LA TRAGEDIA DEL YCUÁ BOLAÑOS
Por KARIN BECKER
Agradecemos la autorización de la autora para la inclusión del documento
dentro de su espacio en PortalGuarani.com
Fuente en Internet: cuandomedetengo.blogspot.com.es
INTRODUCCIÓN
El 1 de agosto es una fecha que los paraguayos no podremos olvidar nunca. Quien más, quien menos, conoce a alguna persona que murió o sobrevivió a la tragedia.
Desde el primer momento ha habido dudas acerca de lo que realmente pasó en torno a Ycuá Bolaños. Este libro no pretende buscar la verdad, pues no es una investigación rigurosa, sin embargo, sin pretenderlo, fueron surgiendo algunos puntos que quizás aclaren al lector por lo menos parte de lo que sucedió, siempre desde el punto de vista de protagonistas o expertos en el tema.
El porqué realicé esta recopilación de entrevistas, ni yo misma lo sé bien. Estaba terminando la carrera de Ciencias de la Comunicación, pero mi experiencia en los medios de comunicación no siempre fueron buenas o significativas. Ya que siempre me gustaron los reportajes, aunque no he tenido oportunidad de trabajar profesionalmente en ello, hoy, esto se ha convertido en una especie de “reportaje largo”: una compilación de entrevistas, transcriptas íntegramente. Doce cassettes (quizás más) desgrabados, cada uno contendiendo interesantes y valiosas opiniones e historias.
Comencé el 10 de enero, recurriendo a Alejandro Nissen, uno de los abogados defensores de las víctimas. Él es mi primo lejano, sin embargo, yo jamás había hablado con él hasta el día en que caí en su oficina con grabadora en mano, día en que iniciaba mi “investigación”. Y el parentesco de ninguna manera me vuelca más o menos hacia tal o cual postura, incluso, el abogado Escobar Faella lo cita de una manera no muy grata en la entrevista que le hice, y no dejo de publicarlo.
Luego entrevisté al siquiatra Alejandro Maciel, quien me ayudó a comprender más lo que le sucede a la persona que pierde a un ser querido de esta manera tan brutal, además de comprender mejor la sociedad en la que nos toca vivir.
Luego comencé a entrevistar a algunos familiares de víctimas, y con ello me di cuenta de que es imposible imaginar tanto dolor, es imposible decir “Te entiendo” si es que no nos ha pasado algo similar. Demás está decir que cada una es una persona sumamente especial y valiente.
Recurrí a José Luis Simón, quien con la inteligencia de siempre contestó algunas dudas que tenía. Después entrevisté al abogado de Juan Pío Paiva, quien me brindó otra visión sobre el mismo tema, y fue bueno porque así es posible conocer la otra campana (al menos la de Paiva padre).
Fui hasta el Ycuá Bolaños siniestrado y entrevisté a un vendedor de la zona, el cual no me dio su nombre, y me dijo exactamente qué vio el 1 de agosto.
Posteriormente recurrí a Milda Rivarola, quien en pocas palabras me dijo aquellos a lo cual yo ya estaba llegando como conclusión personal: que el Estado en Paraguay no nos protege, por lo tanto, no está cumpliendo con su principal obligación.
Miguel Pacheco, de radio Ñandutí, con la amabilidad de siempre, me contó cómo vivió el 1 de agosto, porque vivía cerca del supermercado, sin duda, una historia increíble.
Justamente escuchando una vez radio Ñandutí, supe de un arquitecto experto en prevención de incendios. Fui a entrevistarlo, y lo que me dijo fue de suma importancia.
Recurrí a los bomberos de Formosa (Argentina), para saber acerca del peritaje, sin embargo, esto está entre los primeros capítulos, para darle mejor forma al libro.
Por último, habiendo escuchado muchas opiniones negativas sobre las funciones de la Municipalidad y sobre el intendente, le entrevisté para que me diera su versión sobre los hechos.
Sin duda, quizás el lector encuentre algunos aspectos que faltaron indagar, o personas que no entrevisté. Ya por falta de tiempo, ya porque el libro se estaba poniendo muy largo, o por no haberlo pensado, el caso es que hasta aquí llegué. Otras investigaciones o entrevistas podrán complementar lo aquí expuesto.
Tras una pausa algo larga, porque debía presentar mi tesina de la facultad, por fin retomé este proyecto y le di los últimos retoques para su publicación. Y aquí está, esperando que sea de provecho, por lo menos, para que conozcamos estas historias y estas opiniones, y tomemos conciencia de que es preciso presionar a nuestras autoridades para que se haga justicia, para que nunca más vuelva a suceder una tragedia y para que, en general, se pongan a trabajar en lo que deben: por el bien del país.
ÍNDICE
1. El nuevo súper
2. La tragedia del 1 de agosto
3. El peritaje según resumen de Abc y lo que dice la Policía de Formosa
4. La gente se agrupa. El barrio Santísima Trinidad
5. Consulta con el siquiatra: Dr. Alejandro Maciel
6. El dolor de los familiares, el martirio de los sobrevivientes: sentimientos reflejados en dos casos
7. El Ingeniero Cristaldo, Berzabé, la “visita” a la casa de Latorre fue motivo de represión...
8. Las historias del Ing. Blas Cristaldo y Nelson Astigarraga
9. Opina José Luis Simón: nuevos enfoques sobre el tema
10. La historia de Berzabé
11. Entrevista al abogado Luis Escobar Faella: una visión totalmente diferente sobre el caso
12. Lo que vio un vendedor de la zona. Opinan dos personas más
13. La opinión de la socióloga Milda Rivarola
14. Miguel Pacheco: el punto de vista de un periodista que estuvo allí
15. Entrevista a un especialista en prevención de incendios
16. Entrevista al intendente Enrique Riera
17. Conclusiones
1.- EL NUEVO SÚPER
En el año 2001 se inauguraba en Asunción el supermercado “Ycuá Bolaños”.
Una gran edificación, asentada en una esquina donde se cruzan dos avenidas, la citada Artigas y Santísima Trinidad. La nueva sucursal de aquella cadena, asumiendo el nombre “Botánico”, que está cerca de allí, parecía algo tan “familiar”, algo nuevo para el barrio. Más adelante me contaría Ignacio : “El supermercado Ycuá Bolaños hizo que el tradicional supermercado del barrio vaya a la quiebra”. No lo dudo. Imponente, atractivo, grande, en estos tiempos de los shoppings, los comercios con aire acondicionado a los cuales todos queremos ir.
“...Recuerdo cuando apareció el primer shopping center, un periódico tituló “Ya somos una ciudad del siglo XXI, tenemos un shopping ”.
La clase media, media-alta y alta acostumbra recurrir a los “súper” más “chuchis” como algo habitual, para realizar grandes compras semanales. Los más humildes recurren casi a diario para comprar lo más básico y lo más barato que puedan conseguir, viviendo al día.
Como no soy del barrio “Santísima Trinidad”, nunca fui de compras al Ycuá Bolaños – Botánico. Sólo fui dos veces, al famoso “Patio de comidas”. Nunca percibí que algo mortal se estuviera armando dentro de algunas chimeneas del lugar. Los productos, los colores, el brillo, todo eso nos obnubila, nos fascina, al recorrer los pasillos de un lugar así, nadie piensa en las horas que lleva parado un empleado de allí, por ejemplo. Para ser más exacta, doce horas.
“...Eran doce horas de explotación, ¡doce horas trabajaba! De lunes a lunes. No había feriado, no había un momento de descanso (...) Él venía cansado a las diez de la noche en casa, le friccionaba su pie porque el pie era lo que le cansaba mucho porque estaba parado doce horas, él tenía que estar parado doce horas, no se tenía que perder nada, porque ellos se pierde una cosa donde ellos están, en su sección, cien mil guaraníes le descuentan de su sueldo ”
“...O sea que en realidad esa persona no está viviendo, lo único que hace es trabajar como un burro todo el santo día, y realizarse como persona le es absolutamente imposible, porque no tiene tiempo material para dedicarse a sí mismo, para disfrutar de nada ...”
No sé si alguien percibe las horas que un funcionario, por ejemplo, una cajera, permanece en un supermercado, posiblemente controlada en el número de sus idas al sanitario, seguramente con apetito a cierta hora del día, y, sin dudar, ganando el sueldo mínimo, y casi seguro, este monto no se incrementa con el trabajo de los sábados y domingos.
“...Y muchas veces esto se ve más paliado cuando la empresa humana que se inició por lo menos tiene algún significado más trascendental, qué sé yo, construir por ejemplo un barrio de viviendas, eso tiene otra significación. Pero esto, que es una cosa puramente comercial, y que sabemos que va a beneficiar solamente a los propietarios, a los dueños, es mucho más compleja la relación. Y fíjese que casi todas las que murieron, de empleadas, eran las cajeras, entiendo, porque el fuego rasante creo que pasó por allí ”
“...estas pobres cajeras que tan golpeadas por la vida estaban que tenían que aceptar la tiranía “¡Hagan la caja antes de salir!” y ahí algunas quedaron atrapadas y carbonizadas, sentadas ...”
El gran supermercado llega al barrio, muchos jóvenes, ilusionados, obtienen un empleo (para algunos, el primero en su vida). El capitalismo salvaje en todo su esplendor, la explotación y la humillación llegaba al barrio, y aún peor, tiempo después, la masacre más grande, el asesinato colectivo más espantoso que se recuerde en tiempos modernos en Asunción, Paraguay.
Para poder recabar información sobre la inauguración, fui un diario capitalino a buscar el suplemento especial sobre la inauguración, que se había publicado en esas fechas. Pero en el archivo no estaba ese ejemplar. Me dijeron esto: “El arquitecto llevó el ejemplar y no trajo más”.
En la página web www.noticiasdot.com/publicaciones, con fecha 7 de agosto de 2004, tenemos el siguiente texto, que se refiere a la página web de la cadena Ycuá Bolaños:
“En la página de Internet www.ycuabolanos.com.py, se puede leer que el edificio que fue escenario de la peor tragedia de la historia paraguaya es catalogado como "un hito de la ciudad capital" y dice que su diseño "se ha ganado la admiración de los arquitectos".
Además resalta que el supermercado Ycua Bolaños cercano al Jardín Zoológico y Botánico de esta capital es la cuarta sucursal de una cadena fundada en 1978 y que "en los últimos años registró un crecimiento impresionante, instalando locales de diseño moderno”.
En la presentación de la empresa se ve, asimismo, que Ycuá Bolaños es una empresa paraguaya orgullosa de haber formado parte de la historia y la evolución de la comercialización en el país, entre otros aspectos.
La cadena cuenta con otros tres locales que se ubican en puntos estratégicos de la capital guaraní, centros de afluencia de mucha gente que acude en busca "de precios ventajosos, buena atención y todas las comodidades".
En el espacio de Internet se puede visitar una galería de fotos del local que ardió el domingo, en donde se muestran tomas fotográficas diurnas y nocturnas de la fachada, así como escenas del día de la inauguración, en diciembre de 2001, y del interior.
Curiosamente, el sitio registró ayer un aumento en el número de visitantes habituales, lo que constituye finalmente en otro triste hito para la red Ycuá Bolaños.”
2. LA TRAGEDIA DEL 1 DE AGOSTO
Domingo 1 de agosto de 2004, asado en casa, la familia reunida, en el patio. Mi hermano, tras recibir un “sms” en el celular, comenta: “Che, dicen que se está incendiando el Ycuá Bolaños”. En ese momento, no sabemos cuál sucursal es, y todos pensamos que se trata de un leve incendio. No puede ser de otra forma, a lo sumo algunos heridos, o ni eso. ¿Quién iba a tener idea de que estábamos por pasar por el shock que provoca el que nos abran los ojos a la realidad, tan bruscamente?:
“...Descubrimos ese día que podemos entrar en una trampa, morir, y nadie se hace cargo de esa situación. Eso es lo que descubrimos, aterrorizados ”.
Ni qué decir, por todo lo que habrían de pasar las personas que estuvieron allí, a las 11:25 de la mañana, viendo y sintiendo todo aquello. Por ejemplo, un bombero, que iría a quedar completamente shockeado, bloqueado. Puesto que:
“... Hasta ese día, ese señor creía que el mundo era una cosa. A partir de ese momento, vio que el mundo es otra cosa. Y la sociedad en la que está viviendo es altamente peligrosa, pero él no lo sabía, ese día lo comprobó. Que él puede ir inocentemente con su familia a un supermercado y terminar al spiedo. Todo eso comprendió ese señor ese día ”.
Las pantallas empezaron a mostrarlo, la televisión nos traía aquellas imágenes. Llantos, gritos, cuerpos quemados saliendo de huecos, en los hombros de los bomberos... perdón, ¿saliendo de dónde? De huecos, de boquetes... pero, ¿y las puertas? ¿Es que no había puertas por donde salir? Había, pero estaban cerradas. Alguien dio la fatídica, asesina y completamente loca orden de cerrarlas, por miedo a que se robe lo que había dentro del supermercado.
“Lo que he visto... que la gente lloraba y gritaba, y el humo, el humo caliente, parecía una tormenta y volaba toda esa suciedad, entraba todo por mi ojo, por mi nariz, por mi boca, ya no aguantaba más. Yo tapé en el comienzo, pero después no daba para aguantar. Y cuando sacaba mi mano, allí tragaba diez kilos de hollín, digamos ”.
“El jefe mandó cerrar las puertas y el jefe es Pío Paiva, fue la orden de él. Porque si no cerraban las puertas iban a morir pocos, diez, veinte por ahí, el resto iba a salir corriendo. Pero ellos mandaron cerrar las puertas. Hasta yo iba a poder salir si es que estuviese la puerta abierta, porque por lo menos la gente que estuvo encima mío iba a correr hacia el patio de comidas o qué para salir. Pero en ningún lado, nos quedamos presos ahí adentro .
Los diarios se encargaron del tema con páginas y páginas. En la radio no se escuchaba hablar de otro tema (no hablar de eso era casi pecaminoso). Horas y horas, días y días.
Pero, poco a poco, ya no había tanto de qué hablar, más que ir aumentando el saldo de muertos, el número de heridos graves internados. Pronto, la noticia empezó a verse, esporádicamente, en la sección “Locales”, quizás en “Policiales”. El tema se empezó a diluir. Empezábamos a reemplazar una noticia por otra, un suceso por otro.
“...Los medios de comunicación que están interesados, hoy día han callado Ycuá Bolaños porque la red de supermercados es una de las redes principales entre los anunciantes, por eso se callan, en este momento, cuando debieran estar investigando ...”
Olvidábamos que murieron 400 personas, de una manera terrible, sufrida, infernal. Olvidábamos, poco a poco, que más de 400 familias estaban llorando si cesar, sin poder dormir, sin querer vivir más.
“...Y yo, mi vida desde que falleció mi hijo, estoy muerta. Yo soy una... es lo que se dice, en vida estoy muerta. Como te digo, mi vida ha cambiado. No tengo la tranquilidad de sentarme, conversar, tomar tereré, de reírme, escuchar música, sonreír, compartir con la familia. Terminó. Yo desde el primero de agosto, terminó mi vida, me enterraron con mi hijo ”.
“...Por ahora yo soy muy sensible. Cualquier cosa, me quedo nerviosa. Me siento víctima de una injusticia, de la incapacidad de la justicia ”.
Casi dos meses después, una tragedia familiar se sumaba: el secuestro de Cecilia Cubas. Fue el nuevo tema. Otro delito imperdonable, es cierto. Algo terrible, también. Lo malo no es que nos preocupemos por eso (y ojalá nos preocupáramos también por todos nuestros hermanos que viven en la miseria, o los explotados, los maltratados, los humillados de siempre)... lo malo es que empecemos a olvidar el 1 de agosto. El 1 de agosto no se puede olvidar. El 1 de agosto se puede repetir y esta vez le puede tocar a usted y a mí.
“No los mató el fuego, los mató la corrupción” reza un cartel, en una de las tantas manifestaciones. Los familiares de las víctimas se fueron agrupando. Y yo quise empezar a indagar. Quise buscar historias. Quise saber qué sienten ellos, los
familiares, los sobrevivientes, y qué están haciendo. El paso número uno fue recurrir a Alejandro Nissen, uno de los abogados que representa a familiares que querellan a los dueños del supermercado y a otros supuestos culpables que existan. Este fue el comienzo. De esto me enteré el día en que lo entrevisté:
ENTREVISTA AL ABOG. ALEJANDRO NISSEN, ABOGADO QUERELLANTE DE 92 FAMILIAS. MARTES 11 DE ENERO DE 2005 – 08:00 HS.
Cuéntenos cómo comienza esta historia por favor.
Después de la tragedia del Ycuá Bolaños a mí me había llamado un compañero que es Ricardo Latazza, amigo del doctor Almirón para que asumiéramos la representación de él en una querella adhesiva, una querella criminal adhesiva y fue así que nos reunimos en el sanatorio de él, nos reunimos, él nos manifestó que deseaba presentar un cargo contra los responsables del incendio, y ese mismo día a la noche (la reunión con Almirón fue al mediodía) y en horas de la noche tuvimos una reunión similar en casa del ingeniero Cristaldo, que es también otra persona afectada por el Ycuá Bolaños, había fallecido su señora. Entonces en realidad que el objetivo de estas dos personas, y que después se armó un grupo, fue la de poner sobre la mesa la cabeza del responsable. No les interesaba en realidad la parte del resarcimiento, no quiere decir que no vayan a reclamar lo que les corresponde en su momento. Pero la idea era la de condenar al responsable.
Y así comenzamos hablando hasta que después se armaron los grupos. Y después se armó lo que hoy es la Asociación de víctimas del Ycuá Bolaños, pero nosotros en realidad representamos a 92 familias, no a toda la asociación, somos abogados de 92 familias que componen parte de la asociación de víctimas, 115 víctimas. Y entonces iniciamos los trabajos, que consiste en una querella adhesiva, básicamente una figura nueva del Código Procesal Penal que consiste en presentar los cargos y coadyuvar con la Fiscalía en la investigación, pero son ellos los que realmente administran el caso.
Se inició la querella y se fue sumando gente a nuestro grupo, hasta llegar a esa cantidad y a grandes rasgos te puedo decir que concluimos este trabajo el día 31 de diciembre, presentamos una formal acusación contra los señores Juan Pío Paiva y Víctor Daniel Paiva, contra el guardia privado Areco y contra cuatro guardias de seguridad que estaban cubriendo el estacionamiento. Además de eso también presentamos acusación contra los directores del Ycuá Bolaños, en este caso los Casaccia, los Alfonso y las personas que componen el directorio Ycuá Bolaños.
Los delitos que nosotros acusamos son:
- Homicidio doloso agravado y
- Homicidio doloso agravado en grado de tentativa contra Juan Pío Paiva, Víctor Daniel Paiva y los guardias,
- Lesiones graves y omisión de auxilio: contra las mismas personas y contra el directorio de Ycuá Bolaños, homicidio culposo por exposición de personas a lugares de trabajo peligrosos.
Porque el resultado de este delito fue la muerte de personas en el caso de los directores, en el caso de los Paiva fueron los responsables de haber cerrado las puertas.
Y además de eso, también el 31 de diciembre presentamos una nueva querella criminal, también en representación de 92 familias, en contra del director y arquitecto de la obra que es Bernardo Ismachoviez, porque la Fiscalía erróneamente – y seguramente siguiendo otra vez indicaciones políticas – fraccionó el proceso. Eso no está bien porque no hacía falta fraccionar el proceso. En realidad tendríamos que haber presentado a todos los responsables en un mismo juicio y el mismo día de la audiencia preliminar y luego el juicio oral y público. Pero yo entiendo de que este fraccionamiento se debe a presiones políticas para no incluirle dentro de este paquete de responsables a las autoridades de la Municipalidad, sea Riera, sea Burt o cualquier funcionario que ha incumplido las normas de seguridad.
Entonces el 31 de diciembre como te digo, presentamos la acusación contra esas personas, y nueva querella contra Ismachoviez. Y estamos esperando saber cuál va a ser la decisión de la Fiscalía con relación a los responsables del ente municipal.
Todavía no se manifestaron al respecto. El 7 de diciembre del año pasado a las 19:30 hs. en el local de la CONATEL el fiscal Edgar Sánchez se hizo presente en ese lugar, no como gentileza, no, es su obligación informar a las víctimas de los avances del proceso según el nuevo Código Procesal. Una de las preguntas precisamente fue qué va a pasar con la gente, con los responsables del ente municipal, y él manifestó que esa carpeta fiscal, esa investigación está a cargo de la fiscala Matilde Moreno y que estaban esperando el resultado de un sumario administrativo. Esa es una estupidez mayúscula, una estupidez sin precedentes porque en realidad, en la Fiscalía tienen la obligación de investigar, y no estar supeditados a un sumario administrativo, que desde luego nada va a traer en beneficio de la verdadera...de la verdad real, es algo interno de la Municipalidad, es más, tenemos conocimiento de que concluyó el sumario administrativo en donde fueron encontrados responsables solamente los funcionarios, directores ninguno. Solamente los inspectores, y recibieron una sanción de 30 días de suspensión. Ese es el resultado del sumario.
Yo creo que la Fiscalía no se va a quedar con ese resultado, me imagino, porque ya se están preparando movilizaciones de las víctimas, de los parientes con relación a esto.
Nosotros, volviendo al tema de la acusación – que es la conclusión de la investigación – presentamos, hicimos todo un material de apoyo técnico, todas las pruebas reunidas en un DVD, y así presentamos nuestras pruebas al juez. Esta prueba contiene 839 fotos, contiene las principales declaraciones testificales, contiene las pericias que
hicieron el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay, la Policía Nacional, la Policía de Formosa y los americanos. La Policía de Formosa hizo un excelente trabajo, mirá es un trabajo maravilloso la pericia presentada por los argentinos, y después tenemos las grabaciones de radio, y las grabaciones de algunas llamadas que ocurrieron al sistema de emergencia policial 911.
¿La grabación de la llamada del padre, Juan Pío Paiva, al hijo Víctor Daniel no se pudo conseguir?
Yo en realidad... tenemos miles de llamadas, todavía no pude controlar una a una, pero de las que pudimos controlar te digo son llamadas de desesperación, de gente que estaba adentro, gente que se estaba quemando y otras que se estaban asfixiando.
¿El DVD es una prueba?
Es un material de apoyo técnico. La idea es presentar esto el día del juicio, utilizar un sistema multimedia para proyectar, y vas con esto exhibiéndole al juez, todo lo que ocurrió, aquel hecho, y ojalá sea admitido, tenemos que esperar que esto se admita. Entonces vos vas explicando el día del juicio y vas exhibiendo, mostrando las imágenes de los hechos y las grabaciones.
El DVD puede ser cuestionado. Pueden decir que las voces, o las imágenes son superpuestas... pero es muy rebuscado. Vos sabés que la defensa tiene que tratar de embarrar la cancha como pueda.
¿De qué Código partimos para hablar del tema?
Para hablar de la tragedia del Ycuá Bolaños, la conducta de esta gente está prevista en el Código Penal, que es código de fondo. En los hechos punibles de homicidio doloso, homicidio doloso en grado de tentativa (de aquellas personas que lograron salvarse), lesión grave, omisión de auxilio (a pesar de que la Fiscalía le sobreseyó al responsable de la omisión que era el señor Casaccia). La Fiscalía cree que no existen suficientes elementos para sostener la acusación por omisión, a pesar de que hay testimonios categóricos que mencionan que el señor Casaccia se hizo presente en el lugar pero no entregó las llaves que tenía en su poder, arrojó las llaves realmente en vez de ser él el que abra los portones.
Los otros hechos punibles son exposición de personas a lugares de trabajo peligroso. Y al arquitecto Ismachoviez es “riesgos en la construcción”.
Pero, los Paiva, vos sabés que pesa sobre ellos cargos por el hecho de haber cerrado, conocían, digamos, de las deficiencias del edificio, conocían de la existencia de las normas de seguridad e incumplieron esas normas de seguridad, sabiendo. Esas normas están previstas en ordenanzas. Hay varias ordenanzas que te voy a decir. La ordenanza 2597/88 que regula las normas de seguridad y prevención contra incendios. La 25197/89 que establece la tasa anual por los servicios de inspección e instalaciones, el Reglamento General Técnico de Seguridad, Higiene y Medicina en el Trabajo, normas del Ministerio de Justicia y Trabajo. Existen abundantes leyes pero no se cumplen.
Están las normas y justamente el incumplimiento de las normas hace que vos cometas el delito. Pero te digo hay abundante legislación que no se cumple. Si se cumpliera, no iban a ocurrir todas estas cosas. Pero como este es el país de la coima, el país de los amigos, el país de la corrupción, entonces no les interesa, no le interesa a nadie cumplir con las normas porque pueden arreglar con una coima, comprar jueces, fiscales, etc. Ese es nuestro país.
El Código Procesal Penal es la forma, el cómo se prosigue el juicio, las ordenanzas municipales que te comenté, el Reglamento General Técnico de seguridad, higiene y medicina en el trabajo, las normas de seguridad del INTN que son como doce normas, todas incumplidas por el constructor del Ycuá Bolaños.
En cuanto a la situación legal del Ycuá Bolaños antes del incendio... ¿era una sociedad?
Es una sociedad. Más acciones están a cargo de los Paiva, acciones al portador, es decir, que no sabemos hoy en poder de quiénes están. Pero los principales responsables son Paiva como presidente de la empresa, el hijo en realidad es un gerente de salón, servil al padre y cumplidor incondicional de las órdenes que él daba – por eso ocurrió todo esto – y después están los directores que son Casaccia y la esposa, después está el hijo de Alfonso, etc.
¿Qué sucedió, jurídicamente hablando, el 1 de agosto de 2004?
En realidad, el 1 de agosto lo que ocurrió fue lo siguiente: era normal, por decirte, “normal”, era común que haya explosiones de gases dentro del supermercado. Y bueno. Ese día lo que ocurrió fue, como consecuencia de la construcción de una chimenea que partía de una parilla ubicada en el patio de comidas, el constructor qué hizo: elevó una chimenea y le dio la forma de “S” en una parte de la misma, para evitar que esa chimenea pueda encontrarse con una viga. Bueno, entonces esa “S” hizo que se acumulara grasa en esa parte de la chimenea, y entonces, como consecuencia del fuego de todos los días, y sobre todo de ese día, esas grasas se fueron prendiendo. Se fueron prendiendo y ese fuego que se inició en el codo de esa “S” comenzó a debilitar el material de la chimenea y ese fuego y ese fuego comenzó a salir de ese codo, y se concentró entre el cielorraso y el techo.
Al concentrarse ese fuego entre el cielorraso y el techo, fue quemando una capa de poliuretano. El poliuretano es simplemente un aislante para el calor, no es antiflama. Es simplemente un material con el cual se pinta la chapa del zinc para eliminar el calor exterior, nada más que eso, y es altamente tóxico.
El fuego se concentró entre el cielorraso y el techo, el fuego se alimenta de oxígeno, entonces fue ganando espacio y se fue recorriendo el techo consumiendo el poliuretano hasta llegar al sector de panadería. En panadería existían 5 hornos eléctricos, que no despiden humo, despiden vapor. Entonces al encontrar ese fuego el vapor de los hornos (sin ningún extractor) entonces produce la primera explosión. Esto se inició alrededor de las 9 de la mañana ya. Es por eso que el señor Paiva hijo se salva, porque ellos conocían de que algo existía arriba, porque fueron comunicados por una funcionaria de nombre Amada Correa, de que algo ocurría en el techo, entonces por eso es que este señor, de un físico voluminoso, a pesar de ese impedimento físico él pudo salir del lugar.
Entonces eso se descontroló, inclusive la gente que escuchó la primera explosión, que estaba afuera esperando a sus familiares, trató de ingresar en ese momento (a eso de las 11:25), entonces los guardias le decían que no se podía entrar porque había una suerte de incendio, dijeron: “Vyrorei”, que con un extintor iban a poder controlar el fuego que se estaba iniciando. Después viene la siguiente explosión, y el cielorraso estaba simplemente atado de unos alambrecitos del techo, y esos se fueron ya poniendo al rojo vivo, hasta que el calor venció la resistencia del metal, y cae el cielorraso, no el techo. Eso hace que el fuego busque otra vez el oxígeno que estaba en el salón, y allí ya consumió todo lo que había.
Entonces cuando eso estaba ocurriendo vienen las órdenes de cerrar las puertas de acceso al supermercado, que son varias. Las primeras puertas que se cierran son las puertas del salón de la entrada de la Av. Santísima Trinidad, y otra que da a la rampa, que separa el salón comercial de una escalera.
En realidad que hay muchos momentos. Hay personas que por ejemplo llegan hasta la puerta de blindex y encuentran cerrada y rompen, otras que ya pasan y te dicen que no saben si estaba cerrada o no porque ya encontraron “abierta”, ¿por qué?, porque rompieron.
Un pequeño número de personas, 15 a 20, que logran vencer la puerta de blindex y un portón que es el portón de la rampa y llegan hasta la Av. Artigas, y pasan, le vencen al guardia y pasan, y después se cierra el supermercado. Los demás ya no salieron.
¿Hay diferencia en lo legal de la situación de un fallecido, un pariente, un funcionario, etc.?
El Código Penal priorizó un bien jurídico principal que es la vida. No hay diferencias entre la vida de un funcionario, de un cliente o la vida del mismo director. Por eso el Código en primer lugar castiga cualquier hecho que atente contra la vida humana. Partiendo de eso no hay diferencia alguna, pero la Constitución y la Ley lo que buscan es proteger la vida y la integridad física de las personas.
Los heridos entrarían en la parte que usted dijo, sobre “tentativa de homicidio”...
Sí, pero tenemos un problema. Volviendo a esa reunión que hubo el 7 de diciembre, el fiscal, la gente que estaba allí le preguntó al fiscal puntualmente: “Señor fiscal, ¿se les va a acusar o no a los Paiva de homicidio doloso?”. El fiscal se reservó responder, sin embargo, dio a entender que sí, hoy sabemos que sí, efectivamente les acusó por homicidio doloso. Cuando se le formuló esa pregunta, yo le pregunté al fiscal: “Señor fiscal, si usted va a acusar por homicidio doloso, por favor no se olvide de que existen heridos leves, y entonces, si existen heridos leves, usted tiene que incluirlos dentro de la categoría de “tentativa”, porque esa gente se salvó por suerte”. Y el señor fiscal me dijo que yo tenía que conocer el procedimiento, y que los heridos leves tienen que ser sometidos a otro proceso. Una persona que tenía heridas leves, que tenía quemado el brazo, levantó la mano, reaccionó y dijo, “¿Cómo es eso...?” A pesar de que el fiscal se comprometió a acusar por tentativa, el día jueves 30 de diciembre presentó la acusación y no previó la tentativa de homicidio. Por tanto, los heridos leves posiblemente no entren dentro de este proceso, y tengan que hacer otro proceso paralelo, de nuevo. Una locura.
Van a tener que hacer otro proceso independiente. Resulta que eso sería un delito de acción penal privada, en donde no entra la Fiscalía, simplemente entra un abogado privado. Tenés que hacer el procedimiento por tu cuenta.
Desde un principio hablamos con los fiscales y les dijimos: “Miren que hay heridos leves. ¿Qué se va a hacer? Hay que hacer una política criminal, como es un caso excepcional tendrá que hacerse una excepción”, para que todos entren dentro de una misma bolsa, por decirte así. No ocurrió nada de eso.
Los heridos graves serán, seguramente, beneficiados, por decirte, con la condena del... o sea, me refiero beneficiados en relación a la reparación del daño, que serían indemnizados.
¿Cuál es el objetivo final de la querella?
El grupo al que yo represento, de 92 familias, antes que nada, prioridad para ellos es la condena. La condena a los responsables. Y seguidamente y en el mismo juicio, siguiendo las nuevas reglas de este nuevo Código Procesal Penal, ese juicio de reparación se hace ahí mismo, ante el mismo juez, no te vas a la jurisdicción civil. Solamente esperás la sentencia y una vez que eso quede firme, comenzás tu ejecución y reparación de daños con ese mismo juez. Esto es nuevo y va a ser seguramente la primera vez que ocurrirá una situación similar. No hay precedentes de que tu juez penal sea el juez que va a encausar el juicio civil.
Prioridad: la condena. Segundo, la reparación del daño.
¿Piden 25 años de cárcel?
Nosotros pedimos 25 años para los Paiva y los guardias. Para los otros pedimos 12 y 5 años.
¿Cuál es la responsabilidad del Estado, o del Gobierno?
El Gobierno realmente es la forma de administrar el Estado. El Gobierno es por ejemplo el partido político que está gobernado el país. Pero la responsabilidad recae sobre el Estado, no sobre el Gobierno. Desde luego que existe responsabilidad del Estado
desde el momento en que los funcionarios han incumplido las normas. Por eso es que debe también ser incluida en la investigación la Municipalidad.
Cuando son funcionarios del Estado, son responsables de sus actos, y por tanto el Estado eventualmente tiene que hacerse cargo de esa irresponsabilidad y por una acción de repetición se acciona en contra de los funcionarios para tratar eventualmente de cobrar lo que el Estado debe pagar.
Pero a esta gente afectada, ¿se le tiene que pagar con el dinero del directorio del Ycuá Bolaños?
Claro, acá tiene que hacerse cargo la sociedad en primer lugar. Y también hay que apuntar contra el arquitecto, y también hay que apuntar contra la Municipalidad. Todos son responsables. Ahora, hay responsabilidades diferentes. Una es la responsabilidad penal, diferente a la responsabilidad civil. La responsabilidad penal recae fundamentalmente sobre la persona que tiene el dominio del hecho. Es decir, si vos tuviste participación inmediata en aquel momento, entonces vos sos responsable penal y civilmente. Pero puede ser responsable civilmente la persona que de alguna manera infringió una norma – sin ser responsable penalmente – porque no tuvo dominio del hecho.
El arquitecto es responsable penalmente porque está prevista su conducta en el Código, pero también lo sería civilmente.
También la esposa de Casaccia es responsable penalmente, por un artículo del Código penal que es el artículo 16, que es muy amplio y muy discutido en cuanto a su legalidad se refiere, muchos hablan de que es un artículo inconstitucional. Porque te hace responsable a vos de todos los actos que se cometen en la sociedad.
¿Quién sería responsable civilmente?
La sociedad del Ycuá Bolaños. Penalmente, el director del Ycuá Bolaños, que tuvo dominio del hecho. La sociedad en sí tiene que responder por los daños, con su patrimonio.
Hasta el momento la sociedad no ha pagado un centavo. Lo que se consiguió es embargar la totalidad de la póliza de seguros, tres millones de dólares que están embargados en una cuenta del Banco de Fomento, ahora bien, esa es una plata que le pertenece a la sociedad y que va a ser destinada eventualmente para el pago de las víctimas.
¿El Estado tiene que pagar algo?
Y el Estado entra... la cota de participación del Estado está en el art. 136 de la Constitución.
Dice este artículo: “Ningún funcionario público está exento de responsabilidad. En los casos de transgresiones, delitos o faltas que cometiese en el desempeño de sus funciones, son personalmente responsables. Sin perjuicio de la responsabilidad
subsidiaria del Estado, con derecho a éste a repetir el pago de lo que llegase a abonar en tal concepto”. O sea, el Estado te va a pagar sin perjuicio de que el Estado repita eso contra el funcionario.
Y en la Ley Orgánica Municipal en su artículo 236 dice: “Los miembros de la Junta serán personalmente responsables con sus bienes conforme a las leyes civiles y penales por los perjuicios ocasionados a la Municipalidad en el ejercicio de sus funciones, por actos y operaciones cuya realización autoricen en contraversión a las ... legales”. “El intendente y los demás funcionarios municipales están sujetos a la responsabilidad civil y penal por incumplimiento de las disposiciones de esta ley, en el desempeño de sus funciones”.
¿Esto no se va a cumplir si no se hace la querella contra la Municipalidad?
Exactamente. Pero te digo, independientemente de la querella, es la Fiscalía la que de oficio tiene que iniciar esa acción, no hace falta un querellante. Pasaron 5, 6 meses y hasta ahora no existe todavía un movimiento de la Fiscalía para imputar, para investigar a la gente de la Municipalidad.
Hay un deseo de que la Municipalidad eventualmente se haga cargo, también, en la parte que le corresponde del pago a estas víctimas. Ahora, cómo la Municipalidad va a pagar eso, no sé. Entonces, se habló, porque hay una persona que es abogado, que aparentemente fue contratado por los Paiva, que se está dando digamos esa versión, es un abogado argentino, de apellido Benaventos, que insinúa que la Municipalidad debería quitar un crédito para pagar a los familiares. Pero es una utopía, es una ilusión.
El tema de que el presidente Duarte Frutos el día de la tragedia decía que iba a pagar a los hospitales, ¿de dónde provendría ese dinero?
Ese es el CEN, el Comité de Emergencia Nacional, él se hizo cargo de aquellas víctimas, verdad, o de aquellas urgencias, no sabemos si esa plata desembolsada por el CEN le corresponde realmente a los fondos del CEN o son donaciones, porque hubieron muchísimas donaciones. Se va a pedir un informe ahora, justamente para ver cómo se pagaron esas urgencias. Si pagó el Estado – a través del CEN – o pagó el CEN con donaciones. Eso está pendiente de tener una explicación.
Esas 92 familias que usted representa, en su momento pagaron de su bolsillo, otros con las donaciones, ¿también van a reclamar lo que gastaron el día del incendio y los días posteriores?
Claro. Hay una señorita de apellido Rodas Cristaldo que hasta el momento gastó 60 mil dólares para poder sobrevivir. Aquí está su historia clínica. Esta chica está quemada casi en un 80% de su cuerpo.
Ella no va a quedar bien. Acá hay mucha gente que por más que tenga heridas leves en la piel, quemaduras leves, tiene una gran deficiencia pulmonar. Hay heridas de las vías respiratorias que no sabemos cómo van a quedar. Inclusive hay gente que falleció posteriormente al incendio. El monóxido de carbono que ellos inhalaron es extremadamente peligroso y no sabés cómo van a quedar esas personas.
Es un perjuicio tan grande, una situación tan particular, porque por ejemplo, esto ocasionó la existencia de huérfanos. Fallecieron los padres, o la madre... eso qué hizo, eso hizo que esos chicos pasen a vivir con las tías, las abuelas, y vienen los padres (el papá, por ejemplo) y quieren recuperar a esos chicos y ya no le dan los chicos porque se quedaron con las tías, con los parientes más cercanos. Entonces se genera un conflicto social. Y ese padre de repente, esta es gente muy humilde, y para recuperar ese chico, no tiene forma de contratar un abogado.
Esta es una cadena de situaciones que son ya incontrolables.
Cada historia, de las mil que hay, es un desastre...
Es un desastre. Tenés estas personas que están con máscaras, con guantes especiales. Esa gente sufre el calor ahora. Estamos con 43 grados ahora normalmente en el país. Vamos a suponer, necesitan un aire acondicionado, no tienen. Si el Estado o el señor Paiva les pone el aire acondicionado, entonces tienen otro problema, que es el consumo eléctrico. Esta es gente pobre.
Acá la gravedad, la situación se complica para Paiva por el hecho de haber cerrado las puertas. Esta desgracia realmente es accidental, nadie discute eso. Pero el problema de Paiva es sus tremendas ansias, deseos de bienes materiales, que le hizo olvidar a él olvidar proteger un bien principal que es la vida. Además de esta desgracia, Paiva tiene miles de antecedentes antes, como persona. Hay miles de situaciones que a él lo identifican con el mal trato a sus funcionarios. Ejemplo: funcionarios que trabajan normalmente trece horas por día. Funcionarios que son sancionados por ejemplo con multas de 100.000 guaraníes por el hecho de haber tomado tereré frente a él, o sea, de haber sido sorprendidos con un tereré. Funcionarios que son suspendidos, por ejemplo, las llegadas tardías significan la suspensión de todo un día, te descuentan un día. O sea si llegás tarde, te vas a tu casa, ya no venís más. De lunes a viernes, te vas a tu casa y no venís más, sos sancionado con un día de descuento de tu sueldo. Ahora, si vos llegaste tarde un viernes, te descuentan el viernes, sábado y domingo, y solamente faltás el viernes, tenés que venir a trabajar sábado y domingo.
El caso de una funcionaria que estuvo de luto – murió una hermana – pidió el permiso por duelo, y entonces le dieron pero le descontaron tres días de duelo. Después tenían regulado y controlado el hecho de ir a los sanitarios. Es decir, una serie de situaciones que van a ser tocadas el día del juicio, eso se puede, esas son situaciones antes del hecho punible, que el Código prevé dentro de la medición de la pena: cómo fue tu conducta antes, durante y después del hecho punible.
Nosotros en nuestro escrito de querella de todo eso hablamos, y vamos a tocar el día del juicio y ojalá que los funcionarios que me pasaron a mí esos datos también cumplan. Es una situación muy difícil porque está en juego su trabajo.
Sería tan diferente si ellos hubieran sido patrones “normales” por lo menos, y no hubieran mandado cerrar las puertas... Ahí cambia la historia.
Ahí cambia la historia, podrían eventualmente ser simplemente sancionados por un homicidio culposo, como consecuencia de las impericias, de la imprudencia, de la negligencia. Pero acá no ocurrió eso. Entonces, te digo, con el sólo hecho de que el gordo este, y el papá, por lo menos disimulasen o procurasen salvar algunas vidas, yo te puedo asegurar que la Fiscalía no les iba a imputar por homicidio doloso.. Pero ellos mismos criticaron el hecho de haber roto las paredes de vidrio. Inclusive les pedían a los policías que eviten que las personas rompan los vidrios de las puertas que estaban ahí. Todo eso hace que se empeore la situación de los Paiva.
¿Funcionan aún los supermercados Ycuá Bolaños del Multiplaza, de San Martín...?
Funcionan Multiplaza, Los Arcos y el de la calle General Santos y Fernando de la Mora.
¿Eso está a nombre de quién, quién gana ese dinero...?
Son diferentes sociedades, pero siempre dentro del directorio está Pío Paiva.
¿Él sigue ganando dinero?
Claro, mientras ese supermercado siga produciendo, él va ganando su utilidad ahí.
Más vale que de ahí salga todo después...
Claro, ahora yo te quiero decir lo siguiente, es ficticia esta ganancia de Ycuá Bolaños. Nosotros tuvimos acceso, entramos en la sección Administración después de unos días de quemado el supermercado, encontramos unos diskettes, que ya entregamos a la Fiscalía, en donde se mencionaba por ejemplo un registro de las recaudaciones por día. Más o menos el Ycuá Bolaños que se incendió tenía una recaudación de 98 millones por día. Lo que te da un total cerca de 600 millones por mes, que pasaba a retirar Prosegur diariamente. Pero si vos proyectás esa recaudación a un año, yo tuve acceso a la recaudación de seis meses nomás, si proyectás a un año vas a quitar un proyecto de utilidad que te da aproximadamente 300 millones de guaraníes por mes, si es que declarás 1% de tu utilidad. Ni un comerciante trabaja para ganar 1%. ¿Sabés cuánto ellos declararon en su balance? 30 millones de guaraníes de utilidad. O sea, hay una evasión impositiva tremenda.
Nosotros denunciamos y nadie hizo nada, la Fiscalía todavía ni hizo la investigación. Es la única manera de tener una cadena de supermercados: evadiendo impuestos, ingresando al contrabando, o adquiriendo cosas de contrabando, eludiendo impuestos, no hay otra alternativa. Y ese es el señor Paiva y su entorno. Contrabandistas y evasores de impuestos, además.
¿Pero ellos siguen ganado con esos otros supermercados, o la gente ya no va tanto a comprar en ellos?
Se va igual la gente. Yo hablé con algunos funcionarios y me dicen que básicamente el mismo movimiento es. Habrá mermado tal vez, pero muy poco. La gente sigue estacionando abajo.
Todos los funcionarios que sobrevivieron y están en condiciones de trabajar, ¿están trabajando en los otros locales?
No. Ningún funcionario sobreviviente del Ycuá Bolaños está trabajando en la cadena. Todos tuvieron que buscar otro trabajo. Porque no hay voluntad de incorporarles en los otros supermercados de la cadena.
¿Los dueños no se preocuparon de dónde van a trabajar?
No, al contrario, les ofrecieron y te digo, ayer hubo una reunión en la casa de Guillén – que es una víctima del Ycuá Bolaños -, entonces hubo una reunión entre las víctimas y estuvo accidentalmente una chica de nombre Cynthia que era una funcionaria de la verdulería, y entonces ella confesó que fueron instigados, le ofrecían un pago de un millón de guaraníes por mes, durante 30 meses, a cambio de que ellos se borren del mapa. Entonces ayer, cuando ella comentó eso, casi le colgaron a la chica. Ella creo que accedió a eso. Ese es el ofrecimiento de ellos.
Sobre la situación de los guardias, tengo entendido que de cuatro, tres salieron libres, uno nomás quedó, porque a ese se le vio cerrando una puerta.
Resulta que habían guardias de salón, son guardias privados y guardaespaldas de los Paiva y son de salón. No tienen uniforme. Uno de ellos es Hugo Cabral, que falleció. El otro es Daniel Areco a quien la gente le vio cerrando las puertas que dan a la rampa, entre la divisoria del saló comercial y la rampa. Fue reconocido, por qué fue reconocido, porque es una persona que está constantemente en el salón, y la gente le conoce. Los demás guardias son guardias de la firma Prevención. Estas personas tienen a su cargo el cuidado del estacionamiento. No existen otras personas que no sean estas, que estén a cargo del estacionamiento. Entonces, la lógica y los indicios te dicen que ellos fueron los que cerraron el estacionamiento.
