LA POLÍTICA DE DEFENSA PARAGUAYA
A TRAVÉS DE LOS DISCURSOS PRESIDENCIALES
(1844-2008).
GRAL. BERNARDINO CABALLERO
Periodo presidencial 1883 - 1886
Cnel DEM. NÉSTOR GONZÁLEZ
Cnel DEM. TSUNG-YING HUNG.
Lic. ZORAIDA GAMARRA
INTRODUCCIÓN
El análisis de los gobiernos posteriores a la guerra contra la Triple Alianza, es realizado con el propósito de aprender de los aciertos y desaciertos de las grandes decisiones tomadas por los pro-hombres de nuestra nacionalidad y lograr con ello comprender las causas y los efectos de su proyección, teniendo presente la filosofía política imperante de la época, conjugado con la situación económica que atravesaba el país, en un trecho de tiempo de la vida pública nacional.
Es tarea ingrata corroer estatuas de nuestros héroes pero es necesario el recuerdo de nuestros muertos para desmerecer o engrandecer las obras realizadas por el mismo, y el caso que nos ocupa, es sin duda un punto de apoyo en el espíritu y orgullo ejemplar de la paraguayidad, la gestión de gobierno del General Bernardino Caballero.
Es oportuno prevenir que las conclusiones de este trabajo no tienen la intención dictar cátedra sobre el tema en cuestión, primero por las innumerables aristas que plantea y segundo, por el insondable análisis del espíritu nacionalista del pueblo paraguayo hacia su ansiada libertad.
Trascurrido diez años de la hecatombe y luego de sucederse tres gobiernos constitucionales, Caballero asume la Primera Magistratura, como el Cuarto Presidente Constitucional, el 25 de Noviembre de 1882. Desde ese sitial inicia una era que se puede denominar de verdadera reconstrucción nacional. Su preocupación se centra en la restauración de las relaciones bilaterales con naciones que ayer fueron sus contendores. Se empeñó en el logro y mantenimiento de la paz interna y para dicho fin consideró de gran gravitación el concurso de las Fuerzas Armadas.
POLÍTICA DE DEFENSA
Bernardino Caballero nació en Tacuary, distrito de Ybycui, el 20 de mayo de 1839, fueron sus padres José Ramón Caballero de Añazco y Melchora Melgarejo y Genes. Inicia su vida militar sentando plaza como soldado raso en el Campamento Cerro León el 5 de Marzo de 1864. A comienzo de la conflagración bélica participa de la Campaña de Matto Grosso bajo las órdenes del coronel Francisco Isidoro Resquín, luciendo las jinetas de sargento de caballería, hace gala de su coraje y bravura en los campos de Nioac y Miranda. En meritos a su relevante actuación obtuvo sucesivos ascensos, es así que en Humaitá se leve con el grado de alférez de caballería y ayudante del Mariscal. En la batalla de Estero Bellaco asciende a Teniente y, por su actuación recibió la Estrella de la Orden Nacional al Mérito. En la Batalla de Sauce y Boquerón ya era Capitán, le cupo comandar la Caballería en la memorable Batalla de Curupayty. A principio de 1867 es ascendido a Sargento Mayor, siendo nombrado Jefe de la Caballería de Extramuros de Humaitá. El 3 y 21 de Octubre de 1867, nuevamente descolló por su arrojo e inteligencia en los combates de Isla Tajy y Tata Jyva, sucesivamente, concediéndosele el ascenso a Teniente Coronel y la Medalla de Tatá jyva. Comandando una División, participa de la segunda Batalla de Tuyuti el 3 de Noviembre de 1867, donde nuevamente es condecorado y asciende a Coronel. En Aca Yuasa, el 18 de Julio de 1868, nuevamente brillo en el firmamento su estrella de genio militar, recibiendo consiguientemente los entorchados de General de Brigada, de manos del Mariscal. Durante la Campaña del Pikysyry, en las batallas de Ytororo, Abay e Ita Yvate, demostró su acendrado temple de guerrero. El 8 de Junio de 1869, juntamente con el mítico Sargento Mayor Eduardo Vera, en Picada Iriarte obtuvo una resonante victoria, obligando a una precipitada fuga al jefe brasileño General Mena Barreto. Llegaron a liberar, a más de once mil residentas, capturando armamentos, uniformes y víveres, tan necesario para la prosecución de la lucha. También estuvo en Acosta Ñu; llegando finalmente hasta Cerro Cora. Falleció en Asunción el 26 de febrero de 1912, en la tranquilidad de su hogar.
