Portal Guaraní - LA LEY IN-MUNDA Y CIUDAD CON MIEDO - Por GENARO RIERA HUNTER

Si el psicoanálisis no se ocupase de lo social tampoco se ocuparía del sujeto humano. Justamente para Freud la realidad socio-cultural (vinculo y realidad social) es efecto de una regulación del goce pulsional. Es esto lo que Lacan, siguiendo a Freud, sitúa como complejo de Edipo, lugar este de una ley humana estructurante fundamental que permite simbolizar y limitar al dicho goce. Es una estructura donde al sujeto infantil se le impone vivir la falta (de goce pleno) permitiendo con ello que el deseo y los ideales se establezcan.

El ámbito de lo social plantea la cuestión de los deseos y los ideales, porque ambos fenómenos son respuestas a la falta de satisfacción plena-inmediata, total y completa de las pulsiones sexuales y agresivas. Entonces, deseo-vinculo social e ideales están en la misma línea de pensamiento para la perspectiva psicoanalítica.

Por eso, es crucial poder desear, es decir, transformar las adversidades provenientes de la falta en causes o motivos de nuevos deseos. Si no se puede desear a partir de ese límite o Ley que humaniza, en su lugar queda la intolerancia, las arbitrariedades y todo tipo de abuso. Resta una imperativa al gol goce inconsecuente. En la familia moderna se va reduciendo el clásico triangulo; cada vez hay más pobre en desuso y sin merito como señala Héctor Gallo. El desfallecimiento del padre como guardián de la ley y regulación del goce pleno pulsional va siendo cada vez menor y en consecuencia el síntoma moderno, la violencia y el abuso sexual intrafamiliar va siendo mayor.

El facilismo y el inmediatismo que el campo de la tecnociencia va ofertando con ayuda y use del capitalismo, va creando padres sin deseos. La caída del poder de la familia en cuanto a sus funciones simbólicas reguladoras se pone en evidencia en la violencia. No se trata de terapia de familia ni de charlas ingenuas de sensibilizaciones sobre las funciones paternas; se trata de percibir el tema de estructura desde el punto de partida mismo que la cuestión del padre, hoy, pasa por una función que va en desuso y en su lugar es el mercado el que remplaza su papel de ordenar por donde deben ir las satisfacciones.

La niñez es particularmente vulnerable y afectada por la ausencia de una ley reguladora, es el primer flanco cuando falta la posibilidad de desear a partir de esa ley que impone la falta y promueve sustituciones simbólicas dando un sentido a las satisfacciones. El maltrato al niño es asi, consecuencia de la operación de una ley inhumana (insensata). Imperativa y sin dialéctica, la ley inhumana es la ley del tipo que obliga a disfrutar imperativamente: ¡satisfagámonos!, no importa con que ni porque ni para que; esto significa que todo pasa a rango secundario frente al consumismo. Es multifacético, persigue muchos fines, es como una llave maestra, abre muchas puertas, al decir de Bauman. Y hay que decir que las épocas siempre imponen modos característicos de disfrutar, que las épocas con su discurso dominante, religioso, científico y capitalista, por ejemplo, no marcan ideales, marcan pautas de satisfacción. El mercado es hoy nuestro padre. Es la perdida de ideales, valores y posicion deseantes, lo que instala la ley inhumana, a social. El crimen con la violencia es su expresión mas manifiesta. Es presencia de lo que se llama ley de la selva o del cada uno por si.

Cuando falta la palabra es el puro acto lo que deviene satisfacción utilitaria, inmediatista, presentista, donde el consumo se vuelve consumista. La satisfacción solamente se da, como señala Bauman, en el momento de la adquisición, no en la amistad duradera. El abuso de la infancia tiene una conexión por tanto con la ley inhumana que es ley de pura presión hacia la satisfacción que pauta el mercado.

El psicoanálisis busca esclarecer esa conexión. Este puede ser su aporte a los demás discursos psicosociales, universitarios, etc. Cuando la ciudad padece de miedo, es el autoencierro la defensa. La defensa es ante la ley del mercado que impone vivir impulsos irrefrenables. Uno de ellos es el-ser-visto-por-el-otro, un mandato que no deja de atropellar las tranquilidades y los derechos.