Los portones.
Los portones. Sin embargo, el fiscal pidió sobreseimiento. Que salgan libres porque no hay pruebas contra ellos.
¿Quedan libres?
Quedarían libres. Nosotros igualmente acusamos pero vamos a ver. Por eso te digo, nuestra figura, la figura del querellante adhesivo es decorativa, estamos atados de un hilo.
Entonces acá abajo estaban tres guardias, más una portera que se llama Leticia Lusich. Entonces todos los guardias, privados, de la empresa Prevención, van a ser beneficiados con un sobreseimiento. Por qué, porque el fiscal no puede sostener que estos hayan sido los que cerraron los portones. Sin embargo, no hay otra persona que no sean ellos, los que estuvieron en el estacionamiento. Entonces, no siempre se puede sostener firmemente una acusación con pruebas directas. También deben utilizarse los indicios. Solamente en nuestro país todavía, es un tabú el tema de los indicios. Pero cuando vos investigás hechos por lesión, cuestiones relacionadas con la mafia, no vas a encontrar siempre las pruebas, vas a encontrar indicios, y el juez tendrá que saber valorar el indicio.
¿Y los testigos?
Claro que hay testigos pero nadie les puede reconocer porque estos guardias rotan mucho. No son habitué del lugar. Inclusive algunos hacía tres días estaban allí. No siempre están. Diferente que vos si sos habitué del supermercado le encontrás siempre, como ocurrió con el caso de Areco.
Yo pensaba: el guardia de seguridad, gana 800, 900 mil guaraníes por mes, no sé, y si le dicen “cerrá, cerrá o te quedás sin trabajo”, y vos no sabés la magnitud del incendio, ese es un tema de presión también al funcionario...
En un comienzo, yo creo que ellos podrían haber sido beneficiados con una causas de justificación. Existen causas de justificación en nuestro Código Penal. Por ejemplo, la legítima defensa, el Estado de necesidad justificante, el trastorno mental, el error de provisión, el exceso por confusión... son situaciones que el Código prevé como una situación de excluir de un proceso.
En todo caso, ¿acortar la pena...? Los guardias, pienso yo, ¿no se habían imaginado la magnitud del incendio tal vez, o que iban a ir presos...?
Esa fue realmente la situación, no previeron la magnitud del incendio. Sin embargo, los dueños en el mejor de los casos los Paiva tendrían que ser condenados por el dolo eventual. O sea, el dolo es la intención, el “querer” y el “conocer”. Yo quiero matar y conozco el resultado “muerte” y sé que es un hecho anti jurídico. Y sé que es un delito, y sé que voy a ser castigado. No obstante, yo quiero matar. O sea es la intención a la máxima potencia. El homicidio culposo es: no hay intención de matar. Es un accidente producido por la negligencia, la imprudencia, la impericia. Pero en el mejor de los casos a los Paiva les tienen que condenar por dolo eventual, que es: conocés que existe un riesgo, pero nada hacés para evitar el resultado. Ese es el dolo eventual. Yo sé que en mi supermercado está ocurriendo un incendio. Sin embargo, en vez de evacuar, lo que voy a hacer es cerrar los portones y tratar de arreglar yo el tema. Eso está previsto en la doctrina.
Ustedes van a acusar a los guardias de homicidio doloso también.
De dolo, sí. Para nosotros no existió el dolo eventual porque inclusive ellos podían haber desobedecido la orden conociendo la magnitud del desastre. Ellos desaparecieron del lugar. Y después te voy a hacer escuchar una grabación que confirma esta teoría.
Después salió un hombre en la prensa diciendo que sólo él tenía el manojo de llaves del lugar.
Ese es don Julio. Don Julio es una persona que vive enfrente del supermercado, su señora falleció allí. Él, si bien es cierto, abre el supermercado, es un hombre de confianza de Paiva y también su asador cuando hay reuniones sociales. Él abre el supermercado, es cierto, y deja abierto el supermercado. Es decir, lo que no hace es candadear. Sin embargo, en este caso, él había salido de vacaciones y un manojo de llaves le entregó al gordo Paiva. Eso mismo él declara. Entonces si bien es cierto él abrió el supermercado, otro manojo de llaves tenía el gordo Paiva.
Pero acá no hablamos luego de que el supermercado haya estado candadeado. Sino que cerraron nomás las puertas y ante la desesperación nadie piensa, y segundo, las puertas se abrían en sentido contrario a las normas de seguridad. Las puertas en caso de lugares de mucho acceso al público se abren hacia fuera, no hacia adentro. Eso dice la norma. Entonces son puertas de emergencia que se abren hacia fuera, nunca hacia adentro.
¿Ellos tenían puertas de emergencia?
No, no había. Las mismas puertas de ingreso son las de salida. No había ninguna señalización, no había puertas de salida de emergencia, nada. Extintores había pero los extintores se clasifican de acuerdo al lugar. Y tampoco había una clasificación. Tampoco existía una instalación automática de incendio, es decir que acá lo que había era un detector de humo, colocado en el salón del techo para abajo, sin embargo el incendio estaba ocurriendo sobre el techo (cielorraso). El detector no detectó nada.
¿Cuál es su opinión final?
Yo lo que te digo es lo siguiente: yo creo que existe suficiente legislación, hay normas suficientes para cada caso, para cada situación, que no se cumplen. No se cumplen porque esa es la idiosincrasia del paraguayo, la de incumplir las normas. La de subirse al ómnibus y engañar al guarda, y después sos tan feliz porque le engañaste al guarda, porque no le pagaste el pasaje. Esa es la mentalidad del paraguayo. Es parte de la cultura, de la formación. Y estas desgracias son producto de esa situación. Entonces la falta de respeto a la ley, a las normas, la mala formación, la educación, eso hace que esto ocurra.
Como te decía, vamos a arreglar de otra manera, si viene el inspector le sobornamos y se acabó. Porque a nadie le interesa cumplir, nadie es consciente. Una persona maneja, no se pone el cinturón. Ahora sí, cruzas Foz de Iguazú y ya te ponés el cinturón, y ya te cuidás de tirar la basura a la calle. Entonces este es el país de la impunidad, no hay castigo ejemplar. Y todo esto contribuye para que ocurra esta desgracia. Un ejemplo latente es ese bar que está sobre Estrella y Colón, la Chopería del Puerto. En la Chopería del Puerto vos estás tomando en la vereda. Y todos tomamos en la vereda, yo me fui también a tomar en la vereda allí. Entonces la ley te dice que no podés consumir bebidas alcohólicas allí.
Aparte de que Alejandro Nissen nos brindó un montón de datos fundamentales sobre la querella que están llevando a cabo, me hizo pensar en muchas cosas, en especial en la parte humana de esta tragedia. Por ejemplo:
- Hoy en día las personas que han sobrevivido, y están con máscaras y guantes especiales, sufren mucho del calor que estamos teniendo. Hay que proveerles de ventiladores, y mejor, de acondicionadores de aire. Pero, además de que estos aparatos son costosos, aunque se les regale, el consumo de energía eléctrica es muy alto. ¿Quién le paga eso a la gente? Y ni hablar de los daños sicológicos de por vida que tantas personas tienen.
- Los constantes maltratos de los dueños del supermercado, en claros ejemplos: las multas por tomar tereré, las suspensiones por llegadas tardías, el descontar monetariamente los tres días de luto de los empleados.
Pero yo creo, por lo que veo a diario, que no sólo en Ycuá Bolaños se violaban las leyes laborales. Creo que en la mayoría de los supermercados se trabaja más de ocho horas al día y no se paga lo justo. Y en muchas otras empresas comerciales, donde, por ejemplo, no se firma contrato con los empleados ni se les descuenta I.P.S., a veces, si lo hacen, las empresas no depositan el dinero allí.
¿Y los negocios de los mercados de Asunción, de Ciudad del Este? Hay gente que cuenta que se paga 500 mil guaraníes a los empleados, por horas interminables de trabajo agotador. ¿Y qué medidas toma el Ministerio de Justicia y Trabajo? A la vista está que ninguna a favor de los derechos de los trabajadores...
3. EL PERITAJE
Según la página web www.desastres.org (donde, según se menciona allí, transcriben un artículo del diario Abc Color), el 1 de agosto, lo que sucedió, según los peritos especializados, fue lo siguiente:
Peritaje al Incendio Ycuá Bolaños
Diario ABC Color
Especialistas de Estados Unidos, Chile, Argentina y de nuestro país llegaron a la conclusión preliminar de que el siniestro del Ycuá Bolaños fue accidental. Una fatídica conjunción de factores se unieron para convertir el domingo 1 de agosto en un día trágico. Queda pendiente llevar a cabo revisiones matemáticas, pero existe coincidencia entre los expertos que el fenómeno fue un accidente.
Tras una maratónica sesión, que duró todo el día, especialistas en investigación de incendios llegaron a una conclusión preliminar en torno al siniestro que afectó al supermercado Ycuá Bolaños: fue accidental.
El devastador incendio, de características inusuales, fue resultado de una conjunción de factores que causó una violentísima reacción en cadena que arrasó en cuestión de minutos con los cinco mil metros cuadrados del salón de ventas del supermercado.
De acuerdo a la conclusión de los expertos, el incendio se desarrolló de la siguiente manera: Chimenea de la parrilla: Ubicada en el patio de comidas, donde se detectaron grasa, polvo y partículas derivadas de alimentos cocinados. La chimenea no era recta, sino que tenía un codo para evitar una viga que se encontraba en su camino. En lugar de cambiar de posición el equipo de cocción, optaron por lo más cómodo, que era hacer un codo. La presencia de elementos contaminantes en la chimenea, que rodeaban el codo, ocasionaba un aumento lento de la temperatura que se expandía alrededor.
Material aislante: El tinglado de zinc estaba recubierto con poliuretano, con la intención de contener el calor hacia el interior del local. El cielo raso,, por su lado, era de placa de yeso con una aleación de fibra de vidrio.
Es producto es de alta calidad y se emplea para contener el calor. La presencia de fibra de vidrio permite una mayor resistencia al fuego.
Se descubrió que la parte superior (mirando al techo) estaba cubierta con una placa de isopor, que es un buen aislante, pero de alta combustión. Causó extrañeza esta mezcla porque resultaba evidente que no había intención de ahorrar dinero, de allí que hayan equipado el local con cielo raso de yeso.
Hasta resulta un contrasentido instalar un material inflamable con uno diseño para contener las llamas.
Generación de calor: La chimenea de la parrilla del patio de comida generaba lentamente el calor necesario para que el isopor comenzara su proceso de combustión. Es probable que este fenómeno se iniciara días anteriores, con un desgaste lento de las capas superficiales del isopor. Como agravante, el material de poliuretano cubría en toda su extensión el techo, inclusive los espacios existentes entre la pared y los soportes. Este material es altamente inflamable.
Absorción de oxígeno: El calor que se generaba entre el cielo raso y el techo de zinc desplazaba al oxígeno allí existente. Al quedar únicamente monóxido de carbono, el gas se desplazaba de un lugar a otro en busca de una fuente de oxígeno para volver a alimentarse.
Sector panadería: Aquí funciona una cámara de maduración de masa, donde también se guarda harina, levadura y otros polvos para hornear. Este accesorio cuenta con una falsa chimenea, que termina en el cielo raso sin llegar a una toma de aire. El gas recalentado se introdujo por este ducto y causó una violenta explosión, con una onda expansiva que llegó a desplazar una columna de hormigón de 50 centímetros de diámetro.
Harina, levadura y polvo: Estos productos son conductores de calor y pueden llegar al nivel de incandescencia. Haciendo una comparación, se puede señalar que estas partículas actúan como minúsculas metrallas, con una alta capacidad de conducción de calor y una acelerada capacidad de desplazamiento. Al salir de la cámara de maduración, el gas recalentado (monóxido de carbono) encontró oxígeno y pudo convertirse en llamas. Con una violencia impresionante atravesó el salón de un extremo a otro, arrasando con todo lo que encontró a su paso.
Explosión de humo: La onda expansiva tomó con celeridad el salón de ventas y encontró el oxígeno necesario para aumentar el tamaño de las llamas. Creció en el extremo opuesto, al llegar a la rampa que cumplió la función de embudo de oxígeno. Las llamas se transformaron en un gigantesco soplete que se desplazaba en forma circular hasta llegar a ocupar completamente el espacio existente a lo largo, ancho y alto de la rampa. Es probable que aquí se haya registrado la segunda explosión, que es el fenómeno conocido como "backdraft", o "explosión de humo". En el estacionamiento simplemente arrasó con todo lo que encontró a su paso.
Sin contar el proceso de combustión del isopor y la cobertura de poliuretano, que generó monóxido de carbono de alta temperatura, el proceso que vino desde la explosión de la cámara de maduración hasta la llamarada que cruzó el estacionamiento, el tiempo de desplazamiento del fuego fue rapidísimo y mantuvo una alta concentración de calor.
Si bien el "backdraft" es un proceso ampliamente conocido por los bomberos, los investigadores inicialmente se mostraron desconcertados por las características que asumió el fuego.
Una increíble conjunción de factores se unieron para esa mortal mañana de domingo. Si aquí agregamos que una de las salidas de emergencia estaba clausurada, que los guardias cerraron los portones, tenemos una explicación de lo que sucedió en el supermercado Ycuá Bolaños.
Un último detalle: la falta de mantenimiento y verificación de los accesorios que tenían al fuego como principal elemento. Chimeneas sucias, tubos con codos y falsas chimeneas, una conjunción fatídica.
No podía yo saber, a ciencia cierta, si todo lo que el diario Abc y la página web transcriben es en 100% cierto, por lo que me propuse investigar un poco más, para ello, recurrí a la Policía de Formosa.
El oficial inspector Benedicto Pérez, licenciado especialista en Sistemas de Protección contra Siniestros, me recibió en la Dirección de Cuerpos y Servicios Especiales (Policía de la provincia de Formosa). El mismo prefirió que no se grabe la entrevista, más bien, que yo tomara nota, además, hay algunos aspectos sobre los cuales él aún no puede hablar, porque ellos deben declarar en el juicio sobre el caso.
DATOS DE LA ENTREVISTA AL OFICIAL BENEDICTO PÉREZ, BOMBEROS DE FORMOSA, 20 DE ABRIL DE 2005, 20:00 HS.
El oficial comentó que los bomberos de la Policía de Formosa guardan estrecha relación con los bomberos de Paraguay. El mismo día de la tragedia, el 1 de agosto, se dispuso enviar el primer contingente a Asunción. Vinieron los peritos de la provincia, del área Criminalística, presididos por el comisario Nicolás Núñez. Identificaron a víctimas. Luego, al otro día, por la mañana llegaron los bomberos de la provincia de Formosa. Hicieron una primera evaluación, la primera hipótesis fue que se trató de un incendio, no de un atentado. El fuego es diferente cuando se trata de un incendio accidental o intencional, los daños son distintos, por ejemplo, en el caso de un atentado, la onda expansiva desplaza cosas. La pericia va de lo general a lo particular.
Se realizó una rueda de peritos, de países como Chile y España también, la fiscala Teresa Sosa – sobre la cual Pérez dijo que era una de las mejores que conoció – eligió a dos representantes de cada fuerza, y todos coincidían en las hipótesis. El oficial mencionó que existen vacíos en nuestro reglamento de prevención de incendios. En Formosa, explicó, está el Municipio y por otro lado los bomberos, la Municipalidad tiene sus requisitos para aprobar los planos de prevención de incendios. En el Ycuá Bolaños, ese día, había más de 1.000 personas. En el caso de Formosa, para una superficie de 8.000 metros cuadrados, según las ordenzazas, el coeficiente de ocupación es de 600 personas, máximo, cuando que lo que él vio en Paraguay es que es de 4.000 personas.
En cuanto a las salidas de emergencia, debería haber habido 12 metros de puertas de salidas de emergencia en total, y allí había dos puertas de 2 metros cada una.
Le pregunté si él sabía algo sobre las alarmas contra incendio que yo había oído hablar que estaban instaladas en el supermercado, él me contó que, consultando con personal del Ycuá Bolaños ellos le dijeron que días, incluso semanas antes las alarmas que estaban entre el techo y el cielorraso ya estaban sonando, pero que la gente no tenía capacitación para determinar por qué sonaban y qué había que hacer.
Y el 1 de agosto, la parrilla trabajó a full – mencionó que peritos de EE.UU. se llevaron partes de la chimenea, pero él no sabe si los resultados de los análisis ya están).
Entonces, si las salidas eran insuficientes, la disposición de las puertas (se abrían hacia adentro) estaba al revés, etc., todo se mezcló para que sucediera la tragedia de la forma como fue.
Una salida de emergencia comprende no sólo la puerta en sí, sino los pasillos, escaleras, etc., en fin, todo lo que lleve a la persona hasta dicha puerta, que se debe abrir hacia fuera, naturalmente.
Entonces, como decía, el hecho del Ycuá Bolaños fue una sumatoria de muchos elementos, incluso, había un material importado que no debió haberse quemado, era tóxico, sin embargo, se quemó (sería una falla de origen, de la empresa que lo vende), y para peor, según Pérez, si eso no se hubiera quemado, esta tragedia no hubiera sucedido, no pasaba nada.
El diseño de la chimenea estaba mal, además tenía falta de mantenimiento, el arquitecto desconocía este aspecto, según el entrevistado, y si algo de eso no va en contra de ninguna ordenanza, es “legal”.
En Formosa a partir del suceso Ycuá Bolaños modificaron muchos aspectos, sin embargo, luego en Buenos Aires sucedió lo de Cromañón, Pérez atribuye la mayoría de las muertes al aplastamiento, ya que había una suerte de psicosis por lo sucedido en Ycuá Bolaños.
En Formosa hace poco hubo un incendio de mayor magnitud que Ycuá Bolaños, pero lo que impacta en un incendio es el número de víctimas, y como en ese caso no hubo víctimas, no es grave como el del supermercado.
Consultado sobre si, técnicamente, el caso Ycuá Bolaños fue una gran explosión, o un incendio, é dijo que sí fue un incendio pues tuvo los tres elementos: lugar de origen, propagación y consecuencias.
Le pregunté, ¿por qué murió la gente?, él me explicó que la temperatura entre el cielorraso y el techo llegó a 600º C, y a la primera inhalación, la gente que estaba en el patio de comidas ya murió, pues esa temperatura quema las vías respiratorias al instante. El fuego que se produjo buscó oxígeno, fue quemando todo, y luego las personas también inhalaron el monóxido de carbono.
A modo de conclusión, mencionó varios aspectos importantes:
- No importa que tengamos el mejor sistema de prevención, si la gente no está educada sobre cómo actuar y cómo usarlo.
- Se debe seguir normas de diseño, no hay que construir y luego trata de adaptar la construcción a las normas, eso es casi imposible.
- El embajador argentino en Paraguay intentó que se implementen mejoras en nuestro país.
- Un sistema de protección contra incendios prevé tres cosas:
- 1) Las condiciones de construcción
- 2) Las condiciones de prevención (conexiones, etc. que no provoquen incendios)
- 3) Combate
- Las normas vienen de Estados Unidos y Europa, pero no todo se puede aplicar en nuestros países, porque allí hay diferente clima, etc., hay que adaptar las normas a cada lugar.
4. LA GENTE SE AGRUPA
A partir de tamaña tragedia, la cantidad de familiares de las más de 400 personas fallecidas y otros tantos heridos, era lógico que se agrupen y formen asociaciones.
Quise buscar datos exactos, y una persona amiga me recomendó que busque el Informe de Derechos Humanos (así me dijo que se llama), del año 2004 elaborado por el Comité de Iglesias, situado en la calle Independencia Nacional. Según me dijo esta persona, allí hay un apartado especial sobre el caso Ycuá Bolaños, donde se especifican las organizaciones conformadas luego del suceso. Entonces quise ir hasta el Comité de Iglesias a solicitar dicho informe.
Efectivamente, me dirigí una vez y estaban de vacaciones. Fui por segunda vez, no tenían más ejemplares, dijo el recepcionista, y que se iban a reimprimir. Fui una tercera, por creer que si lo reimprimían quizás habría, pero no... fui una cuarta vez, en días muy posteriores. Hasta que fui por quinta (y última vez) a pedirlo, siempre explicando que era para este trabajo, para una recopilación de entrevistas sobre el caso de Ycuá Bolaños, etc... me enviaron al segundo piso, donde una señorita llamada Cintia me dijo nuevamente que no disponían del material. Realmente me cansé de ir tantas veces.
Por lo tanto sólo puedo citar algunas organizaciones existentes, para lo cual me ayudó la señora Berzabé, del Colectivo Ni Olvido Ni Perdón (a Berzabé la conoceremos mejor más adelante). Las organizaciones son:
1. Coordinadora de familiares de desaparecidos
2. Coordinadora de familiares y amigos
3. Coordinadora de familiares de Zeballos Cué
4. Asociación de víctimas y familiares de víctimas
5. Colectivo Ni Olvido Ni Perdón
Quizás falte alguna precisión en esta lista, quizás falte una organización. Pero es para tener una idea de que se conformaron varios grupos.
Además, sin duda el barrio donde estaba instalado el supermercado es muy particular, y los vecinos se conocen y son unidos.
“Trinidad tiene características diferentes a otras regiones de Asunción. Ya sea por su historia, porque en un primer momento no fue parte de Asunción, un pueblito cercano. Va desarrollando una cultura de pueblo, de valle, que no desarrollaron otros barrios de Asunción. Acá hay familias tradicionales, hay gente que se conoce, quizás no se conoce personalmente pero conoce a la familia, la historia de esa familia: médicos, farmacéuticos, arquitectos. Eso va haciendo que haya una cultura de pueblo que se no se ve mucho en nuestra ciudad capital, pero se sí se ve mucho en ciudades del interior ”.
Luego de la tragedia, el panorama fue desolador:
“El primer día esto era un caos, el domingo. Los días subsiguientes la gente estaba afuera. No estaba en protestas pero, por ejemplo, era muy común ir por una cuadra y vos encontrabas, en una cuadra, tres o cuatro velorios y la gente caminando, con cara de desconcierto, entrando de un velorio en otro ”.
5. CONSULTA CON EL SIQUIATRA
En mi proyecto tenía claro que necesitaba la opinión de un especialista de la sicología, de la siquiatría. Tanto para tener más idea de los aspectos sicológicos a tener en cuenta, como para tener una mejor base para encarar las entrevistas con las víctimas y familiares. Como suelo escuchar a Alejandro Maciel en Ñandutí, y últimamente él venía tratando de formar una comisión de padres que controlase los locales nocturnos a donde van los jóvenes, me pareció buena idea entrevistarle. Me esperaba puntual a las ocho de la mañana, sentado, distante quizás, algo serio. Era natural: jamás me había visto antes. Sin embargo, su gran amabilidad me conmovió. La investigación estaba tomando forma, y él contribuyó notablemente para ello.
ENTREVISTA AL MÉDICO SIQUIATRA ALEJANDRO MACIEL, MIÉRCOLES 12 DE ENERO DE 2005 – 08:00 HS.
Doctor, en este material deseo incluir historias de las víctimas, opiniones de especialistas y una conclusión con recomendaciones para que no vuelvan a suceder estas desgracias.
Voy a tratar de desarmar su último argumento. Esperar que el Estado nos proteja es una fantasía en Latinoamérica. El Estado no está para eso en Latinoamérica. Si nosotros queremos realmente que las cosas funcionen, esa visión positiva que usted me decía, o por lo menos dejar un mensaje optimista, dejar una salida optimista a este problema, es la ciudadanía la que se tiene que organizar. Y fiscalizar todos los sitios donde se concentra gente, que no solamente son los supermercados. Tenemos el caso de las discotecas, por eso yo propuse hacer una comisión de padres, hasta ahora nadie me llamó. Ya ves la solidaridad que existe en el Paraguay. Yo tengo amigas y amigos que son escribanos y les voy a obligar de todas maneras así que... por las buenas o las malas, y lo voy a hacer. Ya tengo más o menos pensado, pero no podemos ser más de cinco o seis personas, porque no puede ir una multitud a un lugar, ¿no es cierto?, pero ahí está el tema de la solidaridad, porque si realmente existiese... porque solidaridad es una preocupación basada en la eticidad para que el otro pueda llegar a conseguir sus propios fines, y realizarse como persona. Pero si me lo matan en el camino, el otro no se va a realizar como nada, si los chicos, inocentemente van y caen en esas trampas que se arman, probablemente el día de mañana estemos llorando aquí también, y yo ya estoy cansado de llorar. Esa es la realidad. Lo que hay que hacer ya es prevenir. Pero si vamos a hacer esa comisión, vamos a hacerlo con los boliches.
Pero quedan los supermercados, los estadios de fútbol, una serie de lugares que deben ser fiscalizados por la ciudadanía. Esto no quiere decir que la ciudadanía tenga poder para cerrar, ni nada, pero sí podemos ir, inspeccionar, y el lunes hacemos un informe periodístico y decir: “Miren, fuimos al estadio de Defensores del Chaco, y encontramos esto, esto, esto, esto, que los tubos de extintores estaban todos vencidos, que hay uno por cada diez metros cuando tendría que haber uno por cada dos metros, que los asientos no tienen separación entre ellos, entonces si se produce una avalancha no hay forma de ...”.
Es decir que iríamos con una persona que sea perita de este tema de accidentes y sacar el informe. Ahí, a partir de ahí ya toda la gente está al tanto. Si quieren ir a morir, bueno, por lo menos que sea con un consentimiento informado, como decimos nosotros. Pero no ir a una trampa, porque de otra manera yo estoy entrando en una trampa, yo no sé qué me espera en ese sitio, ¿me entiende? En cambio, si por lo menos ya tengo un informe, ya ... y de una comisión que es insospechable, porque si cinco, seis, siete padres nos reunimos para perder toda una noche de sábado de nuestras vidas, no nos vamos a ir para dejarnos sobornar por veinte mil guaraníes, ya no estamos en eso, sería una tontería y una payasada.
Como lo hacen algunos policías...
Como lo hacen naturalmente la gente que está en la administración pública , porque ganan muy bajos sueldos, se les obliga, se les da un arma, y cándidamente nosotros pretendemos que nos protejan, pero ¿por qué nos van a proteger si nosotros somos los primeros que no los protegemos a ellos? Si a un policía que está exponiendo todos los días su vida yo le pago novecientos mil guaraníes de sueldo, que es una miseria, que no le alcanza para mantener a su familia, pero por supuesto que va a entrar en todas las cometas que le ofrezcan, es una cosa natural, sería esperar tener santos, la idea de que ese policía va a decir “No, señor”, es ridículo, me entiende.. por eso yo no puedo exigir más de lo que doy, está bien que la policía fiscalice pero también vamos a fiscalizar los ciudadanos. Ahí tenemos una doble fuente para juntar datos.
Como sociedad, ¿qué sucedió, para usted, el 1 de agosto?
Acá lo que se vio es una fuerte conmoción sobre un accidente de dimensiones monstruosas y por el impacto mediático que tuvo todo esto – porque veíamos la gente muerta en los diarios, en los canales, las radios describían – en fin, teníamos una avalancha de información y yo no sé si una sociedad puede procesar tan rápidamente tanta crueldad. Porque hasta el tsunami, en el que murieron casi, no sé, como cinco o diez veces más de personas, en cuanto a la cantidad de muertos, se comprende porque es un fenómeno, entre comillas, “natural”, impredecible, etc. No se ve maldad de nadie allí. Pero acá lo que veíamos es el tema de que esto no era lo mismo, se inició como un accidente pero las consecuencias de tanta mortandad no fueron accidentales, sino que fueron intencionales, el tema de cerrar puertas, el tema de la seguridad que no existía, el tema de los controles, que evidentemente tampoco existían, por parte del Estado. Es decir, descubrimos ese día que podemos entrar en una trampa, morir, y nadie se hace cargo de esa situación. Eso es lo que descubrimos, aterrorizados. Por supuesto eso genera, por un proceso de identificación, se da solidaridad, que existió en un primer momento. Pero, como una reacción refleja, casi impensada de le gante, que dura muy poco, desgraciadamente, eso dura tres, cuatro, cinco, seis días, y después la gente dice: “Acá no pasó nada”, entra otro factor que se llama negación, y cada uno a sus vidas, y “allá las víctimas” con sus problemas.
Sabemos que hasta el día de la fecha hay gente que por ejemplo, ha quedado con grandes quemaduras, eso lleva muchísimo gasto, ni el Estado, ni las instituciones intermedias, ni la gente que estaba con el tema del apoyo solidario pudieron responder ya a esas demandas porque un quemado es más caro que un paciente oncológico, en cuanto al mantenimiento y el sostenimiento del tratamiento, lo digo como médico. Sé bien que es un tratamiento muy costoso el del quemado, sobre todo el del gran quemado, y ahí vemos que ya la solidaridad se terminó.
Hay mucha gente que hay que destacar que hizo lo imposible y que ha hecho mucho, pero no es suficiente, porque esto no tendría que haber ocurrido, en realidad. No podemos tener de repente 200 quemados en tratamiento. No va a haber seguro social, no va a haber nadie que aguante esta cantidad, esta desmesura. Buenos Aires no ha podido con 200, y mire que Buenos Aires tiene, en cuanto a recursos en salud pública, veinte veces lo que tenemos nosotros. Y cómo vamos a poder nosotros con el doble de víctimas, ¿me comprende?
Eso por una parte. Por otra parte, evidentemente, el estado de inconsciencia en el que vivimos en Latinoamérica es temible, porque usted dirá: Bueno, la sociedad, con el tiempo va a tener una respuesta mucho más enérgica a esta situación tan irregular. Y usted habrá visto que estamos a seis meses del suceso y ya prácticamente... yo escucho una vez a la semana hablar del tema. Cuando antes no había otro tema, en esa primera semana, la primera semana del siniestro. Ahora, una vez a la semana alguien hablará, o porque alguien me cuenta algún caso, es decir, ya se apagó en la opinión pública, ahora de nuevo este tema de las discotecas vino a reavivar todo esto, pero actuamos así, mueren 20, 50, 200 personas y ahí nos acordamos que existen los accidentes.
También debo decir que, para nuestro descargo, la presión económica, la presión laboral, es decir, las presiones bajo las que vivimos no nos permiten más que dedicarnos a lo inmediato. No podemos pensar a mucho futuro ni pensar demasiado en el pasado, porque tenemos que vivir el día a día, porque si no, nos morimos de hambre en Latinoamérica. Los sueldos son mínimos, y el esfuerzo es máximo, el que hay que realizar; cada vez se trabaja más para ganar menos, y esto hace que la gente se “animalice” más, por decirlo así, y viva en forma refleja, es decir, respondiendo como lo haría mi gato, a los impactos del momento, y después ya se olvidó el gato, dentro de tres días ya no se acuerda más que como reflejo condicionado. Pero no es que se acuerde y diga, “bueno, voy a prevenir la próxima vez que no me suceda esto”. Eso es lo que nos está pasando, nos estamos animalizando en Latinoamérica. Por factores que pueden ser comprensibles, pero que de todas maneras, no explican todo.
Creo que la base de todo es la educación. Los pueblos que tienen muchísimos años de educación tienen otra forma de encarar los problemas y son mucho más enérgicos a la hora de hacer valer sus derechos. Nosotros acá no hacemos valer nuestros derechos, y tampoco reconocemos el derecho del otro.
A veces le queremos culpar al otro de lo que le pasó.
Sí, la revictimización. Que es lo mismo que sucede con la violencia doméstica. Decimos a la mujer que se le pega y no denuncia al marido, “es porque le ha de gusta”r. Como si hubiera una persona sobre esta tierra a la que le guste que se le castigue y se le maltrate. No existe eso. No comprendemos cuál es la base del problema. El problema es que desde chiquitos les estamos enseñando a las nenitas a ser sumisas y obedientes, y a los nenes a ser agresivos y atacadores. Entonces de grandes, siguen repitiendo el mismo esquema, porque creen que es algo natural y eso no es natural, es algo que impusimos, sin darnos cuenta.
¿Qué sucede sicológicamente con una persona que tiene varias quemaduras por todo el cuerpo? En cuanto a los complejos...
Imagínese que una pequeña herida, a veces, en la cara, que nos deja una marca, nos hace cambiar y nos hace pensar en una serie de cuestiones. Hay gente a la que le puede acomplejar, hay gente a la que no porque tiene otro esquema de personalidad. Pero de todas maneras, siempre hay un antes y un después de un accidente físico que ha dejado marcas. Eso descuéntelo, por supuesto que sí, sobre todo la quemadura porque deja marcas desagradables, es decir, estéticamente son ... es decir, las tendemos a rechazar, a mirar para otro lado, a hacer algún gesto, y la gente que ha sufrido eso está muy sensible a eso, un desvío de mirada le puede llegar a herir, por qué, porque están esperando eso, porque ellos mismos, al verse en el espejo, ven que todo ha cambiado. Por supuesto que es un trauma grandísimo, para la persona y para la familia.
¿Le puede cambiar la personalidad?
La personalidad no cambia, justamente se caracteriza por ser estable. Lo que pueden cambiar son rasgos de comportamiento, rasgos de conducta, ese tipo de cosas sí pueden cambiar.
Una persona que, sea cual sea el grado de quemaduras o heridas que haya tenido, o sin heridas, pero que vivió la tragedia, veinte minutos por ejemplo. Me comentaban que hay gente que terminó en el hospital Neurosiquiátrico luego de ver todo eso.
O con el suicidio. Sí, por supuesto. No es natural ni normal ver una situación así, y no todos estamos preparados para eso. Y mucha gente, con muy buena voluntad y con encomiable solidaridad, porque hay que agradecerle aunque después termine con malas consecuencias, pero el gesto que ha tenido de primera instancia, de decir, “voy a ayudar” en vez de decir “no, qué me importa si no es problema mío” y siga de largo, es un gesto magnífico que demuestra una grandeza de espíritu y una serie de consideraciones que tiene que ver con la ética y la moral de un pueblo. Todo eso es altamente elogiable, pero, muchas veces pagamos un precio muy alto por eso. Porque si la persona no está preparada para ver lo que va a ver, probablemente también le traiga consecuencias en el ámbito de lo anímico, de lo síquico, que después sean muy difíciles de resolver.
¿Ellos recuerdan las imágenes, qué les sucede?
Sí, lo que viene normalmente es lo que se llama neurosis por estrés pos traumático, a las personas que han vivido, o han asistido, o han visto, o de alguna u otra manera han tenido participación activa en el hecho, y es que los primeros días están con mucho nerviosismo, con signos de depresión – es decir, tristeza -, muchísima ansiedad, inquietud, sensación de que va a ocurrir una desgracia inminente, insomnio, o sea dificultad para dormir. Y cuando se duermen, vuelven a soñar las escenas terroríficas que han vivido, y esto generalmente los despierta de nuevo, eso va a llevar como consecuencia fatiga durante el día. Es decir, una serie de consecuencias que acarrea este problema.
¿Hay medicamentos que les hagan dormir?
Sí, hay medicación, para ayudar en esto. Ahora, no hay ningún medicamento que les haga olvidar. Eso sí. Tienen que procesar, y recibir ayuda sicológica, ayuda siquiátrica si hace falta – si hay demasiados síntomas – para resolver la cuestión. Y tampoco en salud pública, en el ámbito de la de salud mental, tenemos demasiados recursos acá, es más, casi no hay. Porque el hospital Neurosiquiátrico ya está cerrando los consultorios externos, no me pregunte por qué ni dónde se irá a atender después esa gente, pero las políticas son erráticas, no se sabe muy bien para qué, es decir no hay una verdadera política de salud mental en nuestro país.
Aparte de todo.
Aparte de todos los problemas que tenemos, no tenemos una buena política de salud mental.
Leí que un bombero que estuvo en el lugar del hecho no pudo hablar por un tiempo. No sé cuántas horas o días después del hecho. ¿Por qué?
Y bueno, esa es una de las consecuencia que le dije. El bloqueo para la expresión, porque todavía le mente está tratando de poner en su lugar cada cosa de lo que ha visto, y recomponer el mundo. Porque hasta ese día ese señor creía que el mundo era una cosa. A partir de ese momento, vio que el mundo es otra cosa. Y la sociedad en la que está viviendo es altamente peligrosa, pero él no lo sabía, ese día lo comprobó. Que él puede ir inocentemente con su familia a un supermercado y terminar al spiedo. Todo eso comprendió ese señor ese día. Y obviamente está procesando todo eso.
Podría quedarse sin movimientos, o inmóvil, con la mirada fija, llorar, varias reacciones pueden haber.
Una persona que perdió padre o madre, hijo o hija, nieto o nieta, etc...depende mucho de la relación que haya tenido con esa(s) persona(s), pero ¿hay diferencias entre perder al esposo, que es una persona a la que yo elegí, para formar una familia, etc., o un padre medio ancianito, etc?...de hecho, la forma de morir ya es traumática, pero ¿hay alguna diferencia entre el grado de parentesco?, porque dicen que el dolor más grande se da en la pérdida del hijo.
Yo no le puedo decir porque no he tenido una experiencia personal, no se me ha muerto ningún hijo, afortunadamente, pero sí, por supuesto. La muerte natural es más aceptada siempre que la muerte traumática accidental que no obedece a causas naturales. Pero si a esto se le suma que hubo *algo que se está detectando como que hay un factor humano que intervino en esto. No ha sido siquiera un accidente, sino que hay dolo de por medio, el duelo es muchísimo más complicado, porque al dolor se le une la agresividad de uno. El factor de bronca, de rabia, hace que.. es como si tuviésemos una herida, y cuando se está por cicatrizar viene alguien y nos la abre de nuevo. Entonces vuelve otra vez el proceso a iniciarse y por qué, porque los medios renuevan la información, y esa información vuelve otra vez a abrir ese dolor: una nueva información que venga porque se inició la causa, porque quedó detenido, porque salió de la cárcel porque estaba enfermo (el que creemos que es responsable, aunque acá hay una cadena de irresponsabilidades, es ilógico atribuir a una sola persona todo esto), aunque por supuesto, dentro de esa cadena, hay grados de responsabilidad de uno mayor que otros.
Acá podemos hablar de diferencias por la forma de muerte, no tanto entonces por el grado de parentesco.
Pero también el grado de parentesco influye, por supuesto, el grado de relación que tenía esa persona, si era más o menos amistoso, más o menos cercano. Porque pueden ser hermanos pero no se ven nunca, o pueden ser hermanos que viven pegados, va a ser absolutamente distinta la reacción de la persona ante la muerte de un familiar o allegado con el que compartía muchísimos afectos, que con otro que no, no importa mucho el lazo sino la forma en que se relacionaban, porque los lazos biológicos son, si se quiere, fortuitos, yo no soy el culpable de ser hijo de Fulana y Mengano. Puede que no tenga una muy buena relación con mi madre y sí la tenga con mi hermano, y justo fue mi hermano el que murió, obviamente me va a afectar más que si hubiese sido una tía, una prima u otro hermano con el que no me llevaba tan bien.
Hay gente que dice “Dios quiso llevarle ya a mi esposa, a mis hijos”.
Yo no comprendería a ese Dios.
De por sí el concepto de Dios que tengan como que divide las opiniones de la gente, hay gente que atribuye el hecho a que “Dios quiso”.
Yo prefiero no entrar en las cuestiones teológicas, porque sino estaríamos millones de años. Pero la gente, para tratar de buscar un consuelo (dentro de una situación que no tiene un control para ese consuelo) muchas veces dice esta frase pero yo no sé tampoco si ellos están realmente convencidos, a lo mejor dicen para cerrar la situación y quedarse tranquilos por ese momento.
En el fondo quizás creen que no es así.
En el fondo, no sé, me resultaría curioso pensar Dios me sacó a la esposa, al hijo, y tiene algún justificativo, cuando sabemos que en esto intervino un factor humano demasiado claro. Ahora, si usted me dice lo del tsunami, bueno, ahí entramos a discutir otro terreno porque eso era algo absolutamente imprevisible, incontrolable también, porque ¿cómo controla usted una situación así?
¿El perder varios familiares de una vez puede llevar al suicidio? O quizás, a veces a una persona le queda uno o dos hijos y los demás murieron, y esa persona dice: “Bueno, voy a vivir por ése hijo que me queda”.
Es lo mismo, es otra vez buscar una explicación racional a una situación que no es racional. Pero la persona busca un consuelo, una especie de tabla de salvación última a la que pueda aferrarse, y ojalá esos dos hijos le sirvan para seguir viviendo, y con energía, y con ánimo, y no se entregue a la tragedia, porque lo peor que puede suceder aquí es que una persona se entregue y se deje llevar por el factor de la tragedia y crea que desde ese momento ya no tiene ninguna esperanza, porque entonces estamos clausurando todas las salidas. Estamos entrando en otro Ycuá Bolaños.
¿Puede empezar una forma “sutil” de suicidio, como empezar a fumar, a beber? En este momento seguramente hay gente (familiares de fallecidos) que está haciendo eso.
Sí, empiezan a beber, o a beber y salir a manejar, esa es la forma más conocida que yo tengo de suicidio inconsciente aquí en Paraguay. La gente que los viernes por la noche cree que es obligación tomar hasta tres, cuatro, cinco botellas de cerveza y después salir a dar vueltas por la ciudad, y eso implica riesgos, no solamente para la persona sino para terceros. Porque la pobre viejita que está cruzando la avenida en ese momento no tiene nada que ver con su problema personal. Entonces, tendría que tratar de buscar otra solución porque esa no funciona.
Hubo un caso de una tía de una fallecida, que se suicidó quemándose también. Se prendió fuego en dos oportunidades, en la segunda murió.
Ese es un proceso de identificación, porque quiere tener la misma muerte que tuvo la persona querida. Que era también lo que sucedía en el cristianismo primitivo, que todos querían morir crucificados. Por qué, porque la persona a la cual extrañaban, que era Cristo, había muerto de esa manera. Es inconsciente, o sea, no es una cosa que se haga conscientemente.
¿Hasta el momento en que uno se rocía con algo y se prende fuego, es inconsciente?
El móvil es inconsciente. O sea, él sabe que se va a incendiar, pero no sabe por qué.
Pero si esa persona intentó una vez, y se quemó un poco, y uno le dice: “No, no ves que vos querés hacer eso porque tu sobrina murió así”, igual, ¿no se logra nada?
No, no, porque racionalizan. Ese no es el modo de abordar algo inconsciente. No es tratar de convencerle racionalmente. Si justamente el factor es irracional. No entra por allí la solución.
¿Pero, hubiera habido una solución para esa señora?
Sí, sí, obviamente. Si hubiese querido hacer un buen tratamiento, y a fondo, probablemente... pero no se puede garantizar tampoco que eso hubiera dado una solución, porque cuando una persona tiene la autodeterminación de eliminarse, a veces es muy difícil tratar de disuadirla.
Pasando a otro tema, el de los guardias. No los voy a defender, pero imaginando la situación: un guardia gana 800, 900 mil guaraníes al mes. Está horas parado. Si el dueño te dice “Cerrá”, y el guardia tiene miedo a perder su trabajo, y si no sabe de la magnitud del incendio en un primer momento...
Y entonces, ¿por qué después no abrió? Si hubiese abierto después yo indultaba a ese guardia. Pero el tema es que tampoco después abrió, cuando vio la dimensión. Entonces, eso es la famosa discusión por el tema de obediencia debida, con la que se le indultó a todos los militares argentinos. Yo no estoy de acuerdo con eso. Que yo deba cumplir una orden que me parece siniestra, por más que me la dé no el dueño del supermercado, ¡por más que me la dé Dios!, si veo que esa orden va a traer consecuencias siniestras para un montón de gente no la voy a cumplir. Los militares argentinos, crápulas, se refugiaron detrás del mismo argumento. Ellos decían “no queríamos matar a nadie pero nos ordenaba el general Fulano... y no podíamos desobedecer”. Eso es una cobardía y al mismo tiempo una canallada.
Se puede decir que hoy en día a muchas personas, por el bajo nivel de educación que se les da, los escasos recursos, la pobreza, están como infantilizadas, no crecen como adultos y está acostumbradas a recibir órdenes y en especial os guardias, que hoy tenemos muchos, como me decía el abogado Nissen, que no se les prepara casi. El único requisito es tener cierta edad y determinada estatura. Ya de por sí el que haya muchos guardias es por la situación social y problemática del país.
Ese factor manada que usted me está diciendo existe. No son entes autónomos, no son personas, sino que son como títeres o máquinas que maneja a voluntad una persona porque tiene dinero – porque me parece que el dueño del supermercado tampoco era el hijo de Einstein, parece bastante burro, por lo menos el hijo, el muchacho gordo ése que aparecía en la T.V. –parece un orate. ¿Cómo es posible que me dé órdenes una persona que yo veo que es un débil mental?
Solamente el poder económico es lo que le dominó, el uno al otro.
Probablemente sí, eso ha hecho que se haya entrado en ese juego, la dominación económica, que, claro, es un factor fuerte, el trabajo de ese señor.
Hablando de esto, y sin querer salirnos del tema, ¿cómo es una persona que está tan explotada, laboralmente? Ejemplo, como dicen las personas que trabajaban en Ycuá Bolaños, trece horas por día. La persona ¿inconscientemente busca dañar en algo a la empresa, por ejemplo, romper algo? Pues siente rabia.
Ya durante la Revolución Industrial, usted sabrá que Dickens ya describió las condiciones en las que empezaron a trabajar los obreros, y nosotros estamos con este famoso liberalismo, y la globalización y todos esos espejitos para incautos que nos quieren vender, estamos exactamente en la misma situación que cuando empezó la Revolución Industrial hace dos siglos. O sea, con una explotación mucho más allá del límite de lo que una persona puede soportar, usted me ha dicho, trece horas de trabajo.
