PRESIDENCIA DE FEDERICO CHÁVES

(10-IX-1949 AL 4-V-1954)

            Cháves intentó pacificar al país, pero tuvo que luchar fuertemente con los sectores oponentes de su propia nucleación política y con los demás partidos.

            En marzo de 1951, el gobierno devaluó la moneda en el empeño de controlar la inflación y la pérdida de las reservas de oro. La crisis económica se agravó al año siguiente, cuando la Argentina, también en medio de una profunda crisis económica, canceló un acuerdo comercial con el Paraguay.

            En 1952, se establecieron varias leyes de carácter social que beneficiaron a los trabajadores. En las elecciones generales del 15 de febrero de 1953, el Presidente Cháves fue reelegido, de nuevo sin oposición. En junio de ese año estableció un control salarial de precios con el fin de dominar la inflación.

            En otro orden de cosas, durante este gobierno se instaló la fábrica de cemento Portland en Valle - mí. Se inauguró el cine teatro Victoria y se creó la Escuela de Policía. Varias compañías aéreas empezaron a operar en Asunción. El 4 de mayo de 1954, fue depuesto por un golpe militar. Subió a la presidencia, el Arquitecto Tomás Romero Pereira, quien entregó el poder a Alfredo Stroessner el día 15 de agosto de ese año.

Fuente: HISTORIA DEL PARAGUAY. Por MARY MONTE DE LÓPEZ MOREIRA - FACULTAD DE FILOSOFÍA - UNA. Editorial SERVILIBRO - www.servilibro.com.py  . Tel. 595 21 444770. Asunción – Paraguay, 2011 (334 páginas)

DR. FEDERICO CHAVES (11 de setiembre de 1949 a14 de mayo de 1954) : El Dr. Federico Chaves (1882-1979), por un "pacto de caballeros" tenía que suceder al Dr. Felipe Molas. Y así fue, solo que cuatro años antes. La Junta de Gobierno, convertida desde hacía tiempo en el Gran Elector, sacaba y ponía presidentes de la República como efecto de las conspiraciones imparables en su mismo seno que se trasladaban a las Fuerzas Armadas y Policiales, con daños irreparables para las instituciones del Estado. El Dr. Chaves, por sus luchas cívicas que venían de antiguo, por sus prédicas a favor de la libertad y de la justicia, por su modo de hacer política sin estridencias, abrió un paréntesis de esperanzas en las deseadas libertades públicas. Hasta entonces, seguían vigentes las restrictivas, obsoletas e innecesarias medidas contenidas en la Carta Po-lítica de 1940, tan duramente criticada por los colorados. Y entre ellos, sobresalía la voz autorizada y enérgica de Federico Chaves que se arropó, cuando se abrieron los caminos entre "guiones" y "demócratas", con éstos últimos de quienes fue su mentor indiscutible.

Federico Chaves traía una larga, tenaz y sacrificada lucha por la libertad de expresión, la libertad de reunión, la libertad de organización. En cuanta intervención le caía, que fueron muchas, el Dr. Chaves arengaba acerca de darle al Paraguay un respiro en su largo calvario de desencuentros políticos. No concebía que un partido en el poder fuese a costa de enterrar a los otros. Entusiastas aplausos arrancaron sus palabras cuando, desde el balcón de su casa, en el inicio del gobierno de coalición, dijo a una multitud ansiosa de cambios: "...el Partido Colorado sube sin odio ni rencores para nadie. Al pisar los umbrales del Palacio de López, reafirma por mi intermedio que una de las principales gestiones de su acción política, será acordar una amplia libertad a los partidos Liberal y Comunista para que se organicen con las mismas garantías que las demás agrupaciones, a fin de que surja de comicios libres una Convención Nacional Constituyente que estructure el Estado Paraguayo sobre la base de la justicia social y la democracia económica.

