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MARÍA ISABEL BARRETO DE RAMÍREZ (+)
  DOSCIENTOS AÑOS DE PATRIA Y POESÍA - Ensayo de MARIBEL BARRETO


DOSCIENTOS AÑOS DE PATRIA Y POESÍA - Ensayo de MARIBEL BARRETO

DOSCIENTOS AÑOS DE PATRIA Y POESÍA

"EL AMOR A LA PATRIA EN LA VOZ DE SUS POETAS Y POETISAS".

Ensayo de MARIBEL BARRETO



Todo el tiempo escuchamos en diversos escenarios, o leemos en distintos medios que debemos recuperar nuestra identidad nacional, o que la vamos perdiendo; esa es la percepción no sólo de los intelectuales, sino de la gente común, entonces cabe preguntarse, ¿cuándo la tuvimos?, y ¿desde cuándo empezamos a perderla?

En el Paraguay, la identidad ha sido preocupación de muchos investigadores, así lo revelan diversos trabajos de intelectuales como Manuel Domínguez, Ignacio A. Pane, Justo Prieto, Justo Pastor Benítez; sociólogos como Domingo Rivarola, Ramón Fogel, Luis Galeano, Bartomeu Meliá, Ramiro Domínguez, con una visión antropológica y filósofos como Juan Santiago Dávalos y Lorenzo Livieres.

En años recientes, en la Asamblea Nacional Constituyente del año 1992, se suscitaron encendidas discusiones sobre la identidad de los pueblos que componen nuestra nación y el derecho que tienen las diversas etnias a preservar y desarrollar su identidad. A partir de entonces, se plantea el problema de la identidad nacional como una ecuación que hay que resolver, ya que el único artículo de la Constitución Nacional que se ocupa de la identidad es el 25, que más bien se limita al ámbito personal; aunque el artículo 63 reconoce el derecho de los pueblos aborígenes de preservar y desarrollar sus identidades étnicas en sus respectivos hábitats, cuyas culturas son anteriores a la formación y organización del Estado paraguayo, pero en nuestra actual Constitución no menciona lo referente a la comunidad nacional; lo cual indica que nuestros constituyentes no se han formulado concretamente el problema de la identidad referente a la comunidad nacional; ha faltado una reflexión que pudo haber llevado a la formulación clara sobre identidad nacional.

El nacionalismo es anterior al Estado nacional moderno. La identidad del paraguayo y de la nación paraguaya, y la incidencia que tienen en su formación elementos tales como historia, símbolos, tradiciones, costumbres, lengua, religión, religiosidad popular, espacio ecogeográfico, entre otros factores. La personalidad socializada comparte con otros miembros de su medio social, se siente identificada con el "nosotros", con el ñande, ñandekuéra que esa comunidad constituye.

Existen personas inteligentes en nuestras comunidades, que en función de sentimientos compartidos van creando relaciones y lazos en constante interacción entre los habitantes que comparten nuestra localidad geográfica. Estas personas son los artistas, músicos, cantantes, pintores, escritores, poetas; ahora nos interesa la relación entre poesía e identidad, los poetas conjugan cotidianamente la poesía con la identidad, con el amor gozoso de la vida, nuevos códigos para nuevas épocas en cada período de nuestra historia.

Nuestros poetas de todas las épocas han asumido lazos de compromiso generacional y han cavado una huella poética que bucea el vínculo invisible entre la memoria de nuestros acontecimientos, buscando el sentido profundo y desgarrado de nuestra existencia como nación. La costumbre ya asentada; de decir, la poesía paraguaya, podría extenderse a toda la producción artística para referirse sin conciencia de la limitación de la poesía en castellano, pero esta demarcación cultural es inexacta, ya que existe una veta riquísima de la poesía paraguaya escrita en guaraní, conviene elaborar de este modo el mapa de nuestra poesía y de nuestra identidad, nos limitaremos a considerar un cuerpo literario en castellano, al rastrear a lo largo de nuestra "era independiente", sin pretender hacer un inventario de poetas y poesía, por la limitación del trabajo; pero reconocemos que si no se relaciona con la poesía en guaraní es como tratar de un país amputado.

