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MARY MONTE DE LÓPEZ MOREIRA

  HISTORIA DEL PARAGUAY (3ª edición), 2012 - Por MARY MONTE DE LÓPEZ MOREIRA


HISTORIA DEL PARAGUAY (3ª edición), 2012 - Por MARY MONTE DE LÓPEZ MOREIRA

HISTORIA DEL PARAGUAY

Por MARY MONTE DE LÓPEZ MOREIRA

FACULTAD DE FILOSOFÍA - UNA

Editorial SERVILIBRO

Tel. 595 21 444770

Asunción – Paraguay

2012 (343 páginas)

 

  

 

HISTORIA DEL PARAGUAY 

MARY MONTE DE LÓPEZ MOREIRA

 

INTRODUCCIÓN

 

            CONCEPTO DE HISTORIA:

 

            La palabra Historia se originó en las civilizaciones griega y romana para exponer de manera científica la narración de los acontecimientos del pasado, dignos de memoria. A partir de entonces la Historia es la disciplina que se ocupa de reconstruir, narrar y explicar los procesos y eventos relacionados con los seres humanos. La Historia estudia todos los aspectos de la existencia humana en comunidades. La forma de gobernarse, de organizarse socialmente, de producir, así como la vida material -la alimentación, el vestido, la vivienda- y la vida espiritual y cultural de las personas -creencias religiosas, manifestaciones artísticas, forma de pensar-. La Historia es un proceso dinámico ya que siempre se producen transformaciones, a veces lentas y otras más rápidas.

 

            FUENTES DE LA HISTORIA:

 

            Para reconstruir o representar un proceso o acontecimiento específico, es indispensable recurrir a las fuentes. Constituyen éstas los rastros o huellas dejadas por los seres humanos y que revelan situaciones que sirven para interpretar la vida o hechos de las personas a través del tiempo y en diferentes espacios.

           

            Las fuentes primarias: forman por excelencia el principal soporte de la Historia. Se definen así por pertenecer a la etapa o época en que sucedieron los acontecimientos y comprenden una gama muy amplia de documentos. Estos pueden ser escritos u orales. Entre los documentos escritos se citan a las actas, discursos, mensajes, cartas, notas, diarios personales, códices, periódicos, diversas clases de manuscritos, etc.

            Las fuentes secundarias: constituyen los libros y documentos escritos en una etapa posterior a la de los acontecimientos que se narran, de manera que sus autores no son observadores directos de los eventos.

            A las fuentes mencionadas, la historiografía ha ido sumando otras, por ejemplo las fuentes orales, cuyo empleo consiste en registrar los testimonios de personas que vivieron sucesos pasados y reconstruir a partir de ellos una interpretación veraz.

            También son fuentes de importancia para la Historia, las grabaciones, películas, retratos, discos, obras de arte, imágenes, músicas, la moda y otros rasgos de la cultura de una época. Generalmente, las fuentes se encuentran albergadas en archivos y repositorios, sean estos públicos o privados.

 

            Apoyo de las Ciencias Auxiliares:

 

            Para reconstruir el pasado y los procesos humanos, la Historia necesita de la colaboración de otras ciencias, entre ellas se citan las más importantes:

            La Cronología: Ayuda a ubicar en el tiempo los hechos históricos, condición esencial para poder estudiarlos, relacionarlos y compararlos. Cuando más se retrocede en el tiempo, más difícil es fecharlos y ordenarlos, particularmente cuando se estudian a los rublos que carecieron de escritura.

            Otras ciencias indispensables para el estudio sistemático de la Historia son: La Arqueología, la Antropología, la Paleontología, la Geografía, la Genealogía, la lingüística y otras ciencias que contribuyen en el esclarecimiento y veracidad de los eventos del pasado.

 

 

 

 

 

 

 

GOBIERNO DEL DOCTOR FRANCIA

 

         EL CONGRESO DE 1814

 

         Terminado el gobierno del Consulado, el 3 de Octubre de 1814 inició sus sesiones el tercer Congreso Nacional presidido por el Dr. Francia, quien aconsejó el gobierno unipersonal para mejor defensa de la República. Francia, gran conocedor de la historia romana, pensaba que era conveniente recurrir a la Dictadura, antigua institución que optaba por un Dictador cuando la República estaba en peligro, ya sea interno o externo. Sabía de las pretensiones de Buenos Aires y, al mismo tiempo, de las intenciones del caudillo uruguayo Artigas, quien con el fin de formar una gran nación intentaba someter al Paraguay por la fuerza. El diputado Mariano Antonio Molas propuso al Congreso el nombre de Francia y otros mocionaron a Yegros. Luego de un arduo debate, la votación de los congresistas, en su mayoría campesina, decidió que el mando de la nación recayera en el doctor Francia. Se pensó que solamente un hombre con su carácter y talento sería capaz de afrontar la grave situación ocasionada por la ruptura con Buenos Aires. Fue designado Dictador Supremo de la República, por un período de cinco años, del cual completó solamente dos, desde 1814 a 1816, lapso que se conoce como la Dictadura Temporal, durante el cual se excluyó a Yegros de todo mando civil o militar.

 

         LA DICTADURA TEMPORAL

 

         En el transcurso de esos dos años se establecieron los monopolios de los principales productos y la agricultura mereció especial cuidado del Dictador, quien atendía con preferencia los intereses de las comunidades campesinas.

         Se liberaron a las comunidades religiosas de todo vínculo de obediencia hacia sus superiores del exterior. Igualmente, se ordenó que los cargos públicos, tanto civiles, militares o eclesiásticos, estarían reservados únicamente a paraguayos.

         Francia reiteró una vez más su política de neutralidad, de no inmiscuirse en los problemas del Río de la Plata. En 1816 se negó a enviar emisarios al Congreso de Tucumán, donde se definirían los destinos del Río de la Plata. Asimismo, preparó la defensa del país ante una posible invasión de Artigas, quien empezó a conspirar contra el Paraguay, juntamente con otros caudillos del norte argentino.

 

         EL CONGRESO DE 1816 ESTABLECE LA DICTADURA PERPETUA

 

         Durante la Dictadura temporal, el caudillo Artigas había roto relaciones con Buenos Aires y sus tropas ocuparon las provincias del litoral. Al mismo tiempo, propuso al doctor Francia la unión de ambos Estados, pero el mandatario paraguayo rechazó el plan. Molesto por la contestación paraguaya, el caudillo oriental se declaró enemigo del Paraguay, prohibió el comercio de los productos paraguayos por el Paraná y secuestró un cargamento de armas que iba hacía Asunción. Por otra parte, el gobierno de Buenos Aires solicitó una vez más la presencia de "los diputados de la provincia del Paraguay" al Congreso de Tucumán para decidir la unión de las ex colonias del Virreinato del Río de la Plata. Buenos Aires consideraba al Paraguay una provincia, y no una república independiente. Ante estas circunstancias, surgió la posibilidad de instaurar la Dictadura Perpetua, pues los problemas existentes peligraban el mantenimiento de la independencia nacional. Algunos patriotas, entre ellos Mariano Antonio Molas y el padre Marco Antonio Maíz, se opusieron a este sistema de gobierno. Sin embargo, el 30 de mayo de 1816 se reunió el cuarto Congreso Nacional en la Catedral de Asunción, con la asistencia de 150 congresistas. El diputado de Concepción propuso que el doctor Francia "en atención a la plena confianza que juntamente ha obtenido del pueblo, fuera investido como Dictador Perpetuo de la República "con calidad de ser sin ejemplar", moción aceptada por unanimidad. Se dispuso fijar el sueldo del Dictador en 12.000 pesos anuales, suma que Francia rechazó y sólo aceptó 7.000, alegando que con esa cantidad podía "vivir decorosamente". A partir de ahora, los Congresos serían convocados cada vez que el Dictador lo considerase necesario. En los hechos, ningún otro Congreso fue convocado durante este período.

 

         DOCTRINA POLÍTICA DEL GOBIERNO DEL DOCTOR FRANCIA

 

         La política del Dictador Francia se basó en tres objetivos fundamentales:

         El mantenimiento de la Independencia Nacional

         La defensa de los límites nacionales

         La libre navegación de los ríos.

 

         POLÍTICA INTERNA

 

         En el firme propósito de mantener la Independencia paraguaya y anular cualquier levantamiento interno promovido por algunos sectores españolistas o porteñistas, el 17 de junio de 1816, prohibió "toda reunión o junta de personas, sin previa autorización del gobierno, para la conservación del orden y sosiego públicos".

         El reglamento de Gobierno, establecido en 1813, obra de Francia, establecía que la máxima obligación de los Cónsules era la conservación, la seguridad y la defensa de la República y Francia priorizó estos fines durante todo su gobierno.

         Al asumir la Dictadura Temporal ya había manifestado sus más íntimos sentimientos nacionalistas y su sentido de responsabilidad al decretar que se reservaba sólo a los "patricios paraguayos" y no a los extranjeros, los cargos públicos tanto civiles, militares o eclesiásticos.

         En cierta oportunidad había manifestado en una carta enviada al delegado de Pilar, lo siguiente:

         "Yo antes quiero morir que volver a ver a mi Patria oprimida y en esclavitud y tengo la satisfacción de que lo general de toda la República está en lo mismo y así anime usted a nuestros compatriotas de ese territorio exhortándoles incesantemente a sostener la causa de la Patria... ".

 

         LA CONJURA DE 1820

 

         Las decisiones gubernamentales del Dictador habían molestado a ciertos grupos sociales, especialmente, la clase españolista, a la cual el doctor Francia hostigó con multas o encarcelamientos, especialmente a aquellos que no habían acatado el decreto de la prohibición de casamiento con mujeres blancas. Asimismo, la antigua aristocracia criolla y los oficiales del alto mando militar se vieron relegados. Un profundo descontento iba ganado los diversos sectores sociales. A principios de 1820 empezaron a circular rumores de subversión, en consecuencia, el Dictador adoptó ciertas medidas de precaución, como el apresamiento de varios sospechosos. Se ordenó a Fulgencio Yegros que viniese a vivir a la capital, pues las frecuentes reuniones en su estancia inquietaban al Dictador, quien recibía constantemente anónimos acerca de un posible atentado contra su vida, por lo cual se redoblaron las vigilancias. Sin embargo, los conspiradores siguieron reuniéndose. Se planeaba asesinar al doctor Francia en la tarde del Viernes Santo, durante su acostumbrado paseo a caballo. El capitán Montiel, jefe del grupo, debía atacarlo. Fulgencio Yegros se haría cargo del gobierno y los comandantes Cavallero y Montiel, del mando militar. La conspiración fue descubierta dos días antes de su ejecución, cuando uno de los implicados, Juan Bogarín, confesó el plan a un sacerdote. Este lo obligó a informar a las autoridades de la conjura, como condición para su absolución. De inmediato, el Dictador adoptó terribles medidas. Hizo apresar a numerosas personas, entre ellas, a Fulgencio Yegros, Antonio T. Yegros, Pedro Juan Cavallero, José F. Montiel y varios civiles. Al mismo tiempo, ordenó la confiscación de los bienes de los supuestos implicados. En el juicio se incluyeron también a algunas mujeres. Tras un proceso lento, fueron fusilados Yegros, Montiel y el doctor Aristegui. Otros, como Iturbe y De la Mora, permanecieron en la cárcel por largos años. Pedro Juan Cavallero se suicidó en su celda, dejando una nota en donde explicaba su decisión. Parte de la misma decía "Bien sé que el suicidio es contrario a las leyes de Dios y de los hombres, pero la sed de sangre del tirano de mi patria no se ha de aplacar con la mía". Después de este trágico episodio, no se volvió a conspirar contra la vida del Dictador, quien gobernó por veinte años más.