Los colorados se instalaron en el poder con los mismos odios y rencores entre sí mismos, desde los tiempos de la llanura, y los prolongaron a los demás partidos. "Las principales gestiones" de una amplia libertad se redujeron a una estrecha ventana con barrotes: seguía amarrada en la misma e intolerable dictadura la libertad de prensa, por la que tanto se habían afanado cuando sus voceros caían víctimas de la arbitrariedad liberal o franquista. Los encendidos discursos a favor de la Asamblea Nacional Constituyente se perdieron en el olvido, salvo para salir de apuros en los momentos en que se veían obligados a disfrazarse de demócratas. Los deseos tantas veces expresados de una Cámara de Representantes plural, nunca pasaron de la retórica. Continuaban sin parar las represiones por causas ideológicas traducidos en apresamientos, confinamientos, exilios. Los opositores al coloradismo no tenían que hacer sino recitar, sin cambiar ni una letra, los mismos versos colorados en contra de la opresión y a favor de la libertad.

Tal vez porque fue el colorado que más tiempo estuvo en el poder, hasta entonces, Federico Chaves fue mucho más allá que sus antecesores. Permitió que se llevasen a cabo los más escandalosos actos de corrupción cuyo foco principal estaba en Quinta y José Félix Bogado, la casa de Isabel Arrúa, favorita del Presidente. Desde allí se negociaban los cupos para la obtención de cualquier mercadería: aceite, harina, azúcar, y un largo etc., que incluía maquinarias livianas y pesadas. Fueron los tiempos en que unos pocos tuvieron la ocasión de apropiarse de gran parte de las riquezas del país.

En plena mitad del siglo XX, la capital, la "madre de ciudades", el "amparo y reparo de la Conquista", seguía tan paupérrima como siempre. Pocas calles empedradas, menos aún las pavimentadas; los servicios básicos -agua, luz, etc.- continuaban ausentes del paisaje capitalino. Es que las peleas no daban tiempo para hacer nada provechoso. Las autoridades de turno vivían obsesionadas cuidando su silla, pero igual se los afanaban. Y por encima de ello, la asfixiante falta de libertad. Eso sí, se tenía en abundancia, a todas horas, los pomposos discursos que procuraban engañar a una ciudadanía harta de tanto abandono, desidia y corrupción.

Federico Chaves fue "reelecto" para el período 1953-1958. En busca de fortalecerse en el poder, hizo algunos cambios en su gabinete y en otras instituciones. Quería rodearse de hombres de su entera confianza y dejó de tenerla justamente en el único hombre con poder que podía haberle salvado de la caída: el teniente coronel Néstor Ferreira, comandante de la Caballería. En plena marcha de la conspiración, el general Alfredo Stroessner, comandante en Jefe de las FF.AA. - sitial al que le ascendió Federico Chaves - le hace llamar en su despacho al comandante Ferreira quien, sabedor de los propósitos de la llamada, se niega a obedecer. Stroessner acude presuroso al Palacio de Gobierno para solicitar del Presidente que ordene al comandante de la Caballería a cumplir las órdenes del Comando en jefe. El Presidente le argumenta a Ferreira: "Mire Ferreira, el único militar que no ambiciona la Presidencia de la República es el Gral. Alfredo Stroessner. Preséntese, y después hablamos".

La idea del desinterés de Stroessner por la Presidencia de la República encontramos en el informe, al Departamento de Estado, del Encargado de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en el Paraguay, John C. Shillock, Jr., fechado el 15 de enero de 1954:

Se recibieron previamente informes no verificados que indican que los militares favorecerían al ministro de Agricultura, Ángel Florentin Peña, como primer magistrado en el caso de que ocurriera la renuncia (de Federico Chaves). De todos los miembros del gabinete, el ministro de Agricultura es probablemente conocido como el más inclinado hacia los Estados Unidos. Circulan otros informes del mismo carácter de que el general Stroessner se haría cargo de las riendas del Gobierno, pero conociendo al general Stroessner, y admitiendo que los militares preferirían no tener la responsabilidad de la administración, es difícil asignar mucha credibilidad a este informe.

Por los sucesos posteriores, el informe de la Embajada demuestra que sus funcionarios estaban al tanto de la trama subversiva que se venía gestando, pero estaban muy lejos de conocer los planes personales de Stroessner, que dio el golpe en la noche del 4 de mayo de 1954, con un saldo de decenas de soldados muertos, más un querido y joven dirigente del coloradismo, Roberto L. Petit, baleado en su despacho de la jefatura de Policía. El presidente Chaves buscó refugio en el Colegio Militar donde cayó preso.

