo para poder disfrutar de las creaciones de los demás, y permitir que los demás disfruten de las nuestras; esa es nuestra función y por eso estamos aquí, además de que no podemos irnos aunque lo deseemos...
- Sí, ya sé eso. Pero hay clones que no nacieron iluminados, no me parece justo que sólo por eso deban ser eliminados, es cruel.
- Así nos hemos criado, y así somos, sólo los que son capaces prevalecerán, los demás no tienen utilidad. Nunca hemos rechazado esa ley, que es la base de nuestra sociedad. Sabes que somos pocos, y que no hay lugar para muchos más. Alguien que sea un inútil está desperdiciando recursos que servirían tal vez para que surja un genio o un artista, es la ley de la vida.
- Aunque tienes razón, no me gusta discutir sobre ello, prefiero dejar el tema de lado. Cuando reclamen mi presencia estaré sin dudarlo. Puedes decírselo a Agnus, pero de todos modos le enviaré un mensaje. Ahora tengo una idea de un nuevo proyecto en el que me gustaría trabajar.
- ¿De qué se trata?
- De la síntesis de palabras. Quiero perfeccionar el sistema de avisos y diálogos con el Ambiente. Además aumentar la calidad del diálogo persona a persona, o mejorarlo usando verdadero sonido digitalizado. Lástima que eso sea imposible, ¿De dónde podría sacar voces reales?, ahora no hay forma de conseguirlas.
- Eso no es tan cierto. Hay Terabytes de voces digitalizadas con las que podrías trabajar...
- ¿¡Qué!?, ¿Dónde?, ¡Nunca me había enterado de eso!, - exclamó el clon Superior - ¿Cuándo se grabaron?, ¿Cómo?, ¿De quién?..
- No te preocupes, sabrás todo a su tiempo. No estás enterado porque los clones no tienen acceso a todos los recursos ni a toda la información, ni siquiera tú, pero quién sabe, tal vez pronto puedas ver tus sueños hechos realidad y puedas escuchar una suave voz que te despierte por las mañanas. Pero eso será sólo cuando adquieras nuevos poderes, si es que te los dan.
- ¡Estoy tan emocionado!, no puedo esperar más, deseo que ya pase este ciclo, ¡Qué alegría! Nos vemos, ¡Hasta luego Jester!, quiero comentárselo a los demás.
- Hasta luego AY230. Pero sé precavido, - le explicó el Maestro - sabes que muchos clones son envidiosos y se sienten disminuidos, más todavía los clones anteriores a ti, que aún siguen siendo Inferiores. Te suplico que seas cuidadoso en tus comentarios.
- Lo seré...
230 siguió fluyendo por la información, recorriendo nodos en los que dialogaban los demás clones. Ya no quedaba mucho tiempo de Reunión, por lo que decidió entrar a un grupo que le pareció interesante. Clones de los Nuevos estaban rodeando a Xor, un clon que hacía poco tiempo había conseguido poderes especiales entre los Maestros, y estaba trabajando e investigando con ellos. 230 se quedó al margen escuchando la conversación, que más bien se tornaba en una discusión. Xor miraba a cada instante hacia el vacío, como revisando algún control que los clones no tenían derecho a visualizar, y hablaba nerviosamente.
- Hay cosas que no concuerdan, informaciones inconsistentes, tengo muchas dudas sobre todo esto. A veces pienso que nos engañan. No sé lo que en realidad ocurre, tal vez nos estén ocultando cosas... - miró por detrás suyo y vio a 230, quien era su amigo desde épocas anteriores a su nuevo Status, por lo que continuó - No estoy seguro de lo que pueda ser, tal vez el exterior no sea como ellos dicen, tal vez nuestra situación sea una gran mentira, un chiste, un juego. Tengo serias dudas al respecto, y es más, creo que ya ha habido problemas debido a esto, hace mucho tiempo. ¿Quién de ustedes ya ha tenido clases de Teoría Matemática, o de Física Avanzada?
Dos clones levantaron las manos, tímidamente.
- Bueno, entonces ustedes deberían saber que la curva de cantidad de radiación de un isótopo radioactivo es una función exponencial, y que ya ha pasado mucho tiempo desde la Hecatombe. En un principio la radiación era mucha e insoportable para la vida, pero en una cierta cantidad de períodos, que les dejo como tarea para calcular luego, tiene que haber llegado a niveles aceptables para la supervivencia, salvo por la radiación de fondo que perdurará eternamente, porque la función tiende a cero muy lentamente, pero ya dentro de un margen soportable... ¿Quién sabe?
- Pero... ¿Por qué nos estarían engañando? - preguntó uno de los Nuevos.
- No tengo idea. Tal vez sea por el poder, el dominio, o tal vez porque ellos no pueden abandonar este lugar... Realmente no tengo idea, sólo sé que me gustaría escapar y ver el exterior.
- ¡Eso es una locura! - exclamó EY929, reflejando temor en su pálido rostro - Es imposible que salgamos de aquí, no podríamos sobrevivir en este mundo, ni siquiera si fuese habitable, no estamos preparados para eso, somos inmateriales en esencia, no serviríamos para la subsistencia física.
- Eso debería verse... - dijo Xor.
230 no pudo contenerse por más tiempo - No entiendo mucho de lo que están hablando, pero no sigan, porque las líneas pueden estar siendo analizadas y es muy riesgoso discutir temas tan espinosos. Ustedes no son Maestros, a los que se borra de memoria y listo. Ustedes pueden ser eliminados de otras formas peores, recuerden son sólo clones Nuevos, Inferiores, y no tienen ninguna fuerza frente a los Maestros. Y tú Xor, no tienes derecho a estar arriesgando sus vidas.
- No te preocupes 230, - respondió Xor con calma - yo tengo la capacidad de verificar si nos están escuchando, e inclusive desconectar toda posible intromisión, así que siéntete seguro estando conmigo.
- No sé que tan seguro pueda ser, los Maestros tienen el control sobre todo, yo no me fiaría tanto.
- ¿Pero es que no te das cuenta de que ahora yo también soy un Maestro?, de Segundo Nivel, pero soy uno de ellos, por lo que tengo sus mismas atribuciones; cálmate y escúchame. Todavía no han conseguido mis parámetros mentales, y no pueden penetrar en mis pensamientos, aunque creo que ya tienen algunas dudas sobre mí.
Mientras 230 y Xor hablaban, el resto de los clones se fue desconectando, con un cierto temor a causa de las palabras de 230. En unos segundos todas las figuras se esfumaron, dejando a los dos rodeados de la blanca nada.
Xor prosiguió: - Mientras eres un simple clon no hay grandes peligros en tu vida, pero ahora para tener un lugar definitivo entre los Maestros debo entregar la imagen de mi mente, y tengo mucho miedo de que analicen mis formas de pensar y me condenen. No creo que suceda, pero tal vez...
- ¿Y tú crees que ellos pueden hacer eso?
- Estoy prácticamente seguro de ello. Ahora escúchame: Piensa en lo que dije, tal vez nos estén engañando, cuídate, tú estás cerca de subir de Nivel. Investiga y encontrarás referencias que no son lógicas dentro de la información. Hay tantos datos que puede tomar toda una vida revisarlos, pero saltarán algunas cosas muy obvias que no pueden ser como allí se dicen. Tú tienes suerte, eres de carne y hueso al fin y al cabo, y aún no pueden penetrar en tu mente.
- Sé que es así, pero desconozco los procesos que hay detrás de todo ello. El Ambiente es algo demasiado complejo.
- No te preocupes, parece que pronto sabrás más de lo debido. Los Maestros tienen reuniones, y se rumorea que pronto estarás entre ellos, perdón, entre nosotros, y quieren que los ayudes en algo, bueno, eso parece, yo soy nuevo y no sé todo lo que ocurre aunque tengo acceso a tanta nueva información que nunca te imaginarías. - Xor miró nerviosamente hacia arriba por un instante, y luego sonrió tomando el hombro de 230 de una manera dura pero cariñosa - Amigo, yo sé que eres especial, llegado el momento no dejes que te engañen, investiga lo que ocurre, la historia y la realidad, y tal vez encuentres verdades que para mí han quedado veladas. Tengo tantas ganas de hablar contigo, pero mis nuevas obligaciones me llaman, tal vez continuemos dialogando en una próxima Reunión.
- Cuando quieras, estoy muy interesado en escucharte y en saber más al respecto, pero ahora ninguno de los dos puede continuar esta conversación, mi tiempo de Reunión también está expirando, por lo que espero poder encontrarte de nuevo en un momento en el que estés libre.
- Yo también, hasta pronto y cuídate.
- No, cuídate tú, porque creo que tu situación es muy riesgosa en estos momentos. Espero que Ellos no hayan escuchado tus palabras, adiós.
- ¡Au revoir!, mi amigo.
- ¿Au revoir?, ¿Qué habrá querido decir? - Se preguntó 230, y en ese instante en la esquina inferior izquierda de su visión a pareció un texto amarillo, que decía: Au revoir: Frase en un idioma de la época anterior a la Hecatombe, utilizada para despedirse. Traducciones posibles: Adiós, hasta pronto, etc.
- Este Xor, siempre con sus cosas raras. - se dijo AY230.
De esta manera terminó la conversación, puesto que Xor ya se había desmaterializado frente a los ojos de AY230, quien se quedó inmerso en sus pensamientos de nuevo, por un largo rato.
- Clon AY230, segunda hora de Actividad. - dijo la metálica voz.
230 volvió en sí, a la realidad. Tomó un bloque de la ahora negra pared, un cubo negro pequeño, y lo dejó inmóvil frente a él.
- Quiero continuar el estudio histórico que estaba realizando para la Clase. - solicitó.
En ese momento el cubo se iluminó, llenándose de fotografías, textos y punteros con referencias cruzadas. Poco a poco fue creciendo, a medida que nueva información era requerida, y fue envolviendo al clon, hasta rodearlo por completo, formando un cilindro cuyo eje era AY230. Así, con comandos verbales, leves movimientos de sus manos, e inclusive con la mirada, recorría las bases de datos, creaba nuevas referencias dinámicamente, abría antiguos archivos, creaba otros nuevos con apuntes y comentarios, manejando la información según su criterio. Podía tomar un gráfico, arrastrarlo hasta un texto dictado por él, y fusionarlos en un nuevo documento, que serviría tanto para su uso como para el de toda la sociedad. Además ordenó y agrupó muchos documentos no relacionados, pero que deberían haberlo estado, y que no lo estaban porque ese es un trabajo que no puede hacer el Ambiente, sólo la inteligencia y el sentido común sirven para ello. Por eso cada clon debe ordenar la información siempre que se da cuenta de que hay cosas que aún no han sido organizadas coherentemente, o cuyas relaciones nadie ha percibido con anterioridad. Esto permite que el próximo que busque una cierta información, tenga muchas más facilidades en la investigación, y pueda acceder a una mayor cantidad de datos en un primer momento. El problema es que organizar estas bases de datos es un arduo trabajo en el que todos los clones ayudan, pero que nunca podrá terminarse debido a que día a día la información crece más rápido de lo que puede ordenarse, y todavía hay miles de antiguas bases de datos que hace mucho tiempo ni se tocan.
Entre medio de la maraña de imágenes y textos, un puntero de unos documentos de las primeras épocas del Refugio, que jamás había sido revisado, lo llevó a una imagen animada de escasos colores, frente a la cual 230 quedó sorprendido. El clon miró varias veces la secuencia, tomando apuntes y buscando a profundidad temas relacionados, para ver si había más filmes relacionados con ese, y que aún estuviesen indocumentados. La alegría envolvió a 230 cuando pudo llegar a un film de los Días Antiguos que reflejaba cosas que siempre imaginó, pero que nunca supo como fueron en realidad. Seleccionó también las viejas grabaciones de audio que siempre hacía escuchar a los clones Nuevos en cada período que se volvía a tratar el tema de la Clase que estaba preparando, y que eran claves para la comprensión de los hechos.
Así 230 estuvo trabajando por varias horas, en las que miles de textos, fotos, sonidos e inclusive otros filmes pasaron frente a sus ojos, hasta sentirse cansado. Su mente se negaba a seguir recabando información; estaba saturada. Por lo tanto decidió que era hora de detenerse, y de tomar un descanso recorriendo el Museo General, hasta que pudiera volver a su Cubículo para descansar.
Allí estaban decenas de clones, Inferiores y Superiores, además de algunos Maestros: Jester, Moby y Merlín. La comunidad pululaba por el interminable pasillo, comentando las obras, discutiendo sus falencias y dándole sus respectivas valoraciones. En sí mismo el Museo consistía en dos paredes que se extendían hasta el negro infinito, repletas de pequeñas imágenes con textos explicativos, y que estaban al alcance de todos. Los clones Clase 0 se limitaban a observar las obras, y a probarlas, pero debido a su Status no podían asignarles valoraciones todavía. Sus obligaciones son estudiar en la Clase y probar obras únicamente, aprendiendo y empapándose del conocimiento necesario para crear y votar libremente, así al subir de Status podrán generar nuevas obras, tal vez influenciados por alguna corriente existente o aún mejor, creando una nueva corriente artística.
Pero en el Museo no existen solamente obras de arte o música, allí están todas las creaciones, investigaciones o descubrimientos de los clones y Maestros: Física, Matemática, Ciencias, Astronomía, Tecnología, Medicina, Ciencias Humanas, Historia, y todo lo que pudiera existir. Inclusive los juegos y Paisajes se ponen dentro del Museo, para ser probados y calificados por la sociedad. Cada clon puede elegir observar sólo lo que le interesa, nadie está obligado a recorrer todo el Museo si no lo desea. Es obvio que mezclarse con tanta información es un duro trabajo, por lo que AY230 prefirió filtrar la información, visualizando solamente lo nuevo que se haya generado en Música, Paisajismo, Tecnología e Historia, pero ordenándolos por grupos. Se acercó primeramente al sector musical, y miró qué obras había, y de quienes. Como posibles selecciones aparecieron sólo dos obras, de clones Inferiores. La primera tenía una pobre valoración del 35%, pero la escuchó igual. No le pareció muy buena, era muy repetitiva en torno a un único motivo, sin grandes variaciones, y con pocos instrumentos, los sonidos no fueron demasiado trabajados ni retocados, lo que hacía que el panorama general careciera de calidad. AY230 le asignó un 15% y cerró el cajón. La valoración general, ahora con el peso de su voto llegó a estar por debajo del 30% (Los miembros de mayor Status tienen más peso a la hora de votar que los más Nuevos). A su lado estaba un clon, aparentemente escuchando otra melodía, pero miraba de reojo cada movimiento de 230. Cuando lo vio guardar la música y asignarle este paupérrimo porcentaje, se alejó con una cara de pena en el alma.
- Parece que era el autor... - observó 230 - Pobre... Le dejaré un mensaje para que siga esforzándose, no todos somos genios como Merlín de buenas a primeras, pero con constancia se puede llegar a ser el mejor. Tal vez no debiera haber sido tan duro, porque no hay que perder a los nuevos clones que deseen empezar con el arte, aunque no sean muy buenos ahora en lo que quieren hacer. Al fin y al cabo todos empezamos de la misma manera, ¡No puedo olvidar cómo descartaron mi primer trabajo, que me tomó semanas componer!, dijeron que era demasiado feo para que esté ocupando memoria, y por eso lo destruyeron. Es cierto que en esa época todavía no se había implementado el nuevo sistema de almacenamiento, y que el Ambiente carecía del espacio necesario para guardar todo lo que se generaba, pero me dio tanta pena ver mi trabajo destruido... Por lo menos a los clones Nuevos eso no les ocurrirá.
- ¿En qué piensas? - dijo una voz familiar a espaldas de AY230.
Sobresaltado 230 se dio vuelta y vio a 736, radiante como siempre.
- En nada, estaba valorando algunos nuevos trabajos. ¿Y tú, que estás haciendo?
- Observo, valoro y disfruto. ¡Tu Paisaje está excelente!, ¿Quieres compartir un momento allí, conmigo? No creo que consigas mejor compañía que la mía para estar en ese lugar.
- Tú siempre tan humilde... - apuntó 230 - Acepto, pero déjame terminar lo que estaba haciendo y luego te alcanzo.
- Bueno, pero no tardes, sabes que no tenemos demasiado tiempo. - le dijo ella.
- El clon rápidamente seleccionó la otra música, tenía una valoración del 55%, lo que era bastante para ser de un clon Inferior. La composición empezaba con unos suaves acordes cuyo volumen iba creciendo lentamente. La suavidad de la melodía inicial se mezclaba con... ¡Un coro de voces reales!, las cuales acompañaron a la composición por varios minutos, hasta explotar repentinamente en tres firmes y rápidos compases, que hicieron un puente entre esa tranquilidad y el fuerte ritmo que le siguió a continuación. Unos rápidos riffs de una guitarra levemente distorsionada daban un acompañamiento ideal, mientras que instrumentos tan primitivos como un bajo, otras guitarras y mucha percusión daban más vida a la obra. 230 se quedó emocionado al escuchar algo así, que no se parecía a nada conocido. Esos instrumentos no eran muy utilizados, tal vez por ser demasiado simples comparados a los sonidos sintéticos con los que disponían ahora, pero esa simplicidad se rompía gracias a la melodía, guiada por un solo de guitarra que hacía tocar el cielo en cada “punteada” distorsionada. No había duda, una nueva revelación estaba frente a él. Le dio una calificación de 87% y cerró el cajón. Miró el identificador del compositor: BY210. Con la aportación de su calificación, la música llegó a una valoración del 64%, lo que la ponía entre las mejores de todo el período.
- Agregarla a la lista de preferencias. - dijo 230.
- Composición agregada. - fue la respuesta del Ambiente.
Tan sorprendido se hallaba 230 que envió un mensaje a BY210 pidiéndole que le otorgue unos minutos para dialogar en la próxima Reunión. Creía haberlo conocido, pero no estaba seguro, puesto que su relación con los Inferiores había decaído desde hacía un tiempo, con la famosa discusión sobre la autoría de un tema que CY564, un clon Inferior, se adjudicó como suya, siendo que había copiado burdamente el motivo principal de una melodía de 230. El juicio terminó obviamente dándole la razón al clon de más renombre, y con evidencias más que suficientes sobre la culpabilidad del clon Inferior. 564 fue eliminado, y desde entonces muchos otros clones Nuevos e Inferiores no se acercaban a 230, responsabilizándolo por el hecho, aunque sabían que las leyes se aplican severamente, y que nadie puede cambiar eso. Muchas cosas se pueden permitir y reprender a los Inferiores que están aprendiendo, pero jamás se les perdonará cometer perjurio afirmando haber creado algo que no es suyo: Esa es una de las más graves faltas en las que puede caer alguien en una sociedad donde la creatividad es lo más importante, y donde robarla o mentir, es un pecado mortal. Los desdichados a los que se descubre en este tipo de actividad desleal son llamados “Lamers”, y se los despoja de todas sus atribuciones, quedando expuestos a la vergüenza hasta el día en que son eliminados.
230 recordó este lamentable incidente por un momento, y se puso triste. Él pensó que lo que este clon había hecho era muy malo, y lo denunció, pero no sospechó las nefastas consecuencias que luego tuvieron lugar al ser declarado culpable. Hacía tanto tiempo que algo así no ocurría, que ninguna de las partes involucradas jamás pensó en el fatal desenlace que podía sobrevenir, y que al fin ocurrió. Esa culpa jamás dejaría en paz a 230, hasta el fin de sus días.
Tratando de olvidarlo, buscó su nuevo Paisaje e ingresó en él, en modo compartido. Allí estaba 736, sentada en la arena, con los pies rozando el agua, disfrutando del ficticio atardecer. 230 se sentó a su lado y la miró, sin decir una palabra.
736 observaba las montañas, hundida en los más profundos pensamientos. - Jamás pensé que pudiera existir un lugar así... - expresó ella al sentir llegar a su amigo. La mirada de la clon se tornó sombría por un momento - ¿Existirá realmente?, a veces me gustaría poder ver el exterior, si es que allí existen estas maravillas.
- No creo que ahora existan, porque o sino estaríamos allí y no aquí, viviendo en paisajes virtuales inventados por nuestras pobres mentes. Y si existiesen esos lugares, no serían habitables, y lo sabes.
- Es una lástima... A veces no quiero estar aquí, deseo no haber existido, o haber nacido en una galaxia distante, en otro planeta, donde la vida fuera distinta. No es que sea malagradecida por todo lo que se me ha dado, y porque se me haya permitido vivir. Aquí suelo sentirme feliz, pero a veces tengo un vacío en el alma... Algo que no se puede explicar con palabras. Tus obras me hacen sentir, más que ninguna otra cosa, ese dolor. ¿Quieres que te recite unos versos que explican claramente ese sentimiento? - le preguntó.
230 la miró por un segundo: - Hazlo, me encantaría escucharte. - fue su respuesta.
736 tomó valor y, sin mirar a AY230, empezó a pronunciar unos versos:
Por la orilla del río
y en la orilla del mar
hay gente que camina,
camina sin pensar,
se mueve despacio,
sin motivo, sin razón,
despacio y naufragando
en playas de ilusión.
Yo quiero internarme en el mar,
subirme a la caleta
y nunca regresar,
abandonar la tierra,
la arena del mar,
nadar y ahogarme
lejos de este lugar,
hundirme entre las olas,
estar en altamar,
hacer un gran esfuerzo
y evitar llorar.
Me quiero ir,
no quiero regresar
a este mundo eterno
al costado del mar,
debo llegar a la otra orilla,
donde aprenderé a amar.
736 se mantenía cabizbaja, y no pronunció ninguna palabra más. 230 estaba sorprendido, nunca había escuchado palabras semejantes de la boca de esa joven clon.
