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PEDRO GARCÍA GAROZZO
  EL DEPORTE MERECE PELOTA - PEDRO GARCÍA GAROZZO


EL DEPORTE MERECE PELOTA - PEDRO GARCÍA GAROZZO

EL DEPORTE MERECE PELOTA

PEDRO GARCÍA GAROZZO

 

El Paraguay se halla ante una oportunidad histórica de reivindicar las esperanzas populares tanto tiempo relegadas, postergación que el deporte conoce y mucho porque la ha padecido en carne propia. De ahí que haya renovada fe y superlativas expectativas acerca de un despegue que nunca se pudo concretar en forma y que es otro de los desafíos del próximo gobierno de Fernando Lugo.

Salvo aislados destellos de apoyo, motivados más por los merecimientos acreditados por la misma actividad deportiva nacional que por iniciativa propia del Estado, éste casi no se ha preocupado y menos ocupado de tan importante quehacer para la sanidad integral física, mental y espiritual de la población. E incluso todavía carga la vergüenza de haber realizado una indebida expropiación y demolido el estadio propio de la Confederación Paraguaya de Básquetbol, hecho inconcebible. La propia Corte Suprema de Justicia ya ha dictaminado con carácter definitivo que se debe compensar este despojo. El monto de indemnización crece estratosféricamente por la mora que genera su incumplimiento, sin que los responsables de saldar la deuda (Municipalidad de Asunción) tan siquiera se inmuten, declarando olímpicamente insolvencia.

 

CARENCIA DE PRESUPUESTO

 

Cabe aseverar que prácticamente no ha existido una política deportiva nacional, si bien hubo avances últimamente como el precepto constitucional que ampara al de porte (artículo 84 de la Carta Magna del 2002) y la aprobación de la Ley del Deporte (2007), que con sus luces y sombras, al menos ya es un cuerpo legal que sustenta jurídicamente un renglón que era vergonzoso que quedara todavía ignorado en plena marcha del Siglo XXI.

Pero la reglamentación de dicha ley sigue esperando el deporte paraguayo, así como un presupuesto digno. Y lo que es peor, continúa carente de rubros definidos y precisos, que permitan saber a los responsables de su administración cómo y cuánto deben distribuir y a las federaciones que los deben recibir, con qué medios pueden contar para encarar con seriedad y realismo sus compromisos y establecer metas a corto, mediano y largo plazo, en los distintos ámbitos de su esfera de acción.

 

CANTERA INAGOTABLE DE TALENTOS

 

Si el Paraguay aparece en la consideración internacional como un país que pese a su pequeño territorio y baja densidad de población ha marcado exitosa presencia en el deporte internacional, no es fruto de un trabajo de planificación, infraestructura, seguimiento y apoyo edificado sobre sólidos pilares de sustentación logística.

Hay una razón natural y única: somos un país bendecido con una cantera inagotable de talentos. El paraguayo es apto para el deporte. Ejemplos sobran y asombran, como un Arsenio Erico, que pese a que dejó de jugar al fútbol hace más de medio siglo, sigue siendo el goleador histórico más fecundo del balompié profesional en la Argentina, con la inalcanzable cifra de 293 goles convertidos en una campaña relativamente corta, frustrada por una lesión crónica de la que no se pudo recuperar. Qué hubiera sido un crack de este calibre hoy. Cuántos millones de euros o dólares darían los clubes más ricos del planeta por contar con su concurso.

Y si tuvimos un Erico que se cansó de hacer goles, en un fútbol de primer mundo como el rioplatense, otro gran deportista paraguayo impuso un estilo revolucionario en su puesto, iniciando la era de los arqueros goleadores: José Luís Chilavert.

La lista es interminable y no sólo tiene que ver con el deporte más popular sino con fenómenos como el de un Víctor Pecci en el tenis o un Carlos Franco en el golf, capa ces de transformar disciplinas casi desconocidas o eminentemente elitistas, en verdaderas explosiones de creciente auge popular en el país.

No sólo los hombres exitosos en el deporte afloran en la pródiga cantera de talentos. También las mujeres, a partir de las primeras campeonas sudamericanas que en 1952 dieron al básquetbol y al deporte paraguayo su primera estrella internacional y una década más adelante, la repetición de la conquista con el corolario de gloria de la más representativa figura del básquetbol femenino paraguayo de todos los tiempos: la incomparable Edith Nunes, goleadora mundialista.

