LOS LABIOS DEL SILENCIO
(1986)
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PRÓLOGO
He aquí un poemario de ROQUE VALLEJOS, el benjamín del grupo generacional del Sesenta. Una generación señalada en casi todos los casos por la temprana aparición en la crudeza de la circunstancia; por el ímpetu genuino de su voz y también por el desgarramiento en el silencio. Este poemario representa algo así como una resurrección. Muchos años -muchos, aunque el autor sea todavía joven- permaneció callada una voz promisoria, en la cual más de un crítico autorizado había señalado rasgos felices para esta literatura. (Vicente Aleixandre y Pablo Neruda por ej.).
Y la gente olvidó al joven poeta: olvidó sus poemas de LOS ARCÁNGELES EBRIOS, de PULSO DE SOMBRA, de POEMAS DEL APOCALIPSIS... Olvido el rayo duro y lívido de eclipse que sesgaba sus paisajes interiores; sus sombras cruzadas por sentenciadas luciérnagas.
Ahora sus poemarios vuelven; y con ellos otros poemas que regresan al poeta a su mundo por el cual el silencio pasó como un ciclón sordo remodelando la desolación en perspectivas más lejos aún de la esperanza.
La metáfora de lo inverosímil, en que éste se torna realidad única e irreversible, fue siempre don de este poeta. En el poemario inédito que actualiza el libro, el vuelo de estas imágenes se hace aun más vertiginoso. Tienen la calidad irracional y sin embargo avasallante de las palabras de los sueños, que no están en ningún diccionario, pero que en el residuo de angustia que nos dejan certifican su significado más allá del tiempo y del espacio que creemos nuestro. Metáforas que son como caídas vertiginosas en el vacío, en las cuales el hombre, como los héroes de Kosinsky, aparece incapaz de hacerse sino deshaciéndose.
Son poemas construidos con sólo significantes, en angustioso obsesivo desfile, sin que consigan -ni parecen buscarlo-- un punto de encuentro en un significado. Quizá sea ésta la más cruel de sus metáforas: la del hombre en pedazos, que renuncia a reconstruirse.
Una poesía lanzada como un SOS al mundo donde el hombre, suicida, arrastra en su suicidio a la palabra.
JOSEFINA PLA
INTRODUCCIÓN
Cuando hace dos décadas la poesía de ROQUE VALLEJOS irrumpió, tal es la palabra, en el panorama de las letras nacionales hubo una reacción de estupor, para algunos, y de sincera admiración para otros. Era una poesía descarnada, madura, a pesar de la edad del poeta (17 años) y, por momentos, con una fuerza desconocida hasta entonces, en donde las palabras restallaban como látigos, plenas de vigor y contenido.
Luego de tres libros, PULSO DE SOMBRA y LOS ARCÁNGELES EBRIOS POEMAS DEL APOCALIPSIS en las cuales se notaba la rápida evolución del autor, un prolongado manto de silencio se abatió sobre la palabra poética de Roque Vallejos. Esa palabra "agonística, vivencialmente trágica", al decir de Roa Bastos, quedó trunca, en apariencia. Pero ese silencio fue nada más que una pausa, muy prolongada, si se quiere, pero hoy ha terminado y surgen estos versos, breves en extensión y en cantidad, pero manteniendo la descarnada fuerza inicial, enriquecida ahora con las amargas experiencias de la vida, las cuales han dejado su impronta en la palabra.
La voz no ha cambiado, pero no se ha vuelto adulta, tremendamente adulta, como si quisiera probar, en forma fehaciente, la validez de los vaticinios del joven poeta de hace cuatro lustros.
Y así no dice: "Hablaron/ para callarme/ Me arrojaron silencios/ como piedras". No hay retórica alguna, como nunca la hubo en la voz poética de Vallejos. Son las palabras simples, escuetas y tremendas las que dan el tono. En "Alfabeto de mal" es palpable esta realidad: "Todo fuego por dentro/ Y, por lo poros, humo./ Ascua que se desprecia,/ pero llaga". Y sin embargo no es una poesía desesperanzada, sólo es una palabra decepcionada, porque en determinados versos como los de "Los trinos fugados" se atisba una salida, una luz que rompe la absoluta tiniebla de esa realidad que lo oprime y cerca.
Así como se saluda -y la suya fue saludada, en su caso- la voz adolescente de un poema, así también con el mismo fervor esperanzado debe recibir la bienvenida la voz recuperada, que en el camino transcurrido, ha recogido una cosecha, muchas veces amarga, y que ha aprendido, como la señala el mismo Vallejos en su poema "La paz de Marta Lynch", que "Escribir es como un autofusilamiento".
