MUSEO JESUÍTICO DE SANTA MARÍA DE FE (MISIONES)
Artículo de JAVIER YUBI
Publicado en la Revista Dominical
del diario ABC COLOR
Museo Jesuítico de Santa María de Fe (Misiones): La Reducción de Santa María de Fe fue fundada en el año 1637 por los religiosos de la Compañía de Jesús. Creció tanto que en 1728 su población llegó a alcanzar el número de 6.954 personas. Con el exceso de las mismas se organizaron las fundaciones de los pueblos de Santa Rosa, San Joaquín y San Estanislao de Kostka. La gran iglesia de los jesuitas se destruyó a causa de un incendio registrado en 1889. Pero, los feligreses lograron salvar muchas de las imágenes y parte de los ornamentos tallados en madera. Con estas colecciones de obras del arte barroco, el 8 de setiembre de 1981, la Fundación Paracuaria inauguró el MUSEO JESUÍTICO DE SANTA MARÍA DE FE en el día de su fiesta patronal.-
OBRAS BARROCAS EN SANTA MARÍA DE FE
En setiembre de 1981 se inauguró el Museo Jesuítico de Santa María de Fe, en el departamento de Misiones. El antiguo pueblo, fundado por los religiosos de la Compañía de Jesús, conserva maravillosas imágenes de santos que fueron tallados en madera por indígenas de la reducción, en los siglos XVII y XVIII. En 1983, el Gral. Alfredo Stroessner ordenó retirar el Niño Jesús del Pesebre para obsequiarlo a un amigo suyo del Brasil.
La Reducción de Santa María de Fe fue fundada en el año 1637 por los religiosos de la Compañía de Jesús, en los Itatines. A causa de los permanentes acosos de los bandeirantes (portugueses) se trasladó en 1669 al lugar que ocupa hoy. Creció tanto que en 1728 su población llegó a alcanzar el número de 6.954 personas. Con el exceso de gente se organizaron las fundaciones de los pueblos de Santa Rosa, San Joaquín y San Estanislao de Kostka.
Obras de los siglos XVII y XVIII.
Gran movimiento caracterizan a las tallas de estilo barroco que fueron realizadas
por los indígenas bajo orientación de los maestros europeos
Joseph Brassanelli y Antonio Sepp,
en la Reduccción de Santa María de Fe.
Impresionan por su belleza decorativa de la pintura que, en varios casos,
emplea dorados a la hoja, y por sus medidas:
alcanzan la estatura de una persona adulta.
Existe una versión errónea que indica que la gran iglesia de los jesuitas se destruyó a causa de un incendio registrado en 1889. Investigaciones realizadas por el licenciado Isabelino Martínez (29), director del Museo, revelan que en tiempos de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) el edificio sacro quedó abandonado, al igual que el pueblo, lo que ocasionó su destrucción. Apeligrando desplomarse, tuvo que ser demolido el 26 de noviembre de 1910. Los feligreses se encargaron de custodiar en sus casas las imágenes y parte de los ornamentos tallados en madera. Con estas colecciones de obras del arte barroco, la Fundación Paracuaria inauguró el 8 de setiembre de 1981, el Museo Diocesano de Artes Jesuíticas, de Santa María de Fe en el día de su fiesta patronal.
Son seis salas temáticas las que exhiben 56 imágenes barrocas de santos tallados en madera en los siglos XVII y XVIII. En la primera sala, recepción de visitantes, se encuentran los “vestigios del antiguo templo”. Son dos angelitos, partes del altar y un armario que se utilizaba para guardar los ornamentos de la escultura de la Virgen María. La segunda sala está dedicada a los fundadores de la Compañía de Jesús: San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Francisco de Borja. Además, hermosas tallas del tamaño de una persona de San Estanislao de Kostka, San Luis Gonzaga y la Inmaculada Concepción. El visitante podrá apreciar que existen ejemplos de dos imágenes similares, una más pequeña y otra de casi dos metros. Es para demostrar que en Santa María de Fe se estableció el gran taller de los jesuitas, donde trabajaron los maestros Joseph Brassanelli y Antonio Sepp. “La talla chica es obra del escultor y pintor italiano Brassanelli, que vivió aquí. Y la escultura mayor, la copia hecha por los indígenas guaraníes; por eso los rostros son distintos. La obra del maestro con rasgos europeos y la talla de los guaraníes con rasgos totalmente indígenas: el rostro, el detalle del pelo y las manos gorditas, inclusive”, explica la guía Irma Ramírez (24), encargada del museo.
Nacimiento del Niño Jesús.
Uno de los principales atractivos del museo es la escena del Pesebre.
El Niño Jesús que se ve corresponde a otro grupo escultórico,
pero fue colocado en lugar del que se conservó hasta 1983,
cuando el Gral. Alfredo Stroessner ordenó su retiro de Santa María de Fe,
para obsequiarle a un brasileño amigo suyo.