 

         ASILO DE ARTIGAS

 

         Después de haber hostigado al Paraguay durante varios años, en setiembre de 1820, el caudillo uruguayo José G. Artigas, solicitó al Dictador que le diese asilo en el Paraguay. Desengañado de las deserciones de sus propios soldados, de las traiciones e ingratitudes de sus amigos, pidió a Francia un lugar donde vivir, confiando en la generosidad y hospitalidad del pueblo amigo. Uno de sus principales lugartenientes, el caudillo entrerriano Francisco Ramírez, se había vuelto contra él y lo derrotó, obligándole a exilarse.

         Aunque el Dictador no había olvidado los atropellos y los ataques que Artigas había efectuado contra el comercio paraguayo en el litoral, le otorgó el asilo solicitado. El jefe oriental llegó a la capital en compañía de un numeroso grupo de esclavos libres. Varias veces intentó hablar con el Dictador, sin éxito. Artigas insistía en la conveniencia de unir fuerzas para volver a la guerra, reducir a los enemigos comunes y defender al Paraguay en todos los terrenos. El doctor Francia, fiel a su política de no-intervención, no aceptó las propuestas del caudillo uruguayo y le fijó como lugar de confinamiento San Isidro de Curuguaty, a 80 leguas al este de la capital. Le proveyó de todo lo necesario y le otorgó una pensión vitalicia. Artigas, agradeció al mandatario paraguayo el trato dispensado.

 

         RELACIONES INTERNACIONALES

 

         La política externa del Doctor Francia se cimentó sobre los tres postulados enunciados anteriormente y dio una atención preferencial a la defensa de los límites nacionales. La pretensión porteña de incorporar al Paraguay a las provincias del Río de la Plata, así como el bloqueo del Río Paraná impuesto por los caudillos entrerrianos, correntinos o santafesinos y, finalmente, los intentos del Imperio portugués y luego brasileño, de apropiarse de algunas zonas de nuestro territorio, motivó al doctor Francia la defensa de las fronteras del país. El Dictador veló por la integridad territorial y reivindicó los límites nacionales establecidos al final de la colonia. Defendió la región del río Jauru, ubicada en el Alto Paraguay y los límites australes de la República, que llegaban hasta el riacho Antequera, el cual desemboca frente a la ciudad de Corrientes. En 1832, el gobierno porteño había vendido a una sociedad inglesa unos campos ubicados entre los ríos Aguapey y Uruguay, de inmediato el Dictador ordenó al Comandante de Itapúa que se advirtiese a las autoridades argentinas que esa venta era ilegal y que no se permitiría el establecimiento de mencionada sociedad en dicha región, por pertenecer ésta al Estado paraguayo. Por ese tiempo, también una corporación comercial de Salta intentó colonizar las tierras ribereñas del río Bermejo, pero el Doctor Francia desautorizó tal emprendimiento.

 

         RELACIONES CON LA ARGENTINA

 

         Las relaciones del Paraguay con las provincias del Río de la Plata se regían por el Tratado del 12 de octubre de 1811. No obstante, Buenos Aires no cumplió con lo estipulado en dicho convenio. Durante el gobierno de la Dictadura, la Argentina no renunció a sus pretendidos derechos sobre la antigua provincia del Paraguay. Los sucesivos gobernantes argentinos observaron la misma línea de conducta hacia el Paraguay. Nuestro país era considerado como una provincia argentina rebelde.

         A partir de la expedición militar de Belgrano, en 1811, Buenos Aires dejó de pensar en una nueva campaña militar contra el Paraguay, pero sí en misiones diplomáticas. El Dictador, queriendo aprovechar la situación crítica que vivía la Argentina, debido a las constantes guerras fratricidas entre unitarios y federales, pretendió asegurar la navegación del río Paraná al comercio paraguayo. Envió en 1818 una flotilla que se limitó a hacer una demostración naval frente a Corrientes, pero no pudo dominar el litoral, con lo cual las trabas al comercio no desaparecieron. En 1830 asumió el gobierno argentino el Dictador Juan Manuel de Rosas, quien intentó aprovecharse de la situación de dependencia económica que vivía el Paraguay, en su condición de país mediterráneo. Intentó reanudar las relaciones con nuestro país, pero afirmando que el Paraguay era provincia argentina y que el Paraná sólo podía ser navegado por barcos con banderas argentinas. El doctor Francia trató de evitar todo enfrentamiento con Rosas y las relaciones se mantuvieron en status quo.

         En 1832 Francia ordenó a un destacamento de soldados que reconozca unos territorios situados a orillas del Río Uruguay, ocupando Salto. El gobierno correntino manifestó que la región ocupada por los paraguayos pertenecía a Corrientes. En consecuencia, el Gobernador de esa provincia, Pedro Ferré declaró la guerra al Paraguay y ocupó Misiones, cortando el tráfico comercial que se mantenía en esa zona con los brasileños. Durante varios meses las fuerzas paraguayas y correntinas se mantuvieron en una situación tensa. El gobierno de Corrientes solicitó ayuda a las provincias del litoral, pero no las recibió. El Dictador, por su parte, ordenó la ocupación de las Misiones y el gobierno de Buenos Aires decidió que el de Corrientes evacuase sus tropas, Así terminó el conflicto sin derramamiento de sangre.

 

         RELACIONES CON EL BRASIL

 

         En los inicios de nuestra independencia, Portugal se convirtió en un enemigo acérrimo del Paraguay. Posteriormente, sus pretensiones cambiaron de dirección y se fijaron en la Banda Oriental. Portugal venció a la Argentina y en 1817, anexó el Uruguay con el nombre de Provincia Cisplatina. Dueño de esa región, Portugal se acercó al Paraguay, con el objetivo de convertirse en un aliado, en caso necesario, contra Buenos Aires y contra el Uruguay, sitios donde fermentaban gérmenes de conspiración. Francia aprovechó estas disposiciones para plantear la cuestión de límites, pero sus esfuerzos fueron inútiles. Así, hasta 1820, las relaciones fueron muy poco cordiales con el Imperio. Otro motivo de desacuerdo entre ambos Estados fueron los enfrentamientos en el norte del país, donde los comandantes portugueses de los fuertes de Coimbra y Miranda, en complicidad con los Mbayá, hostilizaban a los ganaderos paraguayos. Los indígenas robaban ganado de las estancias nacionales e intercambiaban por armas con los portugueses. En consecuencia, el Dictador decidió cortar toda comunicación con la colonia portuguesa por la zona norte.

         Al declarar el Brasil su independencia, en setiembre de 1822, mejoraron las relaciones con el Paraguay. En febrero del año siguiente, el Comandante de las fuerzas brasileñas de las Misiones solicitó al delegado de Itapúa libertad de comercio para sus compatriotas. La petición fue contestada favorablemente y así se inicio el comercio con los brasileños por ese lugar.

         Años más tarde, en 1825, Antonio Manuel Correa da Cámara fue nombrado cónsul del Imperio en Asunción y prometió que su gobierno tomaría las medidas necesarias para solucionar las cuestiones de límites y frenar los asaltos de los Mbayá a nuestro territorio, incitados por los brasileños de Mato Grosso. Al mismo tiempo, ofreció el envió de armas y garantizó la indemnización a los ganaderos norteños, a cambio de un comercio estable entre los dos Estados. Correa dejó el país en 1825 y retornó dos años después, pero no fue recibido por el Dictador porque el gobierno brasileño no cumplió ninguna de las promesas empeñadas por el citado Cónsul. No pagó las indemnizaciones y nunca llegaron las armas prometidas. Correa fue expulsado del país en 1829. Sin embargo, el comercio con los brasileños, a través de Itapúa, continuó durante toda la Dictadura.

 

         RELACIONES CON BOLIVIA

 

         Durante los gobiernos de la Junta Superior Gubernativa y del Consulado, las provincias del Alto Perú (Mojos, Chiquitos, Cochabamba, La Paz, La Plata y Potosí) seguían bajo el dominio español y no mantuvieron relaciones con el Paraguay. Luego de su independencia, en 1825, el Alto Perú convertido en Bolivia intentó relacionarse con nuestro país. En dos ocasiones despachó misiones diplomáticas al Paraguay, pero éstas fracasaron.

         En la primera, efectuada en 1828, el gobierno boliviano envió al Teniente Luis Ruiz con intenciones de establecer relaciones comerciales. En los pliegos que portaba el diplomático, se rogaba a las autoridades paraguayas que le prestasen los auxilios necesarios para llegar hasta Asunción. Pero como las notas iban dirigidas al "Jefe Supremo de la Provincia del Paraguay", sus pasaportes le fueron devueltos, advirtiéndosele que el Paraguay era una República desde 1813 y el mandatario era el Supremo Dictador y no el Jefe. Ruiz no pasó de Fuerte Olimpo y regresó a su patria.

         En 1836, Bolivia recurrió a otra misión con las mismas pretensiones de relacionamiento económico. Para ese efecto, remitió al señor José León Oliden, quien tampoco pudo pasar Olimpo y debió retornar a su país.

 

         POLÍTICA ECONÓMICA. EL AISLAMIENTO

 

         Desde la implantación de la dictadura, en 1814, la navegación por el Paraná y el comercio por esa vía fluvial, sufrieron permanentes dificultades. Primero fueron los saqueos por parte de los artiguitas y después los agravios cometidos por el caudillo Francisco Ramírez contra el tráfico comercial de los productos paraguayos destinados al Río de la Plata. Otra situación también agravante fue la anarquía en el litoral argentino, que repercutía directamente sobre único el canal de salida que tenía el Paraguay. No obstante, en los primeros años de la etapa independiente, varios navegantes y comerciantes europeos, argentinos y brasileños venían hasta Asunción trayendo sus mercancías, llevando a su vuelta artículos paraguayos. En los inicios de la Dictadura se mantuvo el tráfico comercial, aunque en forma disminuida. En 1821, debido a la guerra que Ramírez pretendía contra el Paraguay, se suspendieron las licencias de exportación. Así, de esta manera, se originó la política de aislamiento del Paraguay. Sin embargo, la razón fundamental de la implantación de este régimen surgió por la necesidad de librar al país de la anarquía existente en el Río de la Plata, situación que se sumaba a las trabas impuestas a la libre navegación paraguaya, en cada puerto del litoral.

         Gradualmente, la incomunicación se hizo más rígida. Hacia 1826, la clausura del país era casi total. No se permitía la entrada ni la salida de barcos, productos, personas, periódicos y cartas, sin autorización del Dictador. El comercio de la yerba y del tabaco se resintió notablemente en comparación a la exportación yerbatera de los últimos años coloniales, que alcanzaba más de 300.000 arrobas, tiempo en que los comerciantes del Paraguay tenían sucursales en las principales ciudades del continente americano.

         Debido al bloqueo impuesto por las provincias argentinas, la flota mercante paraguaya, que tan pujante había iniciado su labor, se pudrió en los puertos de Asunción, Angostura y Pilar. Además, importantes capitales desaparecieron, afectados por la grave disminución comercial. Sin embargo, como la población del país necesitaba imprescindiblemente de ciertas mercaderías, que no podía fabricar y el Estado, precisaba de armas y municiones para la defensa de los límites nacionales, se abrió el puerto de Itapúa y por esa localidad el Paraguay mercó durante dos décadas. Los comerciantes provenían de Santa Fe, Corrientes o esporádicamente de alguna otra ciudad argentina, pero los más asiduos mercaderes fueron los brasileños. Estos comerciantes, procedentes de Mato Grosso, Paraná o San Paulo, llegaban hasta el territorio misionero, atravesando selvas y lugares inhóspitos con el propósito de llevar yerba, tabaco, azúcar, cueros, telas de algodón y ponchos de lana del Paraguay. Trocaban allí sus mercaderías por productos nacionales. Los productores y exportadores necesitaban un permiso especial para comerciar en dicho puerto. El Paraguay importaba artículos de hierro, implementos de labranza - azadas, machetes, herramientas, clavos, etc., además de telas como el nanquín, muselina, pañuelos, rebozos de paño, pares de medias, pieles, casimir inglés, entre otras. También se comerciaban cuerdas para guitarra, naipes, juguetes musicales, muñecas de madera, trompetas, flautas, trompos Igualmente, el país importó fusiles, carabinas, otras armas y municiones para el ejército.

