LÓPEZ, FRANCISCO SOLANO

Mariscal de la Gran Guerra y arquetipo del romanticismo paraguayo. Nació en Asunción el 24 de julio de 1827.

Fue alumno del no menos ilustrado Pedro Escalada, pasando más tarde a recibir sus estudios superiores en la Academia Literaria, perfeccionándose en Filosofía. Completó su preparación en el Instituto de Moral Universal y Matemáticas dirigido por el sabio jesuita Bernardo Parés. En el tiempo que le cupo asumir el gobierno, contaba con una "vasta preparación en todo género de conocimientos", pulida por sus viajes, según afirmara su ex preceptor, el padre Maíz.

Se expresaba fluidamente en español y guaraní, sus lenguas nativas y conversaba en inglés, francés y portugués. Sus correspondencias y notas diplomáticas otorgan pruebas de su capacidad, desempeño y habilidades en las tareas públicas. De modales cultos, generalmente no se lo escuchaba proferir groserías o emitir epítetos injuriosos.

Lo dominaba el estoicismo aunque tuviese que soportar decepciones o fracasos. De gran firmeza en sus decisiones, sin titubear ante obstáculo alguno obraba siempre con determinación y férrea voluntad. Distaba de ser la excelencia, pero tampoco era el "ignorante y grotesco personaje" con que lo enjuiciaban sus detractores.

Era buen orador, durante la guerra supo aprovechar esa clase de elocuencia para inspirar a los soldados confianza en él y profundo desprecio hacia el enemigo. Raras veces decía o hacía nada que pudiera disgustar a sus oficiales, dejando a otros subalternos este menester.

Era muy exigente en relación a su dignidad, hasta con sus familiares se hacía llamar "Vuestra Excelencia".

Físicamente, era más bien de estatura baja, de piernas cortas y anchas espaldas. Sus facciones denotaban cierto atisbo de nobleza, salvo sus párpados superiores ligeramente tumefactos daban a su mirada un vislumbre siniestro.

De tez trigueña y de barba negra y tupida. Su talla desventajosa infundía a su figura una estirada actitud marcial que él cuidaba con deliberada afectación. Su voz de mando tenía la sonoridad de un toque de atención.

Por las ventajas de su nacimiento más que por sus méritos, llegó a los diez y ocho años al grado de general, colaboró de cerca con su padre y fue su hombre de confianza, y tal vez el más indicado para sucederlo en el gobierno por la injerencia directa que tenía en los asuntos internos y externos del país.

No fue partidario del matrimonio y tal vez con Elisa Lynch, la única mujer con la que pudiera haberse casado, no lo hizo por haber tenido ella un matrimonio anterior. Con todo, puede afirmarse con acierto que la figura de Francisco Solano López constituyó una fuente de polémicas y discusiones y aún en la actualidad su personalidad y accionar sigue abierto a controversias. Cuando su padre Carlos Antonio entró a la vida pública, su hijo Francisco tenía 15 años.

Desde entonces, hasta su muerte, caminó por la vida, desplegando una trayectoria llena de vocaciones, afanes, deseos, ostentaciones, vanidades, sacrificios y actos heroicos.

Ingresó a las humildes milicias, muy joven, a las cuales fue dándoles cuerpo, hasta crear, con el tiempo, el ejército más aguerrido de América del Sur.

Ascendido a coronel en 1845, cabe reconocer que, más hizo a su carrera preliminar el cargo de su padre que sus propios méritos.

Al pactar Paraguay con la provincia de Corrientes luchar contra Rosas, las figuras prominentes eran Carlos Antonio López, Joaquín Madariaga, gobernador correntino, y el "Director de la guerra", general José María Paz.

A estos cabe agregar, en 1846, el de Francisco Solano López, nombrado comandante de unas fuerzas reclutadas en Villa del Pilar, que se pusieron a las órdenes de Paz, en Corrientes.

Este ejército paraguayo no entró en combate y en el mismo año volvió a Paraguay.

En 1849, Paraguay ocupó las Misiones al Sur del Paraná, acción dirigida por nuestro biografiado, para luego ser proclamado jefe del Ejército paraguayo.