P: A veces pienso que siempre me gustó engañar... por esa nunca seguí un camino recto.

M: Me pasa lo mismo, por eso seguí y sigo el tema del rally, el camino directo me aburre, es monótono e insustancial.

P: Pero no sos prudente...claro, es que la lealtad es solo del hombre que piensa razonadamente

M: No lo había sospechado, quizás porque trabajo para el estado. Pero es difícil ser fiel a una causa cuando en los caminos del engaño te ofrecen regalos.

P: Regalos son deudas. Se percibe muy poco el contexto cuando se recibe, uno ya no se imagina a quien llamar cuando tiene mucho que hacer para salir de una deuda.

M: Tengo el zapato limpio, es lo único limpio que tengo. Como quiero combatir a un enemigo limpio.

P: Eso no creo que debas esperar, las leyes están caídas. Hoy ya no morimos por muertes ideales. Hoy nos confesamos todos al pedo. Hay mucha bestia en el error pero nadie se disculpa por una caída, cuando tomamos un camino somos como búfalos. ¡Quien quiere caminos indirectos!. Sólo vas y otros pocos más son los locos amigos del rally.

M: Somos muchos los tocados, los cansados del matricidio. Somos enemigos de los que tienen supuestamente tienen la luz para la humanidad de conciencia frágil, infantil y débil. Estos sabios siempre guardan silencio cuando suenan los cañones. Son ellos los indirectos, los necios que no saben lo que dicen.

P: Eso que decís esta bien pero no se, me es muy difícil. Quizás porque la vanidad siempre camina delante y las lagrimas detrás es que sabemos mas cómo enfermamos que cómo empobrecemos.

P: Si, pero de que sirve focalizarse en los defectos. Para mi deberíamos focalizarnos en que cada uno pudiera tener su propio pozo de agua, será asi como realmente podremos sonreír.

P: Y si. Los del rally, tienen astucia, fuerza aparente, una especie de sabiduría en el cerebro. Es de ahí que resulta que se desea poco pero se exige mucho.

M: Creo que por hoy es suficiente, abrimos mucho ya nuestra tienda. Lo que esperamos está ausente. Me voy a dormir Pablo.

P: Esta bien María, pero quiero sacarme de mí y decir: estamos aislados por que nos faltan los lobos. Nos unimos solo cuando la fiera esta en frente, si no, no nos resta otra cosa que peleamos entre nosotros. Siempre dormimos cuando la carretera es equivocada. Te llamo mañana, amiga querida.

M: Un rato Pablo. Aquí necesito un rato. Si no nado contra la corriente ella me lleva. Lo que quiero decirte es, que si me llevara, seria porque ya estoy muerta, la corriente lleva solamente lo que esta muerto. A mi no me mata la ambigüedad ni la indiferencia del otro. Es por eso que sigo los caminos indirectos, porque son los únicos que tienen dirección.

P. Yo no entiendo a los hombres... a este boludo siempre le hice la vida fácil y su humor cada día esta peor...no lo imaginas en que serpiente grande se ha convertido.

L. Como que con eso que. Es mejor recibir la desestima de un supuesto grande que el rechazo de un hombre ordinario... aunque sea el real amado.

P. No veo muy bien. Lo que si puedo decirte es que yo recuerdo algunas tonterías mías. Amé una vez a un inculto. Fue mi primer sacrificio...

L. ¿Si? No creo que fuera el primero, pero después de todo ser un pararrayos, ofrecerse a un sacrificio, no siempre es una tontería. Invariablemente somos ciegos cuando lo que esta enfrente lo sentimos lejos.

P. Algo de él estaba muy cerca de mi. Recuerdo que lo besaba como a un bebé.

L. Que bajo podemos caer si solo el dolor es lo que podemos apreciar. A veces pienso que el oscurecimiento de la tristeza es lo más luminoso que tenemos a mano... la serpiente parece que nos iluminamos, ¿no?