 

EL ESTADO NO PUEDE ESTAR AJENO

 

Independientemente de cualquier concepción política, no existe en el mundo una sola nación que niegue la importancia del deporte y que no lo reconozca como un elemento indispensable para fortalecer y forjar una niñez y una juventud que lo empleen como herramienta idónea para su formación integral y su proyección para tomar las riendas del destino de su patria en el futuro inmediato. Por eso hoy los más avanzados países, que marchan a la vanguardia en este mundo globalizado, cuentan con Ministerios de Deportes. El Gobierno no puede estar ausente como nervio y motor que impulsa un país, en una manifestación tan trascendental.

Su papel debe ser de observación, no de intromisión; de tutela no de apropiación; de apoyo logístico, no de explotación; trabajando en armonía con los sectores conductivos naturales que son las federaciones deportivas agrupadas a su vez en torno al Comité Olímpico Nacional.

 

CORRELACIÓN CON EL ÁMBITO PRIVADO Y FEDERATIVO

 

Debe existir correlación e identidad de propósitos entre el ámbito privado representado por estas organizaciones precitadas y el sector público.

El objetivo federativo es la competencia local e internacional, la búsqueda del citius, altius, fortius que preconiza la máxima olímpica (llegar a ser el mejor, más alto y más fuerte). La meta es luchar para triunfar, para alcanzar la corona de la victoria. Esa es la senda de la alta competencia que brinda satisfacciones y alegrías a los competidores (aparte de beneficiarlos infinitamente con la garantía de una salud plena por el sólo hecho de practicarla) y a la afición que los sigue.

Las victorias deportivas influyen notablemente en la autoestima de los pueblos y les brinda un instrumento para combatir hasta el stress y los abatimientos, producto de un sistema de vida cada vez más duro.

En la obtención de este fin, las federaciones deben perseguir la difusión de su modalidad en los más distantes confines y buscar atraer a sus competencias propias, para que sirvan como imán que congregue cada vez a más practicantes y público.

El Estado debe ser vigilante de la alta competencia federativa en el plano nacional e internacional. La debe mirar desde su atalaya como un espectador más y sólo inter venir cuando alguna situación conflictiva extrema lleve a la anarquía a alguna disciplina, sea por ineptitud, desidia o corrupción de sus autoridades naturales.

 

PARTICIPACIÓN INTERNACIONAL

 

Así como no hay país en el mundo que desconozca el valor integral que el deporte tiene, todos reconocen su papel como verdadero embajador, capaz inclusive de suavizar (cuando se encamina su práctica en correcta sintonía con sus más nobles y elevados postulados) las más tensas relaciones políticas entre naciones divergentes.

Inspirados por estas ideas, los convencionales que elaboraron el precepto constitucional antes citado, enfatizaron en él que el .Estado debe apoyar la participación de deportistas (especialmente los no profesionales) en las competencias internacionales y estimular el desarrollo deportivo logísticamente. Por eso mismo remarca el concepto de establecer exenciones impositivas y tributarias que ha de fijar la ley. Este fue sólo un bello enunciado que no se cumplió durante casi dos décadas.

El nuevo Gobierno, aparte de darle al deporte un presupuesto digno, deberá también preocuparse de facilitar la participación en el campo internacional de los jóvenes deportistas sobresalientes cuyo noviciado y carencia de otro tipo de respaldo hacen que sea imprescindible ese respaldo para encauzar su afianzamiento.

El respaldo no sólo se puede lograr crematísticamente sino inclusive con las facilidades de gestión que precisan nuestros atletas sobre todo cuando aún se hallan en edad escolar, borrando el desatinado concepto con el que alguna vez un director de colegio secundario recibió de regreso a una alumna que había traído nada menos que una medalla de oro de rango olímpico, advirtiéndole que ya fue suficiente y "pare de solicitar permisos para salir a vagar al exterior", mientras colegas suyos en similares circunstancias en otras latitudes, recibían a sus laureados con todos los honores, rindiéndoles homenajes de admiración y exhibiéndolos como edificantes ejemplos y verdaderos arquetipos de sus compañeros.

