Calles Eduardo Víctor Haedo y Alberdi,
de la serie “Odiseas mínimas”.
Joaquín y Fredi Casco.
El planteamiento inicial del presente ensayo fotográfico hacía énfasis en un vago proyecto pedagógico de padre a hijo: enseñarle la ciudad a Joaquín –mi hijo de cinco años– a través de recorridos periódicos que él mismo fotografiaría con una pequeña cámara de bolsillo, sin instrucciones previas.
En el transcurso de la primera expedición en los alrededores de nuestro barrio, ya me daría cuenta que el aspecto pedagógico del experimento iba alegremente encaminado al fracaso. Esto hizo que tomarala decisión de desechar los aspectos más pretenciosos del proyecto, para terminar dedicándonos a explorar fotográficamente los lugares de la ciudad que solemos frecuentar, sin un plan determinado. Dar cuenta circunstancial de un urbanismo fragmentario a través del deambular caprichoso de un niño y su padre; captar imágenes de las cosas, de la misma manera en que recolectamos curiosidades en excursiones playeras o campestres.
Resultaba ciertamente un desafío desligar la primera etapa del proceso –la de la elección del objeto y su registro– de mi propia visión del mundo. Afortunadamente encontré en Joaquín la voluntad fresca e indócil de un niño en los límites de su etapa preescolar; alguien que pudiera apenas manejar los rudimentos de la operación fotográfica, pero cuya sensibilidad al mismo tiempo le permitiera mirar la ciudad desde un lugar diferente (Tampoco podría obviar el hecho –que tiene ciertamente algo de violento– de dar lugar a la mirada de un niño, en un contexto dominado por miradas adultas. Pero, como cualquier reflexión en este sentido es absolutamente provisoria, sería apresurado de mi parte sacar más conclusiones).
Posteriormente vendría la edición, el turno de mi propia mirada, pero ya irreversiblemente descentrada. El “revelado” de las imágenes guardadas en la tarjeta de memoria de la cámara proporcionó su cuota de asombro, al hallar, por un lado, un escaso número de tomas realizadas en cada salida pero, por el otro, la inesperada precisión y calidad de las mismas.
Los resultados no son tanto “documentos” sobre Asunción como huellas de nuestro(s) paso(s) por la ciudad, pero también pistas de un inacabado juego de miradas. Y, en un sentido más íntimo, restos de naufragios que fuimos recogiendo en nuestras odiseas mínimas.
Fredi Casco - Asunción, Paraguay - 1967
Escritor, editor, artista visual. Ciertas discrepancias con dogmas y cánones de todo tipo le llevaron a apasionarse por las prácticas y discusiones contemporáneas en torno a la fotografía. En los últimos diez años ha participado en diversas exposiciones dentro y fuera de Paraguay como expositor y curador.
Joaquín Casco - Asunción, Paraguay - 2002
Al momento de salir este libro, cursa el primer grado en el Colegio Dante Alighieri. Vive con sus padres, su hermanito Gaspar y varios gatos. Aunque su padre le regaló una cámara fotográfica de bolsillo, prefiere jugar al Nintendo o que le cuenten cuentos.
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