         No obstante, el aislamiento desarrolló al país considerablemente en el aspecto económico, pues la situación ayudó a que los habitantes se bastasen a sí mismos. Era una economía dirigida por el Estado, con la intervención directa del Dictador intervino en todos los asuntos relacionados. Se fomentó la producción de las industrias caseras y se incrementó la riqueza agro-ganadera, se reguló su distribución e impidió el enriquecimiento excesivo de la ciudadanía.

         La disminución del comercio produjo el acrecentamiento de la industria manufacturera. Se fabricaron telas de toda especie, ponchos y mantas. Los herreros fabricaron cerraduras, rejas para ventanas, sables y cuchillos para el ejército. Proliferaron los oficios de armeros, zapateros, silleros, plateros, fundidores y albañiles y constructores. Se desarrolló ampliamente la artesanía en madera, cueros y cerámica. Los muebles, importados anteriormente, fueron sustituidos por los fabricados por excelentes artesanos paraguayos. Las vajillas de plata o peltre del período colonial fueron reemplazadas por las de cerámica, elaborada por ingeniosas mujeres artesanas. El Dictador estimulaba las industrias domésticas, premiándoles con reses vacunas o fanegas de harina. Las mujeres fueron buenas fabricantes de conservas de dulces, melazas y otros alimentos. Las mantas, ponchos y otros tejidos hilados por las paraguayas eran muy apreciados por los comerciantes que venían hasta Itapúa.

         La política económica de la dictadura se orientó básicamente hacia la agricultura. Esto obedecía a la convicción de Francia de que la independencia política del país no se consolidaría si no se alcanzaba la independencia económica. Además, al producirse el bloqueo del Paraguay por las provincias del Río de la Plata, fue forzoso producir lo que se necesitaba para el consumo de los habitantes y también porque el comercio por Itapúa se realizaba sobre la base del trueque, empleándose preferentemente los rubros agrícolas. A cada propietario de tierras se le obligó a sembrar determinados cultivos y se les fijó un área. La economía rural varió notablemente, durante la colonia los principales cultivos se limitaban al tabaco, a la yerba mate y a la caña de azúcar. En ese período, las familias paraguayas campesinas estaban acostumbradas a emigrar constantemente hacia otras provincias. El aislamiento les obligó a permanecer en el país y cultivar arroz, maíz, algodón y legumbres.

         En 1819, a raíz de una invasión de langostas que destruyó por completo los cultivos, el gobierno ordenó un nuevo sembradío, cuya cosecha resultó un éxito. Desde ese año se sembró y cosechó dos partidas anuales. Como al principio se importaba harina de trigo y algodón, el Dictador ordenó el cultivo obligatorio de esos productos en determinadas extensiones de tierras. Muy pronto, no se necesitó comprar del extranjero algodón ni trigo.

         La sustitución de las primitivas herramientas de labranza de hueso y palo por las de hierro, constituyó un factor decisivo en el desarrollo de la agricultura. El Dictador estimuló a los campesinos y con frecuencia les obsequiaba herramientas agrícolas, -hachas, machetes, palas-, que eran distribuidas entre los más necesitados.

         La ganadería mereció un extraordinario impulso. A más de controlarse el desarrollo de los establecimientos de las familias criollas, también recibían un especial cuidado las estancias de la patria. Estas fueron las antiguas haciendas que el gobierno español había incrementado durante el período colonial y que después de la independencia pasaron a ser propiedades del Estado. Francia fomentó la cría del ganado vacuno, caballar y mular. El país, que en los tiempos de la colonia importaba ganado de Entre Ríos, en este período ya no tuvo necesidad de hacerlo. Era constante la distribución de ganado del Estado a las familias más necesitadas. En 1839, una epizootia de garrapata llegó a Itapúa, traída por los animales de los comerciantes brasileños, propagándose por todo el país. En consecuencia, el Dictador adoptó medidas severas y ordenó el sacrificio de todos los animales contaminados. Sin embargo, en poco tiempo la ganadería creció mejor y más abundantemente que antes de la epidemia.

         El Dictador Francia se ocupó personalmente de dirigir la economía paraguaya durante todo su gobierno, inclusive hasta poco antes de fallecer, el 20 de setiembre de 1840, seguía recibiendo informes y al mismo tiempo ordenando a los Comandantes y a los agentes de los partidos que atendiesen de forma detallada este aspecto tan importante, en el cual sobresalió nuestro país durante las primeras décadas de vida independiente.

 

         LA SOCIEDAD

 

         En 1814, siendo Cónsul, el doctor Francia había ordenado el empadronamiento de todos los españoles que no habían adquirido la nacionalidad paraguaya, para asignarles una "residencia adecuada", y al mismo tiempo se les prohibió el matrimonio con mujeres blancas, pero podrían casarse con indias, mulatas y negras.

         Con esta disposición, las familias paraguayas se sintieron profundamente afectadas, principalmente las mujeres de la clase alta, pues anteriormente, si no se casaban con criollos, lo hacían con los ricos comerciantes españoles. Al mismo tiempo, también se estableció el derecho de confiscar los bienes de todos los extranjeros fallecidos en el Paraguay, sin importar sí tenían o no herederos. De esta manera, el Dictador comenzó a neutralizar la influencia de la clase alta española. Por otra parte, una serie de medidas de orden económico obligó a los europeos a refugiarse en el interior del país, sobre todo después de la conspiración del año 20.

         Este sector de la sociedad, estuvo sujeto a cumplir sucesivas contribuciones obligatorias, durante los años 1825, 1834 y 1838. Medidas que condujeron al descenso social y a la destrucción de la clase burguesa extranjera que vivía en el país, pues el decreto de 1814, que al principio sólo rigió para los europeos, en 1828 fue extendido a todos los no paraguayos, incluso a otros americanos residentes en el territorio nacional.

         Estas resoluciones tendieron a quebrar el predominio económico y social de las clases altas, pues con ellas se impidió la acumulación de riquezas a través del matrimonio. Estas medidas, con el tiempo, contribuyeron de manera considerable a las uniones libres de las mujeres paraguayas con extranjeros, modalidad extendida también a las criollas y los criollos de las clases más bajas, pues por el temor que los permisos a contraer nupcias fuesen negados, decidían vivir juntos en concubinato.

         El doctor Francia tuvo bastante consideración hacia la clase criolla propietaria que vivía en el campo. Respetó sus posesiones, especialmente a los dueños de títulos legales de sus tierras, las que fueron adquiridas por sus antepasados durante el período colonial, ya sea por compra o por mercedes reales.

         En 1825, Francia dispuso que todos los ocupantes de terrenos en la Región Oriental presentaran el título de propiedad que les acreditaba como tales. Cumplido el plazo, muchas de estas tierras pasaron a poder del Estado. Con relación a los campos deshabitados, el Dictador los convirtió en estancias de la patria o fueron arrendados a los campesinos a precios muy accesibles con la condición de ser cultivados o poblados con ganado. De esta forma, grandes extensiones de tierras improductivas fueron empleadas para el fomento de la agricultura y la ganadería.

         La antigua aristocracia criolla que residía en la capital o en otras ciudades, se limitaba a asistir a los oficios religiosos, alguna que otra tertulia familiar y a la elaboración de las industrias caseras. Procuraba vivir lo más discretamente posible en sus fincas o residencias, para no despertar la desconfianza del Dictador. Por otra parte, después de la conspiración de 1820, los familiares de los implicados, fueron obligados a pagar fuertes sumas de dinero, a más de la persecución a que fueron sometidos. Varias familias ilustres perdieron gran parte de sus bienes.

         Sin embargo, el Dictador tuvo una notoria preferencia hacia la clase campesina, especialmente hacia la desprotegida. Durante la dictadura, el Paraguay fue organizado en veinte departamentos, subdivididos a su vez en partidos. Los comandantes militares o los delegados, gobernaban los departamentos, en tanto que los agentes inferiores, los partidos. Cada agente debía informar regularmente al Comandante de la situación de cada familia campesina de su jurisdicción. Este, a su vez, remitía los informes al Dictador, quien despachaba las diligencias para ayudar con víveres o ropas a los sectores más desamparados.

         En cuanto a las costumbres de la sociedad, estas no variaron sustancialmente desde los tiempos coloniales. La afición hacia el juego era evidente, jugaban a los naipes, a las damas, lotería y billar. Estos se realizaban en diversos lugares como las pulperías, en las tabernas o en las casas particulares. Apostaban en las riñas de gallos y las carreras de caballos. En el interior se jugaban a las sortijas y eran frecuentes las reuniones musicales. Los paraguayos eran muy aficionados a la música, especialmente a la guitarra. Componían coplas y llevaban serenatas a las damas de su elección.

 

         RELACIONES CON LA IGLESIA

 

         Durante la Dictadura Temporal se liberaron a las comunidades religiosas de todo vínculo de obediencia hacia sus superiores, que residían en el exterior. Francia había dictado este decreto porque las autoridades religiosas apoyaban a las monarquías, sobre todo en el período de la Restauración (1815-1830). Consiguientemente, por la seguridad de la República, se debía cortar toda dependencia peligrosa proveniente del extranjero. Los religiosos españoles y nacionales (franciscanos, mercedarios y dominicos) pasaron a depender directamente de la autoridad del Obispo y se les obligó a jurar fidelidad al gobierno. Pero, posiblemente, la medida más trascendental en el aspecto religioso haya sido la dictada en 1824, cuando el Dictador decretó la secularización de los conventos. Por esta disposición, los bienes de las comunidades religiosas quedaban en poder del Estado y se cerraban todos los monasterios y conventos del país, que fueron transformados en cuarteles. Por la "vida sumamente criticable de los monjes y sacerdotes paraguayos", Francia clausuró todos los monasterios y cambió a los religiosos en ciudadanos útiles a la patria. Una grave enfermedad mental del obispo español, Pedro Benito Panés - probablemente causada por el alcohol - condujo a su deposición y al nombramiento de un vicario general, Roque Antonio Céspedes, quien era simpatizante de Francia. En 1823 clausuró el Colegio Seminario de San Carlos, el único establecimiento de enseñanza superior del país, en el cual podían formarse los sacerdotes.

         A través de estas medidas, la iglesia paraguaya cayó en completa dependencia del gobierno. Como había perdido sus bienes materiales, el Estado asumió la obligación de sostenerla.

         Asimismo, se limitó la cantidad de procesiones, sin prohibir las que regularmente se hacían, pero se exigió un permiso previo del Gobierno para introducir otras nuevas en el calendario religioso. Esta disposición tenía indudablemente un fondo político: evitar que estas reuniones sirviesen de pretexto a los enemigos del régimen, para conspirar contra el gobierno establecido.