El estudio de la poesía y la identidad nacional merece ser considerado a la luz de al menos dos vectores; uno, la poesía popular riquísima ligada a nuestra música y a nuestros intérpretes que consagran el espacio verbal de comunión soberana como, algunos poetas con talento épico con la singularidad que da la voz poética de los que se apropian del sentimiento nacional y se apropian de la voz del pueblo en un impulso creativo y reactivo, cuya dimensión es indestructible.

Tenemos como telón de fondo un corpus de obras escritas por una serie de poetas que podrían considerarse "poetas fuertes", como Emiliano R. Fernández, Félix Fernández, o Carlos Miguel Giménez y Julio Correa, entre otros, que crearon en lengua guaraní, y que con sus profundas vivencias forman parte de la conciencia colectiva de nuestro pueblo.

¿Cuál es en esencia ese modelo de realidad cultural paraguaya y cuáles son sus peculiaridades? Jung define la identidad como igualdad existencial del sujeto con el objeto, esta afirmación se trasunta en un sentido compartido de pertenencia, que construye el poeta con la gente, en una dinámica que conforman sus elementos constitutivos. El poeta modernista Guillermo Molinas Rolón define en estos versos la misión del poeta:


A vosotros poetas, los de augustas cimeras, Hortelanos insignes de aureoladas quimeras

Que augurasteis en fiebre que la frente os abrasa

La sagrada y profética comunión de la raza.

Lleva el verso que es la historia y el alma

De mi estirpe hecha encajes, el rumor de su palma

Ñandutí de sus sedas temblorosas y esquivas

¡Todo el ático aroma de sus selvas nativas!


Crónica, 1913


La socialización primaria en nuestro país se nutre mediante hábitos, ideas, actitudes y valores, en gran parte, de la constelación del mundo cultural guaraní y de la herencia española, que nos legaron su lengua. Esta sociedad criolla ha logrado desarrollar una convivencia en la diversidad, dando como resultado una nación pluriétnica y pluricultural. Lo que distinguía esencialmente a la sociedad tribal guaraní era la función del cacique, el hombre que ejercía el dominio de la palabra. Poseía una gran capacidad de persuasión, intervenía en conflictos, sin recurrir a la violencia, porque él estaba exento de poder coactivo; para el guaraní la palabra existió en el mismo corazón de Dios, antes que existiera el hombre. "De la sabiduría contenida en su propia divinidad y en virtud de su sabiduría creadora, creó nuestro Padre el fundamento del lenguaje humano" (Ayvu rapyta canto sagrado de los Mby'a Guaraní, recogido por León Cadogan).

Hablamos de la importancia de la lengua guaraní como componente fundamental de la identidad nacional, esta identidad es compartida por gran parte del pueblo.


Cuidemos con amor la lengua madre,

El guaraní rudimentario y dulce

Formado de susurros de la selva

De cantos de aves, de rumor de fuentes.


De Eloy Fariña Núñez, Canto Secular, 1911.


Tal la demuestra Eloy Fariña Núñez en estos versos del 1er Centenario de nuestra independencia.

Desde los albores de nuestra nación, hubo poetas que cantaron la emancipación; oímos la voz de Arnaldo Valdovinos, ya en el S. XX.


Llegó al fin tras prolongada espera

La magna hora del grandioso día

Y un pueblo más en la terrestre esfera

Surgió del seno de una selva umbría


Y en la última estrofa el poeta reconoce que

somos hijos de España.

Huyó entonces la leona castellana

En busca de refugio a otra cabaña

Dejando en esta selva americana

Un león fruto de su fecundada entraña.


Revista del Centro Estudiantil, 1928.


El amor a la Patria, como esencia de nuestro ser nacional, ha sido exaltado por poetas paraguayos de todos los tiempos, patria y nación se confunden en el anhelo y el sueño poético, el poeta emplea el instrumento de la palabra exacta, reflejo de sí mismo, así Gomes Freire Esteves deja surgir de su manantial consciente y luminoso, la expresión y el resplandor poético con motivo del Centenario de nuestra independencia, 1911.