¿Qué le queda para vivir a esa persona, si ocho de esas horas tiene que dormir? ¿Le quedarán cuatro horas al día para vivir? Pero entre que va y viene del trabajo, ya se le van esas cuatro horas, y se baña, y etcétera, etcétera. O sea que en realidad esa persona no está viviendo, lo único que hace es trabajar como un burro todo el santo día, y realizarse como persona le es absolutamente imposible, porque no tiene tiempo material para dedicarse a sí mismo, para disfrutar de nada, obviamente que trae una serie de consecuencias, una de ellas es la automatización de la que hablábamos, que puede ser mecanismo de boicot inconsciente, como usted me está diciendo, también, todo eso se puede ver. Y genera obviamente mucho rencor, por la injusticia que está viviendo, porque eso se vive. Y muchas veces esto se ve más paliado cuando la empresa humana que se inició por lo menos tiene algún significado más trascendental, qué sé yo, construir por ejemplo un barrio de viviendas, eso tiene otra significación. Pero esto, que es una cosa puramente comercial, y que sabemos que va a beneficiar solamente a los propietarios, a los dueños, es mucho más compleja la relación. Y fíjese que casi todas las que murieron, de empleadas, eran las cajeras, entiendo, porque el fuego rasante creo que pasó por allí.
Acá se primó lo monetario, eso está a la vista, se priorizó el factor económico, la rentabilidad y todas esas cuestiones que nos venden, bueno, ahora hasta hay ciencias que se encargan de eso, Marketing y todas esas palabras estrafalarias que vinimos a aprender, la rentabilidad, etc.
Volviendo un poco al tema de la muerte. El ser humano de por sí es complejo en cuanto a la muerte, porque sabe que va a morir, y mucho se ha discutido ya sobre eso.
Sí, estamos hablando de la muerte natural. Pero esto no es una muerte natural. Porque se han producido daños, inclusive hay gente que no murió, y que se quedó pagando las consecuencias de todo esto. Y esto cambia mucho toda la situación. No es una muerte que sea fácilmente aceptada. Es una muerte que, como ya le dije, genera mucha rebelión, muchas ganas de que se esclarezca. La gente tiene apetito por saber bien cómo sucedió, por qué sucedió, quién no cumplió con sus obligaciones.
Una persona (familiar de víctima) ha dicho: “Si a mí me pagan diez millones de dólares, voy a utilizar cinco para matar a los culpables, y los otros cinco para rajarme de acá”. Eso refleja, en una frase, la rabia que muchos no se animan a expresar tan abiertamente.
Claro. Que necesitan justicia, y necesitan huir del sitio donde están viviendo porque no es seguro. Ahí explica bien las dos cosas, ¿no?
Uno quiere matar al que mató al familiar.
Desde los primeros tiempos, la justicia se pensaba... usted conoce la ley del Talión, infringir la misma pena que causó el delincuente. Ahora, largos, 20, 40 siglos de civilización nos enseñaron que eso no lleva a nada, y eso sería materia para otro debate, pero por lo pronto acá no existe pena de muerte, así que saquémonos de la cabeza. Sí podemos pedir que se aplique la máxima pena, que yo creo que siempre es mucho más dolorosa, porque la pena de muerte, en un instante, terminó y se terminó; en cambio lo otro son 20, 30, 40 años de cárcel, a nadie le va a gustar que pasen los días, y pasen los días, y uno ve que está envejeciendo y que se va a morir. Porque el señor mayor ese, si es que se le da 20, 30 años, no creo que sobreviva a eso.
¿Qué rol cumple el barrio, la iglesia, la familia en todo eso, los vínculos?
Es importante siempre que los casos se resuelvan dentro de lo posible en el ámbito en el que sucedió. Por eso fue muy importante los lazos de solidaridad que se dieron los mismos afectados, los familiares de las víctimas, porque pueden compartir un idéntico dolor. Ahora, si esta persona va a un sicólogo, va a recibir entre comillas lo que le diga, porque sabe bien que ese sicólogo o esa sicóloga probablemente no hayan vivido eso. Pero están tratando de ayudar, pero, siempre hay un escepticismo en el fondo de decir “Él está diciendo, qué va a saber, si él no vivió”. En cambio, la persona que sí vivió eso genera una corriente de identificación muy importante, y todo eso ayuda, como un factor más – no estoy diciendo que eso elimina el tratamiento sicológico, que siempre es necesario – pero de todas maneras ese lazo que tiene que ver con la comunidad, con el barrio, con los familiares, con el entorno inmediato, todo esto ayuda muchísimo y ojalá se hayan formado grupos que sigan siendo homogéneos y que continúen con ese trabajo, que a lo mejor lo hacen sin querer, pero es altamente efectivo.
Cuando se hace un tratamiento sicológico, a grandes rasgos, ¿a qué se apunta?
Se busca, en primer lugar, fortalecer lo que nosotros llamamos las “defensas del yo”, o sea, fortalecer todos aquellos mecanismos y funciones que hacen que una persona pueda reinstalar sus conexiones con la vida, es decir, volver a trabajar, volver a encontrar con entusiasmo obligaciones, volver a encontrarse a sí mismo, con sus responsabilidades, que se identifique con un futuro, que vea a corto y largo plazo qué es lo que quiere ser, a dónde quiere llegar. A reencausar otra vez esa vida que él venía llevando en una dirección y de repente las cosas le obligaron a torcer abruptamente, y después quedó como desorientado. Lo que queremos es volver a reorientar todas esas fuerzas para que prosiga el camino, pero no olvidando – porque eso es imposible – es decir, llevando sí a cuestas esta situación familiar, que es muy dolorosa de por sí, pero que eso no lo deje detenido en el mismo sitio de víctima, porque lo que no queremos es multiplicar las víctimas.
El proceso de agruparse, de manifestarse, la fuerza ¿la quitan del dolor? Y ¿está bien que encausen la poca energía que les queda hacia eso?
Pero si ese dolor, fuera el que fuere el factor del que procede la fuerza, está reencausado, si los fines que busca son buenos, (no la venganza o hacer una patota para ir a matar a Fulano, eso sería deleznable porque estaríamos recurriendo al mecanismo que causó la tragedia, ¿para qué vamos a causar otra?), entonces en ese caso, de donde vengan esas fuerzas, bienvenidas sean, porque están produciendo un beneficio.
Ojalá que se dediquen a la protección social, a formar parte esas comisiones que nosotros estamos pidiendo , por ejemplo, esa sería una muy buena manera, por qué, porque de esa manera lo que estamos haciendo es evitar que el día de mañana volvamos a tener otro accidente. Y eso es altamente importante para una sociedad, porque le ayuda a madurar.
Nuestra sociedad no está madura.
No, no está madura, para nada.
Eso obedece a muchas causas...
Es que el factor educación, vuelvo a decirlo, está aquí presente. La educación es un problema clave aquí en Paraguay. Eso no lo digo solamente yo, está a la vista.
La profilaxis es lo más importante. Esto quiere decir, tratar de prevenir en el futuro nuevamente este tipo de siniestros. Fíjese que yo me libré de ver lo de Ycuá Bolaños, y de lo que me libré acá fui a verlo finalmente en Buenos Aires, porque aquello sí lo vi, estaba a seis cuadras de mi casa el boliche, yo venía de cenar con unos amigos cuando vimos todo, y como tengo también alma periodística y soy muy curioso dije, “Vamos a parar a ver qué pasa”, ¡para qué paré!. No hubo necesidad que ayudase porque allí el servicio de SAME estaba muy bien organizado, y siempre es preferible que ayude la persona que tiene conocimiento, que sabe, qué me voy a ir a meter yo dentro de un incendio si no sé manejarme dentro del fuego, sería necio porque a lo mejor, en vez de haber 200 víctimas iban a haber 201. Pero traté de ayudar en lo que pude, ya fuera del lugar, y que era un gran caos, le estoy hablando de tratar de llevar una camilla, ese tipo de cuestiones prácticas e inmediatas, de que tuvieran cuidado cuando alzaban a la gente, que no le torciesen la cabeza porque es un traumatizado.
Vi todo esto, y no quiero que vuelva a suceder. En ninguna parte del mundo. Yo por ahora estoy viviendo acá, voy a tratar de evitarlo acá.
El doctor toca un montón de puntos importantes, pero yo he extraído algunos que me parecieron fundamentales, o llamativos... Por ejemplo:
- La base de todo es la educación.
- Hay medicamentos que ayudan a dormir, pero no hay medicamento que haga olvidar.
- Algunos espejitos para incautos que nos quieren vender: liberalismo, globalización, palabras estrafalarias como “marketing”.
- Esperar que el Estado nos proteja en Latinoamérica es una fantasía.
- ¿Por qué los policías nos van a proteger, si nosotros somos los primeros que no los protegemos?
- Beber y luego salir a manejar: la forma más conocida de suicidio inconsciente que él conoce, en Paraguay.
- La profilaxis es lo más importante.
6. EL DOLOR DE LOS FAMILIARES Y EL MARTIRIO DE LOS SOBREVIVIENTES: SENTIMIENTOS REFLEJADOS EN DOS CASOS.
El día en que visité al doctor Nissen conocí a Digna Cáceres. Joven, una persona con mucha fuerza. Quedamos en charlar al día siguiente. Mi ignorancia es tremenda: en vez de ir al Ministerio de Salud, fui enfrente, al IPS. Como es de esperar, el desorden, la miseria, el caos reinaba en aquel edificio. ¿Y el Estado? ¿Y las autoridades? ¿Y el respeto por los ciudadanos dónde están?
Salí a la calle para cruzar e ingresar al Ministerio de Salud. Allí, los ómnibus lanzaban veneno a través del caño de escape, sin embargo, no sé dónde estaban los 6.000 funcionarios municipales. ¿Dónde están, que no cobran multas a los que nos inundan de veneno y a futuro serán culpables de nuestro cáncer de pulmón? Y más adelante, otras preguntas acerca de las responsabilidades de la Municipalidad se sumarían al archivo de mi cabeza.
“¿...Dónde estuvo Enriquito? ¿Por qué no fiscalizó? Un detector de humo, esto se solucionaba. ¿Sonó alguna alarma, señora? ¿Usted escuchó? ¿No? Si sonaba la alarma, probablemente, no sé, cuántas personas se habrían salvado...
Me acerqué a Digna. Nos fuimos hacia un lugar tranquilo, y ella empezó a contar su historia. A veces me hablaba en presente, como si nada hubiera pasado, como si el supermercado estuviera aún intacto, como si fuera seguro...
DIGNA FELICIA CÁCERES – BIOQUÍMICA, ESPECIALISTA EN CONTROL DE INFECCIONES HOSPITALARIAS. SOBREVIVIENTE DE LA TRAGEDIA.
Digna relata:
Viví durante diez años en San Pablo, me fui a estudiar Química farmacéutica, soy química, especialista en infecciones hospitalarias, tengo varias especialidades, hice mis postgrado también allá. Después vine acá para ejercer mi profesión acá en Asunción, porque yo soy de la frontera de Matto Grosso del Sur, hacia Amambay. Y allá como no hay campo de trabajo, tuve que venir acá a Asunción para ejercer mi profesión. Hace siete años trabajo en el Ministerio de Salud. Es el único lugar donde conseguí trabajo, de donde me llamaron, tampoco ven el currículo de los profesionales acá, no se lleva en cuenta.
Estuve viviendo antes en la Avenida Choferes del Chaco, de ahí me mudé en el Barrio Trinidad, porque es un barrio muy tranquilo, estoy viviendo sola desde que vine de Brasil, mis familiares están en el interior.
Y bueno, yo me suelo ir en ese supermercado a hacer compras, me queda a seis cuadras. Entonces el único supermercado que quedaba más cerca, y era un supermercado donde se encontraba todo. Y por eso lo que me iba a ir, y a la vez curioseaba muchísimo.
¿Cómo fue ese día, el 1 de agosto?
Ese día yo dormí hasta las diez de la mañana, era domingo, y mi vecina se fue y me despertó para ir a comprar la carne, porque íbamos a hacer comida juntas. Y me desperté a las diez y media por ahí, y me fui al súper. Cuando vine en la caja me tocó la tragedia, fue instantáneo, muy rápido fue, lo que yo he visto, parecía un ruido de lluvia primeramente. Después, cuando miré hacia arriba, venía del patio de comidas parecía una electricidad, un corto circuito, algo así.
¿Te asustaste?
No. Cuando se cayó una parte del techo cerca de nosotros, ahí sí empezamos a correr. Yo empecé a correr hacia el estacionamiento, donde estaba estacionado mi auto. Pero no llegué a salir, me quedé en el pasillo, cerca de una puerta de blindex hacia adentro.
¿Estaba cerrada?
Esa no estaba cerrada porque es la parte interna del supermercado. Yo me trabé ahí en donde se baja la escalera para el estacionamiento, porque se cayó el escombro y nos tapó todo. Está la escalera y después la rampa, ahí la gente corría y volvían todos porque el portó que queda hacia Avenida Artigas estaba cerrado, por donde yo entré. Por ahí yo iba a salir sin coche, iba a salir corriendo pero felizmente que me quedé ahí en el pasillo, porque no iba luego a poder salir.
Y ahí donde la gente murió muchísimo también, se quemaron.
¿Por dónde pudiste salir?
No salí. Al final, cuando se abrió el boquete ahí recién salí. En el comienzo yo veía, estaba oscuro, como una tormenta, gente gritando para abrir el portón, gritaban todos, pero el portón estaba cerrado y después yo ya perdí el conocimiento, porque la gente se cayó todo encima mío.
¿Sentiste mucho el humo?
Yo tragué muchísimo, estoy hablando ronca porque hasta ahora estoy así, con ese problema, me quedé con esa secuela, y estoy echando todavía la suciedad.
¿Qué viste allí?
Lo que he visto... que la gente lloraba y gritaba, y el humo, el humo caliente, parecía una tormenta y volaba toda esa suciedad, entraba todo por mi ojo, por mi nariz, por mi boca, ya no aguantaba más. Yo tapé en el comienzo, pero después no daba para aguantar. Y cuando sacaba mi mano, allí tragaba diez kilos de hollín, digamos.
Vos que sos química, tenías quizás más conocimientos, ¿te sirvió para, por ejemplo, agacharte, en fin, saber cómo protegerte más?
No pensás. No hay tiempo para pensar. Vos te quedás totalmente sin defensas, no pensás. Yo la única cosa que quería, salir, pero no pude, la gente cayó todo encima mío, y ellos no pudieron salir, por eso se cayeron todos allí. Se quedaron trabados, el portón estaba cerrado, volvieron todos de la rampa, o sea, no todos, porque había mucha gente. Algunas volvieron gritando que el portón estaba cerrado, y pedían auxilio, gritaban.
Y después cuando me desperté vi la claridad del boquete de la Avenida Artigas, el material ese se abrió.
¿Te despertaste sola?
Me desperté sola. Después de que me mojaron, parece que me tiraron agua de hacia arriba. Ahí me desperté. Yo no sé cómo salí, yo estaba debajo de la gente, no podía mover mi cabeza, ni mi cuerpo, porque mucha gente estaba encima mío, y yo queriendo moverle a la gente y no se movían, yo no tenía fuerzas. No sé cómo salí, seguramente algún ángel me estiró de mi brazo, yo no sé, no me acuerdo de eso, pero lo que sí sé es que yo salí arrastrada hacia el boquete. Y cuando salí hasta el boquete un policía y un muchachito joven me estiraron, y me llevaron hasta la ambulancia. Ahí yo ya estaba consciente, me acuerdo.
¿Qué te pasó en la frente? ¿Te quemaste?
Se pegó un hollín grande, porque se caía del techo ese isopor que ellos tienen como cielorraso. Se pegó por mí, quemado. El fuego me quemó en la espalda, pero el hollín se pegó y cuando sacaron, se quedaron dos agujeros de quemadura de segundo grado. Negro estaba el hollín porque se quemó por mi cabeza.
¿Te dolía o no sentías nada?
No sentía nada. Nada, solamente sentía mi pie porque me pisaron. No me fracturé, pero en mis ojos también tengo problema de córnea, porque un lado me quemé con el humo caliente, seguramente.
¿Cómo cambió tu vida en el sentido de tu día a día, de tu forma de ver la vida, de las molestias que te ocasiona todo esto, etc.?
Por ahora yo soy muy sensible. Cualquier cosa, me quedo nerviosa. Me siento víctima de una injusticia, de la incapacidad de la justicia, no tiene capacidad para sobrellevar en todas partes nomás luego acá en Paraguay. No se hace bien el trabajo. No se piensa, parece, ni en prevención primeramente. En todos los aspectos. Ellos no piensan. Solamente después de suceder una tragedia bien grande, ahí recién ellos quieren hacer bien las cosas.
Hasta este momento, ¿qué recibiste del Estado? ¿Dónde te internaste? ¿Y qué esperás de los dueños del supermercado?
De los dueños del supermercado no recibí nada. Las donaciones lo que he recibido, los subsidios recibí, los víveres, esas cosas. Y hasta ahora ya no estamos recibiendo más.
¿Quiénes daban esas donaciones?
Y las donaciones que vienen del exterior, de todos los paraguayos también que colaboraron, en Canal 13 me dieron efectivo, muy poco, verdad, pero ya da para ayudar, o sea, que no son de ellos, del canal, es de la gente que colaboró, o sea que hay mucha solidaridad de parte de la gente.
Pero cuando hay manifestaciones y la gente no se va, ¿te parece que sigue habiendo solidaridad?
Fue momentánea la solidaridad. Ahora ya se están olvidando. Nuestro país es así. Sucede una cosa, dura un mes, o quince días y después ya se olvida le gente. Y no piensan que fue una tragedia tan grande, que murieron más de ... yo digo que más de 500 personas porque en ese día parece que habían 1500 personas. Muchas criaturas fallecieron, mucha gente. Y que se volvieron seguramente cenizas también, que no se encontraron. Mucha gente, más de 1500 personas estuvimos ahí ese día en el supermercado.
Del Estado yo no espero nada. En primer lugar luego yo fui, soy activista política del partido colorado. Y hasta ahora no me dieron nada. Siempre fui utilizada por ellos, yo he trabajado mucho. Una sola persona me ayudó, antes de la tragedia me ayudó en darme trabajo. Ahora cuando pasé esta tragedia, no se fueron ni a visitarme. Una sola persona lo que le envió a su secretaria para preguntar cómo yo estaba, y los otros, el Ministerio de Salud también se preocupó en ayudarme, me auxilió mucho en el tema de medicamentos. Y COMUEDA también hasta ahora está dando víveres. Es de la Municipalidad. Pero no espero nada también del intendente, porque cuando él hizo su campaña yo le hice mucha asistencia médica, y no me dieron trabajo, y no espero nada de él. Del presidente si qué fui coordinadora de Alto Paraguay y ni siquiera se fueron a visitarme cuando estuve internada. De los dueños del supermercado si que no quiero nada. No quiero nada, ni si me ofrecen... porque la vida de una persona no vale dinero nomás. Yo estoy esperando la indemnización, estoy esperando eso, porque me quedé con secuelas y el injerto de mi cabeza también no salió tan bien, y cualquier cosa me voy a ir a otro país para hacerme otra vez la cirugía reconstructiva.
¿Qué esperás a nivel judicial de los Paiva?
De los Paiva yo quiero que el gobierno haga realmente justicia, que se haga acá en nuestro país la justicia.
¿Qué sean 25 años de cárcel?
Que sean más si qué. Porque fue tan irresponsable. Sabemos que fue un accidente pero ellos podían prevenir también antes, los dueños, porque a mí me dijeron que desde las ocho de la mañana ya hubo un problemita de incendio y que una de las funcionarias inclusive sabía, fue mucha irresponsabilidad de parte de los dueños. Fueron culpables.
¿Pensás que mandaron cerrar las puertas?
Claro, ellos mandaron. El jefe mandó cerrar las puertas y el jefe es Pío Paiva, fue la orden de él. Porque si no cerraban las muertas iban a morir pocos, diez, veinte por ahí, el resto iba a salir corriendo. Pero ellos mandaron cerrar las puertas. Hasta yo iba a poder salir si es que estuviese la puerta abierta, porque por lo menos la gente que estuvo encima mío iba a correr hacia el patio de comidas o qué para salir. Pero en ningún lado, nos quedamos presos ahí adentro.
Alguna reflexión final que quieras dar.
Yo siento que en nuestro país el gobierno tiene que hacer justicia. Y cuando hay una tragedia, que ellos se responsabilicen también. El 70% es que el gobierno ayude a las víctimas. Porque para eso tenemos autoridad, y el gobierno es lo que nos representa a nosotros, y yo creo que ellos son los responsables en primer lugar. Que ayuden más.
¿Qué pensás sobre el hecho de que te salvaste?
Yo le agradezco mucho, fue un milagro, gracias a esa gente que cayó encima mío, tal vez por causa de eso yo no me quemé mucho... y gracias a Dios que en ese momento yo oré, yo tengo mucha fe en Dios.
Yo digo también que hay que tener mucha fe en Dios. Si yo no tuviese tanta fe en Dios no sé qué pasaría, pero en ese momento, oré muchísimo porque me caí de rodillas en el principio. Y ahí yo le oré y después ya perdí el conocimiento.
13 de enero. Algunos miembros del Colectivo Ni Olvido ni Perdón comienzan a reunirse en la casa de Gladys, a unas cuadras del supermercado incendiado. Una mujer con rostro tierno, de baja estatura, sentada en la silla, las manos juntas, como con un aire tímido, me observa con curiosidad. Mientras esperamos que lleguen las demás personas, me dicen: “¿Por qué no le entrevistás, mientras tanto, a Mariana?”. Y tengo miedo, porque tengo que preguntarle por qué está allí, a quién o a quiénes perdió en la tragedia. Y Mariana me cuenta. Y su corazón se oprime.
MARIANA AQUINO DE CHAMORRO, 44 AÑOS – MADRE DE MARIO EDUARDO CHAMORRO, 25 AÑOS, EMPLEADO DEL YCUÁ BOLAÑOS, FALLECIDO.
JUEVES 13/01/05, 18 HS.
Mariana relata:
Yo trabajaba en Mc Gregor. El 1 de agosto sucedió, yo renuncié a mi trabajo, no puedo trabajar más, estoy en la calle pidiendo justicia.
¿Qué actividades desempeñaba usted en Mc Gregor?
Yo soy costurera. Trabajé ocho años y fui a liquidar porque es una cosa grande que me pasó, y es una cosa que no puedo dejar así en vano, es mi único hijo, es mi luz de esperanza, y al fallecer, terminó para mí, todo entonces es la lucha, y pido justicia. Como madre. Yo sé que no me van a devolver más a mi hijo, pero quiero que haya justicia, para que esto nunca más vuelva a suceder en este bendito Paraguay. Los jóvenes, los que quedamos.
La empresa Mc Gregor ¿le apoyó en algo, por los ocho años que usted le dedicó?
Llegamos a un acuerdo, nos sentamos, conversé, me pagaron todo, hasta los ocho años, doy gracias a la empresa Plastimar. Tuvieron que considerarme todo de los ocho años y me pagaron todo lo que me correspondía. Es magnífico lo que tuvieron que apoyar en eso, me comprendieron.
¿Podría definir cómo era su vida antes de 1 de agosto? Con su hijo, el día a día.
Mi vida era distinta. Yo trabajaba, reía, tenía domingo, conversaba con mi hijo, era mi compañero. Mi hijo de 25 años vivía conmigo. Él estaba conmigo, él no salía de mí todavía. Como le digo era mi esperanza, para ayudarme, era mi sostén, era la esperanza que yo algún día más adelante, cuando yo tuviera una edad, me podía cuidar. ¿Y ahora, quién me cuida? Quedando sola, yo y mi marido. Me quedé sin nada. Mi hijo era para mí todo. Y yo para mi hijo. Y así, en un cerrar y abrir de ojos, mataron a nuestro hijo, y fríamente, él entró a las diez de la mañana ese domingo, y a las 11 y 27 sucedió esto. A las doce a él se le remitió en Emergencias y yo me fui a retirarle, a las tres me enteré que estaba allá mi hijo.
¿Usted vive con su marido?
Yo vivo con mi marido y mis padres, ya ancianos, 77 años. Estamos ahí, y mi hijo vivía conmigo. Dicen que para las madres no hay hijos malos ni feos, pero... para mí era un hijo especial, quería todo para él. Una persona buenísima, era futbolista, se dedicaba mucho al fútbol, todos los tiempos que él tenía, y al entrar, a los 28 días de entrar ahí , le sucedió esto. Él no trabajaba, él era deportista, futbolista, jugaba Fútbol 5 en Nuestra Señora de la Asunción, y era una persona magnífica. Su tiempo era deporte.
¿Cómo fue que él fue a trabajar a Ycuá Bolaños?
Parece que despertó algo en él. Miró, y dijo que encontró un trabajo, un lugarcito que le quedaba cerca, no iba a pagar pasaje, todo eso pensaba, es difícil ahora encontrar trabajo para los jóvenes, no hay oportunidad para los jóvenes, él terminó su colegio, y él me dijo: “Mamá, tengo un lugar donde trabajar. Me consiguieron. Quiero trabajar para este diciembre, para tener algo, para ayudarte”. La verdad que yo no quería al principio porque él iba a dejar todo lo que quería, que era su deporte, que él de chiquito jugaba en la escuela de fútbol de Olimpia. Y toda una vida de fútbol, entonces yo no quería ser egoísta, quería decirle... Le apoyé, “Sí, si vos decís que querés trabajar entonces te apoyo”. Yo le acepté, pero no quería, no estaba tan segura de decir sí. Porque eran doce horas de explotación, ¡doce horas trabajaba! De lunes a lunes. No había feriado, no había un momento de descanso. Y era mi único hijo, me desesperaba, y él me prometió a mí, hasta diciembre trabajar. Él quería, él me dijo, y después más adelante, veremos, si encuentro algo. Porque siempre que vos estás empezando es algo difícil, después por ahí tomás algo más lindo, o que te salga bien, si salís de la casa. Él tenía esa esperanza, esa fuerza. Y yo le dije, bueno, si vos decís, hasta diciembre, pues magnífico. Y no pensé que esto iba a suceder. Nunca.
¿Él se quejaba de los maltratos en su trabajo? O era fuerte y para no preocuparla, se callaba...
No. Él venía cansado a las diez de la noche en casa, le friccionaba su pie porque el pie era lo que le cansaba mucho porque estaba parado doce horas, él tenía que estar parado doce horas, no se tenía que perder nada, porque ellos se pierde una cosa donde ellos están, en su sección, cien mil guaraníes le descuentan de su sueldo.
Y él venía y me decía, mamá, no siento mi pie. Yo le hacía masaje, le daba una aspirina. Él no me decía nada, para no preocuparme. Él quería aguantar hasta ese diciembre, todo era eso. Y yo le decía, bueno, y si vas a aguantar... Y ese 28, él cobró un sábado y sale, “Mamá, este es mi sueldo”, y me da su primer sueldo. Era un sábado antes de la tragedia. Y me dice, “Mamá, yo entro a las diez de la mañana el domingo”. Y le digo, “¿Y vas a seguir? Ya cumpliste ahora tu mes... ¿Vas a aguantar?” Y él me dijo: “Sí, voy a aguantar hasta diciembre. Mamá, yo quiero diciembre nomás, después me zafo”.
Y yo le dije “Bueno”, y me dijo “Mañana tengo a las diez, y esta noche quiero salir con mi novia” (tenía una amiguita que salía con él). Llevó toda su ropa porque de ahí nomás ya se iba a vestir y se iba a ir, él entraba a las diez de la mañana al otro día.
Es una cosa dolorosa, te digo, no sé cómo decirlo en palabras, es una cosa muy grande que sucedió acá. Y lo toman así, cinco meses sin que resuelvan, sin que no haya todavía todos los elementos para condenarles a todos los cómplices. Cómo no va a haber elementos, si son 400 personas, más, que fallecieron, ¡qué más que eso quieren, y los heridos que quedaron! Hicieron huecos, rompieron para quitarle de ahí, estaban todas las puertas cerradas, yo estuve ahí, gritando “¡Mi hijo está adentro!”, el humo llenaba todo, no se podía mirar, y los que estaban adentro, ¿cómo iban a estar? Yo grité, socorro le pedí a todos los que estaban allí, a los policías, “Mi hijo está adentro, por favor hagan algo”... hicieron, rompieron, procuraron romper, porque era durísimo, tiraban las piedras, rebotaban otra vez, un blindado hecho especial, una trampa mortal era. Era una trampa, era un horno para matarle a todos nuestros seres queridos.
Es una cosa muy grande, un problema grandioso, yo no sé hasta hoy en día qué están esperando para imputarle a todos los cómplices, especialmente los Paiva, que sabemos que son los Paiva. Hay más. Detrás de eso hay muchos. Que sean ya todos condenados. Y acá en este país... en Buenos Aires, en un mes, ya están quitando cuántos . Cuántos están en la calle gritando, y están ya haciendo justicia ya casi. Están consiguiendo todo, están haciendo cambios. Y nosotros no tenemos. Tenemos que estar por la calle pidiendo justicia, que no se da hasta hoy.
El abogado Nissen me dijo que a lo mejor en junio sería el juicio oral. Usted, ¿qué cree que va a pasar en ese juicio, y qué desea que suceda?
Lo que yo quiero, que se haga justicia. Los guardias también tienen que ir presos, y todos. No es uno. Porque entonces es un Superman ese uno que cerró, son doce puertas que están ahí. Muchísimas puertas hay, blindadas. Y que sea un guardia nomás al que quieran acusar, eso es una cosa de locos. Todos los guardias que estaban tienen que ser procesados, y castigados. Por favor, y yo quiero que en el juicio sean castigados y condenados todos los culpables. Así como yo, madre que perdí a mi único hijo, pido, que sean condenados todos. Yo sé que no nos va a devolver más a nuestro hijo, pero siquiera con eso, hicimos justicia, por nuestros seres queridos.
¿Cómo cambió su vida? Por ejemplo, al darnos cuenta que a nadie le importa, que estamos todos sujetos a que nos pase algo así.
Al “cháke” estamos. Al salir, al volver. No sabemos cómo vivir, en la casa misma, no sabemos lo que está pasando. En tu casa te vienen a matar. A ese muchacho, se fueron a la casa y le mataron. La inseguridad misma de este país. No hay más seguridad.
Y yo, mi vida desde que falleció mi hijo, estoy muerta. Yo soy una... es lo que se dice, en vida estoy muerta. Como te digo, mi vida ha cambiado. No tengo la tranquilidad de sentarme, conversar, tomar tereré, de reírme, escuchar música, sonreír, compartir con la familia. Terminó. Yo desde el primero de agosto, terminó mi vida, me enterraron con mi hijo. Y yo como madre solamente pido justicia.
¿Cómo es su día a día?
Mi día a día es terrible. Es terrible despertar y no encontrar a mi hijo. ¿Sabés lo que es eso? Y llegar él, y sonreír, que nadie más me pueda decir más “Mamá”. Nadie. “Hola mamá, me voy mamá”. O sentarme a comer con él, sonreír con él. No. Estoy sola, mi día a día es terrible.
¿Puede dormir de noche?
No, yo no duermo sin sedante. Yo estoy con sedante, y si no tomo no duermo. Yo estoy pensando... ¿por qué no corrió?, ¿por qué no salió?, ¿por qué no hizo esto...?... yo así estoy...
El daño es para toda la vida.
Para toda la vida, esto es para el último día, hasta mi tumba esto me lleva a mí. Esto yo no voy a olvidar nunca. Porque digo, yo aunque tenga siete hijos, y se me vaya uno, seis me quedan pero ese uno igual, para la madre los hijos son todos iguales, el amor, el cariño, y yo que solamente uno tenía en mi vida, una luz de esperanza... es terrible.
¿Encuentra algún tipo de consuelo, hablando con gente que pasó lo mismo que usted?
Yo estoy todo el día en la calle. Desde el 1 de agosto estoy en la calle, estoy acompañada con todos, encontré a los muchachos, a todos estos grupos que están acá. Gracias a ellos yo estoy fuerte, gritando, pidiendo justicia, porque es lo que ellos quieren también. Estoy mirando a cada uno de ellos y encuentro la luz de mi hijo, el brillo de mi hijo que él tenía. Y yo por eso estoy luchando, acompañando en las calles a las madres que están heridas. Lo que yo siento, ella está sintiendo. La mamá que pasó el mismo dolor que yo. Estoy haciendo una terapia así, en las casas. Me voy, converso, me siento, y digo que luchemos. Nos juntemos. Hablemos por nuestros hijos, respiremos por nuestros hijos, que nuestros hijos no pueden hablar, y hagamos lo que ellos tal vez hubieran querido.
¿Quién le ayudó a usted? ¿El Estado?
A mí el Estado nunca me ayudó. Jamás. El Comité de Emergencias me ayudó una parte. Los taiwaneses también nos ayudaron. Agradezco a los taiwaneses que se preocuparon por nosotros. Y ahora nos está ayudando la Pastoral, que nos está dando las cuotas, esa donación de Telefuturo, que hicieron esos conciertos, que se le dio a la Pastoral. Radio Uno con Víctor Benítez y ese senador Galaverna. Ellos dieron todo a la Pastoral para que se distribuya. Nos están dando en tres cuotas la mensualidad hasta febrero. Esos son los que nos están ayudando hasta ahora. Y después ya termina,
porque de Canal 13 se retiró Palo , y para mí que terminó la donación, y cada uno ya veremos cómo desenvolvernos, los que quedamos. Porque esto, quedamos todos frustrados. Destruidos.
¿Usted qué opina cuando se dice “el paraguayo es solidario”?
Yo digo, si el paraguayo es solidario, tendría que estar en la calle, así como los argentinos. Porque este es el momento en que necesitamos. Este es el momento en que debemos hacer justicia acá en nuestro país. Esto no debe suceder más. Esto tenemos que evitar. Porque esto es un siniestro tan grande que tuvo América. Y tienen que solidarizarse todos los paraguayos, no los afectados y las víctimas nomás.
¿Qué es lo último que le gustaría decir?
Que se haga justicia. Que el presidente de la República se haga eco de este dolor de madre, de este pueblo paraguayo, estamos sufriendo todos. Que nunca vuelva suceder esto. Que vivamos en paz. Lo poco o lo largo de la vida que tengamos.
Mariana era feliz, como dice ella: trabajaba, reía, tenía domingo... cosas tan simples que todo el mundo desea, tan sólo tener ese domingo de descanso, ese asadito, el tomar tereré tranquilamente. Entre paréntesis, hasta eso nos están arrebatando, esa paz, inclusive en cuanto a los precios, porque esos productos de la canasta familiar suben de precio, cada vez más.
Mariana desea que vivamos en paz en nuestro país. Su hijo le fue arrebatado. En realidad, yo pienso que lo mataron lentamente. Porque él soñaba, quería tener su dinerito, le decía a su madre: “Mamá, tengo un lugar donde trabajar... quiero trabajar para este diciembre, para tener algo, para ayudarte”... Como él, ¡a cuántos jóvenes están matando lentamente! Las publicidades invaden cada rincón del país: “Tenés que tener esto, lo otro, tomar esto, fumar aquello, vestirte así, comprar este celular...”, etc, etc. Y el que es joven desea ayudar a su familia, o adquirir uno de esos productos, y tiene derecho; también desea poder vestir y vivir decentemente, pero los sueldos que se pagan son miserables, las horas que los hacen trabajar, interminables, y eso sin contar con los tratos denigrantes a los que son sometidos en sus trabajos.
Y luego están los desempleados, que también están siendo privados de su derecho de trabajar, de crecer como personas, de formar un hogar. Yendo más allá, tenemos a muchísimos estudiantes que no pueden terminar el colegio o la escuela, y además, a pesar de tener una población joven en Paraguay, una ínfima parte puede asistir a la universidad. Cada día se suicida un o una joven porque no tiene oportunidades de trabajar, estudiar, vivir en paz.
Este muchacho tenía que estar doce horas parado. Llevaba trabajando veintiocho días cuando sucedió la tragedia. Imaginen por un momento al ser más querido, imaginen que esa persona está dentro del supermercado. La madre fue, gritó, pidió socorro: “¡Mi hijo está adentro! ¡Por favor hagan algo!” ...
Por último me pongo a pensar lo que viene después. La soledad. El ser querido murió. Dice Mariana que ya no tiene quien le diga “Hola, mamá... me voy, mamá”. No está más su único hijo para reír, sentarse a conversar, y lo peor, por las noches ella se pone a pensar “¿Por qué no salió, por qué no corrió... ?”... Pero la verdad es que lo mataron. La verdad es que los gobernantes corruptos están matando a muchísimos seres humanos del Paraguay.
7. EL INGENIERO CRISTALDO, BERZABÉ, LA “VISITA” A LA CASA DE LATORRE FUE MOTIVO DE REPRESIÓN...
El mismo día en que conocí a Digna Cáceres, el doctor Nissen me presentó al Ing. Blas Cristaldo, del Colectivo Ni Olvido Ni Perdón. Al rato, el Ing. Cristaldo me presentó a Berzabé. Ellos andan por la ciudad. Visitan gente. Él perdió a su esposa, ella a su esposo. Quizás el dolor es muy similar para ambos.
Ya quiero entrevistarlos, pero no hay tiempo. Ellos charlan sobre las reuniones, sobre cómo está yendo el caso, hacen llamadas. Ya llegará el momento en que cada uno me cuente su historia. Ambos tienen mucho, mucho para contar y para decir.
17 de enero. Le llamo al Ing. Cristaldo y me cuenta que a las 18 hs. los miembros del Colectivo se reunirían en la gomería, para luego ir hasta CONATEL, donde a las 19 hs. se encontrarían con miembros de otras organizaciones de víctimas y familiares de víctimas.
Reunión de los grupos de víctimas, en CONATEL, el lunes 17-01-05 a las 19 hs. El Fiscal Latorre prometió ir, pero finalmente mandó decir que no iba. Los familiares de víctimas querían manifestarle seis puntos concretos, algunos de los cuales se mencionaron en esta reunión.
La moderadora de la reunión, Dora, quien pertenece al Colectivo “Ni olvido ni perdón”, explica a grandes rasgos cómo comenzó esa organización Y agrega:
El punto principal fue la imputación a Riera y la justicia para los sobrevivientes. Más aún para aquellos leves. “Leves” parece que ellos están midiendo porque no tienen tanta quemadura, no se le nota la quemadura. Pero aquel que sobrevivió también tiene dentro, la quemadura en el alma, verdad, y esos son los dos puntos principales que queremos pedirle, si viene hoy Latorre queremos pedirle. Hasta hace poco dijo que iba a venir. Ahora no sé.
Y esos son los dos principales pedidos que quisimos hacer en la Fiscalía. Y después, tuvimos otros puntos más, por ejemplo los guardias que fueron sobreseídos, que el fiscal pidió eso, que también son culpables, y sobre el comisario Pereira, pero quiero dejar a otro compañero porque sino parece que o dirijo la reunión, y no es así. Aquí el que quiere hablar alza la mano y da su opinión.
El Ing. Blas Cristaldo toma la palabra:
Voy a ser lo más breve posible. A pesar de que todos los que estamos acá ya conocemos los pormenores, voy a historiar un poquitito de cómo vinimos a concentrarnos hoy acá. El día lunes 7 de enero habíamos presentado una nota al fiscal general del Estado, firmando 45 personas directamente afectadas por este siniestro. Está el sello de mesa de entrada, en donde le pedíamos una reunión con los fiscales, en un local acá del señor Miguel Ángel Guillén, que está acá con nosotros, que es la gomería, ya han de conocer todos. Yo en aquélla ocasión me adelanté y dije “Lo normal sería que no vengan. Lo normal sería que vengan, Y ojalá que me cierren la boca y aparezcan”. Por supuesto que no aparecieron, no se dignaron a llamarnos, a venir, ni un secretario, nada. Les dimos tiempo para ver si contactaban con nosotros de alguna manera, preguntamos, la mayoría de los que habíamos firmado esta nota, nuestro abogado es el doctor Alejandro Nissen, no hubo ninguna respuesta, entonces nos reunimos y decidimos hacer una convocatoria para el viernes 14, volvimos a irnos el viernes, un número interesante – no el que nosotros hubiéramos querido, pero en fin –, era un día normal, laboral, qué sé yo, muchas personas por ese motivo no habrán Estado. En fin, de nuevo la provocación, nos cierran las puertas, no saben qué hacer, el comisario hace venir a los cascos azules, como si nosotros fuéramos delincuentes. Tire y afloje, verdad. De nuevo el pedido para que uno solo sea el que vaya a hablar con ellos, verdad, y como ya dijo Dora, acá no hay líderes, yo estoy hablando ya otra vez de vuelta, pero yo querría que todos hablen. Voy a hablar hasta donde les explique todo esto.
En fin, nos subimos al final, vino el fiscal Carlos Arregui, fiscal adjunto, y vino el doctor Olindo López. Le expusimos todo lo que habíamos ya hecho en la nota, por supuesto el fiscal adjunto no va a resolver absolutamente nada. Olindo López, por el momento, nosotros no tenemos casi nada que decir, porque, no sé si se acuerdan ustedes, la otra vez que fuimos a la Fiscalía le reclamábamos que impute a Bernardo Ismachoviez y a Enrique Riera, Olindo López al día siguiente inició la imputación para Bernardo Ismachoviez. Pero su acusación va a presentarla recién en abril. No sabemos qué es lo que va a decir, no conocemos, nuestro abogado, yo le pregunto “¿Qué lo que hay?”, y no sabe nada. O sea, no hay esa comunicación fluida que pensamos que debería haber, por lo menos con el doctor Alejandro Nissen.[1] Si alguno de ustedes, su abogado le dice otra cosa, a mí me interesaría saber, porque entonces los fiscales están discriminando, están tratando con uno más que con el otro. Porque con nuestro abogado por lo menos, no hay respuesta.
Al final, en esa reunión, como ya habíamos recibido el apoyo de la Asociación, acá donde está el doctor Almirón, mismo de la Coordinadora, el doctor Almirón había manifestado que la fiscala Matilde Moreno, tenía, para su entender, había motivos de inhibición. Entonces yo me levanté y en forma personal dije lo siguiente: “Está demostrado que esta señora tiene desinterés hacia este caso”. Porque ya era la quinta vez que nosotros estábamos intentando hablar con ella. Yo hasta hoy día no la conozco. Ni de foto, ni personalmente, no sé quién es, no sé su trayectoria, no tengo ninguna relación con ella, todavía no le he podido ver la cara. Y el fiscal general del Estado que a cada momento dice: “Las puertas están abiertas, vengan cuando quieran, les vamos a responder todas las preguntas”, y resulta que su subordinada ni nada. Entonces yo ahí me levanté y dije que, visto el desinterés de esta señora sobre este caso, y ya que tiene otros casos mucho más importantes, y no puede ocuparse, evidentemente, de este caso, que se aparte y que deje el caso a alguien que quiera hacer el trabajo. Y más todavía, haber escuchado la denuncia del doctor Almirón, yo dije que ya no tengo confianza tampoco en ella. Por esos dos motivos yo he pedido ahí, y pregunté a todos, el que quiera adherirse conmigo, se adhiere. La totalidad de los que estábamos allí concordamos en eso. Entonces hoy he presentado de vuelta una nota, donde le manifiesto totalmente... realmente acá yo presenté tres hojas con firmas, tengo más hojas que ya no tuve tiempo de presentar. Y en total unas 100 firmas aproximadamente.
Bueno. Esta mañana me llama la señorita Sandra Mayeregger, me dice que el doctor Latorre no iba a poder venir esta noche acá. Y espera una respuesta mía, y le digo: “¿Y?”. Y me dice “No, le comunico...”. Y le digo, “Lo que te puedo decir es lo siguiente. No vayas a creer que porque me avisás a mí ya le avisaste a todos. No es así. Yo soy uno más, apenas. Y te adelanto que, convocarle a la gente que nosotros, que estamos tratando de llevar adelante esto, ya me va a ser difícil. Y ni qué decir, al resto de las personas que hemos convocado. O sea que, yo, si voy a reunirme con el grupo que estamos trabajando, voy a proponer que no se desconvoque. Al contrario, voy a pedir que se refuerce la convocatoria. Entonces, no sé-... Me dice: “No, lo que pasa es que el doctor hace diez noches que no duerme, porque está muy ocupado en el caso de Cecilia [2]”. Entonces yo le contesté: “Mirá, lo lamento por él, en fin, pero yo te voy a comentar mi problema. Mi problema, por suerte, no es el dormir, porque duermo bien todavía. Mi problema comienza cuando me despierto y sobre todo, una mañana como esta, que estaba desayunando solo, recordando a mi señora. En ese momento me entran ganas de reventarle a cualquiera. Así es que, yo por lo menos no voy a hacer. Si vos querés, hacé la desconvocatoria, comunícate con ellos, pero yo no voy a desconvocar. No te puedo decir absolutamente nada de lo que la gente vaya a decidir en esa reunión”.
En fin, nos reunimos otra vez, concordaron conmigo todos, no desconvocamos, acá estamos por eso. Me volvió a llamar esta tarde avisándome que el fiscal. Ahora, ustedes vieron que estaba hablando por teléfono, me vuelve a decir que no va a venir. O sea que, ese es mi informe. Yo me ratifico en todo lo que he pedido hasta ahora, qué son los puntos, bien clarito. No sé ya, en este momento, cuál poner adelante, porque para mí, todos son muy importantes:
1 – Fuera Matilde Moreno. Que se vaya a hacer su trabajo, que le tiene muy ocupada, no confío en lo que va a hacer, así es que, fuera. Que se dedique a otra cosa.