 

         EDUCACIÓN Y CULTURA

 

         El bando del 6 de enero de 1812, que establecía la instrucción primaria obligatoria, apremió al Estado a crear varias escuelas y una biblioteca pública. La educación se basaba fundamentalmente en los principios de la Ilustración, adquiridas por la mayoría de los próceres del movimiento independentista, en centros culturales del Río de la Plata. Aquellos jóvenes eran hijos de familias tradicionales, que hablaban el castellano, entre ellos Gaspar Rodríguez de Francia, quien se enorgullecía por su excelente dominio del idioma español. Sin embargo la política aislacionista hizo que durante su gobierno hubiera una gran carencia de libros en el país. La falta de contacto con el exterior propició que el guaraní se extendiera por todo el territorio nacional.

         La disposición promulgada por la Junta Superior Gubernativa también rigió durante la Dictadura. La educación primaria era obligatoria y gratuita en las escuelas públicas. Todos los habitantes del país debían saber leer y escribir. Además del maestro Tellez, también fueron nombrados otros docentes para impartir la instrucción a los niños, tanto en la capital como en los partidos de la campaña. Los educadores del interior recibían un sueldo y algunos auxilios. Se calcula la existencia, entre 1820 y 1830, de unos 140 maestros que enseñaban a unos 5.000 alumnos. Los comandantes militares y los agentes eran los encargados de la inspección escolar. La principal tarea de los maestros rurales fue la enseñanza de la lengua española, porque la mayoría de los niños no tenían conocimiento del castellano hasta la edad de ingresar a la escuela. Asimismo, existieron algunas escuelas de carácter privado, tanto en la capital como en el interior. Por falta de textos escolares, el maestro argentino Juan Pedro Escalada preparaba a mano algunos ejemplares de historia, geografía y castellano para luego distribuir a los alumnos que recibía en su residencia, en forma particular. Los maestros eran pagados por los padres de los estudiantes, pero el gobierno enviaba periódicamente personas que inspeccionaran la capacidad de los profesores y el grado de aprovechamiento de los alumnos. La mayoría de los asistentes eran del sexo masculino. Una excepción fue la escuela regenteada por doña Petrona Regalada Rodríguez de Francia, hermana del Dictador, quien vivía de una pequeña industria de elaboración de velas y para aumentar sus entradas económicas, enseñaba en su casa a niñas, hijas de las familias criollas asuncenas.

         Si bien se prestó una especial atención a la educación primaria durante la Dictadura, no podemos decir lo mismo con respecto a la educación superior. El seminario de San Carlos fue suprimido en el año 1823 y en 1824 se clausuraron las comunidades religiosas del Paraguay. Aunque el cierre de estos centros de estudios no significó el abandono total de esa clase de educación, ya que muchos sacerdotes siguieron enseñando en forma particular, sin embargo, la medida fue perjudicial de cualquier modo, y constituyó un golpe muy duro a todos los jóvenes que deseaban proseguir sus estudios superiores.

         Con relación al aspecto cultural, se debe al Dr. Francia la creación de una Biblioteca Pública. Esta aumentaba su existencia mediante las compras realizadas por el gobierno como también mediante donaciones y confiscaciones hechas a los "enemigos de la Patria".

         Sin alcanzar un grado extraordinario, la arquitectura adquirió cierta importancia en el país, con diversas construcciones para las cuales se emplearon varios hornos de ladrillo, tejas y cal. Con esos materiales se construyó la Casa Capitular de Asunción.

         Otras obras arquitectónicas, realizadas en este tiempo, fueron el Edificio del Cabildo de Pilar, varios cuarteles en la capital y también en el interior, especialmente en el Chaco.

         Asunción, en los primeros años de la independencia, no contaba con calles delineadas, pues las autoridades coloniales no cumplieron con las ordenanzas reales sobre su trazado, por consiguiente, la ciudad no tenía la forma de damero, que poseía la mayoría de las otras capitales hispanoamericanas.

         Durante este período, Asunción contaba con sólo dos calles principales, las demás eran callejones o estrechos vericuetos. Después de 1820, el Dictador dispuso algunas reformas urbanísticas y inició las mismas con el trazado de las calles. Muchas casas tuvieron que ser demolidas debido a la nueva alineación, hecho que afectó de manera considerable las residencias de varios vecinos, quienes recibieron a cambio indemnizaciones u otros terrenos donde establecerse. Sin embargo este decreto fue visto por la clase aristocrática criolla como una persecución más por parte del Dictador. Se dispuso además, que las calles fuesen iluminadas para evitar asaltos o emboscadas contra los ciudadanos que transitasen en horas de la noche. Al doctor Francia se le debe el primer alumbrado público. En ese tiempo también se construyeron muchas iglesias como las de Villeta, Concepción, Horqueta y Belén.

 

         CLAUSURA DEL CABILDO        

 

         El Cabildo era una institución municipal, establecida en casi todas las poblaciones españolas de América. Después de la Revolución de los Comuneros, los cargos fueron exclusivamente reservados para los españoles, una excepción fue la elección de Francia como Alcalde antes de la Independencia. El primer Congreso nacional removió a sus miembros españoles y los remplazó por paraguayos. Al asumir la Dictadura Perpetua, el doctor Francia nombraba personalmente a sus integrantes, los que actuaban con facultades muy restringidas. Esta institución funcionó hasta la promulgación de su cierre definitivo el 30 de diciembre de 1824. Los Alcaldes del Cabildo asunceno fueron sustituidos por los jueces de primer y segundo voto, por los jueces de mercados y abastos, por Defensores de pobres, de menores y de naturales. En los Cabildos rurales, los Delegados de Gobierno y los Comandantes militares desempeñaron esas funciones.

 

         IDEOLOGIA DEL DOCTOR FRANCIA

 

         Las expresiones manifestadas por Francia, en todos sus actos, revelan su profundo patriotismo, pero sin lugar a dudas otros dos documentos también caracterizan su ideología. Uno de ellos es la nota del 20 de julio, dirigida a la Junta de Buenos Aires. La nota no lleva firma, pero se supone que fue obra de Francia debido al estilo en que fue escrita. El otro instrumento que arroja luz sobre su doctrina es el Reglamento de Gobierno, por el cual el Paraguay se declaraba República soberana. En cuanto a la doctrina del establecimiento de la Dictadura, no sólo se inspiró en la historia romana, sino también en el filósofo J.J. Rosseau. La obra de éste, "El Contrato Social" justificaba "la suspensión del poder sagrado de las leyes cuando lo requería la salud de la patria". Para fortalecer la seguridad pública, según el pensamiento de Rosseau, se designaba un Jefe Supremo con poderes de vida o muerte. Se debía concentrar en una sola persona, la del Dictador, el poder de la soberanía que, en el concepto de Rosseau, es absoluto cuando se trataba de mantener la paz y el orden interno y la conservación la independencia. Con relación a la doctrina de la Independencia, Francia consideró que sólo mediante la concentración del poder en una sola persona podía conservarse la Independencia. En tiempos tan difíciles, en que las pretensiones porteñas amenazaban la soberanía paraguaya, "en homenaje a la libertad nacional sacrificó todas las libertades individuales". Sólo reconoció la libertad religiosa, e hizo de la independencia una auténtica exaltación al nacionalismo. Otras doctrinas que caracterizaron al gobierno de la Dictadura fueron la del orden y la del aislamiento. El Dictador tenía una gran obsesión hacia el orden. Afirmaba que "La libertad, ni cosa alguna podía subsistir sin el orden, sin reglas, sin unidad y sin concierto" Por salvaguardar el orden interno de la República y por temor a que la anarquía reinante en los demás Estados pudiese llegar al Paraguay, impuso la política del aislamiento. Además, como las provincias argentinas del litoral habían bloqueado el río Paraná a la navegación paraguaya, el doctor Francia se vio obligado a clausurar el país.

 

 

 

PROCESO HISTÓRICO DE 1936 A 1954

 

GOBIERNO DE RAFAEL FRANCO

(17-II-1936 AL 13-VIII-1937)

 

         Los militares sublevados suscribieron un acta por la cual se designaba Presidente provisional al Coronel Rafael Franco y promulgaron un decreto de índole fascista, el n° 152, mediante el cual se identificaba a la Revolución Liberadora del 17 de febrero de 1936 con el Estado de la República del Paraguay. En mismo versaba lo siguiente:

         "Las actividades que no emanen del Estado quedan prohibidas. Se suprimen por término de un año todas las actividades de los partidos políticos. Quedan bajo jurisdicción del Ministerio del Interior todas las cuestiones relacionadas con la política social del Estado. Se crea un Departamento Nacional del Trabajo y se somete a todo movimiento obrero bajo el mismo".

         El nuevo gobierno se declaró antiliberal y anti oligárquico, pero sobre todo nacionalista. Se derogó la Constitución de 1870 y en nombre de la revolución se disolvió el Parlamento. La nueva estructura política paraguaya estaba organizada sobre la base de los regímenes totalitarios vigentes en algunos países europeos durante ese tiempo.

         Una de las consecuencias inmediatas de la Revolución de Febrero fue la creación de la Unión Nacional Revolucionaria (posteriormente, Partido Revolucionario Febrerista). Asimismo, debemos señalar que los protagonistas de la revolución no se apoyaron en los partidos políticos tradicionales, ni solicitaron su colaboración. El partido Liberal fue relegado y los dos conductores de la contienda chaqueña, Eusebio Ayala y José F. Estigarribia, fueron al exilio. El militarismo irrumpía en el escenario político del país y se sentía con suficientes fuerzas para reemplazar a los partidos organizados en la conducción del Estado. Se debe indicar que durante este período, las doctrinas nazi- fascistas y comunistas se hallaban en pleno auge. Sus ideas se expandían por todo el mundo, especialmente en América Latina y por consiguiente también en nuestro país.

 

         OBRAS DE GOBIERNO

 

         Durante el mandato de Franco se promulgaron varias leyes que crearon nuevas instituciones: los ministerios de Agricultura y de Salud Pública, el Banco de la República del Paraguay (ex Oficina de Cambios). Se dictó además la ley de reforma agraria y se concluyó el Oratorio de la Virgen de la Asunción, que fue destinado a Panteón de los Héroes.

         Con el propósito de remodelar la zona y crear una plaza adyacente al nuevo edificio del Panteón, tuvieron que demolerse varias viviendas y comercios, entre ellos el restaurante "Español", de donde partía el famoso trencito a San Lorenzo, cuyas locomotoras despedían tanta chispa que las vestimentas de los pasajeros casi nunca salían ilesas de las quemaduras.

         El Coronel Franco, a diferencia de otros gobiernos militares, intentó realizar algunas reformas en beneficio de los sectores populares. La clase trabajadora encontró situaciones propicias para reorganizarse y la militancia sindical aumentó considerablemente. En el mes de marzo de 1936 se creó la Confederación Nacional de Trabajadores, agremiando a 67 sindicatos. Las primeras reclamaciones presentadas al gobierno por esta organización fueron:

         - Implantación en todo el país de las jornadas laborales de ocho horas.

         - Reajuste de los sueldos y salarios de acuerdo al costo de vida.

         - Anulación de las leyes que restringían la actividad política y sindical.

         Estas demandas fueron atendidas, pero solo en forma parcial.

         Por otra parte, varias mujeres vinculadas al comunismo y al febrerismo se unieron para formar una institución que agrupase a todas las mujeres identificadas con la nueva política. La Unión Femenina del Paraguay fue la primera organización de género que contó con estatutos y un programa de 27 puntos.

         Por ese tiempo, empezó a circular un periódico llamado Por la Mujer, para las mujeres que trabajan y piensan. Considerado el medio de comunicación feminista más combativo que se haya editado en el país. El mismo era dirigido por la señora María de Casati, directora de una institución de Corte y Confección, en donde desarrolló un método conocido como sistema Casati.