REORGANIZACIÓN MILITAR DE LAS FUERZAS NACIONALES AL TÉRMINO DE LA GUERRA
Después de un lustro de lucha, sostenida contra tres naciones, en Cerro Cora, la República recibe su golpe de gracia, con el asesinato del Mariscal Presidente Francisco Solano López. Meses antes de ese luctuoso epilogo, en Asunción, ya se había instalado un gobierno paralelo, á la medida y gusto de los invasores. En ese ambiente, se inicia la reorganización del Ejercito, con la formación de una División de Infantería con el objetivo de controlar la situación surgida a raíz del levantamiento producido en la localidad de Tacuaral, en fecha 25 de Noviembre de 1872, a la nueva gran unidad se le conoció con el nombre de División Garuará, que con su intervención se espera ser aplacada el espíritu sedicioso de los jefes y líderes de los movimientos políticos enfrentados.
En 1874 se crea las primeras organizaciones estables del Ejercito Nacional; unidades de líneas, de escoltas y milicianos.
En este periodo, la utilización de estas unidades fueron marcados por el vaivén de la política criolla, cuyo resultado fue una larga anarquía que solamente con el advenimiento del Gral. Caballero a la presidencia de la República se volvió a la tranquilidad.
GOBIERNOS DE LA POS GUERRA
El 15 de Agosto 1869 se instala un Triunvirato conformado por; Cirilo Antonio Rivarola, Carlos Loizaga y José Días de Bedoya. Las funciones de este gobierno se extendió hasta el 31 de Agosto de 1870. Para esa fecha el triunvirato estaba desarticulado; retirado Díaz de Bedoya, renunciante Loizaga y cesante Rivarola.
Desaparecido estos, la Convención Nacional Constituyente designa como Presidente Provisional al Dr. Facundo Machaín. Este ilustre ciudadano con sus escasos 23 años no duró en el cargo más de siete horas (desde las 5 pm hasta la media noche del referido día).
El 1º de Setiembre de 1870 es nombrado Presidente Provisional Cirilo Antonio Rivarola, ejerciendo dicho cargo hasta el 25 de Noviembre del mismo año. Luego de un ajetreado trajinar político, el 25 de Noviembre de 1870 es nombrado Presidente de la República, para el Primer Periodo Constitucional, Cirilo Antonio Rivarola, llevando como Vicepresidente al Sr. Cayo Miltos. Rivarola tuvo que afrontar un sin número de obstáculo. Al fallecimiento del Vicepresidente Miltos, fue nombrado Salvador Jovellanos para desempeñarse en el cargo del extinto. Este último tuvo que completar el Periodo Presidencial, desde el 18 de Diciembre de 1871 hasta el 25 de Noviembre de 1874.
El 25 de Noviembre de 1874 asume la primera magistratura para el segundo periodo constitucional, Juan Bautista Gill, héroe de la Guerra Grande, descendiente de combatiente de Paraguarí y Tacuary. Le acompaña desde la Vicepresidencia Higinio Uriarte. Se extiende su mandato hasta el día de su asesinato acaecido el 12 de Abril de 1877, asumiendo, hasta el entonces Vicepresidente, Higinio Uriarte, este completa el periodo, el 25 de Noviembre de 1878.
El Sr. Cándido Bareiro es el designado para ejercer el Tercer Periodo Constitucional, iniciándose en la alta magistratura el 25 de Noviembre de 1878. Es vice presidente el Sr. Adolfo Saguier. Este gobierno va hasta el 4 de Setiembre 1880, fecha del fallecimiento del Presidente Bareiro.