- ¡Tus palabras son maravillosas!, ¿Hoy escribiste eso?, ¿Yo te inspiré?
- Sí, tú me has hecho pensar... Muchas veces sueño con que cada período que se reinicia nos traerá algo nuevo, una nueva forma de vida, una sorpresa, pero me deprimo cuando veo que empezamos otro período como el actual, y nada cambia. Hoy me siento así, vacía, pero no es algo común. Muchas veces me siento contenta aquí, porque me doy cuenta que tengo cosas que nuestros antepasados jamás imaginaron, aunque lo hubiesen deseado. Por ese lado es que muchas veces me siento feliz, siento que debo estar aquí, siento cosas como estas:
Crear o no crear,
esa es la pregunta.
No se trata de ser o no ser,
ya que uno “es” cuando crea,
uno crea lo que vive,
uno vive por momentos,
momentos de locura,
locura y lucidez,
lucidez del pensamiento,
pensando en existir.
¿Cuándo uno existe?
Cuando se siente impulsado a hacer,
hacer las cosas nuevas,
nuevas de lo viejo,
viejas las ideas,
idealistas son los sueños,
soñando en existir,
y existiendo...
cuando uno crea.
- Crear me hace feliz, - continuó ella - me hace sentir que existo en este mundo, pero pareciera que no es suficiente, que hay algo más profundo que no puedo dilucidar hasta ahora, pero que está allí, en algún lado, escondido, pero a la vez esperando que lo encontremos.
- Tus palabras son hermosas, estoy muy sorprendido, jamás te había escuchado hablar de esta manera, - Los ojos de 230 se iluminaron por un momento, expresando alguna lejana emoción escondida, de esas que los clones nunca sienten, por ser recesivas - ¿Por qué nunca pusiste alguna de tus poesías en el Museo?, son hermosas, estoy seguro que serían extremadamente bien valoradas.
- No lo creo, para valorarlas habría que entenderlas, y no creo que lo hagan. Y si las entendiesen, peor sería, porque muchas son contrarias a nuestra forma de pensar. Sólo traería problemas publicarlas a la vista de los demás clones, por lo que he decidido mantenerlas en mi mente únicamente. Si te he mostrado esta parte íntima mía, es porque confío demasiado en ti, y eres la única persona a la que le tengo verdadera franqueza y afecto. No estoy muy segura de por qué me siento así contigo, pero probablemente sea porque tus creaciones llevan muy en el fondo mis mismos sentimientos de desasosiego e inquietud sobre el por qué de nuestra existencia.
- Nunca creí que te oiría hablar de esta manera, me tiene sorprendido escuchar de tu boca un pensamiento tan sublime, tan verdadero. Hoy por fin he podido comprobar que vales mucho más de lo que siempre demuestras a los demás, como siempre pensé, y eso me regocija tanto...
- Nunca antes hablé así porque siempre tuve miedo. Soy mucho más débil de lo que todos creen, y a lo largo del tiempo he fabricado un escudo que me protege de los demás, para no mostrar mi sensibilidad. Tenemos tanto miedo de que no nos entiendan, nos ridiculicen, o nos demuestren que lo que creemos está mal, que preferimos guardarlo sólo para nosotros y para nadie más. Y tal vez estemos haciendo mal, porque puede haber otra gente que necesite lo que nosotros escondemos, y que no lo pueda encontrar debido a nuestro egoísmo. Es duro, pero creo que todos somos así, ¿No te parece?
- Sí, todos tenemos miedo de ser nosotros mismos... - dijo 230, mientras miraba perdidamente el horizonte lejano.
230 jamás había escuchado palabras semejantes de otro clon o Maestro: rebeldes y sumisas a la vez, y que reflejaban lo que él siempre pensó, pero que nunca pudo expresar. No sabía si este momento lo ponía feliz o si lo entristecía, pero sabía que no quería arruinarlo por nada del mundo, por lo que prefirió no hablar. Suavemente se acercó a 736 y tomó su mano. Físicamente fue poco lo que sintió, puesto que la parte táctil que el Ambiente provee no permite sentir la sutil diferencia entre una mano y una piedra, sólo se puede sentir que se toca “algo”, a lo que se le puede asociar un rango de temperaturas. Realmente, la función táctil hacía mucho tiempo que no era utilizada por la mayoría de los clones ya que era útil desde el punto de vista de coordinar los movimientos y tomar objetos, pero no para sentir texturas ni calor humano. El problema es que engañar a algunos sentidos a través de la mente es mucho más difícil que engañar a otros. La vista y el oído son fácilmente afectables, mientras que el olfato y el gusto tienen una dificultad media, aunque se removieron por ser “innecesarios”. El tacto es otro tema: Se logró convertirlo en una función digital, esto es, brindando la capacidad de sentir o no sentir, con una escasa escala de intensidades o diferencias de temperaturas, pero no es analógico en el sentido de que cuanto más aprieto, más siento, simular eso es extremadamente complejo, y no vale la pena, las investigaciones se abandonaron tiempo atrás y nunca se continuaron. Muchos de los clones tienen estas funcionalidades deshabilitadas desde su nacimiento por ser inútiles y unidas a épocas remotas en las que necesidades de las personas eran muy distintas a las de la actualidad, y por lo tanto ni siquiera saben que existen.
Si bien el sentimiento físico era pobre al sostener la delicada mano, el sentimiento emocional alcanzó cotas inimaginables: 230 advirtió que podía unir su mente a la de 736, y en esta plenitud vivir por siempre. Raramente los clones tenían este tipo de relaciones, puesto que eso que los Maestros llamaban enamoramiento se veía como algo muy instintivo, de índole animal, poco trascendental para una sociedad tan avanzada. Los clones jamás tenían un sentimiento así por alguien, salvo contados casos de extrañas conductas que nunca fueron comprendidas por la mayoría de la población. Tan sólo los Maestros Originales conocían en parte el por qué de este comportamiento, puesto que algunos pudieron experimentarlo antes de la Hecatombe. Pero ellos no eran muy favorables a este tipo de relacionamiento tampoco, debido a que ahora no tiene mucho sentido, además de restar productividad a los clones, y volverlos irresponsables en muchos de los casos.
En el tiempo que les quedó, ninguno de los dos jóvenes clones se atrevió a hablar, y llegada la hora en que la voz les avisó que debían descansar, simplemente los dos se miraron a los ojos, mientras todo se esfumaba y volvía negro...
* * * * *
- Buen día clon AY230, es hora de estar consciente. - dijo la voz ya conocida.
230 miró a su alrededor. Sentía un sopor que le impedía razonar bien, por un momento olvidó donde se encontraba. No recordaba si lo que ocurrió anoche fue un sueño, realidad o fantasía, todo parecía tan lejano... Pero por suerte poco a poco las ideas se le fueron aclarando. A veces le costaba recuperarse de los sueños, es que eran algo tan difuso... Tan distintos pero tan parecidos a esta realidad. Los recuerdos fueron pasando por su mente, y sonrió al rememorar, claramente por fin, la estupenda velada que compartió con 736 al final del día. Prefirió no perder tiempo, así que eligió el mismo traje de ayer. Se miró al espejo, permitiendo que su cabello le acariciara la espalda, renegrido como siempre. Observó en el reflejo sus ojos, pensando en cambiarlos, pero verdes prefirió dejarlos. Realmente estaba un poco pálido, por lo que subió un poco la proporción de amarillo y rojo para formar un tono más cobrizo que el blanco sepulcral que tenía. El conjunto quedaba muy bien, y era bastante impactante.
Estaba mirándose todavía al espejo cuando volvió a escuchar la voz simple, llana y sin vida de siempre: - Clon AY230, es hora de la actividad.
- Sí, ya voy. - 230 cerró los ojos, para aparecer otra vez ante la negra oscuridad. - Voy a terminar hoy esa obra que tengo incompleta hace tanto tiempo, y que los demás quieren escuchar.
Del menú de la derecha seleccionó el proyecto que hacía tanto que no modificaba. Frente a él, se desplegaron los compases con las últimas modificaciones que había realizado, y bajo los compases se encontraba la serie de patrones que simbolizaban a los compases. Esta notación de patrones era la mejor para terminar la música, y darle los toques finales (en la mayoría de los casos representados por valores decimales, variables y otros tipos de datos), que eran más sencillos de entender por el Ambiente que la antigua y retrógrada notación musical de compases con notas. Pero la notación de compases era más útil para tener una visión global de la obra, y de su desarrollo, ya que mirar un patrón y entenderlo de buenas a primeras puede ser muy difícil.
AY230 estuvo pensativo por un tiempo, mirando los compases, y decidió descartar los últimos. Los seleccionó, y en un instante desaparecieron de su vista. Escuchó desde el principio lo que estaba hecho hasta ahora, analizando cada canal por separado. El Ambiente proveía la capacidad de mezclar 128 canales de sonido real en simultáneo, lo que era bastante, puesto que nunca se solían usar más de 60, salvo para simular grandes orquestas, en las que cada instrumento ocupaba un canal por completo. Pero los músicos ya habían aprendido algunos trucos: compartir varios instrumentos en un canal, o crear ondas que fueran la suma de varios instrumentos, por lo que en un canal podían lograr un buen efecto poniendo varios instrumentos juntos. 230 estaba utilizando 23 canales, por lo que no tenía muchos problemas para esta composición.
El clon escuchó la obra completa: estaba ceñida a los mismos parámetros de siempre, en el estilo que caracterizaba a 230. Repentinamente decidió cambiar ese estilo, y probar algo nuevo, estaba cansado de hacer siempre el mismo tipo de melodías. Recordó como BY210 pudo hacer algo tan distinto, innovador y genial a la vez. Limpió todos los patrones de sus instrumentos, dejando tan sólo las notas de distintos colores, y abrió un cajón de la nada con su mano izquierda, de dónde empezó a sacar nuevos instrumentos, recuperar viejos en desuso, probarlos con distintas partes de la música, cambiándolos entre sí. Luego de armar este desbarajuste escuchó lo que había quedado hasta el momento. ¡Era increíble!, 230 estaba sorprendido de como variar unos simples instrumentos podía hacer cambiar tanto la esencia de la obra. Mezcló sintetizadores para los acordes de fondo, junto con una batería muy rítmica, mezclada con un bajo, un clavecín y unas rasgadas de guitarra a las que editó de tal manera que se convirtieron en largos y profundos sonidos nunca antes escuchados. La música empezaba de una manera tenebrosa, con sonidos que rodeaban a toda la persona, hundiéndola en una extraña penumbra sonora.
Hasta ese momento, sólo había transformado lo que ya tenía, pero todavía debía terminar la composición. Decidió que la introducción estaba ya demasiado completa, y que no valía la pena retocarla más. Sintió que el oyente debía levantarse desde ese profundo abismo sonoro en el que se hallaba inmerso, y salir con una explosión, en un torbellino estrepitoso que diera mil vueltas a su cabeza. Subió el volumen al máximo, y mientras la melodía de fondo con tres bajos a distintos tonos corría a toda velocidad, empezó a sacudir notas sobre el pentagrama, que explotaban ruidosamente al tocarlo. Así, con fervientes movimientos de las manos y brazos se fue construyendo algo monumental, una escultura instrumental como jamás antes existió. La composición llegó a tener una longitud de más de 4000 patrones, y una duración de 27 minutos. 230 se sentía exhausto, pero todavía faltaba refinar esa obra en bruto, retocando cada patrón, modificando los instrumentos, mejorando las ondas en secciones críticas, sacando o agregando notas donde fuera necesario. Lo que finalmente quedó fue una obra maestra, en la que se combinaban momentos de tranquilidad con momentos de furia devastadora, rapidez con lentitud, vida con agonía.
Finalmente tomó su obra y la guardó, enviando una copia al Museo General. Nunca antes 230 se había sentido tan satisfecho con una obra suya, estaba realizado. Se quedó en paz por unos minutos, envuelto en la negrura espesa del origen y el final de las creaciones, hasta que decidió transferirse a la zona de la Reunión, antes de que la voz se lo avisara.
Pocos clones se hallaban todavía en el lugar. 230 miró dentro de todos los grupos buscando a 736, pero no la encontró, seguramente aún no había llegado. Antes de pensar en alguien más a quien buscar, escuchó una voz que lo llamaba: Frente a él se acercaba un clon Inferior, con ánimos de entablar conversación.
- Tú debes ser AY230 ¿Cierto? Hola yo soy BY210.
- ¡BY210!, ¡Qué alegría poder conocerte! Te envié el mensaje pidiéndote que nos encontremos porque ayer tuve la suerte de encontrar tu composición en el Museo, y me encantó. Era algo tan simple, pero a la vez tan complejo... No sé, sentí que en esa obra había algo mío que yo no conocía. Gracias a ella me di cuenta de que siempre se puede innovar en todos los campos, haciendo cosas distintas a lo común, pero a veces cuesta darse cuenta de qué es lo que hay que cambiar.
- Gracias por todos los halagos. Es un honor que un clon de tanto renombre como tú me diga todas esas cosas.
- Debido a tu obra decidí modificar mi última composición, que hacía tanto tiempo quería terminar, pero que no avanzaba por falta de ideas. Cambié todos los instrumentos, y reconstruí la melodía, variando drásticamente el estilo. Me inspiraste y me sacaste del pozo creativo en el que estaba hundido, puesto que llegué a un límite en el que ya no me parecía que pudiera seguir avanzando más. Ahora veo que hay muchas cosas nuevas que puedo hacer, y nuevos estilos desconocidos en los que descubrí que puedo incursionar.
- Yo realmente no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo. - explicó el Inferior - Quería hacer algo nuevo, rebelde, distinto, y me pareció que esos instrumentos primitivos eran ideales para el caso. Recordé como el redescubrimiento de la música Chip por parte de un entonces desconocido clon revolucionó a todos, generaciones atrás, y sentí que podía lograr algo semejante. Al fin y al cabo, Sid era tan sólo un clon Inferior cuando se dedicó a experimentar con ella, y ahora es un Maestro. Cuando terminé la música estuve a punto de descartarla, por temor a ser reprobado por los demás, al hacer algo tan extraño, y que a muchos pudiera parecerles disonante o antimelódico. La puse en el Museo a la vista de todos porque me costó demasiado trabajo terminarla, y no quise desperdiciar la labor de varias semanas sin que alguien la escuche y emita por lo menos un comentario al respecto. Ahora me siento feliz de haberlo hecho, tus palabras me reconfortan.
- Debes seguir haciendo cosas nuevas, me parece que pronto vas a ser más famoso que el propio Merlín si es que continúas creando obras tan especiales. No te detengas, lo estás haciendo muy bien. Y creo que no soy el único que piensa eso, porque la valoración de tu obra era muy alta.
- Sí, muchos clones, especialmente los Nuevos, me han felicitado por la obra, pero parece que a los Maestros no les gustó tanto, porque no he recibido ningún elogio de su parte.
- No te preocupes, ellos son así, van a esperar que sigas produciendo cosas de calidad antes de felicitarte. No quieren arriesgarse a felicitar a un Inferior que tuvo un poco de suerte con una obra. Pero no desesperes, si sigues así pronto dejarás de ser un Inferior, y tal vez te pongan a mi mismo nivel ¿Quién sabe? - 230 pensó por unos segundos en la obra de 210, dispuesto a continuar con la charla - Cambiando de tema, lo que me gustaría saber es como lograste conseguir insertar en tu obra un coro de voces reales, que tan perfectamente canten la introducción. Yo hace mucho tiempo que quiero hacer algo semejante, pero no he conseguido voces que se adecuen tan perfectamente a lo que buscaba.
- No pienses que fue fácil. - explicó el Inferior, sonriendo - De hecho, yo tampoco conseguí las voces adecuadas. Aunque no lo creas, lo que hice fue tomar una grabación de una conversación, que encontré por casualidad mientras investigaba algo para la Clase, y cuyo tono me gustó, le extraje la parte que me interesó, la copié y encimé varias veces, para que pareciera un coro. Luego tuve que trabajar mucho sobre la onda resultante, para que tuviera la tonalidad adecuada y se integre al resto de la melodía. Fue una de las cosas que más tiempo me tomó, pero creo que quedó bien, ¿No?
- ¡Quedó fantástica!, nunca se me ocurrió hacer eso, pero creo que pronto intentaré algo semejante. Realmente te puedo decir que plasmaste una gran idea en esa obra, una idea revolucionaria. Debes seguir mejorando y creando algo nuevo cada día, porque creo que ese será tu pase a la inmortalidad.
- Gracias por el apoyo, me ponen muy contento todas tus palabras. - dijo agradecido BY210.
- Deberíamos hacer algo juntos en algún momento, ¿Qué te parece? - le preguntó el clon Superior.
- Sería excelente poder compartir mi tiempo con alguien como tú, estoy a tu entera disposición para lo que quieras.
- Cuando se me ocurra algo, te avisaré...
Mientras ambos hablaban, se juntó un grupo de clones Nuevos a su alrededor, impacientes por felicitar también a BY210. 230 elogió de nuevo al clon y se alejó, para no interferir con la charla.
AY230 no tuvo tiempo de unirse a otro grupo, puesto que 580/2 se le acercó muy excitado:
- ¡230!, ¡Por fin te encuentro! Te he estado esperando con ansias. ¿Vamos a ver el tema que ayer me prometiste?
- ¿Ahora?, acabo de llegar, tenía ganas de hablar un rato con las... - 230 pensó bien lo que iba a decir, y cambió la frase - ...con la gente. Necesito tener un feedback sobre el trabajo que expuse ayer.
- Mirá, si estás esperando a las mujeres, mejor acompáñame, porque hoy decidieron tomarse el día libre para discutir sobre el tema de la herencia genética y la propiedad de los clones. Tú sabes están muy preocupadas al respecto, y quieren cambiar las leyes. Pero no entiendo para que se toman ese trabajo, porque sabemos que los Maestros harán oídos sordos a sus peticiones. Además, si quieres tener feedback sobre tu Paisaje, te digo lo siguiente: Está maravilloso. Ahora acompáñame ¿Sí?, no tengo mucho tiempo, puesto que quiero hacer otros experimentos a la tarde.
- Tanto trabajo afectará tu salud mental. - afirmó AY230 duramente - Debes dedicarle un poco más de tiempo al esparcimiento, nunca te quedas todo el tiempo de Reunión, siempre llegas tarde y te vas antes de que termine. ¡Debes disfrutar un poco más de la vida!
- Esas son tonterías, si estoy donde estoy es debido a mi trabajo, y no a las horas de Reunión. Y si quiero llegar a tener un Status mayor, debo seguir trabajando duro.
- Eso no es tan cierto. Porque si no compartes con los demás tus logros y alegrías, ¿Para qué trabajar? Esta vida no es un tanteador donde tenemos puntos a favor o en contra según lo que hagamos, y no ganamos nada con tan sólo acumular puntos. Ganamos al interactuar y ayudar a los demás.
- Pero los puntos pueden convertirte en un Maestro, si es que haces las cosas bien.
- Sí, pero nuestro objetivo no es el de llegar a estar entre los Maestros, sino el de crear. Lo demás viene por añadidura. Nosotros no creamos para subir de Status, creamos por amor a lo nuevo, porque sacamos de la negra nada cosas que son hijas de nuestro pensamiento, y eso nos hace felices.
- Eso te sucede a ti, que eres un creativo. Yo no sirvo para crear, soy un completo inútil. Apenas me defiendo como descubridor, investigando lo real. Y si no hiciera eso, hace tiempo me hubieran destruido. Debo trabajar duro para que no se den cuenta de que en el fondo no soy todo lo que se sueña para este lugar.
- ¡No es así!, ¿Dónde estaríamos ahora si es que gente como tú no hubiera avanzado tanto en los diversos campos de la ciencia? Muertos quizás, pues no hubiésemos sobrevivido a la Hecatombe, o en un Ambiente horrible, si es que no hubiesen trabajado tan duro en la construcción de lo que justamente quieres investigar ahora. Inclusive el propio Agnus es muy parecido a ti en ese sentido. No te desanimes, tú eres tanto o más importante que todos nosotros. Lo único que te pido es que no trabajes en demasía, porque te hará daño.
- No lo sé, cada uno es como es, y a mí no me gusta estar entre la gente. Soy un ermitaño, prefiero estar solo, en mis proyectos y con mis conocimientos, y lejos de los demás, salvo las veces que deseo intercambiar ideas. Pero eso no importa, acompáñame y veamos que podemos averiguar acerca del Ambiente.
- Está bien, vamos.
AY230 y 580/2 se sumergieron en la negrura. Estaban los dos solos, rodeados del espacio sin fin.
- Y bien, ¿Qué es lo que deseabas saber? - dijo 230.
- Los nuevos cálculos que deseo realizar deben manejarse por lo menos con 1024 decimales de precisión, a pesar de ser números astronómicamente grandes. Esto se debe a que un error en esa parte decimal, por más pequeña que sea, daría resultados impredecibles.
- Muéstrame lo que estás haciendo, para ver si puedo entender un poco más.
- Está bien - dijo 580/2, mientras miraba hacia la derecha, seguramente seleccionando alguna opción de un menú que 230 no podía visualizar. Repentinamente frente a los dos clones se materializó una especie de pizarra, en la cual estaban escritas una serie de fórmulas que asustaron a 230. Eran extensísimas, con docenas de variables, integrales múltiples dentro de raíces enésimas, y otras estructuras matemáticas que 230 no veía desde que terminó su preparación en la Clase.
- Creo que esto es demasiado complejo como para que yo te ayude, - llegó a decir 230, un poco vacilante, y asustado debido a la maraña de números y símbolos que se presentaron ante él - deberías haberle pedido ayuda a DY334 o a alguno de los Maestros que esté haciendo investigaciones parecidas a las tuyas, porque sinceramente no entiendo nada de lo que aquí me estás mostrando.
