LOS SÍMBOLOS NACIONALES
BANDERAS, ESCUDOS, HIMNO
Por JORGE RUBIANI
LA HISTORIA DEL PARAGUAY - ABC COLOR
FASCÍCULO Nº 30 - CAPÍTULO 15
Investigación Especial Nº 13
Asunción – Paraguay
2012
LOS SÍMBOLOS DEL REY
Desde los inicios del proceso colonizador en América, los contingentes europeos utilizaron los distintivos reales para sus evoluciones guerreras. Y como los rudos soldados de la "conquista" consideraban que su soberano era "la presencia de Dios en la Tierra", aquellos distintivos eran la presencia misma del Rey en los territorios "descubiertos" por Cristóbal Colón casi 50 años atrás. Para lo cual se valían de banderas, escudos, estandartes y pendones que se encontraban siempre presentes en sus incursiones. Unidos al aparato armamentístico, aquel colorido acompañamiento también serviría como procedimiento de intimidación hacia las huestes naturales.
LA BANDERA DE ASUNCIÓN
Asunción tuvo su enseña a poco de ser fundada. Fue la primera de estos territorios, además de los ya mencionados distintivos reales. Utilizada hasta la actualidad, la bandera de la capital del Paraguay presenta el color rojo en dos franjas horizontales con una blanca -más ancha- en el medio. Semejante a la bandera austriaca, el uso de estos colores se debería a un homenaje que Domingo Martínez de Irala ofrecía a Carlos V, rey de España y miembro de la "Casa de Austria".
En cuanto al escudo de la ciudad, efectivamente concedido por el Rey tras la creación del Cabildo de Asunción el 16 de setiembre de 1541, el mismo lleva la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de la Asunción en el primer "cuartel"; en el segundo, la imagen de San Blas, patrono del Paraguay; en el tercero, un castillo, que simbolizaría la "casa fuerte" de Asunción y en el último, un león sentado bajo una palmera o cocotero.
"BANDERA DE MI PATRIA TAN QUERIDA..."
Con relación a las primeras banderas nacionales, una tradición oral, recogida y verificada por el historiador Juan Francisco Pérez Acosta, consigna que los contingentes paraguayos que fueron a Buenos Aires y Montevideo para la defensa contra los ingleses en 1806 ya usaron "... una bandera encarnada (...) para distintivo del ala derecha; una azul turquí para el ala izquierda y una blanca para el centro", además de una tricolor compuesta de los colores mencionados "...para el cuerpo auxiliar". Estos mismos colores predominaban en los uniformes de los soldados y habrían sido la fuente de inspiración para la creación del emblema nacional. Esta presunción se apoya en procedimientos análogos que originaron otras banderas americanas. Los colores de la bandera argentina, por ejemplo, se habrían inspirado en el azul y blanco de los uniformes de las huestes de "patricios" de Buenos Aires en aquellas batallas para la defensa del Río de la Plata.
Sin embargo, la primera del Paraguay, "...enarbolada en el Cuartel de la Plaza en la mañana del 15 de mayo de 1811. Fue toda azul con una estrella blanca en el ángulo superior próximo a la driza", según la "Descripción Histórica de la Antigua Provincia del Paraguay", de Mariano Antonio Molas. Según este autor, testigo y protagonista de aquellos memorables días, la segunda bandera, izada el 17 de junio de 1811, tenía tres franjas: azul, la de arriba "... como color de la ciudad de Asunción y de los cabildos de América, encarnado abajo y amarillo al centro, siempre con las armas del Rey", de acuerdo con la mención realizada por Juan Francisco Pérez Acosta en el libro "Fecha y Emblemas Patrios del Paraguay", versión que contrasta con la de Marcelino Machuca Martínez, que, citando al mismo Molas, invierte la posición de los colores extremos expresando en su libro "Emblemas Patrios" que la franja superior era roja y azul la inferior. De cualquier manera se explica la presencia del rojo y amarillo por la evocación a la bandera de "la madre patria".
La tercera bandera aparece mencionada por el coronel José Antonio Zabala y Delgadillo -también testigo de aquellos sucesos- en el "Diario de los sucesos memorables de la Asunción". Zabala cuenta en dicha crónica que el 15 de agosto de 1812, día de la Virgen de la Asunción, "... al salir el sol hubo salvas de artillería, se enarboló el tricolor y al comenzar la misa mayor arriaron este y alzaron otro pabellón tricolor, pero con listón ancho blanco en medio (en vez del amarillo), colorado angosto arriba y azul abajo con las armas de la ciudad y las del Rey por otro en blanco". Finalmente, el 25 de noviembre de 1842, un Congreso General Extraordinario resolvió realizar las "variantes convenientes" para conformar la bandera que se conoce y se usa en la actualidad. Dichas "variantes" consistieron, en realidad, en una sola: que las tres franjas horizontales, colorada, blanca y azul, fueran iguales.