Ya ascendido a brigadier general, en 1853 encabeza una misión a Europa, en donde visita diversos países y conoce las cortes imperiales de Gran Bretaña, Francia, Prusia y Cerdeña. Es en París donde residió la mayor cantidad de tiempo y es allí donde conoció a Elisa Lynch, la irlandesa que lo acompañará ya, hasta su muerte.

Compró el buque "Tacuarí", en Inglaterra, y armamento, encauzó la colonización de franceses hacia tierra paraguaya (Nueva Burdeos). Contrató innumerables técnicos y regresó al país a fines de 1854. En 1856 fue nombrado ministro de Guerra, y en 1858 el encargado de negociar con el brasileño Paranhos, la libre navegación de los ríos.

Buenos Aires lo encontró en 1859 como mediador entre la provincia de Buenos Aires y la Confederación Argentina.

El éxito coronó su misión y Paraguay fue nombrado garantía de cumplimiento del Pacto de San José de Flores.

En los años siguientes, hasta la muerte de sus padres, se ocupó de organizar el ejército y visitó la fortaleza de Humaitá, construida recientemente.

Su actividad social fue intensa en esta época, de bienestar y progreso. Compartía su vida con Elisa, que viajó de Europa acompañándolo hasta Asunción. Su amante le daría varios hijos. Don Carlos murió en 1862 y Francisco fue su sucesor natural, primero provisorio y luego el Congreso lo eligió presidente por diez años.

Los primeros años fueron de activa administración pero los hilos diplomáticos y políticos de los países del Plata, estaban enhebrando y formando una madeja, que disgustaba a López, pues todas las actitudes tendían a desequilibrar las relaciones entre dichos países.

Paraguay salió en defensa de una debilitada Uruguay que cayó en manos de Venancio Flores, apoyado por la invasión brasileña.

La reacción paraguaya de apresar el buque "Marquez de Olinda" (10-XI-1864) fue que Solano López rompió las relaciones con Brasil dos días después.

Mientras, el 24-XII-1864, comenzaba la ofensiva a Mato Grosso, que López le confió al general Vicente Barrios se gestionaba permiso para pasar por territorio argentino hacia la Banda Oriental.

Al denegarse este permiso, se reunió un Congreso Extraordinario en Asunción (5-III-1865) que nombró Mariscal a López, creó la Orden Nacional del Mérito y autorizó la contratación de un empréstito.

El 17 de marzo, al saber que Argentina había permitido a la escuadra brasileña a subir por el Paraná, Paraguay le declaró la guerra a la Argentina e invadieron Corrientes fuerzas al mando del general Robles.

Mientras otro ejército a la orden del coronel Antonio de la Cruz, Estigarribia atacaba Brasil y bajaba por el río Uruguay. Fue entonces que Francisco Solano López dejó Asunción y la presidencia y se trasladó a su Cuartel General de Humaitá.

Robles fue relevado del mando, procesado y fusilado. Sustituido por el general Resquín Estigarribia ocupó San Borja, y luego Uruguayana, y su segundo Duarte se apoderó de Paso de los Libres.

Pero la reacción no se hizo esperar, sucedió Yatay sin que Estigarribia apoyara a Duarte y luego Uruguayana, donde Estigarribia se rindió con su ejército el 17-IX-1865.

Estos fracasos hicieron necesaria la evacuación de Corrientes.

Los acontecimientos y las batallas se amontonaron en un muy corto tiempo para tanta sangre que se llegó a derramar. Se suceden Curupayty, Corrales, Estero Bellaco, Tuyuti, Yataity Corá, Boquerón, Sauce. López trasladó su Cuartel General a San Fernando, al norte del río Tebicuary.

Es aquí adonde llegan noticias de una conspiración, en la cual estaban complicados los cónsules y representantes de Estados Unidos de América, Francia, Italia y Portugal con principales figuras del régimen.