- No te preocupes, no te pedí que vengas para entender lo que estoy haciendo, sino para que me ayudes a descubrir si el Ambiente es capaz de manejar un experimento de esta naturaleza. Como ya te dije, el trabajo de cálculo debe ser demasiado perfecto para que no produzca ningún tipo de error, y no sé hasta que punto el Ambiente responderá correctamente a mis necesidades. Tengo dos problemas con el experimento: El primero radica en que estoy simulando algo tan extremo que las constantes utilizadas en la mayoría de los casos posiblemente tengan un valor distinto al tradicional. Eso es en sí mismo todo un tema de estudio. Pero el problema principal, independientemente a que las constantes sean correctas o no, es que el cálculo es tan complejo que perder un orden de magnitud dentro de los primeros 1024 decimales de cada respuesta llevaría a resultados totalmente divergentes entre sí, y eso es lo que debo evitar. Además, no puedo aceptar soluciones aproximadas con exponenciales negativos, deben ser decimales reales y completos. Por eso te pedí que juntos averigüemos sobre las capacidades del Ambiente, porque sé que tú eres bueno a la hora de recabar información, y me serías de gran ayuda.
- Entiendo, pero no sé por donde quieres empezar...
- Primero quiero que veas las posibles consecuencias del error, para que lo entiendas mejor, pero no matemáticamente, porque sé que te será difícil, sino gráficamente, lo cual será mucho mejor para ti. Para comenzar te voy a mostrar una simulación del experimento como supuestamente es, y luego una demostración en la que introduje un pequeño margen de error mínimo, pero fatal. Lo que vas a ver primero es el sistema planetario en el que estoy trabajando, llamado Magno 0254F, y que es apenas observable desde un satélite navegando fuera de la atmósfera.
- ¿Existe un satélite espacial nuestro girando alrededor de la tierra? - preguntó sorprendido 230.
- Sí, pero sólo los Maestros pueden acceder a él. A mí, luego de mucho suplicar, me permitieron utilizarlo para hacer ciertas observaciones, pero en forma muy restringida y controlada, y en esas observaciones me basé para establecer la teoría en la que estoy trabajando. No quiero entrar en detalles, por lo que te explicaré todo de manera muy sencilla, tan sólo como para que entiendas la idea. Lo que se ve desde el satélite es un sistema binario formado por dos estrellas muy similares, pero de distintas edades. Una es una enana blanca y otra está en un período medio de vida, semejante a nuestro sol. El sistema tiene un movimiento muy irregular, y algunas perturbaciones parecen indicar que también existen algunos planetas girando en torno a ellas, pero estos planetas tienen un tamaño cientos de veces mayores al del nuestro. Lo que parece extraño es que un sistema semejante pueda mantenerse en un pseudo-equilibrio como en el que está, en el que las estrellas giran entre sí, y los planetoides giran a su vez alrededor de las estrellas, en órbitas bastante elípticas. Los experimentos que hasta ahora he realizado me han dado como resultado que un sistema así no podría sobrevivir, ni siquiera llegar a formarse. Los resultados que estoy manejando me dan dos posibilidades: Una es que mis cálculos no sean correctos, y que en realidad afinándolos obtenga otros resultados. La otra es que además de todo lo existente, en esa región del espacio pueda existir algo que no hayamos podido detectar...
- ¿Algo así como un agujero negro? - interrumpió 230.
- Exactamente, y que esté haciendo que veamos las cosas de una manera muy distinta a lo que en realidad ocurre, o que esté afectando al sistema en formas desconocidas, que nunca nos hemos imaginado. Mira lo siguiente: Simulación del experimento 23, constantes 12, 14, y 17 normales. - dijo 580/2 con un tono firme.
En dos segundos la negrura se llenó de astros, y 230 junto con 580/2 se hallaron en el medio de un sistema espacial gigantesco. Dos estrellas bastante distintas giraban una entorno a la otra, mientras que los gigantescos planetas orbitaban a su vez alrededor de ellas. Por un minuto el sistema se mantuvo así, hasta que poco a poco los planetas empezaron a cerrarse en sus órbitas, a la vez que las estrellas se acercaban entre sí y los círculos de sus órbitas se empequeñecían, lo que derivó en una gigantesca colisión espacial y una enorme explosión, tan brillante como la de una supernova, que finalmente llevó a la destrucción del sistema.
- Esto es lo que debería ocurrir según mis cálculos - dijo 580/2 - pero no es lo que se observa. Te mostraré la posibilidad de que haya algo externo afectando al sistema, y que no podemos detectar. Simulación del experimento 23, constantes 12, 14, y 17 normales, agregando el cuerpo superdenso.
Otra vez la negrura se llenó de estrellas. El sistema empezó a funcionar de nuevo, con la única diferencia de que esta vez entre las dos estrellas se encontraba un punto brillante. El sistema funcionó sin problema por algunos minutos.
- Ese punto brillante es un cuerpo que es capaz de satisfacer las ecuaciones necesarias para que el sistema no colapse. El problema es que según mis cálculos ese cuerpo debería ser superdenso, y capaz de consumir la energía extra del sistema, emitiendo señales semejantes a las de un pulsar, señales que no se han detectado. Pero he probado que si algunos decimales, por poco importantes que sean, se cambian en ciertos cálculos claves, el sistema se comporta de una manera totalmente diferente a lo observado, y esa es mi fuente de preocupación: porque tal vez entonces no sea necesario ese cuerpo superdenso que explique este extraño fenómeno. Finalmente queda una tercera opción: Simulación del experimento 23, constantes 12, 14, y 17 normales, estrella única, pero con la fuente de interferencia.
El sistema empezó a cambiar, para transformarse en un sistema de una única estrella enorme, roja, con unos enormes planetas girando a su alrededor. Luego la visión del sistema empezó a alejarse, siempre observándose correctamente, hasta que a una cierta distancia empezó a borronearse. La estrella empezó a cambiar de color, y se dividió en dos, mientras que los planetas variaban sus órbitas, tornándose un poco más caóticas.
- Lo que estás viendo es ese sistema unario, que no tiene nada de raro, siendo interferido por algún tipo de cuerpo celeste, que deforma sus ondas luminosas y su espectro electromagnético de esta manera tan peculiar. El problema que surge de nuevo aquí es que ese cuerpo existe matemáticamente, pero físicamente es inconcebible, por lo que tampoco puedo afirmar que esta situación es la que en realidad ocurre. Lo que deseo es ir reduciendo las posibilidades y descartando teorías, por lo que quiero afinar los cálculos lo mayor posible, y para esto necesito saber hasta donde puedo exigir al Ambiente la exactitud máxima. Te das cuenta de que en este caso utilizar notación exponencial imperfecta no me es suficiente, necesito tener una precisión total.
- Uff... veamos. Deseo saber las capacidades de cálculo del Ambiente... - Inquirió AY230 a la vez que intentaba aclarar sus pensamientos sobre la complejidad de lo visto.
Así 230 y 580/2 se pasaron toda tercera región horaria investigando sobre las capacidades del Ambiente, pero por cada requerimiento o pregunta que formulaban se daban cuenta que en realidad no tenían acceso a la información implementativa y de bajo nivel, por lo que tuvieron que buscar formas indirectas de juntar datos, haciendo cálculos extremos y cotejándolos para saber hasta dónde el Ambiente manejaba correctamente las cifras. Lo que finalmente descubrieron es que existía un modo de trabajo científico que permitía realizar los cálculos tal como 580/2 lo necesitaba, pero para que pudiera continuar con sus experimentos, debía pedir una autorización a los Maestros de manera que se le asigne una mayor potencialidad de cálculo, porque la porción de procesador y memoria que correspondía normalmente a cada clon no le eran suficientes. Ese pedido debía hacerse especialmente, porque si cada clon pudiera manejar por sí mismo los recursos, podrían generarse grandes problemas, corriéndose el riesgo de que el Ambiente no dé abasto para satisfacer las necesidades de toda la sociedad. Luego de varias horas de un arduo trabajo mental, decidieron que 580/2 elevaría su pedido solicitando mayores potencialidades en sus horas de Investigación a los Maestros, y decidieron descansar.
- Espero haberte sido de utilidad. - dijo 230, con un tono un tanto agotado, al finalizar la extenuante jornada.
- Seguro que sí, sin tu ayuda no hubiera podido recabar ni la cuarta parte de la información que conseguimos hoy. Te estoy muy agradecido.
- No te preocupes, yo también hacía mucho tiempo que deseaba saber más acerca del Ambiente. Es una lástima que mucha información no esté a nuestro alcance, debe haber algún motivo importante por el que los Maestros no desean que los Clones nos inmiscuyamos en ese tema. Pero por lo menos ahora sabes lo que debes hacer para que tus cálculos sean perfectos, no creo que los Maestros tengan problemas para darte un poco más de procesamiento y recursos para que sigas adelante con tus experimentos.
- Ojalá que así sea, mañana mismo elevaré un pedido formal y confío en que lo reciban sin problemas.
- Siempre que quieras hacer algo positivo, no te negarán el permiso. Pero estoy cansado, que te parece si nos damos una vuelta por el Museo para ver qué nuevas cosas hay, porque ayer no pude revisar todo lo que quería.
- Sí, vamos, creo que por hoy hemos trabajado más de la cuenta.
El Museo General estaba abarrotado de clones, que se agolpaban en ciertas áreas. Un grupo enorme estaba extasiado escuchando la nueva composición de AY230, y no emitía sonido, hacía demasiado tiempo que una nueva obra no causaba tal sensación. Varios clones se acercaron a 230 y lo felicitaron, tanto por la obra, como por el Paisaje que el día anterior había terminado. 230 charló por un tiempo con ellos, intercambiando ideas y trucos para perfeccionar los trabajos, y luego se separó del grupo para ver qué nuevas cosas habían surgido. En Paisajismo e Historia no había nada nuevo, pero sí en Tecnología: Un clon proponía una nueva fuente energética que utilizaría la radiación de la atmósfera, la cual según sus teorías era tan alta que podía aprovecharse para la consecución de energía. El proyecto era muy interesante, pero 230 no tenía ganas de leer las especificaciones técnicas, que eran realmente complejas, por lo que cerró el cajón.
230 se acercó a las tablas de valoraciones, para ver su evolución. Se sorprendió al observar que su música y su Paisaje estaban en los primeros lugares, con valoraciones del 97,2% y del 94,5% respectivamente, que eran puntuaciones extremadamente altas, inclusive para un clon Superior. La melodía alcanzaba a superar incluso a las valoraciones de varias sinfonías de Merlín, y el Paisaje era considerado el mejor de todos los tiempos.
Luego miró la tabla de posiciones, y se dio cuenta de que ¡Se encontraba en el lugar 16!, ¡Inclusive por sobre los puntajes acumulados de varios Maestros! Pareciera que las valoraciones de los últimos trabajos lo hicieron saltar desde el puesto 19 en el que antes estaba, hasta su posición actual, por encima de Maestros muy anteriores a él, pero que últimamente ya no se dedicaban tanto a la creación, sino a la administración y el manejo de la sociedad, y por tanto sus valoraciones se mantenían casi fijas. En realidad, todos se daban cuenta de que algo raro pasaba cuando un Maestro de Segundo Nivel llegaba a transformarse en uno de Primer Nivel: No se dedicaba más a la creación. Simplemente se esmeraba en manejar y controlar el Ambiente, educar a los Clones y a todo ese tipo de actividades, pero dejaba de lado la actividad creativa. Esto parecía muy raro a algunos clones, porque veían que Maestros que hacían cosas increíbles (como el propio Merlín) a lo largo de los años, de repente subían al escalafón máximo y nunca más volvían a generar una sola obra. Jamás se entendió el por qué de esto.
230 estaba muy feliz debido a sus nuevas valoraciones, y deseaba compartir ese sentimiento con alguien. Buscó a 736 en el menú de conexión, pero el mensaje que recibió acerca de su localización indicaba que se encontraba fuera del Museo, posiblemente en la reunión femenina todavía, que se habría prolongado.
- ¡230!.. ¿Cómo estás? - preguntó Xor al acercársele - tanto tiempo sin verte.
- 28 horas sin escucharte Xor, 28 horas. ¿Cómo estás?, ¿Sigues con aquellas dudas acerca de todo?
- Más que dudas, verdades. Estoy seguro de que podríamos vivir en el exterior, y que no necesitamos estar aquí. A veces pienso en como desconectarme y huir, pero no he encontrado la solución, creo que nunca podré hacerlo.
- ¿De qué estás hablando?, ¿Salir?, ¿Adónde?
- Afuera, a la vida. Tú sabes a lo que me refiero. Lástima que sea tan difícil.
- No entiendo nada... ¿Piensas que podríamos vivir en la superficie? - preguntó desconfiado 230.
- Mis investigaciones indican que hay posibilidades, pero el problema es que no hay forma de escapar de aquí. Nuestros cuerpos están inutilizados, solamente nuestras mentes funcionan. Me estoy volviendo loco, ¡no quiero vivir más!
- ¡Xor!, ¿Qué te ocurre?, nunca te escuché así, tan deprimido. Arriba el ánimo amigo, hablas de cosas que no sabes, y piensas en locuras imposibles. Aquí estas con tus amigos, aquí puedes crear ¿Qué más quieres? Me da miedo escucharte, me haces recordar a los antiguos incidentes con los revoltosos que querían liberarse. No quiero que te ocurra lo mismo que a ellos, por favor piensa en lo que estás diciendo, y no lo compartas con nadie más, si no deseas que los Maestros se enteren de tus dudas. ¿No quieres hablar en un lugar más apropiado que en este infinito pasillo?
- Seguro, - dijo, y luego sugirió: - quiero conocer el hermoso Paisaje que me dijeron que has concluido.
- Vamos entonces.
230 y Xor se transportaron al Paisaje, los dos solos, eliminando cualquier posible interrupción. El lugar era tan hermoso que inspiraba una notable tranquilidad. Parecía que las almas en pena se guarecían allí, y se sentían libres de expresar sus más profundos pensamientos, como ya les había sucedido a 230 y a 736 el día anterior. Realmente había algo mágico en ese lugar.
- AY230, escúchame.- dijo Xor, con seriedad - Estoy seguro de que muy pronto estarás en mi lugar, y si te conozco tanto como creo, te ocurrirá lo mismo que a mí, cuando investigues ciertas cosas a las que ahora no tienes acceso. ¿Recuerdas las leyendas sobre Nautilia, la ciudad sumergida?, creo que son verdad, e inclusive creo que aún tenemos un contacto con ellos, pero no estoy muy seguro. No sé por qué nos ocultarían algo tan importante, además de los otros acontecimientos... Los del exterior. Muchas cosas extrañas han ocurrido, pero se manejan en el más extremo hermetismo. Es poca la información que he podido recolectar, de segunda mano e indirectamente, pero nada es definitivo. Espero que en el momento indicado tú seas fuerte, y que con un buen criterio llegues a la verdad de todo, de una manera mejor que yo, porque soy débil, y no le veo salida a todo esto.
- Vamos, no te pongas melancólico. Nunca en tantos años te he visto así. Me preocupa tu bienestar, ¿Qué puedo hacer para ayudarte?, busquemos algo divertido... - dijo 230, con tono preocupado por todo lo que oía, e intentando desviar el curso de la conversación - Me dijeron que hay un nuevo Escenario del Simulador de Combate que está fantástico, fue creado por un clon Inferior, y le puso enemigos desconocidos, armas nuevas y complicaciones insuperables. Podríamos hacer un grupo, con 736 y algunos otros clones que quieran divertirse. ¿Vamos a probarlo?
- Hoy no, ya es muy tarde. - le respondió el Maestro - Te prometo que mañana lo haremos. Pero no cambies de tema, ¿Me das tu palabra de que harás lo que te pido?, ¿Investigarás las cosas por mí?, ¿Aunque yo no esté contigo?
- ¡Hey!, ¿Por qué no estarás conmigo?, no es tan fácil esfumarse de este lugar...
- Es más fácil de lo que tú crees, mucho más que antes, pero eso no importa, te pedí que me prometieras algo, ¿Lo harás?
- Seguro que sí, no te preocupes. - respondió 230 con seguridad, aunque en sus más íntimos pensamientos un sentimiento de miedo lo acongojaba.
- Gracias amigo, me siento un poco más aliviado.
Finalmente Xor dejó su amargura de lado, por el resto de la conversación. Los dos clones hablaron por largo tiempo, de cosas de la vida, recordaron juntos sus primeras aventuras creativas, sus primeros adefesios musicales, sus días en la Clase, y tantas cosas más. Xor no quiso hablar más sobre sus problemas, sentía que este lugar lo liberaba de sus penas, y que le daba fuerzas para seguir adelante. AY230 se preocupó mucho, y casi no durmió esa noche, preguntándose cuales serían todas las dudas de Xor y por qué estaba tan triste, pero por lo menos tenía la esperanza de que su compañía le haya hecho sentirse mucho mejor.
* * * * *
- Buen día clon AY230, es hora de estar consciente. - dijo la voz. Por primera vez en mucho tiempo 230 no despertó con ese sonido que tanto odiaba. Hacía largo rato que estaba despierto, en realidad no recordaba si es que había dormido o no; por lo menos no tenía recuerdos de esos extraños sueños nocturnos que solían rondar por su cabeza todos los inicios del día.
No modificó ninguno de sus parámetros de aspecto del día anterior, para no perder tiempo, y huyó hacia la Actividad antes de tener que oír otra vez a la voz. En el día anterior debía haber terminado su investigación para la clase de hoy, pero se entretuvo más de la cuenta en sus otras actividades, por lo que dedicó todas las horas de la primera región a la investigación, e incluso tuvo que invertir las horas de la segunda región, que suelen ser para la Reunión, en seguir investigando, porque mucho quedaba por revisar y verificar.
Finalmente, ya muy cerca de la tercera región horaria terminó su trabajo, y pudo arrastrarse en un pulso hasta la Clase. La Clase era un gran espacio blanco y vacío, como la mayoría de los lugares conceptuales. Los clones Nuevos (todos iguales como siempre) y los Inferiores estaban llegando, y se acomodaban en forma de anillo alrededor del maestro para disfrutar de otra de las cátedras magistrales de AY230. Él enseñaba historia, así como los demás clones Superiores y Maestros enseñaban otras materias también importantes: Física, Matemática, Arte, Filosofía, y todas la ramas del conocimiento que pudieran existir. Las clases se daban una vez por ciclo de 7 días. No existía el concepto de examen o algo similar. Los clones simplemente iban a clase porque disfrutaban de ella, y porque todavía no podían dedicarse a la Actividad. Nadie estaba obligado a estar allí, pero todos sabían que sin una buena formación, no llegarían a ser alguien dentro de la sociedad, y menos a ser eternos, por lo tanto era una obligación interior para todos participar. Por supuesto podían elegir cuales ramas de estudio tomar, y especializarse sólo en ellas, pero de todos modos los clones podían ir a clases que no fueran de su especialidad con el fin de mejorar sus conocimientos generales. La Clase era, por defecto, una actividad comunitaria, puesto que el intercambio de ideas, preguntas y discusiones hacía que los clones crezcan. No había nada que impida que el profesor dé una clase en la que cada alumno sintiera que es el único presente, pero eso no tendría sentido, por lo tanto se fomenta el trabajo grupal en este amplio espacio. La cátedra de 230 solía ser muy numerosa, porque la historia era algo que a todos interesaba, puesto que se tocaban temas que eran anteriores a la configuración actual de la realidad, y a todos les encantaba escuchar esas fabulosas historias, parecidas a leyendas, que se desarrollaban en tierras lejanas, y en épocas remotas respecto a la actualidad, realizadas por héroes de ensueño, capaces sentir dolor, amor, furia, y de estar en situaciones que ahora eran imposibles para los clones, situaciones que sólo se podían dar en la realidad.
AY230 esperó que todos los Nuevos clones se acomodaran formando un círculo alrededor de él. Luego pasó a presentar el tema de día:
- Hoy hablaremos de la cuestión que propuso FY1023 en la última clase, y que parece que a todos interesó. Este tema es historia actual: cuales fueron los sucesos desencadenantes de que estemos donde estamos ahora, y de que vivamos de esta manera, qué fue lo que ocurrió para que el mundo esté actualmente convertido en un lugar inhabitable. Los sucesos de los que hablaremos son los que ocurrieron antes de esta era en la que ya no hay historia, porque no existen grandes acontecimientos que nos pueda interesar estudiar de aquí, nuestra vida ahora es distinta a lo que fue. Hoy se inicia un nuevo período, por lo que tenemos muchos clones Nuevos entre nosotros. Y como todos los períodos, antes de empezar con el tema tendremos que hablar del mismo asunto de siempre, puesto que los clones Clase 0 no comprenderán qué es la historia y cómo vivían nuestros ancestros en otra realidad distinta a la actual.
230 se detuvo por unos instantes, y cavilando la mejor forma de entrar en la materia, miró a todo el grupo que se agolpaba a su alrededor. Luego continuó:
- Ustedes saben que este Ambiente en el cual vivimos no es real, aunque no lo crean, así es. Aquí no hay dolor, ni enfermedades, ni impotencia, ni incapacidad... Ni pasión carnal. Lo “irreal” es nuestra forma de vida, al fin y al cabo esta es nuestra “realidad”. Además de ser una excelente forma de vida, no nos queda otra alternativa, y como ustedes todavía son Nuevos, no saben mucho al respecto, por lo tanto es mi obligación educarlos para que entiendan por qué estamos aquí.
Uno de los clones de Clase 0 miraba atónitamente a AY230, e interrumpió su discurso. - Alguna vez escuché esa historia acerca de que este lugar en donde vivimos no es algo real, pero no logro entender que me han querido decir con ello. Desde que tengo consciencia he estado aquí. Aquí nací, crecí y me crié. No me cabe en la cabeza que mi realidad no exista de verdad. Día a día me miro al espejo, y no entiendo cómo es que estoy allí y sin embargo me dicen que ciertamente no estoy.
