PRESIDENCIA DE CÁNDIDO BAREIRO: 1878-1880
Cándido Bareiro, asumió la presidencia de la República el 25 de noviembre de 1878. Durante su gobierno fue asesinado el ex Presidente, Cirilo Antonio Rivarola, hecho que hizo estallar una sangrienta revolución, la cual fue sofocada por las fuerzas leales al gobierno. Fueron apresados algunos ex combatientes de la guerra, entre ellos, el Jefe de Policía, el General Genes, posteriormente envenenado en la cárcel.
Asimismo, se firmó el Tratado Decoud-Quijarro, por medio del cual se buscaba solucionar el conflicto limítrofe entre el Paraguay y Bolivia por la región chaqueña. Este tratado no fue ratificado por el Congreso de la Nación.
El 4 de abril de 1880, se iniciaron las actividades del Seminario Conciliar, institución creada en 1878. Su primer rector fue el padre Julio Carlos Montagne.
Uno de los más insignes egresados de este centro religioso fue el sacerdote Juan Sinforiano Bogarín, más tarde, primer Arzobispo del Paraguay.
Entre otras obras, cabe mencionar la instalación de la primera fábrica de hielo en el Paraguay y la adopción del Código Penal Argentino por ley del 21 de julio de 1880. Tras una breve enfermedad, el Presidente Bareiro falleció sorpresivamente, el 4 de setiembre de 1880. El Vice Presidente, Adolfo Saguier, antes de jurar como el nuevo gobernante, fue sutilmente invitado a uno de los cuarteles donde fue obligado a renunciar al cargo. El Congreso por mayoría de votos designó Presidente provisional al General Bernardino Caballero.
Fuente: HISTORIA DEL PARAGUAY. Por MARY MONTE DE LÓPEZ MOREIRA - FACULTAD DE FILOSOFÍA - UNA. Editorial SERVILIBRO - www.servilibro.com.py . Tel. 595 21 444770. Asunción – Paraguay, 2011 (334 páginas)
TERCER PERÍODO CONSTITUCIONAL
Presidente: CÁNDIDO BAREIRO.
Vice Presidente: ADOLFO SAGUIER.
25 de noviembre de 1878 al 4 de setiembre de 1880.
Biografía del Presidente Bareiro.
Nació en Asunción hacia 1833.
En 1858 había sido enviado a Europa en misión de estudios junto con otros jóvenes. Siguió la carrera diplomática. Desempeñó en Europa en 1860 el cargo de ministro ante la corte Saint James (Inglaterra) y, posteriormente, ante el emperador Napoleón III de Francia.
Regresó del viejo mundo en 1869, encontrando a Asunción ocupada por las tropas invasoras. Inmerso en política, fue el líder del "BAREIRISMO" y constituyó el "CLUB UNIÓN", en oposición al otro grupo que había constituido el "CLUB DEL PUEBLO" en principio, adoptando luego ambos clubes otras denominaciones, "CLUB DEL PUEBLO" y "GRAN CLUB DEL PUEBLO", respectivamente. Los mismos entablaron una enconada lucha cívica, con motivo del nombramiento de convencionales para la constituyente. La fracción liderada por Bareiro estaba constituida por ex combatientes de los partidarios del Mcal. López, en oposición a los antilopiztas.
Cuando fue elegido PRESIDENTE PROVISORIO EL DR. MACHAÍN, el 31 de agosto de 1870, los "BAREIRISTAS" trabajan activamente para destituirlo de nuevo, y un hábil contragolpe lo depuso horas después, siendo designado C.A. RIVAROLA, PRESIDENTE PROVISORIO.
Bareiro participa activamente en las guerras civiles del 73 y 74. Desempeña diversas carteras en los primeros gobiernos de la ora constitucional.
Ungido a la primera magistratura por el tercer período constitucional 78/82, falleció de dolencia el 4 de setiembre de 1880.
Cronológicamente, fue el 5º presidente de la era constitucional.
AL ASUMIR LA PRESIDENCIA, BAREIRO INTEGRÓ ASÍ SU GABINETE:
INTERIOR: Gral. Caballero; RELACIONES EXTERIORES: Benjamín Aceval; HACIENDA: Juan A. Jara; JUSTICIA, CULTO E INSTRUCCIÓN PÚBLICA: José Segundo Decoud; GUERRA Y MARINA: Gral. Patricio Escobar.