López creó los tribunales de sangre, que se hicieron famosos por su intolerancia y rapidez. Fueron fusilados en total 596 paraguayos. Sólo quedaron sangre y dolor. López dirigió ya personalmente sus fuerzas. Las campañas de Pikysyryy de la Cordilleras, estaban signadas por la adversidad.

López se engrandeció ante su destino, ordenó la retirada que llegó a su fin en Cerro Corá, el 14-II-1870.

Alcanzado por una partida brasileña al mando del general Correa de Cámara, el 1º de marzo de 1870, Solano López murió valientemente en las orillas del Río Aquidabán. Así, Paraguay quedó sumido en la tristeza, en la miseria y en la impotencia durante largos años...

Otros acontecimientos han cubierto la existencia de Francisco Solano López: el 11 de noviembre de 1859 ha logrado la firma del Pacto de San José de Flores entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires, consiguiendo así la unidad de la familia argentina.

Los habitantes de Buenos Aires le regalaron un álbum recordatorio encabezado por la rúbrica de Mitre y el contendor de éste, el general Justo José de Urquiza le obsequió la espada que ciñó en la batalla de Cepeda.

Otros niños le ha aportado Elisa Alicia: Enrique Venancio (1858), Federico Morgan Lloyd (1860) y Carlos Honorio (1861). El primero y el tercero murieron en el Paraguay, en 1917 y 1924, respectivamente; el del medio no volvió nunca más de Europa.

En la madrugada del 10 de setiembre de 1862 moría don Carlos dejando un pliego de reserva por el que lo designa vicepresidente de la República.

El 16 de octubre asumía en propiedad la primera magistratura por un período legal de 10 años, en virtud de lo estipulado en la denominada "Constitución de 1844".

Los puntos principales del manifiesto que hizo llegar al pueblo son los siguientes:

1)      Patriotismo y unión, para consumar un día "La obra de regeneración política";

2)      Orden, justicia y moralidad para alcanzar la felicidad;

3)      Paz, unión y concordia para el porvenir y para el engrandecimiento del país;

4)      "Cultivar en nuestra patria el árbol de la libertad, y agregaba: "ajenos a la árida discusión de los principios abstractos de la política";

5)      Saber ser el "sostén de nuestros sagrados derechos".

Finalmente señalaba que ha tenido que "aceptar una carga que no he buscado". Una de sus más importantes disposiciones, acordada el 22 de diciembre de 1862, fue la de conceder una pensión vitalicia de 25 pesos mensuales a su maestro don Juan Pedro Escalada, quien la percibió hasta un mes antes de su muerte, ocurrida el 13 de agosto de 1869, después de haber compartido la peregrinación de la Residenta y las penurias del pueblo paraguayo.

Fuente: DICCIONARIO BIOGRÁFICO “FORJADORES DEL PARAGUAY” ** Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL e-mail: arami@rieder.net.py - Coordinación General: Ricardo Servín Gauto/ Dirección de la obra: Oscar del Carmen Quevedo/ Textos: Raúl Amaral, Aníbal Benítez, Margarita Durán Estrago, José Antonio Galeano, Beatriz González de Bosio, María Graciela Monte, Pablo Daniel Molinari, Omar Quiroga, Milda Rivarola Espinoza y Luis Verón , Asunción-Paraguay, 2001.-

LÓPEZ, FRANCISCO SOLANO : Barrio de Trinidad/ Asunción, 1827 - Cerro Corá, 1870.-

Ha sido considerado por su vida, actuación y obra, como el iniciador del romanticismo paraguayo. Aparte de lo que evidencia la letra de sus escritos puede afirmarse que era temperamentalmente romántico.-

Con ese espíritu llegó a la presidencia de la República (1862) y continuó durante la guerra contra la Triple Alianza (1864-1870). Además de los idiomas nativos, incluyendo el guaraní, en el que era diserto, dominaba el francés y el inglés.-

A su indicación se debe la traducción de Graziella de Lamartine, efectuada por Natalicio Talavera. Cuenta el coronel Juan Crisóstomo Centurión en sus Memorias que en pleno fragor bélico y en los raros momentos de descanso el Mariscal se entretenía con la lectura de El genio del Cristianismo de Chateaubriand.-

