En diferentes épocas de la dictadura, el clima de miedo fue la consecuencia más evidente de las violaciones de derechos humanos. El miedo afecta primeramente a las personas agredidas o su contexto familiar o social más próximo.
Este miedo hace referencia a la vivencia de una situación de tensión permanente y vulnerabilidad extrema frente a la posibilidad de ser detenido, capturado o desaparecido.