Adolfo Saguier es obligado a renunciar a la Vicepresidencia, siendo convocado el Gral. Bernardino Caballero para completar el presente periodo presidencial, a la sazón Ministro del Interior, encumbrándosele por el Congreso Nacional a la presidencia provisional de la República. Este mandato se extendió hasta el 25 de noviembre de 1882.
Por sus acertadas funciones, el General Bernardino Caballero es designado por el Congreso Nacional como Presidente del Cuarto Periodo Constitucional, el 25 de Noviembre de 1882, hasta el 25 de Noviembre de 1886. En sus funciones le acompaña el Sr. Juan Antonio Jara, como Vicepresidente de la República. Sería la primera ocasión que llegaría a su fin un mandato presidencial al tiempo estipulado.
MENSAJE PRESIDENCIAL DEL GENERAL BERNARDINO CABALLERO
AL ABRIR LAS SESIONES DEL CONGRESO DE LA NACION AÑO 1883.
«El estado de la fuerza nacional, cuya misión principal es garantir la paz y el orden público es inmejorable y se mantiene en perfecto pié de disciplina, dispuesta siempre a acudir en cumplimiento de su deber al primer llamado de la autoridad pública.
Haciendo cumplida justicia a la lealtad del soldado paraguayo, debe de declararos con gusto que tanto los jefes y oficiales, como los individuos de tropa cumplen puntualmente sus deberes. Hago extensivo igual concepto a nuestra naciente Marina Nacional.
Nuestra cañonera de guerra se halla dotado del personal requerido para el servicio y prestará en caso necesario importantes servicios a la Nación.
Nuestras relaciones con las naciones extranjeras continúan siendo muy cordiales y amistosas.
Consecuente con lo que os anuncié en mi mensaje anterior, han sido presentadas a la consideración de los Gobiernos del Brasil y República Argentina las modificaciones a los respectivos tratados de comercio denunciados por este Gobierno y abrigo la fundada esperanza de que en breve podrán celebrarse los nuevos estatutos con ambos países.
El Gobierno de los Estados Unidos de América se ha dirigido al de esta República a objeto de conocer su opinión sobre la conveniencia de celebrar una conferencia Internacional, para tratar de adoptar un meridiano inicial común y una hora universal.
El Gobierno ha contestado que se adhería gustoso a tan laudable pensamiento y que se haría representar oportunamente en la reunión que se celebre al efecto. El Gobierno de Venezuela tuvo la amistosa deferencia de invitar a este gobierno para asociarse a la gran fiesta nacional que tendrá lugar en Caracas con motivo del primer centenario del natalicio del Libertador Bolívar. Al responder a esa invitación el Gobierno de la República, aplaudiendo con entusiasmo tan elevado pensamiento, ha manifestado que se hará representar en tan solemne festividad que tiene por objeto celebrar la apoteosis de una de las figuras más prominentes de la Independencia de América»
Desde la primera magistratura, Caballero tiene agrado de expresar al congreso, que la época de las revoluciones se ha terminado ya que por primera vez desde 1869, se ha logrado equilibrar el presupuesto de la nación, que el crecimiento de la economía ha permitido la realización de importantes obras públicas. Hay que puntualizar que, después de unos trece años de estancamiento, la economía paraguaya se revitaliza con el gobierno de Caballero. Esto se debe, en gran medida, a la venta de las tierras fiscales (leyes de 1883 y 1885), que permitió el ingreso de capitales extranjeros al Paraguay, en cantidades significativas para la época. Esta medida extrema de enajenar nuestras tierras fiscales fue con la aprobación del Congreso Nacional y con el firme propósito de revitalizar la exigua arca del Estado. Con la inversión de los recursos obtenidos de esta acción de gobierno, fue posible la creación de diferentes instituciones públicas, principalmente en el campo educacional, sin dejar de lado las demás carteras del Estado.