Intentó proseguir la tarea cultural emprendida por su padre y de la cual hay abundantes pruebas en el Semanario (1852-1868), vocero oficial del gobierno, pero las circunstancias de aquella contienda se lo impidieron.-

Durante su mandato surgió el denominado “periodismo de guerra”, a través de la publicación ya mencionada, más El Centinela, Cabichu'í, Cacique Lambaré y La Estrella, siguieron ofreciéndose piezas literarias firmadas por algunos de los que habían integrado la Academia Literaria, el Aula de Filosofía y la Escuela Normal.-

El estilo del Mariscal, en particular el de sus arengas, contiene los elementos propios de la figura romántica, acentuada por el hecho de morir con las armas en la mano ante el triunfo de la invasión extranjera. [Ficha bio-bibliográfica preparada por el profesor Amaral].-

Fuente: "BREVE DICCIONARIO DE LA LITERATURA PARAGUAYA"/ 2da. Edición – Autora: TERESA MENDEZ-FAITH  , Editorial EL LECTOR, Asunción-Paraguay 1998.

SOLANO LÓPEZ – SOLDADO DE LA GLORIA Y DEL INFORTUNIO

Ensayos de ARTURO BRAY

Editorial NIZZA,

Asunción – Paraguay (2ª Edición)

1958 (285 páginas)

PREFACIO

CAPITULO 1 - LA TIERRA

CAPITULO 2 - EL HOMBRE

CAPITULO 3 - EL PRESIDENTE

CAPITULO 4 - EL MARISCAL

IMÁGENES

DOMINGO FRANCISCO SANCHEZ - Vicepresidente

JOSÉ BERGES - Ministro de Relaciones Exteriores

ELISA ALICIA LYNCH - Consorte del Mariscal López, madre de sus 4 hijos.

EDUVIGIS DÍAZ - Ascendido a General hora antes de su muerte.

JOSÉ MARÍA BRUGUEZ - General de Artillería

ELIZARDO AQUINO - Coronel

VICENTE BARRIOS - General

ANTONIO DE LA CRUZ ESTIGARRIBIA - Teniente Coronel

WENCESLAO ROBLES - General

CONDE D’EU – Yerno de Pedro II y heredero al trono del Imperio del Brasil.

HOSPITAL MILITAR DE ASUNCIÓN

AL EJÉRCITO PARAGUAYO

“No está aun escrita la historia de esa guerra. Ella vendrá algún día a

excusar, o justificar tal vez, faltas u omisiones que nos llevaron a esos campos

de batalla que nada grande ni fecundo produjeron”.

Carlos Pellegrini

ARTURO BRAY, nació en Asunción en 1898 y falleció en esa ciudad en 1974. Hizo una brillante carrera militar que comenzó en plena Primera Guerra Mundial, cuando se incorporó al ejército expedicionario británico en Francia. Ya en su país se incorporó al Ejército Paraguayo, y le tocó una destacada actuación tanto en la paz como, posteriormente, en la guerra del Chaco. Terminada la contienda, fue Jefe de Policía, Ministro del Interior, Embajador en España, Portugal y Chile, retirándose de la vida pública en 1941. Desde joven se destacó por la notable calidad literaria de sus escritos. Entre sus obras figuran “MILITARES Y CIVILES”, “HOMBRES Y ÉPOCAS DEL PARAGUAY”, “LA ESPAÑA DEL BRAZO EN ALTO” y “ARMAS Y LETRAS”. Sus “MEMORIAS” fueron publicadas póstumamente. “SOLANO LÓPEZ, SOLDADO DE LA GLORIA Y EL INFORTUNIO” es una de las obras más objetivas escritas sobre la personalidad del mariscal López, figura histórica de compleja magnitud, centro y blanco de encendidas controversias.

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Biblioteca Virtual del PORTALGUARANI.COM

FRANCISCO SOLANO LÓPEZ – CARTAS Y PROCLAMAS.

Reunidas por: JULIO CÉSAR CHÁVEZ - Editorial NIZZA,

Asunción – Paraguay. 1957 (250 páginas).

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