Las medidas oficiales del Pabellón "... establecidas por el uso" son: 5 metros de largo por 2,70 metros de ancho, correspondiendo 90 cm a cada franja. A pesar del fervor religioso y patriótico imperante entonces, la bandera fue bendecida recién tres años después, antes que el ejército paraguayo se uniera al de Corrientes para iniciar "... La campaña de Entre Ríos". El solemne y pomposo acto fue verificado en Villa del Pilar, donde se hallaban acantonadas las fuerzas paraguayas al mando directo del Gral. Francisco Solano López, en diciembre de 1845. El sacerdote encargado de la bendición de la enseña fue el obispo don Marcos Antonio Maíz.
SIGNIFICADO DE LOS COLORES
En un escrito aparecido en la revista "Kavure'i" -setiembre de 1917- se define el contenido simbólico de los colores de la bandera. Dicho análisis es coincidente con otros estudios realizados sobre los símbolos nacionales por distintos autores y hasta con algunas expresiones poéticas que, con mayor galanura, explican la razón y significado de estos colores.
De acuerdo con todos estos aportes, podría resumirse entonces, los valores que representan los colores nacionales: El rojo invoca "... el patriotismo, la bravura, el heroísmo, la igualdad y la justicia".
El blanco es "... la pureza, la firmeza, la limpieza, la unión y la paz".
Mientras que el azul representa "... la dulzura, el amor, el saber, La verdad y la libertad".
EL ESCUDO
El primer Escudo de la Provincia fue el que Carlos V otorgó a Asunción inmediatamente después de que el Cap. Juan de Salazar de Espinoza fundara la "casa fuerte". Sesenta años después el uso de este Escudo habría caído en el olvido, pues según la crónica de Manuel Domínguez aparecida en el N° 632 de "La Prensa" el 4 de enero de 1900 y citada por Marcelino y Angelina Machuca Martínez en "Patria y Símbolos" (Imprenta Militar, Asunción, 1953), "... el diez y seis de octubre de mil seiscientos años" se reunieron conjuntamente "... como es de costumbre" los miembros del Cabildo, del Ayuntamiento, de la Justicia mayor y ordinaria "... y las demás capitulaciones de la ciudad" y determinaron que "... por no tener sello como las demás ciudades de SM (...) y ansi fue acordado de señalar y nombrar ya el dicho sello y armas, un león coronado y un río significando el Río de la Plata que está en la ribera de esta ciudad de la Asunción".
Debe entenderse, de acuerdo a la explicación proporcionada por el mismo Domínguez, que "... todavía entonces el río Paraguay se llamaba Río de la Plata". En la fecha mencionada se constituía, entonces, el segundo Escudo de Asunción.
Como consecuencia de los sucesos posteriores a la independencia nacional el Paraguay tuvo otro escudo. Era el tercero desde la fundación de Asunción y el primero de su vida independiente. El mismo habría sido colocado en la enseña nacional izada el 15 de agosto de 1812 cuando el cambio de la segunda a la tercera bandera. Se trataba del mismo Escudo dado por Carlos V a Asunción en 1537 "... con la diferencia de llevar como agregado en el cuarto 'cuartel' una palmera", según Juan Manuel Sosa Escalada. Entre la fecha mencionada y 1813 habría existido un cuarto Escudo dado por los próceres de la independencia Fulgencio Yegros, Pedro Juan Caballero y Fernando de La Mora con un diseño parecido al que fuera creado por las autoridades de Asunción en octubre de 1600. Aunque no se encontraron más que testimonios personales que avalen la existencia de este sello, el mismo habría consistido en un león custodiando el gorro frigio, con una inscripción que rezaba "Libertad y justicia", rodeando a toda la composición un círculo con la leyenda "República del Paraguay".
Si bien se menciona la existencia de otros escudos así como de otras banderas, con distintos colores a las que conocemos, lo cierto es que los escudos definitivos, el quinto y el sexto, registrados en la sucesión de sellos usados en importantes momentos de la vida institucional, de la Provincia o de la República, son los que actualmente se encuentran en vigencia y cuya descripción puede observarse en las ilustraciones y en la lectura de la Declaración del Soberano Congreso General Extraordinario, sancionada por don Carlos Antonio López el 25 de noviembre de 1842.
