La dictadura de Alfredo Stroessner diseñó todo un sistema de blindaje y protección a sus atrocidades. El aparato represivo de la dictadura abarcó geográficamente a todo el país, y extendió su influencia al exterior, zonas fronterizas; incluso en colectividades de paraguayos que viven en el exilio político o económico. El aparato represivo contaba con una elevada coordinación y carecía de escrúpulos para la violación de los derechos humanos.