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A BUENOS AIRES LA MUSA QUE NUNCA PINTÉ AL ÓLEO (Dedicatoria)
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** Mi propósito al escribir estos relatos consistió en transmitir ese clima tan particular del Gran Buenos Aires y de algunos viejos bares porteños, más precisamente los del barrio Constitución. Espacios habitados por tipos que se hacen cargo con orgullo de sus vidas tan al límite, de sus roles de antihéroes o perdedores. Treintañeros solitarios, locos, marginales, provincianos, villeros, exiliados, prostitutas, jubilados y paisanos, son algunos de los personajes que conforman mi galería de retratados, a quienes expongo sin ningún tipo de juicio valorativo ni intervención quirúrgica en el acto de escribir, sino sólo con el atrevimiento de dibujarlos con las palabras, a modo de croquis, con las herramientas esenciales de la observación y la impronta de mi oficio de pintor.
** Haber narrado estas historias y sus protagonistas, fue hablar de esa problemática subterránea que me sorprendió en uno de mis regresos a Buenos Aires en 1996, después de haber estado ausente de la ciudad durante dos años. El cambio que había percibido en la textura de la ciudad, las calles, los barrios y los bares, era un tanto contradictorio y áspero. Al poco tiempo caí en la cuenta que ésta transformación era producto del clima que se vivía por el gobierno de Menem. Y así, andando y respirando esa percepción que no dejaba lugar a dudas, asocié esas vivencias con las bolsitas de polietileno que invadían por todas partes el paisaje urbano y suburbano. E.C. Rotterdam, Marzo 2008
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** "...KUREPIGUAY es la palabra que utilizo para conceptuar el territorio social y cultural flotante que existe entre la Argentina y el Paraguay. Sus habitantes, que se mueven de un país a otro, ingresando y egresando con continuidad y dependiendo de los vaivenes políticos y económicos, son llamados "PARAGUA" cuando viven en Buenos Aires, y "KUREPÍ" cuando lo hacen en suelo paraguayo. Esta situación de no pertenencia a un solo lugar o bien (ni de aquí ni de allá), termina conformando una nueva identidad que cada individuo asimila o resuelve como puede debido al desarraigo casi constante.
** Lo curioso es que colectivamente aún no se ha tomado conciencia de tal fenómeno migratorio. Por lo tanto, las manifestaciones artísticas gestadas por kurepiguayos siguen produciendo resultados culturales aislados, que asoman esporádicamente desde hace más de medio siglo. POLIETILENO viene a inscribirse como parte de este contexto”.-
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PRÓLOGO: A Enrique Collar lo conocimos como el artista plástico más importante de la colectividad paraguaya en Buenos Aires. Alguna vez concurrimos a su exposición realizada en el Palais de Glace, donde fuimos impactados por las líneas y los colores a veces violentos, otros tenues, registrando escenas de la vida popular. Ya en Asunción, tuvimos ocasión de ver alguna película documental suya sobre temas de ballet, lo que no dejó de sorprendernos. Y en esta búsqueda artística, Collar se volcó al cine dirigiendo un largometraje titulado "MIRAMENOMETOKÉI".
** Todo esto ya es sorprendente en un artista plástico de nuestro medio, y en esta incesante indagación por el arte, acabamos de leer una colección de cuentos suyos que próximamente van a ser publicados. Su título reverbera con una palabra bien actual: "POLIETILENO". En esta obra, el tema principal de sus cuentos, giran en torno a la vida de la gente común, esos héroes cotidianos, a veces desplazados, aquellos hombres y mujeres marginales de Buenos Aires, más precisamente, los habitantes de los alrededores de la estación Constitución, hacia el sur de la ciudad.
** Allí conviven prostitutas, jóvenes y viejos sin ocupación aparente, que hacen de la caza del peso, la estancia en el bar o el enredo con las "minas" de la calle, la razón de su existir. Un mundo, en fin, muy semejante al que pintó Roberto Arlt en su narrativa célebre, o el que -más cerca de nosotros-describió en sus estupendos relatos Antonio Dal Masetto, en su obra "Gente del bajo." Estamos, pues, frente a temas y personajes nuevos, que muestran una psicología -machista, desde luego- y un lenguaje profundamente marcado por el habla del lumpenaje. Ahora bien, ¿cómo un hombre nacido en Paraguay, pudo captar tan hondamente la vida de estos personajes tan porteños, tan argentinos? Pues, conviviendo con ellos, sin duda alguna, sensación que se acrecienta cuando se leen esos relatos elaborados en primera persona. Sea como sea, se trata de un libro original, descarnado, de una sensibilidad profunda, donde un kurepiguayo -ese concepto instaurado por el autor-registra las duras experiencias recogidas tras su largo trajinar por Buenos Aires. Un camino que ahora está dispuesto a compartir para volver a emocionarnos con su obra. EDGAR VALDES - Asunción, 25 de febrero de 2003.-
** Nació en Paraguay en 1964 y emigró a la Argentina en 1971.-
** Estudió Bellas Artes en la Escuela Nacional Manuel Belgrano de Buenos Aires.-
** Realizó exposiciones individuales y colectivas de sus obras a partir de 1990.-
** Obtuvo distinciones internacionales y su pintura forma parte de colecciones públicas y privadas.-
** En 1997 participó de un taller con el guionista Juan Marín y desde ese entonces escribe guiones cinematográficos y cuentos, paralelamente a su labor de artista visual. Es autor de los guiones:
PODER DULCE PODER (1997),
MIRAMENOMETOKÉI (1998),
CASA LITA (2004, escrito junto a Hugo Duarte Manzoni),
MOCASÍN BLANCO (2006).
** Como director, realizó varios audiovisuales en documental y ficción:
** Si quiere ampliar la información sobre los trabajos del artista en el campo de las Artes Visuales, puede visitar su espacio en la Galería de Arte del Portalguarani.com, donde figuran sus exposiciones y una buena variedad de obras.-