P. Parece que así es. Lo amargo, creo, no esta en errar. El ácido radica cuando decoramos nuestra necedad. Qué difícil me es salir de este dualismo.

P. Querer habitar en los mimos de un bebe y sentir la necesidad de que la tristeza me guíe.

L. Escúchame tía. En la familia siempre floto la idea del abuelo, aunque hoy muerto, intransigente y sectario. Bien sabes que papá por un pelo se salvó del manicomio. ¿No recordas cuánto le costó decidir abandonar a ese viejo tirano que le exigía la devolución de los panes que le alimento? Claro que no estaba la abuela para sostenerte cuando naciste, murió, nunca se supo bien porque. Papá lo llevaba apenas nueve meses, nunca pudo alzarte como alma hermana menor.

L. Solo recuerdo el sentimiento de piedad por tu abuelo y como me castigaba por el sentimiento que tenía por aquel hombre común. Mi marido ya estaba decretado por él.

P. Discúlpame. Eso me suena a desfachatez. Sólo celaste por la reputación de ese viejo de costumbre inmoral.

L. Creo que hice mal en llamarte, sos mi ahijada... discúlpame...mis sesenta años y el alcohol, que como siempre mató mi timidez, me inclinó a llamar una atención.

P. No lo disculpes, fui yo quien se aprovechó de tu estado. Necesitaba de tu indiscreción para poder afírmame en mi compromiso con Juan.

B. Sucede que no estoy en la vida como vos. No me interesa predicar compasión, amargar la vida del prójimo. Tus palabras transparentan lo que late en tus ojos y brota en tu alma.

A. Es increíble cómo te podés pensar bondadosa. Sos cobarde y superflua pero solo parís pecados en la vida. No hay golosinas en tus manos. No sabes cómo escaparte de tus culpas. Para eso hay que tener valor. Poder olvidarse de la prosperidad. Dejar de ser una noble esclava.

B. Nunca te escuché mas estúpido. Pareces un guerrero sin espada. Hace frio a tu lado. Nunca fuiste un rebelde, para eso hay que poder abrir un oído frio.

A. Vos que fuiste una obediente familiar no tenés moral para hablar de eso. Volcaste tu progreso llamando a amigos, a enemigos y a todos los santos. Te ocupaste de la lucha, nunca del trabajo. Tu amor jamás estuvo bajo la luz. Siempre bajo la tormenta y el relámpago.

A. Claro que sí. ¿O lo olvidaste ya de quien fue tú amante?. Aquel orgulloso, ese de perfil grosero, el que llamó y avivó tú suficiencia. Siempre, sin talento, buscaste ser un trigo y solo fuiste breña y hojarasca en mi sembradío.

B. ¿Y vos?. Yo mucho tiempo escuché tu fervor y solo vi cascara de huevo en tu brillo. No fuiste benigno. Te gustó ardorosamente cerrar los ojos y gritar en el silencio más misterioso.

A. Cáscara. Decís bien. Cayeron las cascaras. Para mí no fuiste la mujer salvaje, misteriosa, infinita y leal. Te alejaste del sueño de mi deseo. Simplemente me cansé de cazar mariposas grises sobre tumbas lúgubres.

B. Igualmente. El río de la última esperanza de llevar adelante nuestra barca, ha salido del pequeño cause que sin saber hemos construido. Mi anillo me aprieta, me quema. Me encoleriza.

A. Lo peor no es el anillo, lo peor es no sacarse. Hace mucho yo lo tiré. Todavía me quedan muchas cosas por tirar. Mi mar, gracias a Dios, esta sereno y no tiene fondo, tampoco monstruos. Se mantiene inconmensurable y luminoso.

B. Entonces es el momento en que empecemos a navegar. Sólo que en las noches están las penitencias que nos acompañan y nos abruman.

A. Mi penitencia ya aprendió a volar. No atraviesa el cielo ciertamente, no busco salvación... solo disfrutar de las cimas que se le aproximen.

