LA CAMPAÑA DE CORRIENTES
(GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA)
CAMPAÑA DE CORRIENTES
OCUPACIÓN DE CORRIENTES
El 11 DE ABRIL DE 1865, el mariscal FRANCISCO SOLANO LÓPEZ dio las instrucciones definitivas para el inicio de las hostilidades contra la REPÚBLICA ARGENTINA, y su primer objetivo fue la ocupación militar de la ciudad de Corrientes.
Para el efecto ese mismo día salió de Asunción la escuadra naval comandada por el capitán de Fragata PEDRO IGNACIO MEZA, que se componía de los siguientes vapores: "TACUARÍ”, "YPORA", "YGUREY", "PARAGUARÍ” y el "MARQUÉS DE OLINDA", para unirse a la División comandada por el general WENCESLAO ROBLES.
La CAMPAÑA DE CORRIENTES se inició con la toma y ocupación de la ciudad de Corrientes por la División del Sud que estaba al mando del brigadier general WENCESLAO ROBLES, además de la captura de los barcos de guerra argentinos "25 DE MAYO" y el "GUALEGUAY", por la escuadra naval paraguaya.
Una columna comandada por el general Robles se dirigió al Sur, costeando el río Paraná, al tiempo que otra dirigida por el teniente coronel ANTONIO DE LA CRUZ ESTIGARRIBIA, atravesó el territorio de las Misiones. Los intentos de movilizar a los disidentes argentinos fracasaron y si bien las fuerzas movilizadas por el general Urquiza se desbandaron en Basualdo y Toledo, las tropas paraguayas no encontraron la ayuda que esperaban. La columna del general Robles llegó hasta Goya.
El 19 de marzo de 1865, se procedió a la elección de la nueva Junta Gubernativa de la provincia de Corrientes, siendo electos los señores Teodoro Gauna, Sinforoso Cáceres y Víctor Silvero. La nueva junta estaba asesorada por el Ministro de Relaciones Exteriores paraguayo don JOSÉ BERGES, y tenían como misión fundamental la de conseguir la adhesión de la Provincia de Corrientes a la causa paraguaya. Para el efecto se trasladó a la ciudad de Corrientes.
El grueso del ejército paraguayo compuesto de 15.000 hombres, abandonó Corrientes y se ubicó en su nuevo campamento, a orillas del arroyo Riachuelo. Quedó una guarnición paraguaya en la ciudad de Corrientes, al mando del sargento mayor JOSÉ DE LA CRUZ MARTÍNEZ.
BATALLA DEL RÍO SAN LORENZO
El general Robles despachó una expedición combinada por agua y tierra al mando del sargento mayor JOSÉ MARÍA AGUILAR, para disolver los grupos armados que se hubieran reunido en esa zona. La vanguardia paraguaya estaba integrada por cincuenta lanceros del Regimiento de Caballería N° 21 al mando del teniente JOSÉ DE JESÚS MARTÍNEZ, cayó en una emboscada cerca del río San Lorenzo, y quedaron totalmente rodeados. El teniente Martínez fue intimado a rendirse por el comandante correntino y el comandante paraguayo respondió con una gallarda respuesta: "Cuando mi espada se haya hecho pedazos, y mi cuerpo estuviese tendido en el suelo, sólo entonces me daré por rendido".
Y el combate empezó cuando cuatrocientos jinetes correntinos, convenientemente equipados, atacaron a la avanzada paraguaya, que resistió heroicamente las sucesivas embestidas de los jinetes correntinos. Se produjo un entrevero cuerpo a cuerpo, hasta que los paraguayos lograron romper el cerco y dispersar a sus atacantes. Fue el primer encuentro terrestre entre paraguayos y argentinos. Tuvo lugar el 28 DE ABRIL DE 1865 y terminó con la victoria para las fuerzas nacionales, que tuvieron cuatro muertos y varios heridos. Las bajas argentinas fueron considerables.
La expedición hacia el sur prosiguió después de aquel combate en el Río San Lorenzo, y el 20 de mayo de 1865 la División de Sud, se apoderó de la ciudad de BELLA VISTA y el 23 de mayo, de SANTA LUCÍA, sobre el río del mismo nombre, seis leguas al norte de la ciudad de Goya.