Yo sueño con la patria soberbia del futuro

El Paraguay gigante marchando hacia la luz

Entre la selva inmensa del mundo americano

Alzado sobre sangre de déspotas en cruz.


Los poetas siempre elevaron hasta las cimas el patriotismo como componente unificador de nuestro ser nacional, en el resplandecer de una expresión poética se dirige a un destinatario, las multitudes de la patria grande.

1842 - Era de Don Carlos y se cantaba el Himno Nacional Paraguayo, que reza:


Viva nuestra independencia

Nuestra patria gloriosa

Siempre sea soberana

Siempre sea majestuosa.


Y otra estrofa dice así:


El león del Paraguay

Rugirá fiero y sangriento,

Contra cualquier enemigo

Sea pérfido o cruento.


La idea de la libertad e independencia había que incrustar en las entrañas de la nación:


Primero se ha de acabar

La paraguaya nación

Antes que sufrir humillada

La extranjera opresión.


Y durante la guerra contra la Triple Alianza, la poesía sirvió para alimentar el valor y el heroísmo. De la pluma del poeta, publicada en el Cabichui - Paso Pucú, 1868:


Paraguayos de raza indomable,

al combate, al combate volad

Que es temible tu indómito sable

Y al osado invasor humillad.


Hoy día nuestra patria se halla devastada en su geografía, no por las guerras y las revoluciones sino por la depredación que le causan sus hijos; la patria de hace cien años ya no es la de ahora, esa patria que fue vergel, el edén de América hoy día ya no existe, oigan lo que decía hace un siglo nuestro vate Eloy Fariña Núñez.


El Paraguay sagrado que en la noche

celebra desposorio con la selva,

bajo un perenne manto de azahares

al vasto son de musicales órganos

cual si las cosas todas palpitasen

de afinidad secreta por el río

o fuesen el temblor viril del bosque;

y el Paraná soberbio que circula

entre bancos de arenas y verdes islas.

su corriente que se oye en nuestra lengua

autóctona con sugestiones dóricas

con un rielar sereno de piraguas

define su inmovilidad serena

y tu belleza mórbida insinúa

y dice de tus montes infinitos

de tus villas durmientes y calladas

de jangadas errantes y apacibles

de caimanes que al sol se extienden

de tigres que rugientes buscan presas

de avestruces que vagan por los valles

de palmeras gallardas y rotundas

de yerbales extensos y profundos

de naranjales y victorias regias

arcadias visiones orientales

fantasías y fábulas hindúes.

La selva, la sagrada y vasta selva

tus pompas tropicales magnifica

con el verdor eterno de sus frondas

con sus flores, sus sones y aves

a las que no sirven de sedante acústica

las paralelas y vecinas aguas.


El pueblo siempre ve la realidad integrada a lo espiritual en la poesía creada por el joven poeta guaireño Natalicio Talavera, aparecida en Centinela, 1867, en ella mantiene la esperanza y proyecta una visión triunfal de una guerra perdida, desde sus inicios.


¡Y qué dulce será para el soldado

Aún coronado de fatiga y gozo

A su patria anunciar con alborozo

Nueva feliz del triunfo conquistado!


En cada tiempo, en cada época germina la simiente con la idea de patria, en el exilio la patria se siente de otro modo, la patria es un puñado de tierra que se lleva en las venas, es un suspiro, es un grito en la lejanía, para Hérib Campos Cervera la patria consiste en:


Un puñado de tierra

para animar a su encendido número

todo el frío que viene del tiempo de morir.

El poeta en el exilio siente el dolor que lo habita

y le desgarra:

Me habitas y te habito

sumergido en tus llagas, yo vigilo tu frente

que muriendo amanece

estoy en paz contigo

ni los cuervos

ni el odio

me pueden cercenar de tu cintura.

Yo sé que estoy llevando tu raíz y tu suma

sobre la cordillera de mis hombros

un puñado de tierra

eso quise de ti

y eso tengo de ti.