Por unos días el país quedó sin conductor. Fue cuando en la junta de Gobierno se buscaba la fórmula imposible de instalar un Gobierno civil -por el que siempre los colorados han clamado - con un militar a la cabeza. No había forma de solucionar el dilema, pues Stroessner ya había hecho llegar a la junta sus pretensiones, incluso el modo de realizarlas guardando las apariencias: un civil hasta el 15 de agosto. Mientras tanto, las consabidas "elecciones" con un candidato único, naturalmente. A los dirigentes civilistas -que eran mayoría en la junta - les quedaba la opción de aceptar el hecho consumado o dejar que los militares asuman el poder. Se les podría sacar el compromiso de que llevasen adelante la normalización institucional, pero sería un juego muy arriesgado. A esas alturas, a siete años en el Gobierno -aunque todavía sin pisar tierra firme- el Partido no iba a andar sobre el filo de la navaja. Mejor es ladear los antiguos principios civilistas y aceptarle a Stroessner. Total, como se venía haciendo desde la caída de Morínigo, en la primera ocasión propicia, o no, la Junta de Gobierno podría retirarle su apoyo y dejarle caer. El Partido Colorado tenía una sólida y nunca desmentida experiencia en tumbar a sus propios correligionarios del poder. Ya lo habían hecho con dos militares: con Morínigo les llevó un año, con Rolón, ni un mes. Con Stroessner...depende. Pero no duraría. Estaría exactamente hasta que el coloradismo se vigorice luego de tantos desgastes en sus luchas intestinas. Hubo dirigentes, como Rigoberto Caballero, que veían distinto y no creían que Stroessner sería el elemento del "mientras tanto". Desde hacía tiempo -y más aún desde que Federico Chaves lo elevara como Comando en Jefe de las FF.AA.- Stroessner ejercía el poder sobre un amplio sector del Ejército. Un poder que no estaba dispuesto a compartir con nadie, menos todavía con un civil, como Epifanio Méndez Fleitas, que desde la presidencia del Banco Central del Paraguay, con sus inocultables ambiciones y habilidad para proyectar su imagen, extendió su influencia en la oficialidad joven del Ejército. De aquí nació la sospecha -infundada o no- de que estaba en la conspiración junto con el ministro de Hacienda y presidente de la Junta de Gobierno, Guillermo Enciso Velloso; el ministro del Interior y vice presidente de la Junta de Gobierno, Tomás Romero Pereira, el jefe de Policía, Esteban López Martínez. Cuando los ataques arreciaron contra Méndez Fleitas -incluso se lo vinculó con el Partido Comunista- Federico Chaves lo calificó públicamente de ser su padre espiritual. Este apoyo no hizo sino avivar la aversión de un sector importante de las FF.AA. En los primeros días de enero de 1954, Stroessner informó al Presidente que en el Ejército había molestias acerca de las actividades de Méndez Fleitas y pedía que junto con sus amigos abandone el Gobierno. A partir de aquí, como tantas veces en su historia, el país se llenó de comentarios. Las tropas fueron alertadas y llamadas a los cuarteles, la División de Caballería reunió considerable cantidad de camiones para uso posible y se dieron instrucciones a la ESSO para mantener su existencia de combustible a disposición inmediata (...) Las guardias policiales fueron incrementadas en puntos estratégicos en la capital. El Batallón 40 fue puesto bajo vigilancia especial. La ciudad estaba al parecer en calma pero abundaban los rumores de cambios de Gobierno.

El 7 de enero, el Presidente firmó el decreto por el que se aceptaba la renuncia del presidente del Banco Central, Epifanio Méndez Fleitas, y del ministro del Interior, Tomás Romero Pereira. Al día siguiente, se hizo cargo de la jefatura de Policía, Roberto L. Petit, en reemplazo del coronel Esteban López Martínez.

En el transcurso de los cuatro siguientes meses, el país fue un "caldero del diablo". Ya nadie sabía quién conspiraba contra quién. Se sabía, eso sí, que el golpe estaba a punto de estallar, hasta que al fin, en la noche del 4 de mayo las balaceras bajaron a un Gobierno colorado para encumbrar a otro Gobierno colorado. TOMÁS ROMERO PEREIRA, presidente de la junta de Gobierno del Partido, se hizo cargo de la Presidencia de la República el 8 de mayo al sólo efecto de entregarla, el 15 de agosto, al general ALFREDO STROESSNER.