BATALLA DE CORRIENTES
Para el ataque de la ciudad de Corrientes el Alto Mando de la Triple Alianza dispuso una expedición conformada por 19 barcos de guerra, entre ellas sobresalían las cañoneras brasileñas "PARANAHYBA", "ARAQUARY", "YGUATEMI", "MEATIM", "ITAJAHY", "JEQUITINHONA", "BEBERIBE", "BELMONTE", "IPIRANGA" además de 50 piezas de artillería y 2287 combatientes, bajo el comando del vice almirante FRANCISCO MANUEL BARROSO. Entre los barcos argentinos estaban el "PAMPERO" y el "PAVÓN" y varios remolques en que venían las tropas del Primer cuerpo de ejército al mando del general WENCESLAO PAUNERO, con un efectivo de 1800 hombres, totalizando 4.087 hombres. Mientras tanto la ciudad de Corrientes estaba custodiada por los Batallones N° 3 y 24 al mando del sargento mayor JOSÉ DE LA CRUZ MARTÍNEZ, y vapor "PIRABEBE" al mando del teniente TORIBIO PEREIRA.
El ataque combinado terrestre-fluvial comenzó en la mañana del 25 de mayo de 1865, luego de intenso bombardeo por parte de la escuadra aliada, comenzó el desembarco alrededor de las tres y media de la tarde en un lugar llamado BATERÍA, donde se libró un infernal encuentro a arma blanca entre las tropas argentinas al mando del comandante CHARLONE y del coronel RIVAS y el Batallón N° 24 comandado por el teniente VICENTE LÓPEZ, después de que las tropas argentinas recibieron nuevos refuerzos lograron apoderarse de la Batería. La batalla prosiguió en el puente del arroyo Araza, donde la superioridad de las tropas brasileñas obligó a los paraguayos a retroceder lentamente. El sargento mayor José de la Cruz Martínez, dirigió la resistencia desde la plaza 25 de mayo, acompañado del ministro don José Berges y alrededor de las 5 y 30 de la tarde dio la orden de repliegue hacia las lomas, sin ser perseguidos. Esa misma noche los aliados ocuparon la ciudad de Corrientes. Los paraguayos tuvieron 120 muertos y 83 heridos y los aliados 69 muertos y 215 heridos.
La ciudad de Corrientes fue abandonada por los aliados entre los día 26 y 27 de mayo, y el día 28 fue ocupada nuevamente por las tropas paraguayas comandadas por el sargento mayor José de la Cruz Martínez. Una de las primeras medidas tomadas por el comandante paraguayo, fue el entierro de los muertos en la batalla del 25 pasado. El oficio religioso estuvo a cargo del padre DANIEL SOSA. Por su actuación en la batalla de Corrientes fue condecorado con la Orden Nacional al Mérito al sargento mayor José de la Cruz Martínez, comandante del Batallón N° 3.
Luego de la batalla, el general WENCESLAO ROBLES recibió la orden de retroceso reiterada el 1° de junio de 1865. Antes de iniciar el retroceso general de la División del Sud, el general Robles, dispuso que la vanguardia comandada por el teniente coronel JOSÉ MARÍA AGUIAR, tomara la ciudad argentina de Goya, que encontró abandonada, salvo algunos comerciantes extranjeros. Siguiendo sus instrucciones, el comandante Aguiar nombró al señor ADOLFO LÓPEZ, Jefe Político de la ciudad y requisó las maquinarias de la imprenta "La Esperanza" para enviarlas a Corrientes.
BATALLA NAVAL DE RIACHUELO
El mariscal FRANCISCO SOLANO LÓPEZ traía la idea de apoderarse de la escuadra brasileña mediante un golpe de audacia, cuya dirección encomendó al capitán de Fragata PEDRO IGNACIO MEZA en combinación con las fuerzas de tierra, que debían colocarse estratégicamente, durante la noche, en las barrancas cercanas al fondeadero de las naves enemigas bajo el mando de los sargentos mayores JOSÉ EDUVIGIS DÍAZ (Batallón 40) y JOSÉ MARÍA BRUGUEZ (Regimiento de Artillería a Caballo).
La operación de ataque a la escuadra imperial fondeada en Riachuelo, fue establecida a la madrugada con el fin de abordarla sorpresivamente, y a un determinado buque enemigo, para luego remolcarlo a Humaitá, pero una avería del buque "YVERA", y el tiempo que se tardó en repararlo, hizo que se perdiera mucho tiempo y con ello el factor sorpresa.
Ya no podía cumplirse el plan inicial.