2 – Imputación a Riera. Si se dan la vuelta, fíjense. Está un tingladito de morondanga, como suelo decir. ¿Alguien me puede ayudar a ver cuántos extractores eólicos tiene? Voy a repetir hasta el cansancio. Elemental eso es. Cualquiera sabe. No cuesta caro. Uno de esos, en ese supermercado, solucionaba el problema. ¿Dónde estuvo Enriquito? ¿Por qué no fiscalizó? Un detector de humo, esto se solucionaba. ¿Sonó alguna alarma, señora? ¿Usted escuchó? ¿No? Si sonaba la alarma, probablemente, no sé, cuántas personas se habrían salvado...
Otro detalle muy importante. No me voy a cansar de repetir. Ellos tenían un sistema de altoparlante. Acá Zacarías me va a corroborar. Zacarías, ¿sonaba fuerte? ¿Ese día estaba fuerte? Era cuestión de agarrar un micrófono como este y decir “Señoras, señores, hay un principio de incendio, por favor abandonen el local, las puertas están abiertas”. ¿Qué hicieron estos asesinos de mierda? Cerraron las puertas, por favor, no nos quedemos quietos. Así de claro es. Y este inútil de Enrique Riera sigue todavía, altanero como es, verdad, en vez de venir a consustanciarse con nosotros, sigue acusándonos de dirigentes de movimientos estudiantiles revolucionarios. Yo la facultad terminé en el 78 y nunca más me fui a estudiar en una facultad, por acá por lo menos. ¿Qué dirigente de movimiento estudiantil voy a ser? Después nos acusó de ser manipulados políticamente. El último que me manipuló políticamente fue Nicanor, nuestro presidente actual. Y voy a tocar el punto, ya que una señora me preguntó: “¿Esta pio es una marcha contra el gobierno?” Yo le respondí lo siguiente: “Si el gobierno dice que lucha contra la corrupción, nosotros estamos marchando en contra de la corrupción, por lo tanto, estamos tratando de ayudarle. Si el gobierno dice que quiere justicia, nosotros estamos exigiendo – porque nuestra nota dice “exigimos justicia” – le estamos ayudando al gobierno. Ahora, si el gobierno se cree corrupto, es contra ellos. Si no quiere justicia, es contra ellos”.
Una vez más, acá estamos todos. ¿Y? ¿Y los fiscales? ¿De quién depende el fiscal, después de todo? Y voy a terminar, para que seamos claritos y después podamos abrir el debate y que hable el que quiera. Entonces, Matilde Moreno, no. Imputación a Riera, está claro, violó ordenanzas municipales, fue contra la Ley Orgánica Municipal, eso está penado por el Código Penal, que asuma su responsabilidad. Y si quieren imputarle a Martín Burt[3], bienvenido, si tiene culpa que se le impute, nosotros no estamos en contra de eso. El otro punto es la acusación de Edgar Sánchez, que es deficitaria, para mí es una trampa para nosotros. Le acusa a un solo guardia de haber cerrado las puertas. Y allí no se cerró una sola puerta, les voy a recordar otra vez: el martes 3 de agosto, por lo menos a mí me consta, en dos diarios – tengo los recortes, diario ABC y La Nación – Teresa Sosa y Edgar Sánchez manifestaron a la prensa que recibieron el reconocimiento de Ismael Alcaraz[4] de que habían recibido la orden de cerrar las puertas, por radio. Y Edgar Sánchez pidió el sobreseimiento libre de esta persona, de este guardia.
Otra cosa que les voy a recordar. En el supermercado existía una puerta, que ellos le llamaban “portería”, que era el lugar por donde solamente por ahí podían entrar y salir los funcionarios del supermercado. Esa puerta fue cerrada, ahí murieron como 40 funcionarios del supermercado. ¿Y quién cerró esa puerta? Incluso, yo no estuve, pero es el relato de todos, fue una de las guardias, Leticia, se quemó la pobre, pero ella fue porque ella era la encargada de esa puerta, porque ella le revisaba a todos... acá debe haber personas cuya hija, hermano, trabajó en ese súper, y me va a poder decir si lo que estoy diciendo es así o no. Ella era la que le cacheaba a todos antes de que salgan. Y aparte, aunque no me digan eso, yo hablé con varios funcionarios y ellos me dijeron, inclusive tengo el testimonio de uno de ellos, que se peleó con esa guardia para salir. Y salió. El resto que vino ya se quedó ahí.
Entonces, nosotros pedimos la imputación a todos. Aparte, acá, en este lugar, y apareció publicado el sábado 25 de diciembre, manifestaciones del fiscal Sánchez. Qué es lo que él dice: “Mientras nosotros levantábamos cadáveres en el supermercado, el comisario Juan Pereira, en el Departamento de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, estaba induciendo a los guardias a no decir la verdad”. Imagínense la gravedad de esa denuncia. Y hasta ahora, nada. Él dice que presentó la denuncia por escrito. El fiscal general quedó a cargo de hacer la denuncia, hasta ahora no hay nada. Conclusión, está cajoneado, no sé qué esperan. (Una señora pregunta si no llamaron a la prensa para la reunión).
Y mirá, Gloria, el otro día nosotros le avisamos a todos. Y no tengo tiempo para andar detrás de la prensa, lastimosamente. No sé si ustedes, si alguien quería llamarle, le puede llamar, no sé, yo no puedo.
(Se acerca un ex funcionario del supermercado, Fernando Ortiz, sobreviviente). Éste manifiesta:
Hola, yo soy uno de los empleados del Ycuá Bolaños, que me salvé, por milagro, seguramente. Puedo apoyar lo que dice el señor. Había una persona ahí siempre en la portería, que ella nos atajaba, nos revisaba de pies a cabeza, nos hacía firmar un papelito, que llegábamos en ese momento a trabajar. Y cuando salíamos, nos revisaba otra vez, por supuesto. En ese momento que ella estaba ahí atajando la portería, yo me voy y le empujo a ella cuando ya me doy cuenta de que el incendio era muy intenso. Y salí, y me quemé con gravedad, el 50% de mi cuerpo, mis dos pulmones y la laringe, por eso es que estoy un poco ronco.
Aparte de eso, lo que estaba diciendo sobre el comisario, el comisario Juan Pereira es asociado de esta empresa, Prevención, que estaba encargada de la seguridad. Por eso es que él estaba atajando a esa gente, ahí está la conexión, ¿me entienden? Aparte de eso les quería decir otra cosa. No sé qué movimiento fue que la vez pasada organizó una marcha hasta la Fiscalía para imputarle al intendente y a toda la gente que tiene que ver con la seguridad de los supermercados. (Blas Cristaldo le contesta: “Fue el Colectivo Ni Olvido ni Perdón”).
Al otro día se me acerca y me dicen “¿No te fuiste a la marcha?” Yo le dije “No, yo estoy quemado todo mi cuerpo” Y le pregunto a esa persona “¿Y vos no te fuiste?” y me dice, “No, ahendu radio, y llamó una persona que no se identificó bien, pero dijo que era de uno de estos seis grupos en que estamos todos, y dijo, ¿para qué se van a ir a la marcha? Si se burla de nosotros el fiscal.”
Se burla de toda la gente que estamos con esta penuria. Y por este asesinato colectivo. Y cierto es. Se burla de nosotros el fiscal[5]. No le despide a esa señora[6] por no hacer su trabajo. Y somos 650 afectados, entre los muertos y los sobrevivientes que estamos acá. Somos muchos. Y si nosotros no nos movemos... tipo esos campesinos, los campesinos se mueven en Asunción, se mueven en Alto Paraná, se mueven allá en Pilar. Por todos lados se mueven. No hay gobierno que le dice “No”. Si le dicen “Te damos mil guaraníes”, les dan mil guaraníes. “Pero yo te pedí diez mil”, le dicen “Bueno, pero mil te vamos a dar”. Les dan. Nosotros tenemos que movernos, pero en cantidades. No como la vez pasada. Es cierto, hay mucha gente que seguramente está trabajando, y yo también que no puedo salir, hacía mucho calor, entonces eso es lo que yo quería manifestar en este momento. Yo soy Fernando Ortiz Mieres, era uno de los que trabajaba en la cocina, y en ese momento estaba... sacando unas comidas para el buffet, entonces, cuando escucho la explosión, me voy y observo que (lagrimea)... se vino todo el techo abajo... lo único que les puedo decir que este Daniel Paiva, él estaba, él estaba en el supermercado, porque su papá le trataba como un empleado más, pero no por eso le tenemos que perdonar, porque él sabía lo que estaba pasando en ese momento, se cayó (el techo) y salió afuera, y desde afuera estaba guiando para que nosotros nos cocinemos ahí, tipo... ni San Lorenzo no se habrá cocinado como nosotros. Y yo siempre le rezo a San Lorenzo, a la noche le rezo, un Padrenuestro, para que me cure de todas mis heridas, que hasta ahora sigo... y le digo al Señor que me dé fuerzas para perdonar a esta gente, pero hasta ahora todavía no tengo fuerzas. No me da esa fuerza. Gracias (aplausos).
Ing. Blas Cristaldo:
Yo le visité a él en varias ocasiones, estaba en el Max Boettner, estaba muy mal... y era otra la situación. Yo estaba bien físicamente, por más que espiritualmente... estamos así, verdad. Le he visto con algunas... es lógico la situación en que estaba, entonces dejé de insistir con él. Lamento, pero en fin, le veo mejor, porque él estaba bastante mal. Hay muchas personas que yo he visitado, que dejé de visitar, acá le veo por fin a una señora que estaba bastante mal, no le insistí más, pero yo creo que voy a insistir con ella. Tenemos que conversar. Esto está camino al opareí, les cuento bien. Tenemos que tomar consciencia de eso. Y si no hacemos, si no revertimos la situación, 1000 por 1000 le apuesto a cualquiera que esto va al opareí. Claro, estamos personas que no vamos a dejar de balde. Yo sé que acá hay muchos, ¿verdad, Luis? ¿Verdad, Berzabé? Yo también me sentí como vos, che raa, a pesar de no haber sentido, y me quedé en mi casa. Llegué a juntar 91 querellas para el doctor Nissen, y de pronto me hastié por la situación. Me hastié, principalmente porque he visto que había tendencias que yo no... entiendo que hay necesidades. Pero yo desde un principio les di mi opinión. Este no es un accidente de tránsito. No es que nosotros podemos negociar: me das tanto, y yo me olvido. No hay posibilidades. Es inútil que los Paiva, a platazo, quieren solucionar esto. Yo, en un momento dado, suelo decir: “Si me da diez millones de dólares, a lo mejor le acepto, pero cinco millones voy a usar para liquidarlos. Y el resto para esconderme”: O sea, no hay forma. Y eso yo les aseguro. Intentó comprarme. Intentó. Y voy a dar nombres: Bernardo Eulerich, socio con Luis Escobar Faella[7]. Me enojé con este señor. Intentó tener reunión conmigo, para contarme la verdad, que yo tengo que entender... y tengo otros más, que me voy a reservar. No hay forma, no hay precio para esto. Y la necesidad, tratemos de solucionar de otra forma, pero no callándonos ni apañando este tipo de situación.
Una parte del público presente se empieza a preguntar: “¿Dónde vive el fiscal? Para irnos junto a él ahora.” Fernando Ortiz Mieres se acerca al micrófono, nuevamente, y expresa:
Tenemos que movilizarnos ahora, que estamos todos juntos. Como cuando nos vamos a cobrar, yo le encuentro a muchísima gente que está acá. Y ahora, que estamos todos juntos, jaha, mbae jajapóta. Vamos (aplausos y murmullos).
Habla una señora, sobreviviente:
Hola, yo soy Lili Cristaldo. Algunos a lo mejor me ven por primera vez, porque estoy saliendo muy poco. Yo por favor les pido que no hagan nada, eso de ir a tirar huevos y eso en la casa del fiscal, por favor quedémonos acá nomás y hablemos de cosas mucho más importantes que podemos hacer acá. Porque si nos vamos, a nosotras nos suspenden remedios, nos suspenden todo.
Le contesta la moderadora:
Las personas que le están dando a usted esos remedios no vendieron sus tierras. No vendió ganados para darle a usted lo que es su obligación. Ahora, si Enrique Riera fue y vendió todo, y de eso le dio su donación, entonces sí, cállese la boca. Si Enrique Riera dice: “No vayas, mamita, a hablar en mi contra, y yo te voy a devolver tus tres ángeles”, entonces pactá con él. Pero él, lo que está dando, es de la plata del pueblo, es del impuesto que nosotros pagamos, ¿verdad? Y si nosotros dejamos de pagar impuestos, guái, no nos va a perdonar, nos va a sacar la casa. Entonces cuando a vos te dicen “No tengo medicamento”, levantá tu vos, exigí tu derecho, es tu derecho, decíle a tu abogado que se vaya. Tu derecho es que te dé su donación. Él no saca de su plata, es donación del pueblo, entonces no tiene por qué prohibirte. El único pacto, el único negocio que podés hacer con él, con los Paiva, con los guardias, es “Devolvéme mi ser querido, yo te perdono todo”. Pero, como no te va a devolver, vos tenés derecho a hablar. Como dijo una compañera una vez en una reunión: “Es que desde el jardín nos enseñan y nos hacen callar”, y todos sabemos la música: La lechuza hace Shhh. Y tenemos que callarnos todos, ¿verdad? Cuando en la clase nos portamos mal, nos hacen callar.
Una manifestación es una manifestación. La fiscala Sosa está fuera de todo eso ¿sabés por qué? Porque se manifestó el pueblo. O sino, hoy iba a estar diciendo que las puertas estaban abiertas. Y los Paiva iban a tener, a lo mejor como Casaccia, iban a estar pasando en su casa. No vayas a pensar que porque vos te manifestás no te van a dar lo que te corresponde. Y si es así, sabés qué, acá está una compañera, ella te va a acompañar, porque a ella también amedrentamiento le hicieron.
Toma la palabra Berzabé:
Soy Berzabé, les quiero decir algo muy importante. Aquí, todos tenemos que exigir. Todos tenemos derecho a exigir, especialmente a Riera, porque él es elegido por el pueblo, el pueblo le tiene que sacar. ¡Él no tiene que estar más en ese lugar! Mi marido ha presentado proyectos de prevención contra incendios[8]. Y yo le he dicho (a Riera): “¿Dónde están esos proyectos?” Y él se fue a morir ahí. ¿No le parece poco? Yo no puedo perdonar. Y cuando salimos a manifestarnos, querida señora mía, no te sientas así demasiado cohibida. Sos tan importante como yo, como Riera, como Nicanor, sos tan importante. Este país tiene pueblo, tiene gente importante. Son gentes vivas. Son seres humanos, ¡por Dios! Seres humanos murieron ahí. Y nosotros seguimos siendo seres humanos vivos. Ellos tendrían que rendirnos reverencia porque nos tendieron una trampa. Ellos tendrían que sacarse el sombrero ante nosotros, ¡por favor! Si a vos te falta medicamento, no solamente en Oñondivepá se da. Yo he recorrido, porque mi hija se me enfermó a los pocos días que murió mi marido y le internado en el hospital Militar. He hablado con el director del hospital Militar, y me ha dado. Todo gratis. ¿Por qué? Porque hablé, y me manifesté. “Yo no tengo la culpa de estar en esta situación” le dije. “¡Yo no pedí que se le mate a mi esposo!” Vos tenés que exigir, en todo momento, en todo lugar a donde te vas. “Yo soy sobreviviente. Y necesito estos medicamentos”. Si no te dan, tenés acá toda esta comunidad que rodea, que te puede conseguir, de alguna forma. Eso nomás, mamita, no te vayas a sentir mal por eso.
Lo que vos no querés es que se tire huevos ni basura. Yo tampoco porque no quiero ensuciarme con los huevos, por eso nunca tiré huevos. Pero la manifestación, en toda manifestación que tenemos nosotros, siempre la única arma que tenemos ¿cuál es? El megáfono, los bombos, los redobles, las pancartas, nuestro reclamo. Eso es.
Ing. Blas Cristaldo:
¿Les puedo decir algo? Hay pruebas de eso. Ya nos fuimos dos veces. Nos fuimos a la fiscalía, nos concentramos en la plaza, no le molestamos... incluso yo le decía al comisario el viernes pasado, comisario Enrique Lugo, le dije “Comisario, ¿vos pio creés que nosotros queremos estar acá molestando a la gente? No queremos estar molestando a la gente. Lo que pasa es que le invitamos (le mostré la nota). Justamente para no tener que irnos allá. Ya ves que venimos acá, ¿y no ves cómo juegan con nosotros? Esta mañana me llamó Sandra Mayereger, no vayas a creer que te estoy macaneando, por favor, no puedo yo macanear en eso. Me llamó, dijo que no iba a poder venir (el fiscal), esta tarde me llamó y dijo que iba a venir...y ahora, ¿dónde lo que está? ¿y qué querés que hagamos? Yo no le tiré con nada, lo único que le tiré fueron dos hojas y esta mañana, cinco hojas.
Vos tocaste un punto. Yo ayudé a conformar la Asociación (de víctimas y familiares). Después me retiré. Me fui, empecé a ir a la Coordinadora, no sé, tampoco. Acá por ejemplo en este momento hay personas que creen que nosotros queremos la división. ¡Nooo! Falso. No es así. Yo no quiero la división, si yo desde el primer momento dije que la única cosa que tenemos es que nos unamos todos. Pero les voy a dar un ejemplo: en este momento hay un grupo, bastante cerrado, que solamente ellos ahí. Me refiero al de Zeballos Cué. Nadie se acuerda de eso. Y otra cosa. Yo ya no voy a permitir más, te voy a dar un ejemplo: Telefuturo hizo un pedido de donaciones. Juntó mucha plata. Y fue y depositó en la Pastoral Social. En la Pastoral Social está una señora de nombre Liz de Giangreco, mi amiga. Su marido es el ingeniero Giangreco, fue mi compañero. Cuando yo supe de eso me fui a hablar con ella a preguntarle qué pensamiento ellos tenían acerca de todo lo recaudado. Ella me dijo que eso iban a distribuirlo a través de las parroquias. “Ahhh – le dije – y ¿cómo va a ser en las parroquias?”, “Y bueno, ahí el cura párroco es el que va a decidir qué hacer con eso”. “¿Y cómo van a hacer?”, “Y ellos van a definir quién necesita más”. Y yo le dije: “Mirá, Liz, yo me declaro el más insolvente de todos. Por favor no hagas eso. Porque yo no diría nada si ese pedido de donación lo hubieran hecho de la siguiente manera: Telefuturo decía “Solicitamos acá la ayuda para los familiares y las víctimas católicas del Ycuá Bolaños. Y vamos a distribuir a través de la parroquia”. Todo bien, ¿cuál es el problema? Pero pasa lo siguiente, y te voy a decir por qué toqué el tema de Zeballos Cué. Yo en un momento dado quise participar de las actividades y medio que sentí que si no era trinidense, prácticamente no era víctima. Señores, yo voy a repetir siempre: ojalá que, cuando el fuego vino y se encontró con mi señora hubiera dicho “Ah, esta no es de Trinidad”, desviaba y pasada. El humo – porque ella murió asfixiada – hubiera dicho “Ah, esta señora no es pobre, entonces no voy a matarla”. Acá le mató a todos. Acá está una señora[9], su marido era alemán, ellos son luteranos. Nada que ver con la Iglesia Católica, de repente. ¿Y por eso va a ser excluida? No pues, por favor.
Redondeando un poco, acá ya es tiempo de que actuemos, no divididos, ni católicos, ni de Zeballos, ni de Trinidad, ni colores. Yo soy colorado. Pero acá no voy a anteponer eso, no hay caso. Imagínate.
Habla Verónica Becker:
Soy Verónica, y como dijo, el fuego terminó hace mucho, pero dentro mío sigue ardiendo ese fuego. He perdido a mi esposo y a mi hijita de apenas cuatro meses, y como digo, externamente no se me ve ninguna herida, pero internamente estoy totalmente destrozada. Y hay varios rasgos preocupantes en el proceso de la investigación. Eso todos sabemos. Y creo que también todos coinciden – porque yo estoy convencida – que un 80% de lo que ha sucedido fue por el incumplimiento del deber de los funcionarios. Ellos, en su oportuno momento, no han cumplido con su deber. No sabemos si por incuria o por razones mucho más nefastas pero esa fue una de las razones. Nosotros ahora que estamos acá ¿vamos a permitir lo mismo? No podemos.
No podemos dejar que estos funcionarios, encargados de esta causa, dejen de venir, dejen de atender sus funciones. Esto es demasiado grave. Siempre me pregunto ¿debe suceder algo más grande que esto? ¿Debemos perder todos nuestras piernas, nuestros brazos, o quemarnos todos para que realmente nos demos cuenta de que esta es una situación muy preocupante? Es por incumplimiento, y ahora nos están haciendo lo mismo. Cuántas veces, cuántas solicitudes de petición a la fiscala, y no tenemos respuestas. Queremos respuestas de las investigaciones que están haciendo, hoy, lo mismo, nos dejan plantados acá. Entonces, creo que no debemos permitir eso, por incumplimiento de su deber, no les estamos rogando, es que les estamos exigiendo. Ellos deben de cumplir con su deber.
Ing. Blas Cristaldo:
Les quiero aclarar lo siguiente. El día, la hora, fue sugerencia de Carlos Arregui, fiscal adjunto. No vayan a creer que nosotros, nosotros no inventamos, él nos dijo. Por eso es que estamos acá. ¿Qué vamos a hacer?
Habla otro familiar de víctima:
Buenas noches, realmente me impresiona la cantidad de gente. Primera vez que estoy participando de reunión. Todos tenemos dos tipos de quemaduras. Yo creo que lo que más duele es la quemadura del alma. Perdí a mi hija, perdí a mi mamá. Las quemaduras físicas que nosotros tenemos, al menos las que yo tengo, nos están matando. Y nosotros estamos perdiendo tiempo hablando: tenemos que actuar (el público concuerda y aplaude). A esa gente, esa gente nos debe a nosotros respeto. Estamos cansados de elegir, de apoyar, porque son políticos, no son gente común como nosotros. Nosotros trabajamos, ellos ganan plata del pueblo, nosotros tenemos que sudar todos los días para ganar nuestra plata. Entonces tenemos que exigirles que cumplan con su trabajo, simple es. Pero no vamos a conseguir. Lo que yo hice – y asumo mi responsabilidad – me quedé cuatro meses llorando en mi casa. Atendiéndole a mi hija convaleciente. Así no vamos a conseguir nada. Tenemos que unirnos, de una vez por todas, ja atropellá chupé kuéra. Eso es todo (aplausos).
Ing. Blas Cristaldo:
Bueno, nosotros habíamos previsto esta situación, les tengo que confesar. Tengo que ser claro, yo voy a ser siempre claro, transparente, no voy a andar con vueltas. Hemos barajado esta posibilidad, lo que es más, estábamos seguros de que no iban a venir. Aparte, que si es que venían, iban a salirnos con tecnicismos, con artículos, y compañía. Lo que sí les íbamos a pedir, que sean claros, que se rebajen un poquitito a nuestro nivel, y bueno, una de las cosas que dijimos: acá hicimos un pedido clarito. Matilde Moreno fuera, porque se barajaron muchas posibilidades, dónde recurrir, y vamos a ser claros, en este momento el caso está exclusivamente en la Fiscalía. El juez que está atendiendo las cuestiones todavía no es el juez que va a juzgar este caso. Eso va a ir a un juicio oral, no sabemos todavía quién es el juez. Entonces en este momento nuestro objetivo es la Fiscalía, no hay otro. Y yo les decía, porque nos sentíamos pocos, les confieso, les decía, imagínense, tenemos que ir a Matilde Moreno, porque si vamos a Oscar Latorre, ahí es una cuestión política, ya saben eso y vamos a tener muchas contras. Entonces como para ver si la gente va a reaccionar, ... hoy día yo no sé si queremos ir, vamos a ir a manifestarnos a donde sea, no hay caso. Y habíamos hablado de que si íbamos a hacer otro día. El problema es que para convocar no es fácil Yo me paso el día por la calle, personalmente, porque cuesta comprometerle a la gente. Son horas... de repente tengo miedo de que me quede otra vez en mi casa y no... no sería justo. Bueno, decidamos, quiero escucharles un poco, Liz, por favor.
Liz Torres:
Buenas noches. Nosotros, varios de los que estamos acá, nos unimos hoy a esta reunión, porque ustedes saben que los lunes siempre es nuestra reunión ordinaria, digamos, o regular que tenemos como Coordinadora. Y nos unimos hoy a partir de la invitación que ayer en Memoria Viva había hecho el Colectivo Ni Olvido ni Perdón. Y le decía yo al ingeniero Cristaldo en su momento, que hay una posición unánime con respecto a la responsabilidad que tiene la Municipalidad. Voy a tocar sólo ese punto – porque hay varias otras coincidencias – también en la querella adhesiva estamos con que se le tiene que imputar a los otros guardias. Gran diferencia con lo que presentó Sánchez, como acusación. Centrándome en lo de la Municipalidad, le decía que estamos en coincidencia. Y yo le quiero contar a le gente que no maneja que nosotros en la Coordinadora venimos haciendo justamente un trabajo de acercamiento a los barrios para que la gente comprenda por qué decimos que la Municipalidad tiene responsabilidad.
Y aquí lo que estamos haciendo justamente es llevar esa investigación que hizo nada menos que una Comisión conformada por los mismos concejales de la Municipalidad de Asunción, donde demasiado clarito están los niveles de responsabilidad. Y ahí se ve claramente que todas las pruebas van contra la administración municipal, porque no hizo el seguimiento que tenía que hacer, el control que tenía que hacer e incluso, el error más grave: que cobraron por la tasa de incendio y nunca hicieron ese control. Entonces las pruebas están. Ahora, yo creo que hay que hacer acá una aclaración bien importante y que es que tenemos como dos frentes en relación a la Municipalidad: un frente es lo que hace al frente de la responsabilidad del intendente Riera como cabeza de la Municipalidad, y ahí ese frente político lo tenemos que jugar con la gente de la Municipalidad. Y esto apenas comience el período de las reuniones de los concejales, tenemos que volver a insistir porque tenemos que pedir la intervención, que el otro día salimos con el desaire por eso se hizo después lo de Morel. Ese es un campo en el que tenemos que batallar. Porque el otro campo es este que es con relación a la responsabilidad civil y penal, que tiene que ver ahí la Fiscalía por eso estamos diciendo acá que nos hicieron este vacío los responsables directos en el tema.
Y en ese sentido ahora nuestra lucha está con relación a la Fiscalía para que haga la imputación, y esta señora Matilde Moreno, de hecho no hizo hasta ahora su trabajo entonces nosotros nos adherimos ayer con varias firmas para pedir que se aparte del caso e insistirle al dueño del circo, como decimos – que es el fiscal Latorre – para que presione y realmente se haga la investigación que corresponde. En ese sentido y centrándome en la propuesta que hay hoy acá, nosotros lo que vemos con la gente que hablamos es que es necesario y estamos muy de acuerdo, con manifestarnos en la calle, con hacer presencia, con hacer incluso los escarches, pero ahí siempre decimos “Hay muchas formas de hacerlo”. Y una forma importante es lo que yo creo que dice acá la señora, y que es por respeto a mucha gente que es de forma organizada, de forma no sé si llamarle pacífica porque una manifestación así pacífica es en el sentido de no tirar cosas, de no agredir a las personas ni a la propiedad de esas personas, pero sí esa manifestación que muestre que realmente estamos indignados y por eso estar en la calle, estar con carteles, ir hasta donde corresponde a pedir lo que corresponde, está bien. Los escarches simbólicos también son muy fuertes. Por ejemplo decíamos en alguna oportunidad “¿Por qué no llevamos y no les ponemos en sus patios, en sus veredas cruces, que amanezcan cruces negras que demuestren nuestro dolor?”. O sea, hay muchas formas simbólicas. O hacerle el vacío cuando entra a un supermercado, a un bar, a algún lugar y le reconocemos a la autoridad, decir que esa es una persona que traicionó, que es cómplice de tanta muerte. Y retirarnos del lugar. O sea, hay muchas maneras que no siempre son esas justamente que la señora manifestaba.
Y yo esto quiero insistir, Cristaldo, porque hay mucha gente que dice, y yo creo que tenemos que unirnos, y ser muchos. Lastimosamente el otro día algunos no se enteraron, otros estaban con dificultades, pero hoy que estamos bastantes y que podemos ponernos de acuerdo nosotros acá, podemos hacer esa manifestación con la seguridad de que vamos a cuidarnos todos y a controlarnos. Porque lo que menos tenemos que hacer es que la opinión pública se ponga en contra nuestra. Y creo que una manera en que nos van a apoya es con esa manifestación, con carteles y con una palabra fuerte y firme. En eso estamos muy de acuerdo. Decidamos qué vamos a hacer.
Toma la palabra otra persona:
Bueno yo quería referirme a lo que dijo esa señora que es sobreviviente y a todos los que piensan igual que ella, porque yo escuché muchas cosas, los sobrevivientes dijeron que la Municipalidad les da los medicamentos y por eso ellos no quieren manifestarse. Pero señora, eso ya es una forma de chantaje de parte de ellos. Y se dejan chantajear. Yo le pido por favor que no alimentemos eso. Tenemos que acabar con eso. Eso es chantaje, porque es sucio. Yo me he de sentir sucia sui me dejo chantajear. Y yo propongo hacer una sentata enfrente a Ycuá Bolaños o donde la mayoría (quiera)...
Luego de un debate, todos se pusieron de acuerdo en ir y manifestarse allí, a metros, frente al supermercado incendiado. Carteles, bombos, y el megáfono formaban parte de la misma.
Estamos frente al Ycuá Bolaños. Es de noche. La gente hace cánticos, protesta. “Si este no es el pueblo, el pueblo ¿dónde está?”, “Latorre, culpable, tus manos tienen sangre”... miro hacia mi izquierda, y el hombre que había hablado en la reunión, que se había quemado en un 50% de su cuerpo está ahí, sentado, callado, mirando a lo lejos... igual como me pasó con Mariana, tengo algo de miedo de acercarme, de indagar sobre tanta desgracia. Pero me animo. Pocas palabras dice, está tan dolido, como si fuera el primer día, como si el 1 de agosto hubiera sido ayer...
ENTREVISTA A FERNANDO ORTIZ MIERES, 26 AÑOS, EX EMPLEADO Y SOBREVIVIENTE DEL YCUÁ BOLAÑOS.
¿Cómo eran sus días hasta el primero de agosto, en cuánto a sus afectos? ¿Y había malos tratos por parte de los empleadores del Ycuá Bolaños?
Había malos tratos por parte de la gente que eran nuestros patrones en ese momento, nuestros jefes. Y hasta esos días yo vivía con tranquilidad, con mi familia, yo trataba de llevar el pan de cada día a mi familia, solamente eso. Y nunca busqué nada malo, nunca intenté nada malo, pero lo que me duele a mí es que en este momento se está dividiendo nuestra gente acá. Y quisiera que nuestro grupo se uniera más para poder luchar contra esta gente que... yo era el único, en ese momento, de mi familia ahí. Pero me quedé con 50% de quemaduras, y con unas probabilidades de vida en eso momento de 30% nomás, los doctores. Pero me salí. Salí.
¿Cómo te recuperaste?
Con mucho sacrificio de parte mía y de mis padres. Con el sacrificio de mi esposa. Así. Y ahora estoy acá para pedir justicia, una vez más estamos acá para pedir justicia.
¿Tenés hijos?
Tengo una nena de 5 años. Se llama Brenda Jacqueline Ortiz.
¿Te ayudó ella a tener fuerzas para sobrevivir?
Sí, por un lado sí, porque ya que me quedé vivo yo, tengo que luchar por ellos y por mí también porque esto es un golpe muy fuerte para... no hay humano que esté preparado para esto, sicológicamente. Ni físicamente, no hay. Entonces tenemos que tratar de luchar, los que sobrevivimos a esto, luchar lo que más podamos para que se haga justicia una vez. Alguna vez, aunque sea una vez en nuestro país. Gracias.
De pronto, alguien reavivó la idea de ir hasta la casa del fiscal general, Latorre, pues no vive muy lejos de allí, dijeron. La idea fue ir en procesión hasta esa casa y pedir hablar con él.
La policía (que ya se había hecho presente en la sentata y redirigía el tránsito) acompañó con una patrullera.
Caminamos muchas cuadras, y por al camino, Ignacio González me contó algunas cosas acerca del Barrio Santísima Trinidad y de lo que sucedió el 15 de agosto, día en que se celebró una misa por los niños en el barrio.
ENTREVISTA A IGNACIO GONZÁLEZ, 27 AÑOS, SOCIÓLOGO, QUIEN VIVIÓ VARIOS AÑOS EN EL BARRIO SANTÍSIMA TRINIDAD. 17 DE ENERO.
Ignacio relata:
Trinidad tiene características diferentes a otras regiones de Asunción. Ya sea por su historia, porque en un primer momento no fue parte de Asunción, un pueblito cercano. Va desarrollando una cultura de pueblo, de valle, que no desarrollaron otros barrios de Asunción. Acá hay familias tradicionales, hay gente que se conoce, quizás no se conoce personalmente pero conoce a la familia, la historia de esa familia: médicos, farmacéuticos, arquitectos. Eso va haciendo que haya una cultura de pueblo que se no se ve mucho en nuestra ciudad capital, pero se sí se ve mucho en ciudades del interior.
¿Cuánto tiempo viviste en el Barrio Trinidad?
Yo viví hasta los cinco años, pero viviendo ya fuera de Trinidad, era como que vivía en Trinidad, por ejemplo, yo terminé la escuela primaria en Trinidad, después de terminar la secundaria entré en un colegio que está cerca de acá, es Barrio Jara pero mantenía mis amigos, mi familia trabajaba todavía por acá. Entonces, hasta ahora no había el roto el lazo con mucha gente. No era tan frecuente mi venida a Trinidad, pero conocía a mucha gente de acá.
¿Cuáles son algunas características de los trinidenses?
Como en varias ciudades del interior, acá Trinidad tiene sus clubes, el Deportivo Trinidense, el Rubio Ñú, y por ejemplo uno es de la gente más pobre, el otro, de gente que tiene un poco más de plata. La rivalidad de Trinidad era esa, quiénes son las clásicas, como por ejemplo, el Botánico era una zona muy característica, los trinidenses van ahí, me acuerdo todavía en los 80 cuando el palacio de los deportes funcionaba, que era muy tradicional ir a ver básket ahí. Yo fui un par de veces, con mi compañero nos íbamos. En ese momento me acuerdo que nosotros hinchábamos por Libertad, que era el club más cercano. Esas cuestiones que eran, si bien conocidas en Asunción, muy identificadas por la gente que vivía en Trinidad, como trinidenses. La reivindicación desde la reforma constitucional de transformarse en municipio independiente, muchas señales que te demuestran que hay como una identidad trinidense que no se manifiesta en otras regiones de Asunción.
¿Cómo fue el 1 de agosto?
El primer día esto era un caos, el domingo. Los días subsiguientes la gente estaba afuera. No estaba en protestas pero, por ejemplo, era muy común ir por una cuadra y vos encontrabas, en una cuadra, tres o cuatro velorios y la gente caminando, con cara de desconcierto, entrando de un velorio en otro. Yo no recuerdo bien, habría que ver los registros periodísticos, pero creo que a la semana es que se da la primera gran movilización, se va la Fiscalía por el tema de que se empieza a plantear que las puertas estaban cerradas, después de eso ya vino el 15 de agosto, que fue muy fuerte. Resulta que el 14 se da una movilización, no recuerdo quién convocó la marcha. Creo que fue la Asociación, no sé si existía aún. La movilización fue sobre Artigas, dieron unas cuantas vueltas, era una movilización muy silenciosa, no había bombos ni cosas así. Y la percepción que te daba era que la gente tenía rabia, impotencia, y salía y caminaba. Ese domingo yo me acuerdo que invitan a la Iglesia trinidad, iba a haber una misa por el tema de los desaparecidos y una reunión con los asesores jurídicos, eran varias cuestiones, algo no muy bien definido, pero eso era normal en esos días. Esas dos semanas se hacían cosas y nada estaba muy definido. Era la intención de juntarse, vos no sabías para qué te querías juntar, pero quizás es una reacción humana de juntarse, qué te vas a quedar sólo en tu casa. El 15 cuando llegamos (a la misa) se empieza a saber que... yo llegué por ejemplo cuando la misa había empezado y decían que el intendente estaba ahí adentro.
Y la gente se empezó a poner con los ánimos caldeados, hay que entender que Riera no estuvo cuando pasó la catástrofe, que estaba, encima, sin permiso afuera del país, que había sido que estaba solucionando un problema que era también negligencia de la Municipalidad, un problema familiar que surge por un bache que alguien atropella, no conozco muy bien el chisme, pero va por ahí, la noticia. Y encima, tenías concejales que se habían ido de viaje ese día. Ahí la gente empieza a ponerse más nerviosa, más nerviosa, y era una provocación, no hay que ser muy despierto ni existe político tan inocente que venga para hacer un acto, ese tipo de provocación. El tipo provocó la cosa, provocó y la gente reaccionó. En un momento la gente quería hablar con él. Quizás alguno que otro le iba a gritar alguna cosa, para preguntarle “¿Por qué hacés eso? ¿Por qué hay fiesta? ¿Qué estás haciendo?”...había mucha rabia. Si yo era político no sé qué hubiera hecho en ese momento, quizás hubiera hablado con la gente. Y hubiese ligado, no sé.
Terminó la misa y la gente se volvió loca porque no sabía por dónde iba a salir (el intendente).
(En ese momento, pasamos enfrente a la casa de Wasmosy, y la multitud empezó a cantar: “Aquí está, ellos son, los que roban a la nación”).
El tema es que se empezó a movilizar la gente, había grupos en todas las puertas, y había un grupo que estaba rodeando la camioneta de él (la mayoría de la gente). En un momento sale el tipo, sale rapidísimo por el costado de la iglesia. Si vos mirás la iglesia de frente, por el costado derecho. Ya le estaban esperando con el auto. Sale con toda su escolta, muchos eran directores y cosas así, Aseo Urbano, esto que lo otro. Salen repartiendo patadas. Yo te cuento que yo voy corriendo y cuando yo llego al lugar, había como dos gorilas grandes, y a una de las personas le estaban agarrando con la mano, tratando de parar al grupo, y le decían, estaban gritando “Riera, sos culpable”, no había una pelea pero había un forcejeo. Esa persona estaba retrocediendo. Yo voy y le agarro a esa persona como para que no le muevan y lo que me acuerdo es que cuando le agarro, para que no le empujen a él yo le atajo, para que haya más contingencia y no le echen, y me agarra un tipo (yo soy chico) que por lo menos tenía tres cabezas más que yo y me levanta, como si fuese una pluma y me estrella contra un auto. Y la persona a la que yo le estaba ayudando después vino y forcejeó con el tipo para que me suelte. En ese interin yo no veo lo que pasa, cuando yo me doy vuelta Riera ya había pasado, había un montón de gente en el piso, algunos con traje y otros sin traje, o sea, algunos eran de Riera y otros, no. Y ahí yo corro detrás de unos cuantos funcionarios que se suben todos en su auto y se van. Cuando vuelvo veo que la gente se está levantando y había sido que (después me contaron), uno de los directivos de Riera, no me acuerdo el nombre, al día siguiente dijo en una radio que la gente que estaba ahí tenía un maní en el cerebro. Ese tipo le pegó a una mujer, y cuando viene la gente a defenderla, parece que el tipo le sigue pegando a otra chica también, y obviamente ahí la turba empezó también a agredirle, creo que le empujaron y le llegaron a tirar en el piso. Yo te digo, que la gente es pacífica, porque con todo ese grupo de gente, al tipo no le pasó nada, comparado con lo que le podía haber pasado. Porque la rabia que había, si le pegaste a una mujer...es muy cobarde. Pero es muy típico de esta gente que cree que el la dueña del mundo y está acostumbrada a la impunidad.
Ahí un grupo de guardias que ya no entraron en el auto, se van y se esconden en el centro municipal, y corrió la voz de que Riera estaba en el centro municipal, nos fuimos todos ahí y se armó una flor de manifestación. Él no estaba pero estaban los guardias. Entró Almirón con un grupo a revisar y no encontraron nada. La policía quiso venir a reprimir y la cuestión es que se disipó. Al día siguiente ABC puso un titular como que los comunistas estaban invadiendo, estaban dirigiendo a las víctimas, cosas así. Ya empezaron a buscar los chivos expiatorios. Tanta impunidad hay en este país que cuando la gente indignada empieza a gritar, siempre hay culpables ocultos. (Para) Riera más o menos era un complot de todo el mundo contra él por cuestiones electorales. No puede asumir que el tipo fue un negligente. Y la diferencia con la argentina fue clara. El tipo, el ... a las horas ya estaba ahí, en el lugar, dando declaraciones y al día ya habían dimitido los directivos de seguridad, entendiendo que es ... Ibarra, dijo que todo lo bueno y todo lo malo que pase en la ciudad es responsabilidad, en última instancia, de la intendencia. Eso te muestra una forma de ser.
La sorpresa al llegar cerca de la casa de Latorre, fue que media cuadra antes de la misma esperaban como cinco patrulleras tapando la calle y unos 50 efectivos policiales, impidiendo seguir camino, fuertemente armados, algunos.
Los manifestantes clamaron justicia, pidieron hablar con el fiscal, pero éste sólo se comunicó vía teléfono celular con una de las mujeres presentes, dijo estar en Coronel Oviedo y sugirió que al día siguiente a las diez de la mañana vayan de nuevo a la Fiscalía para hablar. Hubo protestas, de por qué hay que adecuarse al horario de ellos, nuevamente, si aún haciéndolo, se les dejaba plantados. Además, muchos trabajan a esa hora y no pueden ir.
Luego de un par de horas de manifestación, absolutamente pacífica, inclusive con cantos, el grupo decidió citar para el día siguiente, a las 19 horas al fiscal, nuevamente en CONATEL.
8. LAS HISTORIA DEL ING. BLAS CRISTALDO Y DE NELSON ASTIGARRAGA
Al día siguiente no estuve en la reunión de las 19 hs., no supe aún qué sucedió, recién el sábado nos encontramos Berzabé, el ingeniero Cristaldo y yo para charlar. Yo los había citado para que me cuenten, al fin, cada uno su historia. Pero el tiempo alcanzó sólo para que me hable el Ing. Cristaldo, y luego, un invitado más...
Esto fue lo que dijo el primer entrevistado:
ENTREVISTA AL ING. BLAS CRISTALDO, QUIEN PERDIÓ A SU ESPOSA, ESTELA. SABADO 22 DE ENERO, 09:00 HS.
Blas Cristaldo relata su historia de amor y la desgracia sin fin del 1 de agosto:
Para que me conozcas, 32 años de casados, 5 años de novios, eso es nuestra vida con Estela. Realmente yo la conocía a ella cuando tenía 13 años. Pero lógicamente, yo, cinco años mayor, 18 años, en ella ni me fijaba porque era una mitakuñaí. Pero por lo visto ella ya se había fijado en mí, porque yo era compañero de su hermano mayor que se llama Adolfo. Entonces, andábamos juntos, estudiábamos juntos, y me iba por su casa pero muy esporádicamente. Y ella estaba en el Colegio Nacional de Niñas. Yo trabajaba en el centro y solía esperar el ómnibus en Estrella y Chile, y su papá tenía un negocio enfrente, ahí donde era el cine Granados, donde está el Granados Park ahora. Donde es la Bolsa de Comercio, ese edificio era del papá de Estela y ahí tenía su oficina. Entonces Estela salía del Colegio Nacional de Niñas, se iba caminando hasta ahí y ahí venía con el papá en auto, se iba hasta su casa. Y ella siempre pasaba así y me tentaba: “Adiós, morocho” me decía. ¡Y tenía 14 años por ahí! Y con su hermana y otra compañera y se mataban de risa. Bueno, después me enteré que era la hermana de Adolfo.
Yo tenía una novia que era del Colegio Nacional de Niñas, muy linda era ella, la reina del colegio, y ella sabía, entonces se iba en las filas y se ponía a propósito cerca de ella y le comentaba a su compañera que anoche estuvo conmigo y qué sé yo, y la otra creía, verdad. Y mentira era, así empezó. Después yo terminé con la otra, y ahí empecé a fijarme en ella y desde los 15 años que fue mi novia, hasta que ella cumplió 20 y nos casamos. Yo 25. Perdimos una nena que hubiera sido la mayor, porque yo trabajaba en el Chaco, vivía en Filadelfia, y ella quería irse a Filadelfia, quería conocer, estaba loca, celaba de las menonitas, de las rubias de ojos verdes, entonces quería irse allá. Y estaba embarazada, y yo cometí la imprudencia de llevarla allá estando embarazada de seis meses, en un mes de enero. Pero fue que ya no pude atajarle, o sea, ella sí o sí quería irse.
