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VINIENDO DE ATRÁS
Optimista y atractiva ofrezco esperanzas haciendo alarde de riqueza interior. Transito segura de lo que soy capaz de dar, repitiendo soberbiamente cantares bellos escritos por inmortales.
¿Quiénes son inmortales?.. . Y salta el resorte de mi fraude (¿es un fraude o una trampa?).
Alguien que intenta conocerme, hurga, investiga. Es un espíritu que descubre mentiras. Hace sumas, restas y encasilla fichas. El, no quiere aceptar que mi mundo y yo somos sin razón.
¿Tengo cincuenta años o sesenta o noventa o nunca tuve años? Nadie lo sabe...
El espíritu que revuelve entrañas, alarga sus manos intentando sujetarme. Aprovecho el momento para dejarle un viejo y rotoso libro de Machado, "hasta mañana".
Estoy poniéndome el uniforme de religión atrasada y los zapatos negros de tacones chatos. Todo es chato, enclaustrado. Una voz grita:
-¡Murió tu profesora de Literatura!.
¡Salir!, salir. ¿Cómo salir? Con tantos controles, monjas y puertas llaveadas.
Son dos cuadras. ¿Nada más que dos cuadras? No, no... son cien, trescientas. ¿Cuántas? ¡Quién me dice cuántas!. Deba correr, correr.
La encuentro hermosa. Nunca fue hermosa. Era culta y sensible. Se suicidó. Ya no es sensible. Se acabó. Es nada. Nada su Maestría en Letras de la Univer sidad de Salamanca. Nada el marido más joven que ella, que se acostaba con otra más joven que él. Todo..., nada.
-Natalia., suprime los adjetivos innecesarios (¿puedes hablar?).
Natalia, ¡siempre equivocándote en el uso de las preposiciones! (te impacientas).
-Natalia, lee, lee, lee.
-¿Más?
-¡Más!, juega con Don Quijote, conversa con él, viaja por tierras de La Mancha. Almuerza "duelos y quebrantos" y continúa...
¿Te suicidaste? ¡Faltaban tantas lecciones!, si apenas estábamos comenzando.
Elegiste el final.
El final de las dos. Lo presiento. Lo sé. Me ocurrirán las mismos absurdos. Diferentes, pero serán los mismos absurdos. ¡Cuánto duele que hubieras nacido condicionada por este pueblo, por estos hombres, por estas circunstancias! Te han tirado a un calabozo. Escapaste. Ya no luchas.
-Natalia, el hombre es libre (¡vives repitiendo lo mismo!).
-Natalia, en última instancia, es posible elegir.
Ayer nos leíste versos de Antonio Machado:
"No extrañéis, dulces amigos,
que esté mi frente arrugada;
yo vivo en paz con los hombres
y en guerra con mis entrañas".
La gabardina del uniforme es liviana, siento frío. Salgo de clase en busca de un saco de paño grueso. Vuelvo y me extiendes él libro de Machado "hasta mañana".
Acá lo tengo. Te lo traje. ¡No sé dónde ponerlo! ¿Sobre la cama a tu lado?
¿.......................... ?
¡En la mesa de luz!
¿Por qué nadie apaga el velador?
Salgo a la calle con el libro apretado a mí. Ya no te pertenece, porque a nadie perteneces. Te haz desprendido.
Aquel día comenzó mi caminar sobre bordes peligrosos. Comenzó el proyecto de terminar en el fondo del hondo pozo en el que estaba.
¿Estaba allí porque nací en él? ¿Estaba, allí porque caí? ¿Estaba allí porque no hay sino pozos?
Pozos, pozos sin tierra, sin agua, sin viento. Me asfixio.
Graciela, con siete añitos metidos en el uniforme marrón, consuela y dá lecciones:
-Le pregunté a la hermana Rosa si Dios está en el cielo. "Sí" me dijo ella- la niña piensa un instante y razona...
-Los muertos van al cielo, ¿verdad? - hace una pausa.
-¿Tu profesora está en el cielo? - mira hacia arriba e interroga.
Inspiré y la idea circuló.
-Dios, ¿es el primer muerto?
-Natalia, ¿por qué no se acentúa ortográficamente la palabra Dios? (prometo recordar).
-Los monosílabos tienen acento pintado solamente cuando ...
NEIDA BONNET DE MENDONÇA
TALLER CUENTO BREVE
Dirección:
Imprenta-Editorial
Casa América,
Amplio resumen de autores y obras
de la Literatura Paraguaya.
Poesía, Novela, Cuento, Ensayo, Teatro y mucho más.