 

LOS NOBLES POSTULADOS DEL DEPORTE

 

El Gobierno debe saber también que lo que tiene a su custodia no es el deporte asunceno sino el paraguayo. Hay una gran diferencia que muchas veces no se ha entendido o querido interpretar en otras épocas. El país no termina en la Avenida Madame Lynch, sino comienza ahí. Este tan importante quehacer de los paraguayos no puede estar ajeno a la descentralización, y los beneficios de su práctica deben llegar a todos los rincones de la patria.

Al fin, el año pasado se aprobó la Ley del Deporte, gestionada por la Secretaría Nacional de Deportes, que concibió, aún sin presupuesto para realizarlo, un ambicioso programa de integración para masificar la práctica deportiva en comunas del interior. Para ello estableció un enlace entre municipios, federaciones y el ente estatal regulador.

 

LA EDUCACIÓN DEPORTIVA MÁS ALLÁ DE LA MERA GIMNASIA

 

En el Paraguay hemos involucionado antes que evolucionar en cuanto a la educación deportiva en la escuela primaria, la secundaria y ni qué decir en el nivel terciario, a tal punto que con cruda pero indiscutible verdad, el profesor de atletismo Claudio Zúñiga dice que "en el Paraguay, la universidad es la tumba del atleta".

La universidad no debe determinar el ocaso del deporte. Más bien éste tiene que ser el incondicional aliado para el crecimiento del estudiante-deportista en el campo académico e intelectual, forjando una carrera para garantizar su futuro gracias a su calidad de atleta. A la luz del ejemplo que viene de fuera, se sacude el letargo que en este campo vivimos. Ya existen universidades que becan a alumnos destacados por sus cualidades deportivas. Si el Estado acompaña e institucionaliza estas iniciativas, la universidad dejará de ser sepulcro del deporte. Los centros de enseñanza beneficiarán a las federaciones deportivas como captadoras de talentos y vidriera de exitosos.

Las clases de educación física que hoy se siguen dictando en los colegios casi por obligación porque está en el esquema curricular que el Ministerio de Educación establece, son absolutamente insuficientes e intrascendentes.

Mientras en los países más avanzados, el ajedrez, por ejemplo, por la incalculable ayuda que para ejercitar y desarrollar la mente del joven proporciona, figura como materia obligatoria, aquí todavía se sigue haciendo la rudimentaria obsoleta gimnasia de cien años atrás y encimase han dejado de organizar las competencias nacionales impulsadas antaño por las desaparecidas Supervisiones de Educación Física de los Departamentos de Enseñanza Primaria y Secundaria del Ministerio de Educación que movilizaban sin excepción a todas las escuelas y colegios de capital e interior.

El alumno necesita ser educado para ser también un futuro deportista a carta cabal, no sólo como practicante, sino como conocedor de los grandes beneficios que para su cuerpo y su espíritu el deporte le puede brindar durante su existencia.

Otra arista que le corresponde al Estado es el respeto a los postulados que el deporte preconiza y que a menudo se confunden y avasallan en un mundo desquiciado de marketing, en el que se llega a la incongruencia de utilizar su popularidad e influencia, para confundirlo con prácticas que se contraponen totalmente con su esencia misma, como el tabaquismo, el alcoholismo y la manipulación de resultados.

La competencia estudiantil prácticamente se ha borrado de los cuadros oficiales, salvo aislados esfuerzos del sector privado.

 

 

UNA POLÍTICA DE ESTADO CON VOLUNTAD DE SERVICIO

 

 

El deporte es una herramienta idónea que los gobiernos tienen al servicio de la población. Un pueblo sano no necesita hospitales. Invertir hoy en el deporte ahorra gastos futuros en salud. Un ciudadano con su capacidad física, intelectual y mental desarrollada, no caerá en la delincuencia. Invertir en el deporte brindará el premio de una sociedad menos violenta y reducirá los índices de criminalidad y los flagelos que la castigan y ponen en jaque. Esto torna imprescindible el montaje de una inteligente política de Estado que enfatice el papel protagónico del deporte en país.

Establecerla, atendiendo los intereses de la alta competencia y los de la práctica del deporte por salud física, mental y psíquica entre los habitantes del país, es otro de los desafíos importantes para el Gobierno de Fernando Lugo.