- Lo que ocurre, - dijo 230 - es que tu mente puede estar en lugares muy lejanos a donde está tu cuerpo.
- Pero eso es lo que no puedo comprender: - insistió el Nuevo - Mi mente está junto a mi cuerpo, así lo veo y así lo siento. ¿Cómo puedes decirme que no es así?
- Ese es un tema de Psicología. Yo sentí lo mismo que tú cuando intentaron explicármelo, así como todos los que no somos Maestros Originales lo hemos sentido, y hemos sufrido mucho para lograr entender lo que en realidad ocurre; comprender esto es tan doloroso como entender el significado de la muerte. El problema es que si tú siempre has vivido de esta manera, crees que todo es como lo ves, y que no puede ser de otra manera. Al estar dentro de las cosas creemos que todo funciona como lo percibimos, y como no tenemos forma de abstraernos, no podemos concebir que ellas sean distintas a lo que vemos diariamente.
- Pero... ¿Cómo es posible que las cosas sean distintas a lo que vemos?, no lo entiendo.
- Nosotros en realidad tenemos muchas más limitaciones de las que creemos. Por ejemplo... Pensar en estar con alguien, e inmediatamente aparecer a su lado, ¿Tú crees que es algo normal?
- Siempre lo ha sido. - respondió tímidamente un clon que se hallaba bastante alejado, puesto que el círculo se había acrecentado grandemente en los últimos minutos.
- Para ti y para mí. Porque no tenemos restricciones físicas sobre el movimiento.
- Pero es que nunca las hemos tenido. - replicó otro clon.
AY230 miró a su alrededor de nuevo, pareciera que todos los clones de la Sociedad estaban en la Clase, inclusive otros clones Superiores estaban interesados en la materia y habían aparecido: 580/2, 736, y algunos Maestros de Segundo Nivel, como por ejemplo Xor. La clase de ese día atrajo a más gente de la que 230 esperaba. Pero el tema lo merecía, todos querían saber más acerca de la realidad.
- Nuestros antepasados sí tenían ese tipo de restricciones, - siguió explicando 230 - y no es que nosotros no tengamos impedimentos físicos a causa de una evolución milenaria, de mutaciones, o porque “algo” superior haya elegido que así sea. No las tenemos por otros motivos que son los que ahora quiero empezar a explicar, desde un punto de vista histórico, y no filosófico.
AY230 miró al vacío, y eligió una película para que todos la observaran. Cada uno de los clones podía ver lo que 230 quería mostrarles proyectándose en su mente. La antiquísima filmación tenía unos colores arratonados, y estaba cortada y llena de manchas. Lo que se podía observar en ella era una gran urbe, llena de extrañas y voluminosas construcciones, muchas de ellas gigantescas, que estaban surcadas por finos pasajes, a través de los cuales se movían personas que parecían hormigas entre los edificios. El punto de vista se fue acercando a la gente, hasta bajar y estar entre ella. Las personas iban de aquí para allá, y se movilizaban en estrambóticos aparatos donde se apretujaban todos para caber dentro. Luego de unos pocos segundos más, la película terminó.
- Lo que aquí han visto es la realidad en la que vivían nuestros ancestros, la realidad física. Como habrán observado, uno no se podía movilizar instantáneamente de aquí para allá, cada persona debía recorrer todo el camino desde un lugar a otro para poder estar allí.
- Pero yo no conozco el camino hasta mi Cubículo, ¿Cómo podría llegar movilizándome? - preguntó irónicamente un clon Nuevo, mientras que el resto de la Clase reía.
- Realmente no puedes, porque no existe ningún camino verdadero. - respondió AY230 con seriedad - Tu Cubículo es simplemente una dirección de memoria en la que está almacenada una cierta información.
- ¡¿Qué?! - exclamó el clon, con cara de susto.
- No importa, luego te explicaré eso yo, o tal vez el Maestro de tecnologías informáticas.
- ¿Y por qué no hacían lo que nosotros hacemos?, - preguntó el mismo clon - es mucho más rápido y fácil seleccionar un lugar y materializarse allí, o pedir ser transportado, o tan sólo pensar en llegar. De hecho no entiendo como caminando desde un lugar, puedes llegar a otro. Si yo me paro ahora y empiezo a caminar en alguna dirección, no llegaré a ningún lugar, porque el espacio de la Clase es infinito. Caminaré en la blancura, pero no llegaré a ningún destino. Lo mismo ocurre con todos los demás lugares que conozco. Los únicos sitios que no cumplen con esa condición son los Paisajes, en los que uno efectivamente recorre distancias, hasta que el paraje se acaba en el punto que le pareció correcto a su creador, donde no hay más nada, nuevamente.
Los clones Superiores que estaban al fondo se reían, y hablaban en voz baja entre ellos. Recordaban las épocas en las que tenían las mismas dudas, al no comprender como era la realidad, y pensaban en lo difícil que les fue aceptar que las cosas fueran de otra manera, necesitando a los Maestros o algún profesor que les explicara todo esto, inclusive de forma más simplificada aún. Muchos nacieron cuando todavía existía el viejo sistema de realidad virtual, y les fue más sencillo creer lo que escuchaban, porque podían darse cuenta de que existían algunas imperfecciones en el entorno. Pero cada día era más complicado hablar del tema, porque los clones Nuevos ya estaban en un lugar demasiado perfecto para no ser real.
AY230 contestó a la pregunta lanzada por el alumno: - Lo que ocurre es que antes la gente vivía en lugares físicos. Ahora nosotros basamos nuestra existencia en lugares conceptuales. Los lugares físicos son semejantes a los Paisajes, el Simulador de Combate, las Aventuras Interactivas o demás parajes similares. En estos sitios, el recorrido debe hacerse desde un punto a otro para llegar a donde deseamos estar, y no se puede penetrar en la materia, pero son lugares infinitos, en cuanto a que si empiezas a caminar siempre habrá nuevas localidades que visitar, y no se terminará todo de golpe como ocurre aquí. En cambio en los lugares conceptuales las reglas son otras, porque se trata de eso: “lugares” en donde hacemos cosas, pero que en realidad no tienen una ubicación física precisa, ni nos interesa que la tengan, no es importante, sólo nos interesa estar allí y luego ya no estar. La transición de un lugar a otro es instantánea, y no se necesita recorrer lugares intermedios como en el mundo físico para llegar al destino deseado.
- Pero es mucho más cómodo y rápido hacer lo que nosotros hacemos ahora, - infirió uno de los alumnos - imagínense tener que viajar por varios lugares para llegar a dónde queremos, ¡Es un desperdicio de tiempo! ¿Por qué nuestros ancestros no hacían lo que nosotros?
- Por la simple razón de que no podían. Ellos vivían en el mundo físico. Imagínense que el mundo físico es como un gran paisaje que nunca termina, y que ustedes viven allí, con sus reglas. Así era la vida antiguamente. Podría ser incómoda e impráctica, pero los lugares eran hermosos, y no eran creados por nuestras mentes, simplemente estaban allí desde el origen de los tiempos.
- ¿Y quién los creó si no fue uno de los habitantes? - inquirió el mismo alumno.
- Eso no te lo puedo contestar yo, va más allá de mi conocimiento. Algunos atribuían su creación a un ente superior, “Dios” lo llamaban. Esto es desde el punto de vista de que una entidad lo haya creado. Desde el punto de vista material, existen muchas teorías sobre la existencia y formación del planeta y de sus lugares, pero eso lo darán como parte de las clases de Ciencias de la Naturaleza, si es que se llama todavía así. Lo que nosotros hacemos aquí al crear Paisajes es reflejar lo que existe en el exterior, o lo que existió. Por eso es que los Paisajes tienen esas características que los distinguen del resto de los lugares que componen nuestro entorno. Y nosotros somos así, tal como nos vemos, porque este modelo físico es un reflejo de como eran nuestros ancestros, con sus diferencias de aspecto, de sexo y todo lo que ello conlleva. En verdad ahora podríamos estar representados por puntos, esferas, sombras, cuadrados, o con la forma que quisiéramos, puesto que estas imágenes que tenemos de nosotros mismos y de los demás son tan sólo eso: Imágenes y representaciones mentales. Pero nuestra imagen no cambió porque todavía tenemos ese lazo con la realidad, y porque los Maestros Originales querían poder verse entre ellos como eran físicamente, y no de otra manera. Inclusive la distinción de varón y mujer no es necesaria, puesto que no tenemos ninguna diferencia fuera de la física entre nosotros, pero se mantiene aún por reminiscencias del pasado, donde los hombres y mujeres se relacionaban de extrañas maneras y formaban parejas. El cambiar nuestra representación visual sería, en cierta medida, aceptar que hemos dejado de ser humanos, porque ahora por lo menos podemos observarnos y recordar lo que alguna vez fuimos. ¡Imagínense el caos que sobrevendría si es que cada uno se representara a sí mismo de la manera que prefiera!, podríamos ser objetos, cubos, monstruos, perros, unicornios, fantasmas, luminosos puntos pensantes... En realidad, lo único que tenemos en común con nuestro aspecto físico verdadero es la figura humanoide, la cual debemos mantener, porque todos saben que podemos elegir como queremos representarnos ante los demás y cambiar a nuestro antojo todas nuestras características corporales, pero siempre representándonos en forma humana.
- Y ahora me vas a decir que nuestros antepasados tampoco podían hacer eso. - Dijo un clon, con tono de burla. - Metamorfosearnos, cambiar nuestro aspecto físico, es algo innato en nosotros.
- Sí, pero nuestros ancestros no podían hacer eso. Ellos estaban atados a lo material y tangible, lo cual no se podía cambiar con la facilidad con la que nosotros lo hacemos. Pero me estoy desviando del tema, regresemos al punto en el que me quedé: La vida antes de nuestra era. En estas épocas anteriores a nosotros el mundo era así como se los mostré, con todos esos impedimentos ya discutidos y con una organización muy distinta a la actual. La base de la sociedad era la familia, que consistía en la unión por contrato de dos personas de sexos distintos que se realizaba con el fin de poder generar nuevos vástagos para introducirlos luego a la comunidad. Además, las personas tenían necesidades que nosotros no: Alimentarse, vestirse, cuidar la salud y muchas cosas más.
- ¿Por qué dices que nosotros no tenemos esas necesidades?, yo me visto todos los días antes de salir de mi Cubículo. - dijo un clon, despistado.
- Sí, pero no es una necesidad, es tan sólo una forma de representarte ante los demás. Tú no sientes más frío ni calor al cambiar tu vestuario. Además no tienes la necesidad de alimentarte, ni problemas de salud. Antes la gente moría por causa de las enfermedades. En la antigüedad, la distribución de los recursos siempre fue un problema, porque no era tan fácil poder saciar esas necesidades. La gente debía trabajar muchas horas diarias para poder conseguir a cambio los objetos que debían consumir, y muchas veces esos trabajos eran desagradables, incómodos o explotadores, pero si no trabajaban se morían de hambre.
Los clones miraban a AY230 extrañados, pues no entendían el concepto de morirse de hambre, ni sus implicancias. Tampoco entendían qué quería decir con trabajar, y explotar, eran cosas insólitas para ellos.
- El planeta en el que vivían nuestros ancestros estaba dividido en países. - indicó 230, mientras los clones podían visualizar una animación del planeta girando, con los océanos y los continentes. Poco a poco se fueron acercando a la tierra, y ésta fue mostrando sus divisiones territoriales y políticas, así como los nombres de las naciones. - Cada país era una unidad territorial, con un propio gobierno que lo manejaba. - continuó explicando el clon - Cada gobierno era responsable de velar por el bienestar de las personas que vivían dentro de sus fronteras, y encargarse de mantener buenas relaciones con los demás gobiernos.
La imagen del globo terráqueo se fue desvaneciendo frente a los clones. - Como ya les dije antes, la gente debía trabajar para producir los bienes necesarios para su subsistencia, pero había mucha gente que no conseguía trabajo, o que lo perdía, y por lo tanto no alcanzaba a tener ni siquiera los bienes más básicos, como ser la comida. La comida, para los Nuevos que no saben lo que es, es materia que contiene la energía necesaria para que el cuerpo subsista y se nutra. Si alguien no se alimenta por varios días, es muy posible que muera al poco tiempo de hambre, al no poder sustentar a su propio cuerpo.
- ¿Y Por qué los gobiernos no se encargaban de distribuir comida entre los que no la tenían?, yo entiendo que esa debería haber sido una función importante de ellos. - indicó un clon un tanto aturdido.
- Sí, debería haberlo sido, pero los gobiernos se convirtieron en entes burocráticos que cada vez ayudaban menos a los pobladores. Además, en muchos países empezaron a escasear los bienes necesarios para la subsistencia, y los gobiernos no podían hacer nada. La situación se tornaba cada vez más tensa, porque había unos pocos países que tenían mucho y muchos países que tenían muy poco. Para mucha gente esta desigualdad no era justa, y reclamaban que los países más ricos debían ayudar a los más pobres. Pero los países ricos en realidad se aprovechaban de los de escasos recursos, comprándole sus materias primas a bajo precio y vendiéndole la misma materia prima manufacturada a un gran precio. Con manufacturada me refiero a transformada y convertida en otro producto. Además, los países ricos decían ayudar a los pobres, otorgándoles préstamos, pero que luego estos tenían que saldar a grandes costos y pagando enormes intereses. Así, la brecha entre los países pobres y los ricos se fue haciendo cada vez más grande, y la situación internacional se fue poniendo cada vez más tensa.
- Los gobiernos pobres, o subdesarrollados, - continuó 230 - se unieron para formar una organización internacional que sirviera de organismo de presión para conseguir mejorar su situación, y lograr que hubiera una mayor solidaridad entre todos los países, para que la vida mejore en todo lugar. Esta organización se llamó la “OILCP” que significa “Organización Internacional de Lucha Contra la Pobreza”. Esta organización contó con el apoyo de un 70% de los países, y se convirtió en un ente político muy poderoso. Gracias a ella, los estados que la conformaban podían redistribuir de una forma más justa los bienes de producción, y hacer trabajos especializados que beneficiaran a todos los miembros. Así, todos estos países se aglomeraron bajo la égida de un gran gobierno justo, que buscaba el bien de todos los miembros, y les permitió crecer poco a poco y volverse independientes de los países ricos. Entonces, los países ricos empezaron a entrar en conflicto, porque ya no obtenían la materia prima que antes abundaba, y porque no podían vivir a costa de los demás países, que ya dejaban de consumir sus productos. Esta situación Internacional fue la que luego derivó en lo que llamamos “La Pequeña Guerra”. Nunca fueron muy claros los sucesos que la desencadenaron, pero se sospecha que los países ricos intentaron hacer que la OILCP se disolviera, en un primer momento mediante artimañas diplomáticas que no tuvieron éxito, y luego mediante ataques terroristas contra los principales miembros de la organización. Ellos negaron todo, pero parecía incomprensible que otras organizaciones fuera de ellos lo hubieran hecho. Así, el ambiente se tornó insoportable, y las naciones pobres, que ya no lo eran tanto, decidieron no permitir que las demás se sigan aprovechando de ellas, por lo que la OILCP prohibió cualquier tipo de comercio con las naciones que no pertenecieran a la organización. Los países excluidos no aceptaron esta situación, y peor sería rebajarse a pertenecer a la organización, la cual les exigiría cambiar sus formas y tácticas de producción y distribuir sus bienes de otra manera. El tema, como ven, era meramente de dominio económico. En realidad los países ricos, y algunos de los pobres, eran controlados por las grandes corporaciones, inmensas compañías transnacionales con intereses propios, y que no tenían ninguna intención de ayudar a los demás, a cambio de pérdidas o de ganar menos. Estas empresas dominaban ampliamente el espectro político de muchos países, y presionaban a sus dirigentes para no aceptar los términos que proponía la OILCP, que les eran completamente desfavorables.
AY230 se tomó un respiro, y luego mostró a los oyentes de la Clase una película tan vieja como la primera, en la que unos soldados vestidos con unas especies de armaduras metálicas y con armas mezcla de rifle y de cañón corrían por las calles de una ciudad en llamas, mientras que brillantes disparos surcaban el éter y enceguecedoras explosiones hacían saltar cuerpos por los aires. - Así, al poco tiempo, se produjo la Pequeña Guerra, en la cual los países no miembros de la OILCP atacaron a los demás países con sofisticado armamento que los demás no poseían. - La película mientras tanto continuaba: estaba anocheciendo, y los disparos seguían produciéndose en todas las direcciones. El cielo de pronto se cubrió con miles de luces pequeñas que parecían estrellas, pero que se movían a gran velocidad en dirección de la pálida y destruida superficie de la ciudad. Las brillantes ráfagas luminosas se dirigieron directamente al centro de la urbe, y desde el punto de vista de la cámara, se pudo observar como impactaron violentamente contra la dolorida tierra. Unos segundos después se vio como una gran ola gigante y ardiente de vivos colores empezaba a cubrir la ciudad y se movía a una gigantesca velocidad, arrastrando todo a su paso, hasta que llegó al lugar donde se encontraba la cámara. Luego ya no se vio más nada.
- A pesar de lo que vieron, y del poderío de las naciones ricas, la OILCP salió triunfante en la guerra, llamada “Pequeña” por haber durado tan sólo unos pocos meses. También fue conocida como “La guerra del fin del milenio”, ya que sucedió en un período muy peculiar: Durante un cambio de milenio de nuestro antiguo y agitado mundo. En esta guerra, los miembros de la organización hicieron ataques estratégicos a los países rebeldes, y les cortaron todo posible suministro de víveres, por lo que a pesar de tener un increíble contingente bélico, tuvieron que rendirse, al no poder mantener las condiciones de vida de la gente. Pero por más irónico que parezca, los países ricos consiguieron lo que querían, ya que la OILCP se fue disolviendo lentamente, debido a que cada país deseaba poder reconstruirse, y los gobiernos se volvieron más independientes entre sí nuevamente, debilitando sus relaciones exteriores poco a poco. A este período de la Pequeña Guerra, unido al desastre final, llamado la “Gran Guerra” es al período que llamamos “La Hecatombe”. Porque si bien la Pequeña Guerra dejó destruido al mundo, por lo menos lo dejó habitable. La Gran Guerra en cambio no dejó ninguna posibilidad abierta de vivir sobre la faz del planeta.
Un clon Nuevo levantó tímidamente la mano, para preguntar algo: - Discúlpame AY230, pero no logré entender el tema de las necesidades básicas, la comida y por qué los países ricos se rindieron. Que yo sepa, ahora no nos alimentamos, pero igualmente estamos vivos, no nos morimos de “hambre”. ¿Cómo es eso?
230 lo miró. En realidad no tenía ganas de explicar ese tipo de cosas básicas. - Eso te lo podría aclarar el profesor de Ciencias de la Naturaleza, pues se sale del tema de mi exposición. Si me pusiera a esclarecer todos los detalles de la cuestión, esta clase no terminaría nunca. Te lo ilustraré muy simplemente, porque es importante para que entiendas nuestras necesidades actuales. Ahora, en este mundo en el que vivimos, se nos ha liberado de todas las cosas insignificantes que nos hacen desperdiciar el tiempo, como es el hecho de alimentarse. Lo que ocurre es que mientras tú estás haciendo alguna de tus actividades, sin que tengas control de ello, una máquina conectada a tu cuerpo se encarga de alimentarte por vía intravenosa, o sea, alimenta directamente tu organismo sin que tú lo percibas. Es por eso que no te mueres de hambre. Y no preguntes por qué no te das cuenta porque ya hemos discutido más que suficiente sobre el tema de nuestras distintas realidades físicas y mentales. Además no todos necesitamos alimentarnos: Por ejemplo los Maestros Originales y los de Primer Nivel ya han superado el nivel físico de la existencia, y no tienen ninguna necesidad orgánica que saciar. Pero el mecanismo para llegar a ese grado de abstracción me es desconocido, por lo que me temo que no puedo decirles mucho más al respecto.
230 se concentró por un segundo en todo lo dicho con anterioridad, para poder retomar el hilo de la charla. - Bueno, nos quedamos en el tema de la Gran Guerra. - continuó explicando - En realidad no les puedo decir mucho al respecto. Creo que no duró más que una semana, pero fue la semana más dura que pueda haber enfrentado la humanidad. El por qué de esta guerra es menos claro que el por qué de la guerra anterior, puesto que la OILCP ya se había disuelto, y las naciones poderosas estaban contentas, pero al parecer la crisis sobrevino porque tanto las naciones que alguna vez fueron ricas, como las demás, se enfrentaban a una aguda crisis a la que no podían superar cada una por su lado, pero como las tensiones no habían disminuido, tampoco se apoyaban entre sí. Luego de un año, en el que todo fue empeorando y no había forma alguna de mejorar la situación de los países, se intentó recrear la OILCP, pero ahora como una organización mundial que agrupe a todos los países, y busque su bienestar. Algunos países quisieron participar, y otros no, tal vez porque todavía tenían recelos contra los países habían sido ricos, o tal vez porque pensaban que si ayudaban a los demás, sucumbirían todos juntos y no lograría sobrevivir nadie. Al poco tiempo se desató la Gran Guerra, sin un aviso previo, tomando desprevenida a la humanidad. Aparentemente, los países de la OILCP, que tenían una escasa tecnología, al ganar la Pequeña Guerra tomaron como botín armas nefastas, que anteriormente sólo poseían los países ricos, y que nunca pensaron en utilizarlas, sino que las conservaban como medida de fuerza y de dominio sobre los demás. Pero al poseer todos tecnología tan extrema, no es de sorprender que algún estúpido haya detonado la bomba inicial, y que luego los demás hayan contraatacado, terminando así con toda vida que hubiera en el planeta en un abrir y cerrar de ojos. Porque poseer tecnología y poder no implica necesariamente saber manejarlos, lo que es una triste realidad. Además, en esta guerra no sólo emplearon armas nucleares, sino que también se utilizaron armas biológicas y químicas, capaces de aniquilar a cientos de miles de personas en escasos minutos, y lo más triste es que no hay forma ni lugar donde esconderse de este tipo de ataque cobarde, que elimina a gente inocente, que nada tiene que ver con el conflicto. Lastimosamente no tengo ningún documento visual que pueda mostrar lo que fue la Gran Guerra, pero en realidad es mejor que sea así, porque las visiones serían horribles, y nos dejarían en un estado de shock muy grande.