En la tercera sala resaltan las figuras barrocas de excelente factura de los “Santos mártires de la Iglesia: San Sebastián, Santa Bárbara, Santa Cecilia. Además, la Virgen Dolorosa, Virgen del Rosario y la versión única de los treinta pueblos jesuíticos de Pedro vestido de Papa.
Unica imagen conocida en los 30 pueblos juesuíticos de Pedro vestido de Papa.
La cuarta sala está dedicada a los “Santos ángeles y arcángeles”. Espectaculares figuras de San Miguel Arcángel, San José y el Niño y la Virgen María. La quinta sala alberga a un conjunto maravilloso del Nacimiento del Niño Jesús, con los pastores y los Tres Reyes Magos, incluidos los animales. Se ubica aquí San Joaquín y una exquisita talla con dorados a la hoja de Santa Ana que antiguamente formaba parte del presbiterio del altar mayor. El Niño Jesús del Pesebre no es el mismo que originalmente componía el conjunto. “En 1983, por una orden superior del General Alfredo Stroessner, el Niño del Pesebre se retiró de Santa María de Fe y fue obsequiado por él a un brasileño amigo suyo y se llevó al Brasil”, explica la cordial anfitriona.
San Roque en su nicho.
Son cerca de 60 imágenes de santos tallados hace tres siglos y más,
los que se pueden apreciar en el
Museo Diocesano de Artes Jesuíticas.
La sexta sala corresponde a “La Pasión del Señor”, con imágenes de Cristo que sufre y muere por la redención de humanidad. Desde su entrada triunfal a Jerusalén y los distintos momentos de la flagelación: Jesús arrestado, Jesús yendo con la cruz y Jesús crucificado. Está el Santo Sepulcro, de madera policromada, muy ornamentado. Una figura de San Pedro de las lágrimas, el Señor de la Palmas y un gran armario utilizado por los sacerdotes de la época inicial completan el acervo de la última sala que, en su época, fue una capilla privada de los jesuitas.
El edificio del Museo Diocesano de Artes Jesuíticas de Santa María de Fe data de 1672 y se ubica a un costado de la plaza central. Corresponde a una tira de casas que fueron habitadas por los indígenas de la reducción. Fueron los esposos norteamericanos Ross y Marianne Beach, de Kansas City, quienes compraron el caserón, mientras que de la restauración e instalación se encargó la Fundación Paracuaria en los años 80.
REDUCCIÓN JESUÍTA
Las Reducciones Jesuíticas tenían por características establecerse en lugares altos, bien ventilados, de tierras fértiles y con agua y bosque en las proximidades. Como eran centros de doctrinas o misiones, el corazón de cada pueblo era la iglesia localizada en medio, al lado de la plaza mayor.
La mayoría de las tallas conservadas en el museo jesuítico son obras de indígenas guaraníes, durante la misión evangelizadora de los religiosos de la Compañía de Jesús. Se considera que Santa María de Fe fue el gran taller de las reducciones, ya que contó con dos grandes maestros artistas: Joseph Brassanelli y Antonio Sepp.
Recuerdos de una época.
Gran armario con puertas talladas que era utilizado
por los religiosos de la Compañía de Jesús,
en los tiempos que organizaron la Reducción de Santa María de Fe.
MÁS ATRACTIVOS
Los visitantes que llegan a Santa María de Fe pueden apreciar también la enorme imagen policromada de la santa patrona, que se ubica en el altar mayor del templo actual. A pocas cuadras está el manantial que proveía de agua a los jesuitas, conocido como “Ykua teha”. En una de las cabeceras de la plaza se mantiene una de las cuatro cruces originales del tiempo reduccional. Y un poco más arriba está el cerrito, un pequeño montículo de tierra donde se celebraban la Pasión y Crucifixión de Jesús.
Bella escultura de José y el NIño, en su nicho policromado.
HORARIOS DE ATENCIÓN
El Museo Diocesano de Artes Jesuíticas de Santa María de Fe abre al público de martes a domingos, de 08:30 a 11:30, por la mañana, y de 13:30 a 17:00, por las tardes. Se paga 5.000 guaraníes por persona. Irma Ramírez, la agradable guía y encargada de atender a los visitantes, vive a un costado de la plaza central, a pocos metros del museo. Gentilmente recibe a turistas que llegan fuera de horario con deseos de conocer las reliquias del arte barroco de los siglos XVII y XVIII.
Santa María de Fe se ubica a 233 kilómetros de Asunción. En el kilómetro 223 de la Ruta 1 Mcal. Francisco Solano López parte un desvío asfaltado de 10 kilómetros que llega al centro del pueblo.
Fotos: ABC Color/Claudio Ocampo
Artículo de JAVIER YUBI
Publicado en el diario ABC COLOR,
Domingo, 21 de junio del 2009
Fuente: http://archivo.abc.com.py