Primero luego cuando llegamos a la casa me acuerdo que estaba una coral en la entrada, se asustó muchísimo ella. Después yo me iba a trabajar y ella se quedaba en la casa, una vez volví y le encontré totalmente asustada porque había sido que ella estaba en la casa, estaba cocinando y le apareció un indio que le empezó a imitar a cuantos pájaros y bichos había, y ella se asustó mucho, pero ese era el arte del indio que se iba a las amas de casa y les hacía eso, y las menonitas le daban de comer, le daban cosas, ella no sabía. Se asustó y después empezó a tener pérdidas. Sufrió mucho porque casi se fue esa vez, perdió mucha sangre porque en el hospital no... te estoy hablando del año 72. Y bueno, perdimos ahí la que hubiera sido nuestra primera hija. Y después sí, tuvimos tres, Estelita, que tiene 28 años por ahí, Mónica y Rodrigo que es el menor. Pasamos de todo. Anduvimos por todos lados. Y últimamente teníamos un grupo que la base éramos dos matrimonios: era Rubén Urbieta, su señora Teresa, Estela y yo. Con Rubén yo ya me había conocido cuando tenía 17 años por ahí. Y después de casarnos nosotros nos fuimos a un Club de Leones del barrio San Roque. Y era un grupo de matrimonios de personas mayores y un grupo pequeño de personas de nuestra edad. Y entre ellos coincidimos otra vez con Rubén. El papá de Rubén era el presidente del Club de Leones, y Rubén activaba. Durante años así activamos, qué lo que hacíamos, colectas, donábamos eco cardiógrafos al Hospital de Clínicas, manteníamos una escuelita, se daba asistencia odontológica, cuando había necesidades así estábamos. Era un grupo bastante simpático porque había muchas personas muy formidables, y entre ellas Rubén.
Pero después... yo fui el secretario del Club de Leones, varios años, y después ahí no era eso que se peleaban por la presidencia, al revés era, se peleaban por no ser presidente, más o menos así era. Y un día ellos decidieron que yo debería ser ya el presidente y yo no quería ser el presidente, entonces me avisaron a mí que en la reunión iban a mocionar y yo saldría presidente allí. Entonces yo no me fui más. Me borré del Club de Leones. Me borré luego. Y ahí nos separamos durante muchos años, después volvimos a coincidir en un cumpleaños, por supuesto que no teníamos ninguna diferencia el uno con el otro, al contrario, lo único que teníamos eran buenos recuerdos. Y ya nuestros hijos estaban un poco grandes, entonces empezamos otra vez a juntarnos. Y de eso ya te estoy hablando hará otros 14 años ya. Y ahí nos frecuentamos muy asiduamente.
Lo que yo diría es que por la experiencia que tengo de grupos así, es muy difícil que, generalmente para que dos parejas anden juntas, las señoras se tienen que llevar bien, porque si no es muy difícil, no sé por qué, verdad, pero es así. Pero en nuestro caso, yo, mi amigo y confidente era Rubén, mi amiga era Teresa, confidente también, y viceversa. O sea, Estela era amiga, confidente con Rubén, y también con Teresa. Lo que no conseguimos es que nuestros hijos llegaran a entrelazarse, no tenían mayormente diferencias, verdad, pero sí de repente, porque mi hijo por ejemplo era del San José y su hijo era del Inter., y había cierta... pero, nada más que eso. Y sí bastante andábamos juntos, hacíamos viajes juntos, y Rubén había adquirido – yo me volví representante de una fábrica inglesa de yates, Princess, se me ocurrió con un amigo – y le vendí uno de los barcos. Un barco muy lindo, a él le encantaba, le gustaba, era su hobby, para él los domingos, sábados y domingos era ir al río. Y me contagió a mí también, a pesar de que yo me resistí como un año por ahí, porque yo no sé nadar. Entonces no me gustaba el río, no me quería ir porque le tenía miedo. Porque cuando chico casi me ahogué, entonces nunca más quise meter en el agua. Pero después empecé a irme y también éramos fija ahí en el barco, yo era el barman y el disk jockey del barco. Preparaba los tragos y nos gustaba ir a mirar pájaros, a estar fuera, así, la naturaleza, no somos pescadores ni éramos cazadores, ni nada. Nos gustaba estar ahí en familia.
Teníamos varios recorridos básicos, que era luego que le encantaba, cualquier persona de cualquier parte del mundo que haya estado donde haya estado. Por ejemplo uno que es bien gráfico es, como él es dueño de una sede de la Universidad de Columbia, la que está sobre España, se había comprado una propiedad sobre el Puente Remanso. Y de ahí partíamos en la embarcación.
Una vez vino un grupo de profesores de la Universidad de Kansas, vino Billy, me acuerdo, era vicepresidente de la universidad, y era presidente de un instituto de tecnología del Estado de Kansas. Para darte la magnitud, en Estados Unidos está el instituto tecnológico de Massachussets, que es re conocido mundialmente, y en segundo lugar ya está este instituto de Kansas. Porque en Kansas están las fábricas de aviones, Cessna, Colleman. Entonces tiene una industria muy fuerte. Y este señor era presidente del instituto tecnológico. Un tipo rubio, alto, muy serio, vino él con una profesora, una señora ya de cierta edad, inglesa, con una americana y un profesor de historia militar. El tipo era profesor de no sé qué cosa en Kansas y también era profesor de la academia militar de Anápolis. Y antes de irnos – porque ellos llegaban a la una de la tarde, con un vuelo de no sé qué aerolínea – entonces nosotros hicimos un asado. Pero hicimos para nosotros nomás, porque teóricamente los americanos ya se iban a bajar del avión todos almorzados. Mamópio, cuando se encontraron con el asado, la mandioca, la sopa, la cerveza bien helada, la pileta, morfaron...
De ahí nos fuimos al barco, a las dos de la tarde por ahí. Entonces subíamos, pasábamos Puente Remanso, pasando Villa Hayes hay un hermoso riacho, un brazo del Río Paraguay que tiene la particularidad que vos subiendo, entrando a la mano izquierda, la ribera que te queda hacia la mano izquierda es Chaco, y lo que te queda a la derecha es una isla, que es un humedal, que es húmedo, casi no hay casas y crece ese palo de agua. Y el palo de agua despide un olor así perfumado, parece que está perfumado. Yo siempre solía macanear: “ya le ordené a nuestro jardinero de allá arriba que corte todo igualito y encima a la mucama ya le mandé pasar desodorante”. Parecía así. Eso luego impactaba. ¿Vos te podés imagina que ver así, todo igualito, todo cortado aparentemente? Es porque el hombre no intervino para nada, era naturaleza pura.
Y estaba a treinta minutos a rabiar, porque el barco volaba, si queríamos irnos rápido podíamos llegar hasta en quince minutos también. Pero nosotros hacíamos lento, entonces llegábamos entre 20, 30 minutos. Entonces ahí entrás, y aparte hacia la izquierda tenías vacas, caballos, estancias. Después hasta llegar a una parte en donde nos metíamos más así, en pleno Chaco, casi selvático. Ahí nos quedábamos, almorzábamos, y yo como le decía a Rubén: “Si vienen los gringos y no le pica mosquitos, no le pican viuditas, para qué le vamos a traer acá. Que le pique la viudita, que le piquen los mosquitos”. Y le dejábamos que le piquen, después les dábamos el repelente y compañía. Y después, comida, música, tragos, almorzábamos. Después salíamos un poco más arriba, un lugar que se llama Tres Bocas, donde el río es bastante ancho. Y ahí generalmente merendábamos. Y después siempre teníamos todo calculado: salíamos a la hora de la entrada del sol, porque ese era el otro espectáculo que sí o sí les teníamos que mostrar, más todavía... bueno, cuando era un poco despejado no era tan lindo, lo lindo era cuando había nubes. Nosotros le llamábamos “la hora mágica”, dependía de los meses. Y ahí generalmente nos tomaba viniendo hacia este lado, porque entonces el sol entraba al otro lado y teníamos así de frente y veíamos todo.
Y el destino final era para cenar en la bahía. Y generalmente a la ida, como Rubén era presidente de la universidad, era tesorero de la Sociedad Filarmónica del Paraguay, entonces él tenía que escuchar músicas clásicas, que a mí algunas me gustan, pero no todas. Claro que al subirse en el barco lo primero que escuchaban era “Pájaro Campana”, por Reinaldo Meza y los Paraguayos. Primero una tanda de música paraguaya, y después las músicas suaves, clásicas. Cuando cruzábamos otra vez de vuelta Puente Remanso ahí ya era “happy hour” entonces ya era relajo, otro ritmo, otra música, por supuesto ya tenía todo calculado. Y esa vez, había sido que Billy era un rockero que sabía todas las letras inclusive. Ni su gente sabía que era rockero, imagínate, presidente del instituto tecnológico de Kansas, una personalidad era el tipo, y de repente pongo yo la música y el tipo empieza a cantar y a bailar. ¡Ndé!
Llegamos a la bahía, cuando empezábamos a divisar Asunción – porque Asunción es muy linda desde el río en esa parte – yo ya empezaba otra vez a bajar el ritmo, cuando entrábamos en la bahía, largaba una música de Sembrador, porque mi cuñado es Tubo Ramírez que es el cantante de Sembrador. Entonces hay una música que es para Asunción, que habla de la bahía y todo, y que canta él, entonces en un momento dado, cuando ponía eso, Rubén tenía que decir “Ese es el cuñado de Coco, el hermano de Estela”. Fríamente calculaba, todo pensaba. Y bueno, mirá, ahí ya dependía de las actividades del día siguiente para saber a qué hora terminaba, a veces terminábamos muy tarde. Pero todo bien, jamás tuvimos un incidente, a no ser esa vez que se descompuso una señora que se fue también con nosotros, que al principio llegó y no quería tomar un trago, qué miércoles, se tomó hasta el agua de la champañera, en fin. Ese era casi como una rutina. Cualquier día. De repente un lunes nos íbamos, si venía gente, porque él tenía muchos... por ejemplo, la Sociedad Filarmónica siempre está contratando concertistas, que son tipos que vienen, se quedan un rato y se van, o sea que de repente tocan un jueves y el viernes ya se tienen que ir, entonces el viernes de mañana hacíamos tours así.
Había otros más largos, que nos íbamos hacia Riacho Heé se llama un lugar muy lindo, hubo excursión hasta el Tagatiyá, Concepción. En fin. Siempre nos íbamos hacia arriba, no queríamos ir hacia abajo porque los gendarmes argentinos. Jamás quisimos bajar más de Sajonia.
Antes de agosto, hacía dos meses por ahí que yo no estaba frecuentando el barco, le estaba frecuentando poco a Rubén, primero porque él había hecho un viaje a París, se había ido con su señora, porque el último embajador francés era de nuestro grupo también, que solíamos compartir, y él volvió a Francia y nos invitó a todos, el que podía irse, se iba, pero los que pudieron irse fueron Rubén y Teresa. Y a la vuelta tuvimos una cena, hablamos del viaje, y después no nos vimos más otra vez. Hasta que llegó la semana esa de julio que era el día de la amistad, el 31 de julio. Y nosotros teníamos como rutina ir a bailar los viernes de noche en la Rampa, del club Centenario. Y el viernes anterior a la semana del 31 también estuvimos ahí. Y alguien de nuestro grupo dijo “Vamos pues a hacer una cena entre nosotros nomás, por el día de la amistad, hace rato que no nos juntamos nosotros nomás”. Porque cuando nos íbamos en ese lugar, era abierto y venía otra gente que no era de nuestro grupo. Y bueno, al final, normalmente el que organizaba ese tipo de cosas era yo. Pero yo esa semana no quería encargarme de eso. Entonces mi señora fue la que tomó la posta digamos, y se encargó ella de organizar la cena para el sábado 31 de julio. El viernes estuvimos bailando en la rampa, el sábado – yo en ese tiempo estaba trabajando para una consultora española, sistema de abastecimiento de agua para comunidades indígenas del Chaco, y estaba atrasado ya en mi informe final, y quería terminar, entregar lo antes posible, pero esa semana se me encimó con otro trabajo en San Bernardino, entonces descuidé esa parte – nos fuimos a San Bernardino con mi yerno, mi hija, mi nieta y estela, volvimos tarde, ya nos llamaba el dueño de casa donde organizábamos la cena, íbamos a ser siete parejas, y se me fue otra vez el sábado, esa noche tuvimos la cena, nos divertimos muchísimo, comimos paella, tomamos sangría, vino, bailamos, y Teresa, la señora de Rubén, tenía la particularidad de que ella – tiene un jardín, una fuente, hizo una fuente con un puentecito, tiene pescados, un trabajo inmenso que tiene en su casa, ya luego – entonces ella se levanta muy temprano, entonces generalmente cuando salimos de farra así, ella ya se quiere dormir muy temprano. Entonces era muy criticada y por lo visto ese día se propuso venir, con todas las pilas, las luces prendidas, y era la más divertida, la que más quería bailar, para demostrarnos que ya no iba a ser como había sido, aguafiestas.
A las dos de la mañana por ahí nos despedimos, y Rubén se acercó para despedirse también, “Cómo te quiero”, me dijo, “Y yo también” le dije. “Pero me tenés abandonado che raa, vamos pues al barco mañana”, dijo. “Y bueno”, le dije. Y se fue.
Cuando hablamos de eso, la dueña de casa, que se llama María Silvia, pasó así por detrás y escuchó. Y qué lo que pasó, antes de eso Ricardo, su marido, nos había invitado ya para ir al Chaco a comer ese domingo, porque había comprado una estancia a 90 km. del Puente Remanso. Y él me dijo “Vamos pues”, conste que yo sabía que María Silvia duerme los domingos hasta el mediodía como mínimo, o sea, hay veces que farrea así hasta la una, las dos, almorzamos a las cuatro de la tarde, a veces más. Entonces yo sabía que iba a tener más tiempo porque mi idea era tratar de hacer algo esa mañana para entregar el lunes a la tarde mi trabajo. Ese era mi pensamiento. Entonces, cuando Ricardo me invitó, me dijo que él se iba a ir temprano con su hijo, y que me pedía para que nosotros nos fuéramos con María Silvia a la tarde para almorzar allá. Entonces era más factible que yo me fuera con ellos que con Rubén. Conste que Rubén también era un vueltero y jamás salíamos temprano, siempre fijábamos temprano y al final terminábamos tarde. Porque siempre tenía un haz bajo la manga, “Vamos a llamarle a Fulano”, y ese Fulano a veces ni sabía, le teníamos que esperar una hora, ya estábamos todos ahí. Siempre fue así. Pero bueno, al final daba gusto, no es que sea una queja ni nada por el estilo.
Bueno, en fin, tal es así que cuando María Silvia escuchó que yo le dije a Rubén que también me iba a ir con él, me dijo “Vos dijiste que te ibas a ir con nosotros al Chaco”. “Le dije nomás”, le dije, por Rubén. Pero la verdad es que me iba a quedar a trabajar, y no sabía si me iba a ir.
El domingo 1 de agosto yo me levanté a las siete de la mañana por ahí, ya empecé a trabajar en mi computadora, trabajo en casa. Y a las nueve se levantó Estela y me dice “Coco, ¿vas a desayunar?”, “Sí”. “Bueno, vení pues”.
Me bajo, estábamos desayunando y me dice “Vamos pues al río”. “¿A qué hora te dijo Rubén?”, “A las diez va a pasar a buscarnos”. “No, yo no me voy a ir” le dije. “¿Y por qué?”, “Quiero terminar mi trabajo, estoy atrasado, estoy sogué, quiero cobrar, y si no entrego, no voy a cobrar”. Y comentamos sobre la fiesta y qué sé yo. Y cuando terminaba de desayunar, me dice otra vez “Vamos si qué al barco”. “No me insistas porque no me voy a ir”, le dije, “a las diez yo no me voy a ir, prefiero en todo caso irme con María Silvia al Chaco”. Ella dijo “Ah, bueno, entonces le voy a llamar a Teresa para decirle que no nos vamos a ir”. “Llámale” le dije. Se levantó, alzó el tubo, “Hola Tere” (ella luego atendió) “Sabés que Coco y yo no nos vamos a ir al río”. Y ahí Teresa le largó una andanada así que fue contundente porque mi señora no le dijo absolutamente, más que le dijo “Bueno, listo” y colgó el teléfono. Por supuesto sólo ellas dos van a saber qué era, yo tengo sospechas sobre qué, pero algo muy importante que le iba a contar, que Estela no le pudo decir que no, ni siquiera le pudo argumentar algo para quedarse. Por la forma de la conversación, así fue “Hola Tere, Coco y yo nos vamos a ir, bueno listo, chau”. Cortó el teléfono y me dijo “Me voy a ir con ellos, me van a venir a buscar”. “E´á, me dijiste que no te ibas a ir”, le dije.
Yo seguí trabajando, y a las diez y media le vinieron a buscar. Yo había salido en ese momento porque vino otro amigo mío a pedirme algo y nos fuimos a la casa de otro ingeniero, Rubén del Puerto, hablamos un rato, y cuando volví, Estela ya se había ido, ya le vinieron a buscar. Ahí hay un guardia, afuera de casa, y estaba el guardia, como todos los domingos, y yo le pregunté después y me dijo que vinieron a buscarle una señora de pelo rubio con otra chica y una nenita atrás. O sea que evidentemente se fueron Teresa, Adriana – la hija mayor – y Gaby que es la hija menor. Y no sé, ahí ya es todo especulación. Yo creo que Rubén estaba esperándoles en su casa. Lo que pasa es que los domingos, los hijos de Rubén, que viven con ellos, duermen hasta tarde. Imagináte, a las dos fue el programa, ni sabían que nosotros íbamos a irnos porque ellos no se iban con nosotros. Teresa, como no quería irse sola, le habrá invitado a su hija mayor que vive en otra casa, y le pasaron a buscar, ni la empleada tenía el domingo, o sea que nadie sabía por dónde se iban a ir, ni qué iban a hacer, yo no sé, solamente ellas.
Yo me quedé ahí en casa, estaba trabajando. A las doce menos veinte me llama mi madre y me dice “¿Y Rodrigo?” – empieza por el que más le interesa a ella, por mi hijo menor – “Está durmiendo, acá está”. “¿Y Mónica?”, “Está en San Bernardino con Guille”. “¿Y Estelita?” “Y estará en su casa, mamá”. “¿Está bien?” “Sí, está bien”, le dije. “¿Y Estela?”, “Se fue al río con Rubén” le dije (esa parte tengo un poco confusa). “¿Y no escuchaste lo que pasa en el Ycuá Bolaños?”, “No, ¿qué pasa?” le digo. “Y hay un desastre, parece que un incendio, prendé un poco la radio, la tele”.
Yo prendo la tele, en canal 13 creo estaba Arturo Rubín, un programa de deportes, en canal 9 estaba dando una película, no sé cuál, y el único que estaba con las primeras noticias, pero sin imágenes, Oscar Acosta de Telefuturo. Apagué nomás otra vez la tele, me subí otra vez arriba, prendí la radio y empecé a escuchar.
Efectivamente, estaban dando las primeras noticias del incendio, no se sabía nada de lo que realmente ocurría adentro, sí había mucho desorden fuera, ya había mucha gente, empezó a haber aglomeración en el tránsito y empezaban a lanzar mensaje de que la gente no se aproxime mucho porque había peligro de explosión. Entonces yo apagué la radio, me fui, le desperté a mi hijo, le di un poco de plata, le dije “Llévale esta plata a tu abuela y andá quedáte con ella, porque capaz que ella se vaya a querer mirar o qué”. Y se fue mi hijo, yo tenía solamente el auto, no tenía la camioneta, me quedé a pata, solo, mi teléfono no tiene salida a celular, estaba sin carga (el celular). Lo que quería luego era aislarme, quería terminar mi trabajo, ¿para qué me iba a quedar, cambiar la ida en el barco para escuchar noticias de un incendio del que yo no sabía las consecuencias? Qué me iba a imaginar, si para mí, ellos estaban en el río...
Entonces apagué la radio y seguí trabajando. Yo cuando le dije (a mi esposa) “Che, me dijiste que te ibas a ir, y ahora te vas”, el motivo era que no me quería quedar solo, y aparte que no sé prender la cocina, por ejemplo, y sabía que a la hora de almorzar me las iba a tener que arreglar, iba a perder tiempo y compañía, tal es así que ella me dijo “Te dejo ahí milanesas y una ensalada de papas”, me bajé, para no ensuciar un plato, para no sacar un cuchillo, una cuchara, un tenedor, con la mano agarré una milanesa, dos galletitas, jugo de naranja y eso fue todo lo que comí y tomé esa siesta.
A las tres y media me llama Juan Carlos Casco – se llama un amigo en común, que estuvo también en la cena la noche anterior – me dice “¿Qué sabés de Rubén?”, “Está en el río”. “No, no está en el río”, me dice. “¿Cómo que no?”. “Dani – el hijo menor de Rubén – le está buscando desesperadamente porque parece que estaba en el Ycuá Bolaños”. Yo le dije “Dejáte de macanear, Estela está con ellos... por Dios”... y ahí empezamos la búsqueda.
Priorizamos todos los hospitales, sanatorios, donde podían estar heridos y N.N., porque a las cuatro y cuarto cuando nosotros nos dispusimos a salir en la búsqueda ya nos enteramos de que a Rubén ya lo habían identificado, él murió calcinado, totalmente, se le reconoció por el reloj. Pero, el resto no aparecía. Y sí estaba confirmadísimo que el auto estaba en el estacionamiento, estaba intacto, prácticamente, sucio un poco, pero no había tenido daños. Entre los cinco se fueron: Rubén, Teresa, Adriana que es la hija mayor (divorciada, con una nena) y Gaby, que tenía 14 años... ahora va a cumplir 15, todos somos de febrero. Teresa era del 11 de febrero. Y bueno, seguimos la búsqueda revisando cuerpos por la morgue, por todos lados, el único lugar en donde yo no había entrado cuando comencé fue en el Tropi[10], porque allá iban los fallecidos ya... entonces como nosotros priorizamos a víctimas vivas, recorrimos por todos lados, pero a las nueve de la noche ya nos enteramos de que le habían encontrado a Teresa y a Gaby en el 4 de mayo. Entonces yo le llamé a mi hija, ella estaba allí, y hablé con Dani, y me dice “Mire, señor, acá, de los que pueden ser identificados, yo estoy seguro que no está, pero hay muchos cadáveres que es imposible, hay restos, no hay forma”. Entonces le dije yo “Bueno, vamos al Tropi”, me fui, entré yo a recorrer otra vez, muchísimos estaban todavía allí, y no estaba, a pesar de que tenía dudas porque habían muchas personas que era muy difícil de decir si era o no.
En fin, cuando salía de ahí me dice el oficial que me había acompañado “Hay más cuerpos”, “¿Y dónde?” le digo, “Y en el estacionamiento abierto del súper. ¿Va a ir?”, “Y claro”, le dije. Había sido que mi hija Mónica ya había organizado también un equipo y ellos ya le habían encontrado a Estela. Sólo que nosotros no estábamos coincidiendo, no nos estábamos comunicando. Tal es así que todita la familia, prácticamente, coincidimos a la misma hora en ese lugar. Estaba una fila, quince y quince (cuerpos), yo empecé de acá, me iba así, cuando llegué allá y estaba empezando por acá, ya le escuché a mi hija, ya estaban gritando y llorando. Había sido que estaba primerita (en la otra fila).
Ella no se quemó mucho, se quemó la mano, la oreja un poco, tenía una herida fuerte en la espalda y un golpe bastante fuerte en el rostro, lado derecho. No intactas porque estaban sucias, pero no estaban quemadas ni su sudadera – porque hacía frío y además se iban al barco – tenía un vaquero y tenía una media blanca bien gruesa. La media estaba sucia nada más, pero intacta. Ya no tenía su champión. Era nuevito, se acababa de comprar. No tengo dudas de que le quitaron, le comieron. Yo le retiré a las diez y media de la noche. Yo había comprado un tiempo atrás cuatro celulares porque se vendían en pareja y era más barato, una promoción allá en la casa que está en Eusebio Ayala. Compré y uno le di a ella – igualito a este – y los otros dos les di a mis hijos. Ella en su cartera tenía el celular, ella siempre usaba una alianza como esta y un anillo con 16 brillantes, chico, pero tiene su valor.
Tenía el par de aros que hacía juego con eso, el mismo diseño, y después tenía unas pulseras que no me acuerdo bien, tenía lindas pulseras, caras, tenía lindo reloj. Tenía una cadena muy linda de plata pura con una estrella que era bastante cara también. Había cobrado el viernes. Tenía plata, por lo bajo tenía dos millones, dos millones y medio. Yo no sé realmente cuánto tenía, pero estaba por ahí. Menos de dos millones, imposible. A las doce de la noche a mi hija le entregaron la cartera, ellos no le dieron enseguida, pero después cuando entregaron la cartera estaba un poco sucia mojada por fuera, adentro estaba intacta. Encima nos entregaron en una bolsa negra con dos carteras, la cartera de ella y una riñonera que no era de ella. En la riñonera estaban los documentos de Estela, selectivo fue. Y en la cartera estaban todos los documentos, papeles, y estaba el sobrecito donde tenía la plata, intacto, pero sin la plata.
Fue una de las veces que yo traté de acercarme a la Fiscalía para hablar con Teresa Sosa, con cualquiera de ellos, para hacer la denuncia. Porque encima, dos semanas después, me llama Mecha Armele[11] y me dice “Encontré el celular de Estelita. Disqué el número y me atendió”, le dije “Hola ¿quién sos vos?”, “Jeny”, “Eh, hola Jeny, ¿dónde estás?”, “Estoy en mi trabajo” dijo, “¿Y dónde mismo era?”, “Y en tal parte” (es muy hábil, rápida es Mecha). La otra le contó todo, antes de que le diga quién era ella ya le cortó y ya se fue. Preguntó por Jeny: “Allá está” le dijeron, “Jeny, hola, ¿tenés tu celular?”, “Y acá está”... “Venga acá, ese es de Estela”. El mismo número, ni cambiaron, nada...”¿Quién te dio?”, “Mi novio me regaló”.
Yo, por salud mental no averigüé hasta hoy día quién es. No sé lo que le voy a hacer al tipo. ¿Entendés? Porque tengo otro objetivo más... por eso no quise, no quiero luego saber... ¿vos te podés imaginar? La gente... eso es una cosa que no tiene nombre... Para más fue una rapiña organizada y selectiva, porque no llevaron la cartera.
Era plata, celulares, joyas, ese tipo de cosas. Vaya uno a saber qué cosas más hicieron Pero... no sé si me entendés, no me interesó luego hasta hoy en día trato de no pensar en eso porque no sé, lo que sí digo, y eso le digo a cualquiera, bien claro (y ahí salgo a ser grosero, esta vuelta no voy a ser porque estás grabando), ¿vos te creés que yo voy a confiar en lo que diga uno de esos policías que estaban allí? ¿Te parece que yo puedo confiar en ellos? Negativo. Una sola palabra de lo que ellos digan no voy a creer: dudo. En fin, esa es mi posición. En el peritaje de Martínez me pasa por el... se puede meter donde mejor le entre. Más todavía hoy día, después de las declaraciones del fiscal Sánchez, y el reconocimiento del fiscal general del Estado, que el 2 de agosto ya tenía la denuncia de Edgar Sánchez, de que el comisario Juan Pereira obstruyó la investigación de la Fiscalía, induciéndoles a los guardias a no contar la verdad. Imagínate vos. Había sido que Juan Pereira es socio de la compañía Prevención.
Cada palabra de Blas Cristaldo me hace pensar. Como dice la canción de Pimpinela: “Todos tenemos alguien a quien amar... el amor no se puede olvidar”. Todos tenemos esa historia de amor, con sus idas y venidas, con sus vueltas, altos y bajos. Pero cuando ese ser querido se va de este mundo el dolor es tan inmenso, que sólo de pensar en él, nuestros corazones se oprimen.
Una mañana cualquiera, un domingo cualquiera, pienso, puede ser la última vez que veamos a ese ser querido con vida. Ese es el drama del ser humano, lo aprendimos en el colegio cuando estudiábamos Filosofía: el ser humano sabe que va a morir y sufre por ello. Y cuánto nos duele el pensar que nuestros seres queridos se van a ir, en cualquier momento. Pero la muerte natural es mucho más aceptada que la que es brutal. Lo decía el doctor Maciel en la entrevista cuando hablábamos de la muerte... Para Blas Cristaldo, su último diálogo con su esposa fue sobre la comida, cosas del día a día. Y nosotros, no sabemos cuál será el último diálogo con el ser querido.
¡Cuántas historias de amor se truncaron el fatídico 1 de agosto! Cientos de historias, como las de Mariana, Blas, Berzabé (de la cual sabré más después), Nelson (quien a continuación me relata su historia)... y tantas otras. La última vez con nuestros seres queridos, la impotencia de perderlos brutalmente, el dolor de la muerte inesperada...
Una vez más (quizás ya lo hemos oído mil veces), pero es importante recordar siempre cuán buenos y amorosos debemos ser con las personas a las que amamos. Ojalá nunca una discusión fuerte sea el último diálogo con nuestros seres queridos, con esos seres que más apegados están a nosotros. Ojalá nunca nos despidamos de mala manera de aquella persona cuya muerte repentina nos haría muy infelices. Nuestro país, y el mundo, necesitan de nuestra parte cariño y compasión hacia todos los seres vivos que nos rodean... a pesar de tantos problemas y conflictos, a pesar de tantas desgracias y miserias.
Llega Nelson Astigarraga, nos saluda, Blas Cristaldo le explica que yo estoy investigando, recopilando historias sobre el caso Ycuá Bolaños. También hay dolor en su mirada. Empieza a contarnos su pena.
ENTREVISTA AL ING. NELSON ASTIGARRAGA, QUIEN PERDIÓ A SU ESPOSA, HIJO Y SOBRINA.
Nelson relata:
El domingo estábamos escuchando música, tomando tereré, preparando el asadito en casa. De repente, a mí se me antojó, “Vamos al Ycuá”. Como todos los domingos. Los sábados o los domingos, eso era religioso, nosotros teníamos que irnos al Ycuá, ya sea para comprar cualquier cosa, pero la idea era estar juntos, salir juntos, y un momento de esparcimiento, ¡como todo el mundo! ¡Como todo el mundo! El Ycuá Bolaños era un lugar de esparcimiento, era un lugar familiar, me quedaba cerca. A mi esposa pues le encantaba recorrer, mirar, comprar las cosas que necesitaba, mirá, era algo tan, tan familiar. Y ese día no fue la excepción, nos fuimos, y llegamos justamente en el momento en que sucedió la catástrofe. Ellos (su esposa e hijo) se fueron como para traer los carritos, las cosas, qué sé yo, y justo mamá me dijo “Comprá pues unos choricitos también”, “Sí, no hay problema” le dije. Mi mamá se quedó (en casa), inclusive pensaba venir, imagináte: si es que venía, nosotros tendríamos que haber esperado por lo menos cinco minutos para que se prepare, eso era suficiente para que nosotros no entremos, esos cinco minutos eran suficientes para que no entremos... pero... todo fue cronológicamente exacto como para que suceda.
Entro yo en el súper, me subo en la rampa, y ellos se van derecho, “Voy a quitar el número para los chorizos”, digo yo, yo estaba solo y los tres, mi sobrina, mi señora y mi hijito se fueron como para el carrito. Mi hija no estaba. Yo me voy para traer. Al irme ya veo que el techo se cae. O sea, primero escucho un ruido, como si fuese un chorro, parecía un chorro de un avión que está por despegar. Un ruidazo. Parecía el gas que se estaba escapando. De repente veo que se cae el techo, y viene cayendo, pero eso en cuestión de segundos. Lo único que atino a correr hacia donde ellos están, como todo el mundo, buscando la salida y todas esas cosas, veo que hay un montón de gente, se volcaron en la salida, y segundos nada más,... antes de que suceda todo eso lo que me acuerdo que se me pasó era eso del efecto de la “tormenta”. Eso fue lo último que vi, después todo se vino abajo, oscuridad total, esperando la muerte. Lo único que me quemé fue cuando me agarré de un pasamanos.
Lo único que pensaba era “Acá termina todo”. Ahí uno... piensa muchas cosas, uno escuchando el griterío, inentendible era, una cosa desesperante, lleno de gente, pilas de gente, cerca de la puerta. Y me quedé ahí esperando, que pase lo que pase, y gritando yo “¡Qué carajo lo que pasa acá!”, gritaba, escuchaba miles de cosas. Y habrán pasado como diez minutos, esperando ahí... yo, lo único que estaba esperando era la muerte. Y pensé muchas cosas, qué pucha, hoy domingo justo, y pensé “Mirá un poco, para más, difícil va a ser que nos encuentren”, porque yo pensé que toda la estructura se cayó, “Ahora tienen que venir los bomberos”, y decía “Lo único que quiero es morir rápido para que no me quede a sufrir acá”. Entregado.
Hasta que al final veo un clarito, parecía en sueños, entre el humo el clarito. “Voy a intentar” dije, y no podía. Intenté, y no podía “Estoy trancado”, pensé. Pero después dije “Qué carajo me calienta, mi champión nomás está trancado”. Quité mi champión y liberé mis dos pies, me quedé descalzo, no sé de quién me agarré, del hombro, nadie decía nada, y bueno, agarré y me subí encima de alguien, por lo visto, le pisé, ya nadie decía nada, me agarré de la rampa, del pasamanos y me quemé, pero ni me di cuenta, lo que sí que ahí me subí, semi agachado pasé la escalera, y ahí yo – eso está en los recortes de diarios – presencié y en la confusión pensé “A la pucha, qué muchos maniquíes”, después uno vuelve a la realidad: qué maniquíes, ¡estas son gentes carbonizadas! Que quedaron ahí. Después me bajé en la rampa, lleno de fuego, puertas cerradas, me di la vuelta como para volver, me iba a subir otra vez, y vi debajo de la escalera el boquete que hizo la gente, Guillén me dijo que fue uno de los primeros que hizo el boquete, y eso le recriminó el Paiva, le dijo “¡Qué lo que estás haciendo, estás rompiendo todo mi supermercado!” le dijo. Y si no hacía eso, no iba a salvar gente, imagináte, yo por ahí salí.
Y el vidrio ese que se cayó ahí, yo descalzo, por supuesto que pisé todo el vidrio y no me di cuenta, y yo lo primero que grité al guardia – no tenía voz, tragué todo el humo – le gritaba “¡Por favor, por favor, por favor!” para que le salven a mi gente, por la desesperación, la gente me tiró en la ambulancia, y yo gritando en la ambulancia, y me ponían calmantes y no sé qué diablos, yo estaba conciente. Pero en el fondo yo sabía que era imposible que se salve mi gente, era imposible. Eran criaturas, y yo pedía por favor socorro, “Sí, sí, no te vayas a preocupar” me decían, pero lo que sí que ahí llegué en Hospital del Quemado, me cortaron todo (la ropa) y yo decía “¡No me pasó nada!”, me rompieron toda la ropa, lo que sí en un ratito me desnudaron y vieron que no tenía nada, lo único que tenía en la palma del pie porque había pisado el piso incandescente, y las dos manos, esta es la que más me quemé porque con esta yo me agarré fuerte.
Por las secuelas del humo me quedé quince días internado. Al final, salí entero. Yo tengo 42 años y mi señora tenía 33. Mi hijo, un año tres meses. Mi sobrina, 19 años.
Primero me viene a la cabeza que, con todo respeto, objetivamente hablando, si es cierto que eso gritó Daniel Paiva (que le estaban rompiendo el supermercado), este hombre debe estar realmente mal sicológicamente. O demasiado obnubilado por el dinero, que es también estar mal de la cabeza.
Y pienso. Mientras desgrabo, lo escucho varias veces: Nelson dice, con respecto a ir a pasear los domingos en familia, que lo hacían “¡como todo el mundo!”. Parece como si quisiera aclararnos que él no tenía la mala intención de que tal desgracia sucediera. Y claro que no... ¡Claro que “todo el mundo” tiene derecho a pasear, a vivir en paz – como clama Mariana –! Nelson, una buenísima persona, quería pasar un día en familia, un descanso, una dispersión. Y además, se vio muerto varias veces. Su instinto de supervivencia lo empujó y pudo salir... por el boquete, no por la puerta. Él no se quemó. Su desesperación estaba en encontrar a sus familiares... es demasiado triste lo que le sucedió a Nelson, de pronto me dan ganas de llorar. Tanto dolor no es posible provocarle a un ser humano. Ponerlo cerca de la muerte, casi asfixiarlo, luego, cuando logra escapar, llevarlo en una ambulancia con tranquilizantes: su esposa, hijo y sobrina habían quedado atrás, adentro de ese supermercado...
Dolor, dolor, sólo dolor. Eso es lo que significa el 1 de agosto. Y no es posible que nos estemos olvidando – o negando – esta realidad. Lo único que puedo decir es, aunque sea, imaginemos vivir eso que nos contó Nelson, para que eso nos dé fuerzas y nos permita exigir a las autoridades que nos garanticen seguridad.
9. OPINA JOSÉ LUIS SIMÓN: NUEVOS ENFOQUES AMPLÍAN MI VISIÓN SOBRE EL TEMA
Yo conocía a José Luis Simón por haberlo visto varias veces por los pasillos de la facultad, nos saludamos un par de veces, y siempre lo escucho en “La vereda de enfrente”, el espacio en Radio Cáritas que él conduce. Como sé que él es sumamente objetivo y posee una visión muy realista sobre todo lo que ocurre en nuestro país, recurrí a él para me cuente su visión sobre el tema, en realidad, sobre varios temas sobre los cuales gira el tema Ycuá Bolaños.
ENTREVISTA AL SOCIÓLOGO JOSÉ LUIS SIMÓN, VIERNES 4 DE FEBRERO DE 2005, 17:00 HS.
Usted es sociólogo, ¿y es abogado?
Estoy por serlo.
¿Y periodista?
No, nunca estudié Periodismo. Lo practiqué, empecé en la época de la dictadura, entonces era periodismo clandestino, y bueno, después estando en el exilio, una de las actividades que hice para poder seguir sobreviviendo honradamente y continuar mis estudios, y terminarlos, fue dedicarme al Periodismo. Por otra parte, no tengo la formación formal de periodista, pero leo mucho de periodismo, aparte de practicarlo en los tres grandes lenguajes del periodismo, porque hice televisión, estuve haciendo radio, hice prensa escrita, o sea que estoy realmente con mucha experiencia en eso, y aparte, me paso investigando, leyendo, de hecho ahora estoy trabajando en una investigación que crece un poquito cada día y está muy extensa, pero todavía no puedo terminarla, sobre la prensa como poder fáctico, que es para la (Universidad) Católica. Y por otra parte, soy profesor en varias escuelas de Periodismo. Esa es mi actividad, mi relación con el Periodismo.
Yo, cuando me llamaste hoy, sobre el tema Ycuá Bolaños, lo primero que asocié fue con la República Cromañón. Y por qué, voy a decirlo, por lo siguiente: obviamente, me duele esta tragedia. Y me duele más la tragedia porque es una tragedia que pudo ser evitada. Hay muchas tragedias que pudieron ser evitadas y que no tuvieron la magnitud numérica de Ycuá Bolaños, y que por eso pasaron desapercibidas, me acuerdo el caso de tres internas del Buen Pastor que, drogadas por las autoridades del Buen Pastor, las metieron en el calabozo, una de ellas aparentemente se quedó con el cigarrillo prendido en esas colchonetas de goma espuma, y empezó a arder eso. Y como estaban drogadas – porque era la forma de mantenerlas quietas – y era fin de semana, cuando finalmente empezaron a darse cuenta de que se estaban quemando, ya era tarde y cuando llegaron a abrir la puerta, las tres estaban con quemaduras de arriba de 90%, y de tercer grado. Conozco bien el caso porque en esa época yo estaba como director general de Multimedia, y lo cubrimos muchísimo, increíblemente las organizaciones de derechos Humanos no se ocuparon, las organizaciones de mujeres tampoco, y en ese momento fue mi novia quien, desde el punto de vista legal, agitó mucho el tema, y muchas periodistas mujeres del diario Hoy y Radio Uno. Fuimos los únicos en ocuparnos del caso. Dos de las mujeres murieron, y una tercera quedó viva, totalmente desfigurada, y hasta ahora sigue luchando por sobrevivir, luchando honradamente porque dejó de ser drogadicta, dejó de ser una mujer de la calle, está estudiando, ella dice “Quiero ser abogada alguna vez para poder defender a mi gente”.
¿Por qué menciono esto? Porque hay tragedias desconocidas. Esta, porque fue tan pública, entonces ya no se pudo tapar. Vivimos llenos, con muchísimas tragedias ocultas, lo cual las vuelve más trágicas todavía, porque hay gente que no tiene la posibilidad de que un medio le venga a entrevistar, y a preguntar cómo se siente, “Mire, qué tragedia, qué locura, pero qué bandidos, que esto, que aquello...”, y sin ningún recurso no pueden contratar un abogado, etcétera, etcétera. No pueden pagarse el pasaje para ir a un sitio.
Por qué mencioné lo de Cromañón, por lo siguiente: porque seguí muy de cerca este tema de Ycuá Bolaños y respetando el dolor que los sobrevivientes y quienes fueron víctimas directas y también sobrevivieron con terribles heridas y discapacidades, no tengo la menor duda que la primera responsabilidad es del Estado. La primera responsabilidad es del Estado, porque el Estado debe garantizar la seguridad pública. Aunque se trate de una empresa privada, ahí hay público y entonces hay una dimensión privada de responsabilidad, y una dimensión pública. Por ejemplo, en Ycuá Bolaños no se cumplía la Ley sanitaria de la Nación, el Código sanitario, que ya de por sí es una violación de la ley, y los fiscales nunca se dieron cuenta de eso. Por otra parte, también, la justicia, a través de la Fiscalía tenía, tiene entre sus obligaciones la prevención de los delitos, eso está en la Ley Orgánica del Ministerio Público, entonces, los fiscales tendrían ya que haber investigado si ese lugar tenía todas las condiciones de seguridad necesarias. Segundo responsable (primero el Estado), luego, la Municipalidad de Asunción. La Municipalidad de Asunción en cuanto a los permisos, en cuanto a los controles, en cuanto a la autorización que se le da a un arquitecto que, evidentemente, no estaba preparado para construir un edificio de esta naturaleza. Tuve oportunidad de espectar por la Televisión Española precisamente a raíz de Ycuá Bolaños, todo lo que hay que tener en cuenta para construir un supermercado en España, es una especialidad. O sea, cualquier arquitecto no puede construir. O un hospital, o un hotel.
Cuando nos íbamos a trotar al (Jardín) Botánico, esa estética del Ycuá Bolaños me parecía lamentable, terrible, nunca quise entrar ahí porque me parecía algo horripilante. Pero aparte, este arquitecto tiene la responsabilidad directa de no saber que en un supermercado, que además tiene un patio de comidas, la chimenea va generando una serie de gases que si no tienen los conductos absolutamente limpios y permanentemente aireados, se va convirtiendo eso en una masa ígnea que termina explotando, pero a una velocidad tan extraordinaria como la de un cohete que sale impulsado para espacio exterior. Esto me lo explicó un señor, el doctor Stanley, que es un especialista en Bromatología, y me contó, entre otras cosas – y al final, todos los estudios demostraron eso – que ahí las chispas iniciales, ya había llegado a un nivel de saturación los gases de la chimenea. Y esos gases tienen una velocidad de circulación, y a aparte una gradación en materia de temperatura que lo derrite todo. Es por eso que los cuerpos quedaron totalmente carbonizados como si fuesen momias. Y aparte la harina tiene un efecto explosivo tremendo, con ciertas circunstancias. Y este doctor Stanley, en mi programa, durante media hora él llamó por teléfono. “Esta es la hipótesis”, dijo, al tercer día. Los especialistas extranjeros que vinieron a investigar acá, llegaron a la misma conclusión un mes después. El arquitecto este es otro responsable. Pero la Municipalidad, que debe fiscalizar, no fiscalizó. Entonces Riera tiene responsabilidad política. Como tiene responsabilidad política el fiscal y el presidente de la República. Sin lugar a dudas. Para mí, en materia oficial.
También hay otra responsabilidad. La responsabilidad de los medios de comunicación que cuando se inauguran lugares como Ycuá Bolaños, yo recuerdo la propaganda en los periódicos, suplementos especiales... “una obra de arte de la arquitectura, la ingeniería”, “un supermercado como los del primer mundo”, etcétera, etcétera, etcétera. Y después estos mismos medios de comunicación se rasgan las vestiduras sobre todas estas cuestiones.
Pero aparte de hay también otro responsable que está siendo olvidado por los mismos interesados. Yo le preguntaría – con todo el respeto que me merecen los familiares de las víctimas, y las víctimas que sobrevivieron con tremendo desmedro para su salud física y mental – si alguna vez, antes de la tragedia, ellos se fueron ahí a protestar. Primer a preguntar, si había condiciones de seguridad. Y si no había, a protestar. Y si no le hacían caso, a dejar de irse ahí. Entonces, yo digo, ¿son solamente los Paiva los responsables? ¿Dónde está el quietismo de la gente, que no se tomó el trabajo...? Yo confieso que jamás se me había ocurrido a mí antes hacer ese tipo – a pesar de que en todos los supermercados yo pedía boleta legal, miraba si el producto era vencido, no vencido; en muchos supermercados intentaron impedirme entrar y yo le decía “Perfecto, impídanme la entrada, los voy a querellar”. Muy bien, todo ese tipo de cosas -... hasta ese momento no vi las cuestiones de seguridad. Pero apenas salieron los supermercados, me fui al supermercado Superseis a ver las obras de seguridad. A los quince días. Eran totalmente insuficientes y lo dije públicamente. Y creo que eso ayudó a que continuaran haciendo y las hicieran mucho mejor y yo diría, bastante bien están en este momento. Entonces, la gente como que tira a los demás – el Estado, la Municipalidad, los dueños que sin duda son señores feudales, de horca y cuchillo (estas pobres cajeras que tan golpeadas por la vida estaban que tenían que aceptar la tiranía “¡Hagan la caja antes de salir!” y ahí algunas quedaron atrapadas y carbonizadas, sentadas, o el guardia este que cerró con llave porque recibió la orden del muchachito, el hijo), entonces, son corresponsables, pero también hay una responsabilidad de la sociedad, que nunca se preocupó...