- ¿Y cómo es que nosotros sobrevivimos?, ¿Existe alguna otra sociedad como la nuestra? - Preguntó un clon un tanto preocupado.
- Es muy difícil que exista otra sociedad como la nuestra, y les explicaré por qué. Luego de la Pequeña Guerra mucha gente temía por el futuro de la humanidad si es que se desataba una catástrofe de mayor magnitud, y muchos gobiernos empezaron a estudiar posibilidades de salvar a la población en el caso de un cataclismo a nivel mundial. Algunos pensaron en colonizar otros planetas o satélites, pero el tiempo que tuvieron fue insuficiente para poder desarrollar la tecnología necesaria y construir bases autosuficientes fuera de nuestro planeta. Siempre hubo rumores, que más bien son leyendas, sobre una lejana ciudad submarina que había sido construida por una gran potencia de las de entonces, y que supuestamente habría sobrevivido, pero no existen pruebas de tal cosa, ni tuvimos jamás contacto con ella, por lo que todo parece una gran fantasía... Otros soñadores - continuó con la explicación - optaron por que haya un proyecto de paz en el que se desmantelaran todas las armas nucleares y biológicas, pero esto nunca se pudo concretar. También se intentaron construir armas “limpias”, que mataran a la gente pero que no dejaran radiación o contaminación, para que los sobrevivientes pudieran repoblar sin problemas las ciudades. Es irónico ¿no?, a veces me dan gracia las estupideces que puede llegar a concebir la mente humana. En definitiva, ninguno de los acercamientos sirvió para que la población mundial, o parte de ella, pudiera sobrevivir.
Para este momento de la charla prácticamente se podía ver que toda la comunidad estaba reunida alrededor de AY230, salvo por los Maestros de primer nivel, quienes no estaban en presencia visible, pero que seguramente estaban escuchando atentamente cada palabra de la exposición, que tanto interesaba a los clones.
Luego de la Gran Guerra - continuó AY230 - mucha gente estaba preocupada por el futuro de la vida en el planeta, como ya les dije. Viendo que, si ocurría lo que todos temían, sería imposible salvar a toda la humanidad o a su gran mayoría, un grupo de científicos buscó una solución que salvara por lo menos a una pequeña parte de la población, para luego con el tiempo repoblar el planeta. El grupo de científicos estaba liderado por alguien que todos conocemos muy bien: Agnus.
Los clones se sorprendieron, y empezaron a murmurar entre ellos. - Sí, Agnus y otros de los Maestros Originales - continuó 230 - crearon un refugio subterráneo muy profundo, alejado de cualquier ciudad que pudiera ser blanco de un ataque devastador, y lo prepararon para que sea autosuficiente y cerrado respecto al bioclima del resto del planeta. La idea era convertir al Refugio en un lugar donde converjan personas de todas las diversidades genéticas, y los grandes sabios de la época, además de intentar preservar la variedad biológica de nuestro mundo dentro del lugar. El proyecto era muy interesante, puesto que una comunidad importante y con visión de futuro se establecería adentro y preservaría todo lo necesario para repoblar luego el planeta, administrándolo de una manera distinta a los gobernantes de su mundo. El problema fue que antes de terminar el proyecto se desató la Gran Guerra, y no se pudieron concretar todos los sueños de los fundadores. Muchos científicos y sabios de todo el mundo fueron invitados al Refugio, pero pocos llegaron antes de que se sellaran las entradas y fue muy reducido lo que se pudo reunir de la reserva biológica que se quería tener. Además, mucha de la tecnología que debía sustentar al Refugio no se había desarrollado del todo, por lo que tuvo que trabajar a medias y el lugar no soportó mantener a mucha gente, ya que no se logró terminar todo como debía ser.
- ¿Este lugar en el que estamos ahora es ese Refugio? - preguntó uno de los clones Nuevos.
- Sí y no, sí porque estamos en él, y no porque el Refugio no es lo que estamos viendo a nuestro alrededor, como ya les dije estamos ante dos realidades paralelas y distintas, la física y la mental. Les seguiré explicando para que lo entiendan. Al iniciarse la guerra, hubo que sellar el Refugio con la gente que había llegado hasta ese momento, por lo que muchas familias se destruyeron, y mucha gente se vio sola adentro. Afuera sólo quedó la devastación, muerte y destrucción. - 230 se detuvo por unos momentos - Bueno... - continuó - en realidad en un primer momento no fuimos los únicos sobrevivientes, aunque a la larga así sucedió. Lo que pasó fue lo siguiente: Las bombas no eliminaron a toda la población mundial de una vez, aunque yo preferiría que hubiese sido de esa manera, porque la gente que sobrevivió se fue extinguiendo poco a poco, a causa de terribles enfermedades y mutaciones generadas por los virus esparcidos, y por la radioactividad que cubrió al planeta. En un primer momento, tuvimos contacto radial y vía satélite con unos cuantos puntos del planeta, que aparentemente se habían salvado de la masacre, pero poco a poco los fuimos perdiendo uno a uno, hasta que la banda de frecuencias de radio quedó vacía, demostrando que éramos los únicos seres vivos sobre la faz del planeta, o más bien dicho, debajo de la superficie del planeta. En el poco tiempo en que los sistemas de comunicación funcionaron todavía, toda la comunidad se dedicó con ahínco a recuperar y preservar todos los datos posibles del exterior, además de relacionarse con los escasos seres humanos aún vivos. Nos comunicamos con lejanas computadoras y adquirimos sus bases de datos, conocimientos y proyectos, informaciones que tal vez no entendíamos, pero que algún día podrían sernos útiles. Lastimosamente, poco a poco, el contacto con el exterior se terminó, al ser aniquiladas y destruidas las ciudades, y las personas dejar de mantener los equipos autónomos. Para que entiendan de qué estoy hablando, voy a hacerles escuchar unas grabaciones de algunas de las conversaciones radiales que tuvimos con el exterior, durante lo que se llamó “La era de la Tristeza”, debido a que fue una época de mucho dolor para toda la humanidad. Son un poco fuertes y causan gran pena, pero son documentos invaluables sobre los últimos pasos que dio nuestra civilización. La primera conversación que escucharán se trata del primer contacto que hicimos con alguien del exterior, pasado apenas un día desde que se hubiera desatado la destrucción total.
Los clones empezaron a escuchar lo que con seguridad se trataba de una antiquísima grabación, llena de ruidos y de basura, pese a lo cual las voces se oían bastante fuertes y claras. La conversación empezaba así:
- Hola... Hola... ¿Alguien está escuchando?, ¿Hay alguien allí? - preguntaba una voz distorsionada.
- ¿¡Hola?!, ¡Hay alguien vivo!, ¡Hay alguien vivo! - Empezó a gritar otra voz emocionada, que se alejó por unos segundos del micrófono, para reincorporarse luego, aparentemente con compañía. - ¿Quién habla?, ¿Quién está allí afuera? - empezó a preguntar con desesperación.
- Hola... ¿Me escuchan?.. ¡Hola!.. - repetía la voz entre el ruido.
- ¡Te estamos escuchando!, ¿Quién eres?
- Me estoy comunicando desde la estación polar de investigación “Nemesis 1”, en la Antártida, ¿Quién está allí?, ¿Alguien me puede explicar que sucedió? ¡Tengo miedo! No entiendo nada, He visto los resplandores, he escuchado gritos de desesperación en la radio, he visto subir el nivel del mar en varios metros. - decía con un tono de preocupación y miedo en el alma - Todo estaba loco, todo. Luego... ya no escuché más nada.
- Creo que somos los únicos sobrevivientes a la terrible guerra que destruyó al planeta... Eres el primer hombre, fuera de nosotros, con el que tenemos contacto. ¿Cómo te llamas?
- Mi nombre es Roberto, y vivo aquí con otras dos personas: Cristina y Felipe. Los tres somos científicos que vinimos a investigar un sinnúmero de cosas en este remoto lugar. ¿Cómo ocurrió todo esto?, los rumores eran fuertes, pero jamás imaginé que alguna vez podría suceder una catástrofe de semejante magnitud. Mi esposa... - dijo con un tono de dolor - En tres meses la volvería a ver. Teníamos planeado tener nuestro primer hijo para entonces...
- Comprendemos tu dolor, pero debes estar feliz por ti, ya que eres uno de los pocos sobrevivientes a la destrucción, y uno de los futuros reconstructores del mundo. Oh, y perdona, mi nombre es Carlos, y nosotros somos un grupo de gente refugiada en un profundo búnker, que también sobrevivió a la muerte.
- ¿Y tú crees que nosotros podremos sobrevivir?, sin los víveres que nos enviaban una vez por mes, pronto moriremos de hambre, creo que tendremos que aprender a cazar focas, pingüinos o lo que sea, antes de que sea tarde, si es que aún queda alguno vivo. Por favor, no pierdan el contacto con nosotros... Nos sentimos tan solos...
La grabación se detuvo. - Es muy interesante, pero escucharla completa nos tomará demasiado tiempo, - indicó AY230 - por lo que sugiero que pasemos más adelante. Ah, y por si no lo saben Carlos es el nombre original de Agnus, antes de que se estableciera nuestra sociedad tal y cómo es ahora. Pero prosigamos: En las dos semanas que siguieron a esta primera conversación, se hicieron contactos con personas de otras remotas localidades del mundo, con gente del Desierto del Gobi, de Borneo, Barbados, y de diversas lejanas islas asiáticas. Con muchos de estos lugares realmente fue difícil entablar una conversación, por las diferencias lingüísticas, pero intentamos entendernos lo mejor posible. Poco a poco estos contactos se fueron perdiendo misteriosamente, salvo el de la estación Nemesis 1, y el de una isla asiática que no aparecía en ningún mapa. Aparentemente la radiación llegó hasta ellos, o las plagas, o algo semejante, porque simplemente desaparecieron. Para que comprendan todo más profundamente, les haré escuchar dos diálogos radiales más, con la estación Nemesis 1. El primero fue cuando los primeros indicios de contaminación llegaron a ellos, y el segundo ya es la última conversación radial que pudimos establecer con alguien del exterior, llegando aparentemente al ocaso de la vida humana tal como era hasta entonces, y al fin de la Era de la Tristeza. Aparentemente los miembros de la estación fueron los últimos hombres del exterior en morir, porque a la plaga le puede haber resultado muy difícil sobrevivir al frío, llegar tan lejos, o algo semejante, pero no podemos saberlo con certeza. Veamos que ocurrió:
- Hola... ¿Carlos?, ¿Estás ahí? - preguntaba una voz apagada llena de temor.
- Aquí estoy, estimado amigo. ¿Cómo están las cosas en el extremo del mundo? - le respondieron, cálidamente.
- Mal. - respondió el interlocutor a secas - Cristina hoy no se levantó por la mañana. No sé que le pasa. Tiene unas marcas violetas en todo el cuerpo, que se obscurecen a cada minuto. ¿Sabes qué puede ser, y qué puedo hacer?
- No tengo la menor idea. Pero espera... hablaré con algún médico de aquí. - Un sonido cortante empalmó este pedazo de la conversación con su continuación - Nadie sabe lo que pueda ser, pero te recomiendo que tomes nota de su evolución, y que te fijes en cada cambio que se produzca en ella. ¿Y tú, no tienes ningún problema?, ¿No será algo contagioso?
- No lo sé, ella despertó hoy así. Pero nosotros no tenemos ningún indicio de dicha afección. Yo, además de la dificultad para respirar y la tos seca que tengo últimamente, no siento nada extraño. Creo que no tiene sentido que tome notas de su evolución, porque si algo malo va a pasar, seguro que nos tocará a todos por igual.
- Eso no puedes saberlo, pero debes tener cuidado, tal vez haya peligro de contaminación radioactiva. Es algo temible, no deberías comer a los animales de la zona, pueden estar afectados ya.
- ¿Y qué puedo yo hacer?, ¿Quedarme aquí sentado y morir de inanición?, sabes que nuestras reservas se han agotado, y que no nos queda nada más que lo que podamos conseguir por nuestros medios. Felipe está afuera ahora, esperemos que haya cazado algo. Mientras tanto yo seguiré cuidando a Cristina.
Hubo un momento de silencio, hasta que la siguiente grabación empezó a escucharse:
- ¿Roberto?, ¿Aún estás allí?, ¿¡Roberto!?, ¿Qué diablos ocurre?
- Aquí estoy, - respondió una voz temblorosa y áspera, que apenas lograba articular las palabras - solo... Hoy tuve que matar a Felipe con mis propias manos... Su locura era tremenda. - continuó, carraspeando - Se arrastraba por el suelo como una lagartija, y las llagas de su cuerpo emitían un purulento hedor que contaminaba todo. No soporté ver a un amigo estar en esas circunstancias tan penosas. Creo que yo tampoco sobreviviré mucho más, casi no puedo respirar, y mi mano derecha está inutilizada, la siento como una piedra. Ya no podré cazar más focas, y no me atrevo a comer ninguna de las miles que están muertas en las playas. ¿Qué haré ahora?
- Debes ser fuerte, y sobrevivir.
- ¡Eso lo dices tú, que estás seguro en tu refugio!, - exclamó con dolor - yo estoy aquí únicamente conmigo mismo, y con mis dos compañeros muertos, horadados por alguna terrible y extraña enfermedad. No sé si sentir pena o felicidad por ellos, pero por lo menos ya no sufrirán más. - dijo con lentitud, de nuevo - Yo en cambio, puedo sentir cómo mi cuerpo se transforma. No sé si es una mutación, pero lo que es seguro es que ella no me transformará en ningún superhéroe como los de los cómics, - emitió un sonido, que pareció una risa - sino en alguna bestia carente de razón. Cada segundo me cuesta más hablar y pensar en frases coherentes que decir. Es algo triste...
- Por favor, no te rindas, nosotros estaremos contigo para que no te sientas sólo. - intentó reconfortarlo la persona del otro lado del micrófono.
- Sí, seguro... Pero ahora prefiero descansar, ya no puedo hablar ni sostener el micrófono. Hablaremos luego.
- ¡Ten fuerza hermano! - replicó la voz.
- Esas fueron las últimas palabras que pudimos escuchar de él, - explicó 230, deteniendo la grabación - porque al día siguiente ya nadie nos contestó. La radioactividad y las armas tanto químicas como biológicas terminaron finalmente con la vida en el exterior, que se convirtió en un gran desierto devorador del mundo. Así, los habitantes del Refugio fueron los únicos sobrevivientes a la destrucción, y su misión fue subsistir hasta que todo pase. Todo parecía muy lindo, salvo por la gente que no se pudo salvar, y porque dentro de las instalaciones nada funcionaba bien. Los primeros esfuerzos que se hicieron fueron para terminar todo lo que quedó inconcluso, labor que se fue dificultando cada día más. Así, poco a poco, los problemas fueron surgiendo: El Refugio era muy pequeño, y ya no se lo podía hacer crecer sin el problema de que se filtrara la radioactividad por la zona de construcción, y los cultivos subterráneos, cuidados por las computadoras que simulaban el ciclo de las estaciones, de la luz, y que eran tratados genéticamente, apenas daban suficiente alimento como para sustentar a la población, que deseaba empezar a crecer y multiplicarse. Hasta ese momento la forma de vida en el Refugio era normal para la gente, pero todo se fue complicando más y más: Los recursos empezaron a ser escasos, los pocos animales que se tenían empezaron a enfermarse y morir por el encierro, los cultivos interiores no podían crecer más por falta de espacio, el agua no se podía purificar y reciclar más rápido de lo que ya se hacía, y el aire se enrarecía cada día más, a pesar de que todos los esfuerzos se dirigían en el sentido de ampliar el sistema de ventilación y filtrado del mismo. No había posibilidad de practicar ningún tipo de ejercicio físico, porque había poco lugar, y además el esfuerzo hacía que se consumiera más oxígeno del que se podía reciclar, y encima la basura generada por la gente no había donde acumularla. Todos estos acontecimientos fueron los que produjeron la famosa “Crisis de los Recursos”. Se tuvo que presionar a las parejas jóvenes para que eviten tener hijos, que no podrían ser alimentados, por lo que la población fue envejeciendo. Los pocos niños que nacieron fueron llamados “Los Hijos de la Obscuridad”, porque vivieron en la realidad física, pero jamás conocieron el sol, la luna, el cielo y las estrellas. Toda su vida transcurrió en el encierro. La forma de vida parecía la de una tribu ancestral apiñada en una gran caverna, puesto que el refugio era eso, un conjunto de varios grandes ambientes donde todos convivían. Así pasaron tres años en que se intentaron mejorar las condiciones de vida de los habitantes, pero no se avanzó demasiado. Agnus ya había diseñado para ese momento su sistema de entorno sintético, pero no se atrevía a ponerlo en práctica, porque muchos detalles faltaban para que fuese fiable, seguro y pudiera abstraer la vida mental de la corpórea.
230 hizo una pausa, y trajo ante los ojos de los clones viejas imágenes. En la primera se podía ver a un grupo de gente muy seria y formal vestida de blanco en el centro, rodeada de un grupo mucho mayor de personas vestidas con ropas cualquiera, sonrientes bajo el sol, delante de una puerta metálica enorme, rodeada de piedras, formando una pequeña montaña. - Creo que algunas de las personas que aquí se ven les resultarán familiares, - dijo 230 - Agnus está hacia la derecha, junto con otros Maestros Originales como Denise y Jester. Obviamente no son iguales a la visión actual que tienen de ellos, pero dentro de todo se parecen bastante al modelo real.
La siguiente foto era la de un cielo nocturno iluminado por miles de ardientes explosiones, pero estaba borrosa, y se notaba que había sido sacada con apuro. - Esta es la única imagen que tenemos de la Gran Guerra, y fue tomada unos segundos antes de que las puertas exteriores se cerraran definitivamente. Mírenla bien, porque no hay nada parecido que pueda mostrarles.
En la siguiente docena de fotos se podían ver pequeños grupos de gente abrazada posando, vestidos de overol azul, la mayoría ya era conocida de la foto anterior, pero aparecían otros personajes que no estaban antes. - Estas fotos son del interior del Refugio cuando habían pasado unas pocas semanas de la Hecatombe. Todas estas personas son las pocas que se salvaron y reunieron en el Refugio. Aquí podemos ver a Merlín, quien era un famoso músico de aquella época, y a algunos otros Maestros que ya conocemos. A causa del apuro con que se hizo todo, poca gente de la que había sido seleccionada pudo llegar a guarecerse, y en su reemplazo algunos pobladores de la zona y trabajadores que estaban colaborando en la construcción quedaron adentro, por lo tanto la población inicial no fue todo lo erudita y perfecta que se deseaba.
Un clon Inferior pidió la palabra, y 230 se la cedió: - ¿Por qué algunos de los personajes que están en estas fotos son los Maestros de hoy en día y en cambio muchos de los otros ni siquiera están entre nosotros?, no entiendo lo que pasó.
Hay varios motivos para que haya ocurrido eso, - contestó 230 - uno es que varias personas murieron antes de que nuestra nueva forma de existencia se realizara, otro es que no cualquiera puede llegar a ser un Maestro, y eso lo sabes muy bien, y el tercer motivo es una triste historia a la que iba ahora. - Finalmente 230 les mostró a los clones unas imágenes en las que se veían a los pobladores bastante desmejorados, pálidos, desarreglados, y con cara de tristeza y desilusión. En las diversas fotos, todos estaban trabajando, con la mirada perdida, en la penumbra, puesto que todos los ambientes estaban escasamente iluminados. - Estas son las últimas fotografías que tenemos de lo que era el Refugio antes del cambio. La esperanza de volver al exterior se había desvanecido, puesto que los cálculos de los científicos y biólogos revelaban que el planeta no sería habitable en milenios debido a la enorme radiación contaminante del ambiente, y a que muchos virus y bacterias poderosamente nocivas se habían desperdigado por el mundo, producto de experimentos genéticos de laboratorio y puestas en las armas biológicas, y el hombre no tenía ninguna defensa ni vacuna contra su terrible poder. La pena invadió a la población, que sufría al saber que nunca podría volver a su lugar habitual de vida, y que no podría volver a “ver el sol y a sentir sus tibias caricias, así como oler la fresca hierba y sentir la brisa que se desliza en el rostro de los bienaventurados, haciendo que sus cabellos ondeen graciosos y brillantes en una tarde de primavera”. Pero no se preocupen, ya que yo tampoco entiendo muy bien el significado completo de esta frase, porque lo que mencioné fue el trozo de una poesía, si así pudiera llamarse, que algún autor anónimo escribió en aquel momento de pena.
AY230 hizo una pausa larga, intentando devanar el significado de la frase dentro de su cabeza. Pero al darse cuenta de que los clones estaban ansiosos por que continúe con la historia, prefirió dejar sus divagues de lado y continuarlos en soledad en otro momento.