El Lector, 1996


Augusto Roa Bastos, de la misma generación que el anterior, en un poema dedicado a José Asunción Flores, el creador de la Guarania, de la que se apropió nuestro

pueblo y constituye un elemento constitutivo de nuestra identidad;


... El acorde armonioso

De la Guarania canto de la raza,

Con trino melodioso.


Esa música tiene la inspiración de un salmo misterioso

Y desde el fondo viene

Del pasado brumoso

Trayendo los recuerdos de leyendas

Por luminosa y perfumada senda.


Vemos que la identidad nacional pasa no sólo por la poesía, incluso el mismo Roa reconoce a Flores como creador de la Guarania, que muy pronto sintonizó el alma popular que se apropió de la música y la hizo suya, forjando de este modo, el aspecto armonioso de la identidad nacional.

Para Hugo Rodríguez Alcalá, con su poema Lapacho al pie del cerro, como otros poetas, crea símbolos que nos identifican:


Sueño a menudo con aquel lapacho

Gran ciudad de los pájaros del cerro

Que frente a nuestra casa vigilaba

El tranquilo vivir de nuestro pueblo


Era un árbol tan alto, tan frondoso

Que aún los mayores pájaros de lejos

Se imaginaban la mitad de un bosque

Que pretendía levantarse al cielo.


Para José-Luis Appleyard, el lapacho florido es primavera en Paraguay.


Mano morena que enguantada en lila

Acaricia el azul de las mañanas

Badajo florecido de la esquila

Triunfal del firmamento que se infama

Mancha de luz al borde de un camino

Jalón del campo y corazón del viento

Árbol que tiene para sí el destino

De ser la primavera en todo tiempo


Los poetas con sus poemas gestan símbolos, que al ser compartidos por todos se constituyen como receptáculos de información, así la flor de coco nos recuerda la navidad, los azahares y jazmines son cantados por muchos poetas y poetisas.

Elvio Romero, viste y perfuma a su amada con azahares.


Mi amada es de mi tierra, de lo mío

Su atuendo es de azahares. Perfumada

Tiene la voz de seda. Y sus canciones ondas

Son de su pueblo ardiente, de mi pueblo profundo,

Cantar de carreteros en luz madrugadora.


La comunidad y los símbolos interactúan con los individuos que integran la sociedad, quienes así conservan el "teko" heredado, cultivándolo y enriqueciéndolo; aparte de los símbolos patrios existen otros que se han enraizado fuertemente, son de carácter social.

Josefina Plá, la española que eligió pasar su vida en la patria de su adopción, dedica este poema a las madres que ofrecieron sus hijos a la patria en la guerra con Bolivia, es la imagen más sublime del amor a la patria; patria y madre, madre e hijo, hijos y patria.


Madres que con la mano sobre el pecho casi alma

veis tocar aún el rostro del ausente

vuestros hijos perdidos

están aquí y a vuestro lado pasan.

madres, cerrad los ojos y miradlos

ellos retornarán a la tierra

vuelven todos ahora en ola irresistible

porque la tierra vuelve

vuelve incesante era el correr del tiempo

en ella se hacen las generaciones

de nuevo carne y canto a la patria

(permanencia, perennidad, patria)


Para Jorge Canese la patria sosegada, la patria tristemente sometida por el terror, es otra imagen, otro rostro de la patria, donde mueren los sueños a causa del terror. Corría el año 1982 cuando apareció Paloma Blanca, Paloma negra y este poema es parte del libro secuestrado por la policía del régimen, que no toleraba la poesía contestataria.


Somos los que vivimos

a pan y agua

en los calabozos

entre las cucarachas y los locos

de la cárcel modelo,

en medio de los gritos, los golpes

los locros de carne podrida

la mugre, el miedo,

la persecución y el olvido.

Somos

los que alguna vez soñamos

no caer nunca presos

ni que nos allanen la casa

y nos separen de los hijos

y nos ahuyenten los amigos

porque el temor

corre más rápido

que reguero de pólvora.