Los resultados iníciales trajo aparejado la ansiada paz interior que posibilitó encarar con gran esfuerzo los tratados iníciales de comercio, con los gobiernos del Brasil y la Argentina, como también los acuerdos realizados con España, sobre la base de una perfecta cordialidad.
Nuestro gobierno prosigue la expansión diplomática en esta nueva era, desarrollando una política de acercamiento, en un marco de pleno entendimiento, con la intención de transferir los adelantos científicos y tecnológicos de los países de mayor desarrollo, ya que hemos quedado soslayados de la posición primer mundista, después de la hecatombe de Cero Cora.
Todos los logros a obtener se afianzaría a través de la paz interior, por lo que era indispensable mantener la disciplina de la fuerza nacional ya que esta ha sido movilizada por intereses de grupos que no visualizaban la reconstrucción y el desarrollo del país.
La Estrategia del Gobierno Nacional, en esta época, aún no vislumbra la Defensa de los peligros exteriores.
MENSAJE PRESIDENCIAL DEL GENERAL BERNARDINO CABALLERO
AL ABRIR LAS SESIONES DEL CONGRESO DE LA NACION AÑO 1884.
«La fuerza nacional de que dispone el Gobierno para velar por el orden y la seguridad pública, se mantiene en el mismo pie de disciplina y organización. Nuestra Marina se encuentra en igual condición y presta los servicios que le son requeridos. Los jefes, oficiales e individuos de tropa de que se componen ambas fuerzas, continúan cumpliendo sus deberes con aquella subordinación y pundonor que distingue al soldado paraguayo.
Puedo aseguraros que su número es suficiente por el momento para el servicio ordinario, así como para afrontar, en una emergencia dada, cualquier peligro que pueda turbar la paz interna.
Es conveniente dictar una ley de reclutamiento para regularizar el servicio, militar en toda la República, sin perjuicio de la fuerza de línea permanente con que actualmente contamos.
El Gobierno se esfuerza con particular esmero en estrechar sus relaciones con las naciones extranjeras con las cuales mantiene la más perfecta paz y amistad.
Habiendo merecido vuestra aprobación el Tratado de Comercio celebrado con el Brasil, me es honroso, cuan agradable participaros que en breve se efectuará en esta ciudad el canje de las ratificaciones para que pueda ponerse en vigor. Han sido canjeados los Tratados de Paz y Extradición concluidos con la República Oriental del Uruguay, así como el de Amistad, Comercio y Navegación y la convención consular concluidos con Portugal.
El Gobierno ha comunicado al de la República Argentina, por intermedio de su digno representante, acreditado en esta, el buen deseo que le anima a celebrar un convenio, estableciendo la unión de los telégrafos respectivos por medio del cable que ha de colocarse en el rio Paraná, y no duda que hallará una cordial acogida nuestra indicación.
Consecuente con lo que os comuniqué anteriormente, en breve acreditaremos un Delegado que represente al Paraguay en la conferencia internacional que ha celebrarse en la ciudad de Washington para tratar de adoptar un meridiano inicial común y una hora universal, correspondiendo así a la amistosa invitación que hemos recibido del ilustrado Gobierno de los Estados Unidos de América.
Se ha recibido igualmente invitación del Gobierno Francés para adherirnos a la Convención celebrada en París para la protección internacional de la propiedad industrial, y tan luego me acordéis la autorización que solicitaré oportunamente, será contestada la comunicación que con tal motivo se ha dirigido a este Gobierno»
El Presidente Caballero, en este mensaje, comunica de la continuidad del orden seguridad y disciplina en la Organización de las Fuerzas Nacionales, resaltando que el numero de efectivo es suficiente para una emergencia que pueda turbar la paz interna, pero inicia el proceso de reorganización de la fuerza, en base a la formulación de la necesidad de crear una ley de reclutamiento, manteniendo la organización actual, esto es para cubrir todos los puntos importantes para el mantenimiento de la Soberanía Nacional.
La visión del estadista es admirable, considerando que aun quedaba pendiente la ratificación de tratados con los contendores de ayer.