- En este clima de tensión e infelicidad no fue extraño que algún suceso triste se desencadenara. La gente ya no soportaba la claustrofobia y el encierro en ese minúsculo y lúgubre lugar, que poco a poco más que en un refugio se fue convirtiendo en una cárcel de piedra y metal, un infierno subterráneo. Un grupo de habitantes enloqueció, su líder pensaba que el exterior estaba “limpio”, y que los obligaban a quedarse allí contra su voluntad por quién sabe qué obscuros motivos. Se amotinaron y utilizando la fuerza hicieron que se les permitiera salir. De más está decir que luego de su escape nunca se supo nada más de ellos; probablemente habrán muerto a escasos minutos de haber salido, al respirar el aire enrarecido. Esto trajo una inmensa tristeza a los habitantes que quedaron adentro, quienes se reunieron a debatir como manejar a la colonia en el futuro. Se formó un consejo que debía tomar decisiones sobre como administrar el lugar, y hacer más agradable la vida dentro del mismo, antes de que todos se volvieran locos y ocurriera algo peor que la rebelión. En pocos días Agnus se impuso como cabeza del consejo y, con el tremendo carisma que siempre tuvo, convenció a los demás miembros de que la única forma de sobrellevar el infierno en el que estaban era abstraerse a él, proponiendo que se iniciara el uso experimental de su sistema de entorno sintético, del cual ya tenía un prototipo funcional que serviría para una docena de personas. Así se iniciaron las pruebas, y luego de corregir algunos problemas, y de definir bien el funcionamiento de la parte fisiológica, se decidió adoptarlo. La decisión se tomó porque el sistema ayudaría a reducir el espacio de los módulos de vida y las necesidades energéticas y alimenticias en el Refugio, ya que se necesitaría muy poco espacio, energía, aire y alimento para mantener a los cuerpos inertes. Al principio una parte de la población vivía de esta manera, y el resto le hacía un seguimiento, controlando su estado y mejorando el sistema, hasta que luego de dos años todo el sistema se pudo mantener a sí mismo en forma automática, y toda la población pudo vivir dentro de la realidad sintética. Al principio el entorno estaba construido por objetos toscos que simulaban al entorno físico, pero eran horrendos: Imágenes vectoriales de pocos colores, manejadas por hardware obsoleto y demasiado lento para poder controlar las acciones de tantas personas a la vez en un entorno complejo. Pero poco a poco se fue perfeccionando tanto el hardware como el software para permitir que todo parezca cada vez más real, y a su vez fuimos deshaciendo otros lazos que nos ataban a la antigua realidad, y que no eran necesarios. Así se empezaron a utilizar lugares conceptuales en vez de imitar a los físicos, y además de la vista se pudieron incluir los demás sentidos al Ambiente, con lo que finalmente nos abstrajimos totalmente a la realidad. El primer modelo virtual, conocido como System 1, era totalmente físico, se necesitaba tener los ojos abiertos para ver a través de los visores tridimensionales, y tener micrófonos y auriculares para comunicarnos, hablando físicamente. Existían fenómenos desagradables, como ser el descalibramiento de los sensores, en cuyo caso las imágenes y sonidos del entorno no reflejaban lo que uno deseaba observar. Además, las personas se sentían un tanto amarradas todavía a la realidad física, porque no bastaba con desear movilizarse hacia algún lugar para hacerlo, sino que debía informar al sistema de alguna manera, ya sea mediante algún artefacto externo o mediante palabras. Y no es que no existiese tecnología mejor en el mundo en esos momentos, lo que pasa es que la Hecatombe se desató tan de repente que ya no hubo posibilidades de conseguir el hardware o software de última generación, y hubo que redescubrir y fabricar lo que estuviera al alcance de las posibilidades de la gente atrapada en el Refugio. Este vetusto sistema tuvo un inmenso salto al cambiarse por el System 2, el cual ya usaba la información de las ondas cerebrales directamente, en vez de su representación en los órganos de los sentidos, por lo que el sistema se mejoró en un mil porciento, ya que toda la información iba y venía directo del cerebro, y no había que engañar a los sentidos intermedios como en el sistema anterior. Se produjo la inhibición de la acción muscular, ya innecesaria, y por fin el Ambiente fue lo suficientemente completo para dejar de necesitar al exterior. El sistema evolucionó para ser cada vez más perfecto respecto a las primeras versiones, El System 3 fue la revolución del Hardware, ya que se rediseñó completamente la base física que lo sustentaba. Se dejó de utilizar la electricidad como medio de almacenamiento y transmisión de datos para pasar al uso de procesadores ópticos miles de veces más veloces, y que encima podían tener más estados que uno electrónico. En la actualidad manejamos procesadores y memorias de ocho estados, pero la producción de nueva tecnología de 16 estados pronto se empezará. ¿Entienden la potencialidad de esto? antes la unidad mínima de almacenamiento era el Bit, que poseía sólo dos estados, cero y uno, pero ahora nuestro Ambiente maneja como unidad mínima de almacenamiento un 8-Bit, ¡Que tiene 256 combinaciones posibles!, esto le dio un incremento en la velocidad de cálculo inesperado. Además la transmisión óptica de datos puede manejar todos estos estados, mediante el uso de la tecnología de la policromía. Pero este fabuloso sistema de Hardware está siendo infrautilizado, ya que para poder seguir con la vida normal de la comunidad, el Software del System 2 simplemente se modificó lo suficiente para que funcione en el System 3. El gran salto se está dando ahora, con lo que llamaremos el System 4, que será la revolución del Software. Se está trabajando en programas nativos para nuestro maravilloso Hardware, que manejarán directamente la potencialidad de los 16 estados. ¡Esto nos dará potencialidades inimaginables! Pero creo que me he vuelto a desviar del tema. A través del tiempo, nuestra nueva forma de vida empezó a requerir nuevas reglas más adecuadas a ella, y dejar de lado las obscuras costumbres e ideas inútiles del pasado. Poco a poco apareció todo lo que ustedes ya conocen: La creación de los lugares conceptuales, la selección genética, la perpetuación eterna de los sobresalientes en memoria, nuestra jerarquización social, el anhelado crecimiento poblacional y el nacimiento de nuestra sociedad actual.
- Maestro, ¿Puedo hacerle una pregunta? - dijo uno de los clones.
- Házmela, te escucho. - respondió AY230.
- Todo esto es muy interesante, pero ¿hace cuánto tiempo que sucedió?
- Esa sí que es una pregunta difícil de contestar. Lo que pasa es que nosotros dejamos de lado el uso de los calendarios puesto que no son necesarios, al fin y al cabo no tenemos estaciones que seguir, ni fechas que celebrar, ¿Para qué necesitamos cronología en un mundo donde nada cambia, y todos los días son iguales?, no tiene sentido. Sé que han pasado cerca de mil Períodos desde la Gran Guerra, pero no tengo idea del número exacto. Deberías preguntárselo a alguno de los Maestros Originales, puesto que ellos existen desde esa época. Aunque de todos modos supongo que no te lo dirán.
- ¿Qué son las estaciones? - preguntó otro clon, que cada vez entendía menos el contenido de la Clase.
- Yo no voy a explicarte eso, si seguimos así terminaremos discutiendo temas que nada tienen que ver con lo que hoy he querido desarrollar, y será un cuento de nunca acabar. Pregúntale eso al profesor de Ciencias de la Naturaleza, que parece que tendrá mucho de que hablar en sus próximas clases.
- Yo no sé si será cierto o no, - dijo un clon Inferior que se hallaba un tanto alejado, y que era uno de los que participó en la Reunión en la que Xor había estado esparciendo sus dudas - pero escuché que con todo el tiempo que pasó, ya podríamos volver al mundo externo sin peligro, e inclusive que allí afuera existen personas que sobrevivieron a la Hecatombe.
- Esteee... - dijo 230 en un tono dubitativo - No he encontrado ninguna prueba de ello...
- ¡Y no existen, porque eso es imposible!, - lo interrumpió iracundo Agnus, el Maestro de los Maestros, que se había materializado detrás de AY230 en el instante que el clon hizo la pregunta, adelantándosele - afuera el clima está loco y la radiación ha borrado toda posible vida del planeta. Las violentas tormentas ácidas y las peligrosas bacterias impiden que cualquiera pueda siquiera pensar en vivir allí. ¿De dónde sacaste semejante disparate?
- No sé, lo leí de un mensaje anónimo que estaba en un foro, hace mucho tiempo, decía que había indicios de vida humana en el exterior, cerca de este Refugio... Lo siento, fue sólo una pregunta... Perdón.
- Nada de eso es cierto, ¡Son rumores infundados de clones que deberían ser borrados de los padrones de memoria! - gritó Agnus, fuera de sus casillas. Si me entero de que alguien estuvo desparramando este tipo de chismes ponzoñosos, que pueden llevarnos a situaciones como las que hemos superado con mucho dolor, juro que será eliminado instantáneamente... Clones, clones, - dijo Agnus de nuevo, con un tono más tranquilo - lastimosamente todavía no se puede acceder a su memoria biológica para saber si mienten, pero espero que pronto ese sueño se pueda realizar... Bueno, vuelvan todos a su Cubículo o a la Actividad o a donde sea, porque esta clase se termina por hoy. Vayan a crear algo productivo para esta sociedad, porque el que no crea y no produce está de más aquí.
- Pero... - alcanzó a decir 230.
- Y tú - interrumpió Agnus - debes tener más cuidado con el contenido de tus clases. ¿Acaso quieres que ellos también añoren el exterior y quieran salir de aquí, destruyendo todo lo que tanto esfuerzo nos tomó construir?
- No, tan sólo quería explicar nuestros orígenes... - intentó aclarar el clon.
- Pues explícalos con cautela, hoy dijiste demasiadas cosas todas juntas y de golpe, y los clones nuevos deben tener un embrollo en la cabeza, que costará mucho desenredar. En realidad no sé si conviene que los clones sepan sobre la realidad física, ¿Para qué la necesitan?, ¿Acaso ahora no somos entes completos?, esta es nuestra forma de vida actual, y nunca cambiará, el modo de vida de la antigüedad es tan sólo un accidente histórico del que hemos evolucionado hace demasiado tiempo, ¿Quién dijo que la evolución debía ser sólo por selección natural?, nosotros tenemos la capacidad de manejar la evolución según nuestra inteligencia y poder. Ten cuidado, y espero que no te vuelvas a equivocar... - Esas fueron las últimas palabras de Agnus mientras se desvanecía enfrente de AY230.
Cuando 230 miró a su alrededor, ya quedaban pocos clones Inferiores, y los últimos se estaban yendo. Xor, 736 y 580/2 se acercaron a él, en ese solitario espacio otrora bullicioso.
- ¡Que fantástica exposición! - exclamó 736 mientras se acercaba - siempre que se toca este tema me quedo asombrada de tu capacidad explicativa. Es tan difícil abordar este asunto de una manera clara y entendible... Además siempre consigues nuevos datos, ¿De dónde sacaste esa antiquísima filmación?, nunca antes la había visto.
- La encontré mientras revisaba viejas notas de los habitantes del Refugio, fue algo maravilloso para mí toparme con esa reliquia. ¿Viste lo que fue la guerra?, ¿Te imaginaste que así fueron las explosiones?, ¿Pensaste alguna vez en lo que fue ese dolor?, si no lo ves no lo puedes entender. Por eso me disgustó la manera en que me trató Agnus, yo sólo quería que los Nuevos entiendan, no que añoren. Encima no me dejó terminar la exposición, tenía algunas cosas más que discutir con mis alumnos, y necesitaba que se haga un debate en el que las opiniones nos ayudaran a crecer. Es una lástima.
- No te pongas mal, - le dijo 736 con su suave voz - hoy los Nuevos han aprendido lo que ellos solos no podrían averiguar en varios períodos, gracias a ti. Y creo que ha sido más que suficiente por una clase, ya tienen demasiadas cosas en qué pensar y con qué complicarse.
- Es cierto, - agregó 580/2 - hoy has cumplido tu misión satisfactoriamente, ¿No recuerdas acaso nuestra primera clase sobre este tema?, el profesor ni siquiera entendía lo que explicaba, y fue incapaz de aclarar nuestras dudas, por lo que tuvimos que recurrir a los Maestros y a nuestras propias investigaciones para saciar nuestra necesidad de conocimiento. Y creo que lo hicimos bien, por algo tú ahora eres el profesor y no el alumno. Por eso me gusta este sitio, es justo, y el capaz siempre tiene su lugar.
- Bueno, - interrumpió otra vez 736 - ahora tenemos algo que hacer, algo que Xor me dijo que le prometiste ayer, y que espero que cumplas, porque se ha estado preparando para el acontecimiento.
- ¿Qué cosa?
- ¿¡Cómo que qué cosa!?, ¿Ya lo olvidaste?, ¡El juego!, ¡El simulador de combate! - le reprendió Xor - Parece que el deprimido hoy eres tú, y no yo. Tal vez la diversión violenta sea una buena terapia para ti y para mí, para descargarnos de las tensiones y olvidarnos de las preocupaciones que nos abruman.
- No, no lo olvidé, pero no tengo muchas ganas de participar, ¿Y si lo dejamos para mañana?
- No, tú prometiste que lo haríamos hoy, y vamos a jugar ahora. - reclamó 736 con tono de enojo.
- Bueno, está bien, hagámoslo antes de que cambie de opinión. ¿Vienes con nosotros 580/2?
- No sé, me gustaría ver algunos detalles de mi proyecto...
- ¡Vamos!, - le dijo 736, con su voz suave y convincente de siempre - ¡No te hagas rogar!, todo el día estás con ese proyecto, ¿No te das cuenta de que necesitas descansar la mente para luego ser más productivo? ¡Acompáñanos!
- Está bien, lo haré, pero sólo por un rato ¿eh?, después volveré a mis quehaceres.
- Bueno, pero ya verás que una vez que empieces a jugar, te divertirás tanto que te querrás quedar hasta el final. - le explicó 230.
Repentinamente los tres clones estuvieron envueltos por la negrura, junto a Xor.
- Elijamos la arena - dijo, mientras se concentraba en que a su alrededor se genere el nuevo Escenario de EY188, que tanto furor había causado. En pocos segundos la negrura se disipó, y el extenso Escenario cubrió todo el campo visual.
- ¿Cómo prefieren jugar?, - preguntó Xor - podemos armar dos parejas, o combatir entre nosotros todos contra todos, luchar juntos contra el Ambiente, o jugar nosotros cuatro como equipo contra algunos desafiantes, ¿Qué prefieren?
- Prefiero el trabajo de equipo. - respondió AY230.
- A mí me da lo mismo. - dijo 580/2.
- ¿Y tú 736?, ¿Qué quieres hacer?
- Me gustaría que hiciéramos un equipo nosotros cuatro juntos contra otros clones. Las mejores batallas son contra otros seres tan inteligentes como nosotros. Los enemigos que provee este Simulador tienen unos algoritmos de inteligencia artificial bastante sofisticados, pero es fácil engañarlos de todos modos. ¿Tienes algún grupo desafiante que quiera enfrentársenos?
- Sí, son unos clones Clase 0, pero tengan cuidado, porque los clones Nuevos son los rivales más difíciles en esta arena. Creo que pasan más tiempo del debido aquí, pero eso no importa. ¿Conocen las reglas?
- No mucho. - respondió 580/2 - Sabes que usualmente no me dedico a este tipo de cosas.
- Te las explicaré rápidamente, porque son muy simples. Cada escuadrón debe eliminar al contrario. Para hacerlo, cada uno de nosotros cuenta con una pistola. Cada acierto al enemigo vale una cierta cantidad de puntos, y uno puede recibir hasta 10 puntos de daño antes de “morir”. El daño del acierto depende del arma utilizada o del tipo de golpe recibido. Se suele empezar con armas simples, y en lugares escondidos suele haber nuevo armamento y municiones para las armas que poseemos. También hay otros enemigos aparte de los desafiantes, que nos complicarán más la vida. Al morir un rival, se gana una puntuación extra. ¿Entiendes?, es muy fácil. Lo único que se debe hacer es tener una estrategia de equipo, porque si cada uno va por su lado será muy fácil para los enemigos emboscarnos y masacrarnos. Debemos cubrirnos y protegernos entre nosotros mismos para sobrevivir. ¿Y qué me dicen?, ¿Están listos?
- ¡Sí! - respondieron todos al unísono.
- ¡Que empiece la fiesta! - gritó Xor.
El grupo estaba frente a la fachada de un enorme edificio, el cual tenía una única gran puerta que debía ser traspasada por los osados aventureros. Apenas ingresaron al recinto, pudieron ver lo que aparentaba ser un edificio en ruinas, lleno de estructuras de metal, pequeños cuartos y finos pasillos semejantes a un laberinto. Además había elevadores y escaleras que comunicaban los diversos niveles del lugar, lo que complicaba más aún el recorrido. Una de las primeras habitaciones tenía como único punto de conexión con el resto del edificio un largo puente que llevaba a un elevador ubicado en su otro extremo.
- Los enemigos entraron al complejo por una puerta diametralmente opuesta a la nuestra. - explicó Xor.
- ¿Por qué no formamos una barricada cerca de este puente, y esperamos que vengan? - pensó 736 - No tendrán oportunidad contra nosotros, puesto que este es el único camino de acceso a nuestra zona, y ellos no podrán cubrirse de nuestros disparos con nada.
- Ojalá fuera tan sencillo, - respondió Xor - el problema es que si permitimos que ellos recorran todo el edificio hasta llegar aquí, de seguro que encontrarán todo tipo de armas y municiones para las cuales nuestra barricada será un chiste. Si encuentran granadas o un lanzacohetes, no tendremos ninguna oportunidad contra ellos.
- Eso es cierto, - agregó AY230 - es mejor que nos movamos rápidamente hacia el ascensor, porque seremos un blanco fácil al salir de él.
El grupo corrió velozmente hacia el vetusto elevador, pero al cabo de cerca de diez metros, surgieron del techo unas máquinas semejantes a cañones, que tomaron como blanco a las figuras en movimiento. De entre la penumbra del recinto poco iluminado surgieron flashes de luz que casi sin error golpearon numerosas veces a la zona del grupo, y que parecían no detenerse nunca. En total los artefactos eran cuatro, los cuales se movían a gran velocidad a lo largo de una especie de rieles en los bordes del puente, mientras escupían sus brillantes rayos mortales repetitivamente y a gran velocidad.
- ¡230, a la derecha! - gritó Xor.
230 no entendió muy bien las palabras de Xor en el barullo de la batalla, pero se lanzó hacia uno de los bordes del puente. 736 yacía en el piso herida, en la orilla de la plataforma, asida de una baranda semidestruida, mientras que 580/2 intentaba levantarla y cubrirla. Las máquinas asesinas se darían un festín con sus indefensas víctimas en cualquier momento... AY230 había pensado en huir directamente hacia el ascensor y abandonar a los aparatejos, pero esta nueva situación le hizo cambiar de idea. Sacó su pistola y descargó todas las balas del cargador contra los metálicos enemigos, aunque sólo uno de ellos aparentemente se vio afectado por los proyectiles y dejó de funcionar. Sacó otro cartucho, pero al apenas recargar el arma, una explosión a su lado lo hizo caer al piso, y su pistola se le deslizó de la mano, yendo a parar justo debajo de uno de los artefactos malignos.
Miró a su derecha, y sorprendido vio como Xor estaba “colgado”, literalmente, de uno de los cañones. Oscilaba en todas las direcciones, y los rayos surcaban el aire impactando en todos lados. Así, logró darle a otro de los cañones, el cual explotó en el instante, repartiendo sus partículas por todo el aire enviciado ya por el humo de las explosiones y los disparos. Finalmente el soporte cedió, y Xor, sin poder reaccionar, se desplomó al vacío, junto con la máquina asesina. 230 se quedó conmocionado...
Hubo uno instante de silencio, en el que se preguntó que hacer ante la pérdida de su compañero. - ¡Ayuda!, ¡Ayuda! - escuchó a una voz gritar desde el abismo. Se abalanzó desesperadamente al borde del precipicio, y observó con sorpresa que Xor estaba colgando de un hierro que perteneció a la baranda destruida, pero se sostenía con suma dificultad. - ¡Ayúdame!, ¿Qué esperas?, ¡Vamos! - gritaba Xor. 230 hizo un esfuerzo, se agachó y le tendió una mano, intentando tomar su pistola con la otra, pero resbaló y ésta cayó a la profundidad. Mientras tanto, 580/2 tiraba al último cañón que molestaba con sus peligrosos disparos, pero no conseguía inutilizarlo. 736 seguía inmóvil en el piso, y tan sólo miraba en todas las direcciones, sin atinar a hacer nada. Xor ya se había aferrado fuertemente a AY230, y se estaba trepando con dificultad por los hierros retorcidos.
Cuando finalmente Xor parecía estar a salvo, la última máquina se acercó rápidamente a él, como para embestirlo. 230 en la desesperación, tiró de Xor y lo empujó hacia atrás suyo, pero no pudo evitar que el caño del arma le diera fuertemente en la cara. En el atontamiento, y sin poder reaccionar, perdió el equilibrio, y tropezó hacia el frente. Xor lo quiso tomar por las ropas, pero no lo alcanzó, y 230 no tuvo tiempo de colgarse de la baranda mientras volvía en sí. Ya era tarde...
230 no pudo evitar adentrarse en la profunda obscuridad. No entendió mucho lo ocurrido en ese instante, pero se dio cuenta de que caía velozmente, y antes de poder reaccionar impactó contra el suelo violentamente. Luego de unos momentos de confusión revisó su marcador de vida, y vio en su barra de estado que perdió dos puntos de daño a causa del golpe.
- ¡Qué mala jugada!, ¿Cómo llegué hasta aquí? - se preguntó.