En tiempos de su misión evangelizadora en Guaranda, Ecuador, Lugo ya tuvo la visión de contar con el deporte como aliado para atraer y orientar a los jóvenes ecuatorianos. Éstos hoy siguen recordando su positiva influencia y valorando los elevados principios que le supo inculcar un hombre que por propia experiencia vivida, conoce muy bien las bondades de la práctica del deporte. Hoy esperan lo mismo seis millones de paraguayos de quien es el nuevo conductor de nuestra nación.

Él es depositario de la fe de sus conciudadanos en un país mejor, en el deporte en particular y en todos los órdenes en general. El desafío está lanzado. Quien encendió de nuevo la llama de la esperanza en los hombres y las mujeres de nuestra tierra, no puede defraudar a quienes les dieron su voto por el bien del Paraguay.

 

 

DOCUMENTO FUENTE :

 

 

LOS DILEMAS DE LUGO – ANÁLISIS INÉDITOS

COLECCIÓN SOCIEDAD Y POLÍTICA

de EDITORIAL EL LECTOR,

Director editorial: Pablo León Burian.

Coordinador editorial: Bernardo Neri Farina .

www.ellector.com.py

Asunción-Paraguay 2008

 

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PRESENTACIÓN

La Editorial El Lector ha reunido a una docena de periodistas y escritores, agudos observadores de la realidad nacional, para analizar el escenario que encontrará el Presidente Fernando Lugo al asumir la primera magistratura del país luego de su impactante victoria electoral del 20 de abril del 2008.

LUIS BAREIRO, periodista de ABC Color, Canal 13 y Radio Cardinal; EDWIN BRÍTEZ, columnista y editor de la sección Internacionales de ABC Color, ANDRÉS COLMÁN GUTIÉRREZ, analista y referente esencial del diario última Hora; NATALIA DAPORTA, especialista en temas educativos en ABC Color; Marta Escurra, editora de la Revista Dominical de ABC Color; BERNARDO NERI FARIÑA, periodista y escritor; LUIS MARÍA FLEITAS, ingeniero agrónomo y colaborador de ABC Color en temas energéticos y ambientales; PEDRO GARCÍA, nombre insoslayable en el periodismo deportivo y redactor de última Hora; ALCIBÍADES GONZÁLEZ DELVALLE, maestro del periodismo nacional, columnista y editor del Suplemento Cultural de ABC Color; ROBERTO PAREDES, periodista y escritor; FRANCISCO PÉREZ-MARICEVICH, escritor, MABEL REHNFELDT, periodista de investigación de ABC Color, conductora de programa en Radio 1° de Marzo, y JUAN AUGUSTO ROA, corresponsal de ABC Color en Itapúa, fueron convocados por esta editorial para escribir el presente libro que será una contribución sumamente valiosa no sólo para Fernando Lugo, sino también para toda la ciudadanía.

En estos textos inéditos, elaborados exclusivamente para este volumen, hay una gran carga de experiencia y un profundo conocimiento de lo que pasa en el país y de lo que percibe la ciudadanía respecto al singular cambio que comenzamos a vivir el 20 de abril del 2008.

Este es otro notable emprendimiento bibliográfico que enorgullece a la Editorial El Lector.

No es un título más. Es nada menos que una visión ecuánime y honesta desde la prensa, desde la responsabilidad profesional de doce figuras del periodismo paraguayo reunidas para analizar el paso de una situación a otra, e investigar los conductos factibles para el cambio real que tanto anhelamos y que esperamos se plasme por fin. – PABLO LEÓN BURIÁN. EDITOR

 

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ÍNDICE

·         POBREZA, DESEMPLEO, TIERRA E INVERSIÓN PÚBLICA - LUIS BAREIRO

·         LUGO Y LA INSTITUCIONALIDAD DE LA REPÚBLICA - EDWIN BRÍTEZ

·         ¿QUIÉN LE PONE EL CASCABEL A LA MAFIA EN LA TRIPLE FRONTERA? - ANDRÉS COLMÁN GUTIÉRREZ

·         EL ESCENARIO EDUCATIVO: CAOS, INEFICIENCIA, CORRUPCIÓN - NATALIA DAPORTA

·         CONTRAPODER: NI PRENSA AMIGA NI ENEMIGA - MARTA ESCURRA

·         LA REFORMA AGRARIA Y LA CRISIS MUNDIAL DE LA COMIDA - BERNARDO NERI FARIÑA

·         ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE - LUIS MARÍA FLEITAS

