Durante su comandancia, en 1979, el general Enrique Duarte Alder organizó el Museo Histórico de la Artillería que ahora lleva su nombre. En aquel momento, el alto mando se dio cuenta de la importancia del arma de Artillería en el proceso de formación y consolidación del Paraguay. Y, acertadamente, organizó el valioso acervo de manera a preservar la memoria. Registra la historia que desde las primeras épocas de la Colonia, una de las armas que formaron parte del Ejército español era la Artillería, así como lo fue del naciente Ejército paraguayo. En el periodo de los últimos años de la gobernación española se utilizó el “Reglamento de las Milicias Disciplinadas del Virreinato”, dictado por Cédula Real del 14 de enero de 1801, por el rey Carlos IV, para organizar las fuerzas españolas en el Paraguay con dos regimientos de Voluntarios a Caballo y el Real Batallón de Artillería. Este último se hallaba constituido por dos compañías, una de españoles y otra de morenos y pardos libres, contando con una dotación de 240 hombres.
Periodo de 1811 a 1840: En la mañana del 15 de mayo de 1811, el Paraguay se independizó bajo el argumento de los cañones colocados frente a la casa del último gobernador español, Bernardo de Velazco. El representante español, amenazado de que se abriría fuego de artillería si retardaba su respuesta a las exigencias de los patriotas, ordenó el cumplimiento de todos los reclamos. El triunfo se celebró con el izamiento de la bandera y la salva de 21 cañonazos.
En el año 1813 se dictó el Reglamento Provisorio de Organización de los cuadros del Ejército Nacional, que se completa en 1824 bajo el gobierno del doctor José Gaspar Rodríguez de Francia.
Periodo de 1844 a 1870: Don Carlos Antonio López, primer presidente constitucional, también mostró su preocupación por el Ejército, a cuyo efecto dictó el 28 de agosto de 1845 un reglamento estableciendo las bases del Servicio Militar Obligatorio, con la creación del Ejército Permanente. Entre las distintas unidades organizadas, se constituyeron dos cuerpos de artillería, cada uno compuesto de cuatro compañías con 60 hombres.
A mediados de 1864, el Regimiento Nº 2 de Artillería a Caballo cubría la guarnición de Humaitá. La Artillería paraguaya tuvo destacada participación en la Guerra de la Triple Alianza, siendo la primera unidad condecorada. El decreto de otorgamiento decía en su considerando: “El Mariscal y Presidente de la República y General en Jefe de sus Ejércitos, queriendo dar testimonio público de satisfacción al Regimiento de Artillería a Caballo por las glorias que alcanzó a las órdenes de su comandante, teniente coronel José María Bruguez, en los combates del 11 de junio”.
El 13 de agosto de 1865 se creó la Escuela Militar para las armas de Infantería, Caballería y Artillería.
Periodo de 1870 a 1932: Concluida la Guerra Grande, se reorganizó el Ejército, creándose el Ministerio de Guerra y Marina con las siguientes fuerzas: Dos batallones de Infantería, dos regimientos de Caballería y un regimiento de Artillería.
El 6 de febrero de 1926 se dictó el reglamento de uniforme para los Oficiales del Ejército, en donde se fijó como distintivo del arma de Artillería el color granate.
Por decreto Nº 37592 del año 1930, el grupo de Artillería Nº 1 recibió el nombre de “Gral. José María Bruguez”. El 24 de agosto de 1932, por decreto Nº 44715 fue creado el grupo de Artillería Nº 2 “Gral. Francisco Roa”. También, por decreto Nº 44716 se creó el grupo de Artillería Nº 3 “Coronel Pedro Hermosa”.
Periodo de 1932 a 1935: Durante la Guerra del Chaco, la Artillería Paraguaya tuvo su participación más decisiva en Nanawa, nudo gordiano de la defensa, el 4 de julio de 1934, razón por la cual esta fecha ha sido dedicada como el Día de la Artillería Paraguaya. Por su valiosa actuación, desde Boquerón hasta las posiciones de Villa Montes, la Artillería ostenta las condecoraciones: Cruz del Defensor, Cruz del Chaco y Medalla de Boquerón.Periodo de 1935 a 1989: Después de la guerra con Bolivia, el regimiento de Artillería Nº 1 “Gral. José María Bruguez” se trasladó a Villa Hayes, de donde nuevamente el 12 de abril de 1940 fue trasladado a Paraguarí, su actual asiento.
Basado en el rico historial de la Artillería paraguaya, el general Duarte Alder dispuso la creación del museo y mandó acondicionar una de las tres viejas caballerizas —la del medio— para montar las piezas que hoy están a la vista.