Pero falta educación.
Está bien, pero el hecho de que falte educación no es un argumento. Porque podemos decir “A los Paiva, evidentemente, también les falta educación”, solamente que ellos, no sé por qué razón, tenían tanto dinero Lo que digo yo entonces es que mucha gente que hoy está afectada, si se hubiese llamado Paiva hubiese actuado de la misma manera.
Me preocupa profundamente la falta de autocrítica que hay. ¿Por qué mencioné lo de República Cromañón? Porque en el caso de República de Cromañón también existe el mismo fenómeno. O sea, todo el mundo es culpable, menos los que se fueron a bailar llevando a sus hijos, menores, y poniéndolos en un baño, como si fuera una guardería infantil. Y que además, sabiendo que no tenían que llevar petardos y cosas por el estilo, como había insistido el empresario, lo mismo llevaron. Ellos son responsables.
Entonces, creo yo acá, habiendo un orden de responsabilidades, ese orden de responsabilidades se invierte cuando nosotros, en lugar de ser ciudadanos y ciudadanas, somos meros habitantes de cuarta categoría, de una ciudad que es de décima categoría. Entonces, creo que hay que empezar a decirlo y no tener miedo. Porque el hecho de tener un hijo muerto no te da derecho para que puedas pedir la muerte de uno de los Paiva, porque eso es violar la Constitución. Como se violó la Constitución al haber permitido el funcionamiento de esta máquina de matar. Pero también no sólo el Estado, nosotros también permitimos esto.
Sociológicamente hablando, ¿qué ocurrió el 1 de agosto? ¿Y qué postura tomó usted en aquélla oportunidad?
Lo que ocurrió el 1 de agosto es una manifestación, es otra de las vitrinas de la realidad nacional. Nosotros nos estamos hundiendo en nuestras propias incapacidades. Porque somos nosotros quienes permitimos que quienes debieran ser servidores públicos – yo a todas las autoridades les trato “servidor público Presidente de la República...”, y se enojan conmigo, un diputado se levantó de mi programa y salió cuando le dije “servidor público”, me dijo “Soy un diputado de la nación electo por el pueblo”, le dije “Pero entonces me está dando la razón, no conocés la teoría de la representación”, le dije, “sos un empleado, y como tal empleado, estás hablando con tu soberano”. – Bueno, el 1 de agosto descubrimos que acá la ciudadanía está en manos de facinerosos que nos han expropiado. Yo creo que la mayoría de la gente no se da cuenta de eso, en este momento. No sé si no se da cuenta o no quiere darse cuenta, hay gente que me parece que no quiere darse cuenta, porque tiene la capacidad para darse cuenta de lo que ha pasado.
Ahí vimos algo que me preocupa. Ycuá Bolaños es un panorama posible de lo que puede ser el Paraguay, colectivamente, en poco tiempo. O sea, un gran incendio. Es una metáfora de uno de los caminos del Paraguay, si es que nosotros continuamos así.
Porque todos los elementos se combinan: irresponsabilidad, corrupción, y la gente, que no actúa.
Así mismo es. Entonces, esa es una preocupación mía. Si hasta robaron, bomberos y policías, todas las cosas... yo estoy seguro que hasta debe haber habido, ¿por qué no habrán habido parientes que intentaron hacer lo mismo?
Una persona me contó que a su esposa le robaron no sólo el dinero y el celular, sino que hasta los championes.
Ahí ya no puede ser solamente la policía y solamente los bomberos. Hay una larga cadena: hay camilleros, hay gente... por eso digo, todo esto es una parábola del Paraguay. Es una vitrina hacia donde nos encaminamos, con este otro desgobierno que continúa con el desgobierno anterior. Y lo que hice en esos días fue, básicamente, desde el rol de la comunicación, tratar de hacer el análisis de esto, pensar en estas cosas, reflexionar cómo debía, por ejemplo: yo era partidario de que Ycuá Bolaños no se cerrara, que se hiciera ahí un monumento a las víctimas, pero justamente como conozco la realidad de nuestro país, estaba seguro que, pasado el momento caliente de esta crisis, las autoridades y la sociedad se olvidarían de las víctimas, entonces, había que generar fuentes de trabajo, y que eso quedara en manos de una asociación de víctimas, como una fundación, un fideicomiso, y entonces dar recursos con las condiciones... y en lugar de llamarse “Ycuá Bolaños”, llamarse “Supermercado los mártires de Ycuá Bolaños”, o lo que sea, y diría yo que hasta le gente podría ir ahí a comprar para ayudarles y dar empleo a un montón de gente que hoy día está sin empleo, y que perdió a su sustento.
El emocionalismo típico de nuestra cultura paraguaya de la intolerancia, hace que quieran destruir, y hay algunos sacerdotes que ayudan en eso, y entonces ¿qué sentido tiene destruir eso, si con eso vamos a lograr realmente algo productivo?
Punto uno, una persona me ha dicho que con la llegada del Ycuá Bolaños a Trinidad, quebró otro supermercado “de barrio”, segundo, algunos jóvenes tenían como primer empleo el Ycuá Bolaños y murieron a los pocos días de entrar ahí, en el incendio, tercero, según Nissen, los Paiva siguen ganando dinero con las otras sucursales, y cuarto, en una reunión comentaron que a los empleados sobrevivientes se les ofreció un millón al mes por 30 meses, a cambio de silencio.
Bueno, pero eso es porque la gente de la tragedia del Ycuá Bolaños está actuando conforme a su necesidad y a su preocupación particular. Yo promoví mucho la cuestión de que no se cerrara, incluso que se abrieran los otros Ycuá Bolaños, una vez que se hubieran solucionado los problemas de seguridad, y que se tomasen también en cuenta las cuestiones laborales, todo ese tipo de cosas. Hasta ahora hay tiempo de convertir, ¿qué sentido tendría hacer ahí un monumento permanente, una plaza de recordación? Que se haga el monumento, que ya está, creo que, pero podría ser una fuente de trabajo, y que sea exactamente lo contrario del Ycuá Bolaños de antes. Que sea el ejemplo, en todo sentido: de trabajo, de seguridad, de atención al público, de calidad de productos, y también de generación de ganancias para mantener a tanta gente que ha quedado sin padres, siendo niños, o padres que quedaron sin sus hijos que eran los que los mantenían, y todo este tipo de cosas. Entonces, ahí, lamentablemente veo otra manifestación de la precariedad con la que nos movemos nosotros. Y como de costumbre, ninguno de los responsables quiere asumir que tenga alguna cuota de responsabilidad, de mayor a menor. Esa es la interpretación que hago.
Y sociológicamente, retrata muy bien la falta de institucionalidad en nuestro país, la carencia de ciudadanía, la ausencia de organizaciones capaces de contrapesar los poderes fácticos del dinero, de la politiquería, la terrible situación de la falta de justicia que vive el Paraguay. Los medios de comunicación que están interesados, hoy día han callado Ycuá Bolaños porque la red de supermercados es una de las redes principales entre los anunciantes, por eso se callan, en este momento, cuando debieran estar investigando, y darle el seguimiento para que esto termine... aparte de la tremenda matanza que hubo, la gran injusticia de darles la pena mínima, de tal forma que inmediatamente, dada la sentencia, se pueda pedir la excarcelación de ellos y hacer la prisión domiciliaria, que nunca es una prisión domiciliaria en realidad.
Me dice el abogado Nissen que lo único que está moviendo todo es que la gente se manifieste, se mueva. Aunque también, en la reunión donde yo estuve no hubo tanta gente, teniendo en cuenta que hubo 400 muertos y muchísimos heridos. Como si le gente no tuviera tanta esperanza al reunirse en ningún lado.
Lo que pasa es que también en el caso Ycuá Bolaños faltó un liderazgo como el de este ingeniero argentino, a cuyo hijo secuestraron y mataron, que tuvo un poder de convocatoria muy grande y fue capaz de aglutinar a una gran cantidad de gente. Ausencia de liderazgo, la gran dificultad que tenemos en nuestro país de aceptar liderazgos: apenas aparece un liderazgo, inmediatamente ya es enfrentado por otros. Y los estilos de liderazgo son generalmente de naturaleza autoritaria. Lo que pasa es que también, qué ocurre: dejaron de ser un fenómeno de atención y se convirtieron en un olvido molesto que lentamente se va transformando en una bruma, y dentro de unos años hasta habrá gente que va a decir : “Pero, Ycuá Bolaños, ¿ocurrió o no ocurrió? ¿No fue simplemente una exageración de la prensa?” Eso es lo que pasa. Y mucha gente que es muy pobre no tiene la posibilidad de estar todos los días yendo a tal lado, a tal parte, todo ese tipo de cosas.
Hay suicidios que nunca se conocieron.
También. Ese es otro aspecto vinculado a todo esto. Digamos que hay una estadística oculta de Ycuá Bolaños. Y hay un Ycuá Bolaños en negro, que ojalá tu investigación pueda quitar adelante, y ayudar a esclarecer todos estos aspectos oscuros, porque no puede quedar esto así de esta manera. Lamentablemente, con las instituciones del Estado que tenemos en este momento, con el Poder Judicial que tenemos, con el presidente de la Corte que tenemos, con el jefe del Ejecutivo que tenemos, con el fiscal que tenemos, y con las autoridades del Parlamento que tenemos, yo no veo...
...una justicia probable.
Y claro. Yo no digo que el Ejecutivo tenga que intervenir en esto (intervenir como interviene, a los gritos), pero ya el Procurador de la República tendría que estar revisando el proceso. Y el Ministerio de Justicia también. Son los organismos del Ejecutivo para interesarse en temas judiciales.
Hay una versión de que el Comisario Juan Pereira interfirió en la investigación, se lo denunció, pero que Latorre “olvidó” iniciar la investigación sobre el caso.
No, no es olvido, todo esto forma parte de la misma maquinaria.
Se dijo que este comisario es de la firma Prevención.
No puedo decirlo. Lo único que quiero decir es que también hay un tema que hay que investigar. ¿Cómo puede alguien como Paiva tener una fortuna como la que tiene, en diez años? Para llegar a erigir esos monstruos arquitectónicos, de simple carnicero – muy trabajador, todo el mundo lo conoce a él y a la hermana como muy trabajadores – pero durísimos en materia de dinero.
Se presume que había evasión fiscal.
Ellos en diez años se hicieron multimillonarios. Entonces cabría la posibilidad de preguntarse, ¿no hay lavado de dinero ahí? En ningún medio de comunicación salió una investigación sobre este tema. O sea, investigar la biografía económica de los Paiva. ¿Se puede, en diez años, trabajando honradamente en Paraguay, tener una fortuna multimillonaria? La evasión ya es resultado de la gran cantidad de dinero que tenés.
Entonces ahí viene también otro aspecto de uno de los dos poderes reales del Paraguay, poderes fácticos, que es el poder del dinero, y del dinero negro. Así que eso es lo que te puedo decir, por el momento.
Usted es profesor en el Colegio Superior de Policía. Hay dos puntas sobre las que podemos pensar. Me dice el doctor Maciel que, ¿cómo vamos a exigir a un policía que nos cuide, si le pagamos 900 mil guaraníes al mes? Claro que él va a caer en coimas. A mí me da pena el simple policía que está parado y recibe una miseria.
Ni 900 mil guaraníes. Entonces, todo esto forma parte de una estructura de corrupción, perversamente pensada, para que ellos tengan que corromperse.
¿Pero, de qué le sirve, al que está arriba, que el de abajo pida coima?
Es toda una cadena. Es por eso que muchos jefes policiales no pueden justificar los bienes que tienen. Sus casas, sus vehículos, el estándar de vida que tienen, las joyas que llevan y que exhiben ostentosamente. Recuerdo un comisario que tenía una triple cadena de oro, él solo era una joyería. Recuerdo, alguna vez, pero esto no me ocurrió sólo en la escuela de policía, en muchas instituciones de enseñanza, yo en el Colegio Superior de Policía enseño Ciencias Políticas, y entonces cuando doy la bibliografía dicen “Profesor, demasiados libros, no tenemos dinero, los libros son caros”. Pero esto me ocurre en la Católica, en la Nacional, en cursos de grado y posgrado.
Muchas veces cuando pasa eso yo les pregunto: “¿Tienen vehículo ustedes?”, “Sí, tenemos”, “Vamos a ver los vehículos que tienen. ¿De quién es aquel Mercedes Benz último modelo?”, “Mío, profesor”, “¿De quién es aquel 4x4, con cristales totalmente oscurecidos?”, “Mío, profesor”... “Entonces, ¿tienen estos vehículos pero no tienen dinero para comprar libros?”. Hay una cuestión de valores. Yo creo que la Policía y los militares, en contra de lo que mucha gente cree, no está bien paga. Los parlamentarios se han convertido en una élite. Los jefes de la “Justicia Electoral” también. Los ministros de la Corte Suprema de Justicia y los camaristas y los fiscales. No por los sueldos que tengan. En el caso de los parlamentarios son los únicos que tienen sueldos ostentosamente altos, más viáticos y diversos conceptos – remuneración encubierta, en definitiva – que les permite llegar a 14, 15 millones de guaraníes mensuales, cuando que en su inmensa mayoría, en sus actividades normales no ganarían un millón y medio de guaraníes al mes. Y aparte no nos olvidemos que todo eso genera un tráfico de influencias muy grande. Con esto yo no justifico esto, pero es un elemento a tener en cuenta y tiene razón Maciel porque no podés, por ejemplo, un médico del Hospital de Clínicas que gana un millón doscientos mil guaraníes, o un millón ochocientos mil guaraníes, ¿le vas a exigir a él que esté al tanto de las últimas técnicas quirúrgicas? Ese es el problema.
O la cuestión de la docencia. Desde el punto de vista económico es denigrante, y en realidad, habría que decir que el magisterio en su amplio sentido, desde la Primaria hasta los cursos de posgrado, en su inmensa mayoría la gente se dedica a la docencia lo hace no por una cuestión de remuneración, sino por un sentido de responsabilidad, y porque finalmente hay mucha gente que vocacionalmente se siente maestro o maestra, en el verdadero sentido de esa palabra. Y verdaderamente uno tiene que hacer un gran esfuerzo para dedicarse a la docencia, porque en realidad uno subsidia a la institución educativa.
Entonces, aplicá eso al caso de los policías, además, en su inmensa mayoría, los policías provienen de estratos sociales muy bajos. Como durante mucho tiempo se enviaba a la gente al Seminario porque en el Seminario había educación y comida.
Maciel también dijo que es una fantasía esperar que en América Latina el Estado nos va a proteger.
Ahí yo no estoy de acuerdo. El hacer las cosas por nuestra cuenta es una utopía roussoniana, la de la voluntad general, la del autogobierno. No existe esa posibilidad. Yo me niego a creer que el Paraguay sea incapaz de evolucionar hacia un Estado de derecho democrático y hacia una sociedad abierta. Y en la medida de mis posibilidades, diariamente, lucho por eso. Porque, lo contrario es pensar que ya vamos a tener que salir todos armados y hacer justicia por propias manos.
Entiendo su escepticismo, porque lo conozco, y sé que si estuviera acá y escuchara esto diría “Bueno, claro, desde ese punto de vista sí estoy de acuerdo”, pero creo que sí en el corto plazo todavía tenemos muchísimo trabajo por hacer. Pero por eso mismo es que hay que hacer. Y a mí mucha gente me pregunta: “Decíme, ¿quién te protege a vos?”, “¿Por qué?”, “Por todas las cosas que decís”, “Y nadie”, les digo. Mucha gente no me cree. Para algunos, me protege la embajada americana, para otros, me protege el Vaticano, para otros me protege no sé quién. Pero no pueden imaginarse que haya gente que sea capaz realmente de decir aquello que es necesario decir, equivocada o acertadamente, pero con honestidad, para ponernos a pensar sobre estos temas. Porque si la gente no se pone a pensar es imposible llegar a ese Estado que necesitamos.
Estamos en la pavada absoluta.
Bueno, pero mi experiencia demuestra, porque te habrás dado cuenta que en “La vereda de enfrente” casi nunca, salvo pocas excepciones, son personalidades invitadas para entrevistas. En realidad, normalmente el programa son comentarios, análisis y que la gente hable. Bueno, tenemos un nivel de audiencia, de gente de la calle, la mayoría silenciosa, que tiene un análisis que es verdaderamente portentoso. De repente te llama una abuela y te hace un análisis político que no te lo hace el senador Morínigo. Estoy hablando uno de los pocos senadores intelectuales que hay en el Senado, en el Parlamento.
Entonces, ¿qué quiere decir esto? Hay reservas morales, lo que pasa es que no tenemos ni la organización, ni el liderazgo que la gente realmente necesita. Entonces la gente está desperdigada.
Maciel dice: Llámenme, mi teléfono es tal. Y nadie le llama para la comisión de padres.
Lo que pasa también es que hay que entender una cosa, yo muchas veces digo “Caramba digo, ni siquiera una llamada” y le digo al operador “Llamá vos” y tomo a la broma. Y digo “Claro, todo el mundo le está viendo a Humberto Rubín, me están metiendo los cuernos, está bien, tienen derecho a hacerlo”, y empiezan las llamadas. O sea, falta una conexión. Yo lo conozco a Maciel, le falta todavía tiempo para ser conocido dentro de este medio. Y ser conocido implica que le gente confíe en vos. Y aparte el estigma de hablar con un siquiatra. La gente puede no llamarlo por el temor de que digan que está loca. Por ese tema. Todas estas cosas son reales. Una vez me comentó estas cosas y no le quise decir nada, para no desanimarlo, y como yo también estoy haciendo esto, podría él pensar que a lo mejor yo quiero... Pero tal vez debiera decirle, para que no se sienta mal: el tema es tenés que ir pagando tu derecho de piso. Yo tengo... mi primera actividad periodística la empecé a los doce años. Tengo 52 años. 40 años hace que estoy zumbando en el oído, primero de la dictadura, y ahora, no de la democracia, porque esto no es democracia, sino del pos stronismo. Entonces hay algunas diferencias. Y finalmente la gente te va midiendo por todas las pruebas que vas teniendo en tu vida.
Yo me acuerdo cuando renuncié a Multimedia, Mina Feliciángeli, Víctor Benítez y compañía, el finado Carlos Niz salieron a decir ahí que Pappalardo me había pagado por una entrevista un millón de dólares, y que me iba a dar una radio, y cosas por el estilo. Y una vez me llamaron de una radio, no recuerdo cuál, para preguntarme por qué yo no desmentía eso. Y dije “No, ¿por qué voy a desmentir?”, “Ah, entonces es cierto”, “No, no es cierto, porque yo te pregunto, ¿cómo te consta a vos que la gente cree eso? Aparte no voy a perder tiempo yo en este tipo de guerra desigual, porque ellos tienen una radio, yo tendría que estar escuchando todo el día la radio y todo el día llamando a todas las radios, y tengo que ganarme la vida decentemente”. Entonces, “Te quiero comentar una cosa”, le dije. “Dentro de tres años, volvé a llamarme. Y yo te voy a preguntar ¿dónde está la credibilidad de Víctor Benítez, de Mina Feliciángeli, de qué sé yo, un montón de otra gente? ¿Y dónde está mi credibilidad? El tiempo corre a mi favor. Ellos podrán seguir diciendo lo que quieran en este momento. Lo que no pueden es demostrarlo. Pero la que hoy tiene una radio, que es de Galaverna, y que es de un grupo de personajes facinerosos de la politiquería y que se enriquecieron de una manera sumamente sospechosa, es Mina Feliciángeli, no José Luis Simón.
Hay mucha corrupción el la prensa. Cuando vos ves un periodista que está en una camioneta 4x4, vive en una casa lujosa o de clase media-alta, puede enviar a sus hijos a colegios particulares caros, ese periodista no está trabajando exclusivamente de periodista. Yo no sé, una vez me llamó la productora de Mina Feliciángeli para invitarme a un programa de Mina Feliciángeli, le dije “Cómo no, pero le vas a decir que voy a ir con la condición de que el primer bloque de su programa sea para hablar de la actitud deshonesta que tuvo ella cuando yo renuncié a Multimedia”. Y ahí se acabó.
¿Qué hizo ella?
Nada, se puso del lado de Wasmosy.
Cambiando de tema, sobre el personal que era tan oprimido en Ycuá Bolaños, eso no sucedía sólo ahí... sucede todos los días en todos lados.
Eso te iba a decir. Todo el Paraguay es un inmenso Ycuá Bolaños. En materia laboral. Empezando por el Estado, que no respeta las leyes laborales. El Estado hasta ahora es el principal deudor de Previsión Social. Nunca hizo el aporte del Estado para la seguridad social. O sea que eso te da la pauta entonces de que Ycuá Bolaños fue la fase más expuesta, la punta del iceberg. Por eso te hablo yo de Ycuá Bolaños como una gigantesca metáfora de la destrucción nacional. En última instancia esto significa una profunda crisis de valores. Porque cuando llegás a absolutizar lo material, es que la vida de un ser humano no te importa en absoluto.
Yo digo, cuando releo la entrevista a la señora que perdió a su hijo, que trabajaba doce horas parado, ¿no pueden estos dueños hacer dos turnos, con dos personas? Si va a estar parado, que esté parado seis horas.
Acabás de ver lo que hizo el diputazo – como yo le llamo – Colmán, con esta señora fiscal. No sé si escuchaste es día el programa cuando lo dediqué el tema de Colmán. Y al día siguiente, sus correligionarios de la Comisión Permanente dicen que ellos van a votar en contra del desafuero. Entonces, con eso te estoy diciendo: si Colmán puede proceder de esta manera, y el fiscal huyó, hasta los diputados que estaban ahí no lo detuvieron a Colmán. Y eso se llama delito en flagrante, in fraganti. Cuando hay una situación de esas, si de repente veo que en el patio hay alguien, entró un ladrón y le está apuntando a Tomy[12] para robarle, yo tengo la obligación de tratar de impedir ese robo o ese homicidio, o lo que sea, aunque me cueste la vida. Por eso le dije a la fiscala – respetándola mucho y felicitándola por lo que había hecho – le dije “Mire, nosotros le pagamos a usted para que cumpla con su función. Yo la felicito por todo lo que hizo, pero no para que llore. No para que llore. Los hombres también lloramos, lo que le estoy diciendo, simplemente, que usted todavía tenía que haber... si era necesario morir, usted tenía que morir ahí”. Me dice “Pero yo no quiero ser una Santiago Leguizamón”. Se me perdió lo que tenía que haberle dicho: yo tampoco quiero ser un Santiago Leguizamón. Amo demasiado la vida. Pero más valor le doy a los valores que hemos perdido y que tenemos todavía existentes y que hay que recuperarlos, y lo lamento, pero si hay que cumplir, y si hay que sacrificarse, hay que sacrificarse. No hacer locuras, pero, entre paréntesis la considero fuera de serie a esta mujer. Que también tuvo la gentileza de llamarnos ese día, porque nosotros no la llamamos, ella entró, y fue emocionante cuando le preguntamos “¿Qué vehículo tiene usted?” , “No tengo vehículo”. Eso te da la pauta de que es una persona honrada. No le quise preguntar si tenía casa propia o no porque no quería hacerla sentir mal, pero estoy seguro de que ni casa propia ha de tener.
La gente dice: el neoliberalismo, el capitalismo. Acá no llegó la Revolución Industrial, ¿qué es entonces esa explotación que hay?
No hace falta que llegue la Revolución Industrial para que la parte salvaje del capitalismo haga sentir sus efectos acá. ¿Y cómo hace sentir sus efectos acá? Por ejemplo, a través del Fondo Monetario Internacional, cuando nos obligan a determinadas políticas económicas que son tremendamente fiscalistas, es decir, acrecentar los impuestos, mantener baja la inflación, con lo cual hay que elevar las tasas de interés y el capital se convierte en la mercancía más cara que hay, con lo cual las pequeñas y medianas empresas, y no solamente ellas, los grandes empresarios tampoco pueden invertir. Entonces, por ese lado viene. El año pasado, el Paraguay remesó al exterior 350 millones de dólares en concepto de servicio de la deuda externa, ahí está el costo de eso que se dio en llamar neoliberalismo y que el ministro Borda, antes de ser ministro, era totalmente contrario – y todo su equipo – a ello, yo tengo libros de eso de él sobre ese tema Y aparte, ni siquiera saben que los creadores, los ideólogos de esta corriente llamada neoliberalismo o Consenso de Washington hoy día tienen libros escritos en los cuales critican los excesos que han cometido.
No necesitás ser una potencia industrial para estar pagando el precio de lo que... ¡350 millones de dólares enviados el año pasado en concepto de servicio de la deuda externa! Y nos vamos endeudando más cada día. Porque como recuerda Canese, no solamente es 1950 millones de dólares la deuda externa de Paraguay, sino que son 15 mil millones más: nueve mil por Itaipú y seis mil por Yacyretá. O sea, nosotros estamos debiendo casi 10 mil millones de dólares.
Acá se instala con el tema de servicios, supermercados, porque, ¿qué era Paraguay antes? Un pueblo y sus pequeños negocios, ¿cuándo empezó a llegar esta gente?
Es un proceso que tiene que ver con la modernización. Recuerdo cuando apareció el primer shopping center, un periódico tituló “Ya somos una ciudad del siglo XXI, tenemos un shopping”. Así fue. Llega esa a través de los medios de comunicación. Pero también me estoy refiriendo a la televisión, y a la televisión de cable, me estoy refiriendo también a lo que significa la globalización, la alianza entre el capital financiero y los grandes medios de comunicación del mundo. En Francia, Le Monde, Liberación y Le Point, me parece, los tres grandes diarios de distintas tendencias, Le Monde que es un periódico de izquierda, pero independiente, están siendo comprados por grandes grupos financieros. El fenómeno es un fenómeno mundial, efectivamente. Y eso es muy peligroso porque mata la pluralidad de ideas. Entonces el neoliberalismo, efectivamente, en Paraguay no hay una economía capitalista totalmente, pero sí pagamos parte de los costos de esa economía capitalista mundial en la cual nosotros estamos inmersos.
Todo lo que dijo José Luis Simón fue sumamente enriquecedor. Se tocaron varios aspectos, indirectamente relacionados con el caso, pero muy importantes. Y quedaron más preguntas en el tintero, porque ya n hubo tiempo de continuar. Nuevamente, como en las otras entrevistas, quiero rescatar algunos puntos contundentes:
- Hay muchas tragedias que pasaron desapercibidas. Tragedias ocultas, lo cual las vuelve más trágicas todavía.
- Los medios de comunicación tienen mucha responsabilidad. Ejemplo: cuando publican propagandas, suplementos especiales sobre lugares peligrosos.
- Ycuá Bolaños es una metáfora de uno de los caminos del Paraguay, si continuamos así. “Todo el Paraguay es un inmenso Ycuá Bolaños”.
- Hay reservas morales, o que pasa es que no tenemos organización.
- No hace falta que llegue la Revolución Industrial para que la parte salvaje del capitalismo haga sentir sus efectos acá.
NOTAS
[1] Se refiere a que los fiscales ni siquiera al abogado le mantienen informado.
[2] Se refiere al secuestro de la señorita Cecilia Cubas, que había sucedido el 21 de setiembre de 2004 y quien no había sido liberada aún hasta ese día.
[3] Ex intendente de Asunción, anterior a Riera.
[4] Guardia del supermercado.
[5] Oscar Latorre, fiscal general del Estado.
[6] Fiscala Matilde Moreno.
[7] Abogado defensor de Juan Pío Paiva.
[8] Al intendente Riera.
[9] Verónica Becker, cuyo marido e hija fallecieron en el supermercado.
[10] Tropi club, Discoteca tropical que estaba a metros del supermercado, donde habían colocado muchos cuerpos.
[11] Una amiga.
[12] Se refiere a su colega de trabajo.
10. LA HISTORIA DE BERZABÉ
Por fin había llegado el momento de entrevistar a Berzabé. De aclarar todos aquellos temas de los cuales había hablado en las reuniones: su rabia hacia Enrique Riera, su lucha para conseguir atención y medicamentos gratis para su hija, su voluntad de pelear para que se haga justicia, hasta el final.
ENTREVISTA A MARÍA BERZABÉ MEZA VDA. DE BRIZUELA, QUIEN PERDIÓ A SU ESPOSO, JUAN BRIZUELA. LUNES 7 DE FEBRERO, 16:30 HS.
Berzabé se refiere a su esposo:
El tema es que él este 27 de enero habría cumplido 53 años. Nosotros nos conocimos cuando él era estudiante de Ingeniería, yo estaba terminando el colegio, y bueno, al poco tiempo ya nos casamos, empezamos a tener hijos, tal es que cuando terminó el sexto año de la facultad de Ingeniería terminamos con seis hijos, un hijo cada año. Se recibió él, de padre y también de ingeniero. La parte más afectiva, la parte más es resaltante de la vida de Juan – te voy a contar esto porque es la que más me interesa – de su estudio, que juntos llevamos. Cuando se recibió, lo primero que pensamos es en la tesis, se llevó una tesis muy cara, y muy dura, en hacer los cálculos, tal es que yo tenía ya mis seis hijos, apoyándole siempre, ayudándole y también comprendiendo todos los temas de lo que es su estudio. Casi ya nos veíamos, cuando nos veíamos ya había un hijo de por medio.
El tema está en que él presentó una tesis muy difícil que es “industrialización de la carne”, le llevó casi dos años y medio de preparación, luego fue una de las mejores tesis, sacó 5 sobresaliente, esos son temas muy especiales, en memoria de Juan, una persona muy trabajadora, estudiosa, muy humilde que salió adelante solo, y aparte se unió también con una familia de status medio para arriba, y fue un poco pesado el tema de sobrellevar la carga de la familia muy numerosa con la parte económica que fue también un poco dura en ese entonces.
Él estuvo trabajando como funcionario del Ministerio de Agricultura, él falleció con 34 años de funcionariado. En realidad que todo el tema este de su vida con la nuestra se liga mucho a su estudio. Porque a medida que iba estudiando, íbamos progresando en forma de familia, en forma espiritual, íbamos creciendo, adoptando cada uno la vida que le corresponde. Yo le acompañé y aprendí muchísimo, cuando ya los chicos estaban todos grandes yo empecé a trabajar, venía de mi trabajo y le ayudaba en sus láminas, yo le hacía copia de láminas. Yo trabajaba en el Ministerio, en la parte de Censos y Estadísticas y él en la parte de Construcciones. Después de muchos años yo empecé en Agricultura, él es más antiguo que yo.
Veníamos del Ministerio y nos sentábamos, yo le ayudaba a hacer la copia de los planos, pasaba en limpio los planos en sucio, yo le ayudaba a él. Él es ingeniero industrial y de obra. Trabajaba también en la parte particular, con la ANDE, tercerizado, en extensión de líneas, colocación de transformadores y todo ese tema, la parte industrial. Le acompañé muchísimo, lo que más recuerdo es que le acompañé muchísimo en sus viajes.
Tuvimos nuestras bajas, como toda pareja, nuestras bajas, nuestras peleas, pero el amor siempre nos juntó otra vez, estuvimos viajando en el interior, trabajando en los asentamientos, él haciendo extensión de líneas y yo proyectos para la mujer rural, entonces así, trabajábamos juntos, siempre estábamos juntos, todos los viajes...
Tuvimos una baja muy grande de pareja, después vino la reconciliación, nos fuimos de luna de miel y vino María José que tiene cinco años ahora, es el séptimo hijo que vino de regalo de amor, que realmente nos dimos cuenta que nunca teníamos que haber peleado, que no teníamos que habernos separado. Nos unimos tanto, la beba nos unió más, y nos dimos cuenta que realmente no teníamos que habernos peleado.
Digo más, sirvió para que nos unamos más, cada vez más fuerte, demostraba él... peleaba contra su indio, me mostraba que era bueno. Que él era bueno, trataba de mostrarle a la familia, nos unimos más con Dios. Bueno, él se me fue de mis brazos, salió del seno de su familia, digo de mis brazos salió porque ese día (1 de agosto) estuvimos muy, muy abrazados, muy cariñoso estuvo ese día.
¿Cómo fue ese día?
Él, como todos los domingos – él es el cocinero de la familia – estaba cocinando, a veces hace asado, a veces tallarines, hace la salsa, se levanta tempranito... Vivimos hace seis años en Trinidad, nosotros somos de Sajonia, nos mudamos a Trinidad a nuestra casa propia. Ahí le seguimos criando a los chicos. Él se fue al Ycuá Bolaños como casi todos los domingos, que nos íbamos a misa y de ahí pasábamos al Ycuá, pero esta vez me dijo “Dejáme nomás, yo voy a ir”. Porque él quería traer vino para poder tomar en el almuerzo, porque hacía un tallarín, y “Cuídame la salsa, que nadie me toque”, me dijo. Y bueno, mientras yo estaba preparando la ensalada, me dijo que se iba. Y bueno, yo realmente no creí que se iba, porque le dije que traiga de acá cerca nomás, que no se vaya hasta allá para traer un vino, y me dijo “No, tengo que traerle manzanita a la beba” – porque le había pedido eso, y el vino. Simplemente para una cosa simple y vulgar, y él ya no volvió. Y ese recuerdo tan doloroso queda pendiente.
Una persona que copó tanto la casa, que él administraba la casa, él hacía todo, como me decía “Yo soy acá el que va a ordenar, vos sos la reina”, me decía “Vos te quedás acá, le mirás a los hijos, vas a mandar nomás ahí, no hace falta que estés haciendo”, se plagueaba él. Pero él al final de cuentas hacía todo otra vez. Malcrianza total a los hijos, a mí, por lo tanto le buscamos demasiado... un recuerdo muy lindo, muy bueno, una persona que desde chico trabajó, desde chiquito trabajó, él supo esforzarse, nadie le obligó a estudiar. Él quería salir adelante, y con toda la pobreza de su familia, y de él, él salió adelante, se hizo ingeniero, y formó una gran familia, y dejó buenísimos recuerdos que nosotros no olvidamos, y le buscamos demasiado.
¿Y la familia de él?
La familia de él es numerosa, dos hermanos ya fallecieron, de cáncer, una hermana que vino de Suiza ahora, está enfermita, vino de Suiza para ver dónde lo había enterrado seguramente, porque ya no pudo venir a su velorio, porque no esperó. Ella siguió todo desde que se incendió ella siguió el tema allá, en Suiza, todos los temas ella siguió y sabía todo, cómo se le cerraron las puertas a su hermano, a todos se les cerraron las puertas, especialmente a su hermano, que él se sabía ingeniar si es que había forma de salir. Y no se merece nadie del mundo morir de la forma como murió esta gente. Eso es lo único que puedo decir.
¿Cómo te enteraste de todo? Cristaldo me cuenta que más tarde recién se enteró, cuando le avisan. ¿Escuchaste la radio?
No, no, no. Yo he visto, del balcón de mi casa, me subí. Porque los vecinos decían “Se está incendiando un local, ahí cerca del Ycuá”. Y bueno, entonces yo miré y era el Ycuá, de ahí salía, desde mi balcón ya se veía el humo. Pero yo no me desesperé tanto porque ni me iba a imaginar que estos desgraciados iban a cerrar las puertas. Cuando hay un incendio, lo primero que hace uno es evacuar el lugar.
Y entonces, nosotros pensamos “Bueno, no creo que se haya ido... se fue, no se fue”, estuvimos dudando, por si acaso se vaya, le dije a mi hijo mayor de los varones “Bueno, te vas a ir a buscarle a tu papá. Porque seguro que estará ayudando, y se va accidentar”. Entonces se fue y cuando se apersonó ahí, ya había gente acumulada en las calles. Los policías atajándole a la gente, que no pasen. Entonces él pensó que toda la gente que estaba ahí era la gente que estaba en el súper y que salió ya afuera, y estaban mirando el incendio, nada más. Pero después preguntó qué pasó, cómo fue el incendio, le dijeron “No sabemos nada porque todos están ahí adentro, encerrados”. Y ahí se desesperó él. Y se fue y le atacó al policía, y el policía no le dejó entrar, le agarró uno y le tiró en un costado, y le atajaron todo, una pelea como todos, querían entrar.
Bueno, después ya las hermanas de Juan, que estaban ya ahí, con pelea y pelea entraron hasta el Tropi. Pero ya cerca de la una, las dos de la tarde les dejaron, pero con atropellos y peleas les dejaron entrar hasta el Tropi Club, que estaba ahí al costado, y ahí le buscaron a su hermano, y le encontraron. Y ellos salieron a buscarle a mi hijo, a llamarle para reconocer al papá. Por eso es muy traumático, fue muy traumático para él porque nunca se esperó una cosa así. ¿Y quién cura eso? ¿Quién cura ese trauma? Ver tantos cadáveres tirados y entre ellos, verle a su papá, un cajón grande que él no se olvida, un cajón grande donde solamente había brazos, cabezas, dedos... es traumático, jamás en esta vida nadie se puede imaginar lo traumático que es. Estar ahí, con ese olor a carne quemada era horrible. La gente hasta hace poco no podía comer asado, ni chorizo. Y es un trauma muy grande, normalmente decís “voy a tratar de olvidar”, pero es imposible.
Me decía el siquiatra que hay medicamentos para dormir, pero no para olvidar.
No hay un remedio para olvidar. No hay, no existe. Por eso nosotros decimos “no vamos a olvidar, y no vamos a perdonar” mientras no se haga justicia. De ahí que nosotros nos unimos, yo especialmente, como me dicen “te enterraste con tu muerto”, agosto, setiembre, en octubre me sacaron prácticamente de mi encierro, mi hija mayor me sacó, me dijo “Vamos al grupo donde se están juntando y están protestando para que se haga justicia, están exigiendo, están gritando en las calles para que se haga justicia”, y ahí fue que yo inicié mi lucha con la justicia. Porque no hay otra forma de resarcir este dolor que tengo, si no es buscando justicia a esto que hicieron. Realmente es diabólico lo que hicieron, es muy feo, y ahí empezó mi lucha y creo que va a continuar hasta siempre, hasta lograr, y hasta después de lograr, porque esta justicia que logramos va a ser una parte de la justicia que hace falta en el Paraguay. Luego están muchísimas ramas, lo que nosotros vamos a iniciar.
¿Cómo fue que entraste al Colectivo?
No tenía nombre todavía cuando yo me fui, mi hija estaba haciendo carteles, pintaba los carteles, su primer cartel fue “Somos siete hermanos huérfanos y exigimos justicia”. Ese fue su primer cartel. Luego empezamos a tener “Riera cómplice”, y otros temas más que empezaron a pintar, yo también acompañé a las marchas por las calles, trabajo en los barrios Santa Rosa y los más marginales donde hay mucha gente que estaba porque sus hijos estaban trabajando ahí.
Gente que no tiene ni voz ni voto.
Y no tienen voz ni voto porque realmente nadie hace eco a su pedido, pero nos fuimos hacia el barrio donde la gente, sus hijos trabajaban, llevaban los carritos, que no tenían sueldo, que fallecieron. Y de la propina que da la gente, inclusive con delantal del supermercado, con todo eso, igual no les daban (los dueños) ni cien mil guaraníes mensuales. Y son las gentes que más necesitan ayuda, que más protección... y sin embargo, ellos quieren negociar con los familiares de esas víctimas.
¿Algunos aceptaron el supuesto arreglo de un millón al mes, por 30 meses?
Dicen que, no estamos seguros, no hay una prueba legal. Dicen que algunos hicieron esa cuestión.
Y bueno, el inicio del tema de la lucha es con este grupo, se juntaron amigos y familiares de las víctimas. Amigos, vecinos que se sintieron indignados por esta masacre, esta matanza, muy indignados porque compatriotas murieron ahí. No solamente compatriotas, ¡seres humanos! ¡Seres humanos mataron ahí!
Cada cual con una historia atrás.
Claro, cada uno con su historia atrás, nadie se merece morir así, de esa manera que murieron, a nadie se tuvo por qué encerrar. Nos enteramos de que el Paiva estaba enojadísimo ahí afuera porque le estaban “destruyendo el edificio”, le estaba llamando a su abogado, que le estaban destruyendo su edificio, sin tener en cuenta que se estaban quemando ahí adentro. Eso es gravísimo, eso es diabólico. Esto no tiene perdón, no creo que ni Dios les pueda perdonar, no sabemos, verdad, menos nosotros, que somos seres humanos y somos débiles y somos gente que podemos fallar. Pero tanto así, no.
Se inició este tema, yo empecé con las marchas, y así estuvimos juntos, siempre, en cada manifestación pedimos y exigimos a los fiscales que no están haciendo su trabajo, les pedimos que hagan su trabajo, también nos unimos realmente para poder compartir nuestro dolor, hablar sobre el tema, inclusive pasar unos buenos momentos, realmente es el único grupo que me hace pasar mi dolor, claro que no se puede olvidar, pero por lo menos pasar un buen rato. Hacen bromas, hacen cantos, tenemos una cantante que le pusimos como apodo “Amarillito”, que es la que nos canta canciones, de protesta especialmente, seguimos todo el día y a la vez sacamos conclusiones de nuestro sistema legal, de cómo está, y de ahí ya sacamos qué vamos a hacer, a quién vamos a visitar, cuáles son los familiares para visitar, hacemos panfletos, repartimos, hacemos marchas, hacemos encuentros, todas las manifestaciones, y eso es lo que me da vida. De mi trabajo que yo empiezo a las siete de la mañana hasta las cinco de la tarde que estoy acá en el Ministerio, trabajando, a partir de las cinco, yo de ahí ya me voy a las reuniones, esa es mi vida diaria. De ahí, a las nueve de la noche paso a mi casa, de ahí tengo que ver qué problemas hay en la casa, tengo que ver qué falta, porque soy la única que estoy aportando ahí. Ya quedo yo solamente, la que puede aportar, comprar las necesidades de la casa, cubrir el tema, ni siquiera la mitad estoy cubriendo. Y hoy en día conseguí hacerle trabajar a mi hijo, y a mi hija mayor, para poder ayudar en la solvencia de la casa porque somos muchos y hay cuatro universitarios. También conseguí becas de estudio para María José, la más chiquitita, y para todos, colegio, universidad, estamos consiguiendo becas.
Vos te movilizás mucho, la otra vez en la reunión contaste que conseguiste en el Hospital Militar que le atiendan a tu hijo gratis.
Ella, a las dos semanas de haber fallecido mi marido, ella se enfermó de vómito y diarrea, y le llevamos al Hospital Militar. Primero a un centro de salud, y no tuve buena recepción, ya tengo anotado, en el Ministerio de Salud Pública yo me quejé. No tuve buena recepción del administrador de ahí entonces fuimos al Hospital Militar, me atendieron muy bien, sin problema, ya nomás entramos, le pusieron los sueros, los medicamentos, y luego al día siguiente para hacerle los análisis de urgencia para ver qué bacterias le estaban afectando. Después de dos días yo ya me quedé sin plata. Entonces lo primero que hice fue mandarle una carta a Arístides González que era coordinador del CEN para que me ayude. Me mandó una ayuda de 200 mil guaraníes que no era casi nada en comparación a los problemas que estaba teniendo yo ahí. En eso también se internan mis dos nietos que tengo, de mi hija mayor, dos nietos que están a mi cargo, se enfermaron, también le incluimos dentro del Hospital Militar y empezó el tema de los gastos.
Entonces yo me desesperé y me fui a hablar con el director, me dio todo gratis ahí, le conté mi tema yo, le mostré el acta de defunción (de mi marido), le conté lo de Ycuá Bolaños, me comprendió, me dio gratis estadía y análisis. Ahora, los medicamentos yo me fui a rebuscar, en el Ministerio de Salud Pública, en la parte de Emergencia Nacional, me dieron los medicamentos, me dieron bastante, de sobra y todo. Y también a mis nietos. Porque me movilicé y porque hablé, porque zapateé conseguí.
La señora en aquella reunión tenía miedo de ir a manifestarse por temor a que le quiten sus medicamentos.
Claro. Ella se dejó extorsionar. Le extorsionaron, le manipularon, ella se dejó. Porque no hace falta tener estudios para darse cuenta que le están utilizando, y que tiene derechos. Todo ser humano tiene derechos Y tiene capacidad de entender que tiene derechos, no hace falta decir “Yo no sé mis derechos”, no, tu sentido común te dice que tenés derechos como ser humano y nada más.
¿Ella de dónde retiraba los medicamentos?
La Municipalidad le daba los medicamentos.
¿De le dijo que no se manifiesten en contra de Riera, allí?
Exactamente, es obvio, eso, no hay que ni dudar. Entonces, por supuesto que van a estar manipulados por él, y aparte de eso, mi hija le dijo “Yo me sentiría sucia si me dejo extorsionar y aceptar la extorsión”. Entonces, eso le hizo retroceder a esta señora y luego se acercó a mí y me preguntó cómo yo di con el Ministerio (de Salud), cómo esto, cómo aquello. Le dije “A mí, nadie, señora, me dijo nada. Yo, de mi sentido común saqué que yo tengo que irme al Ministerio”. Con todo el dolor que tenía y todos los sedantes que estaba tomando, antidepresivos, yo igual pensé que tenía que irme al Ministerio de Salud Pública a pedir medicamentos, por Emergencia Nacional. Eso, toda la vida, desde que yo era chica, sabía que existía. Y que tienen que ayudar.
¿Qué es eso de que tu marido había presentado proyectos contra incendios?
