SERAFÍN R. CAMPOS
Natural de Yarigua’a, Acahay, nació en 1894.
Cursó estudios en el Colegio Nacional de Encarnación y en el de la Asunción. Obtuvo el grado de abogado en la Universidad Nacional.
Poeta, periodista y profesor, Serafín R. Campos ganó el primer premio, medalla de honor, en un concurso de poesías realizado en la Argentina. El trabajo premiado se titula:
CANTO AL PARANA
(Fragmento)
Y así llegas a una curva, donde en medio de otras peñas
eligieron tus Nereidas un pedazo de montaña
do esculpieron una imagen de una reina de Bretaña,
para dar a tu ribera un eterno centurión.
Y es por eso que en la cresta de esa mole gigantesca
siempre vienen los celajes tributados por la aurora
a cuajarse cual diadema sobre frente triunfadora,
y a extenderse como un manto de esa reina de Albión.
Prosiguiendo tu camino, besas otro promontorio
donde se alza el rudo alcázar de una virgen milagrosa,
quien tal ve es la que vela tu existencia caprichosa
y te calma con caricias cuando ruges con furor!
Es allí, donde el creyente llega en busca de un alivio
cuando gime entristecido bajo el peso de la vida,
y recuerda de un pasado la ventura ya perdida
implorando de la virgen una tregua a su dolor.
¡Salve a ti que al mundo ofreces los prodigios de Natura
y en los cóncavos espejos de tus aguas cristalinas
llevas raudo los paisajes que dibujan tus ondinas
arrulladas por el himno de tu eterna juventud!
¡Salve a ti, cuyas riberas son eternos paraísos
y son grutas de Hamadriadas cuyas plácidas canciones
prisioneras en las grietas de tus rocas y peñones
acompañan a la euritmia que palpita en tu laúd!
En mil giros, caprichosos, van tus olas coquetonas
como corzas fugitivas a ocultarse en tus juncales,
o a enredar en tus escollos melodías siderales
a la luz de alguna estrella de empañado resplandor.
Siempre nueva es la belleza de tus costas milenarias,
y en las frondas lujuriantes de tus selvas seculares
halla Venus los encantos de los mágicos altares
donde cantan los querubes los ensueños del Amor.
En las tardes autumnales me deleito en tus riberas,
cuando arrancas del cordaje de tu lira majestuosa
los arpegios no soñados de una endecha misteriosa
que resuena en mis oídos como un célico cantar;
y en tus límpidos cristales que parecen dormitantes
se dibujan los contornos de una Eva tentadora
que en tus glaucas lejanías toma formas seductoras,
y se alza como un ángel..., como un ángel tutelar.
Y ese ángel no es un sueño de mi mente visionaria:
¡Es tu Ninfa que te canta; es tu Ninfa que delira
escuchando los arpegios desprendidos de tu lira
y que van entre tus ondas repitiendo la canción!
Es la Ninfa guardadora de tus múltiples secretos,
que aparece entre tus olas, que se oculta entre tus brumas,
o en el lecho nacarado que le brindan tus espumas,
acompaña a tu corriente cual seráfica visión.
Fuente: HISTORIA DE LAS LETRAS PARAGUAYAS – TOMO III. Por CARLOS R. CENTURIÓN. EPOCA AUTONÓMICA. EDITORIAL AYACUCHO S.R.L. BUENOS AIRES-ARGENTINA (1951), 500 pp. – Versión digital en: BIBLIOTECA VIRTUAL DEL PARAGUAY(BVP)