Al acceder al complejo, hay dos pequeñas salas: una sirve de oficina y enfrente está la surtida biblioteca. En el pasillo se aprecian varias placas recordatorias y el busto del fundador.
Colocado en orden cronológico, el acervo permite recorrer la historia del Paraguay a través de sus elementos de defensa. El guión empieza por el costado derecho del alargado pabellón de cien metros, donde se ubica una bombarda: antiguo cañón metálico de gran calibre de la época del descubrimiento de América (siglos XV y XVI). Sigue con uno de los ocho cañones que fueron colocados alrededor de la casa del gobernador español Bernardo de Velazco, cuando los prohombres de la patria lograron la independencia nacional, en 1811. Un retrato al óleo del general José María Bruguez, firmado por el desaparecido pintor Guillermo Ketterer, da paso a una serie de objetos personales del héroe máximo de la Artillería paraguaya. Se destaca la trabajada cama de madera francesa que Gregorio Benítez adquirió en París en 1862, a pedido de su amigo Bruguez. Están, además, un juego de escritorio de bronce con las iniciales JMB y sus espuelas de plata. Tras comprobar el refinado gusto del general Bruguez, el visitante descubre las piezas relacionadas con la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870). Hay un cañón bonapartino, otro con escudo imperial del Brasil, fechado en 1819, telémetros y materiales de artillería.
Guardados en una vitrina, se aprecian el quepis de un coronel paraguayo y el gorro de un oficial aliado. Una colección de sables, puntas de lanzas, bayonetas, palas y azadas encontrados en los viejos escenarios de combates llena un estante.No escapa a la curiosidad un cañón hecho en la Fundición de Ybycuí con las campanas de bronce de la iglesia de Caacupé. Los amantes del cine pueden encontrar una réplica de cañón tallado en madera para ser utilizado en la filmación de la película ioCerro Corá, estrenada en 1978.
“Siempre los visitantes quedan sorprendidos, porque creen que se trata de un arma verdadera”, dice el coronel DEM Juan Francisco Méndez Trebastoni, jefe de relaciones públicas de la Artillería, quien hace de cordial y solvente guía. Comenta el oficial, antes de seguir el recorrido, que mucha gente, especialmente escolares, accede al museo.
Una galería de reproducciones fotográficas relacionadas con la Guerra del Chaco (1932-1935) abre paso a los recuerdos del acontecimiento bélico que enfrentó a paraguayos y bolivianos en un escenario inhóspito y hostil. Por su aparatosidad, un cañón de 105 milímetros y un tractor a orugas del Ejército de Bolivia acaparan las miradas en el lote de armamentos empleados en el “infierno verde”, tal como se titula un filme realizado en plena guerra.
Cantidad de fusiles, rifles, obuses y balas de diferentes calibres permiten echarle un vistazo a la tecnología bélica del pasado, lo mismo que un motor generador de electricidad que servía para iluminar el cuartel, antes de la creación de las hidroeléctricas.
La albarda para transporte de municiones sobre caballo delata la importancia del animal como apoyo del hombre para llegar a lugares inaccesibles. Y al final del recorrido por el atractivo museo, una serie de pabellones de guerra con letras y el escudo paraguayo bordado en hilos de oro, utilizados en la Guerra del Chaco, invitan a valorar el sacrificio de miles de compatriotas que han ofrendado sus vidas en defensa de la patria.
PARAGUARÍ: La ciudad de Paraguarí se halla a 62 kilómetros de Asunción, por Ruta 1 que va a Encarnación. El Cuartel de Artillería se ubica a un kilómetro del centro, en un sector rodeado de cerros, donde el paisaje es propicio para realizar algunas tomas fotográficas para el álbum de los recuerdos.
SANTA BÁRBARA: En el interior de la capilla de la Artillería de Paraguarí se guarda una maravillosa imagen de Santa Bárbara, patrona del arma. Se trata de una obra, de tamaño casi natural, tallada en las misiones jesuíticas en el siglo XVIII. La misma está repintada, pero al parecer mantiene la policromía original. La santa celebra su día el 4 de diciembre.
Espíritu militar.
El coronel DEM Juan Francisco Méndez Trebastoni,
jefe de Relaciones Públicas de la Artillería.
ACCESO: El Museo Histórico General Enrique Duarte Alder de la Artillería está habilitado al público, pero no en forma permanente. Recibe a grupos de estudiantes, previa solicitud por escrito. Particulares interesados pueden recurrir al puesto de guardia en horarios de oficina para gestionar el permiso de visita. Actualmente el comandante del COMARTE es el coronel DEM Arsenio Velázquez Ramírez.
7 de Febrero de 2010
Fuente: artículo de JAVIER JUBI
en la REVISTA DOMINICAL del diario ABC COLOR
de fecha, domingo, 7 de febrero de 2010.