Bueno, él realmente después de recibirse, sus proyectos eran prevención contra incendio, que es su fuerte. Él presentó, en época de Burt, el proyecto de prevención contra incendios, para que se le llame, él es proyectista, puede presentar en cualquier parte. Porque en esa época, Burt estaba exigiendo todos los sistemas de prevención contra incendio, o sino se les multaba a las empresas. Y eso fueron dos o tres meses nomás, después se acabó, empezó la coima. Y la coima era muy fuerte y él se dejó llevar. A mi marido le llamaron de dos edificios, uno de ellos, que me acuerdo mal, mal, era Edificio Aurora, un edificio antiguo, le dieron para instalar el detector de humo, uno de los preventivos contra incendios. Luego están las lluviecitas estas, luego está el extractor de humo. El detector de humo es una cosa que, suena una alarma, y todo el mundo a rajar. Después nunca más nada, nunca se oyó más de que se pida ese tema. Las empresas que han pedido habrá sido porque tienen conciencia de que hay que tener prevención contra incendios. Y las aseguradoras, toditas coimean. Mapfre, ¿por qué les dio seguro a ellos? (Ycuá Bolaños). Mi marido le ofreció a Juan Pío Paiva prevención contra incendios. Y éste le dijo “No, péa hepyma”. Entonces, qué pasa, mi marido se fue a morir ahí, en el incendio que él quiso prevenir. Eso es doloroso, eso es interminable...
Aparte de eso Mapfre le ofreció, y coimearon, bien grande. Una aseguradora que después le va a tocar su parte, que le vamos a enjuiciar también. Porque no podés vos asegurar a un edificio que no está seguro. Ellos tenían que prever todo ese tema.
O sea, ¿lo que hizo Ycuá Bolaños fue decirles “Asegurá nomás vos, yo te pago algo”?
Y claro. ¿Qué te parece?
Pero la aseguradora después tiene que pagar no sé cuánto para resarcir, si pasa algo.
Y va a tener que cerrar su empresa, para poder resarcir todos los daños que ha hecho. El intendente va a tener que quedarse en calzoncillos.
Contáme el tema del intendente.
El intendente Riera, yo personalmente fui a hablar con él. Porque él me había llamado por teléfono, o sea, a través de su coordinador, por qué yo le estaba, en una palabra, mandando al carajo por televisión y por el periódico, entonces, quería saber por qué. Entonces le dije yo: “Que me llame él si quiere hablar conmigo”. Me llamó el intendente acá en mi trabajo, y me dice si yo podía hablar por favor con él... no hay problema, ya que me pide. Me mandó su coordinador, me fui hablar con él, yo sola, no tengo miedo a nadie, y me fui, hablamos con él y le dije “Yo tengo un tema muy personal contigo. Contigo”. “¿Por qué?”, preguntó él. “Porque mi marido fue operador político en épocas de elecciones y él hizo ganar en el sector que le correspondía, hizo ganar la elección a Riera. ¿Y qué pasó, Riera? Le diste la espalda. Vino con la gloria en la mano, le diste la espalda, y él murió decepcionado de vos, Riera”, le dije.
Y me dijo “sí, sí, yo sé todo eso”, y me mostró los documentos que tenía él. “Estos son los documentos de su marido”, y me mostró la foto donde él estaba firmando las actas. La foto de mi esposo. Le dije “Guárdese esto, yo ya sé todo. No hace falta que me muestre, me hace mal. ¿Dónde está esa promesa que le hiciste, que yo sé perfectamente que le hiciste, porque nosotros vivíamos de esa promesa? Día a día”. Él perdió plata y tiempo detrás de él, como operador político.
Él le prometió proyectos, entrar dentro de los proyectos. Le dije “Mi marido tenía proyectos, proyectos, Riera. De trabajo, nada de limosna, nada de cuentas políticas”. Él era profesional, él quería trabajar como técnico, le dije, no como político. Él quería trabajar y darle a sus compañeros, colegas que están sin trabajo, trabajo. “Que si empezaban a trabajar dentro de la institución, a lo mejor no iban a haber incendios”, le dije. A lo mejor él no moría. Y le dije, “¿Qué querés, Riera, convertir esta hermosa Asunción en una bomba de tiempo?”.
Muchas tonterías me dijo al respecto, y le dije “Mandále a la p... a todos tus colaboradores, porque vos te estás arruinando. Vos estás corriendo riesgos y tus colaboradores te están c.....ando”. Él dijo “Sí, sí, que esto, que aquello”. Hablamos mucho y me dijo “¿Yo qué puedo hacer por vos, Berzabé?”. Le dije yo: “Tengo algo muy difícil, pero no imposible. Es la confiscación y la demolición de ese lugar”, y él empezó las llamadas a su hermano abogado, a todo el mundo le llamó. Me hizo un show, las promesas de aquí para allá. Pero yo sé que es imposible todavía. Perdón, difícil, no es imposible. Se va a lograr, vamos a lograr. Pero Riera no lo va a hacer.
¿De qué lo quieren culpar?
De homicidio culposo. Él tiene que sacar de su bolsillo lo que él hizo. Así como coimeó. Porque si coimeó no es para la Comuna, es para su bolsillo.
¿Ellos cobraron la inspección del Ycuá Bolaños, pero no la hicieron?
Claro. Es que, la cadena Ycuá Bolaños no es un “supermercado´í”, al cual él le puede no dar bolilla. Era un complejo, una cadena de supermercados donde hay muchísimos intereses de por medio. Una cadena de supermercados te llama la atención, él tenía que mandar fiscalizar, él personalmente tenía que irse. Así como personalmente Burt vino a su inauguración, ¿podés creer que Burt vino a su inauguración? Él tiene que estar seguro de lo que va a inaugurar. ¡Por favor!
Y Riera no es que tiene que decir, “Ah, yo no sabía”, ¡no! Entonces, ¿para qué asumió ese cargo, si no va a atender a la ciudadanía? A él se le está pagando para que atienda a la ciudadanía, ¡la seguridad de una ciudadanía está a cargo de él! ¿Y cómo él va a descuidar esas cosas? Tiene que asumir su responsabilidad. Aunque él no haya querido, pero tiene que asumir su responsabilidad, porque fue un genocidio. La gente se asusta por el nombre pero es un genocidio. Esa es la palabra correcta. La matanza en masa, se llama genocidio. No es un accidente, no es... nada. Es un genocidio, una matanza en masa. Y por lo tanto, mientras él diga que es inocente, él va a ser culpable del genocidio. Él, y todos. Todos los que cerraron las puertas, que obedecieron órdenes, porque hay órdenes que no se pueden obedecer. Estas órdenes, ellos tenían que decir: “Pierdo nomás mi trabajo, pero le dejamos libre a esta gente”, hubiesen dicho los guardias de seguridad. Pero como son bestias. Tal para cual, el dueño bestia, los empleados bestias y se inició la matanza. No puede ser que vos le estés viendo a la gente que está gritando “¡Me estoy quemando!”, y el guardia estaba ahí, y no le abría las puertas. ¿No te parece que esto es para un tratamiento siquiátrico? Esa persona no puede estar en sus cabales.
¿Quién les paga a todos los sobrevivientes, y parientes de sobrevivientes, su trauma? ¿Quién paga su sicosis? ¿Quién paga todos sus problemas síquicos, el trauma que se lleva al ver que se le están cerrando las puertas, pero salió vivo? ¿Quién le recupera esos años de vida, cuántos años ellos no van a poder trabajar? ¿Quién le reconoce, quién le da vida otra vez a eso? Nadie. El intendente, lo primero que tenía que hacer era sacar de su bolsillo: “Bueno, les pago a estos, por el susto que nos pegó nomás”. El trauma sicológico que tienen los chicos, de verle a su papá ahí, muerto, ese trauma él tiene que pagar. Y no solamente con la cárcel sino con su bolsillo, así como coimeó, así también tiene que dar.
Tiene que ser justicia, justicia y justicia. Y nosotros vamos a seguir luchando, luchando y luchando.
¿Cuáles son los últimos avances? Se le quitó a Matilde Moreno, vino un nuevo fiscal cuya madre era funcionaria de la Municipalidad...
La mamá es funcionaria de la Manzana de la Rivera y él entonces se inhibió. No puede hacer el tratamiento este y nosotros estamos esperando otra vez que vean otro fiscal, mientras tanto estamos viendo qué hacer, cuáles son las futuras marchas y petitorios que vamos a hacer, mientras tanto, tenemos que presionar con Riera, para que se le impute. A Ismachoviez, porque presionamos, y Olindo López al día siguiente fue con el tema de la imputación. Nosotros queremos que se le impute a Riera para que se le investigue. Y a Burt ya le imputó esta Matilde, pero a Riera no. Pero yo no sé si puede continuar otro fiscal eso o ya pasar al juzgado (lo de Burt). No sé cómo es el tema, lo que sí es que ambos son culpables, y re – culpables. Y si ellos no se sienten culpables, quiere decir que son demasiado maléficos. Porque sólo una persona maléfica va a hacer esto que hacen con Asunción: una Asunción insegura, una ciudadanía con muchos problemas, económicos inclusive.
No va a dar la cara (Riera) porque es un inútil. Riera es un inútil y le queda bien su nombre que le dicen, “Enriquito”, porque es tan chiquito y su cargo tan grande le queda.
Nissen piensa que en junio más o menos va a ser el juicio oral.
En junio va a ser el juicio oral pero antes, en marzo o abril tenemos la audiencia preliminar. Ahí nosotros tenemos que meter las carpetas que faltan, que se olvidaron de los sobrevivientes, con heridas leves, que tenían que meter en la carpeta Tentativa de homicidio. Y ellos obviaron eso, gracias a que tenemos un abogado muy bueno, nos abrió los ojos en ese tema. Nosotros queríamos saber cómo, qué sucedía con los heridos leves, porque en esa reunión con (el fiscal) Sánchez yo ya le propuse eso, yo le dije a él. Le propuso Cristaldo, qué pasa con los heridos leves que tragaron humo, que adentro está su afección, no afuera. ¿Cómo van a quedar afuera? Sus traumas sicológicos, ¿quién le paga? Los fiscales no se hacían cargo. Esto es lo único que faltaba en este país.
Entonces, qué pasa, nosotros los paraguayos somos los que tenemos que hacer este país, lo que queremos que sea. Y tenemos que unirnos todos, ahora más que nunca, y hacer justicia. E inclusive, si hay que cambiar las leyes, vamos a unirnos todos y vamos a cambiar las leyes. Si hay que cambiar la Constitución, vamos a cambiarla como nosotros queremos. No más con gente gua´ú capacitada para hacer una Constitución. Hay muchas partes de ella en la que no se nos valora como seres humanos, los ladrones son dueños de las calles. Y si nosotros les matamos a ellos, nosotros nos vamos a la cárcel y ellos no. Esa es la parte de la Constitución que completamente no nos ampara.
Esa es mi conclusión, y como quien dice, el que no llora no mama. Y a Dios rogando, y con el mazo dando.
Ese día descubrimos lo desprotegidos que estamos.
Muy desprotegidos, no hay alternativa, para nosotros no hay alternativas. Nos vamos a comprar en el Mercado 4 o en el Mercado de Abasto. Ya no a supermercados. Como dice mi hija, respiramos aire de corrupción, y también digo una cosa, muy clara: aquí no le mató solamente el fuego, le mató también la corrupción. Porque si eso estaba bien fiscalizado, con todos los elementos de seguridad, no se iba a incendiar y los Paiva no tendrían por qué cerrar las puertas. Y la gente no iba a morir. Nadie iba a morir, todos íbamos a estar bien... si es que no se hubiera valorado más la plata, ahí se valoró más la plata, y menos el ser humano. Y ahí empezó la corrupción y ahí empezó la matanza.
¿Qué opinás sobre el tratamiento que la prensa le está dando al tema?
Hay investigaciones y análisis de los cuales ellos tendrían que hacer un seguimiento, todos los días, o por lo menos una vez a la semana, habilitar un espacio para las víctimas del Ycuá Bolaños, en todos los diarios. Se le habilita un espacio para Cecilia, pero como nosotros somos gente humilde, no tenemos como para cubrir, ellos tendrían que cedernos la parte de Ycuá Bolaños y tener por lo menos una noticia diariamente, Crónica a veces saca, Última Hora algunas veces, de repente cuando le apretamos. En el tema de la prensa yo les dije: “Sinceramente, no queremos ser sólo noticia. No queremos ser sólo noticia, porque somos una realidad. Somos una realidad tan cruda y tan grave. Por ellos no queremos ser sólo noticia, sensacionalismo. Esto no es un espectáculo, esto es una matanza, esto es grave. ¡Por favor, compañeros!”, les dije a los periodistas. Pero, no hacen caso porque ellos viven de la venta, y también son especuladores, se nota que el paraguayo, en forma particular, es luego ya así, qué sería una empresa, ellos ven más su capital, la inversión del capital es la vida para ellos, que el cliente, que es un potencial comprador: no somos potenciales compradores para ellos, somos potenciales ladrones, por eso cerraron las puertas. Siguen cerrando las puertas, cualquier cosa ellos tienen la orden de cerrar las puertas. Se apagan las luces y se cierran todas las puertas, hace poco se cerraron en no sé qué local. Es una regla para ellos. O sea que, son capitalistas, está bien, pero, ¿te das cuenta cómo el capitalismo está fundiendo un país pobre?
Las doce horas parados de los empleados.
Es terrible. Ellos se suman a que “en el país no hay trabajo”, pero qué pasa, no hay trabajo porque ellos están explotando. Porque, ponéle que nos exploten, le hacen trabajar doce horas, a uno solo. En vez de hacer dos turnos y darle trabajo para más. Parece ser que son todas unas bestias capitalistas, y punto.
José Luis Simón me dice que vivimos en un gran Ycuá Bolaños: los explotados, los corruptos...
El tema está que ellos eran grandes contrabandistas. Por eso tenían tanta plata y conexiones con los políticos, especialmente creo que senadores y diputados que son grandes contrabandistas, ellos son los que apoyan los grandes contrabandos: diputados liberales, colorados, de todos los partidos, no solamente colorados. Yo conozco liberales que son contrabandistas. Tiene un poder económico los Paiva, y político también. Y como una tranquilidad para mí y una esperanza para mí, digo que para Dios no hay nada imposible. Para Dios no hay nada imposible. Y nosotros vamos a luchar por Dios, por amor a la vida. Y sé que vamos a conseguir el objetivo, como lo han conseguid muchísimos luchadores y luchadoras de este mundo.
Contáme qué hiciste en el Foro Social Mundial.
En el Foro hemos logrado contactar con gente que hace organizaciones similares a la nuestra, como los argentinos, por ejemplo, hasta los piqueteros se les unieron en forma voluntaria por este caso de la discoteca incendiada. Ellos rápidamente se han unido, se han conformado. Y tenemos contactos con la cuestión de cómo se organizaron. Copiar un poquito la parte organizativa, copiar un poquito ese entusiasmo que tienen para salir a las calles a gritar sus derechos. Y la parte de movilización: cómo se movilizan, cómo hacen los cánticos, cómo hacen las pancartas, la forma de presionar, la forma de convocar a la gente. Porque nuestra gente es muy difícil de convocar, a los argentinos no les hace falta ni tener convocatoria, ellos nomás ya se van. Pero, de todos modos ellos igual convocan. Por más que saben que se van a ir, convocan, hablan. Le meten en la cabeza a la gente cuál es realmente la tragedia, y cuáles son los derechos y los deberes. El argumento por el cual tiene que ir a protestar. Todo eso vimos en el Foro. Estaba copado de sindicatos, organizaciones campesinas, había muchísimos acá de nuestro Paraguay también. He contactado con ellos, ellos se organizan muy bien en el campo, quieren venir también en apoyo a la cuestión de Ycuá Bolaños, tenemos números telefónicos, todo, un contacto terrible. Porque con nosotros se fue la Radio Comunitaria, la Radio Rebelde, ellos hicieron todos los contactos posibles con otras radios comunitarias.
Una linda experiencia. Primero era Buenos Aires, dimos con las Madres de la Plaza de Mayo, en su organización, vimos cómo empezaron, cómo lucharon las mujeres, eso me interesó bastante, traje bastantes cosas de ahí. Y a la vez ellos van a venir el 1 de agosto en apoyo a nuestra lucha.
¿Qué van a hacer el 1 de agosto?
No tenemos nada, tenemos que consensuar todavía las otras luchas antes del 1 de agosto. Ahí sí pretendemos llevar miles de gentes en protesta por las calles. En todas las calles de Asunción, esa es nuestra idea. Ahora tenemos que consensuar cómo hacerlo.
11. ENTREVISTA AL ABOGADO LUIS ESCOBAR FAELLA: UNA VISIÓN TOTALMENTE DIFERENTE SOBRE EL CASO.
Ya había escuchado, a esta altura, tantas cosas en contra de los Paiva: explotación a trabajadores, supuesta evasión impositiva, “no preocupación” por la seguridad del supermercado, y lo peor: la supuesta orden de “cerrar las puertas” el día del siniestro... no era justo, si deseaba continuar este trabajo, no intentar escuchar la otra campana.
Me comuniqué con el abogado defensor de Juan Pío Paiva, el abogado Luis Escobar Faella, quien me manifestó que su defendido no desea brindar entrevistas. Sin embargo, él no tenía problema en responder mis preguntas, me dijo. Un panorama totalmente diferente fue pintado por el abogado, lo cual hizo que yo tuviese que escarbar un poco más después...
ENTREVISTA AL ABOGADO LUIS ESCOBAR FAELLA, QUIEN DEFIENDE A JUAN PÍO PAIVA. MARTES 15 DE FEBRERO DE 2005, 16:30 HS.
Explica el abogado:
Cuando yo tomo el caso establecí justamente una situación, una ubicación en el tema, y la primera consulta que yo le hago a los Paiva es si realmente ellos dieron la orden de cerrar las puertas. Cuando me dicen categóricamente que no, que eso no es cierto, que no fue nunca ni política de la empresa ni nada, que él era un empresario ajustado a todas las normas y a todas las reglas, que siempre trató de hacer bien las cosas, y que él estaba convencido de que el éxito comercial que tenía era justamente porque él hacía bien las cosas, que el edificio era de primera calidad, que tenía seguro completo, que todo su personal estaba asegurado en I.P.S., que todos los impuestos estaban pagados, etc... Entonces, la segunda cuestión fue preguntarle, que aunque no se sintiera o no fuera culpable o responsable, si estaba dispuesto a ayudar a las víctimas, y él me dijo que sí, y entonces yo le dije que yo estaba convencido que la mejor forma de rendir homenaje a los muertos y ayudar a las víctimas sobrevivientes era que el grupo empresario (porque él tiene sólo una pequeña parte de las acciones de ese supermercado) donaran ese edificio a las víctimas, se reconstruyera con normas técnicas y de seguridad del primer mundo, como una forma de decirle a los que murieron ahí “Nunca más va a ocurrir una tragedia de esta naturaleza” y por otro lado se pudiera tener un recurso sustentable para darle o ayudarle a las víctimas.
Lo primero que pudimos ver – porque esto me aceptó de plano, me dijo que todos los empresarios y accionistas estarían dispuestos a ello – es que se iba a ganar en que mucha gente necesitada iba a trabajar en la reconstrucción y luego se podía poner una cooperativa para que eso... de las víctimas. Y que él estaba dispuesto a trabajar, incluso de por vida, para las víctimas, la cooperativa, o lo que fuera, en lo que sabe hacer, que es lo que hizo toda su vida. Entonces estos fueron los dos aspectos que se tuvieron en cuenta y en los cuales él se mantiene. Pero desde el punto de vista de la ocurrencia del siniestro y de la cuestión procesal, enseguida nos dimos cuenta de que había mucha manipulación en esto. Había manipulación porque nos llamó la atención – y hoy tenemos la certeza – de que en ningún momento le dieron participación al liquidador de seguros. Es más, le impidieron el ingreso al liquidador de seguros, cuando nosotros sabemos que en todo el mundo cuando hay un siniestro, lo primero, y los técnicos más eficientes son los liquidadores de seguros, y aparte esta era una compañía internacional de primer nivel que tenía asegurado por el total, aproximadamente cinco millones de dólares tenía asegurado el supermercado, o sea, una cosa bastante seria. Hoy podemos decir a esta altura, existiendo una acusación, que la investigación fue totalmente parcial, que hay mucha motivación política detrás de todo esto. Y uno se preguntará ¿y por qué parcial? Y es simple: no se ha investigado la causa del siniestro en profundidad.
Lo que han dicho los peritos, simplemente se refirieron a una cuestión expuesta, pero no a una profundización. No se ha hecho ninguna autopsia para saber de dónde provenía el gas, ni qué tipo e gas era para saber cuáles fueron los materiales que tuvieron ignición. Nadie ha dado respuesta de por qué han muerto personas petrificadas en el estado en que estaban, en movimiento, inclusive. Esos cadáveres, no se tiene una respuesta de por qué han muerto de esa manera. Sabiéndose, como se sabe, que el arquitecto Ismachoviez dijo que el material no era inflamable, por disposiciones expresas de la compañía fabricante, que es la Bayer, nadie se preguntó por qué si dijeron que no era inflamable, se inflamó. Y qué responsabilidades tienen. Y tampoco nadie hizo un estudio de todos los materiales y de la combustión de estos materiales, y todo eso. Pero se conformaron con tratar de que Paiva es el culpable y Paiva ordenó el cierre de las puertas. Cierto que mucha gente murió en la rampa, murieron en otros sectores, pero nadie hoy puede discutir lo que todos los peritos dijeron, que esas puertas estaban abiertas. Porque incluso políticamente consiguieron en menos de 24 horas de haberse presentado el informe de los peritos, una audiencia con el presidente de la República y presionaron para que el presidente les exigiera una explicación a los peritos, que en su mayoría son policías, los peritos ofrecieron una reunión de prensa y se ratificaron y desafiaron a que le dijeran que lo que dijeron no era verdad, o sea que las puertas estaban abiertas. Y este es el momento que nadie puede discutir.
Pero hay doce puertas, ¿cuál estaba abierta y cuál no?
Y si vos leés la acusación del fiscal, y la acusación de Nissen y de todos estos, nadie dice cuál es la puerta que estaba cerrada. Dicen ahora que es una de blindex porque un chico de los carritos decía que esa puerta intentó cerrar este guardia Areco.
Y le golpearon.
Y el guardia explica eso.
Lo que yo escuché es que después vino otra persona a cerrarla. Pero lo más importante a mi parecer eran los portones del estacionamiento...
Esos estaban abiertos. Se estiran, pero no solamente eso (muestra fotos) habían motocicletas que estaban con cadenas y candados llaveadas por esa puerta, entonces cómo físicamente pudieron cerrarse nuca, si estaban estas cosas llaveadas por esos.
Ahí tenés la puerta de la calle Artigas. ¿Cómo se explica que las motos estaban ahí, quemadas también, por las puertas? ¿En qué momento pudieron cerrarse? Y ahí está la cadena y el candado por la puerta. Esta es la puerta que está abierta. Esto tenía que deslizarse con la motocicleta y todo.
¿Y por qué la gente no salía por ahí?
Y ahí está otro factor que es lo que se quiere ignorar, porque aquí se mienten la gente. Nadie quiere averiguar la verdad, la verdad. Lo cierto es que ocurrió, hay muchos testigos que hablan que fue una bomba como la de Hiroshima. Esto ocurrió en dos minutos. La velocidad del fuego ese que arrasó todo. Incluso hay peritos que hablan de que realmente fue una bomba incendiaria. Hay gente que no cree – y sobre eso tampoco se hizo la investigación, por eso es importante saber los gases – acá nadie, ni los querellantes ni nadie, ha averiguado la velocidad del fuego, la magnitud, la potencia, los grados de calor que hicieron. Todo eso hay técnicos que pueden medir. Por ejemplo acá se habla de más de 1.000 grados, cuando que en Cromañón se habla de 200 grados nomás la temperatura.
Pero en todo caso igual sería una falla del arquitecto porque el material produjo eso, tanto calor.
Ese es otro tema. Y eso te voy a mostrar para que veas la contaminación política del caso. Esta es la rampa. Esto se tomó inmediatamente después. Y las puertas están abiertas. Y no solamente las puertas están abiertas sino que por efecto del fuego están todas retorcidas. Esto nunca se pudo haber cerrado. Porque si se hubieran cerrado y después vino el fuego, esto había que cortar para poder abrir, porque todo está torcido, las vigas, los rieles, todo. Esto quedó así. Ahora, la gente cayó acá, una encimándose arriba de la otra, y no pudieron salir por las puertas que estaban cerradas (sic). ¿Qué pasó? Hay que analizar. Este paño de puertas y el otro paño de allá tienen dos metros y dos metros, son cuatro metros, y había más de doce a catorce rejas idénticas a la puerta. En el pánico, la gente que estuvo allí, dijo “Las puertas estaban cerradas”. Pero eran realmente los paños fijos, rejas que bajaban al estacionamiento, al subsuelo. Y acá, estando la gente corriendo, se produce la otra explosión. O sea, esta gente que vino a la rampa, recibió fuego por detrás y fuego por delante. Eso tampoco se estudió. ¿Por qué mucha gente estaba quemada de frente y no de atrás? Y porque esa gente sufrió el efecto de la explosión. Es muy sencillo pero esto no está explicado en las pericias, ni en la acusación, ni en nada, porque acá parece ser que el colectivo quiere contentarse con tener un chivo expiatorio y ni saber la verdad.
¿El “colectivo” se refiere a la gente?
La gente, la gente. Se habla de los guardias. Que los guardias cerraron, esto y lo otro. Esta es una foto (muestra una foto) donde se lo ve a un guardia ayudando a rescatar heridos y muertos. Ahí está intacto, con su uniforme, todo esto. Me pregunto, sicológicamente, un tipo que estaba ordenando cerrar las puertas puede estar así tan campante ayudando a rescatar las víctimas.
¿Quién es?
No sé cuál es. La otra gran interrogante es, cómo pudieron hacer, como dijo el Ingeniero Cristaldo, “superman”, un solo guardia se le atribuye que cerró todas las puertas.
Pero eso lo dice irónicamente como que todos los guardias participaron del cierre. Como ejemplo, la funcionaria que estaba de guardia, un ex empleado contó públicamente que se fue corriendo para salir y ella le dijo “No vas a salir”, y él le golpeó y salir, aún así se quemó en un 50% de su cuerpo...
La chica esa que dijo “Acá vamos a morir todos”. Si uno ve o visualiza cómo ocurre la tragedia, no le entra a nadie que no haya pensado en su propia supervivencia. No hubo tiempo que nadie piense en otra cosa que en salvarse la vida, eso es lo que la gente no quiere entender. Acá cuando se empezó a escuchar el tema de que algo pasaba, ocurrió en segundos todo. Y en esos segundos, cuando uno lee todo el testimonio de la gente, todos coinciden en que escucharon una explosión y vieron una bola de fuego. La explosión era de tal magnitud... ¿por qué en las pericias no dicen de qué magnitud era la explosión? ¿y cuántos decibeles tenía el ruido que hizo la explosión? Y la bola de fuego, ¿de qué magnitud era y a qué velocidad avanzaba? Entonces si tenemos esos datos vamos a poder determinar qué podía pensar una persona o no ante esa circunstancia.
Yo no creo que al escuchar un estampido de esa magnitud, una explosión tan fuerte, y ver una bola de fuego, que yo me detenga a pensar “Acá tengo que cerrar las puertas”, aunque me hayan dicho. Porque en la peor de las hipótesis, que es la que se le atribuye al presidente de los supermercados, de que era una política[1]... es una política cuando vos ves, a lo mejor, un ramito de llamas, de fuego, pero acá no hubo fuego, eso es lo que no se entiende, hubo explosión. No hubo fuego, no hubo incendio.
El tema es ver por qué se produjo esa explosión, entonces.
Y eso tienen que ver las víctimas, los fiscales, todos esos. Ellos son lo que tendrían que haber visto, y eso es lo que el liquidador de seguros quiso determinar y no le permitieron la entrada.
¿Quién?
La fiscal, Teresa Sosa. Entonces frustró toda posibilidad...
¿La persona de MAPFRE?
El de MAPFRE, el doctor Víctor Duarte, y están todas sus manifestaciones, sus cartas, pidiendo por favor, apeló al fiscal general del Estado, a todos, y nadie le hizo caso.
¿Paga el seguro?
El seguro paga porque considera que la empresa asegurada no obró con dolo ni con mala fe. El seguro eso pudo determinar. No pudo determinar la causa real del siniestro. Pero sí pudo determinar que ni el presidente de la compañía, que era Juan Pío Paiva, ni la empresa, actuaron con dolo o con mala fe. Esto, en base a todas las informaciones que tienen. Además de eso se dijo también, si por qué era tan bajo asegurado a personas y bienes de terceros, siendo un seguro de cinco millones de dólares, solamente cubría 200 millones de guaraníes para personas y 200 millones para bienes de terceros. Esto la gente del seguro explicó – el seguro es una técnica, o una ciencia, bastante confiable – y ellos dieron que tanto el señor Paiva, que había contratado un broker de seguro para que le haga un análisis de riesgo y una póliza tentativa, como la compañía de seguros que trajo expertos del exterior, tanto el broker que se llama Baltazar Duarte, que contrató sus propios técnicos de construcción, como los que trajo la compañía aseguradora antes de emitir la póliza, determinaron que el edificio era de una alta seguridad y confiabilidad, porque además era un edificio nuevo.
¿Pero no tenía salida de emergencia?
Tenía salida de emergencia. Que no haya tenido la cantidad suficiente de salidas de emergencia, es otro tema, que tampoco compete al propietario o a la empresa, porque para eso lo que hay que analizar es cómo se construyó el edificio, a qué tipo de profesionales se contrató, qué materiales se utilizaron. Pero volviendo al tema del seguro, el seguro dice “por la característica del edificio – su alta seguridad – y porque la ocurrencia de siniestros en este país nunca pasan de 200 millones de guaraníes, entonces, ¿por qué asegurar por más?”. Nadie asegura por algo que la imaginación le dice, sino por los factores objetivos que concurren en la elaboración de la póliza. Y eso es lo que ocurrió.
Esos cinco millones de dólares, ¿a quién se destinó?
De los cinco millones, se pagaron tres millones de dólares – para que veas que este caso es el caso del absurdo, como es el Paraguay, el Paraguay es el caso del absurdo, hacemos todo lo que no nos conviene y no somos capaces de generar riquezas sobre lo que nos conviene – entonces, tres millones de dólares, o el equivalente en guaraníes de tres millones de dólares, en octubre, depositó la empresa MAPFRE en el Banco de Fomento porque así le dijeron los jueces y porque a pesar de que el Código Laboral dice que cuando ocurre un siniestro, el asegurador o el empleador está obligado a reconstruir la cosa dañada, reconstruir la unidad económica, porque la finalidad del seguro es que las unidades económicas no se pierdan, pero en este país, de extrema pobreza, de mediocridad, de corrupción, se prefiere que el dinero esté allí y que no se reconstruya la unidad económica, con lo cual, todos los empleados quedaron si trabajo, la economía dañada porque esta unidad económica paró, el fisco no recibe lo que recibía.
Unos jueces determinaron eso...
No, los jueces y las víctimas. Pero lo más singular es que ese dinero, al tiempo que se depositó equivalía a tres millones de dólares, con el deterioro del guaraní frente al dólar en todos estos meses, ya perdieron 1500 millones de guaraníes, ya se devaluó ese dinero.
¿Ningún dinero fue para las víctimas aún?
Ni el dinero que vino de afuera fue para las víctimas. Todo se roba por el camino. Eso también está comprobado. Se hacen festivales, esto, lo otro, se declara que hay pérdidas, la Comisión esta de emergencia administra de una forma, no hay una política, las víctimas no saben cómo van a hacer frente a sus problemas, a sus enfermedades, a sus operaciones, a todo ese tipo de cosas que en cualquier país civilizado, todo el mundo está sentado en una mesa, que ese es otro punto, y está debatiendo cómo hacer frente a los problemas. Nosotros desde el primer día hemos dicho: “Queremos una mesa de diálogo para ver cómo, por lo menos, aunque digamos que no hay responsabilidad, tenemos capacidad para acercar alguna ayuda”. Pero nadie nos escucha y nadie quiere sentarse a dialogar con nosotros porque dicen “El Paiva está condenado”. Entonces ese es el país en el que vivimos.
Hay gente que me dijo que a las 9 de la mañana (del 1 de agosto) ya había un problema, que una empleada ya se dio cuenta de que había ese problema.
No... Que yo sepa no es que a las 9 de la mañana, verdad, pero dicen que... qué sé yo, cercano a las 11:15, 11:20, 11:30, una cosa así, fue una cuestión de que una de las empleadas, esta Amada Correa dijo “Acá parece hay un incendio, llámenle a Fulano” y empiezan a llamar, pero inmediatamente después ya se desencadenan los hechos. No fue que fue a las 9 de la mañana y fue un proceso que después desembocó... no, fue una a(...) tras de otra.
Voy a consultar si puedo con el doctor Bellasai, por el tema que usted me dice de cómo murió la gente. Yo tenía unas preguntas, según lo que me fueron diciendo. Aunque sea entrar en otro tema, para que no se diga que no pregunté, ¿cómo es que la empresa, en diez años, tuvo tanto dinero?
Se puede explicar y se te puede dar información que no está acá también, en el corto tiempo que disponemos, aparte que podés abrir toda una investigación sobre eso y vamos a brindar todo porque no hay nada que ocultar, esa empresa, al momento del siniestro, todavía debía aproximadamente un millón y medio de dólares. De dólares. Debía esa empresa. ¿Y a quién debía? 900 mil dólares debía a la señora de Alfonso, por un simple pagaré, y ese dinero fue invertido en la adquisición de equipos de tecnología de punta que fueron traídos desde Italia, para eso se usó ese dinero. Por otra parte, se le debe de esa sociedad, porque cada una eran sociedades anónimas independientes, se debía creo que algo así como 300 mil dólares a la familia Casaccia. Y otras y otras deudas.
¿De los Paiva o de todo el supermercado (la deuda)?
De los Paiva. Vos sabés que ahí uno de los accionistas le demandó al supermercado ahora por 30 mil dólares de deuda que tenían y que debían. Y Paiva te puede exhibir la cantidad de dinero que debía en dólares al tiempo de la ocurrencia de esto.
Ahora debe más porque le están demandando...
Y ahora le están demandando pero esa es la necedad de la gente cuando que demanda, yo soy abogado y yo he aprendido, en el primer mundo no se demanda, se manda un e-mail y se le expone en el e-mail cuáles son sus reclamos a sus supuestos derechos. Y la otra persona responde a través de su abogado y se ponen en contacto los abogados, y dialogan, sobre el eventual conflicto que tienen. Y cuando ese diálogo está agotado, recurren a una persona especializada que se llama mediador y cuando se agotó el lenguaje civilizado, ahí se llega a los tribunales. Acá en este país de caníbales, primero se demanda y después se pregunta qué, y por qué y para qué estoy demandando. Entonces, el hecho de esta tragedia, por lo menos a alguna gente tiene que enseñarles a qué nivel de desarrollo ha llegado el hombre que lo distingue del animal. Entonces por ahí pasa la cuestión, entonces acá se tiene una unidad económica que si bien, es cierto, fue siniestrada, no se puede porque Paiva... se pone en la persona de un ser humano la explicación de todos, estamos exactamente en la época mitológica donde se inventaba un mito y el mito era el culpable, el responsable de penas y alegrías. Y ese es el país que tenemos. Sociológicamente, esto puede explicar a cuántos años luces de la civilización estamos nosotros.
Teniendo en cuenta eso, ¿quién es el responsable de pagar – el Estado, el arquitecto, la Municipalidad, no sé – a su parecer, un tratamiento de los tantos que hay?
El responsable de pagar es el Estado, porque el Estado es el encargado de dar seguridad. Es una de las pocas cosas que no se tercerizan en este mundo globalizado. La seguridad. El Estado es el principal responsable, porque el Estado también tiene responsabilidad de control sobre la Municipalidad. En segundo lugar es la Municipalidad la responsable, porque para eso la Municipalidad aprueba planes, da su veredicto sobre seguridad, ejerce controles periódicos, cobra tasas por eso como se ha demostrado que ha cobrado y no hace su trabajo, por eso ocurre lo que ocurre.
¿Usted está de acuerdo con que se impute a Riera y a Burt?
Imputar, hay que imputar a todos. La imputación sobreviene cuando existe el más mínimo indicio, y para eso luego se hace la investigación. Pero no se le va a imputar a Riera. No se le va a imputar a Burt. Porque acá se maneja políticamente este caso. Esto ya se hizo una estrategia para esto, que hizo el fiscal general del Estado, que es un tipo que ya estuvo a punto de ser defenestrado por juicios políticos y por causas ya muy largamente conocidas, entonces qué pasa, las víctimas presionan a una pobre mujer que desarrolló un trabajo brillante y solidario, y en un gesto de mal agradecimiento al esfuerzo brindado a la causa de las víctimas y de los muertos, exigen la salida de Teresa Sosa. Y allí, Almirón a la cabeza, gran amigo del entonces ministro del Interior, Fiorotto, y con la connivencia del fiscal general del Estado, dividen la causa en tres.
Es que esa es la misma queja de las víctimas.
No, pero esta es la verdad, no es queja de nadie, esta es la verdad. ¿Para qué se divide la causa en tres? Al comienzo se creyó, y todos creímos, que era una división del trabajo a fin de ser más eficientes en la tarea investigativa. Pero fue una trampa urdida por el fiscal general del Estado para que no se le impute a las autoridades políticas ni al poderío económico que representa el constructor y se siga teniendo un chivo expiatorio. Y así se sigue manejando el proceso. Hasta este momento no hay investigación respecto a la Municipalidad. Y me van a decir ¿cuál es una investigación más eficiente? ¿Dispersando todos los elementos de la investigación, o tomando todos los elementos en consonancia? Entonces esta es una burda patraña, una distorsión y una manipulación política que no tiene parangón. Lo mismo, ni los jueces ni los fiscales ni nadie puede hacer su trabajo, porque las víctimas presionan, patotean.
Es que en el caso de Matilde Moreno, supuestamente ella no se “movía” en el trabajo.
Pero no se mueve porque no recibe orden del fiscal general del Estado, ¿o ustedes no saben cómo se mueve este país? Este país se mueve por orden superior.
A mí me da risa que, al final, algunas víctimas creen que ustedes están con Latorre, y usted me dice lo mismo (critica a Latorre), o sea que por lo menos tienen un “enemigo” en común.
¡Por favor! ¡Pero por favor!
Ojalá esto sirva para que ustedes dialoguen entonces.
Los abogados no quieren hablar con nosotros, porque todos se benefician de las víctimas. ¿O acaso Almirón y su pandilla, Nissen y todos esos, ya no han cobrado 400 mil guaraníes a cada víctima? Hacé tu cálculo por 100 víctimas, son 40 millones.
Hubo un chisme, que supuestamente los Paiva le dieron cierto monto a Latorre para que él no “mueva” las cosas, entonces ya me es simpático lo que usted me dice.
Pero yo no entiendo qué lo que Latorre no se mueve, si Latorre digita todo, es más, Latorre fue el que ordenó que se le acuse de doloso. ¿Y dónde está el dolo? Yo te puedo traer el diccionario y dice “el que actúa con discernimiento y libertad premeditadamente y busca un resultado”. ¿Dónde está el dolo de Paiva? ¿Vos leíste las acusaciones?
Lo que pasa es que ahí la discusión es si mandó o no cerrar las puertas. Si mandaron cerrar están conscientes de que pueden morir ahí.
Yo te voy a mostrar lo que dice Nissen y lo que dice Sánchez respecto a cerrar las puertas.
Lo que yo sé es es, Nissen acusa a todos los guardias, Sánchez a uno solo.
¿Le acusan de qué a todos los guardias?
De haber cerrado las puertas.
Sí, pero ¿cómo cerraron? ¿En qué momento? ¿Cuál puerta? ¿Qué puerta? ¿Esta puerta cerraron? (muestra la foto del portón). Acusan de haber cerrado esta puerta. Pero ahora en la acusación ya no dicen nada. De esta puerta no dicen nada. Estamos en un mundo de locos. Resulta que Confucio decía – esto tenés que poner en tu libro – “Cuando las palabras pierden su significado, los hombres pierden su libertad”. Y eso es lo que ocurre. Acá parece ser que el lenguaje no tiene significado. Lo que dice el diccionario no sirve. Entonces dicen “Se cerraron las puertas”, y vos misma me dijiste ¿cuántas puertas hay?
¿Doce?
Doce puertas hay. ¿Y cómo van a decir “cerraron las doce puertas”, “cerraron nueve puertas”? ¿En qué momento se cerraron? Ahí recién podemos decir quiénes cerraron, y ¿era materialmente posible que cerraran? O como dice Cristaldo “es un superman que cerró todas las puertas”.
Queriendo decir irónicamente... pero, ¿y ese bombero que dice que llegó hasta ahí y no le dejaron entrar los guardias?
Pero a mí ya me dijeron que el bombero ya se retractó de lo que dijo. Y aparte de eso, acá está la acusación, ¿leíste? ¿Dónde dice que se cerraron las puertas? Mostráme dónde dice que Paiva ordenó que se cierren las puertas. ¿Dónde dice? ¿A vos te parece lógico sostener una acusación en base a ...
Pero dicen que lo escucharon a Paiva hijo decir “Cierren porque nos van a robar”
Alguien dice que escuchó (lee la acusación) “Víctor Daniel respetaba a su padre... las deposiciones recogidas... que efectivamente se vio y oyó que Víctor Daniel pegado a un teléfono móvil exclamaba la siguiente frase “Cierren las puertas porque nos van a robar”...”. ¿Y esto podés atribuirle, que dijo, Juan Pío Paiva estaba del otro lado ordenando por teléfono eso? Aunque diga, aunque estuviera hablando, ¿cómo vos vas a decir por una hipótesis de esto?
Acá vamos a hablar con documentos. ¿Esto vale o no vale? Este es el cuaderno de entradas y salidas. ¿Conocés esto?
Eso no conozco.
A las 8:54 ingresa el señor Daniel Paiva. A las 10:44 se retira el señor Daniel Paiva. Ahí hemos pedido a Telecel[2]. Nosotros no somos los que tenemos que pedir. La parte acusadora tiene que demostrar. Pide Nissen, pide esto, piden lo otro, pero al momento cuando Telecel no envía, se callan y se lavan las manos por qué, porque ya sabían que lo que dice acá el fiscal es mentira.
¿Quién le llamó a Víctor Daniel Paiva?
Le llamó un policía, pero te voy a mostrar todo. Entonces acá dice que en el momento que ocurría todo, eso fue esta comunicación. El siniestro ocurrió entre las 10:25 y las 10:30.
11:00...
11:25 y las 11:30. En ese momento ocurrió. Bueno. Tengo acá las llamadas.
Ahí estaba afuera Víctor Daniel Paiva y ahí estaba mirando. En la tele se le vio.
Cuando pasó eso de la tele era cuando de haber ocurrido todo el siniestro, después de que él regresó de su casa. En ese momento...
¿Ninguno de los dos (padre e hijo) estaba en el momento del siniestro?
Por supuesto. Todos mienten. Lo que pasa es que nosotros tenemos los documentos, y ellos no tienen, y ellos son los que tienen que tener, no nosotros. ¿Sabés que tuvimos que hacer? Le emplazamos bajo apercibimiento a Telecel, para que mande toda la información completa. Bajo apercibimiento de que se les iba a procesar a la gente de Telecel. Recién ahí conseguimos los documentos. Porque estos atajaban, atajan, y como todo el mundo dice que hay que hacer lo que dicen las víctimas, atajan la información. Acá está el teléfono de Víctor Daniel Paiva (muestra una copia del detalle de llamadas). Acá está todo registrado. Para eso tenemos la tecnología. ¿Por qué, si es que le llamó, no mostraron en la acusación, y no pelaron “Acá está, y a tal hora le llamó y a tal hora le dio y esta era la orden, y coincide con la hora”? ¿Por qué? Porque no tienen. Se miente. Esto es aberrante lo que están haciendo, no saben que después se les va a volver en contra todo.
Acá está. 11:14 = intento de llamada. Estos eran los que le llamaron a Víctor Daniel Paiva. Entre las 11:14, después no hubo más ninguna llamada, a las 11:36, después que ocurrió todo, y a las 11:36 le llama este número, que es el número de un policía a quien Víctor Daniel había vendido una camioneta. Le llama y le dice “por la frecuencia de la policía se dice que el supermercado se está incendiando”. 11:36 le llaman al hijo. 11:38 le llaman al hijo. 11:32 le llaman al hijo. 11:51 le llaman al hijo. Pero ahí había unas llamadas que el hijo hizo al supermercado, y que no le daban, 11:56:57 el padre le llama al hijo. 11:57 está la llamada del padre al hijo.
Entre las 11:25 y las 11:30 (no hay llamadas)... 11:36 le hacen esta llamada. No hay ninguna llamada ...
...del padre al hijo.
Ni de nadie al hijo. Ni de nadie. Le llaman después de haber ocurrido todo. Después que, a las 11:36, 11:38 ya estaba toda la policía, los bomberos, ya había ocurrido todo, ya había muerto la mayor parte de la gente. ¿Dónde está la llamada? Que habla el fiscal y que habla Nissen. Vamos a ver. La tecnología tuichá mbaé.
Acá el del padre (el detalle de llamadas) 0981 271001, acá le estamos pidiendo a Telecel – nosotros, no ellos, ¿por qué no hicieron ellos este trabajo? – las celdas que te van a dar la ubicación territorial, dónde estaban los teléfonos. Esto tenían la obligación de hacer Nissen, caradura, y el fiscal. Ellos tenían que hacer esta investigación, o sino no vale, no tienen prueba. Y al no haber prueba, están perdidos, y le están engañando a las víctimas.