B. Siempre engreído, siempre odiosamente superado. Tu espíritu, la doctrina de tu felicidad me fue muy pesada.

A. Lo que lo pesa es tu imbecilidad, el vivir siempre sedienta del agua. No hay corriente que moje tus hierbas... Cansados, saliendo el sol, quedaron dormidos.

A. No esperes hoy lo mismo de siempre. El reloj del perdón paro. No puedo pagar más lo de siempre.

A. Nada. Simplemente he vivido desorientado y obedeciendo siempre de muy mala gana.

B: Mi estimado, yo desde hace años lo conozco y lo voy a decir algo sencillo: el terror esta cuando uno se adormece. Hay que endurecer el corazón. Te lo digo por experiencia.

A. Si, lo sé por mi propia experiencia. Te lo dije. Mi corazón del perdón hoy paro. Hoy puedo correr sin el vicio. Te cuento algo. Cuando ceno mi cena ya no es como si fuese la Ultima Cena. No me como hasta el Plato. He sorprendido hasta a mi propia necesidad.

B. Eso si que esta muy bien. Superaste esa fuerza involuntaria, ese nervio impulsivo de vivir etiquetado... de ser un mero asistente al desenfreno que nos anima.

A. Nada es mas cierto de lo que decís. La losa de la deuda ha quedado en el pasado. Visitarte era mi castigo. Bastante rico me creía, algo así como un sol independiente, un anciano sin bastón. Gozaba como un búfalo en el pantano.

B. ¡No seas loco! Lo que ocurre siempre es porque es necesario que ocurra. No hay nubes negras encima de nuestras acciones, no lo culpes por nada. En esta oficina es libertad lo que tenes, la que todos tienen. Yo brillo con cada visita, mis valles los puedo abandonar. Todo gracias a gente como vos. Vivo mis horas buscando atributos como el tuyo. Cada visita como la tuya es mi mañana.

A. ¿Libertad? Yo diría que lo que obtengo es aumento de mi vanidad. Sensación de plenitud, un mar de paz. Duermo muy bien durante el día gracias a vos.

B. Yo no entiendo bien a que queres llegar. Siempre fui leal, nunca innoble como, el gato. Mis intereses fueron siempre normales. Muchas veces me he dejado persuadir para no aumentarte...

A. Yo tome como una bendición tu comprensión. Sentía muy grande mi boca cuando te suplicaba. Pero ayer me ha sucedido algo increíble.

A No creas. Muchas veces al amigo lo vemos enemigos, nos sentimos esclavos del reconocimiento. Pero ayer, mi sueño despertó. Su campo me cedió. Me dijo que quería que administre su herencia. Que viajaba y confiaba en mí.

B ¡Eso si que no puede ser! No debes devolverme tu deuda, es una virtud inútil No podes pagarme de esta manera tan desconsiderada. No corresponde que puedas realizar el dejar de deberme. Mi torrente desbordado de paciencia que sirvieron de montañas de mi nuevo mañana, de un mirar al futuro, serian ojos que me verían como hombre partido.

Jamás te he pedido que canceles. Somos hermanos, no hay nada que restituir...he perdido gente del corazón... amigos jóvenes...loca dicha... Quien presta, que para mi es dar, apaga el egoísmo enfermo...no me dejes tumbado frente al silencio de los sabios... yo ahí, mi gentil usuario, no podría reclamar mas los tapones a mis oídos. Te ruego no me dejes oír la locura del dolor, el alma del mundo.

A Si, es verdad que nunca has necesitado quedarte solo sin deudor. Eso me consta. Sé muy bien cuando un perro atado ladra en su cueva. Pero como somos creadores, no puedo dejar de gozar al ver tu creación sin cura. Sos vos ahora el divino espectador desenfrenado, actor, esclavo, tirano y creyente, todos los personajes de la escena filantrópica prestamista. Un solitario al fondo.

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

EL IDIOMA GUARANÍ, BIBLIOTECA VIRTUAL en PORTALGUARANI.COM

(Hacer click sobre la imagen)