Carlos Noguera -poeta y compositor nacido el 17 de agosto de 1950 en Asunción-, a los 21 años, estaba lleno de preguntas. Vivía en un régimen político donde hasta para respirar 13 veces por minuto -como diría el poeta español Gabriel Celaya en "La poesía es un arma cargada de futuro"-había que pedir permiso. La libertad había quedado atrapada en la maraña de un gobierno acostumbrado al olor de la sangre de los rebeldes, disconformes y contestatarios.
El que con el tiempo se convertirá en una de las voces más claras, rotundas y lúcidas del Nuevo Cancionero paraguayo, buscaba su propio registro para expresar sus sentimientos, su entorno y esa atmósfera a ratos irrespirable que se oía susurrar entre las sombras agazapadas.
Ya dueño de las herramientas expresivas que le permitirían crecer en su labor de creador poético-musical, crea, en 1971, Canción de mi tiempo. Era su segunda obra con letra y música.
"Era una época oscura. Abordaba la temática existencial de la soledad y la posibilidad de juntar a los que tenían el mismo sueño de libertad. Estaba la necesidad de cambio y había que decirlo de alguna manera en el arte. Por eso, lo mío era una canción para ese tiempo que vivíamos", recuerda Carlos al hablar de aquella obra que le daría, en 1977, título al primer disco del Grupo Juglares."En la grabación, cantó Claudia Abente", precisa.
"Ubico a esta creación en el marco de la canción latinoamericana. Fue el germen de lo que hoy se llama Canción Social Urbana. Sale del molde tradicional de la música paraguaya que creo se agotó en José Asunción Flores y Agustín Barboza. Hay ya una propuesta armónica más ambiciosa y una mayor fuerza en la melodía. Expresa un país donde se aceleró la urbanización y hay influencias -en la música que inciden en creaciones nuevas como las mías", explica.
Por aquella época había llegado a Asunción, como miembro del Cuerpo de Paz, el norteamericano Gordon Campbell. Era máster en música, recibido en la Universidad de Youngstown. Tocaba el corno en la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA).
"Él era muy amigo mío. En la primera etapa de mi formación musical, me ayudó mucho. Me mostró caminos. No solo me orientó a mí sino a varios que formaban parte del movimiento del Nuevo Cancionero. Fue muy importante para nosotros", reconoce Noguera.
En casa de un amigo de Carlos se estrenó Canción de mi tiempo. Allí estaba también aquel músico que le acompañaba en sus primeros pasos.