Fuente: LA HEGEMONÍA COLORADA (1947-1954) – Obra de ALCIBÍADES GONZÁLEZ DELVALLE. COLECCIÓN LA GRAN HISTORIA DEL PARAGUAY, 12 © Editorial El Lector - www.ellector.com.py  - Asunción – Paraguay (2010 – 133 páginas)

Presidencia de FEDERICO CHAVES.

11 de setiembre de 1949, al 4 de mayo de 1954.

Biografía de don Federico Chavez.

Nació en Paraguarí el 15 de febrero de 1882.

Realizó estudios primarios y secundarios en Asunción y luego ingresa en la Facultad de Derecho, donde cursa estudios hasta el 50 año. Fue maestro en la antigua escuela de la Encarnación y catedrático de Geografía en la Escuela Normal (1903).

Durante la presidencia del Cnel. ESCURRA se afilió a la Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado). En la magistratura judicial se desempeñó como fiscal del crimen. Igualmente se consagró al periodismo, donde se revelan sus dotes de escritor y la mesura de su carácter.

Ejerce la presidencia de la Cámara de Diputados y otros relevantes cargos públicos. Durante el gobierno de coalición, en la época de MORÍNIGO, fue Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones y Relaciones Exteriores, sucesivamente.

Desde 1949 hasta 1954 ejerce la Presidencia de la República.

En 1953 se realizan elecciones en las cuales Chaves es electo, y el 15 de agosto de ese año asume como Presidente Constitucional, pero el 4 de mayo del siguiente año 1954 debe renunciar.

Posteriormente, ejerce las funciones de embajador ante los gobiernos de Francia y España. Retirado a la vida privada, el provecto ciudadano fallece el 24 de abril de 1978, a la avanzada edad de 96 años. Tenía su residencia sobre la calle Estrella esquina Ayolas. Estuvo desposado con doña Escolástica Patiño.

Cronológicamente, fue el 41º Presidente, desde el comienzo de la llamada era constitucional (1870).

AL ASUMIR, INTEGRÓ ASÍ SU GABINETE:

INTERIOR: Rigoberto Caballero (1949-52); Arq. Tomás Romero Pereira hasta el 7 de enero de 1954. Le sucede el Ing. Gustavo Storm    posteriormente desempeña la cartera el Dr. Ramón Méndez Paiva; RELACIONES EXTERIORES Y CULTO: Dr. Bernardo Ocampos (1949-52). El Dr. Ocampos fallece en julio de 1953. Posteriormente ejerce dicho cargo José Antonio Moreno González, hasta el fin de su mandato; HACIENDA: Dr. Ramón Méndez Paiva; le sucede desde 1952 el Dr. Guillermo Enciso Velloso y desde el 7 de enero de 1954 el Dr. J. Augusto Saldívar; Víctor Boettner hasta 1952; Dr.Juan R Chavesposteriormente el Dr. Ezequiel González Alsina, hasta mayo del 54; AGRICULTURA Y GANADERÍA: el ministerio de Economía en 1950 se divide en dos: AGRICULTURA Y GANADERÍA e INDUSTRIA Y COMERCIO. El primero lo desempeña el Dr. Ángel Florentín Peña; INDUSTRIA Y COMERCIO: creado el 4 de agosto del 50. Dr. Evaristo Méndez Paiva y lo reemplaza el Dr. J. Bernardino Gorostiaga; OBRAS PÚBLICAS Y COMUNICACIONES: lo desempeñan sucesivamente el Dr. Evaristo Méndez Paiva, el Arq. Tomás Romero Pereira y el Ing. Gustavo Storm; SALUD PÚBLICA Y PREVISIÓN SOCIAL: Dr. Pedro Hugo Peña, durante todo el tiempo; JUSTICIA Y TRABAJO: En principio el Dr. Guillermo Enciso Velloso. Le sucede el Dr. Fabio Da Silva hasta el fin del mandato; DEFENSA NACIONAL: Dr. José Zacarías Arza y luego el Gral. Francisco Caballero Alvarez; ECONOMÍA: por Decreto-ley 13681 (4-VIII-50) este ministerio se desdobla en AGRICULTURA Y GANADERÍA e INDUSTRIA Y COMERCIO. Desde 1949 hasta dicha fecha el de ECONOMÍA lo ejerció el Dr. Fabio Da Silva.