Como parte del ser nacional, el teko, se encuentran las manifestaciones de la religiosidad popular, si las analizamos encontraremos cómo los paraguayos buscan el relacionamiento con un Dios, con una sabia simbiosis entre la espiritualidad guaraní y los sentimientos religiosos cristianos. Los poetas populares han creado bellas músicas como la Guarania Kurusu Verá o las canciones de los estacioneros de la Semana Santa.

Hubo siempre en este país poetas que con conciencia de la patria, la patria soñada en la voz de los poetas, es una patria sin sufrimientos, a Elvio Romero le duele la patria según la percibe en estos versos:


Calientes clavos le clavaron

Siguen clavándome esos clavos en los ojos

Ardientes,

Aunque sigue mirando

Morena, mutilada, revoltosa y sangrante

Velando por los hijos

A quienes por llevarla les clavaron,

Con esos mismos clavos

Con esos mismos clavos

Calientes con que fueron a clavarle los ojos

Revoltosos y ardientes con que sigue mirando.


José-Luis Appleyard tiene un sitio, siente a su patria sangrante y triste:


Hay un sitio en el mundo donde vivo

Pequeño y singular

Un sitio mío

Un pedazo de tierra con olor a madera,

Con gentes como yo, de diminuto, sangrante y triste

Corazón cautivo.


Marialuisa Artecona necesita ver a su patria libre del opresor, en 1980 clama con su poema Banderas.


Banderas

Banderas negras para el último día el opresor

Sangre de ardidas venas

Rictus exangües

Luz y espada

Banderas

Banderas desplegadas

Emblema

Justicia

Libertad.


Es difícil hacer justicia a esta poetisa, esta maestra, en su triple dimensión poética, humana e intelectual, pero estos versos con que siente y sueña con un Paraguay sin opresores, sin banderas negras, una patria donde justicia y libertad se hagan realidad; estos versos nos interpelan, nos llaman a que su anhelo consiga perennidad.

En la Isla Secreta de Rubén Bareiro Saguier, su patria se halla en medio de la tierra del mapa, es en este poema donde sentimos como una daga clavada en el corazón, el sentimiento de patria, lo que para algunos es una idea, un concepto, para Rubén Bareiro es dolor que sangra, pero no hay amargura, aunque en la época en que escribió Estancias, Errancias y Querencias, el país era "una balsa de tierra a la deriva", según las palabras del poeta.


Tierra de tierra rodeada

Luna seca

O a veces tarde mojada

De lágrimas en creciente

Tierra de nadie o de pocos.

Sin embargo,

Por mucho que intentaron

No han conseguido echarte por tierra

Aunque te sangre la piel de tierra roja

Y el sol te saque heridas

De tierra inútilmente hermosa.

Tierra de tierra adentro.


La visión de patria, de tierra, de terruño es diferente en cada poema, pero los poetas de la Generación del 50 tienen en común el insobornable amor a la patria y el inclaudicable clamor de libertad. Carlos Villagra Marsal, en El Desterrado, versos dedicados a Elvio Romero, que es un poema de canto y vida:


Tengo que regresar

A mi tierra

Donde saquean el agua a los secanos

Donde demarcan las hambres con alambre de púa.


De vuelta debo estar

Es mi tierra donde unos pocos mandan

En tanto que en sus ojos les relucen las armas

Cuando a los demás sólo les queda

Sangre sajada en las espaldas

Y sed amordazada y rabia.


Y termina con una estrofa que trasunta el deseo de que se disipe la sombra que se cierne sobre la patria, el fin de la dictadura, ella forja otro componente de nuestra identidad, los paraguayos/as amamos la libertad y muchos murieron por ella.


Precisamente quiero volver a ella

Porque todos sabemos que cuanto más ciega sea

La sombra que soporta la patria

Más cercano estará

A punto de asomarse

El resplandor seguro

El goce incontenible de la madrugada.


¿Cómo siente la patria Lourdes Espínola? Ella se identifica con la patria desde la lejanía y sufre por su opresión, la patria es parte de la América.


