SENTIMIENTOS DEL ALMA
Poemas de EUGENIA ORTIGOZA
Asunción, 2011
PRÓLOGO
UNA POÉTICA DEL ENSUEÑO
La poesía de Eugenia pertenece a lo más íntimo del ser: sus versos tienen destellos de un mundo interior pleno de nostalgia, añoranzas y recuerdos de momentos que no volverán. En sus versos se despliegan los efluvios de un alma misteriosa que aflora, constantemente y desborda los confines del deseo y la inocencia. En el poema Ayer surge el tema existencial: la preocupación por el destino incierto y la muerte de las ilusiones.
Hay en su voz una intención de desvelar los secretos del corazón; de pintar las emociones, las languideces del amor y de la pasión recuperada. Quizá, su vocación pictórica, la lleva a situar los hechos dentro de una atmósfera cromática, de luces y de sombras. Su descripción de la Luna que navega el cielo estrellado e ilumina con su tibia luz los encuentros secretos, nos induce a pensar en un ambiente de sombras doradas y claroscuros románticos. Según nos dice ella misma, pretende hojear el libro del Destino y descubrir el sentido de una vida dedicada plenamente al Arte.
No deja de impresionarnos su interés por el mundo indígena que ella –tan amorosamente- ha descrito en sus cuadros sobre los niños Maka, Mby´ a y Nivaché. En estrofas muy sentidas, nos habla de la pérdida de la heredad de los nativos, ya huérfanos de una cultura que se les ha arrebatado por los avances de la civilización. Desde el fondo de los mitos primigenios ÑANDE-RÚ-TENONDÉ observa el final apocalíptico de los pueblos originarios mientras se escucha a lo lejos el canto raigal de la mujer (kuñataí). Lo original de este libro es que varios poemas son ilustrados por pinturas expuestas, recientemente, sobre juguetes, artesanías y retratos de niños de distintas etnias.
Comentario aparte merecen los poemas dirigidos a Van Gogh –pintor expresionista muy admirado por Eugenia-. Están referidos a sus famosos cuadros: NOCHE ESTRELLADA; LOS GIRASOLES y aquél de las botas desgarradas por el trabajo. Los versos están acompañados por reproducciones de dichas obras, que denotan la angustia existencial del malogrado pintor.
Observamos en Eugenia Ortigoza una aproximación –casi mística- a la naturaleza: en especial las flores y los astros, lo cual nos muestra que su actitud ante el mundo es de asombro ante la belleza y lo divino. La suya es una poesía llena de frescura y generosidad.
Osvaldo González Real
1
Mis ojos leían
tus sentimientos lejanos
amarrados a nostalgias.
La voz sosegada me lleva a otro mundo.
Cobíjame en tu pecho cansado
cubierta de flores en la orilla,
perfume de Dios…
Que entre silencios veo.
El cielo permanece en azules claros
para tenerte conmigo,
aunque tus besos roben al tiempo los deseos.
No olvides estoy aquí,
Tal vez con un cielo distinto.
Hoy escucho tu voz…
Te imagino...
Te abrazo y me abrazas…
2
Esta noche, un grillo recibe con tristeza
al corazón invadido de silencios.
las estrellas titilantes posan sin desgano
para quedarse en mi memoria.
Con pies desnudos cruzo esperanzas,
y la bondad huye…
Igual que otras vidas
se pierde…
No encuentra salida.
Grito con el alma vacía
tu ausencia.
esta noche es fría.
Silencios…
Mañana el sol cubrirá mi frente,
y todo comenzará de nuevo.
Los libros pueden adquirirlos en el Centro Cultural El Lector,
y en las galerías de arte; Matices,
Expo Arte, Del Rey y Artística.
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