         Por otra parte, fueron repatriados los prisioneros de guerra bolivianos y paraguayos. En el orden religioso, en 1937 se llevó a cabo el primer Congreso Eucarístico Nacional. Ese mismo año se resolvió vender gran cantidad de material bélico del parque de guerra. La mayoría estaba constituida por armas bolivianas capturadas durante la guerra.

         La implantación del nuevo régimen político fue demasiado brusca. El pueblo no estaba habituado a transformaciones muy radicales y en consecuencia fue creándose una atmósfera opresiva. Los militares exigieron cambios en el gabinete y nuevamente se produjo otro golpe militar, el 13 de agosto de 1937. El Coronel Franco debió renunciar para evitar el derramamiento de sangre. Fue designado para ocupar la presidencia un miembro del liberalismo: Félix Paiva.

 

 

GOBIERNO DE FÉLIX PAIVA

(16-VIII- 1937 AL 15 -VIII-1939)

 

         El doctor Paiva, doctorado en Derecho por la Universidad Nacional, ilustre maestro, destacado periodista y político, fue el único paraguayo que ostentó la presidencia de los tres Poderes del Estado. Estaba desempeñando el cargo Decano de la Facultad de Derecho cuando fue llamado a ocupar la Primera Magistratura.

         Una vez asumido el poder, permitió el regreso al país de numerosos liberales exiliados. Se restableció en sus funciones a los legisladores del Congreso Nacional y se puso nuevamente en vigencia la Constitución de 1870. Durante su corto mandato se decidieron dos cuestiones de límites fundamentales. En 1938 se firmó con Bolivia el Tratado de Paz, Amistad y Límites, en el que se consignaron las fronteras actuales de nuestro país con Bolivia. En 1939, se firmó un acuerdo con la Argentina por el cual se solucionó el arduo litigio sobre el Río Pilcomayo. Según el laudo arbitral de 1879, se establecía que el límite entre ambas naciones era "el brazo principal del río" en cuestión. Pero, por su curso muy irregular no se podía precisar cuál era este brazo. Un acuerdo firmado en Buenos Aires puso fin al pleito, precisándose que el brazo principal era el que desemboca en Itá Enramada, hecho que favorecía al Paraguay.

         Por ese tiempo se inició la campaña presidencial del Conductor de la Guerra del Chaco, José Félix Estigarribia, quien asumió el mando apoyado por el Partido Liberal.

 

 

PRESIDENCIA DE JOSÉ F. ESTIGARRIBIA

(15-VIII-1939 AL 7 -IX- 1940)

 

         Al tiempo que Estigarribia asumía la presidencia, se desencadenaba en Europa la II Guerra Mundial.

         El gobierno de Estigarribia marcó el comienzo de la cooperación económica de los Estados Unidos. Con varios empréstitos norteamericanos se inició la construcción de una moderna carretera en dirección hacia la frontera con el Brasil, denominada Ruta II y otra que más tarde uniría la capital con Villarrica. Igualmente, se inauguró el Mercado Municipal N° 1 de Asunción.

         La prensa opositora, a través del periódico "El Tiempo", (grupo denominado los tiempistas), apoyada por grupos estudiantiles y obreros, había desatado una campaña contra el gobierno. En consecuencia, Estigarribia decretó la intervención de la Enseñanza Secundaria y Comercial. El 16 de febrero, los miembros del Congreso presentaron su renuncia colectiva, argumentando que su decisión se debía al clima de agitación política que imperaba en el país y particularmente en el seno de las Fuerzas Armadas, cuyos miembros simpatizaban con la política del Eje (Berlín-Roma-Tokio) y exigían medidas firmes. Dos días más tarde, Estigarribia asumió todos los poderes del Estado, derogó la Constitución de 70 y decretó una tregua política, consistente en la suspensión de las actividades públicas de los partidos políticos.

         Asimismo decretó un Estatuto Agrario, mediante el cual se afirmaba el dominio del Estado sobre el suelo de todo el territorio nacional y consideró que todas las tierras eran aptas para la explotación agropecuaria y la colonización, y aquellas que no fueran racionalmente explotadas por sus propietarios, serían expropiadas.

 

         LA CARTA CONSTITUCIONAL DE 1940

 

         El 19 de julio de 1940, se sancionó una nueva Constitución de tendencia totalitaria, la cual fue aprobada por un plebiscito el 4 de agosto y jurada el día 15 de ese mes.

         En la nueva Carta Magna se fortalecieron las atribuciones del Presidente, el cual gobernaría por un lapso de cinco años, pudiendo ser reelecto por un período más. Se le facultaba disolver el Parlamento, que pasó a llamarse Cámara de Representantes y dictar leyes-decretos. Se suprimió el cargo de Vicepresidente, se creó el Consejo de Estado, compuesto por los Ministros y otros nueve miembros. El Poder Judicial estaría a cargo de la Corte Suprema de Justicia y aunque se aseguraba su independencia, se afirmaba la preponderancia absoluta del Poder Ejecutivo sobre los demás poderes. Los derechos y garantías individuales fueron mantenidos pero con estrictas limitaciones. Esta Constitución rigió hasta el año 1967.

 

         MUERTE DE ESTIGARRIBIA

 

         El 7 de setiembre de 1940 el Presidente Estigarribia, junto a su esposa, pereció en un accidente aéreo, en las cercanías de Altos. La nación entera lloró por el héroe de la Guerra del Chaco. El Consejo de Ministros designó presidente Provisional al Ministro de Guerra, general Higinio Morínigo.

 

 

 

 

LA CULTURA DURANTE EL PERÍODO LIBERAL

 

         Este periodo se caracterizó por el surgimiento de una nueva corriente literaria y artística, con el fin de modernizar la vida y las ideas. Antes que forjar pensamientos propios, los representantes de la intelectualidad buscaron ponerse al día en los progresos de la cultura europea. Se hallaba latente el anhelo de modernizar al Paraguay que había emergido de una gran hecatombe. Pertenece a esta generación una pléyade de figuras que sobresalieron en distintos campos.

        

         Cecilio Báez, uno de los representantes más genuinos del modernismo. Docente, orador y político. A principios del siglo XX es el jefe aclamado por la juventud que lo ve como el abanderado del nuevo Paraguay. Gran investigador de nuestro pasado. Publicó "La tiranía en el Paraguay", "Resumen de la Historia del Paraguay" "Historia Diplomática del Paraguay", entre otras obras.

 

         Fulgencio R. Moreno, fue un activo periodista, político y excelente diplomático. Le cupo representar a nuestro país en diversas ocasiones. Sus afanes los dedicó a poner de manifiesto los derechos sobre el Chaco Boreal. Entre sus más importantes obras se citan "La ciudad de Asunción", "Estudio sobre la Independencia del Paraguay", "Diplomacia paraguayo-boliviana".

 

         Blas Garay, fue un afamado periodista e historiador. Fundó el periódico "La Prensa". Sus obras históricas como "Compendio elemental de la historia del Paraguay", "Breve resumen de la Historia del Paraguay", "El comunismo en las misiones de la Compañía de Jesús" merecen un especial destaque en la historiografía nacional. Falleció trágicamente a la edad de veintiséis años.

 

         Manuel Gondra, de vasta cultura, participó en varios congresos internacionales en los que dejó muy alto el nombre del Paraguay. Sus principales escritos fueron reunidos en un volumen titulado "Hombres y letrados de América".

 

         Juan E. O'Leary, con el seudónimo de Pompeyo González, empezó desde muy joven a escribir artículos en donde por primera vez se defendía la figura del Mariscal López. Fue un magnifico poeta y prosador. Escribió innumerable cantidad de artículos, ensayos y libros de historia, entre los cuales se citan "Historia de la Guerra de la Triple Alianza", "Nuestra epopeya", "El libro de los héroes", "El Centauro de Ybycuí", "El Mariscal Solano López".

 

         Juansilvano Godoy, se le debe la más grande Biblioteca americana del país, más tarde incorporada a la Biblioteca Nacional. A él se debe la consagración de la figura del General Díaz. Entre sus principales obras figuran "Ultimas operaciones de guerra", "Monografías históricas", entre otras.

 

         Manuel Domínguez, talentoso orador y escritor. Contribuyó a elevar el espíritu nacional. Sus principales escritos fueron reunidos en "El alma de la raza", "El Paraguay, sus grandezas y sus glorias" y otros ensayos.

 

         En las letras sobresalieron:

 

         Alejandro Guanes. Gran poeta nacional, su producción fue breve pero substancial. Su obra "Las leyendas" en donde revivifica los lejanos tiempos idos, merece un lugar importante en la lírica nacional. Escribía en varios medios de prensa bajo el seudónimo de "El tío Camándulas". Una obra póstuma suya es "De paso por la vida".

 

         Manuel Ortiz Guerrero, fue un gran poeta popular. Puso letra a las guaranias de José Asunción Flores. También hizo teatro en versos. Sus obras completas fueron editadas en 1952, entre las que sobresalen "Loca" e "India".

 

         Narrativa

 

         José Rodríguez Alcalá con su obra "Ignacia", Eloy Fariña Núñez, "Las vértebras de pan", Juan Stefanich con "Aurora", Natalicio González en "Cuentos y parábolas"

 

         El arte pictórico estuvo representado por:

 

         Jaime Bestard, quien introdujo el post impresionismo en sus telas.

 

         Guillermo Da Re, pintó varios cuadros de carácter histórico.

 

         Julián de la Herrería, fue un precursor del arte moderno en el Paraguay. Se dedicó a la pintura, a la escultura, y al grabado.

 

         Música

 

         En música, entre otros, aparece a comienzos del siglo Agustín Pío Barrios, un talento excepcional de la guitarra. Barrios recorre el mundo y la música paraguaya adquiere un valor universal. En la década del 20 José Asunción Flores creó la guarania y fue uno de los más grandes compositores nacionales.

 

         En música popular se distinguieron:

 

         Emiliano R. Fernández con "Ha che pueblo", "Regimiento 13", "Che parajhecué". Víctor Montórfano, con "Tetaguá Sapucai". Herminio Giménez, autor de "Lejanía", "Chovy Purahei" y Demetrio Ortiz, quien compuso "Recuerdo de Ypacaraí" "Mis noches sin ti".

 

 

 

SEGUNDA HEGEMONIA COLORADA 

 

PRESIDENCIA DE HIGINIO MORÍNIGO

(7 IX-1940 AL 3-VI-1948)

 

         Al asumir el mando, el general Morínigo rectificó la política de su antecesor. Los colaboradores liberales de Estigarribia fueron apresados, desterrados o recluidos en campos de concentración. Se inició la persecución al Partido Liberal, el cual fue disuelto por el polémico Decreto 12.426. El Partido Republicano, denominado Colorado (por el color de su bandera) ofreció su cooperación, pero Morínigo prefirió él apoyo del Movimiento Nacional Revolucionario, (unión de franquistas y tiempístas -civiles sin representación partidaria- organizado a fines de 1939). Pero como el coronel Franco negó su colaboración y los franquistas se retiraron, se produjo la disgregación del Movimiento. La Cámara de Representantes no fue constituida y el Gobierno proclamó que el "orden, la disciplina y la jerarquía" eran las nuevas normas reguladoras de la convivencia. Se iniciaron duras represiones contra los obreros y los sectores democráticos. Se implantó el Estado de Sitio y se crearon tribunales de defensa del Gobierno, autorizados a aplicar la pena de muerte en causas por delitos políticos.