Se ha logrado la aprobación del tratado de Comercio con el Brasil, canjeado Tratados de Paz y extradición con el Uruguay, como también el de amistad, comercio y navegación y la convención consular con Portugal y con la República Argentina, a través de la unión de los telégrafos respectivos.
Con los EE. UU. de América se firmó un acuerdo para la unificación de Meridianos y una hora universal. Con el gobierno francés sobre protección Internacional de la propiedad industrial.
De este mensaje se colige que el gobierno da mayor énfasis al mantenimiento de la soberanía nacional de tal suerte a integrarse en el concierto de las naciones soberanas.
MENSAJE PRESIDENCIAL DEL GENERAL BERNARDINO CABALLERO
AL ABRIR LAS SESIONES DEL CONGRESO DE LA NACION AÑO 1885.
«La fuerza Nacional se halla en el mejor pié de disciplina y organización, y a pesar de su reducido número, es por ahora suficiente para el servicio ordinario y para la conservación del orden y la tranquilidad en el caso eventual de una conmoción.
No es posible desconocer la misión que desempeña el Ejército en tiempo de paz. Su permanencia en todo país regularmente organizado, es una prenda de seguridad para el mantenimiento de la paz interior, sin la cual no sería posible el desarrollo de nuestra prosperidad general, ni la existencia de la Nación»
En este mensaje, el Presidente informa sobre los logros obtenidos en los distintos rubros económicos, como también la creación de las municipalidades de campaña y su participación internacional en la exposición universal de Amberes, logros que demuestra la tendencia en aumento progresivo de los éxitos obtenidos en los diferentes rubros, lo que se materializa en los pagos de sus deudas por emisión de bonos y el respeto al gobierno democrático, con la división de los poderes del estado, dando libertad para el ejercicio de la alta y delicada misión del poder judicial y la aplicación de las leyes respectivas.
Entre los logros, apunta su relacionamiento armónico con la Iglesia Católica y da énfasis a la instrucción pública, con la creación de escuelas dirigidas por maestros aptos para el magisterio, corroborando que el Paraguay hace mayor sacrificio que ningún otro Estado sudamericano para difundir la Instrucción Pública.
Las Fuerzas nacionales, como un logro del gobierno, continua encuadrado en una perfecta disciplina.
MENSAJE PRESIDENCIAL DEL GENERAL BERNARDINO CABALLERO
AL ABRIR LAS SESIONES DEL CONGRESO DE LA NACION AÑO 1886.
La fuerza nacional se acredita por su buena disciplina y ella constituye por sr, organización el plantel de nuestro futuro ejército.
Pocas naciones mantienen en tiempo de paz, un cuerpo militar tan reducido como el nuestro, y este hecho habla bien alto a favor de la situación tranquila por que atravesamos, libre de peligros y zozobras.
No creo necesario por ahora el aumento de nuestras fuerzas, pues ellas bastan para la conservación del orden público en tanto que no sea turbado por una intentona formal, pero hallo que para cualquiera eventualidad imprevista, debe mantenerse en reserva armamentos suficientes para armar inmediatamente un ejército regular capaz de rechazar cualquier invasión revolucionaria.
El Poder Ejecutivo no tiene motivos para abrigar temores respecto a la situación, ni alcanza a vislumbrar remotamente las más pequeñas nubes que presagien la amenaza de una conmoción intestina, pero es siempre un acto de buena política para un gobierno prudente prevenir los males, y conjurarlos a tiempo, antes que exponerse sin estar preparado suficientemente para reprimir una injustificada agresión.
Hay pues necesidad de la provisión de estas dotaciones, así como de reformar el estado de nuestros cuarteles, para mantener mejor alojadas nuestras tropas, consultando las comodidades y las reglas de una buena higiene.
El departamento de Guerra y Marina a cuyo cargo está encomendado todo lo concerniente a la organización militar, se ocupa actualmente de promover las reformas conducentes a dicho fin y el PE someterá oportunamente los proyectos convenientes para garantir más eficazmente la seguridad pública.