Oyó un estruendo lejano, y vio como una masa llameante caía sobre él. En un instante, y sin pensar, dio un brinco a un lado, evitando de pura suerte ser aplastado por ella. Lo que ardía a sus pies, parecía ser el último de los cañones. - ¿Cómo lo habrían destruido? - quiso saber. La tenue luminosidad de las llamas le permitieron ver donde se encontraba su pistola, la cual parecía estar intacta, a pesar de la caída. Lentamente se arrastró hasta el arma y la tomó entre sus manos. Intentó ponerse en pie, pero le resultó difícil ya que aún estaba mareado y no se recuperaba de la caída, por lo que permaneció arrodillado, viendo como se consumían las últimas llamas del cañón.
Desde arriba, escuchó débilmente la voz de 736 que le gritaba que espere, ya que aparentemente el ascensor descendía, y vendrían a buscarlo. Pero antes de poder contestarle sintió un golpe en la espalda, que lo empujó fuertemente contra la pared. El clon, en la desesperación, pateó hacia atrás al bulto atacante, se dio vuelta recostándose por el muro, y disparó desesperadamente media docena de municiones en esa dirección. Al no sentir ningún tipo de movimiento o ataque, miró de nuevo a su alrededor.
Todo estaba muy obscuro y apenas podía distinguir las sombras de las cosas. A su izquierda había unas estanterías y unas cajas repletas de artefactos. Hurgó en ellas y encontró una escopeta y diez cartuchos, lo que lo puso muy feliz, porque la pistola que tenía era lo peor que se podía utilizar en un combate. El factor de daño era de una unidad, mientras que la escopeta triplicaba este factor, con la contra de ser mucho más lenta y disparar a menor distancia. Además encontró una linterna de mano que encendió, y resultó lo suficientemente brillante como para no tropezar o caer en algún obscuro abismo semejante. Con la iluminación, 230 pudo explorar mejor la habitación, y encontró que tenía una única salida (además del agujero horadado en el techo, por el cual llegó), la cual era una pequeña puerta a la derecha. El bulto que lo atacó era una Rata enorme, del tamaño de un perro, que yacía inerte en el suelo, con indicios de haber recibido varios de los balazos. No encontró nada más de interés en la habitación, salvo una barra de metal que tomó “por cualquier cosa”. Esperó unos minutos, pero no escuchó nada ni tuvo ninguna señal de sus amigos, por lo que decidió movilizarse antes de quedar atrapado en ese sucucho infame. Abrió la puerta, que daba a un largo pasillo sin ninguna posible salida, por lo que tuvo que seguirlo por un tiempo, hasta que llegó a su desembocadura en una gran habitación obscura. Iluminó la habitación con la linterna, pero antes de que pudiera observar bien a su alrededor, sintió un impacto en el hombro que lo lanzó contra el suelo. 230 miró su marcador de vida: había perdido dos puntos más. Estiró la mano y alcanzó a apagar la linterna. Por unos segundos se quedó observando a su alrededor, intentando acostumbrar sus ojos, pero estaba todo obscuro y no se escuchaba nada. No tenía idea de donde había provenido el disparo, pero de seguro que fue uno de sus contrincantes quien intentó abatirlo.
- Si tuviera una granada, - pensó - podría lanzarla hacia adelante y hacerlos volar en pedazos. Por lo menos parece que ellos tampoco tienen una. ¿Dónde estarán escondidos?
Se deslizó hasta la boca del pasillo, e intentó escabullirse en la obscuridad fuera de esa trampa mortal. Pero mientras se arrastraba acuclillado, sintió dos nuevos impactos, uno en la pierna y otro en el brazo, que lo desequilibraron e hicieron caer. Apenas, con su máximo esfuerzo, 230 pudo dar un salto hacia atrás y retornar al pasillo. Ya le quedaban tan sólo cuatro puntos de vida.
- ¿Qué está pasando aquí? - se preguntó - Todo estaba demasiado oscuro para que me hubiesen visto. Algo raro está sucediendo. No creo que pueda escapar, salvo que... - tomó la linterna, y la prendió, dejándola caer al suelo, apuntando hacia adelante, mientras él se protegía con el manto de luz, detrás de ella y contra la pared. Varios disparos sin rumbo fijo rebotaron entre la pared, pero ninguno lo alcanzó.
- ¡Sí señor!, el resplandor de la linterna les impide ver lo que hay detrás de ella. Creo que ésta es mi oportunidad. - dijo 230 mientras desenfundaba la escopeta. Por un rato observó hacia afuera. Todo estaba quieto, había algunas cajas y un viejo sillón, junto con algunos restos de paredes desmoronadas. El silencio era absoluto, y nada se movía. Tomó la barra de metal por un extremo, y la lanzó hacia adelante con toda su fuerza. Al instante de caer al suelo, a 230 le pareció ver que una sombra se deslizaba lentamente por detrás de las cajas, y sin dudar descargó varios cartuchos en esa dirección. Pudo observar como la sombra caía, y se retorcía, hasta que se desvaneció detrás del sillón. - ¡Sí!, - gritó - ¡Tomá para que aprendas! ¡Si no te eliminé, por lo menos te dejé muy mal! - y se volvió a proteger detrás de la pared.
Dos disparos surcaron el aire, y la linterna saltó hacia atrás, desarmándose en miles de pequeños pedazos. La obscuridad volvió a reinar en el lugar, y con ella el temor de 230, que se cubrió como pudo detrás de la pared, sin muchas esperanzas de sobrevivir. Abrió fuego en cualquier dirección y se volvió a cubrir, pero se dio cuenta de que esa estrategia no le serviría de mucho. Se quedó meditando en la posibilidad de regresar hasta el cuartito y trepar por el hoyo en la pared, pero la descartó inmediatamente. No le quedaba otra opción más que enfrentarse al enemigo frente a frente, de alguna manera.
En ese instante, cuando ya todo parecía perdido, 230 vio con asombro como todas las luces del lugar se encendían, mientras que Xor y 580/2 caían por una rampa, disparando ráfagas de ametralladora en todas las direcciones. Los resplandores de los disparos eran enceguecedores, y no dieron tiempo a ninguna reacción por parte de los enemigos. En dos segundos todo había terminado. Los dos adversarios que se habían estado cubriendo detrás de unos escombros fueron eliminados.
- ¡230!, ¿Cómo estás?, - preguntó Xor - nos costó mucho llegar hasta aquí. Uno de los personajes cubría una entrada por la que teníamos que pasar a toda costa, y era casi imposible superarlo, pero lo logramos. Tomá una de estas ametralladoras que encontramos en el piso superior, son demoledoras.
- Gracias, ¿Y 736? - Preguntó 230. - ¿Fue eliminada?
- No, por favor, ella está en el piso superior, y es quien logró encender las luces. Ya debería estar por llegar.
- Con el que eliminamos, y estos dos, queda tan sólo uno de ellos, ¿Dónde estará? - Preguntó 580/2.
- ¡Aquí! - gritó una voz desde arriba.
- El grupo observó hacia lo alto, y vio con horror al último enemigo, que estaba escondido en un balcón, hacia la derecha, y que en ese instante gatillaba un arma de grueso calibre, de la que partió una especie de misil directo hacia ellos. 230 y Xor saltaron en vano hacia un costado, mientras que 580/2 no atinó a moverse, a causa de la sorpresa. Todos sus puntos de vista se tornaron negros.
Al volver la luz, 230, Xor y 580/2 se encontraban en la nada, el espacio blanco de siempre, junto a otros tres clones. Uno de ellos miró a 230 y le dijo: - Buen truco el de la linterna, espero no volver a caer en algo así otra vez. La próxima dispararé directo a la fuente de luz.
- ¿Tú eras el tirador en la obscuridad? - preguntó 230.
- Sí, fuimos nosotros, - respondió otro - fue divertido acorralarte allí. Lástima que Xor y 580/2 nos cazaron por la espalda. ¡Esa fue una falla tuya! - recriminaron al tercero.
- Perdonen, - se disculpó el otro - pero no pude contener el ataque de tres personas armadas con metralletas yo solo. Hice lo que pude. ¡Pero por lo menos 790 se encargó de todos! ¡Que fantástico que estuvo eso!
- Fue una buena emboscada. - acotó 580/2 - Realmente no nos esperábamos algo así. Fallamos al estar todos juntos en un lugar abierto, siendo blancos fáciles. Pero no pensamos que el último de ustedes iba a estar allí, con semejante arma. Creímos que había huido, al quedar nosotros cuatro contra él solo.
- ¿Cómo me veían en la obscuridad?, - preguntó 230 - es imposible que sus disparos al azar casualmente me hubieran dado.
El tercero se rió. - En un foso encontramos unas lentes infrarrojas. Esto nos dio la idea de desconectar la iluminación del lugar, convirtiéndolo en una trampa perfecta. Lástima lo de la linterna, y que 736 haya encontrado las llaves del encendido de la luz.
En ese instante 736 y 790 se materializaron entre los clones. - ¿Cómo cayeron en una trampa tan estúpida? - reprendió 736 a sus compañeros. - ¡Es increíble!, los tres eliminados de un sólo disparo. ¿En qué mundo estaban? Buena idea, Xor, esa de estar todos juntos para “cubrirnos” entre nosotros, ¡Así somos más fácilmente eliminables todos de una vez!
- Perdón, ¿Cómo iba a saber que ellos tendrían una bazuca?, Con las ametralladoras que habíamos encontrado creímos que seríamos invencibles. ¿Y a ti que te pasó? - Preguntó Xor, para cambiar de tema.
- Peleé todo lo posible, pero se me acabaron las municiones y me quedaba un sólo punto de vida, por lo que preferí rendirme. 790 contaba con un arsenal, y me acorraló en un ascensor descompuesto. Si tan sólo hubiera tenido unos cartuchos más...
Una pantalla apareció en el mismo momento que los dos últimos clones, y mostraba el resultado del encuentro: Los clones Nuevos sumaron 59 puntos, mientras que los Superiores sumaron 53.
- Yo les avisé que serían duros rivales, - dijo Xor - ellos pasan mucho tiempo jugando este tipo de cosas. Además el Escenario de EY188 es muy complicado, no era de esos simples al aire libre, ni de los que son sólo laberintos. Había demasiados artefactos, armas, ascensores, era demasiado completo. Pero fue divertido ¿O no?
- Más de lo que pensaba. - respondió 580/2 - No me importa haber perdido, valió la pena. Avísenme si es que quieren repetirlo en algún momento. Sentí como la adrenalina recorría mi cuerpo, fue tan emocionante...
- Sí, pero la próxima vez vamos a planear una mejor estrategia, y a no tirarnos por pozos sin fondo... - dijo 736, mientras miraba a 230 con una leve sonrisa.
- Fue un error de cálculo, - se disculpó él - creo que me falta un poco de práctica.
- ¿Qué hicieron contra los cañones? - preguntó 580/2 a uno de los Nuevos.
- ¿Qué cañones? - respondió con curiosidad.
- Los de la entrada, ¿O la situación inicial de ustedes era diferente a la nuestra?, eso sería injusto.
- No sé de que cañones me hablas. Al comenzar la partida, nos enfrentamos con nuestras miserables pistolas a dos peligrosos robots, bastante inteligentes por cierto. Casi nos masacran, de no ser que nos lanzamos por el puente a lo desconocido. No teníamos otra alternativa.
- Eso no se me había ocurrido, lanzarse tal vez hubiera sido mejor... - pensó Xor.
- No lo sé, tal vez sólo fue suerte. Quién sabe. - respondió el clon Nuevo.
- En el siguiente enfrentamiento pensaré mejor las cosas y buscaré soluciones fuera de lo común para esos problemas irresolubles.
- Y bueno, la próxima vez será, - dijo 790 - avísennos cuando quieran la revancha.
- No dudes que lo haremos, y será pronto. - le respondió Xor.
- ¿Qué?, ¿No jugaremos otra partida? - preguntó 736 con enfado.
- Es muy tarde, creo que deberíamos retornar a nuestros respectivos Cubículos. - apuntó 580/2 - Además, aunque no te hayas dado cuenta, estuvimos más de una hora con esta pequeña aventura.
- Es cierto. - dijo Xor - Yo todavía tengo que ver algunas cosas antes del Descanso. Espero que repitamos esto pronto, fue muy agradable compartir estos momentos con ustedes, y olvidarme de las responsabilidades que me abruman.
- Para nosotros también fue muy agradable, - respondieron los clones Nuevos con los humos subidos a la cabeza - tan sólo deben practicar un poco más.
- Nos vemos mañana, - dijo 736 a 230 - tenemos que charlar de nuevo a la orilla del mar ¿No te parece?
- Seguro, - respondió 230 - mañana lo haremos.
Así terminó un día complicado. AY230 se dirigió a su Cubículo, atravesando las líneas de datos a gran velocidad. Se cubrió de la espesa negrura y descansó.
Capítulo 2
Lucha por la vida
Poco tiempo transcurrió desde que la larga caravana se detuvo, pero los hombres ya habían cavado varios hoyos lo suficientemente profundos, en el pétreo descampado, como para refugiarse bajo la arena. La mayoría de las personas se movían de aquí para allá, cubriendo los pozos con unas finas telas brillantes, y asegurándolas firmemente al suelo con estacas y con piedras.
Un sólo hombre se aislaba de ese tedioso trabajo. Estaba parado sobre una duna, un poco alejado de los demás, vigilando el horizonte a través de unos antiguos prismáticos. El vetusto artefacto que sostenía en sus manos, y que le servía para observar a lo lejos, parecía ser un invaluable trofeo de guerra, una reliquia histórica, un tesoro. Y tal vez lo era... Hacía tanto tiempo ya desde que no se fabricaba uno sólo de ellos.
- ¡Santo! - gritó uno de los hombres, jadeante, mientras trepaba por la duna y se acercaba al vigía.
El individuo bajó el largavistas, y lentamente giró la cabeza. Sus insondables ojos mostraban seguridad y firmeza, y las pocas pero profundas arrugas de su frente, un estoicismo sin igual. Su pelo era corto, y parecía que lo hubieran cortado con cuchillo, o algún artefacto poco adecuado. El nombre por el que se lo conocía: “El Santo”, era totalmente merecido, sin duda se trataba de un hombre inigualable, ejemplar, admirable. Se notaba en su rostro el haber tenido una vida muy dura, como la del resto de su comunidad, que tan sólo necesitaba un poco de paz, algo complicado de conseguir en épocas tan difíciles. El sujeto bajó la vista, y miró hacia la figura que se acercaba: - ¿Qué ocurre, Esteban, estimado amigo? - le preguntó.
- El momento del crepúsculo es hermoso, - respondió el otro, mirando los rojizos alrededores - pero está por anochecer, y pronto vendrá la próxima guardia. Me parece que es hora de que nos ocultemos en los refugios.
- No te preocupes, conozco los peligros a los cuales nos enfrentamos. - El Santo se quedó inmóvil por un momento, mirando a la lejanía. Parecía un espectro, protegido en la penumbra del ambiente, siendo acunado por las largas sombras que se extendían junto a los últimos rayos del sol. A pesar de que ya anochecía, el calor era insoportable y el sudor empapaba toda su ropa al escurrírsele por la frente. Enseguida se reincorporó - Vamos... - le dijo a Esteban, y sin mediar palabra más, bajaron de la duna y se ocultaron en uno de los refugios. La tela aislante ya había sido cubierta con arena y algunos arbustos. No querían repetir la desgracia de la última incursión, en la que un grupo de soldados había sido masacrado por los “Demonios Aéreos”, quienes habían incorporado entre su instrumental detectores caloríferos y de movimiento. Los pobres humanos fueron emboscados y masacrados en la noche, que creyeron un seguro velo que escondería sus movimientos. El pelotón completo fue eliminado en pocos instantes.
Esta vez el Santo había previsto todo de manera que no ocurriera un percance similar. Los refugios se taparon con una tela aislante, que a su vez se cubrió con arena y arbustos, camuflándolos por completo. Los hombres estaban apiñados en tres pequeños refugios bajo tierra, a la espera de la noche profunda, para iniciar el operativo.
- ¿Recuerdan las instrucciones? - preguntó en Santo a los soldados que se hallaban a su alrededor en el refugio.
- ¡Sí señor! - respondieron sus compañeros. Los hombres, más que humanos, parecían espectros. Presentaban evidencias de desnutrición y carencia de salud, pero tenían la frente altiva y el alma curtida por la miseria, esa miseria que con profundo anhelo querían evitar a sus hijos.
- Espero que todo salga bien, y podamos descubrir muchos secretos hoy, además de rescatar esa invaluable tecnología. Recuerden, nos pondremos en movimiento luego de que pase la primera guardia nocturna. No quiero fallas, todo debe realizarse de acuerdo al plan establecido. ¿Hay alguna pregunta o duda al respecto?
Los hombres se miraron entre sí, pero no dijeron nada, salvo alguna que otra tos profunda, intentando ser contenida en un momento tan importante.
- Fernando, - agregó, mirando a uno de los soldados - tu actuación será la clave en el éxito de esta misión. Tengo fe en que harás tu mayor esfuerzo para que lleguemos a una victoria segura. No te preocupes por los demás. Nosotros seremos la distracción de los enemigos, para que te dejen tranquilo y puedas actuar. Pero por favor, no falles. Una vez que hayas cumplido tu misión te unirás a nosotros dentro del recinto, ¿Entendido?
- Perfectamente Santo, no te defraudaré. - afirmó el hombre con solemne seguridad.
- Así lo espero. - insistió el cabecilla.
El Santo tomó una cantimplora semivacía, y dio un sorbo a su refrescante contenido. Tuvo unas tremendas ganas de saciar toda su sed, pero le pareció injusto hacerlo, y por lo tanto se la pasó a los demás para que compartan el agua. - Bueno, - dijo - descansemos hasta que llegue la hora prevista. - cerró los ojos, y recostó su cabeza contra la pared terrosa. Al poco tiempo se durmió profundamente. Hacía días que no descansaba, preparando la misión. Costó tanto esfuerzo y sacrificio ubicar exactamente el lugar, y se perdieron tantas vidas y tanto tiempo en las anteriores expediciones, que estas fuerzas ocultas bajo la tierra eran las últimas que quedaban para el ataque, que debía ser un éxito. Las armas con las que contaban eran de proyectiles, pero muy antiguas, provenientes de las Guerras de los Días Antiguos. Las habían hallado en excavaciones cerca de lo que se suponía fue una gran ciudad de aquellas épocas. Era un tesoro inigualable, milagrosamente bien conservado dentro de una construcción subterránea que sobrevivió parcialmente a las guerras. Las mejores armas rescatadas eran unas de repetición, que contaban con muchas municiones y con un alto poder destructivo. Pero todas las esperanzas estaban puestas en el lanzacohetes que celosamente se guardaba en el refugio del Santo. Esta vez tenían que penetrar en las instalaciones a toda costa. No se podía permitir que ocurriera ningún error, porque jamás volverían a tener tanta gente y semejante armamento junto listo para un ataque.
* * * * *
Un sórdido zumbido despertó abruptamente al Santo, quien por unos instantes no entendió que ocurría a su alrededor. Tenía aún en su mente las gráciles imágenes del sueño que tuvo, un sueño irreal, en una gran pradera verde como nunca había visto ni imaginado, en la que corría buscando a la imperecedera nada. Los hombres ya estaban aprestándose para la jornada, revisando las armas y esperando a que cese el molesto pero apagado ruido. El Santo se desperezó casi sin moverse, ordenando sus ideas, y con un pequeño suspiro se secó el sudor de la frente, para luego tomar su arma. Ordenó a Fernando que llevara consigo el lanzamisiles y le dio las últimas instrucciones. Otro de los hombres lo ayudó a cargarlo fuera del refugio, y a lo largo del camino que seguirían.
Esperaron unos cinco minutos y salieron con mucho cuidado de los hoyos ocultos. Rápidamente se vistieron con unos trajes hechos de la misma tela aislante, semejantes a unas bolsas con capucha, que les cubrían todo el cuerpo. Se colgaron las armas al hombro y empezaron a caminar a un ritmo acelerado hacia el punto clave. Muy a lo lejos se oía aún el ruido de los artefactos voladores. Los momentos que siguieron después fueron de silencio total, obscuridad y movimiento.
Tuvieron media hora de dura caminata a través de las Tierras del Horror, donde muchos de sus amigos habían perecido emboscados por los Demonios, quienes los hicieron correr por campos minados en la búsqueda de su eliminación. Todavía había restos de las antiguas explosiones, y de las víctimas, lo que les produjo el terrible sobrecogimiento de terminar como ellos. Con mucho cuidado caminaron por zonas en las que parecía difícil que hubiera explosivos enterrados, y finalmente, luego de mucho sufrimiento, los hombres se encontraron muy cerca ya del destino de la misión.
- Estamos retrasados, - dijo el Santo a Esteban y al resto de los hombres que se encontraban cerca suyo - nos quedan pocos minutos antes de que esos dos terribles Demonios regresen. - agregó, mientras miraba su cronómetro, uno de esos relojes a cuerda que nadie había visto nunca, antes de que él lo encontrara en alguno de sus viajes. Era otro de sus preciados trofeos.
El grupo siguió moviéndose cuidadosamente en esa noche sin estrellas. La luna se mezclaba con las nubes en las alturas, dando una leve luminosidad al ambiente. En cinco minutos los caminantes se emplazaron cerca del lugar. A unos cien metros se divisaba la puerta blindada del Búnker, entre las rocas de una elevación. No se podían acercar más, ya que dos potentes cañones situados a los lados del único acceso custodiaban la entrada, y alcanzarían a los cuerpos indefensos de los rebeldes. Por detrás de la construcción de roca y metal estaba emplazada la gigantesca antena parabólica, delineándose obscuramente por delante de las estrellas. Era una descomunal estructura, protegida por rejas, alambres de púas y campos minados. Nunca supieron que estaba haciendo allí o para que servía, ni tampoco ahora les interesaba, ya que su misión urgente era otra. El grupo se ocultó detrás de unas sinuosidades del terreno, y dentro de unas profundas grietas en la reseca superficie.