 

         PRINCIPALES OBRAS

 

         Las inclinaciones derechistas de los políticos que rodeaban a Morínigo, le guiaron en un principio a adoptar una posición de simpatía hacia la causa del Eje en la segunda Guerra Mundial. Producida la agresión japonesa a Pearl Harbour, Morínigo lamentó que la contienda tuviera sus efectos en el continente americano. Primero, insinuó la conveniencia de una acción común en solidaridad con la Argentina, partidaria del mantenimiento de la neutralidad continental. No obstante, presionado por los Estados Unidos, el 28 de enero de 1942 el Paraguay rompió relaciones con el Eje. Esta actitud le valió el importante apoyo financiero y político del Gobierno norteamericano, lo cual le permitió emprender diversas obras públicas.

         En 1943 se realizaron las elecciones presidenciales. Morínigo, sin oposición, ocupó constitucionalmente la Primera Magistratura por el periodo 1943-48. Ese mismo año fue invitado por el presidente Roosevelt a visitar Washington. La Cámara de Representantes de ese país le dedicó una sesión especial y la Universidad de Fordham de Nueva York le confirió el título de doctor en Derecho honoris causa. Con todo, las organizaciones nazis continuaron funcionando libremente en el Paraguay dos años después de la ruptura de relaciones, pero a insistentes reclamaciones de los Estados Unidos, el 8 de febrero de 1945 el gobierno paraguayo declaró también la guerra a las potencias del Eje.

         La cooperación financiera de Estados Unidos se multiplicó de manera extraordinaria y permitió a Morínigo emprender diversas obras. Entre ellas, se inició la formación de la Flota Mercante del Estado, adquiriéndose modernas embarcaciones. Se creó la aviación comercial paraguaya. Se fundó el Instituto de Previsión Social (IPS) y el Banco del Paraguay, se construyó el local del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Se asfaltaron y empedraron varias calles asuncenas, que aun contaban con el empedrado a cuña. Se demolió el antiguo Mercado Municipal, ubicado frente al edificio del Banco Central, convirtiéndose ese sitio en una plaza y se habilitaron ocho mercados en distintos barrios asuncenos.

         Otras realizaciones fueron: la Corporación Paraguaya de Carnes (COPACAR), la Corporación Paraguaya de Alcoholes (COPAL), El Centro de Instrucción para Oficiales de Reserva (CIMEFOR), la Escuela Técnica Vocacional, el Instituto Geográfico Militar y la creación de colonias agropecuarias.

         Nuestro dinero, el peso fuerte, se hallaba muy devaluado. Dejó de circular al implantarse una nueva moneda: el guaraní, dividido en 100 céntimos.

         Se estableció además una nueva división territorial de la República, creándose 16 Departamentos con sus respectivas capitales y pueblos dentro de cada jurisdicción.

         En el campo educativo, se fundó la Escuela de Humanidades, base de la Facultad de Filosofía que abrió sus puertas en 1948.

 

         LA PRIMAVERA DEMOCRÁTICA

 

         Al desaparecer el tiempismo de la escena política, Morínigo gobernó con un Gabinete integrado por militares y apolíticos, prescindiendo de los partidos políticos. En diciembre de 1944, numerosos intelectuales, encabezados por el Rector de la Universidad, pidieron la convocatoria de una Asamblea constituyente y libertad de organización política. El Rector fue destituido y los peticionarios fueron encarcelados y desterrados. Igualmente, los trabajadores, juntamente con los estudiantes, se plegaron a las protestas solicitando una apertura política. Ante esta situación, Morínigo buscó el respaldo de una facción del partido colorado denominada "Guión Rojo", liderada por Natalicio González.

         El 9 de junio de 1946, los oficiales jóvenes del Ejército se sublevaron solicitando las libertades públicas. Morínigo dominó la situación y conservó el poder. Integró un nuevo gabinete de coalición con políticos colorados, febreristas y militares. (Tres Ministros febreristas, tres colorados y dos militares). El nuevo gobierno terminó con la tregua política y permitió el retorno de los políticos exiliados motivando una grandiosa demostración popular. El Partido Liberal fue restituido pero no formó parte del gobierno. Durante todo el segundo semestre del 46 se sucedieron concentraciones políticas y discursos. Colorados, febreristas, liberales y comunistas participaban libremente de todos los actos políticos. A este período, que va desde junio de 1946 a marzo de 1947, se conoce como "Primavera Democrática".

 

         GUERRA CIVIL DEL 47

 

         El gobierno de coalición, muy pronto empezó a agrietarse, los febreristas fueron destituidos y se decretó nuevamente el Estado de sitio. Morínigo formó un nuevo gabinete exclusivamente colorado.

         Como apeligraba la hegemonía militar, por los avances de la penetración colorada en el gobierno, el 7 de marzo de 1947 un grupo cívico-militar asaltó la Policía de la Capital y al día siguiente se sublevaron las tropas de Concepción y del Chaco. Morínigo contó con la colaboración de los "guiones rojos" y los militares sublevados con miembros de los partidos Liberal, Febrerista y Comunista. Estos últimos prometieron a la ciudadanía elecciones libres y democratización del país. Los revolucionarios estuvieron a punto de obtener el triunfo, pero el gobierno, ayudado por fuerzas militares recibidas desde la Argentina, gobernada por Juan Domingo Perón, hizo fracasar los planes revolucionarios.

         Las consecuencias fueron trágicas. Morínigo reprimió duramente a los insurrectos. Más de 400.000 connacionales emigraron del territorio nacional, afincándose en zonas limítrofes. El Partido colorado retomaba el poder después de cuarenta años en la llanura.

 

         LA ANARQUÍA GUBERNAMENTAL DE 1948-1949

 

         El país se vio nuevamente convulsionado y en anarquía. Se sucedieron los golpes de Estado y los motines. Ante la presunción de que Morínigo no pretendía dejar el mando, el 3 de junio de 1848 fue depuesto y le sucedió Juan Manuel Frutos. Tras esta breve presidencia, el 15 de agosto subió al poder el guión rojo J. Natalicio González. La situación nacional era caótica en todos los órdenes. El 3 de febrero de 1949 González fue derrocado y le sucedió Raimundo Rolón, quien sólo gobernó 26 días y luego Felipe Molas López por siete meses. El 10 de setiembre fue derrocado por un movimiento revolucionario que llevó al poder a Federico Cháves, líder colorado del sector democrático.

 

 

PRESIDENCIA DE FEDERICO CHÁVES

(10-IX-1949 AL 4-V-1954)

 

         Cháves intentó pacificar al país, pero tuvo que luchar fuertemente con los sectores oponentes de su propia nucleación política y con los demás partidos.

         En marzo de 1951 el gobierno devaluó la moneda, en el empeño de controlar la inflación y la pérdida de las reservas de oro. La crisis económica se agravó al año siguiente, cuando la Argentina, también en medio de una profunda crisis económica, canceló un acuerdo comercial con el Paraguay.

         En 1952 se establecieron varias leyes de carácter social que beneficiaron a los trabajadores. En las elecciones generales del 15 de febrero de 1953, el presidente Cháves fue electo nuevamente, sin oposición. En junio de ese año se estableció un control salarial de precios, con el fin de dominar la inflación.

         En otro orden de cosas, durante este gobierno se instaló la fábrica de cemento Portland en Valle-mí. Se inauguró el cine teatro Victoria y se creó la Escuela de Policía. Varias compañías aéreas empezaron a operar en Asunción, El 4 de mayo de 1954 fue depuesto por un golpe militar. Ocupó la presidencia, el Arquitecto Tomás Romero Pereira, quien entregó el poder a Alfredo Stroessner el día 15 de agosto de ese año.

 

 

 

PROCESO HISTÓRICO DE 1954 A 1989

 

EL ASCENSO Y LA AFIRMACIÓN DE

ALFREDO STROESSNER

 

         En la segunda mitad del siglo XX, nuestro país fue escenario de varios acontecimientos cuyas consecuencias, en todos los órdenes, aun se pueden apreciar en el presente. El segundo lustro de los años cincuenta marcó el inicio del stronismo, régimen que se extendió hasta el final de la década del 80 y que imprimió su huella en la vida política, social, cultural y económica nacional.

 

GOBIERNO DE ALFREDO STROESSNER

(15-VIII-1954 AL 3-II-1989)

 

         Con el fin de cumplir con lo establecido en la Constitución, el 11 de julio de 1954 el electorado paraguayo votó al único candidato y representante del partido Colorado, el general Alfredo Stroessner, quien asumió como Presidente de la República y Comandante en Jefe del Ejército, para el período de 1953-1958.

         Posteriormente, siguió ejerciendo la primera magistratura por varios períodos, hasta su derrocamiento en 1989.

 

         SITUACIÓN POLÍTICA, SOCIAL ECONÓMICA.1954-1968

 

         Stroessner inició su mandato en plena etapa de la guerra fría. Durante 1956 y 1957 fueron sofocados varios intentos de grupos de izquierda y de otros sectores del partido Colorado que no estaban de acuerdo con el nuevo régimen. Los colorados pertenecientes al Movimiento Popular Colorado (MOPOCO) fueron exiliados del país. Por otra parte, la intervención de la Universidad Nacional, que regía desde la década del 40, fue levantada y por medio de la Ley 356 la Universidad logró su autonomía.

         En 1957 el país da un giro geopolítico. Se fundó Puerto Presidente Stroessner, hoy Ciudad del Este, sobre el río Paraná, frontera con el Brasil, y se inicia la marcha hacia el este, con la apertura de nuevas rutas. Ese mismo año, se inaugura la Facultad de Arquitectura y comienza la construcción del Hotel Guaraní.

         Por un plebiscito, en 1958, se confirmó a Stroessner como presidente por otro periodo de cinco años. Se inició la construcción de la Ruta Transchaco y se prosiguió la de la Ruta 1. El movimiento guerrillero 14 de mayo, mayoritariamente liberal, fue reprimido por el Ejército. En las elecciones legislativas de 1960 los políticos colorados ganaron sin oposición todos los escaños del Parlamento. Ese mismo año se fundó la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción y Stroessner iniciaba esta década con el apoyo total del partido Colorado.

         En 1959 constituyó todo un acontecimiento la creación del sistema de aguas corrientes (CORPOSANA), con más de ocho mil conexiones domiciliarias. Dos años después se fundó el Banco Nacional de Fomento

         En 1960, nuestro país rompió relaciones diplomáticas con Cuba. El Paraguay fue uno de los países que estuvieron en favor de la acción colectiva contra el régimen cubano, por medio de la Organización de Estados Americanos. En 1961, se aprobaron los derechos civiles de la mujer.

 

         LA ALIANZA PARA EL PROGRESO

 

         Ese mismo año se reunieron en el Uruguay 19 naciones latinoamericanas y los Estados Unidos y suscribieron la Carta de Punta del Este, conocida como la Alianza para el Progreso. Estados Unidos suministraría la mayor parte del capital. Una de las condiciones para recibir esta ayuda era el respeto a la democracia representativa. Stroessner aceptó el plan y llamó a comicios para el período 1963-68. Por otra parte, recordemos que desde 1947, rigió en el Paraguay un sistema de partido único, encabezado por el partido Colorado.

 

         LOS PARTIDOS POLÍTICOS

 

         En 1962 el país contaba con una población de 1.819.103 habitantes. Para las elecciones del siguiente año se invitaron a los demás partidos políticos, (menos al MOPOCO). Un sector del Partido Liberal (PL), dirigido por los hermanos Carlos y Fernando Levi Ruffinelli, propusieron la candidatura de Ernesto Gavilán. Stroessner, ganó los comicios. Durante esta década, el Presidente gozó de cierta popularidad, en parte debido al continuo progreso económico, pero se debe considerar que también muchos paraguayos tuvieron que exiliarse por no estar de acuerdo con el régimen. En 1964 se reconoció como partido político al Revolucionario Febrerista (PRF) Al año siguiente, se inauguró la planta televisora de Canal 9 "Cerro Corá".