Eran las 9 de la mañana del 11 DE JUNIO DE 1865, cuando se avistaron ambas escuadras y comenzó la batalla naval más grande hasta entonces en aguas sudamericanas. Aunque se perdió el factor sorpresa y el amparo de la oscuridad de la madrugada, el Comandante Meza ordenó el ataque a la escuadra imperial y el combate naval empezó con nutridas andanadas de artillería que hicieron mellas en uno y otro bando. En el primer cruce de fuego, una de las balas destrozó las calderas del "JEJUÍ", que quedó fuera de combate. El "TACUARÍ" también sufrió desperfectos a consecuencia de los impactos, pero fueron reparados sobre la marcha. A pesar de que los buques brasileños sufrieron serías averías, ninguno quedó fuera de combate.
En un segundo momento el "BELMONTE", fue abordado por los "NAMBI’I", que era un Batallón de Infantería N° 6 conformado por gentes de color, ágiles y especialistas en abordajes: los famosos nambi’i oriundos de Laurelty, dominaron a la tripulación y la bandera paraguaya izada a bordo. Igual operación se ejecutó con el "PARANAHIBA", que estaba siendo remolcado por el "TACUARÍ". Pero el acorazado "AMAZONAS" y otros buques lograron rescatar de la mano de los paraguayos al "BELMONTE" y al "PARANAHIBA". Posteriormente el "AMAZONAS" embistió al "MARQUÉS DE OLINDA", destrozando su maquinaria, dejándolo fuera de combate, sin embargo su tripulación seguía peleando con denuedo. Su comandante el teniente EZEQUIEL ROBLES quedó gravemente herido. Después de destruir al "Marqués de Olinda", el "Amazonas ", embistió con su mortal proa al "SALTO ORIENTAL" y al "PARAGUARÍ", a los cuales hundió.
La cañonera brasileña "JEQUITINHONA", fue atacada por "TACUARÍ", que con el apoyo de una chata y los cañones del Regimiento 2 de Artillería a caballo, dejaron fuera de combate al buque brasileño.
En lo más agudo del combate cayó mortalmente herido el comandante de la escuadra paraguaya, capitán PEDRO IGNACIO MEZA, quien moriría días después en Humaitá. Le sucedió en el mando el capitán REMIGIO CABRAL, quien más tarde ordenó la retirada.
La escuadra paraguaya se retiró sin ser perseguida, debido a que la batería del comandante Bruguez intensificaba su fuego sobre la escuadra brasileña que también quedó maltrecha.
El teniente Robles cayó en poder de los brasileños y trasladado a bordo del "AMAZONAS", se le practicó una amputación, pero se arrancó las vendas, diciendo que prefería morir antes que permanecer prisionero. Tres días después también falleció a bordo del "AMAZONAS", el teniente VICENTE ALCARAZ, comandante del "SALTO ORIENTAL".
El 13 de junio prosiguió la batalla cuando buques de la escuadra brasileña, intentaron rescatar a la cañonera "JEQUITINHONA", fueron enfrentados por las baterías del comandante Bruguez.
El duelo de artillería duró desde las 2 y media de la tarde aproximadamente hasta bien entrada la noche. Días más tarde el Regimiento N° 2 de Artillería a Caballo, se enfrentó nuevamente a la escuadra brasileña en la barranca de Mercedes, causándoles una vez más serios daños.
A finales de junio del mismo año, los marinos a bordo del "TACUARÍ", lograron reflotar el "PARAGUARÍ", siendo remolcado hasta Asunción, para las reparaciones correspondientes. Además intentaron reflotar la cañonera "JEQUITINHONA", pero no hubo éxito.
El saldo de esta temeraria operación fue: cuatro barcos paraguayos y dos brasileños, quedaron fueron de combate. Los destrozos sufridos por los buques brasileños como resultado de los certeros disparos de la batería de Bruguez, imposibilitaron que los barcos paraguayos fueran perseguidos. Al final se impuso la superioridad del armamento naval brasileño que contaba con modernos acorazados, sobre la escuadra paraguaya constituida casi en su totalidad por buques mercantes de madera, que fueron artillados para la guerra.
En premio a la valiente actuación de los marinos, infantes y artilleros en la batalla naval de Riachuelo, el mariscal Francisco Solano López confirió la medalla conmemorativa a dicha batalla.
