MUSEO DEL MUEBLE PARAGUAYO - FUNDACIÓN CARLOS COLOMBINO LAILLA
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Datos Generales:
MUSEO DEL MUEBLE PARAGUAYO
Secretario: RICARDO FLORES
Curador: CARLOS COLOMBINO
Tel. 0291 432 833
Correo: mueblecolombino@gmail.com
Dirección: Palma c/ Estación Terrena
Cocué Guazú, Areguá
Departamento Central, Paraguay
FUNDACIÓN CARLOS COLOMBINO LAILLA
Presidente : OSVALDO SALERNO
Vice Presidente : RODOLFO OVIEDO
CENTRO DE ARTES VISUALES/ MUSEO DEL BARRO
Directores : OSVALDO SALERNO/ LÍA COLOMBINO
Asesor : TICIO ESCOBAR
MUSEO DEL MUEBLE PARAGUAYO
No es preciso insistir en la inmensa importancia del área museológica. Pero sí en cuanto a que debe ser encarada en una visión de conjunto más sistemática, porque al final somos lo que pensamos, amamos y realizamos. Esa es nuestra riqueza, los recuerdos que conservamos para que sea música y poesía para el espíritu, consagrando el juego de la tradición e innovación que marcan la construcción de la cultura Paraguaya,
Por eso hoy, la Comisión Nacional del Bicentenario, pone todo su empeño en la concreción de espacios como el del Museo del Mueble Paraguayo, pues consigue precisar los objetivos en cuanto a los aspectos históricos, identitarios y de estratégica proyección nacional.
El mueble, mudo testigo de la forma de vivir, de ser y compartir, nos hablará de nuestra historia, nos hablará de nuestros gustos, de cómo socializábamos y lo que es muy importante, nos hablará de cómo conquistar al mundo contemporáneo. Porque los museos son reconocidos centros de creación, comunicación, difusión y producción de conocimiento y preservación de bienes y manifestaciones culturales, todo un patrimonio comunitario que inspira lo que podríamos ser.
Una vez más, Carlos Colombino nos da la oportunidad de acceder a una de esas joyas tan valiosas que permiten de uno u otro modo inspirar nuevos sueños que nos despierta el pasado.
Secretaria Ejecutiva. Comisión Nacional Bicentenario
PRESENTACIÓN
El Museo del Mueble Paraguayo, a ser inaugurado el día 9 de mayo en Areguá (Cocué Guazú), reúne una importante colección de muebles realizados en nuestro país entre los siglos XVII y XX, aunque la muestra fundacional comprenderá sólo piezas producidas desde la época colonial hasta comienzos del s: XIX.
El acervo del museo consta de un valioso conjunto de arcones (karameguá), armarios, tinajas, escaños; reclinatorios, mesas, sillas, sillones, puertas, ventanas y nichos de origen jesuítico, franciscano y popular. La curaduría museal, a cargo de Carlos Colombino, toma como base tanto la diversidad de manifestaciones formales producidas por la transculturación colonial, como cierta unidad estilística, o por lo menos, cierto "arre de familia" que marca con características propias el diseño escueto y seguro del mueble paraguayo y autoriza a hablar de una producción estética original:
Los primeros artesanos carpinteros habían llegado de España ya en 1536, pero la ebanistería, impulsada por la abundancia y variedad de maderas locales, comenzó a adquirir consistencia propia y alcances profesionales a partir de los talleres jesuíticos y franciscanos y, posteriormente, desde los requerimientos de la población civil. En principio, la producción mobiliaria de los talleres misioneros se encontraba destinada básicamente a equipar y guarnecer los templos; pero tanto los procesos de mestizaje de los pueblos franciscanas como, más tarde, la dispersión de los artesanos ebanistas luego de expulsados los jesuitas, influyeron en la difusión del mueble de filiación europea en las regiones más pobladas de la Provincia (básicamente las que hoy pertenecen a la Región Oriental). No sólo a nivel popular, sino también en el ámbito de los usos del criollo acomodado, el mueble local revela una reinterpretación radical de los modelos europeos, tanto en lo referente a la estructura de las piezas como a sus pautas ornamentales.
Este desplazamiento del diseño y la decoración de las muebles (provistos de tachas y herrajes, labrados en madera o cuero, embutidos con maderas claras y, tarareas de nácar o marfil) revela un fuerte proceso de asimilación y transformación de diversas influencias; desarrollo que culminó en un producto bien definido en su temperamento formal y expresivo, aunque variadísimo en sus soluciones particulares. Este resultado desdibuja las diferencias originales: las influencias renacentistas, barrocas o rococó, la procedencia jesuítica o franciscana o bien los usos del mestizo rural o del criollo pudiente. Eso explica que las sucesivas influencias hispánicas, andinas, rioplatenses, y, desde fines del s. XVIII, luso-brasileñas, no perturbaran profundamente el esquema rectilíneo y macizo del mueble paraguayo ni alterasen su decoración austera y su diseño seguro.
Realizada en el contexto de las celebraciones del Bicentenario Nacional, la exposición titulada El mueble (hasta el tiempo de la Independencia inaugura el museo trazando un cuidadoso diagrama entre piezas diversas producidas hasta 1820. Esta selección acota, así, la escena colonial y poscolonial levantando el perfil de cierta sensibilidad epocal en torno al asiento, los enseres domésticos elementales y las aberturas de la casa: el sostén cotidiano del descanso, la comida, la oración o el sueño que conformaba el mobiliario del teatro independentista. Sin embargo, esta acotación tiene sobre todo un sentido simbólico: el mueble paraguayo se conserva básicamente fiel a sus postulados durante todo el siglo XIX y, marcado siempre por la templada sensibilidad mestizo guaraní, se mantiene en ciertos rincones del país como matriz de un diseño inconfundible: la certera economía de formas afectada a las usos indispensables dula casa, la capilla, el espacio cívico y social.