- ¡Prepárense para el ataque!, - vociferó el Santo - ¡Tenemos pocos minutos antes de que los Demonios regresen!
- Y allí no tendremos chance alguna de triunfar... - agregó Esteban en voz baja, para sí mismo.
- ¡Fernando!, ¡Es la hora! - gritó el Santo - ¡No podemos esperar más!, ¡Hazlo!, ¡Y bien!
Fernando elevó el lanzacohetes por encima de la grieta, ayudado por Mayhem, quien apenas podía sostenerlo desde abajo. Una vez que estuvieron en posición, el primero cargó la poderosa arma en su hombro, y el segundo puso la munición en su receptáculo. Luego, rápidamente, se lanzó a la grieta para cubrirse.
- ¡Dispara ya!, - vociferó el Santo, mientras que el oscuro y peligroso zumbido de los entes voladores empezaba a escucharse en la lejanía - ¡Pronto estarán sobre nosotros!
El soldado estaba tenso, y prefería ignorar los gritos de los demás. Lentamente logró que la mira se fijase en las gigantescas puertas de acero, y que las manos le dejaran de temblar. Cuando sintió que todo estaba listo apretó suavemente el gatillo, y vio como un hilo de luz, en unos instantes, llegó hasta el objetivo haciéndolo volar en mil pedazos con una inmensa explosión.
- ¡Directo en el blanco! - gritó Esteban.
- ¡Corran a tomar el lugar! - Agregó el Santo, con un tono de extrema felicidad.
Todos saltaron de sus refugios y corrieron desordenadamente hacia la puerta humeante. Instantáneamente, los cañones cobraron vida y empezaron a prodigar sus proyectiles en todas las direcciones, pero al ser un grupo irregular el de los hombres, esparcidos en todas partes, tan sólo podían acertarles a algunos pocos, mientras que el resto se adelantaba hacia el portal, cubiertos por la noche y por la humareda que se levantó a causa de los disparos y de la explosión. El primero en llegar hasta la puerta fue Esteban, quien empezó a gritar - ¡Atrás!, ¡Atrás! - y a correr en sentido contrario al resto de los hombres. Todos lo miraron atónitamente, y al acercarse un poco más a la entrada, se dieron cuenta que detrás del blindaje de la puerta existía otro blindaje, similar al ya destruido, y aún intacto.
La desesperación cundió en la compañía, mientras que los cañones empezaban a matar a todos aquellos que se quedaron inmóviles por la sorpresa. Los soldados corrían sin rumbo fijo, buscando algún lugar dónde cubrirse, pero en la desolación, no había ningún refugio posible. Los terribles gritos de dolor y el brillo de las explosiones aumentaban el pánico, y los hombres estaban desesperados al ver como sus amigos eran devorados por el fuego de los cañones, o saltaban en pedazos al pisar alguna mina escondida bajo tierra, e invisible en la oscuridad.
- ¡Vuelvan a disparar otro cohete!, ¡Fernando!, ¿¡Dónde Estás?! - gritaba desesperadamente el Santo, temiendo lo peor.
Fernando volvió corriendo entre la humareda. Tenía sangre en el hombro, y la ropa hecha jirones. Sin mediar palabra tomó el lanzacohetes, y pidió a otro de los hombres que se lo cargara. Apuntó tambaleante a la puerta, con la firme decisión de destruirla definitivamente, mientras intentaba evitar los proyectiles de los cañones. El ensordecedor zumbido de los Demonios ya rodeaba a todos, y el temor aumentaba en cada segundo. Cuando por fin tuvo el blanco en la mira, se quedó inmóvil, y bajó suavemente el arma. Los dos Demonios surgieron de repente por detrás de la construcción, y empezaron a barrer el terreno con su poderoso armamento, tanto de veloces metrallas, como de cañones con proyectiles altamente explosivos. Las poderosas ráfagas de los Demonios, entremezcladas con los disparos de los cañones junto a la puerta y con las minas en el suelo, eran una combinación mortal.
- ¡No se muevan!, ¡O los Demonios los detectarán! - vociferaba el Santo, tratando de salvar la situación de alguna manera. Pero era imposible que los hombres se quedaran quietos, porque las balas y bombas surcaban en aire en todas las direcciones, y evitar ser detectados significaba, al fin y al cabo, morir también.
Fernando se recuperó en un instante de la sorpresa y del miedo que le provocaba estar directamente enfrente de los poderosos Demonios Aéreos. Elevó lentamente la mira, y la clavó en el Portal que tenía que abrir a toda costa. Mientras tanto, la cantidad de aliados que aún corría por el paraje disminuía rápidamente, siendo eliminados sin compasión por los cañones y las minas, además de que los Demonios descargaban todo su potencial destructivo en los cuerpos de los rebeldes. El suelo estaba lleno de cráteres de todos los tamaños, que servían de improvisadas trincheras a los desdichados soldados. Fernando se sentía impotente ante tanta muerte y destrucción. Firmemente se aseguró que el disparo daría en el blanco y gatilló, pero en ese instante una bala perdida dio en su pierna, y lo hizo caer hacia atrás. El disparo levemente desviado, se elevó lentamente por encima del nivel de la puerta, y ante la sorpresa de todos, impactó directamente en uno de los Demonios Aéreos. Una brillante explosión iluminó el cielo nocturno, mientras que la humeante bola ardiente caía pesadamente al suelo, y sus restos se esparcían por toda la reseca tierra en forma de pequeñas brasas.
- ¡Fernando! - gritó fuertemente el Santo desde el cráter en el que se había guarecido, mirando a su amigo a la distancia - ¿Estás bien?
Fernando asintió con la cabeza, mientras que se tomaba la pierna con ambas manos con cara de profundo dolor. - ¡Vayan a ayudarlo! - volvió a gritar el Santo a dos de los hombres que se encontraban con él, y los hombres corrieron hacia el herido para ayudarlo. - ¡A la nave caída!, ¡A la nave caída! - seguía exclamando el Santo, dirigiéndose a otros de los soldados - ¡Rescaten todo lo que puedan de ella!, ¡Todo! - este pedido hizo que algunos de los hombres que se encontraban cerca de la explosión se acercaran al Demonio caído.
El propio líder de los hombres, notando la desesperación de los demás, y el pesar que causó el no haber penetrado al lugar, desenfundó el arma automática que tenía colgada en la espalda, y cubrió los movimientos de los demás con poderosas ráfagas de peligrosas municiones, pero de todos modos el Demonio restante se acercaba de manera lenta e impasible hacia sus amigos. Dominado por la impotencia, el Santo bajó el arma, sintiendo entre sus manos el tenue calor que emanaba de la misma luego de haberse disparado... Y allí, sólo allí, se dio cuenta de por qué sus hombres eran blancos tan fáciles, a pesar de estar protegidos por la tela aislante...
Cuando el Santo observó otra vez en la dirección de Fernando, su amigo herido, vio con sorpresa, entre el humo de la batalla (si es que huir de la muerte sin ninguna posible defensa puede considerarse una batalla), que los hombres en vez de estar trayéndolo, lo estaban ayudando a cargar el lanzacohetes, poniendo la última munición en su interior. - ¡No!, ¿¡Qué hacen!? - increpó furiosamente. - ¡Tráiganlo!, ¡No le hagan caso!, ¡El Demonio lo detectará! - siguió chillando. Pero los hombres aparentemente no lo escucharon, porque no prestaron la más mínima atención a sus bramidos.
La oscuridad era casi total, y la única nave que aún volaba iluminaba el ambiente con una tibia luz que apenas podía atravesar la humareda, mientras escaneaba el suelo en busca de cualquier fuente de movimiento o calor que pudiera ser destruida. Fernando se encontraba arrodillado, cerca del círculo que la luz del Demonio proyectaba sobre la superficie, pero que lentamente se fue alejando de él hacia otra dirección. Cuando por fin se sintió con fuerzas, volvió a levantar la pesada carga a sus espaldas, y a apuntar hacia el maldito objetivo. Pero en ese momento ocurrió lo inesperado. El Santo boquiabierto miró hacia sus espaldas, y sin poder exclamar nada debido a la sorpresa y al pavor, vio como otros dos Demonios se acercaban por detrás de ellos a una increíble velocidad. - No puede ser, - pensó - ni siquiera los escuchamos venir, ni siquiera sabíamos que existían más de ellos. ¡Fernando! - exclamó sollozante - ¡Vuelve!, ¡No hay nada ya que podamos hacer!, ¡Es mejor que huyamos antes de que sea tarde!
Fernando prefirió no mirar atrás, a pesar de los gritos de dolor de sus amigos. Apuntó a la puerta, pero entre el brillo de las explosiones que le impedían ver, y con los soldados que corrían de un lado al otro siendo masacrados, a quienes no quería lastimar por error, le era imposible jalar el gatillo. El Santo intentó correr en dirección a su amigo, para traerlo de regreso a un lugar seguro, a pesar de que los dos Demonios se encontraban sobre ellos. Entre las lágrimas pudo ver que Fernando gatilló, pero el arma no escupió su fuego destructivo contra la puerta. Se enjugó los ojos y siguió acercándose, mientras que el hombre golpeaba el lanzacohetes con la mano derecha. Ese instante se prolongó por siglos. Fernando procuró gatillar de nuevo, mientras que el Santo trataba acercarse a él, para tambaleante caer al suelo, al tropezar con el cuerpo sin vida de un compañero, oculto en la negrura de la noche, y que no había visto en la desesperación. Mientras intentaba levantarse del piso, sintió un trueno y un resplandeciente fulgor a sus espaldas, momento en el que una chispeante centella cruzó el cielo lentamente por encima suyo, hasta alcanzar al soldado indefenso en la extensa planicie. Luego del brillante resplandor, todo se convirtió en eterna oscuridad. El Santo no atinó a moverse, sólo derramaba lágrimas en la reseca tierra.
Los pocos hombres que aún quedaban con vida, y que vieron lo acontecido, estaban estupefactos. Sin la bazuca quedaba poco por hacer, más que huir para salvar sus miserables vidas.
Esteban corrió hasta el Santo, quien estaba boca abajo, con un fragmento de metal incrustado en la espalda, a la altura del pulmón. Lo levantó lentamente, y lo dio vuelta. El Santo tenía la cara mojada por las lágrimas y la sangre, y casi inconsciente le dijo: - Los he visto morir frente a mis ojos, y ¿Qué he hecho?, nada... ¿Qué sentido tiene todo esto?
- Es mejor morir con honor que vivir como lo hacemos, Señor. - le dijo Esteban - El sentido de esto es que nuestros hijos vivan mejor que nosotros. ¿No le parece?
- No lo sé, cada vez veo todo más difícil. ¿Acaso cada vida que se perdió esta noche no tiene un valor en sí misma?, ¿Vale la pena arriesgar a más gente inocente en la estúpida búsqueda de un mejor porvenir? ¿Qué diremos a los hijos y a las mujeres de estos hombres?, ¡Dímelo!, ¿Qué les diremos?
Mientras tanto, los soldados corrían en todas las direcciones, sin un rumbo fijo, ya que los Demonios formaban un triángulo que rodeaba a todos, y los empujaba hacia los cañones que, sedientos de sangre, los devoraban sin piedad.
- ¡Señor! - gritó Esteban con solemnidad - Vuelva en sí. ¡Debe preocuparse por los vivos y no por los muertos! Los hombres no resistirán más, no pudieron penetrar en las instalaciones, y las armas enemigas los están destrozando.
El Santo lo miró fijamente a los ojos por un instante, perdidamente. Luego, con un poco de dificultad, se paró sin pedir ayuda, y sacó una pequeña pistola de su cinturón. - Tenía la esperanza de no tener que utilizarte esta noche - le dijo, con cariño. La levantó y disparó hacia el cielo sin estrellas. Una bengala roja subió por los aires, mientras que Esteban gritaba - ¡Retirada!, ¡Retirada!, ¡A los refugios!
El Santo tomó por el hombro a su compañero, explicándole lo siguiente: - Desháganse de las armas que hayan disparado, y no usen ninguna otra, el calor que ellas emanan es lo que hizo que nos detectasen tan fácilmente.
- Comprendo, señor. - le respondió Esteban.
Entre la humareda y la oscuridad, unos pocos hombres pudieron huir y retroceder por los Campos del Horror, hasta los refugios cavados en la arena. Esteban y Mayhem cargaron al Santo, quien había perdido el conocimiento y se había desplomado en el suelo, sobre un charco de sangre. Le hicieron un vendaje provisorio con la ropa de un soldado caído en la batalla, y lo arrastraron lejos del peligro.
Todavía no había amanecido cuando los hombres llegaron a los refugios, pero se escuchaban en las cercanías disparos y explosiones, puesto que las naves los habían seguido en su huida. Ya poco quedaba por hacer, sino esperar que se tranquilice la situación, para poder alejarse definitivamente de ese lugar. Pese al miedo y al dolor, la mayoría de los soldados se quedaron dormidos, dentro de los pequeños refugios subterráneos.
* * * * *
- Señor... Señor... ¿Aún está vivo? - preguntó una voz familiar.
El Santo abrió los ojos lentamente, y poco a poco las imágenes se fueron aclarando frente a él. Intentó reincorporarse, pero un profundo dolor a la altura del pecho le impidió levantarse. Se guardó el dolor para sí mismo, y vio que una venda le apretaba el torso. Prefirió quedarse sentado por un minuto.
- Creímos que habías muerto, Santo. - dijo Mayhem.
- No sean tontos, yo no tengo tiempo para morir. - respondió el Santo, con una irónica sonrisa - ¿Qué ocurrió?, ¿Cuál es la situación actual? - preguntó impaciente, a pesar de su debilidad.
- A lo sumo somos siete hombres. Al llegar aquí éramos más, pero los Demonios hicieron un bombardeo sistemático de la zona, y volaron uno de los refugios por casualidad, matando a todos los que allí se encontraban.
El Santo se quedó callado por un momento, pensativo, sentado en la reseca tierra, mirando hacia el infinito. - Tantas vidas para nada. Tal vez esta no sea la mejor manera de hacer las cosas, tal vez estemos equivocados en nuestros métodos y en lo que buscamos. ¿Y si en realidad, después de tanto sufrimiento, no encontramos lo que queríamos?, ¿Y si allí no hay ninguna respuesta?, ¿Han pensado en todo eso?, ¿Realmente vale la pena todo este dolor? Fernando... - dijo mientras recordaba su imagen desmaterializándose frente a él, y contenía las lágrimas frente a sus amigos - ...Y tantos otros excelentes hombres murieron hoy, y ¿Para qué?, no conseguimos nada... ¡Nada!
- Eso no es tan cierto, - interrumpió Esteban - creo que en ese Búnker hay mucho más de lo que necesitamos, y obtuvimos pruebas, que lo demuestran.
- ¿Qué pruebas?, creo que nada me convencerá a regresar aquí. - dijo el Santo con un tono pesimista.
- Del Demonio caído hemos conseguido rescatar muchas cosas, aparatos extraños, instrumental, hasta inclusive algunas armas muy raras, tal vez tan destructivas como la que acabó con el propio Fernando. ¿Te imaginas tener un potencial tan grande en nuestras manos?, podríamos vencerlos por fin, ¿No lo crees? - le dijo Mayhem.
- ¿Y piensas que funcionarán?, - dijo el Santo con un leve brillo en sus ojos, mirando a Esteban - la explosión fue muy grande, y esa infame monstruosidad ardió por mucho tiempo.
- Sí, pero aparentemente lo que ardió y explotó fue una sustancia muy combustible que él cargaba consigo, tal vez algún tipo de arma que no llegó a utilizar contra nosotros. Gran parte del Demonio estaba sano, y muchos extraños artefactos se salvaron. No sé si funcionan, pero tal vez se puedan reparar.
- Eso es muy interesante, deberemos cargar con ellos cuanto antes y largarnos de aquí, porque nuestra vida corre peligro mientras sigamos escondidos en este lugar. Seguramente volverán a buscarnos. - indicó el Santo con un tono de preocupación, luego, cambiando de tema, agregó: - ¿Alguien tiene un poco de agua que me pueda convidar?, no soporto este calor, ni la sed. - dijo mientras se enjugaba el sudor de la frente con la manga de su deteriorada camisa.
Mayhem le alcanzó una cantimplora, casi vacía - Es lo único que nos queda, mejor será que nos movamos antes de que muramos de sed y de hambre.
El Santo bebió de ella un trago, y se la devolvió. - Pongámonos en movimiento entonces, porque o sino no llegaremos a casa. - Lenta y dificultosamente se levantó, sin pedir ayuda, y salió del refugio. El sol horadaba las estrías de la tierra, como las de los rostros de los sobrevivientes. - La marcha será lenta, - dijo - no creo que podamos ir muy rápido con este calor, y en el estado penoso en el que nos encontramos, además debemos cargar con los trastos del Demonio. Espero que lleguemos a salvo a casa, y que allí podamos pensar en algo, en alguna forma de replantear todo esto. Ya me estoy cansando de esta triste vida que estamos llevando. Al fin y al cabo yo no soy un soldado ni un líder, soy un hombre de carne y hueso, como todos ustedes. Y cada día me siento más débil de lo que me sentía el día anterior.
- ¡No señor! - dijo Esteban, con sumo respeto - Usted es “El Santo”, el elegido para darnos una vida mejor, no es como nosotros, es mucho más, es nuestro héroe y el de nuestras futuras generaciones.
- ¡Los héroes militares no existen!, traer sangre, muerte y destrucción no lo convierte a uno en héroe, por más que sea un libertador. - respondió iracundo el Santo.
- Pero... a veces no hay otra forma de hacer las cosas. Sin la sublevación del pueblo, nuestros antepasados, como ahora nosotros, hubieran sido esclavos, piltrafas humanas por siempre, mientras que unos pocos desalmados se hubieran aprovechado de ellos eternamente. - replicó Esteban.
- Sí, es cierto, pero no podemos caer en el error de considerarnos héroes, porque no lo somos. Somos un grupo de renegados que tenemos que pasar al olvido luego de nuestra actuación. Los únicos y verdaderos héroes aquí son nuestros hijos, viviendo en la miseria, carentes de salud, alimento, ropa y cuidado, y nuestras mujeres, que trabajan tanto o más que nosotros para producir la pobre comida de la que nos alimentamos, y que cuidan a nuestros niños como oro, y pese a todo ese amor, son pocos los que sobreviven. Ellos sí son héroes verdaderos. Si nosotros queremos ser recordados, debemos buscar otros medios diferentes a los de la guerra. Yo sé que no hay otra solución a nuestros problemas y desgracias en este momento, pero tengo encima el peso de todos nuestros compañeros muertos, mirándome a los ojos, y preguntándome por qué tuvo que suceder todo así... Fernando - dijo suspirando, con un tono de profunda pena - y los otros, tantas buenas y valiosas vidas se perdieron hoy. ¿Crees que es justo todo esto?, yo no lo sé, no quiero pensar en ello...
- Pero por lo menos sabemos que estamos luchando por el lado correcto, el del bien verdadero. - pensó Mayhem en voz alta.
El Santo lo miró con frustración y pena: - En la guerra no existen lados buenos o malos, y deberías saberlo. Tan sólo hay bandos opuestos, ambos equivocados. Y de cada lado hay gente, pobre gente inocente, engañada, que llega a creer que su causa es la verdadera... Todo es una gran mentira, porque si alguna causa fuera verdadera, las guerras no existirían, no habría motivos para que las personas se maten entre sí. La solución a nuestros problemas se debería haber buscado en su momento, eliminando los pequeños egoísmos que separaron a los hombres poco a poco entre ellos, y los llevaron a las múltiples guerras que en la larga historia de nuestro planeta han existido. ¿No recuerdan las leyendas?, sólo el odio del hombre pudo haber generado la pena y desolación en la que vivimos ahora. A veces pienso que debemos resignarnos y dejar a otras criaturas el cuidado de nuestro planeta, porque hasta los animales más simples sabrían que hacer con él mejor que nosotros. No sé, estoy tan cansado...
- Deje de pensar en todo esto de forma tan pesimista, - lo interrumpió Mayhem de nuevo, apoyando su mano en el hombro del Santo, temiendo que sus palabras minaran la moral de los demás soldados, ya desolados de por sí - si usted abandonara todo, si no estuviera más entre nosotros, ¿Qué haríamos los pobres mortales?, no llegaríamos a nada sin su liderazgo, sin su sabiduría. Lo que pasa es que usted está pasando por un momento de duda, miedo e inseguridad, por todo lo que ocurrió, pero esos sentimientos pronto se desvanecerán, y volverá a ser el líder invencible e infatigable que siempre fue.
- Pero piénsalo, - respondió el Santo, virando bruscamente y sacándose la mano de su compañero del hombro - ¿Es que acaso yo puedo torcer nuestro destino?, ¿Realmente debemos estar aquí?, no lo sé. No sé lo que nos depara el futuro, ni si lo que hacemos es bueno o malo. Estas dudas corroen mi alma... - dijo antes de callar por un momento, durante el cual su rostro cambió, volviendo a su estado de insensibilidad habitual, para luego continuar: - Pero hasta encontrar las respuestas a todas mis preguntas y dudas seguiré entre ustedes, no puedo hacer otra cosa, y por lo tanto ordeno que nos pongamos en movimiento en diez minutos, cargando todo lo que se pueda de regreso a casa, principalmente la tecnología rescatada de los enemigos. ¡Pongámonos en marcha! - gritó con seguridad.
Y así, los hombres cargaron consigo todo lo que pudieron, y se alejaron de esa siniestra zona, que tanto sufrimiento y dolor causó a todos. La lenta y pequeña caravana se puso en movimiento, de regreso a casa.
Fuente digital:
http://www.jeuazarru.com
Actualizado: Enero 2012
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