EL HIMNO
Ninguno de los símbolos del Paraguay ha generado tanta controversia y ha conocido de tantos estudios que expliquen su origen y arreglos como el Himno. Tanto que el 8 de mayo de 1923, el Instituto Paraguayo, institución pionera de la cultura nacional, entonces bajo la presidencia del Sr. Luis E. Migone, convocó a una serie de personalidades para dilucidar sus misterios. Incluyendo al propio ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, Dr. Lizandro Díaz León, en el intento de erradicar "... el persistente descuido y la inescrupulosidad cada vez más acentuada" en las reproducciones del Himno Nacional.
La nota del Instituto establecía que la letra, perteneciente al poeta uruguayo Francisco Acuña de Figueroa, "... fue adoptada y publicada oficialmente en el N° 33 de 'El Semanario' correspondiente al 31 de diciembre de 1853" y que tal debía ser respetada como texto y canto del símbolo musical paraguayo.
La encuesta aclararía, no obstante, que el mismo Acuña de Figueroa ya había introducido modificaciones al texto original sin que ellas alteraran fundamentalmente aquella versión.
De cualquiera manera, el texto definitivo fue enviado al gobierno paraguayo antes de la publicación del N° 33 de "El Semanario", con la siguiente dedicatoria:
"Haec mea musa levis
Magna tua gloria est"
(Para cantar tu gloria
Mi musa es pequeña).
Francico Acuña de Figueroa
LA MÚSICA
A pesar de las 20 preguntas que formulaba la encuesta del Instituto Paraguayo, para la entidad subsistían las divergencias sobre quién fue el autor de la música del Himno Nacional. A pesar de ello, la versión conocida hoy es producto de un arreglo del Prof. Remberto Giménez, entonces director artístico del Instituto, sobre las "restauraciones" hechas por Luis Cavedagni -músico de origen italiano aunque nacido en Uruguay- en 1874, por Cantalicio Guerrero y un arreglo posterior del maestro italiano Nicolino Pellegrini.
Según el Cnel. Juan Crisóstomo Centurión, el maestro Cavedagni y "... los músicos sobrevivientes de la 'Banda Pyta', Juan Cabrera, Juan Lird, Remigio N. Riquelme, Colunga, Alonos y otros", el autor fue José Debali (otros le llaman Batle o Balle), músico de origen húngaro.
Para Manuel Mosqueira, Juan Silvano Godoy y el sacerdote José del Pilar Giménez, ex capellán, el autor sería el compositor francés Francisco Sauvageod de Dupuis, antiguo director de bandas militares de la época de don Carlos Antonio López.
LEMAS NACIONALES
Diversos desarreglos políticos y militares de la Corona española afectaron igualmente la integridad territorial de la Provincia del Paraguay. Sumados aquellos a la falta de interés hacia "... el país sin minas", se generaron diferentes particiones y desmembramientos que redujeron la antigua "Provincia Gigante" a un territorio mediterráneo, olvidado y aislado.
Esta situación sumergió a Asunción y al resto de la Provincia en la "larga siesta colonial" que generó, en contrapartida, un gesto de altiva sobrevivencia, con un gran sentido de pertenencia así como de identidad y orgullo patrióticos que se manifestaron a lo largo de toda la época colonial. Tras la gesta independentista, las figuras próceres del Paraguay expresaron aquellos sentimientos de muy diversas maneras.
¡LIBERTAD O MUERTE!
El Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, por ejemplo, escribía en una correspondencia: "Yo antes quiero morir que ver de nuevo a mi patria oprimida y en la esclavitud", y en todas sus manifestaciones ante las autoridades de las demás naciones exigió respeto y consideración a la República. Además, y durante toda la Dictadura, las banderas nacionales llevaron bordado el lema: "Libertad o Muerte".
"INDEPENDENCIA O MUERTE"
Después de la muerte del Dictador Francia y desde aproximadamente 1845, todos los documentos oficiales, aun los de elementales trámites administrativos, oficiales y privados, llevaban escrito el lema: "Independencia o Muerte". La expresión se debió a una reacción del gobierno de don Carlos Antonio López frente a la persistente negativa del gobierno de Buenos Aires en reconocer la independencia del Paraguay. Diez años después, y reconocida la independencia, dicha expresión daría lugar a otra: "Viva la República del Paraguay", que elimina la leyenda "Independencia o Muerte" aunque algunos mantuvieran ambos lemas. Los poetas populares de antes, durante y después de la Guerra del '70 recogieron aquella herencia sentimental y la plasmaron en poemas, canciones o himnos patrióticos, algunos de los cuales acompañan estas páginas.
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Fuente digital: www.abc.com.py
Registro: Diciembre del 2012
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