MUSEOS HISTÓRICOS DE PASO DE PATRIA
DEPARTAMENTO DE ÑEEMBUCÚ
A-) Museo Histórico Ex-Cuartel del Mariscal López:
El pequeño poblado de Paso de Patria se ubica al sur del departamento del Ñeembucú, en las confluencias de los ríos Paraná y Paraguay. Queda a 60 kilómetros de Pilar, por camino de tierra. La localidad se formó en los alrededores de un cuartel levantado en tiempos de los López, como campo militar de resguardo fronterizo. Y fue durante la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) un importante centro de actividades bélicas.-
Testimonios tangibles e historias de heroísmo quedan en el lugar como valiosos recuerdos del conflicto armado que involucró a Argentina, Brasil y Uruguay, en contra del Paraguay. La reliquia histórica más apreciada por los lugareños era la vieja comandancia del Mariscal Francisco Solano López, que se mantuvo en pie hasta 1983. Ese año, una gran inundación que afectó a todo el Ñeembucú hizo que la construcción de adobe se desplomara. La obra de estilo colonial se componía de tres salones muy amplios, sus aberturas eran de madera maciza con artísticos tallados y tenía corredores frontales y posteriores.
Quedó reducida a escombros. Sin embargo, la población de Paso de Patria no se resignó a perder por completo su patrimonio y volvió a levantar en el mismo emplazamiento una casa similar. Algunos materiales originales recuperados fueron reutilizados en el caserón que se rehabilitó el 1 de marzo de 2004 y es la actual sede del Museo Histórico.-
En la primera sala, los visitantes pueden apreciar pedazos de platos, cuchillos, tenedores, restos de lozas, pailas, ollas herrumbradas, estribos, herraduras y latas de sardinas que consumían los soldados aliados.-
En el salón del medio están expuestas monedas de diversos metales (bronce, cobre, plata), botellas de vidrios de vino y champagne, botellas de cerámicas que eran de cervezas, frascos de perfumes con inscripciones de Paris, New York, London, Buenos Aires, Rio de Janeiro y Montevideo. También municiones de fusiles, empuñaduras de espadas, planchas de hierro y balas de cañones.-
En el tercer espacio resalta un juego de estribo y espuelón de plata blanca que perteneciera a algún oficial del Ejército Argentino. En las paredes abundan los objetos relacionados a la Guerra del 70, que permiten tener una visión de la ferocidad de los ataques en esas riberas que hoy son paraísos ecológicos.-
El Museo Histórico de Paso de Patria no está abierto en forma permanente. Pero, cuando llegan interesados en observar, Vicente García, el propietario del acervo, que vive a unas cuadras, trae las llaves y hace de cortés anfitrión. El acceso es gratuito.-
B- Museo Histórico Privado de Odina Leguizamón:
Hace 30 años, Odina Leguizamón de Medina se dedica a explorar los antiguos campos de batalla con el propósito de desenterrar objetos relacionados a la Guerra de la Triple Alianza. Y con todo lo hallado armó en su casa de Paso de Patria (Ñeembucú) un museo que expone espadas, fusiles, balas de cañón, bayonetas y diversos elementos utilizados por los combatientes. El interés de Odina por los objetos históricos tiene, hasta si se quiere, un comienzo fortuito. Surgió un día cualquiera cuando una bajante dejó al descubierto una espada en la costa del ríacho Paranamí. “Yo soy pescadora. Y siempre me atrajo mirar el río cuando bajan las aguas para ver qué restos quedan a la vista.
En eso vi una espada que estaba carcomida ciertamente, pero intacta. Así comenzamos con Víctor, mi hijo, con el siempre estuvimos en la costa del río y así obtuvimos un montón de piezas históricas”, desgrana Odina en tono apasionado. Era el inicio de un hobby que iría creciendo a medida de los hallazgos. Y cada vez aparecían más y más restos bélicos de la gran guerra que involucró a Brasil, Argentina y Uruguay en contra del Paraguay, entre los años 1865 y 1870.-
“En la barranca donde fue hundido el barco argentino Gualeguay yo encontré un montón de pipas de yeso, creo que son los únicos de todos los museos. También recolecté de las cercanías una enorme azada, clavos, argollas, utensilios de cocina, un tazón de porcelana, plomos y balas, muchísimo, muchísimo”, cuenta la anfitriona.-
En una sala de su hogar, acondicionada como museo, se pueden ver desde botones de uniformes hasta una rústica cama en la que dormían Madama Lynch y el Mariscal Francisco Solano López, que fuera rescatada del Ex Cuartel de López de Paso de Patria. Hay cantidad de balas de plomo, estribos de hierro y bronce, frenos de caballos, hebillas de cintos, herrajes, botellas de bebidas, frascos de perfumes y hasta pequeñas joyas. Se observan, además, pedazos de platos, cuchillos, tenedores, candados, pipas, restos de lozas, pailas, ollas herrumbradas, estribos, herraduras y latas de sardinas que consumían los soldados aliados. En una vitrina se ven monedas de diversos metales (bronce, cobre, plata), botellas de vidrios de vino y champagne, botellas de cerámicas que eran de cervezas, frascos de perfumes. También municiones de diversos calibres, fusiles, empuñaduras de espadas, planchas de hierro y balas de cañones. Y, lo más llamativo, restos óseos pertenecientes a soldados y oficiales combatientes.
Los que desean conocer el Museo Histórico de Odina debe solicitar una visita con los dueños. El acceso es gratuito.-