Durante el gobierno del Pdte. Chaves, llegan al país las primeras maquinarias para Vallemí, donde se instala la fábrica de cemento portland.

En 1950 se inaugura el Hospital Bautista, en Villa Morra. En marzo del 50 la Escuela de Policía. Igualmente en la época se inaugura la escuela de los Padres Redentoristas; se rehabilita la Escuela Superior de Guerra; en abril del 50 inicia sus clases el Liceo Acosta Ñú, establecimiento castrense; en junio se inaugura el cine-teatro, "Victoria", el mejor salón teatral de la época.

En noviembre del 50 es proclamado un nuevo dogma de la iglesia católica: la Asunción de la Virgen María, en el Año Santo 1950. El 7 de agosto de 1951 (ley 102) el Congreso le confiere a la Santísima Virgen de la Asunción, Patrona de la República del Paraguay, el grado de Mariscala de sus ejércitos.

Según el censo del año 1950, el Paraguay contaba con una población de 1.405.627 habitantes, más unos 20.000 indígenas.

Con motivo del centenario de la muerte del Libertador (17-VIII-1850) visita Buenos Aires el Presidente Chaves. Esta fecha conmemorativa de la muerte del Gral. San Martín fue evocada dignamente en toda la República Argentina.

Las compañías de aviación Braniff, Panair do Brasil, Pluna y Real comienzan a operar en el aeropuerto de Asunción. Asimismo, desde hacía años, operaban los hidroaviones de Aerolíneas Argentinas, haciendo viajes a Buenos Aires y escalas.

Por Decreto del 15 de mayo de 1952 se exalta la figura del prócer  Dr. JOSÉ GASPAR RODRÍGUEZ DE FRANCIA como "fundador de la República del Paraguay". El Decreto está refrendado por los diez Ministros del Poder Ejecutivo. Su busto deberá figurar en la galería de los Héroes de la Unión Panamericana.

Son expropiadas en la zona de Capiatá 250 hectáreas, destinadas a la construcción del moderno Colegio Militar "Francisco Solano López". Asimismo, es creada la Feprinco (Federación de la Producción, Industria y Comercio).

El 13 de octubre de 1951 el Gral. de Div. Alfredo Stroessner es nombrado Comandante en Jefe de las F F.A A. de la Nación (Decreto 7631). En marzo de 1952 se crea el BANCO CENTRAL DEL PARAGUAY, sobre la base del DEPARTAMENTO MONETARIO DEL BANCO DEL PARAGUAY, En setiembre del 53 el Presidente Perón visita el Paraguay, siendo objeto de diversos homenajes de simpatía. En febrero de 1953 se inaugura el hospital del I.P.S., sito en Brasil y Pettirossi; uno de los edificios más monumentales.

El Presidente Chaves trata de lograr la pacificación del país, pero tuvo que luchar contra la oposición de los demás partidos políticos y en el mismo seno del Partido Colorado. En 1953 se le elige Presidente Constitucional por el período 53/58 y asume el 15 de agosto.        ,

Hay mucha inestabilidad política. Se habla, de una supuesta conspiración del Sr. EPIFANIO MÉNDEZ FLEITAS, presidente del Banco Central, contra el gobierno, con otras derivaciones. El ambiente estaba muy caldeado. Ocurren graves acontecimientos políticos, como el asesinato del jefe de policía de la capital Dr. ROBERTO L. PETIT, en su despacho (4-V-54). La D.C.I., al mando del Tte. Cnel. NÉSTOR FERREIRA, sublevada. El Presidente Chaves se ve compelido a renunciar.

El 4 de mayo, fue la asunción del mando por el Gral. STROESSNER. El 8 de mayo la Asamblea Nacional acepta la renuncia de CHAVES y asume el Arq. TOMÁS ROMERO PEREIRA, de signado Presidente Provisional por dicha Asamblea (constituida por la Cámara de Representantes y el Consejo de Estado).

Fuente: HISTORIA DEL PARAGUAY CONTEMPORANEO 1869- 1983. Autor: OSVALDO KALLSEN, Imprenta Modelo S.A., Asunción – Paraguay 1983 (215 páginas).

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