En ausencia del Dr. Aceval, que se encontraba en los EE.UU. defendiendo con altura los derechos del Paraguay sobre el Chaco, interinó su cargo Juan Antonio Jara, de Hacienda.
Cirilo Antonio Rivarola, ex Presidente, continuaba errante en las selvas infranqueables de Barrero Grande, "custodiado por el pueblo, el departamento entero, los vecinos todos, tácitamente juramentados a salvaguardar sus penalidades". El gobierno, que lo había perseguido implacablemente largo tiempo, sin poder dar con su guarida, le remite un mensaje de indulto por intermedio de un íntimo amigo, el Comandante Ferreira, ofreciéndole amplias garantías. Este cumple su cometido, sin sospechar las ocultas intenciones del gobierno. Ferreira logra tras muchas dificultades, entregarle el mensaje.
Viaja Rivarola a Asunción el 24 de diciembre de 1878. Se entrevista con hombres de gobierno y con sus amigos, a quienes comunica su decisión de ausentarse del país. El 31 de diciembre del 78 fue invitado a cenar con el cónsul brasileño señor Totta; sale a las 9 pm. y se dirige a casa del Presidente, que residía frente a la actual casa "La Riojana". Luego de la entrevista, se retira tranquilamente y al llegar a la recova del desaparecido mercado, sobre la calle Palma entre Independencia Nacional y 25 de Noviembre, sorpresivamente es interceptado y atacado por unos individuos que emergen de la sombra y le asesinan alevosamente a puñaladas. Al verse agredido, Rivarola clama por auxilio a gritos. Era la noche de año nuevo y varias casas de negocios de la acera de enfrente estaban abiertas, entre ellas la farmacia "Guanes" (sitio actual farmacia "Catedral"). Sus dueños, en vez de prestarle ayuda, temerosos, cierran sus puertas. Uno de los asesinos fue aprehendido instantes después, con su puñal aún ensangrentado. Se constató que era el Sgto. Velazco, al servicio del gobierno.
El Gral. Genes, ex combatiente de la guerra, era jefe de policía y el Cnel. Meza, jefe de la escolta. Ambos fueron privados de su libertad. Genes falleció en la prisión un tiempo después por haber ingerido vidrio molido agregado a la vianda con aviesa intención. Así terminó sus días el glorioso tuerto. Con esto se cierra otro trágico capítulo de nuestra turbulenta historia política.
Consecuentemente al asesinato de Rivarola, se advirtió un cambio en el carácter del Presidente Bareiro. Se volvió taciturno y reconcentrado.
En otro orden de cosas, el 25 de marzo de 1879, regresa de los EE.UU. el Dr. Benjamín Aceval, portador del fallo del Presidente Hayes favorable al Paraguay. Es triunfalmente recibido por el pueblo, delirante de alegría.
El 14 de mayo de 1879, la Argentina, respetando el fallo, hizo oficialmente entrega de dicho territorio a los enviados paraguayos Higinio Uriarte, Patricio Escobar y Benjamín Aceval, en solemne ceremonia.
En la misma época, es designado obispo del Paraguay el Pbro. PEDRO JUAN APONTE, oriundo de Quyquyó, recabándose del Papa León XIII la confirmación del nombramiento y el 15 de octubre de 1879 toma posesión de su cargo. Aponte fue el primer obispo después de la ejecución de monseñor Palacios en diciembre de 1868. Desde 1868, en los años subsiguientes, varios sacerdotes, Manuel Vicente Moreno, Fidel Maíz, Claudio Arrúa y Dionisio Riveros, desempeñaron la administración de la diócesis del Paraguay, sucesivamente.
Por ley del 21 de julio de 1880, se adopta el CÓDIGO PENAL ARGENTINO, como ya lo había sido el CÓDIGO CIVIL (ley 19-VIII-76).
Renunciante el 6 de mayo de 1879, el ministro de Guerra, Gral. Escobar, lo reemplaza el Cnel. Pedro Duarte. El Congreso concede a Escobar la explotación de los yerbales del Alto Paraná (Monday) por 10 años con varios privilegios y la obligación de abrir un camino desde Caaguazú hasta Tacuru-pucú (Ley 9-VI-79). Es sabido que la yerba mate era la riqueza básica del Paraguay en aquella época.