         Como la Constitución de 1940 no previa más de una reelección, se precisaba realizar varias modificaciones. En consecuencia se hicieron algunas negociaciones con la parte mayoritaria del liberalismo, legalizándose así el Partido Liberal Radical (PLR). De esta manera se legitimaba el régimen.

         En 1967 se convocó a la Convención Nacional Constituyente para redactar una nueva carta Magna. Participaron cuatro partidos políticos, el Colorado y tres opositores, el PL, el PLR y el PRF.

         Para las elecciones de 1973 ya no participó el PRF, por la falta de una apertura política y en 1977, cuando se reformó el artículo constitucional que no permitía la reelección presidencial, se retiró el sector mayoritario del PLR, creándose el Partido Liberal Radical Autentico (PLRA). El Partido Demócrata Cristiano (PDC) nunca fue legalizado por no reunir más de diez mil afiliados.

 

         LA CONSTITUCIÓN DE 1967

 

         La Convención Constituyente se reunió entre el 23 de febrero y el 25 de agosto de 1967 y promulgó una nueva Carta Magna, el texto de la misma está resumido en el siguiente cuadro.

        

         Todo el poder se concentró en el Ejecutivo. Este podía disolver el Congreso (Poder Legislativo), sin que éste tuviera posibilidades de controlar al Ejecutivo. El presidente tenía como única obligación dar cuenta de sus actividades en su informe anual al Poder Legislativo. Cualquier proyecto de ley puede ser vetado por el Poder Ejecutivo y las Cámaras solamente podrán volver a tratarlo con el voto afirmativo de los dos tercios de ambas Cámaras. Durante el receso parlamentario, el Poder Ejecutivo tenía la potestad de dictar decretos con fuerza de ley, con dictamen del Consejo de Estado, órgano compuesto por figuras de la confianza del Jefe del Estado. El presidente decreta por sí solo el Estado de Sitio y solamente está obligado a dar cuenta al Congreso, cinco días después de su promulgación. El Poder Judicial, representado por la Corte Suprema de Justicia y el presidente, elige a sus miembros y a todos los jueces y demás magistrados.

        

         Adaptado de la Constitucional Nacional de 1967

 

         Al amparo de esta Constitución, Stroessner fue reelecto en 1968, 1973, 1978, 1983 y 1988.

 

 

         PERIODO 1968-1982

 

         Es el lapso de mayor esplendor del régimen stronista. Una síntesis del sistema político de este período se describe de la siguiente manera:

         1. El régimen autoritario-tradicional se estructura sobre la base de la trilogía Partido-Fuerzas Armadas-Gobierno, en donde cada uno de estos llega a concretar un pacto de dominación, sin que los mismos pierdan su autonomía relativa.

         2. En éste trío de dominación, Stroessner es el caudillo militar gobernante, el encargado de impartir las directivas y el principal forjador del proyecto político

         3. El Partido Colorado es el responsable fundamental del funcionamiento del sistema prebendario, como así también del proceso de despolitización de la ciudadanía.

      4. El papel del Ejército no consiste en aparecer en actividades conjuntas con el Partido Colorado. Los jefes militares son los destinatarios principales de los beneficios del sistema prebendario, a través de cuyo mecanismo se los mantiene alejados de la política partidaria.

         5. El régimen tradicional paraguayo deja, sin embargo, un espacio abierto para la intervención de otras fuerzas políticas y sociales.

 

 

         OBRAS DE GOBIERNO

 

         El tiempo que transcurre entre 1968 y 1982, constituyó un período de estabilización económica y relacionamiento externo. A finales de la década, el régimen de Stroessner dio un paso significativo al extender las relaciones con los países vecinos. En mayo de 1968, Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay firmaron el Pacto del Río de la Plata. Con este acuerdo, en el que se hacía una llamada al desarrollo conjunto de la cuenca del Río de la Plata, se esperaba poder estimular la economía de toda la región, lo que interesaba primordialmente al Paraguay, la nación menos desarrollada en el área. Antes de terminar el año 68 se puso en funcionamiento el primer generador de la usina hidroeléctrica del Acaray. Asimismo, funcionaban en el país 2.264 escuelas con 399.591 alumnos.

         Gracias a la ayuda externa, con fuerte presencia de capital norteamericano, y a las inversiones extranjeras, se realizaron obras de infraestructura. Se asfaltaron varias rutas, se inauguró la moderna vía Asunción-Paranaguá, se construyó un puente internacional sobre el río Pilcomayo y otro sobre Remanso Castillo. Igualmente, se creó un moderno sistema de telecomunicaciones radio-eléctricas e inalámbricas. Continuando con la política de expansión del Estado, siguieron fundándose empresas e instituciones como El Instituto Paraguayo para la Vivienda y Urbanismo (IPVU), la Refinería Paraguaya S.A. (REPSA), mas tarde, llamada PETROPAR. El Instituto de Bienestar Rural (IBR), Aceros del Paraguay, (ACEPAR) y Líneas Aéreas Paraguayas (LAP)

 

         LEY 209

 

         Por medio de la Ley 209, denominada "Defensa de la Democracia", se autorizaba al Ejecutivo ejercer medidas represivas contra los sectores socio-políticos oponentes al régimen. La Iglesia Católica se manifestó enérgicamente en contra de la aplicación de esta ley.

 

         LOS AÑOS 70

 

         En la década de 1970 y principios de la de 1980, el país consiguió una cierta estabilidad económica y social. Con la Argentina se firmó un tratado para el aprovechamiento energético de Yacyretá Apipé, aunque el acuerdo quedó suspendido por varias décadas. Sin embargo, Itaipú, la represa hidroeléctrica más grande del mundo, fue construida sobre el río Paraná, en una operación conjunta con Brasil. Se controló la inflación, pero la reducción de los mercados para las exportaciones paraguayas provocó la elevación del desempleo y el empeoramiento del comercio paraguayo.

         Se creó también la Dirección de Colonización Militar, con el fin de beneficiar a los ciudadanos del Servicio Militar, adjudicándoseles lotes agrícolas. Aumentó la producción de rubros tradicionales, a más de la soja y el arroz. Entre 1976 y 79, las recaudaciones por exportaciones se duplicaron. Se generaron oportunidades para el sector empresarial, la colonización permitió la expansión de la economía campesina y se facilitaron préstamos al sector privado. La producción pecuaria reportaba unas 5.600.000 cabezas de ganado vacuno. Sin embargo, el contrabando dentro del sistema fue una constante. En 1978, más de 250.000 cabezas de ganado fueron al Brasil en forma ilegal. Antes de terminar la década, 16.139 alumnos y alumnas asistían a las once facultades y siete institutos de la Universidad Nacional.

         En el campo cultural surgió una generación de artistas plásticos como Carlos Colombino, Olga Blinder, Hermann Guggiari, quienes realizaron magnificas obras pictóricas y escultóricas. La labor en el área de las ciencias sociales fue notable, cabe destacar las investigaciones etnográficas realizadas por destacados antropólogos, como Branislava Susnik, León Cadogan y Miguel Chase-Sardi, entre otros.

 

         PROTESTAS SOCIALES

 

         Este panorama de estabilidad se vio perturbado esporádicamente por el creciente distanciamiento de la Iglesia Católica, influida por los nuevos vientos que soplaron a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965), por las manifestaciones estudiantiles y organizaciones campesinas que pretendían una gestión autónoma, como el caso de las Ligas Agrarias Cristianas. Todos estos movimientos fueron reprimidos.

 

         CRISIS DEL REGIMEN 1982-1989

 

         En 1982 fue expulsado del país el novelista paraguayo Augusto Roa Bastos y España le concedió la ciudadanía. Ese mismo año vivían en el país 3.029.830 personas. El crecimiento urbano registró una población de 1.295.345 residentes, mientras el sector rural, 1.734.485 habitantes. El esplendor económico de las décadas anteriores empezó a decrecer. La finalización de las obras de Itaipú coincidió con la depresión de los precios de las materias primas en el Mercado Mundial. Se produjo una evasión de divisas del Banco Central y luego de 20 años de estabilidad monetaria, el guaraní de devaluó de manera considerable. Del contrabando de exportación se pasó al contrabando de importación. El narcotráfico se constituyó en una nueva fuente de enriquecimiento ilícito. Ante esta situación, el gobierno entró en un fuerte endeudamiento externo. Entre 1985 y 87, cayeron los precios del algodón y la soja. A finales de 1988, se devaluó el guaraní con relación al dólar en un 800%.

 

         MOVIMIENTOS SOCIALES Y POLÍTICOS

 

         A mediados de la década de los 80 se intensificaron las movilizaciones de oposición al gobierno de Stroessner. Los partidos PLRA, PRF, PDC y el MOPOCO fundaron el Acuerdo Nacional. Al mismo tiempo se iniciaba un proceso de derrumbe de los regímenes militares en toda América Latina. Para 1989, solamente Paraguay y Chile eran gobernados por dictaduras militares en la región del Cono Sur.

         En el mes de agosto de 1987 se realizó la Convención del partido colorado que enfrentó a dos corrientes que lucharon por el poder. La fractura fue inevitable entre los colorados tradicionistas liderados por Juan Ramón Cháves y Luis M. Argaña y los militantes, que respondían al Cuatrinomio, integrado por Mario Abdo Benítez, Adán Godoy Giménez, Eugenio Jaquet, Sábino Augusto Montanaro. La victoria fue para los militantes y esta misma división se trasladó también a las Fuerzas Armadas, donde empezaron a surgir descontentos a raíz de las pretensiones de la cúpula partidaria de intervenir en esta corporación.

 

         EL 2 Y 3 DE FEBRERO DE 1989

 

         En 1988 Stroessner fue nuevamente reelecto por otro período, pero el bajo rendimiento económico, las disputas dentro de la elite del partido de gobierno y el proceso de recuperación de espacios de participación por parte de organizaciones sociales, precipitaron la caída del régimen.

         En la noche del 2 de febrero de 1989, día de la Virgen de la Candelaria, se realizó el golpe de Estado, dirigido por el general Andrés Rodríguez, que culminó en la madrugada del día siguiente, con el derrocamiento de Stroessner, cerrándose así un extenso período de gobierno, que duró treinta y cinco años.

 

 

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INDICE

 

Introducción

El Paraguay precolombino

El paleolítico. Parcialidades que habitaron el Gran Chaco

Organización política

La sociedad

Economía

Prácticas religiosas

Artesanía

 

El Neolítico: Los Guaraní

Organización política

Organización social

Viviendas

Vestimentas

La antropofagia

La economía

La religión

El mito de la creación

Cultura material

Principales elementos culturales

Cestería y tejidos

Conocimientos

 

El siglo XV Europeo

Los grandes cambios del siglo XV

Transformaciones socioeconómicas

El progreso de la ciencia y la tecnología

Las exploraciones ultramarinas

El pensamiento humano

La crisis religiosa

Transformaciones políticas

El progreso de las Ciencias y la Tecnología

Un invalorable aporte científico

Otros inventos

Portugueses y castellanos en el Atlántico

Las exploraciones oceánicas

Los elementos impulsores para explorar el Océano Atlántico.

Las primeras exploraciones

Los proyectos de Colón

Viaje a las indias

Carta de Colón anunciando el descubrimiento

Otros viajes de Colón

El porqué del nombre de Indias y de América

Otros viajes europeos

El mar del sur

El río de la plata..

