FREDI CASCO

PESEBRE (VIDENTE)

Imágenes policromadas de yeso, cubos de madera,

tubos de neón, monitor de TV, reproductor y cinta de video.

2000

Propiedad del artista.

PESEBRE II

Imágenes policromadas de yeso,

cubos de madera, tubos de neón.

2002

Propiedad del artista.

 

RE-NACIMIENTOS

La obra de Fredi Casco enfrenta la paradoja de la representación actual partiendo siempre de situaciones y contextos locales. Mira su entorno y registra la prestidigitación que ocurre en él en cuanto traspuesto a la escena contemporánea: el truco que desplaza el objeto, lo escamotea y lo decomisa por una imagen, a su vez incautada. Los pesebres son montajes religioso-populares tradicionales; en tiempos de Navidad, representan el nacimiento del Niño-Dios en un cobertizo hecho de frondas de ca'avove'i y adornado con frutas de estación y flores, encendidos de caraguatá y fragantes de flor de coco.

Fredi instala dos versiones del pesebre. En la primera, aparece la familia descontextualizada y solitaria. Las imágenes del San José y la Virgen corresponden a copias de modelos europeos de segunda mano; son representaciones de personajes sustituidos por otras representaciones: las provistas por paradigmas occidentales que, obsoletas, quizá ya no existan ahora y han sido desplazadas por otros ejemplares. El simulacro menta esta inacabable cadena de sustituciones: las figuras de barro son signos sin referente: calcos de un original que no existe ya, que quizá nunca haya existido como lo nombra su imagen: un fantasma. La representación del Niño es aún más problemática: se encuentra no mediado sino mediatizado, volatilizado. Pero, desde su ser virtual -tembloroso por la proyección, separado y filtrado, y sobreiluminado por la pantalla- quizá constituya el personaje más "real" en registro de verdad cotidiana. Presionado por un presente que amenaza disolver su originaria constitución de barro pre-industrializado, se salva ungido por la luz electrónica, re-auratizado.

El paso por lo virtual tiene sus consecuencias. En el segundo pesebre, el Niño ha regresado a la dimensión "real" pero, al hacerlo, cada uno de los momentos del juego de la representación (el virtual y el real, que en puridad no es tal, pues corresponde a una figura de yeso), se ha encarnado en un personaje distinto. Este desdoblamiento de la imagen desplaza la figura del padre en un gesto cargado de connotaciones sicoanalíticas (la cita edípica), sociológicas (la figura de la madre soltera) y antropológicas (el mito de los gemelos entre los guaraní y otros grupos indígenas); pero también pone en escena la paradoja que obsesiona al arte desde la era de la reproductibilidad tecnológica: el vínculo imposible entre las tantas copias de un original velado.

TICIO ESCOBAR

 

 

FREDI CASCO :

Nace en Asunción en 1967. En 1992 egresa de la Facultad de Derecho (UNA) con el título de abogado. Entre 1997 y 1999, asiste a los cursos de "Historia del Arte y la Literatura" y "Taller de Proyectos Artísticos" del Centro de Estudios Brasileños. Participa en muestras colectivas e individuales, tanto en el país como en el extranjero. Ha recibido una Mención del jurado "Premio Estímulo Pintura joven" (ARTE BA 2000), el Segundo Premio "Henri Matisse" (2001) y Mención del Jurado del "Premio Jacinto Rivero" (2001). Su obra está representada en el CAV/ Museo del Barro.