En honor del ilustre Presidente Hayes, el Congreso resuelve denominar Villa Hayes, la Villa Occidental (13-V-79).
Recordemos que en esa zona se encontraba la reducción fundada en 1786 por el Rvdo. AMANCIO GONZÁLEZ, llamándola REMANSO DE MELODÍA (aludía al gobernador Melo de Portugal). Más tarde (1855), Carlos A. López la denominó NUEVA BURDEOS, por haberse instalado allí una colonia de inmigrantes franceses, que fue un fracaso. Cuando Argentina ocupó esa zona la llamó Villa Occidental.
Se proyecta la construcción de una nueva cárcel pública en Yegros y Comuneros en reemplazo de la antigua. Para el efecto se constituyó una comisión integrada por el Arq. Juan Colombo, José Falcón y otros, en 1879.
Tras una aparente tranquilidad, de nuevo comienzan sus actividades los conspiradores, esta vez en Buenos Aires, dirigidos por JUAN SILVANO GODOY. Se armó un barco mercante, el "GALILEO", tripulado por los revolucionarios. En junio de 1,879 llegan a aguas paraguayas y ocupan Pilar y otros pueblos. El gobierno lanza un manifiesto y toma sus medidas, enviando al "TARAGÜÍ" con fuerzas de desembarco. La intentona es reprimida y los sediciosos retornan a la Argentina.
José Segundo Decoud, es designado Canciller, y en su reemplazo en Justicia, José Antonio Bazarás.
El 4 de abril de 1880, inaugura sus cursos el seminario conciliar, el tercero en nuestra historia, creado por ley 22-XI-78. El presupuesto de gastos de la nación alcanzaba en 1880 a pesos 270.000, lo que revela el considerable valor de la moneda paraguaya en aquella época. El 15 de octubre 1879 el canciller José Segundo Decoud firma con Antonio Quijarro (primer ministro boliviano nombrado en el Paraguay) un tratado de límites, el primero de la serie, que no fue ratificado por el Congreso.
El PODER JUDICIAL prohíbe a los representantes del Congreso el EJERCICIO DE LA PROCURACIÓN en los tribunales, lo que suscita la protesta del Poder Legislativo, que por fin consigue dejar sin efecto esta resolución. (29-I-1880).
La firma PECCI HNOS. obtiene concesión para instalar la primera fábrica de hielo.
El estado de la precaria salud del Presidente Bareiro se agrava y el 4 de setiembre fallece.
El Vice Presidente ADOLFO SAGUIER sólo debía prestar el juramento ante el Congreso para ejercer la primera magistratura, pero es invitado a concurrir a uno de los cuarteles y allí se le pide la renuncia a su alta investidura.
El Congreso designa al ministro del Interior General de División BERNARDINO CABALLERO, PRESIDENTE PROVISORIO.
Fuente: HISTORIA DEL PARAGUAY CONTEMPORANEO 1869 - 1983. Autor: OSVALDO KALLSEN, Imprenta Modelo S.A., Asunción – Paraguay 1983 (215 páginas).
LA PRESIDENCIA DE CÁNDIDO BAREIRO : BAREIRO llegó al poder por vía de elecciones el 25 de noviembre de 1878. Apenas llegado al poder, tuvo la ocasión de quitarse de encima a un antiguo rival político. Cuando todavía estaba fresca en la memoria de los hombres del gobierno el recuerdo de las montoneras de Rivarola, éste decidió pasar por Asunción en camino al exilio. Luego de haber conseguido las garantías apropiadas de parte de Bareiro y Caballero, Rivarola llegó a Asunción el 24 de diciembre. Había programado dejar definitivamente el país el 31 de diciembre. A la salida de una cena con el cónsul del Brasil, Rivarola fue interceptado por desconocidos entre las calles Palma y 25 de noviembre. Los atacantes ultimaron a Rivarola a cuchillazos. Los gritos de Rivarola fueron escuchados por todos los comerciantes de la cuadra. Aunque la comisaría estaba a solo una cuadra del lugar, las autoridades policiales demoraron en llegar y los autores del crimen pudieron darse a la fuga sin ser capturados. La violencia había alcanzado a otro enemigo de Bareiro. Con esto le alcanzaría para gobernar con tranquilidad interna. Otro problema serían los paraguayos en el exilio.