La primera vuelta del mundo

Consecuencias de las exploraciones ultramarinas

El siglo XVI paraguayo

Exploraciones de Sebastián Gaboto

Conquista del Río de la Plata. El Primer Adelantado

Fundación de la primera Buenos Aires. El hambre y la guerra

Fundación de Asunción

La Real Provisión del 12 de, setiembre de 1537

Organización de la ciudad. Gobierno de Irala

Las rebeliones indígenas

Las primeras uniones hispano-guaraní

El Segundo Adelantado

Las rancheadas

Matrimonios de conveniencia

La importancia de la lengua guaraní

La resistencia indígena

La primera repartición de las encomiendas

Nombramiento de Juan de Sanabria como Adelantado

Principales obras del gobierno de Irala

Otras revueltas guaraníticas

Expansión fundacional asuncena (1555-1617

Los últimos Adelantados

 

El siglo XVII paraguayo

La colonia: Autoridades coloniales

Autoridades residentes en América

Las clases sociales

Las penínsulas que colonizaron las Indias

El origen de los apellidos

Los hidalgos en las expediciones al Río de la plata

La situación indígena: el servicio personal y las encomiendas

Leyes protectoras de los indígenas

Las leyes de Burgos y las Leyes nuevas

La Economía Colonial

El gobernador criollo

Francisca Jesusa de Bocanegra

Ordenanzas de Alfaro

La División de la Provincia

La conquista espiritual

La Orden Mercedaria

La Orden de los Jerónimos

La Orden de los Dominicos

La Orden Franciscana

La Orden de los Jesuitas

Ubicación de los pueblos

La organización en las misiones

La educación misionera

El colegio de Asunción

El trabajo comunitario

La vida en las misiones

El cultivo de la yerba mate

Aporte jesuítico a la cultura paraguaya

La revolución de Fray Bernardino de Cárdenas

Última rebelión indígena

 

El siglo XVIII paraguayo

Los Bordoños en España

El mar del sur

Revolución de los Comuneros

Antecedentes de la Revolución

Causas de la Revolución. Levantamiento contra Reyes de Balmaceda

Acusación contra el gobernador

La revolución

Mómpox en el Paraguay

Segunda etapa de la revolución

Las consecuencias

La doctrina de la Revolución

Las reformas Borbónicas

La política borbónica en America

Gobierno de Felipe V: Se incrementan las economías

Gobierno de Fernando VI

Fundación de la Colonia do Sacramento

El tratado de penumbra

La Guerra Guaranítica

Gobierno de Carlos III

El tratado de San Ildefonso

Reformas de Carlos III en Río de la Plata y en el Paraguay

El régimen de las intendencias en el Río de la Plata

Carlos  IV

El Paraguay en la segunda mitad del siglo XVIII

Aspectos demográficos

Aspectos sociales

Aspectos económicos

Aspectos culturales

Aspectos políticos

 

El siglo XIX paraguayo

La Independencia

Ocaso del poder colonial en América

Causas generales de la Independencia

Causas ideológicas

Causas políticas

Las invasiones inglesas

La invasión de Napoleón

La independencia de la provincia de Buenos Aires

Pretensiones de la Junta de Buenos Aires

El congreso del 24 de julio de 1810

Las tendencias ideológicas en la provincia

Misión militar de Belgrano

Las pretensiones de Carlota Joaquina

Causas sociales

Causas económicas

El plan revolucionario de los patriotas

Las pretensiones portuguesas

El golpe del 14 y 15 de mayo de 1811

El gobierno provisorio

Primer congreso nacional

La junta superior gubernativa

Relaciones con Buenos Aires

Tratado del 12 de octubre de 1811

Obra educacional

El orden económico

Misión de Nicolás de Herrera

Segundo congreso nacional

El Paraguay, la Primera República del Sur

Establecimiento del primer consulado

Prohibición de matrimonios de españoles con mujeres blancas

Los planes del caudillo uruguayo José Gervasio Amigas

 

Gobierno del Doctor Francia

El Congreso de 1814

La dictadura temporal

El Congreso de 1816 establece la dictadura perpetua

Doctrina política del gobierno del doctor Francia

Política interna

La conjura de 1820

Asila de Artigas

Relaciones internacionales

Relaciones con la Argentina

Relaciones con el Brasil

Relaciones con Bolivia

Política económica. El aislamiento

La sociedad

Relaciones con la Iglesia

Educación y Cultura

Clausura del Cabildo

Ideología del Doctor Francia

 

Presidencia de Carlos A. López

La transición. Los gobiernos provisorios

La Junta Provisional

El triunvirato

Comandancia General de Armas

El Congreso General de 12.III.1841

Gobierno del Consulado

El Congreso del 25 de noviembre de 1842

Obras administrativas y económicas

Obras en el orden cultural y social

Obras judiciales y militares

Política Internacional

El Congreso de 1844

Primera presidencia (1844-1854

Relaciones con el Brasil

Relaciones con la Argentina

La prensa nacional

Relaciones con otros Estados

Política militar

Expulsión de los brasileños del Alto Paraguay

Reconocimiento de la Independencia por la Argentina

Misión de Solano López a Europa

Misión brasileña de Pereira Leal

Segunda presidencia (1854-1857)

Relaciones con Estados Unidos

Estadía del General López en Europa

Relaciones con el Brasil

Tratado Bergues-Paranhos (1856)

Relaciones con la Argentina

La Reforma constitucional de 1856

Tercera presidencia (1857-1862

Conflictos con el Brasil. Misión Paranhos (1858)

Conflicto con Estados Unidos (1858)

El Pacto de San José de Flores (1859)

Últimos oficios del Presidente López (1861-1862)

La economía y los adelantos técnicos

Aparición de la primera moneda nacional

La explotación de la tierra

Colonia Burdeos

La política económica y el comercio exterior

Adelantados técnicos y la industria

Rol de la Iglesia        

Los primeros Obispos paraguayos

El retorno de los Jesuitas

La educación y la cultura

Las escuelas públicas

Reglamentación de becas

Los maestros

El Himno Nacional

Impulso a la educación

La Educación superior

El Seminario. 1859

La educación femenina

La Escuela de Medicina

El periodismo

Balance educativo-cultural

 

Presidencia de Francisco Solano López

La ascensión

Obras materiales

Situación política en los países vecinos

La doctrina del equilibrio del Río de la Plata

La guerra de la Triple Alianza (causas)

La nota del 30 de agosto

La posición argentina

Pacto entre Flores y el gobierno brasileño

Posición de Urquiza

Inicio de la guerra. Campaña de Mato Grosso

El paso por las Misiones

Termina la crisis en el Uruguay

Posturas argentinas. Urquiza cambia de actitud

Congreso extraordinario de 1865

Intereses económicos británicos en el Rio de la Plata

Campañas de Corrientes

Tratado secreto de la Triple Alianza

La marcha del General Robles

Batalla de Riachuelo

Campaña de Uruguayana

Combate de Mbutuy

Batalla de Yatay

La Capitulación de Uruguayana

Las bajas

El parque de guerra y la Sanidad

Campaña de Humaitá

Batalla de Corrales

Batalla de Estero Bellaco

Batalla de Tuyutí

Batallas de Boquerón y Sauce

Entrevista de Yatayty

La campaña de los exiliados de Buenos Aires

Victoria de Curupaytí

Bloqueo total

La escuadra brasileña bombardea Asunción

Los periódicos de Campaña

La represión de San Fernando

Campaña de Pikysyry

Batallas de Ytororó

Combate en Lomas Valentinas

La ocupación brasileña

Las residentas y las destinadas

Campaña de Cordilleras

Batalla de Piribebuy

Cerro Corá

 

La Post – Guerra

La ocupación de Asunción

La repoblación

El triunvirato de 1869

La convención nacional constituyente

La constitución de 1870

Tratados de límites con los países vencedores

Panorama demográfico, social, económico

La primera década (1870-1880)

Presidencia de Cirilo Antonio Rivarola

Presidencia de Salvador Jovellanos

Presidencia de Juan Bautista Gill

Presidencia de Higinio Uriarte

Presidencia de Cándido Bareiro

 

La primera Hegemonía Nacional Republicana

Presidencia provisional del General Caballero

Presidencia Constitucional de Bernardino Caballero

Presidencia del General Patricio Escobar

Fundación de los partidos políticos

Presidencia de Juan Gualberto González

Presidencia de Marcos Morínigo

Presidencia del General Juan Bautista Egusquiza

Presidencia de Emilio Aceval

Presidencia de Héctor Carvallo

Presidencia del Coronel Juan A. Escurra

La política económica y el capital extranjero

Empréstitos europeos dilapidados

Colonias de inmigrantes

Protestas sociales

Crecimiento demográfico

Aspectos culturales y educativos

La Universidad Nacional de Asunción

La Escuela Normal

La generación del novecientos

La Iglesia

 

El siglo XX. La era liberal

La revolución de 1904

Proceso histórico vivido en el país desde 1904 a 1912

Aspectos políticos

Presidencia provisional de Juan Bautista Gaona

Presidencia de Cecilio Báez

Presidencia de Benigno Ferreira

El golpe de 1908

Presidencia de Emiliano González Navero

La Revolución de Laureles

Obras públicas

Albino Jara

Presidencia de Manuel Gondra

La anarquía

Aspectos económicos

Cuestiones sociales

La educación y cultura

Proceso histórico vivido en el país desde 1912 a 1924

Presidencia de Eduardo Shaerer

Presidencia de Manuel Franco

Presidencia de José P. Montero

Presidencia de Manuel Gondra

Presidencia de Provisional de Eusebio Ayala

La Revolución de 1922/23

Proceso vivido en el país de 1924 a 1936

Presidencia provisional de Luis A. Riart

Presidencia de Eligio Ayala

Reformas financieras

Nuevas ideologías políticas

Demandas socioeconómicas

Legislación Electoral

La educación y la cultura

Otras obras de gobierno

Presidencia de José P. Guggiari

Los sucesos del 23 de octubre

La guerra del chaco

Antecedentes de la Guerra

Tratados no ratificados

Protocolo Soler-Pinilla

Causas de la Guerra

Protocolo Díaz León – Gutiérrez

Ruptura de relaciones

Inicio de la Guerra

 

Principales campañas y batallas

Presidencia de Eusebio Ayala

Expresiones culturales durante la guerra

El protocolo de paz

La década liberal

La Revolución de 1936

 

Proceso histórico de 1936 a 1954

Gobierno de Rafael Franco

Obras de gobierno

Presidencia de Félix Paiva

Presidencia de José F. Estigarribia

La carta constitucional de 1940

Muerte de Estigarribia

La cultura durante el periodo liberal

 

Segunda Hegemonía Colorada

Presidencia de Higinio Morínigo

Principales obras

La primavera Democrática

Guerra Civil del 47

La anarquía gubernamental de 1948-1949

Presidencia de Federico Cháves

 

Proceso Histórico de 1945 a 1989

El ascenso y la afirmación de Alfredo Stroessner

Gobierno de Alfredo Stroessner

Situación política, social económica

La alianza para el Progreso

Los partidos políticos

La Constitución de 1967

Periodo 1968-1982

Obras de gobierno

Ley 209

Los años 70

Crisis del régimen

Movimientos sociales y políticos

El 2 y 3 de febrero de 1989

 

La Transición hacia la Democracia

Gobierno de Andrés Rodríguez

La constitución de 1992

 

El Mercosur

Gobierno de Juan Carlos Wasmosy

Gobierno de Raúl Cubas

Gobierno de Ángel González-Macchi

Gobierno de Nicanor Duarte Frutos

Gobierno de Fernando Lugo Méndez (Colaboración de Roberto Paredes)

 

Bibliografía

 

 

 

 

 

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