ASUNCIÓN Y SUS PÉRDIDAS:
LOS EDIFICIOS DE LA COLONIA
No todo los edificios históricos de Asunción fueron destruidos en lo que va de este siglo. Y el número de casas demolidas en los "floridos años de la abundancia" a partir de las obras de Itaipú, fueron -apenas- los remanentes de procesos destructivos mayores, verificados al inicio de este siglo o aún antes, en la posguerra del '70 y durante el período de la colonia.
De hecho, las primeras pérdidas se produjeron ni bien fundada Asunción. Fueron como consecuencia del incendio declarado en la madrugada del 4 de febrero de 1543, que redujo ".... a cenizas las tres cuartas partes de la ciudad". Se salvaron entonces sólo 60 casas al otro lado del arroyo, probablemente el JAÉN, de donde se inició el fuego. El suceso derivó en pérdidas importantes aunque las construcciones existentes entonces no podrían haber sobrevivido mucho tiempo. Ni las que se hicieron después, bajo las directas órdenes del Adelantado Alvar Núñez que, aunque mejor dispuestas y organizadas, siguieron utilizando como material de cobertura, la muy combustible paja.
En cuanto a los edificios más importantes de la época, debe consignarse -en primer lugar- la herrería, no sólo por su gran incidencia en las construcciones sino por su participación en la reparación y fabricación de armamentos, indispensables para la supervivencia de la colonia; luego, el astillero "...que debía proporcionar a la conquista los medios de comunicación fluvial y comunicación externa" y, por último, la Iglesia, inicialmente en la misma "casa fuerte" e igualmente destruida durante el incendio del `43. Fue reconstruida inmediatamente y aunque "....pobre de magnificencias materiales", cobijó bajo sus techos de "dura palma", tanto las deliberaciones del Cabildo como las que permitieron a los vecinos deAsunción la elección del Gobernador de la Provincia. De todos estos edificios no quedan vestigios y sólo presunciones en cuanto al sitio original de su implantación.
«MACHAIN CUÉ», edificada sobre un vasto terreno que luego cortaron las calles Buenos Aires (El Paraguayo Independiente), Florida (B. Constant) y Montevideo, fué cuna de Hernandarias , casa de los Gobernadores desde Bruno Mauricio de Zavala y varios de sus sucesores, hasta 1.767.
EL LARGO SUEÑO DE ASUNCIÓN HASTA LA INDEPENDENCIA
Luego de la frustración que produjera en los habitantes de Asunción la noticia del arribo de otros conquistadores al Perú, por el norte, la ciudad se redujo a un "... paraje olvidado de la conquista" y la historia de la provincia en el período colonial se diluye en la relación de escasos acontecimientos hasta -prácticamente- los días en que se gestó la independencia.
Salvo las obligadas referencias al gobierno de HERNANDO ARIAS DE SAAVEDRA –nuestro muy conocido primer gobernador criollo- HERNANDARIAS, y la REVOLUCIÓN DE LOS COMUNEROS, en nuestros textos escolares no se menciona el paso de más de 60 gobernadores, interinos, tenientes-gobernadores, alcaldes y cabildos en el gobierno del Paraguay, a lo largo de 274 años hasta la emancipación de España en 1811. Comparativamente, fueron muchas más autoridades que los 41 presidentes que estuvieron al frente del país, desde 1870, en la inauguración de la época constitucional, hasta el ingeniero Wasmosy.
A tal punto llegó el largo sueño colonial de la Asunción que la ciudad, indiferente a las LEYES DE INDIAS que pautaban -celosas- los dispositivos urbanísticos de la corona española, fue trepando las colinas cercanas al puerto, sorteando los raudales o vadeando las numerosas corrientes de agua que cruzaban la villa, "...sin orden ni concierto" pero a cubierto de las vicisitudes que imponían las frecuentes y torrentosas lluvias así como el inestable caudal de los arroyos y costas de la bahía.
En ese entonces las casas eran construidas sobre horcones de madera, "tapiadas" de adobe y techadas con paja o tejas de barro cocido, siendo la primera en ser dotada con este material la de Domingo Martínez de Irala.
El acceso a estas moradas, marcado por la tradicional recova, servía también de protección frente a los torrentes de la calle. La galería posterior, alrededor de un patio central, brindaba cobijo y frescura a las variadas actividades de la casa: lectura, costura, comidas o, simplemente, la conversación alrededor del mate.
Los Cuarteles, como siempre intocables, sobrevivieron a todas las vicisitudes de la colonia.
Algunos como éste el Parque de Artillería, ubicado en 14 de Mayo y la calle República, fueron demolidos sólo cuando quedaron en medio de la calle.
EDIFICIOS DEL GOBIERNO Y DE LA IGLESIA
Según RUY DÍAZ DE GUZMÁN, en las primeras décadas de vida de Asunción, su población ocupaba un territorio equivalente a "... más de una legua de largo y más de
Una milla de ancho". Esto es -aproximadamente 5 kilómetros y medio por 1 kilómetro y medio. Sería hoy la distancia que media desde la plazoleta del puerto hasta la actual avenida República Argentina y desde la ribera del río, al norte, hasta las estribaciones del cerro Tacumbú, al sur. Aunque esta superficie se referiría a todo el asentamiento de la colonia, que incluía hacienda y cultivos. De esa época sólo algunas pocas sobrevivieron hasta fines del siglo pasado. Aún aquellas que habían sorteado el paso del tiempo fueron -finalmente- vencidas por la ruina en la que quedaron luego de la ocupación militar al término de la Guerra de la Triple Alianza. Otras fueron demolidas a fines del siglo pasado e inicios del presente según se enseñoreaban en la silueta urbana de Asunción los edificios que proclamaban las corrientes arquitectónicas en boga: neoclásicas, eclécticas y más tarde, art nouveau, art deco, "modernistas" o racionalistas.
Hasta bien entrado el siglo pasado habían quedado residencias construidas en el período colonial, como las de los Zavala, Machaín, Iturburu, Caríssimo, Decoud, Recalde y otras familias. "MACHAÍN CUÉ", ubicada en las proximidades de las actuales
calles Montevideo y Benjamín Constant, una de las últimas residencias de los Gobernadores, fue demolida en 1902. La "otra" residencia de los Gobernadores hasta la rendición de Velazco en 1811, fue demolida algunos años más tarde, en 1913; la Iglesia de la Encarnación, en la avenida República y 15 de Agosto, fue destruida en un incendio en 1889; la Catedral de la colonia, sobreviviente aunque no fuera más que una "....muy antigua armazón de postes y pilares de madera" amenazando "ruina", fue destruida y reconstruida varias veces hasta ocupar el sitio actual. Por último, a IGLESIA DE SAN BLÁS, ubicada en las proximidades de la calle Caballero y el barranco de la bahía, en el lugar denominado "PUNTA CARAPÁ", cayó durante un temporal ya en 1749; la ERMITA DE SANTA LUCÍA en las proximidades de la antigua Encarnación, "iglesia de españoles", fue destruida en 1702.
Entre otras construcciones de la época pre-independiente ya desaparecidas, puede mencionarse también a los CONVENTOS DE LA MERCED, en los terrenos de la hoy Escuela Normal "Presidente Franco", Independencia Nacional y General Díaz; el de San Francisco en las manzanas comprendidas entre las calles México, Presidente Franco, Mariscal Estigarribia y Caballero. En materia de cuarteles estaban los del Hospital, de la Ribera y el Arsenal. Esas venerables construcciones, que eran nuestra historia, sucumbieron -tristemente- en distintas épocas del siglo pasado.
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