Patria: Acuéstate callada al lado mío

Deja caer tu pelo en mi almohada,

Aprieta junto a mi cuerpo

El cobre estirado de tu piel

Déjame contarte de David y Goliat,

De los libros que escribí,

De los papeles que tiré,

De cada palabra: verso y prosa,

Para saberme siempre hablando

En la casa del extraño...

Yo sé que tu palabra fue el silencio,

Oprimida la sílaba

Humillado el vocablo

América: amante mía

No quiero que te duermas...

Quiero contarte un mito,

Déjame amor, que te hable

De David y Goliat.


La visión de patria y poesía en los versos de una poetisa y maestra, Nidia Sanabria de Romero, cuya sensibilidad se conmueve al fusionar patria-escuela-niñez en la fiesta de mayo, que por ahora se actualiza con la proximidad del bicentenario.


Mayo


Cuando la aurora

levanta el telón de la noche

y el arado abre surcos

de esperanzas nuevas

la patria emprende su marcha vital.

Cuando las aulas

se pueblan de risas infantiles

el himno en sus versos

en marcha triunfal

la patria se proyecta

fuerte y altiva.


Cuando en cada hogar

al llegar la noche

se musita la oración

del padre nuestro

la patria se fortalece.


Cuando suenan clarines

repican campanas

y se visten las calles

de la tricolor bandera.


La patria está de fiesta.

Mayo le presta su brisa suave

el sol le da su aureola

la palma y el olivo su incienso

y mil aves repiten

el dulce trinar

¡qué bella es la siembra

de la libertad!


La poesía y los poetas luchan contra la desmemoria, la globalización trabaja sobre un factor psicológico, el olvido, la gente se adhiere a grupos musicales que no le recuerdan nada, que no le dicen nada, cuanto menos es la carga emotiva, entonces todo se torna desechable porque hay pérdida de la historia, ¿qué le dicen las músicas de cachaca a los jóvenes?

Pero sabemos de muchos jóvenes que oponen una resistencia cultural, que contribuye a mantener cierta identidad. La música paraguaya de resistencia a la dictadura tiene letras de protesta y denuncia, con ella se reinterpreta la cultura nacional al tiempo de afirmar la identidad.

Nueva poesía y nuevos creadores para este nuevo tiempo que vive el Paraguay, en este S. XXI, deben aportar para la convivencia y el diálogo en la diversidad para que el Paraguay multicultural apunte a una verdadera tolerancia y libertad cultural.

Concluimos con la visión de patria en el sentir de Susy Delgado, ella percibe un país aletargado, adormecido, le duele la indiferencia, el abandono, su sensibilidad femenina no resiste el problema social.


Hablaría tal vez, de mi país de sueños calcinados

Calcinados quizás

Una siesta en que fueron durmiéndose los pasos,

las voces y los pájaros.


Es que todos los ojos se fueron tiñendo

Del color del olvido

Del color de silencio

Del color de la siesta.




Nadie escuchó al lagarto sigiloso,

bajo las hojas secas soñolientas, llevarse los recuerdos

Los temblores y todos los alientos

Ni oyeron el rumor del viejo arroyo

Reptil y cómplice llevándose los gritos

Los machetes, las polcas y los besos dormidos

Los sueños calcinados

Los pájaros muertos.


