EJERCICIOS DE MEDITACIÓN, 2012 - Muestra de ÁNGEL y LUCY YEGROS
“EJERCICIOS DE MEDITACIÓN”, 2012
Muestra de ÁNGEL y LUCY YEGROS
en Casa Mayor Galería de Arte
Apertura: Jueves 25 de octubre 2012
Ángel y Lucy Yegros son hermanos y han expuesto juntos en varias ocasiones. Esta vez inaugurarán “Ejercicios de meditación” el jueves 25 de octubre, en Casa Mayor Galería de Arte, Malutin 263, Villa Morra, Asunción.
El nombre de la muestra proviene de la obra de Lucy: pequeña secuencia en papel hecho a mano, práctica aprendida por la artista durante una prolongada estancia en Japón, donde conoció los secretos del washi mino paper. En esta serie el mismo papel es ya sustancia de obra, generadora de una poética propia. Los ejercicios a los que es sometido, mezcla de ludismo y reflexión filosófica, potencian y articulan su capacidad expresiva.
Ángel Yegros muestra una pequeña colección de esculturas en material de recuperación, en las que vuelve a su pasión por el metal, reafirmando un viejo ejercicio suyo: trasmutar en belleza los residuos de una sociedad signada por lo descartable. Asimismo, regresa en esta exposición a su afición por las breves sagas con personajes y espacios entre oníricos y metafísicos.
La palabra “ejercicio” proviene del latín y alude a la práctica reiterada de un arte o un oficio. Pero también, y principalmente, a una acción sostenida y regular para adquirir o incrementar alguna facultad. Si bien en el campo del arte los “ejercicios” aparecen como una práctica menor en pos de mayores destrezas, estos “ejercicios” de Ángel y Lucy Yegros hablan de otras reiteraciones y otros caminos: los transitados senderos que llevan a uno mismo.
La muestra podrá ser visitada hasta el 9 de noviembre.
Video de la muestra. Canal de YouTube externo al Portalguarani (Activo a Noviembre 2012)
Fotos gentileza de
CASA MAYOR GALERÍA DE ARTE
MUESTRA DE LUCY Y ÁNGEL YEGROS: UNIDAD E IMÁGENES DEL TIEMPO.
La muestra conjunta de Ángel y Lucy Yegros en Casa Mayor
pone el énfasis en una unidad que no discrimina entre arte, vida, imaginación y ciencia.
Alban Martínez Gueyraud
Crítico de arte
Ángel y Lucy Yegros, hermanos y artistas, han exhibido conjuntamente en contadas ocasiones. Esta vez, en Casa Mayor Galería de Arte --Malutín 263, de Asunción--, presentan obras recientes bajo el título de Ejercicios de meditación. Lucy muestra una serie ordenada y secuencial de composiciones con papeles hechos a mano, siguiendo la técnica del mino washi --práctica aprendida por la artista durante una estancia en Japón--, enmarcadas todas en un sosegado blanco hielo y en un mismo tamaño. Esta serie expresa las preguntas que acosan al ser humano, enaltece y espiritualiza una materia que, tradicionalmente, la cultura occidental ha considerado como algo pobre y secundario. Mientras que Ángel expone una serie de esculturas, de pequeño y mediano formato, en material de recuperación, y con las que retoma su ímpetu por el metal, así como su interés por fábulas con personajes y espacios entre oníricos y metafísicos. La energía desprendida por cada escultura-objeto de Ángel y su capacidad de trascender de lo físico a lo mágico hacen del artista un auténtico alquimista, capaz de romper cualquier barrera temporal, cualquier obstáculo que impida contemplar la realidad del individuo y las circunstancias que rodean su existencia. Así, cada artista, con su propio lenguaje, exhibe, paradójicamente, la cantidad de 13 piezas. Son piezas autónomas, pero que generan una suerte de diálogo indisoluble y único en el montaje, en la ecuación iluminación-sombra proyectada sobre cada una, en la relación sujeto-objeto, así como en la singular atmósfera creada en el espacio expositivo.
Tras ese diálogo espacial y temporal uno, hay muchas cuestiones interpretativas que se desprenderían de ambos trabajos compartiendo escena. Pero queremos destacar dos. Primeramente, nos parece interesante la aproximación a la cultura oriental de ambas obras (a estos dos hermanos los une, entre varias cosas, su pasión por la lectura --tanto la de las tradicionales sabidurías de Oriente: Budismo, Taoísmo y Vedanta, como la de las fuentes del pensamiento occidental--; por el arte --como práctica vital-- y por las culturas originarias de América, sobre todo la guaraní). Asomarse al arte oriental a través de esta muestra, en efecto, supondría considerar los valores formales, estéticos y conceptuales. Y también admitiría pensar de manera integral y latente la correspondencia de diferentes lenguajes, expresiones y pensamientos en la obra de ambos, que constituiría un compendio casi indiscriminable (pintura, caligrafía, poesía, escultura, el lugar de los objetos, los detalles del gesto, el valor del trazo, las rugosidades y los pliegues, la importancia de la sombra, la huella de la soldadura y del óxido, la no-dualidad en la experiencia de la realidad, la meditación --como enuncia el propio título de la exposición, propuesto por Lucy--, entre otras cuestiones). Y, más allá, la cosmología, fuente de toda mística.
INFINITAS ILUMINACIONES PARCIALES
El origen del valor visual de esta conjunción de obras y formas expresivas particulares, al igual que la sugerencia artística que posee toda la vida en Oriente, creemos que residiría allí, en el núcleo mismo de la concepción holística de la cultura. Una unidad que no discrimina entre arte, vida, imaginación y ciencia, que hace del conocimiento de la naturaleza de las cosas una metáfora poética y que añade al papel y al metal --en este caso-- un entramado invisible. Una unidad que hace regir por idénticos principios las dispares manifestaciones artísticas de estos dos hermanos, produciendo en ellas infinitas iluminaciones parciales. Una unidad, por tanto, que concibe al ser humano como elemento de orden universal, del cual su cultura no es más que un reflejo.
Seguidamente, no podemos dejar de mencionar el tiempo vital y las imágenes temporales que se desprenden de estos Ejercicios de meditación. En el caso de los papeles de Lucy Yegros, diríamos que invitan a una mirada fija, una mirada que estimula a recorrerlos en cada detalle, a mover nuestro cuerpo, a distanciarnos o a pegarnos a ellos para percibir afablemente sus texturas, atributos, sutiles contrastes y mensajes. Las esculturas de Ángel Yegros, por su parte, distribuidas alternada y cuidadosamente en el espacio --la mayoría sobre peanas blancas--, nos conducirían hacia una imagen en movimiento que, por el contrario, nos exige recorrer las piezas dedicando cierta quietud a cada obra, una mirada de conjunto, una mirada envolvente para no escaparnos de su proceso temporal, para no distraernos del relato. Así, fijas y móviles simultáneamente, estas imágenes que comparten escena y disuelven los límites disciplinarios, hacen al tiempo parte constitutiva de sí mismas. Parecería que para Ángel y para Lucy Yegros el tiempo, a través de la experiencia y el arte, suma de memoria y sensaciones, configuración continuada del ser y sus posibilidades de presente, es, finalmente, construcción de nosotros mismos.
Fuente: CORREO SEMANAL del diario ULTIMA HORA
Edición impresa del Sábado, 17 de Noviembre del 2012