JOSÉ LUIS APPLEYARD, Julio de 1986
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TESTIMONIO
(Fragmento)
"...TU NOMBRE SERA FLOR
DE PERFUME AGRESIVO
NO TOCARAN MAS NUNCA
TUS PETALOS AQUELLOS
POETAS QUE VENDIERON
TU DOLOR POR SU GLORIA".
DEL POEMA "LA VICTORIA FINAL"
DE SU LIBRO YA MENCIONADO.
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LA LÁGRIMA SIN SOMBRA
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A la Sra. Lilli de Von Loppel
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Agua lustral
lágrima mía,
extintora feroz
de gusanos del
alma,
lavadora tenaz
de llagas y de cruces,
de espinos y claveles
de clavos y azahares
novia de rosas
y jazmines,
y claveles del aire
Desposadora de Dios
Apagadora de infiernos,
sal de las desgracias
miel de los fastos.
Altozano de amor
¡cuanto te debo!
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10-VIII-86
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LOS ALCORES NO MENGUAN
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A Saray Encina Iglesias
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Mudos mis ojos tragaron
el tormento;
Si no me entregué
a la muerte
menos me entregaré
a la vida.
Corazón poblado por
desiertos,
mis pupilas miraban
pero no veían,
mis oídos escuchaban
pero no oían,
el gemir de cadenas
de mis huesos,
ni él feroz aleteo
de mi ave agorera.
Pero noche de eclipse
pasa,
y el sol puede apurar
sus manchas.
Aunque no crean,
el cielo volverá a ser virgen
y las galaxias ya no estarán
convictas
por el hombre.
LA PALABRA DE TIERRA
Morir,
es preferir la liza
la puñalada lustral
de la lucha quimérica.
Es derramar la linfa
que nutre el pan
de todas las trincheras.
Es segar las llamas
del chivato escarlata.
Y llenar de pólvora
las sienes martilladas.
Es cuajar la boca de relámpagos
y tener
burbujas de sangre
en la garganta.
Es no tener atadas
estrellas
en la frente.
¿Quién recoge Señor
la luna de los yertos?
¿Y la aurora que muere
en sus miradas?
LOS TRINOS FUGADOS
La rama es viento detenido
aire sin alas
polen no libado
Las aves han dejado
sus violines vacíos
mientras fugan
sus trinos
aleros acallados
Oh nubes breves, que
nos robas las aves
¿en tu morral de tiempos,
quien le arreas la voz?
¿Adónde irá el aroma
de su breve suspiro?
¿Los ayes y los sones
de su arpegio piar?
¿No hay bandada de flores
que nos odore el alma?
Cocuyos que cautiven
la emoción de mirar?
ALFABETO DE MAL
Todo llama por dentro
Y, por los poros, humo.
Ascua que se desprecia,
pero llaga.
Infierno que nos gasta
con lamidos
Fuego virgen
ardor de magma.
Violado cáliz
de la nada.
Aguantadero de soles,
despeñaderos de lunas.
Caldero que descama
el alma fugitiva.
Escuela lapidada,
sin niños, ni campanas.
¡Oh! palomas sin vuelo
¡Oh! sertones sin Dios
¡Oh! huesos ya sin dueños
¡Oh! noria quebrada
¡Oh! ágrato alfabeto
se la muerte.
CONTRA LA "INDUSTRIA DE LA MUERTE"
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"Ser cobarde es sentirse fuerte
entre los débiles" I. KANT
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Desaparecieron
si,
pero regresarán un día,
con pancartas
de sol,
fulgiéndole en los poros,
con estrellas libérrimas
en los ojos,
y lunas
ancladas en las sienes
La música,
ovillada,
de sus tumbas
será desmadejada por la vida,
ya nadie será flor
de los puñales de Harmodio.
La muerte, caminará,
hacia atrás. Barrabás, volverá
para ser crucificado.
La sangre remansada,
bullirá para siempre
en la mejilla
de todos los tulipanes
de la tierra.
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1982
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EL VERBO QUE NOS HACE
Sólo el verbo me existe
y yo no puedo asirlo.
Mi lengua, que alguna vez
fuera paloma,
es ala quebrada
vuelo hacia abajo.
Las flores que busqué,
no me encontraron. Los pétalos
inscribieron, mi nombre equivocado.
Sentado en mis oteros,
busqué nube mendiga; astro deshojado,
cóndor de piedra.
Bebí jugo de estrellas
y luz de soles ciegos, pero mis pies
ya constelados, negaron al ascenso
Babel Babel, ¿por qué paramos?
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Fuente:
La Gran Enciclopedia de la Cultura Paraguaya
www.ellector.com.py
Asunción-Paraguay, 2000 (pp. 173)
Amplio resumen de autores y obras
de la Literatura Paraguaya.
Poesía, Novela, Cuento, Ensayo, Teatro y mucho más.