Respondiendo a los mismos propósitos, tendré el honor de presentaros el resultado de los trabajos de la Comisión encargada de redactar un Código Militar y de procedimientos penales, cuyo vacío se hacía sentir ha tiempo a falta de una legislación propia y especial que aseguren el buen régimen y disciplina del ejército.
Me complazco en esta ocasión en recomendar a vuestra consideración la pundonorosa compartición que observan los jefes; oficiales y tropas de las fuerzas de tierra, en cumplimiento de sus deberes, haciéndolo extensivo en iguales términos a las de marina nacional.
Me es altamente satisfactorio anunciaros que las relaciones que cultivamos con las naciones extranjeras son siempre muy amistosas y cordiales.
El Gobierno Oriental del Uruguay deseando dar la más elevada prueba de confraternidad al pueblo Paraguayo, dispuso el año pasado la devolución al Paraguay de los trofeos de guerra tomados en la contienda armada de 1865.
Este acto generoso y magnánimo, el más noble y hermoso que podía consumar una Nación amiga, encontró la simpatía más ardiente y el entusiasmo mas ilimitado entre los hijos de esta tierra que regaron con su sangre, en centenares de combates, el suelo sagrado de la patria en defensa del deber y el honor.
Si grandes y heroicas hasta la epopeya fueron aquellas luchas sangrientas entre los pueblos hermanos del Río de la Plata, más grandioso aun, y digno del renombre de valientes, ha sido ese espontáneo y fraternal abrazo de reconciliación sincera, cuyos ecos resonarán en la posteridad como ejemplo más palpitante de fraternidad americana.
En momento tan solemne como el presente, cumplo con el más grato deber, al protestar en nombre del pueblo Paraguayo las simpatías más cordiales hacia Gobierno y Pueblo Uruguayo, por cuya prosperidad y engrandecimiento hago votos más fervientes, anhelando vivamente su paz y felicidad doméstica.»
En este su último mensaje el General Caballero, en un ambiente eleccionario, establece los logros obtenidos por su gobierno y aconseja que para mantener la tranquilidad y la paz interior debe adquirirse armamentos suficientes para preparar un ejército regular en previsión a amenazas futuras.
Como una respuesta al cordial relacionamiento de su gobierno, con la República Oriental del Uruguay, se concreta la devolución de varios trofeos de guerra en un esfuerzo de restañar heridas producidas en el pasado reciente.
Augura la felicidad del pueblo recordando que el camino está trazado y están echados los cimientos de nuestra futura grandeza Nacional.
CONCLUSIÓN
La expresión de que al hombre se le mide por sus acciones se convalida en forma perfecta en un guerrero de providencial presencia, que consustanciado con la continuidad de los grandes intereses nacionales, a pesar de la desconfianza de los agoreros que pronosticaban el fracaso de su gobierno ya sea por la falta de cultura o su capacidad administrativa para dirigir los destinos de un país en crisis económica y en un estado social de anarquía, puesto que los grupos de poder político amenazaban constantemente en desestabilizar cualquier gobierno que no fueran de sus élites, logró la ansiada pacificación interna y un renovado interés en mantener libre al país de la vorágine anexionista afianzando la reorganización de las FF.AA. e iniciar las relaciones internacionales.
Su concurso para dirigir los destinos nacionales no pudo ser más oportuna.
Sin temor a equivoco se puede señalar al General Bernardino Caballero como uno de los presidentes más democráticos de la historia política paraguaya.
Su heroica actuación en defensa de la heredad nacional durante la Guerra contra la Triple Alianza, fue determinante para el logro de la cohesión del Paraguay de la pos guerra, sean veteranos o no, pues en él se reflejada las virtudes de Padre de la Patria.
Fuente: INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS ESTRATEGICOS. LA POLÍTICA DE DEFENSA PARAGUAYA A TRAVÉS DE LOS DISCURSOS PRESIDENCIALES (1844-2008). TRABAJO COLECTIVO DE LA PROMOCIÓN. GRAL. BRIG. HUGO MENDOZA . Director General , Asunción - Paraguay 2010 (198 páginas)