EJECUCIÓN DEL GENERAL WENCESLAO ROBLES
Por decreto del 20 de junio de 1865, el mariscal FRANCISCO SOLANO LÓPEZ, confirió la condecoración al grado de Oficial de la Orden Nacional del Mérito al brigadier general WENCESLAO ROBLES, comandante de la División del Sud. El problema se inició cuando el general Robles rechazó la condecoración que le fuera conferida por el gobierno. ínterin a ésta situación fue llamado por el mariscal López, el capitán JUAN FRANCISCO VALIENTE, jefe de la Mayoría de la División del Sud, a fin de esclarecer algunas denuncias sobre el comportamiento del general Robles al frente de la División del Sud.
Otro problema constituían las cartas enviadas por el coronel FERNANDO ITURBURU, al general Robles, quien las envió al mariscal López solicitando venia para contestarlas. La última carta de Iturburu, fue contestada por el propio mariscal López. El factor agravante de esta situación, es que a consideración del mariscal López, el general Robles, debió rechazar abierta y enérgicamente la propuesta de Yturburu.
El 24 de junio de 1865, el mariscal López, firmó despacho de ascenso del coronel FRANCISCO ISIDORO RESQUÍN, al grado de Brigadier General y su designación como 2° Comandante de la División del Sud, cargo que asumió el 30 de junio del mismo año, en el Cuartel General Divisionario situado por ese entonces en Rincón de Peguajó.
El 23 de julio, el general VICENTE BARRIOS, ministro de Guerra y Marina, llegó al cuartel general de la División del Sud con la orden de destitución del general WENCESLAO ROBLES de la jefatura divisionaria, siendo nombrado en su reemplazo, el general FRANCISCO ISIDORO RESQUÍN, a quien puso en posesión de la Comandancia de la División del Sud. El general Robles fue enviado a Humaitá donde se le instruyó un sumario por las acusaciones graves que pesaban sobre él.
Después de ser juzgado por un Tribunal Militar, presidido por el coronel BERNARDINO DENIS, el 6 de enero de 1866 fue sentenciado a ser pasado por las armas por "porque ha faltado a sus deberes de su alta posición y a la confianza del Gobierno". El 8 de enero se dio cumplimiento a la sentencia, y con el también fueron pasados por las armas, su secretario el capitán JUAN FRANCISCO VALIENTE, su ayudante el alférez MANUEL GAUNA y su ordenanza, el soldado JOSÉ VILLALBA. En la misma fecha también fue fusilado el sargento mayor JOSÉ DE LA CRUZ MARTÍNEZ, que comandaba la guarnición de Corrientes durante el combate del 25 de mayo de 1865. Su condena fue por causa distinta que no ha trascendido hasta nuestros días.
COMBATE EN ROMERO GUASÚ
El 25 de julio de 1865, en cumplimiento a los planes trazados por el mariscal López, una columna paraguaya de 2500 hombres, al mando del sargento mayor AVELINO CABRAL, quien llevaba como segundo al sargento mayor JOSÉ E. DÍAZ, dio alcance al enemigo al otro lado del arroyo Ambrosio en el paraje Romero Guasú, donde el Batallón 40 tuvo su bautismo de fuego, logrando poner en fuga a los correntinos.
EVACUACIÓN DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES
Según el historiador Julio César Chaves "la prosecución de la ofensiva no ofrecía ya perspectiva alguna, y sí, serios peligros" para la División del Sud. Con buen criterio el mariscal Francisco Solano López dispuso la desocupación del territorio correntino en el decreto del 3 de octubre de 1865, y el establecimiento del nuevo cuartel general de la División del Sud en PASO DE PATRIA.
El día 6 DE OCTUBRE DE 1865, llegó la comunicación del mariscal López a la comandancia del general Francisco Isidoro Resquín, Comandante de la División del Sud, para que comience la operación de desocupación de la provincia correntina.
Durante todo el mes de octubre se realizaron el pasaje hacia territorio paraguayo, de los bagajes, ganados, y los distintos batallones y regimientos. A bordo de los barcos "PIRABEBE" y el "YPORA", el 4 DE NOVIEMBRE DE 1865, a las seis de la mañana, abandonó la costa argentina el último contingente paraguayo eran los soldados del Batallón 40 y del Regimiento 2 de Artillería montada.
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1864 -1870 -1ª PARTE.
Por CÉSAR CRISTALDO DOMÍNGUEZ
© Editorial El Lector,
Asunción-Paraguay 2010.
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Fuente de la imagen: LAS BATALLAS NAVALES. Por CÉSAR CRISTALDO
Editorial EL LECTOR, Asunción 2013