FIDEL DAVID FERNÁNDEZ
NOTABLE TALENTO NATURAL DE UN JOVEN ARTISTA
JOVEN AUTODIDACTA PINTA COMO VE EL PAIS
Artículo de CECILIA MEDINA
ABC Color censurado durante la dictadura stronista.
Aires frescos en la pintura paraguaya nacen con FIDEL DAVID FERNÁNDEZ, oriundo de San Juan Bautista del Ñeembucú. Autodidacta, vive desde hace doce años en Cerrito, Chaco Paraguayo, desde donde acostumbraba venir en bicicleta para visitar los museos. Muestra a las mujeres y niños como protagonistas de nuestra historia.
Nació en San Juan Bautista del Ñeembucú hace 25 años. Llevaba sus cosas cargadas en bolsas de harina, cuando llegó con sus padres Ramona Fernández y César Santander, y sus hermanos (Bladimir, Oscar y Abel) a Cerrito, Chaco, donde decían había más posibilidades, en las estancias. Estudió en el Colegio Nacional de Cerrito y en el Colegio Parroquial Santa Rosa de Lima (de Benjamín Aceval).
FIDEL DAVID FERNÁNDEZ expresa su corazón a través de la pintura y es autodidacta. Es un aire fresco, joven y nuevo, que dice lo que siente con pinturas al óleo en gran formato, empapadas de simbolismos.
“Para mí, las mujeres y los niños son protagonistas principales del país y de su historia. La gente empobrecida y carenciada. Eso me tocó vivir y ver, y hasta ahora lo sigo viendo. Lo quiero expresar de ese modo, tal cual como yo quiero lo hice, tal cual como quería, no tuve miedo”. Describe así su muestra “HISTORIA - ANTIHISTORIA”, 2005 - 2008, habilitada en toda la planta baja de El Cabildo. Son 15 grandes pinturas al óleo sobre lienzo, tituladas “RODRÍGUEZ DE FRANCIA”, “ACOSTA ÑU”, “FUNDACIÓN DE ASUNCIÓN”, “CATEURA”...
La llegada de los menonitas, con muchas mujeres y niños al Chaco,
en época de extrema sequía, impactó sobremanera a Fidel.
Las mujeres sobrevivieron y fueron quienes más trabajaron.
Mediante imágenes simbólicas muestra “al niño y la mujer desnudos y pobres. Eso se ve en ‘Revolución del 47. “Hay que irse un poco hacia el interior para saber cómo las mujeres eran violadas en aquel tiempo”.
La censura a la prensa durante la dictadura de Stroessner presenta con un ejemplar de ABC Color atado con alambre de púas.
Fidel percibió que en la escuela no lo aprendía todo, y entendió que leer es fundamental para conocer. La falta de recursos no le impidió acudir desde Cerrito hasta Asunción en bicicleta “por mi interés”, para visitar el centro, los museos, el Ministerio de Defensa, la Fundación La Piedad...
Una mano amiga lo ayudó a que su sueño se haga realidad. “Gracias a Dios y a la lectura no tuve miedo a pintar cosas que a lo mejor otros no iban a poder pintar. Miedo de pintar la realidad tal cual como es”.
La niñez en situación de calle y en extrema pobreza
está reflejada en la obra pictórica de Fidel Fernández.
ES FRÁGIL Y DEBE CUIDARSE
A Fidel David Fernández –autodidacta– nadie le enseñó a dibujar o pintar. “Yo no sé dibujar realmente. Esbozo, y con pinceladas marco para pintar. Busco perspectiva, sombras, luces, detalles, con la pintura, no con el dibujo”. Lo descubrió el coleccionista de cuadros Burkhard Wittkowsky. Le llamó la atención un joven interesado en la historia paraguaya, con escenas históricas alegóricas. “Vi que tenía muy buenas condiciones, una vida interior muy amplia. La juventud paraguaya no se ubica ni en tiempo ni en espacio. Hay un escandaloso desconocimiento de la historia paraguaya; me pareció espectacular que un joven lea, estudie. Y sus pinturas son comentarios sobre la historia”. Por eso Burkhard ayudó a Fidel. “Me gustó que tuviera algo totalmente original y nuevo. No soy Jesucristo, fue por egoísta; disfruté con su arte”. Siendo autodidacta –agrega– tiene una capacidad técnica muy importante, lo cual fue apoyado por Margarita Morselli en El Cabildo. Fidel siempre sintió “de todo y no podía expresarlo totalmente con palabras. Trabajó desde niño, aunque no obligado por sus padres.
A los 12 años ya era medio independiente, cortaba el césped por Cerrito. Luego fue albañil, pintor de obras o de carteles para propaganda. “Vivíamos en casa ajena, gracias a Dios conseguimos de a poco un sitio propio”. Su realidad de pobreza le abrió los ojos para pintar un niño durmiendo en la vereda, sobre un cartón “de un producto que ‘tiene que estar a la sombra, es frágil, debe cuidarse, y es hecho en Paraguay. Es un simbolismo”.
Madame Lynch llora desconsolada,
ante la muerte del Mariscal Francisco Solano López
Fidel Fernández con Burkhard Wittkowski.
Feliz, realizado y con el sueño cumplido, en El Cabildo.
Fotos: HEBER CARBALLO
Artículo de CECILIA MEDINA
18 de Julio de 2009
Fuente: www.abc.com.py
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