·         EL DEPORTE MERECE PELOTA - PEDRO GARCÍA GAROZZO

·         ¿CUÁNTAS SERÁN LAS SORPRESAS PARA LUGO? - ALCIBÍADES GONZÁLEZ DELVALLE

·         FORTALEZAS Y DEBILIDADES DE FERNANDO LUGO - ROBERTO PAREDES        

·         LA CULTURA COMO REALIDAD POLÍTICA Y SOCIAL - FRANCISCO PÉREZ – MARICEVICH

·         MIL Y UN DÍAS DE CORRUPCIÓN. PEQUEÑA GUÍA PRÁCTICA PARA LUCHAR CONTRA ELLA - MABEL REHNFELDT

·         ITAPÚA: ENTRE EL PRIMER MUNDO Y LA EXTREMA POBREZA - JUAN AUGUSTO ROA

IDEAS FUERZA DE ESTE LIBRO

EPILOGO

 

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EPÍLOGO:

Decía Jorge Luis Borges que los libros no debieran tener prólogo sino epílogo, pues nadie analiza una obra antes de leerla. En ese contexto va este cierre.

Las ideas expuestas aquí tienen la cualidad de ser puras, no contaminadas con ninguna segunda intención ni sesgadas por intereses personales, políticos, ideológicos o dogmáticos. Pueden ser equivocadas, cómo no. Pero con seguridad, son sinceras.

Estos escritores son periodistas de alma, de oficio y de profesión. Son gente acostumbrada a escuchar a la gente, y por ello su propia percepción está nutrida por la percepción diversa de un público diverso. Y eso enriquece su conocimiento de la realidad.

He aquí una ventaja del periodista sobre el político. Éste, en su legítima búsqueda del poder, generalmente pierde la noción de la verdad al encerrarse en sus propias obsesiones y sus particulares intereses, o al tratar de acomodar la realidad a su privativa concepción de los hechos, con lo que su visión queda distorsionada y alejada de las necesidades ciudadanas.

Quienes concebimos, elaboramos y editamos este libro, unimos nuestro anhelo de país al que creemos es el de la inmensa mayoría de los paraguayos y las paraguayas. Hay un Paraguay que debemos construir juntos. El Paraguay serio, institucionalizado, libre, habitado por ciudadanos y no por súbditos, confiable, predecible, eficaz, honesto, culto, respetable, respetuoso y respetado; productivo, creativo, optimista, exigente consigo mismo; proactivo ante el futuro, soberano y digno; altivo en su identidad particular y solidario en su inserción en el mundo. Un país donde la excelencia sea una constante aspiracional y concreta, donde la eficiencia se haga tradición, donde hacer bien las cosas sea una costumbre cotidiana.

Este Paraguay es el opuesto al que tenemos hoy. Un Paraguay donde priman los deshonestos, los sinvergüenzas, los mediocres, los incapaces, los ineptos, los traficantes de maletines y de influencia; los políticos voraces, los violadores de la Constitución, los vendedores y compradores de conciencia, los coimeros y los coimeados, los estafadores, los criminales que se roban la leche, la galleta y los libros de los niños; los que se enriquecieron a costa del empobrecimiento de la educación, la salud y la dignidad de la ciudadanía; los funcionarios públicos convertidos en potentados sin pudor; los que hurtan los medicamentos de los hospitales públicos, los que cobran y pagan por caminos que no existen, los que malgastaron nuestras riquezas naturales, los que mercaron con la soberanía nacional.

El 20 de abril del 2008 hubo un voto ciudadano consciente y maduro, que eligió el cambio. Si el gobierno electo no inicia el proceso evolutivo para revolucionar el contexto actual del país, simplemente cometerá un acto de traición a la confianza de la gente.

Pero hay otro aspecto insoslayable. Ningún cambio radical se dará en el Paraguay, si paraguayos y paraguayas no adoptamos la condición de ciudadanía, es decir, la de seres conscientes, racionales, cumplidora de sus obligaciones y preservadores de sus derechos, miembros plenos e igualitarios de una comunidad nacional.

Al mismo tiempo de exigir al Gobierno, exijámonos nosotros. Asumamos nuestra responsabilidad particular en el ámbito en que nos toque actuar. Así será más fácil reconstruir el Paraguay. - BERNARDO NERI FARINA. Coordinador editorial






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