TRAGOS DE UN ÉTER LLAMADO SER
Poesías de GRISELDA TORRES
ESPECTROS
En habitaciones repletas de cuerpos
que cuelgan de sus muertes precoces
y gotean humores de clemencia,
se visten fantasmas monocromáticos
con túnicas de fiesta.
Ríen, comen, beben
mofándose de la incorporeidad
engañosa de la muerte.
Tratando de cruzar un umbral,
caen desfallecidos en pilas de apariciones,
a cenizas reducidos,
no quebrantan, ni molestan.
Son remedos del pasado.
TIEMPO
Es este
el tiempo marchito
que compartimos.
El estropeado lapso
en el que vivimos
apretados a los números
que cantan un fin
para volver al comienzo
que solo cambia de nombres.
PERPETUO
Vuelve a la raíz de lo vivido
porque el tiempo no perdona
y las horas se evaporan
en el irremediable curso
que toman los volátiles segundos.
Sembrando en los instantes de presencia
tus huellas en las crónicas
quedarás convencida de que dejarás en ellas
la dilatación del ser.
METAMORFOSIS
La envoltura de celofán de la coraza
se desprende de la epidermis
para caer apergaminada y
descubre los poros dilatados
en la membrana carente de privaciones
al descubierto y bajo luz de luna.
Renaciendo de una nueva cáscara
se funde en nuevas sensaciones
acurrucada a la pretensión,
abrigada bajo las prematuras sombras
de el nuevo sol.
EL MAR Y LA ARENA
Un pensamiento de arena
que aparece flotando,
se lleva como un soplo
el cristal derretido
de un encendido segundo.
En la sílice flameada
vierte su duda de vidrio
quebrándose en mil partes
con bordes imperfectos.
En su misión de fundirse
con sal de nuevos mares
se hace cómplice
de un punto desierto.
TENTACIONES
Sé
que rondas la conciencia
despierta en horas de sueño
y en su reposo lastimas
con balas de plata
lo que queda
de un demonio nefasto
sorteando la culpa
de la destrucción
de un cuerpo con alas.
SUBLIMACIÓN
Las palabas encendidas
recorren el sendero,
hacia el cuarto de hielo
donde se han extinguido
las luces de tus sentencias.
Ya no hay eco de cuerdas
y siento en la superficie de las memorias
el manso semblante de tu rostro
huyendo del olvido.
FRENTE AL ESPEJO
Aquella efigie femenina
colmada de ardores inconclusos,
pasiones dormitadas
y estímulos calmados
recorre los recodos
de su propia ausencia
y se busca
en la imagen que de ella dibuja el espejo.
Ese momento le pertenece.
Se hace suya.
Se posee y entrega.
LOCURA
Durante la oscuridad abrazadora
camina como alma en pena
secreteando a vivas voces
las disyuntivas
y carga en sus espaldas
un saco de muertes ajenas
como cruces de acero.
Peregrinos fallecidos
que moran su historia
proliferan a mansalva.
Semejantes a la nitidez de un cuadro
son fotografías que empujan
los pasos vacilantes
de aquel eterno desatino.
DESAHOGO
Quisiera
que este puño
violeta de sangre en furia
dejara tallados
en el cemento
los cuatro dedos que anteceden
a su rostro
para curar las ansias
de desembocar
este río tormentoso
en caudales mansos.
ACOPLES
Le gema carmesí se encendió
dentro de la caracola alumbrada
por pupilas rutilantes.
Vapores exhalados en ritmo de reloj
destilan aromas de frutas
cuando el rozamiento se convierte en idioma.
Destiñen las palabras en monosílabos
migrantes y primitivos
hasta susurros transparentes.
En tanto gota a gota se derrama la luna
vigilando de cerca
a ellos dos.
DISCRETO PAROXISMO
Está sofocada por el aire oscuro.
El nudo atosigante se ciñe al cuello
es la estola invisible y opresora.
Esgrime los impulsos con angustia
y aleja la posibilidad del hecho.
Los ácidos del cuerpo deshacen
las palabras que ya no sonaron.
El silencio se convirtió
en el máximo paroxismo.
LA HECATOMBE INTERIOR
Me encontraba perdida en aquel cataclismo.
Los objetos mutaron hasta ser piltrafas
y se redujo a cenizas la faena del hombre.
La confusión instalada se cobró la calma
y un bramido sacudió la transición tangible
que verifica el regreso del sismo del alma.
SIN GRAVEDAD
Hoy desperté vacía.
Busqué en algún remoto escondrijo
el temblor de las paredes de algún vaso,
el estremecimiento de algún tejido remanente
que me hiciera evidenciar que estoy viva.
Escudriñé en las moléculas del aire
por un dejo comestible de ayer,
por el efluvio del tabaco machucado
o en su inevitable defecto
por el vaho desagradable de la carne.
Presumí exitosa
mi exhaustiva búsqueda
en ausencia de pestilencia humana.
Sin embargo
encontré a mi ser etéreo
amorfo, intangible
inconstante e incorpóreo,
suspendido en alguna dimensión incierta
sin cielo ni infierno.
Ni siquiera limbo.
GRISELDA TORRES, licenciada en obstetricia se ha volcado a la poesía desprendida de modelos anquilosados, ha cultivado la elevación de su voz impregnada de refulgencias destacadas. Se pronuncia con claridad, sin dimitir ante la meticulosa irradiación surrealista que llena sus invocaciones. Nada le hace perder el destello de una realidad compleja que la invita a memorar, escribir, recrear y definir su voz en cada poema. Si bien publica por primera vez en esta antología nadie podrá decir que su poesía contradice la estructura poética que propuso el Taller. En ese sentido, absorbió el mecanismo de trabajo y encaminó su expectativa hacia la lectura de los grandes maestros que siempre señalan el camino correcto que hay que recorrer. Plenamente lograda apunta inexorablemente hacia la concreción de una poesía de atrayente valor.
VICTORIO V. SUÁREZ
Director del Taller de la UNIBE - Diciembre de 2009
Fuente:
DOCE
TALLER LITERARIO UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
Diseño gráfico: Arandurã Editorial
www.arandura.pyglobal.com
Asunción – Paraguay
Diciembre 2009 (173 páginas).
![](https://www.portalguarani.com/userfiles/images/Unibe/doce poetas taller UNIBE 2009.jpg)
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IMÁGENES DE NUESTRO HERMOSO PARAGUAY
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Fotografía de FERNANDO ALLEN