Comprender la patria y amar a la patria está en la conciencia de nuestros poetas y se instala en el inconsciente colectivo, gracias a la poesía y la música; es el presente, no podemos aferrarnos al pasado, este itinerario no tiene ese afán, tampoco debemos cerrarnos al futuro. Sería suicida, necesitamos rescatar lo nuestro, como nuestra cultura es eminentemente oral. La identidad paraguaya está cambiando, nos estamos abriendo a lo nuevo, luchando contra la mentalidad de isleños rodeados de tierra, los medios de comunicación cumplen un papel decisivo en la reactualización de los conceptos de identidad nacional. Se transmite con la vivencia cotidiana, con el arte, música y poesía, el amor a la patria no se pierde, la escuela de la identidad de un Paraguay que ha vivido durante décadas una unidad y homogeneidad cultural ficticia, cuando que en realidad no hay un único modo de ser paraguayo, ese es un mito ideológico que no resiste ningún análisis socio-histórico. Nuestra identidad se manifiesta de diversos modos, hay una diversidad y multiculturalidad que se manifiestan en muchos aspectos, no debemos extrañarnos ante el reconocimiento de las identidades de la variedad de etnias religiosas y lingüísticas; la identidad no puede imponerse, de un modo de ser único como impuso la dictadura ni de un destino común para todos, no es forzando la eliminación de la pluralidad mediante la globalización que quiera imponerse un solo modo de ser, la identidad puede ser la suma de diversos puntos de vista. En el Paraguay se debe luchar por la gran unidad nacional, como en la época de las dos guerras, en que el pueblo permaneció unido para la defensa contra el invasor, sin caer en el deseo de la homogeneidad cultural. Pero existe la paraguayidad, nuestro país con toda su pobreza y expuesto a múltiples saqueos, e invadido desde afuera repetidas veces, después de la Guerra del 70, sufrió una recolonización, no ya de españoles, sino de inmigrantes de formas de vida diferentes pero sus hijos ya son paraguayos. Entonces, debemos hurgar en nuestros orígenes, reconocer nuestra esencia, nuestro ser nacional, hacer una representación auténtica de nuestra colectividad, lo cual nos hace ver que los paraguayos no somos todos iguales, la diversidad cultural debe aportar el apego a este suelo, luchar y trabajar por el bienestar de todos sin exclusiones, valorando nuestra cultura autóctona original, tal como lo expresara Mauricio Cardozo Ocampo en su Chokokue kéra yvoty:

Javy'a ñande retame

ndaipóri mbojojaha

Hi'ánteko joayhupápe

jaiko oñondivepa


Anive ñañorairo

Anive jaiko vai

Torope ñamba'apo

Taimbarete ñande Paraguái


MARIBEL BARRETO. Educadora de larga trayectoria en el escenario nacional. Maestra Normal y Profesora normal superior. Licenciada en Humanidades de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. Máster en Letras por la Universidad del Norte. Actualmente ejerce las cátedras de Teoría Literaria, Lengua Castellana, en la Carrera de Letras, de Ciencias de la Comunicación y Ciencias de la Educación en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción. Es miembro de EPA (Escritoras Paraguayas Asociadas). Es socia del PEN Club del Paraguay. Coautora de la Antología Poética del Paraguay desde sus orígenes, bajo la dirección de Raúl Amaral. En el campo literario tiene publicadas varias obras: La otra orilla y otros cuentos (2000), El gigante del cerro y otros cuentos (2001), El país de las aguas (2002), Rondas infantiles (2004), Micolin (2005), El cumpleaños de Chanchín (2005), Los cuentos de María Julia (2008), Código Araponga, su primera novela, en que pretende pintar un fresco sobre el Paraguay de las décadas del 60 y 70, obra galardonada con el premio "Bienio 2004-2006", del PEN Club del Paraguay y el Instituto Paraguayo Alemán "Goethe Zentrum"; El retorno de Araponga (2007), Desde el silencio (2007).


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Fuente:

REVISTA DEL PEN CLUB DEL PARAGUAY

IV ÉPOCA – Nº 19 – NOVIEMBRE 2010

POETAS – ENSAYISTAS – NARRADORES

© Arandurã Editorial,

Telefax: (595 21) 214.295

e-mail: arandura@telesurf.com

Internet: www.arandura.pyglobal.com

Asunción – Paraguay

Noviembre 2010 (197 páginas)


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REVISTA DEL PEN CLUB DEL PARAGUAY
 
IV ÉPOCA – Nº 18
 
A CENTRE OF INTERNATIONAL PEN
 
EDICIÓN ESPECIAL
 
LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA LITERATURA EN EL PARAGUAY
 
Arandurã Editorial,
 
Asunción – Paraguay
 
Julio 2010 (199 páginas).
 
 
 

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