NIÑOS (FRAGMENTO)

Escultura de GUSTAVO BECKELMANN

Escultura en bronce y hierro

Año 1997, de 120 x 100 x 180 cm.

Fuente:

Catálogo GENTE DE ARTE producción de los `90

© GENTE DE ARTE

Comisión de Gente de Arte para la elaboración del Catálogo:

Adriana González Brun/ Mónica González

Margarita Morselli/ Paola Parcerisa

Editado con el apoyo del FONDEC

Asunción-Paraguay 2002

MINOTAURO, 1997,

escultura en bronce con patina verde,

20 cm. x 35 cm. x 30 cm.

GUSTAVO BECKELMANN

Nació en 1963, en Asunción.

Es arquitecto, escultor, docente en el Instituto Superior de Arte e integrante del Grupo de Escultura y Diseño.

Participa en muestras colectivas desde 1985. En 1994, 1996 y 1997 tomó parte en exhibiciones colectivas en la galería De Hazelaar, en Soest, Holanda y, en 1997, en la galería De Slakenhuis, de la misma ciudad; en 1996, en Pretoria, Sudáfrica; en 1998, en el Centro de Estudios Brasileños, en Asunción y, en 2000, en la Feria de Arte Múltiple "Estampa", en Madrid.

Su primera muestra individual tuvo lugar en el Instituto Cultural Paraguayo Alemán, en 1990. En 1994 y 1995 presentó sus trabajos en la galería Liliana Boccia y, en 1996 y 1998, en la galería Belmarco y en el Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos. En el 2001, exhibió su obra en la galería Martha Manchini Arte Latinoamericano, en Asunción. Fue seleccionado en el Primer Concurso Internacional de Escultura en Madera, realizado en Asunción, en 1994, y obtuvo el premio de Escultura otorgado por el Bosque de los Artistas, en 1997.

En 1998, realizó la coordinación del taller multidisciplinario “Artecon 98”, con artistas de Dachau, Alemania, realizado en el Instituto Cultural Paraguayo Alemán, en Asunción.

En 1999 tomó parte en la representación paraguaya en la XLVIII Bienal Internacional de Venecia, en Italia.

Es socio fundador de Gente de Arte.

GROTEX, 1997,

escultura en bronce y hierro (rojo),

35 x 30 x 60 cm.

COMENTARIO

“Entre los escultores que mejor aprovecharon la técnica de la cera perdida, se destaca Gustavo Beckelmann, quien además de montar una fundición, realizó en ella magníficos trabajos surrealistas. Vierte de sus crisoles periódicamente un mundo de personajes fantásticos, de gran expresión, que admiramos con placer”

HERMANN GUGGIARI, 1998

(...) no es sólo el divertimiento de un artista lleno de fantasía que ha creado un universo propio poblado de seres fascinantes y terribles. Lo que nos presenta es mucho más. Los mitos en los que funda sus representaciones, desde las fantásticas construcciones de Dédalo a los vuelos imposibles de Icaro o Faetón, son mitos fundacionales en los que el artista se basa para crear un universo propio y paralelo, que es un reflejo especular del nuestro y, a la vez, una descarnada representación de sus defectos (...)

VICKY TORRES, 1998