La presidencia de Bareiro fue precedida por la resonante victoria diplomática lograda por Benjamín Aceval en Washington, donde fue capaz de hacer prevalecer los derechos del gobierno de Paraguay sobre la Villa Occidental. El 12 de noviembre el presidente del gobierno de los Estados Unidos Rutherford B. Hayes falló a favor del Paraguay sobre el reclamo argentino. La llegada de Aceval el 25 de marzo de 1879 implicó la ocasión ideal para festejar el logro con una recepción triunfal en la cual el pueblo expresó legítima alegría luego de continuas desazones. El paso siguiente fue la evacuación de las fuerzas de ocupación argentinas y la efectiva transferencia de soberanía. Un acto solemne concretó la transición el 14 de mayo de 1879. Aceval y Bareiro representaron al gobierno paraguayo en la ceremonia. Sendos discursos y cañonazos marcaron el festejo. Las banderas paraguayas volvieron a ondear finalmente en el territorio de la Villa Occidental, recientemente renombrada Villa Hayes. Una década transcurrió entre el ingreso de las fuerzas aliadas y su final retirada. El hecho marcó una nueva etapa en la política paraguaya.
La recuperación de soberanía, mellada ciertamente por múltiples extracciones de población, recursos y territorio, fue un paso gigantesco hacia la construcción de un nuevo país. Lastimosamente quizá, la recuperación de soberanía también sirvió para legitimizar un gobierno que hizo uso de la violencia en extremo para afirmar su poder. Ni siquiera el momento de reencuentro que pudo significar la final recuperación de soberanía nacional sirvió para crear un instante de armonía entre paraguayos.
Eliminados los agitadores del territorio paraguayo, la rebelión encontró otras vías para llegar al país. Bareiro tuvo que lidiar pronto con un nuevo intento revolucionario, esta vez llegado desde aguas abajo. La EXPEDICIÓN GALILEO, liderada por JUAN SILVANO GODOI, intentó tomar el país por asalto. La rebelión tuvo una marcha favorable en los pueblos costeros del sur. El 11 de junio Bareiro lanzó el plan del gobierno para contener los avances rebeldes. La falta de recursos de los rebeldes no permitió que la rebelión alcance una magnitud la cual pudiera poner en riesgo el control que el gobierno paraguayo hacía de su territorio. Bareiro envió el vapor TARAGÜI para enfrentar al Galileo sobre el mismo río Paraguay. El 22 de junio se enfrentaron ambas fuerzas hacia la zona de Cerrito con el resultado de una victoria aplastante del gobierno. El gobierno emitió un comunicado el 5 de julio anunciando la supresión definitiva de la rebelión.
El año final de la gestión de Bareiro lo encontró lidiando con los problemas económicos locales e internacionales. Además surgieron los problemas de falta de demarcación de límites con Bolivia, algo que se agravó tras la firma del acuerdo con Argentina sobre territorios que estaban en el interés del gobierno boliviano. Para esta tarea Bareiro recurrió a JOSÉ SEGUNDO DECOUD quien quedó a cargo de la cancillería. Además de los conflictos surgieron proyectos de desarrollo compartidos con individuos bolivianos para el territorio chaqueño. Bareiro no pudo hacer mucho más en el cargo. Una enfermedad le quitó la vida el 4 de setiembre de 1880. Su larga lucha por el poder tomó mucho más tiempo que el uso efectivo del mismo que Bareiro pudo hacer.
De todas maneras, Bareiro dejó una estructura de poder firme que resultaría mucho más efectiva para ejercer el mando que todos los proyectos previos de la época constitucional. Mucho más cercano a los modelos autoritarios anteriores al período constitucional, el nuevo orden político estaba en las antípodas de lo determinado por la constitución de 1870. CABALLERO tomaría ahora las riendas del país con un escenario político relativamente ordenado. Las maquinaciones políticas previas se habían llevado por la fuerza a los opositores más destacados. La violencia había resultado útil para llegar al poder. Ahora restaría saber cuál sería la experiencia de Caballero en el poder más allá de la utilización de la violencia.
Fuente: EL PARAGUAY DE LA POST GUERRA (1879-1900) Autor: CARLOS GÓMEZ FLORENTÍN. COLECCIÓN LA GRAN HISTORIA DEL PARAGUAY, 8 © Editorial El Lector, Asunción-Paraguay 2010.
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