ADÁN, 1967.
Xilografía en blanco y negro,
RIVERO, JACINTO.
29x29 cm.,
Colección CAV/ MUSEO DEL BARRO.
El grabado de Jacinto Rivero corresponde bien a lo que se ha venido en llamar arte naif. Su capacidad de volver sugestivas las cosas sencillas, de rescatar un otro aspecto de las situaciones simples, su postura directa y llana ante la realidad, coinciden, sin duda, con muchos caracteres del arte ingenuo. Incluso, su tratamiento de los componentes plásticos, basado casi siempre en espacios bidimensionales, en formas recortadas y en el contrapunto primario del blanco y el negro, se adaptan al lenguaje narrativo y minucioso de los naifs. Pero el grabado de Jacinto es, sobre todo, expresión de su percepción directa de la vida, la tradición y el espíritu popular que el artista comparte y siente. Por eso, Livio Abramo, maestro suyo, escribe en una presentación de su obra que "tal vez Jacinto sea uno de los más legítimos y auténticos representantes del alma popular paraguaya, del espíritu de este pueblo que, cercado por países gigantes que están, infelizmente, perdiendo sus propias fisonomías culturales en el altar de esta deformadora civilización tecnológica, de este pueblo, repito, que aún conserva, por lo menos entre los humildes, su autenticidad cultural en aquellas cosas que le permiten continuar siendo el mismo" (Abramo. 1978).
ALABANDO LA NATURALEZA, 1967
Xilografía en blanco y negro,
Jacinto Rivero
Adán es un característico grabado de Jacinto Rivero. Manifiesta su utilización de un tallado corto e incisivo que va cavando formas tajantes en un espacio casi plano y corresponde a su peculiar temática, ligada a la religiosidad popular y al enfrentamiento del hombre con la naturaleza, que aparece constantemente en su obra. Es indudable que el grabado de Jacinto se conecta con la iconografía mestiza paraguaya y que muchas de sus mejores piezas recuerdan soluciones y símbolos de El Cabichuí.
EL CEMENTERIO, 1968
Xilografía en blanco y negro de Jacinto Rivero.
Xilografía en blanco y negro
Colección CAV/ MUSEO DEL BARRO.
La xilografía de Jacinto Rivero, surgida a partir de su participación en el taller Julián de la Herrería y afirma da en la década del '60, en la que produce sus consecuencias más fructíferas, se refiere con convicción, con el conocimiento que da la experiencia propia, a escenas de la vida popular rural y suburbana del Paraguay a través de un lenguaje gráfico escueto y expresivo.
Fuente:
UNA INTERPRETACIÓN DE LAS ARTES VISUALES EN EL PARAGUAY,
Autor: TICIO ESCOBAR,
Editorial Servilibro, Asunción-Paraguay, 2007.