Cuando JULIO CÉSAR BRÍTEZ FARALDO -más conocido por su nombre artístico de JULIO CÉSAR DEL PARAGUAY-, escribió y le puso música a Para ti mamá, a fines de la década del '50, no imaginó que su obra se vería envuelta en una novela de casi 40 años de duración.
Todo había empezado en las cercanías del cumpleaños de su madre, doña AMADA FARALDO VIUDA DE BRÍTEZ. Como ipiru la teju, no tenía qué regalarle, el joven artista tomó su guitarra y le compuso una guarania. Poco antes de llevarle la serenata, un 13 de setiembre, en el bar La capital -quedaba en Perú y Pettirossi-, con el maestro NENECO NORTON -de cuya orquesta era cantante-, redondeó el fruto de su cariño. En la mesa estaban también ROBERTO MEDINA -ya desaparecido-, a quien se conocía como BUKY, y el periodista VENANCIO RIVAS. De allí tomó el ramo de rosas -de plástico-, al que alude la poesía, y se lo llevó, sin permiso, a su madre, con la serenata.
En esos días, BRÍTEZ FARALDO concretó un contrato con LOS CANGREJOS y viajó a San Pablo, para actuar. Andando, se encontró con Ireneo Ojeda Aquino que deseaba grabar su composición. Como el sello Phillips le exigía un registro de las obras del repertorio, acordó con Julio César que éste anotara la composición en la entidad autoral brasileña, para cumplir con los requisitos de la casa editora de discos. Debía ir a Río. Pero, como el teju no había engordado, optó por hacerlo en la escribanía Bruno, de San Pablo, el 16 de noviembre de 1960.
Poco después, regresó al Paraguay. Y encontró que su "amigo" Roberto Medina, en música, y Valentín Gamarra, en letra, habían registrado su composición. La poesía, con el título de PARA TI MAMI, estaba ligeramente retocada, aunque es perfectamente reconocible que se basó en la original suya. La melodía quedó igual. Pese a que muchos sabían la verdad, el artista no contaba con un documento que probara su autoría. El registro de San Pablo había quedado allá, en un maletín negro, en la casa de su amiga Tony.
"Yo trabajaba en el puerto. Me levantaba a las 6.00. Buky llegaba a esa hora y dormía en mi cama. Mamá le lavaba la ropa, le daba de comer y él le pagó de esa forma. Eso es lo que siempre más me lastimó", recuerda con un dolor próximo a las lágrimas JULIO CÉSAR DEL PARAGUAY.
El compositor, en todas partes, contaba que él era el verdadero autor de PARA TI MAMÁ. Una vez, en Luque, después de que un trío mencionara la autoría de Medina y Gamarra subió al escenario y dijo: "La canción me pertenece a mí en letra y en música y no a un payaso como el que está detrás del escenario -se refería a Buky-, y quisiera que me espere al final si tiene algo que expresarme al respecto". El aludido desapareció.
Otra vez, en el bar Belvedere, donde cantaba, recibió a dos pyrague enviados por PASTOR CORONEL. "Animo’ake repurahéi hína PARA TI MAMÁ. Ha repurahéirô, aníke ere nemba’eha (Que no se te ocurra cantar PARA TI MAMÁ. Y si cantás, no digas para nada que es obra tuya)", le amenazaron. Él, igual, con coraje, por aquello de que "con la verdad no temo ni ofendo", dijo esa noche que la composición le pertenecía. Los soplones se fueron con el rabo entre las piernas.
Pasó el tiempo y muchos años después, en 1998, su amiga Tony le llamó para preguntarle si aún estaba interesado en su maletín. Como le respondió que sí, ella se lo envió. Allí estaba el bendito registro. Con el documento en la mano, fue al Ministerio de Educación y Cultura, MEC, en la sección de Registro Público de Derechos Intelectuales. Con sorpresa, constató que Medina y Gamarra iniciaron las gestiones para registrar su obra, pero no concluyeron los pasos legales. Leyó que anotaron PARA TI y luego, a mano, pusieron MAMI.
"Había sido que me corrieron con la vaina", reflexiona BRÍTEZ FARALDO al traer a su memoria este episodio. Y tras cumplir con todos los requisitos legales exigidos por el MEC, registró el 6 de abril de 1998, por fin, Para ti mamá a su nombre. La versión en guaraní de la letra también le pertenece.
La historia, con final feliz -ya que el autor recuperó lo suyo-, parecía concluida. Sin embargo, proseguía aún.
VALENTÍN GAMARRA está preso en el penal de Tacumbú, acusado de mala administración de fondos del Instituto Nacional del Indígena, INDI, cuya presidencia ejerció. Hasta su sitio de reclusión llegó JULIO CÉSAR DEL PARAGUAY. Testigos de la conversación fueron el capitán AURELIO SOSA, el guitarrista MIGUEL ANGEL PIÑÁNEZ y la periodista MARLENE SOSA LUGO.
Julio César contó que Gamarra le prometió terminar una carta dirigida a él donde cuenta la verdad de lo sucedido, desde su punto de vista. "Me aseguró que Buky le dijo que me había ganado el pleito por la música y que ya no había problemas", relató.
"Esa vez también -continuó-, en presencia de los testigos, manifestó que tenía un dolor desde hace 40 años y que me haría una carta contando la verdad acerca de PARA TI MAMÁ para que mis hijos y mis nietos se queden tranquilos. Mencionó, incluso, que escribiría un libro sobre el tema".
JULIO CÉSAR BRÍTEZ FARALDO espera aún -en una espera ya demasiado larga-, lo prometido.