Acá dicen “las llamadas, le dijo esto en el momento en que ocurría el siniestro...”. Nosotros le sacamos a Telecel amenazándole que le íbamos a procesar. Porque sino, no nos iban a entregar. No nos iban a entregar porque ellos están todos en connivencia con Telecel. Pero como nosotros tenemos las herramientas del Derecho. Acá está. Este es el de Paiva padre. El 31 de Julio, Trociuk Agrícola y Ganadera le llama a la 1 de la siesta. El 31 le llaman..... 1 de agosto. Acá empieza. 11:32 le llama un Tele2 a esa hora. 11:52:03, después que el padre le llama al hijo, el hijo le llama al padre. ¿Dónde está acá, entre las 11:25 y las 11:30, que haya habido una llamada del padre al hijo, del hijo al padre? 11:52 se registran las llamadas, cuando todo había ocurrido. ¿Qué puerta más van a cerrar a esta hora? Entonces, esto de las puertas es un invento. Y el que acusa tiene que demostrar. Ellos no solamente no demostraron, sino ni siquiera esto fueron capaces de pedirle a Telecel y conseguir. Somos nosotros otra vez los que tenemos que conseguir. Y acá está con la celda. Que vamos a hacer investigar ahora dónde estaban los teléfonos en el momento en que se hicieron las llamadas. Nosotros. No ellos. Ellos hablan, y eso es una cosa grave porque ni respetan los muertos, ni respetan a los vivos. Están en connivencia con el gobierno por eso consiguen en menos de 24 horas entrevista con Nicanor. Están en connivencia con el fiscal general del Estado.
¿Quiénes?
Almirón, Nissen, todos esos. Por eso le ponen en su cuestión esta “testigo: el presidente de la República”. ¡Oh! My God. ¿Qué va a decir el presidente, que no es capaz de asumir la responsabilidad civil? Este no es un país federal como la Argentina. ¿Qué van a decir, si en connivencia con el poder político, no se le imputa ni a nadie de la Municipalidad? Y la Municipalidad está contestando sus demandas civiles diciendo que la Municipalidad no tiene ninguna responsabilidad en este evento. Entonces nos preguntamos: ¿qué será del país mañana, si las propias víctimas, en connivencia con el gobierno, tremendamente corrupto que tenemos, le liberan de responsabilidad al gobierno y a la Municipalidad? ¿Qué pueden esperar el día de mañana?
Pero la gran pregunta es, ¿por qué no pudieron salir las víctimas? Eso es lo que no entiendo.
Porque vino una explosión. No sé si querés que te muestre una explosión cualquiera, si alguien tiene posibilidad de salir. La velocidad de la onda expansiva, los gases que esparcen, el fuego que genera es de una velocidad tan grande que han habido personas que murieron en el Estado en que se encontraban, con el cuchillo y el tenedor en la boca. ¿Por qué no te planteás por qué murieron de esa forma la gente? Acá estamos en la generalización de las puertas. “Las puertas”, “las víctimas”.
¿Por qué no se hizo un estudio de por qué murieron como murieron, cada víctima? ¿Acaso cada víctima no es suficientemente digna como para que amerite una investigación de por qué y cómo murió? ¿Y de quién es esa responsabilidad? ¿Sabés de quién es? De los querellantes y del fiscal. Ni los querellantes ni el fiscal les interesa un bledo las víctimas ni les interesa un bledo de cómo murieron y por qué murieron. No les interesa investigar nada porque están en connivencia con el poder político y económico. Acá no hay investigación. No les interesa las muertes. Hay que darse cuenta. Por eso no investigaron. Acá, si había una investigación seria como hay en otros países, tenía que tenerse la identificación de cada víctima y la explicación de de qué murió, por qué murió, en qué momento murió, cuánto tiempo estuvo viva. Esa es una investigación seria. Eso es respetar la memoria de los muertos. Pero acá ni a Nissen ni a nadie de los querellantes le interesa, ellos quieren plata nomás. Y no importa de dónde venga la plata.
¿Y el tema de la chimenea? Suponiendo que fuera una explosión, no se mantenía esa chimenea.
Eso no te voy a contestar. Que investigue Nissen. En el momento del juicio les voy a contestar eso. Algo está en la pericia. El resto que averigüe Nissen.
Bueno, ¿sobre la fortuna de Paiva podría hablarme?
Paiva tiene 58 años. Él empezó a trabajar cuando tenía 14 años en la carnicería de los padres. Y cuando pudo se fue independizando y así fue creciendo.
¿Había contrabando?
Nosotros te desafiamos porque hay empresas que están ahí y te podemos mostrar, es más, toda la cadena de supermercados, en setiembre – octubre del 2003 fueron intervenidas por Tributación. Todos los negocios de Ycuá Bolaños. Y por no decirte, no encontraron ni un ápice – la complejidad administrativa y tributaria es muy grande – y con todo eso, salió impecable. Todos los supermercados, todos no solamente pagan... en una publicación que se hizo sobre las tributaciones, esta es una de las empresas que más paga IVA. Solamente uno de los negocios de la cadena está entre los 100 mayores tributaristas del IVA, o tributantes del IVA. Y todos sus empleados, absolutamente el 100% están asegurados en Previsión Social, lo cual implica que cuando menos, ganan el mínimo. Y cuando salen y dicen de que había niños que eran explotados, ese es un sistema por el cual una organización que se llama, creo que, DEQUENÍ, a través de un programa, establecen un apoyo y una enseñanza a los niños y se tiene un convenio con esa ONG.
¿Son los que llevaban los carritos, con el delantal de Ycuá Bolaños?
Exactamente.
Justamente usted tocó este punto, que también me dice la madre de una persona que estaba parada doce horas al día. Yo sé que no es el tema exactamente, pero, como en la acusación de Nissen se mencionan antecedentes en el sentido de que quizás no era un patrón de lo más amoroso que digamos.
Y Mister Fitness no es. Pero es un tipo que exhibe un curriculum que muy pocos pueden exhibir. Ojalá en el Paraguay existieran mil ogros como Paiva, y lo que tributa Paiva, para saber cuánto y cómo tiene que estar el país. Pero a la gente le gusta más la connivencia con el fiscal general, con el gobierno, con la intendencia, y acusarle a un prójimo, y no saben que son estos los que tienen que responderle.
En todos los supermercados los empleados trabajan muchas horas, sábado, domingo, etc., no digo que solamente el Ycuá Bolaños.
Claro, eso es un problema cultural. ¿En qué sentido un problema cultural? Y porque acá es muy sencillo. Forman un sindicato y fuerzan una negociación de un contrato colectivo. Y ahí se solucionan las horas de trabajo, las vacaciones, etc., etc.
Pero quizás ellos no se animaban a eso.
Y no se animan pero eso entra dentro de todo el plano de la disputa, porque yo te voy a decir que ya no estamos en la época del proteccionismo, ni el Estado, ni la empresa, que tiene que brindar. Acá hay que, lo que se llama, la flexibilización laboral. Eso se tiene que imponer. El Estado tiene que cumplir con la capacitación de la gente y el mercado va a regular el costo de la habilidad de la gente. Porque también yo te puedo asegurar, que cuando vos ves lo que son nuestros empleados, hay empleados que no les podés pagar ni el sueldo mínimo. Porque es más el perjuicio que te causan que lo otro. Entonces ahí hay una complejidad en el mundo laboral que ahora está en debate acá, está en debate en el Brasil. Lula, que es de extracción totalmente socialista, el presidente del Partido de los Trabajadores dice “Hay que flexibilizar la relación laboral”. Entonces, no sé cómo te explicás. Lula sostiene eso. Entonces, acá hay que oxigenar las ideas para saber en qué mundo vivimos.
En cuanto a las normas de seguridad, ¿cobraron y no fiscalizaron?
Claro. Sí.
Yo le quería preguntar al señor Juan Pío cómo se siente ahora.
Mal. Mal porque se siente víctima de una tremenda injusticia. Esta acusación que yo te mostré, no se sostiene en ningún lado ni se va a sostener, no hay tribunal que vaya a sostener eso. ¿Y sabés por qué lo acusan de doloso? Para mantenerlo en Tacumbú. Exclusivamente. ¿Y por qué quieren mantenerlo en Tacumbú? Porque quieren plata para extorsionarle y chantajearle, y sacarle hasta lo que no debe, y eso se hace en connivencia con el gobierno y la fiscalía y con los abogados de las víctimas. Entonces, él no se siente mal por lo que ocurrió, ni esto, ni lo otro. Lamenta él, él quiere trabajar por las víctimas, pero no porque se sienta responsable, porque él cree que es un deber de solidaridad, y la solidaridad es parte de la dignidad de las personas. Él se siente digno. Quiere trabajar. Pero no le dejan. No le dejan ni trabajar, le tienen ahí, ¿vos sabías que se embargaron todas las cuentas de todas las empresas? ¿Por qué se embargaron todas las cuentas de las empresas? ¡Porque ya se estaban ofreciendo las acciones en el exterior!
¿Juan Pío ya no gana más dinero con los Ycuá Bolaños?
Y eso ya no sabría decirte. Lo que sé es que las empresas están no muy bien económicamente, o sea, no están luego bien, primero porque, es fácil notar, no tienen ya la cantidad de gente que tenían, se resintieron una serie de cosas, y el cerebro que tenían no está. Pero desde luego, él no manejaba todas las empresas. Los otros Ycuá Bolaños eran ya de las hijas, y manejaban las hijas. Y siguen manejando las hijas.
Se dijo en una reunión que se les había ofrecido a los empleados que sobrevivieron un millón de guaraníes al mes por 30 meses, con tal de callar.
No, no, no. Yo te puedo contar. En ocasión de una audiencia que tuvimos en el Juzgado de Lambaré, estábamos conversando entre abogados. Entonces yo digo lo que siempre digo. Que acá lo más doloroso es que no nos podamos sentar todos en una misma mesa a pensar qué podemos hacer por las víctimas, y dije esto – y estaba el doctor oscar Tuma hijo – y dijo:
“Sí, es verdad, y yo ofrezco mi escritorio, mi estudio para que nos sentemos a hablar. Y desde luego yo en ningún momento acusé de doloso, porque acá nadie me va a decir que hubo dolo, ni mucho menos nadie va a probar que hubo dolo”.
Y como si esto fuera poco (dijo) “Yo, en homenaje a mis clientes me he asociado con un estudio jurídico argentino, de juristas de primer nivel que han venido, como yo puedo estar equivocado o puedo tener una opinión parcial, he traído abogados de la Argentina para que me estudien el caso y me digan si yo estoy equivocado o no. Y estos abogados, con una vasta experiencia, dijeron “Acá dolo no hay”, y si se le va a seguir el juicio a Paiva, esto, lo otro, acá hay que seguir al gobierno, como con el gobierno no vamos a conseguir nada, porque la política es muy fuerte, hay que seguirle juicio a la Municipalidad, porque ¿qué van a hacer los Paiva? – y como el tipo me conoce de varios congresos, sale y dice (esto se dijo en el estudio jurídico de turno, estábamos todos, estaba Nissen y qué sé yo) - ¿Qué va a hacer el abogado de los Paiva? Cuando todos los créditos sean exigibles, que puedan ejecutarse, que puedan rematarse, el abogado de los Paiva va a decir “Quiero la quiebra de las empresas”, y se van a ir a la quiebra todas las empresas. Ese es el destino de las víctimas. Y aunque yo no pida, basta que un acreedor pida la quiebra y todo se va a la quiebra”.
La pregunta, y los abogados saben, ¿quién cobró su crédito en una quiebra, en el Paraguay? ¿Quién cobró su crédito en una quiebra? Entonces, no sé, va a ser una victoria pírrima. Entonces me dice el abogado: ¿Qué opinión tendrían los empresarios, si es que nosotros no le demandamos a los empresarios, le demandamos a la Municipalidad pero los empresarios le pagan a las víctimas – supongamos – diez mil dólares? Entonces yo le dije: “Yo no tengo ningún inconveniente, yo voy a transmitir, no puedo hacer otra cosa”. Y ahí salió el tema de los diez mil dólares. De ahí salió, de esa reunión. Entonces, cuando hicimos números, nos dimos cuenta “Pero por qué no le entregamos nomás todos los bienes”, ¿de dónde vas a sacar diez mil dólares para cada víctima? No cierran los números.
¿Pero, a los empleados?
No, no, estamos hablando de víctimas. Entonces, lo que yo dije en algún momento, tomando como base el tema de la reconstrucción de un supermercado, y que los empresarios aporten otro, yo le pregunté a varias víctimas, así como vos preguntás, ¿cuál era la necesidad real de ellos? Y ellos dicen: “Con tal que nosotros comamos, podemos aguantar, porque nosotros no podemos aguantar un pleito de cinco años si no tenemos ni para comer hoy”. Entonces yo dije “O sea que si se les da un sueldo mínimo a cada víctima, sería algo viable”. Eso fue lo que yo planteé. Un sueldo mínimo es un millón de guaraníes. Y eso sí yo planteé como una posibilidad para estudiar qué se puede hacer. Pero también tengo que hacer aterrizar eso en cuánto es, cuánto significa. Pero para qué vas a analizar, si ni siquiera se quieren sentar a hablar. Nunca más hablamos con Nissen, ni con nadie. Las veces que le encuentro le digo “Vamos a hablar”, “Ah, sí, sí, pero...”.
A los empleados – todos los empleados demandaron sus haberes – entonces, hay ya un estudio que está haciendo el abogado que se encarga de la parte laboral, donde, si quieren llegar a un arreglo, se les va a pagar lo que el abogado laboralista considera que es justo pagarles. Y esto, en respeto a las víctimas, porque están embargados todos los fondos. Si nosotros les pagamos a los empleados más de lo que justamente y probadamente pueden cobrar, las víctimas van a venir y le van meter otra denuncia a Paiva por estafa por estar usando el dinero que está embargado para el resarcimiento. Es así de sencillo. Entonces, que se pongan de acuerdo los empleados con las víctimas, para cobrar más allá. Nosotros no vamos a exponernos a llegar a un arreglo. Para nosotros, si cobra uno o cobra otro, la plata se va a ir igual. Pero nosotros no podemos hacer un arreglo con los empleados, decirles “Bueno, tomen y lleven”, y después vienen las víctimas y le meten otra querella.
¿Alguna conclusión? Además de todo lo que usted ya me dijo... porque algunas víctimas dicen que ustedes están con el fiscal general, y usted dice que es al revés.
Con la diferencia, que el fiscal general hace lo que las víctimas le presionan a hacer. Las víctimas le exigieron que se le saque a Teresa Sosa. Ella cometió el error de decir la verdad.
Esta fue una versión, claro está, distinta sobre los hechos. Realmente yo no puedo quitar una conclusión sobre ciertos aspectos, basándome solamente en entrevistas a dos abogados, cada cual, defendiendo sus argumentos. Ahora, sí creo más en que el fenómeno comenzó cerca de las 9 de la mañana, y que se pudo evitar tantas muertes.
Pero, resulta interesante pensar, ¿es cierto que no se reúnen a hablar los abogados, a pesar de que Escobar lo solicita? O bien, ¿cuál es la verdad sobre el detalle de llamadas? Este detalle es fundamental para saber si el padre llamó al hijo y le indicó que se cerraran las puertas. Se abre otra pregunta: ¿No poseían ellos otra línea de celular, además de la mencionada por Escobar? Y finalmente, ¿por qué un grupo de víctimas opina que el fiscal Latorre está a favor de los Paiva, y al final, el abogado de Juan Pío Paiva opina que Latorre está a favor de las víctimas? ¿O es que ambos (Paiva y las víctimas) tienen ese enemigo común llamado intendencia de Asunción?
Finalmente – hoy es 9 de marzo – esta mañana hubo dos grupos de víctimas frente a la Municipalidad: se les dejó entrar a los que apoyan al intendente Riera, y a los que no, se los dejó afuera. Justamente escuché hablar en la radio a Fernando Ortiz Mieres[3], y lo escuché decir que él está a favor de Riera. El periodista le preguntó “¿Por qué?”, él respondió algo así como que “Si usted tiene cinco hijos, no va a poder manejar a todos, imagínese seis mil funcionarios de la Municipalidad, usted mucho menos va a poder manejar lo que hace” (se refería a los que fiscalizan los lugares públicos).
Aparentemente, según comentó el periodista de Radio Cardinal, este hombre habría sido beneficiado con un bien material por parte del intendente – la Municipalidad. Y los comentarios de los periodistas se refirieron a que, el grupo “pro-Riera” que estaba dentro del recinto de la Municipalidad, estaba comiendo bocaditos y escuchando música, “¿Festejando qué? ¡Y con el dinero de la ciudadanía!”, mencionaron. Mientras, afuera, eran reprimidos los manifestantes que estaban protestando.
La situación es triste, en Paraguay. Solamente resumiendo los últimos tiempos tenemos que:
1) Cecilia Cubas ha sido asesinada, y ahora resulta que muchos ya lo sabían, o al menos, sabían de la casa donde ella estaba, desde tiempo atrás. ¡Otra desgracia que pudo ser evitada, si se actuaba a tiempo! Y sobre todo, si la corrupción y el ansia de dinero no fueran el motor principal de muchos policías y fiscales... en vez de trabajar a favor de la vida de un ser humano inocente.
2) Además, parece ser que los tiempos de la dictadura están volviendo, como lo dijo la socióloga Milda Rivarola: “Puede haber otra Pascua Dolorosa”, si se persigue injustamente a nuestros hermanos campesinos. Esta misma socióloga, en entrevista radial días atrás, mencionó que luego de su caída, el dictador Stroessner dijo a una periodista “En Paraguay nunca hubo comunistas”. O sea, esas eran excusas para perseguir a personas que estaban en contra del régimen.
3) Las reservas de bosques (del escaso 10% que resta) se están incendiando, y no sabemos quiénes son los que, supuestamente, de manera intencional los están quemando, ni por qué lo hacen.
4) Un militar en estado de ebriedad asesinó a sangre fría, en una comisaría, a un joven bombero voluntario.
5) Anoche, 8 de marzo, en la ciudad de Ñemby, en una lomitería, una garrafa de gas explotó, hiriendo a 20 personas y dejándolas muy graves. Por supuesto, los más afectados fueron los humildes empleados y cocineros... los que más cerca estaban de la cocina, claro. Ya lo habían dicho varias personas: “Es sólo una cuestión de tiempo, el que se repita otro Ycuá Bolaños”. Ahora son 20, mañana serán 30, pasado, 500 en algún centro comercial grande, o una escuela, o donde sea.
6) José Luis Simón acierta cuando dice que el Paraguay es un gran Ycuá Bolaños. Todos nos estamos quemando aquí dentro. Sigue muriendo gente inocente. Muchos jóvenes (se calcula que uno por día) se suicidan por falta de trabajo y de condiciones de vida dignas. El padre Jesús Montero Tirado me contó que en un barrio pobre, cercano a Trinidad, seis jóvenes se suicidaron tras la tragedia del 1 de agosto, pero nadie se hace eco, porque ellos son los “sin voz”.
7) Los empleados de las empresas siguen siendo explotados, muchos, trabajando innumerables horas y teniendo que aguantar maltratos “porque no hay otro trabajo”. El otro día en un conocido negocio sobre la calle Antequera, una empleada fue maltratada verbalmente por el supervisor, lo cual le provocó el llanto, y todo esto, frente a los clientes.
[1] Se refiere a cerrar las puertas de un supermercado, en tal caso.
[2] Se refiere al detalle de llamadas del 1 de agosto entre los celulares de Paiva padre y Paiva hijo.
[3] Ver capítulo sobre la reunión del 17-01-05
12. LO QUE VIERON LOS TRABAJADORES DE LA ZONA. OTROS TESTIMONIOS COMPLEMENTARIOS.
Tras lo mencionado por Escobar Faella, y como de hecho ya tenía pensado hacerlo, me fui hasta el ex Ycuá Bolaños 5, incendiado, y quise conversar con algunos vendedores del lugar, preguntarles qué vieron, exactamente, el día del incendio. La mayoría de ellos me decía que no estuvo ese día, etc., sólo uno me contestó algunas preguntas. Además, entré al santuario que está allí y conocí a Oscar Meza, quien me habló sobre su dolor.
ENTREVISTA A UN VENDEDOR DE LA ZONA FRENTE A YCUÁ BOLAÑOS (TRINIDAD). NO DA NOMBRE. LUNES 7 DE MARZO, 16:00 HS.
¿Puede contarme lo que sucedió el 1 de agosto?
El 1 de agosto comenzó a las 11 menos diez. Comenzó la primera explosión a las 11 menos diez, hacia las 11 menos 20 (sic) murieron todas las personas ya, o sea la una y eso llegaron los bomberos, estaban cerradas las puertas, Paiva salía con el dinero, de la puerta de atrás. Hubo muchas personas que se ayudaron a sí mismas, para salir. Eso es lo que te puedo decir.,
¿Usted dónde estaba en ese momento?
Acá enfrente.
Sobre el portón que está en Artigas, ¿qué vio usted?
Cerrado.
¿Con candado o no?
Cerrado así nomás.
¿Y cómo había que hacer para abrir? ¿Empujando fuerte?
Sí.
¿Había o no un guardia ahí?
Había, siempre hay luego.
¿Y dónde estaba parado él?
Estos lados, siempre estos lados.
Y cuando empezó el incendio, el humo salía, ¿él seguía ahí?
No, él no estaba más. Él ya corrió de ahí.
¿Por qué la gente no salió por ese portón?
Porque estaba cerrado.
¿Por qué no estiraron?
Difícil es por el susto y eso. Vos te vas a dar cuenta también que para hacer muchas cosas...
¿Usted piensa que se dio la orden de cerrar las puertas?
No te puedo decir eso porque yo no tuve el teléfono, nada, verdad, seguramente que él dio la orden porque él tuvo teléfono.
Ese portón, habitualmente no estaba cerrado.
No, siempre cuando se abre Ycuá Bolaños, siempre está abierto. Ese día estaba cerrado después de esa explosión.
O sea, debería haber estado abierto, pero, después de la primera explosión ¿usted vio cuando lo cerraron?
Sí.
¿Y quién lo cerró?
El guardia, una escopeta tenía ahí.
Y ahí la gente, ¿vio que se estaban quemando ahí?
Ahí en el primer escalón.
¿Por qué nadie estiraba el portón? ¿Estaba muy caliente?
¿Quién se iba a matar más? Decíme un poco.
¿Qué quiere decir eso?
Tocá la barra, te quemás.
¿Y con ropa?
Nada.
¿Y usted vio a la gente que estaba adentro?
Sí. Si nosotros hicimos el agujero allá. Entramos.. allá hay dos, tres agujeros (señala la parte de atrás del supermercado).
¿Por dónde se fueron para abrir el boquete?
Por atrás mismo. Ahí hay una calle sin salida. Por ahí. Eso es lo que te puedo decir.
¿Usted sabe algo sobre la puerta de la esquina?
Esa estaba cerrada también.
¿Llaveada?
Cerrada así nomás. No sabés si es con candado o qué, porque esa automáticamente se cierra pues.
¿Esa también suele estar abierta y en ese momento la cerraron?
Sí.
Usted dijo que el guardia corrió después.
Corrió después, estaba con nosotros allá.
¿Les siguió a ustedes?
Sí, acá estaba con nosotros el guardia.
¿Qué decía él?
Nada, miraba nomás. Si se sorprendió también él.
Un bombero contó que un guardia disparó tiros, ¿qué sabe usted de eso?
No, seguramente que... yo digo que por la explosión seguramente.
Él pensó que era... (yo estaba por decir “explosión”, y él interrumpe)
Un asalto.
Pero no dejaban entrar.
No, no dejaban luego entrar a nadie. Eso es la verdad.
Pero ya vinieron los bomberos, cuando eso.
Sí, vinieron ya. Llegaron de hacia acá primero a las 11 y 20. Esa hora mismo llegaron.
¿Usted qué suele hacer por aquí?
Vendo Bingo, bananas. Siempre, cada domingo, cada sábado, de lunes a lunes estamos por acá.
¿El guardia estaba asustado?
Sí. Vos ves luego la persona que le cambia la cara cuando se está asustando, ¿verdad? No habla, no dice nada, sólo mira y se queda ahí mirando.
O sea, él no huyó, se quedó con ustedes. ¿Ayudó a hacer el boquete?
Sí.
Aún con el uniforme de guardia.
Sí, tenía. Hay fotos.
¿Con quién huye Paiva hijo?
Con su guardia.
¿Areco era?
Areco y el morocho petiso.
¿Vos viste que era dinero lo que salía de sus maletines?
Sí. Cuatro maletines llevaba.
¿Paiva padre en qué momento llega?
Al señor yo no le he visto. Ni antes del incendio el señor todavía no estaba.
Y cuando empezó todo, ¿estaba Paiva hijo?
Sí, ese estaba ahí, sentado, mirando.
¿No hacía nada?
No.
¿Después de eso corre con el maletín? ¿Nadie le filmó?
No le vieron, seguramente por eso nomás.
¿Usted veía a la gente que estaba ahí en el estacionamiento?
Sí, se veía todo (...), acá solamente había vehículos, las personas que había adentro de los vehículos ahí se quedaron así. Esos que se iban a entrar en el coche ahí se quedaron así. Así mismo se quedaban, cuando iban a abrir los coches, así mismo se quedaban.
Usted qué piensa, ¿fue un incendio o una gran explosión, en un segundo?
Yo te voy a decir. Fue como un encendedor, el encendedor te da chispas así y después de golpe se incendia y terminó.
¿Usted cree que a las 9 de la mañana ya empezó el problema?
No.
Pero supuestamente a las 9 de la mañana una empleada comenta que hay un problema ya en la chimenea. ¿Usted no supo nada?
No. Pero a las 11:10 comenzó y a las 11:20 terminó, lo que tenía que matar, mató ya.
Hay tiempo de correr si la puerta está abierta, en diez minutos.
Sí. Había tiempo para correr, para salir, si la puerta estaba abierta. Pero el señor dijo que era un asalto, que esto y aquello.
¿El guardia?
No, el señor Paiva. Cerraron todas las puertas ahí.
Sin candado, pero como era caliente el hierro...
...nadie podía tocar pues. Ni con la ropa, ni con nada. Si te fijás bien en la foto que hay, las personas, parece que le metés en un horno y le quitás así.
O sea que en diez minutos empezó y terminó todo, ustedes quisieron abrir...
No hay forma de nada.
Y el guardia que estaba acá afuera, ¿cómo se llamaba?
Era un flaquito alto.
¿A él entonces le dijeron “Cerrá”, y después él se quedó a ayudar?
Sí. Estaba atrás de nosotros él.
¿Qué más puede opinar, en resumen? ¿Piensa que los Paiva tienen toda la culpa?
Yo digo que solamente Dios sabe quién tiene la culpa. Eso no puedo decir. Porque yo no soy nadie para juzgar a nadie.
¿Tampoco puede asegurar que Paiva padre ordenó el cierre de las puertas?
No. Porque yo no escuché, no he visto, para decir que él dijo.
A continuación de esta entrevista, se acercó a mí un hombre de 61 años, vendedor de la zona, quien quiso opinar también. Dijo:
Sinceramente, yo voy a salir siempre en contra de estos dos hombres (los Paiva). Porque él quiere más la plata que la vida de las personas. ¿Verdad? ¿Sabés por qué? Porque, yo por lo menos, sinceramente, estoy en una religión. Creyente. Y entonces, así no se puede sacar la vida. Por eso yo pienso por ahora, muchas cosas suceden por acá. Por todos lados. El mundo, vamos a decir. Y estos dos señores quieren más la plata que las personas. Esas personas que están dando siempre vida a ellos, que meten plata, le dan vida. O sea, yo por lo menos así puedo opinar con esta clase de gente. Yo me llamo Narciso, en este octubre voy a tener 62 años. Yo no trabajo los días domingos. Yo no sé qué pasó ese día, pero escuché que cerraron los portones y eso. Así yo escuché: la voz de la gente. Cerraron todo.
Hacia mi casa hay mucha gente que murió, que trabaja acá. Primero yo conozco un señor que trabaja en la panadería, un maestro de panaderos. Carlos se llamaba, el apellido no sé, un señor gordo. Murió acá. Anteriormente ese señor trabajaba en Villa Hayes donde se hace clavos y hierro. Acepar.
Nosotros no hablamos de ese tema, ¿sabés por qué? Nuestra preocupación de nuestra casa, tenemos que llevar plata. Y yo, por la edad mismo, yo quería trabajar acá adentro (señala el Ycuá Bolaños). Yo le dije a un señor, uno que está ahí, el jefe de playeros, “¿Yo no puedo venir a trabajar aunque sea de carritos?” y me dijo “No, para viejos no es. Solamente para los chicos”. Entonces yo siempre voy a salir en contra de ellos. A mí me rechazaron. Porque me tenían que tomar aunque sea para barrer acá. Y eso es lo que yo puedo decir.
Las palabras de este hombre me conmovieron, porque él es viejito, y debería estar en su casa, jubilado de un trabajo digno, descansando. Pero no, está en la calle, en esa avenida donde los autos pasan a toda velocidad. Ellos son pobres: no piensan más en cómo fue Ycuá Bolaños. Como dijera Maciel, la situación está tan mal en Latinoamérica, que pensamos sólo en el hoy, en qué vamos a comer hoy. ¿Qué tiempo tenemos para reflexionar sobre los hechos e intentar hacer algo al respecto?
Entre el smog y a pleno sol, intentando vender unas bananas en los ómnibus (algunos de éstos tienen molinetes por los que él, con la edad que tiene, debe trepar para pasar) este hombre de 62 años pasa los días, todo por un pedazo de pan. A esta humillación le somete un Estado que no fue capaz de darle la oportunidad de trabajar, en su juventud, en un lugar donde pudo haber aportado para jubilarse dignamente.
Casi nadie le compra nada, y el pobre señor alguna vez quiso ser aunque sea barrendero del supermercado, pero no es para viejos, le dijeron. No es para viejos...
Quise buscar más información, porque los vendedores mucho no dijeron. Entré al santuario que está al costado del supermercado y había algunas personas, un hombre que estaba allí me contó esto:
Mi nombre es Oscar Meza. Yo estuve en ese momento. Estuve dentro del súper ese día 1 de agosto, trágico día. Tanta es la suerte mía que salí en el momento oportuno porque al llegar a una cuadra del súper hubo la explosión. Volví para ver, pensando que era la Shell (que está enfrente), en ningún momento pensé que iba a ser el Ycuá Bolaños. Y ahí en ese momento ya he visto la desesperación de los vendedores que empezaban a romper vidrios y a luchar por sacar a la gente. Por lo menos en diez minutos... primero llegó una patrullera del 911. Ellos llegaron, se quedaron a mirar afuera. Lamentablemente no podían hacer nada porque... no sé precisar si la puerta a Santísima Trinidad estaba cerrada, pero el portón sí estaba cerrado, el que da hacia Artigas.
¿Eso era anormal, porque siempre estaba abierto?
Sí. Ese totalmente siempre estaba abierto, como todos los portones de acceso hacia Santísima Trinidad y el otro.
¿Qué más vio?
de la gomería que trajo un hierro para empezar a romper las puertas.
¿Es cierto que eran duras?
Sí, eran muy duras porque las piedras, por más grandes que sean, rebotaban. En ese momento estaba el hijo del dueño, dando vueltas, custodiado por los policías. Y él se plagueaba por romperse su vidrio. Yo estaba acá en la esquina, donde está el semáforo. Y después, ponéle 25 minutos después, empezaron a sacar la gente. A mí me impresionó cuando empezaron a salir los primeros quemados. Y tanto así que he visto una criatura de la edad de mi hijo, seis años, que salió totalmente carbonizada. Ahí vino la policía, nos retiró más hacia allá. Pero la verdad que fueron más o menos 15 personas las que estuvieron en ese momento. El niño murió calcinado. Le sacaron calcinado y le pusieron en una bolsa negra. Eso fue lo que a mí realmente me impactó, porque pensé en mi hijo, que estaba andando en bicicleta a dos cuadras del supermercado.
Ahí empezamos todos, luchamos, llegaron los bomberos. Los boquetes se hicieron después, atrás del Interbanco, se hizo los primeros boquetes con la ayuda de los bomberos. Ahí se escuchaba llantos, si realmente toda esa gente, si estuvieran abiertas las puertas de las rampas, había muchísima gente que se iba a salvar, porque la gente se amontonaba todo encima ahí, cayéndose y muriéndose.
Entonces las puertas estaban cerradas.
Sí, estaban cerradas.
Nadie puede decir quién dio la orden.
Yo personalmente no puedo porque yo estaba casi a una cuadra ya, retirándome del súper. Y ahí falleció la sobrina de mi señora, su marido, mi vecino, mi vecina... acá hay como diez fotos, acá de mi barrio (señala las fotos del santuario). Mi barrio se convirtió, digámosle, por lo menos hubo una batalla campal de una guerra. Porque en cada esquina había un muerto en Trinidad. Y yo creo que en este momento... los primeros tiempos se daban supuestas ayuditas del gobierno. Todas las donaciones que hubo, se comió todo, y ahora si no me creés, podés llegar hacia mi zona de Trinidad y ver que hay gente que hasta ahora no recibió nada. Y yo creo que es injusto. Normalmente, he visto que se están abriendo otra vez los grandes súper del Ycuá Bolaños, supuestamente para ayudarle a la gente, pero.. Hasta ahora no se dio ese resultado. Y como siempre en nuestro país, se va a quedar en el opareí.
Día a día están pasando más cosas. Yo realmente le culpo a los gobernantes. Tanto al intendente Burt, que fue él en su época se construyó, y al intendente Riera. Ellos deberían controlar los grandes supermercados que abarcaban mínimo mil personas por día. Porque esta zona es la zona de Trinidad y la gente viene más paras llevar los artículos de primera necesidad y era un domingo, fin de mes, donde todo el mundo... hasta yo mismo vine a comprar asado. Un muchacho que se llamaba Alfredo Cazal, ya murió, me eligió para mí unos cuantos cortes paulista, que él me eligió para comer y él iba a pasar por casa a comer más tarde. Él trabajaba, carnicero era. Murió y murió una cajera también que es mi prima, Casilda Meza. Para mí esto es un sueño todavía. Yo cada día paso acá por el súper, cierro mis ojos y no puedo creer lo que pasó.
¿Me puede contar sobre el carnicero y la cajera?
Acá, yo tuve la experiencia con Alfredo, que era mi conocido y mi amigo, digamos, en Paraguay es famoso decir “mi amigo”. Yo tenía que sacarle puchero que él me tenía que dar plata para sacar, porque ellos no pueden comprar mercadería del súper. Ni tampoco tienen que venir los días libres en el súper. Imagináte. Es la ley del supermercado.
Y mi prima siempre se quejaba por los maltratos, el gerente, tanto como el dueño, yo le conocí personalmente a él, porque cuando necesitaba grandes proporciones de carne venía a pedirle a él. Él le ordenaba a los carniceros y me daba rápido. Pero he visto cuando llega el dueño, que es el papá de él, prácticamente como que llega un general, todos se tienen que poder firmes o buscar cualquier cosa para hacer.
Mi prima trabajaba por lo menos doce horas.
¿Existía sábado o domingo?
No, no existe. ¿Ya viste alguna vez un súper que tenga sábado y domingo?
¿Pero entre semana no tenía un día libre?
Tenía medio día libre. O debería de hablar con sus compañeras cajeras y cubrirse mutuamente para que puedan tener un día de descanso. Dos veces por día podían irse al baño. Y el desayuno para ellos en 15 minutos, y el almuerzo 15 minutos. Merienda no existe.
¿Tenían que traer su comida?
El que podía se escapaba e iba a comer al patio de comidas. O de lo contrario comían al lado del banco, había un copetincito donde le daban de comer. Porque tiempo no tienen porque era corto su horario. Tenían que venir rápido. Sueldo mínimo ganaban, hasta ahora, inclusive tengo un amigo que trabaja ahí en Los Arcos[1], dos tengo, ellos trabajan doce horas, pero hacen en escala, venían de mañana, a las doce se iban y venían a las tres hasta que se cierre el súper. Porque desde que empezó a trabajar en Ycuá Bolaños otra vez él no participa más en fútbol, no se va más ni tiene tiempo para irse al colegio.
¿Qué cuenta sobre el movimiento del supermercado?
Dice que es normal. Los paraguayos somos así de olvidadizos. Pero también la vida continúa y hay familias que tienen que educar a sus hijos, por un lado está bien que se abra... supuestamente ellos no son más dueños, supuestamente la Fiscalía se está encargando de eso, pero con un poco de coima, se callan.
Yo quiero que se le indemnice a esa gente. Que tengan el valor, el coraje, de sacar plata de donde sea. Porque hay gente hacia mi barrio que murió su papá, su mamá, son chicos que se quedan sin padres. Los vecinos le ayudan. Los primeros tiempos sí llegaba un poquitito, pero desde que se politizó, ya terminó. Los primeros días fue impresionante la atención que hubo, la donación. Hace poco llegó una donación de Estados Unidos, 400 mil dólares en medicamentos. Hasta hoy, ¿dónde están esos medicamentos? Nunca dan explicaciones por las donaciones que llegan.
13. LA OPINIÓN DE LA SOCIÓLOGA MILDA RIVAROLA
En la ocasión que tuve de asistir a la interesantísima charla de los “Jueves políticos” en Decidamos, invitada por mi hermano, pude entrevistar (tal como ya lo tenía pensado anteriormente) a la socióloga Milda Rivarola. Y esto me gustó, porque el primer sociólogo, Simón, se explayó y eso me ayudó a comprender muchas cosas, sin embargo, Rivarola lo que hizo fue sintetizar todo en frases que resumían la situación en la que se encuentra el Paraguay.
ENTREVISTA A LA SOCIÓLOGA MILDA RIVAROLA, JUEVES 17 DE MARZO, 20 HS., DECIDAMOS.
¿Qué sucedió el 1 de agosto de 2004?
Yo creo que lo que fue Ycuá Bolaños es la prueba de la ausencia de Estado. Y no solamente el Estado central sino también los Estados municipales y del grado de brutalidad con el que se maneja el empresariado cuando no tiene regulaciones públicas, cuando no se les impone ninguna ley. Aparte de la cantidad de gente muerta a mí lo que más me impresionó fue el hecho de que las cajeras, en medio del incendio, se quedaran a contar el dinero, por ejemplo. O sea, el nivel de terror y de miedo que esa gente tenía, o sea que tenían más miedo al patrón que a la muerte, digamos. Eso es ausencia de Estado. Es ausencia de todo: de leyes laborales, de seguridad a consumidores, de todo.
Algo que no puedo entender es, ¿quién, desde arriba, según dicen está queriendo proteger al intendente?
Se está creando una norma de impunidad para todos los que fueron autoridades. Eso es presidente, eso es contralor, eso es intendente. No sé por qué. O sea, gente incluso que nosotros estábamos convencidos de que iba a ir presa está libre en este momento, y está libre judicialmente en este momento. Supongo que Riera es parte de eso. No se le puede tocar, digamos, y probablemente tampoco se le pueda tocar cuando salga, que es el caso de Burt. Se supuso que cuando salía ya no iba a tener poder, y sigue teniendo. Pero es una regla de impunidad: nadie que mandó puede ir a la cárcel, digamos.
Ahora, también es cierto, o sea, Riera es la cabeza de la Municipalidad, la Municipalidad en general no cumplió nunca el control de normas de supermercados, y sucedió en Ycuá Bolaños, puede suceder todavía en cualquier otro supermercado. El tipo de puerta de salida de emergencia y de medidas que se tomaron es ridículo, te puede suceder mañana y va a haber la misma cantidad de muertes. O sea, también las normas que impusieron para actualizar la seguridad de supermercados fueron ridículas. Vos encontrás una puerta de vidrio cerrada con candado afuera, digamos.
¿Se podría unir todo lo que sucede: el tema de los secuestros, el tema de demonizar a un partido de izquierda, con Ycuá Bolaños, es todo parte de esa ausencia de Estado?
Por el lado de Estado ausente, ausencia de Estado que proteja usuarios, que proteja personas en la calle. Yo alguna vez mencioné que la razón inicial del Estado es la de protección de la gente, o sea, para eso está el Estado. Después nomás que se hizo educación, salud, seguridad pública, seguridad social, etc. El estado está para que la gente no se destroce entre ella, o no se muera cuando entra en una iglesia o un supermercado, y si esa función no cumple, no tiene sentido ninguna otra. Es la más básica de las funciones, y esa no está cumpliendo.
¿Por qué en Paraguay no se cumplen las más elementales leyes laborales? ¿Los empleados qué pueden hacer?
El sindicalismo está sufriendo una crisis grande. Ellos tuvieron un auge organizativo y de movilización en los primeros años de la transición. Pero cuando empezó el desempleo, cuando se agravó la crisis económica, el sindicalismo también perdió convocatoria, tuvieron mucho desprestigio de dirigentes a nivel de cuestiones de corrupción, se extinguió en muchas partes, o sea, lo único que puede garantizar, en general lo que garantiza el cumplimiento de leyes es el sindicato. O sea, no es que el Estado porque es bueno decide que esa ley se va a cumplir, no. Y cuando tenés debilidad o fraccionamiento de sindicatos es que ocurre este tipo de cosas.
¿Los supermercados y otros negocios se han aprovechado de esta crisis?
Los supermercados les cobran a los niños que llevan los carritos. Ellos les cobran. O sea, ese mita´í de 8, 10 años que te lleva tus cuestiones y vos le pagás dos mil guaraníes, tiene que pagar para trabajar. A ese nivel de barbarie, no es que no le pagan a su personal: le cobran a su personal. Y la gente tiene tanta necesidad que paga para entrar a trabajar, una locura es, una locura. Pueden hacer eso porque no tienen control. Y también porque no hay reacción ciudadana. La gente dejó de irse dos semanas al supermercado[2]. Después se va otra vez. No hay ningún tipo de reacción. Buenos Aires se volcó a la calle por las muertes en Cromañón. O sea, también hay muy escasa reacción ciudadana.
Sobre eso, sé que los únicos que ya no van a supermercados, sino que eligen el Mercado 4 y de Abasto son los familiares de víctimas. Ahora, ¿qué podría decirnos sobre la influencia de los medios de comunicación, con respecto a la publicidad de “vamos al shopping”, compras, compras, etc?
Acordáte que los propietarios de medios son propietarios de supermercados. Y de shoppings. El dueño de uno de los canales es dueño de Stock y del Sol. El dueño de otro diario es dueño de dos shoppings. El negocio de ellos.
Y a escala global, a través del cable, por ejemplo, ¿hace que uno quiera ubicarse en un cierto nivel de “status” y no se detenga a pensar en la gente que está trabajando en esos negocios?
Hay también una cultura de shopping. A mí me impresiona de amigos y amigas jóvenes que yo tengo (bueno, ahora te citan en La Habana), pero antes te citaban a comer en el shopping. Y yo odio comer en el shopping. Yo odié siempre porque ni siquiera es buena la comida. Pero hay una cultura del shopping que es juvenil, y que trató en el interior – y quizás eso es lo más drástico del Ycuá Bolaños – : el supermercado es el shopping de los pobres.
También en el shopping, hay aire acondicionado, se van, pasean, aunque no compren nada, digamos. Comen barato.
¿Qué cree usted que va suceder en el ámbito judicial?
Yo este caso... íbamos a hacer una documental y al final los bomberos no quisieron, hubo un problema. Yo lo que conocí bien y seguí e hice informes sobre eso es el Marzo Paraguayo, que es un caso parecido. La idea general de la víctima es que la sociedad tiene que ocuparse de hacerle justicia. Lo triste es eso. Dentro de nuestra legislación vos tenés que contratar un abogado, un buen abogado, persistir en todos los procedimientos. Parte de la impunidad del Marzo Paraguayo se debió a que los familiares no conocían ese mecanismo, o no supieron usarlo. Si los familiares del Ycuá Bolaños hacen lo mismo, también van a perder. Gana un juicio quien sigue un juicio. Quien contrata abogados, quien va prendiendo incluso leyes, nuestra idea es de que la sociedad nos tiene que resarcir, no es así. O sea, son juicios privados pues. Vos ganás o perdés juicios de acuerdo a tu abogado.
¿Aunque estemos en Paraguay?
Aunque estemos en Paraguay.
14. MIGUEL PACHECO: EL PUNTO DE VISTA DE UN PERIODISTA QUE ESTUVO ALLÍ
Desde un primer momento, quise tener el punto de vista de un comunicador social. El día de la tragedia, me enteré de que un amigo, el profesional de la comunicación Miguel Pacheco, estuvo cerca de la tragedia, desde los primeros instantes, incluso. Cubriendo periodísticamente para la radio, pero también, como ser humano, viendo y sintiendo esa horrible experiencia, que la narra a continuación.
ENTREVISTA A MIGUEL PACHECO (RADIO ÑANDUTÍ), VIERNES 1 DE ABRIL DE 2005, 09:00 HS.
Miguel relata:
La verdad es que yo vivía a tres cuadras de lo que era el Ycuá Bolaños, en la calle que queda al costado de la calle Santísima Trinidad. Y ese domingo estábamos con Natalia[3] charlando, mirando qué hacer. Yo vivía con mis suegros, e iba a venir mi cuñado, una típica región de domingo, íbamos a almorzar toda la familia junta. Mi suegro se puso a cocinar y en ese momento mi suegra le dice que se le terminó el jabón y que quería ir al súper. Entonces, él de muy mal humor le dice que no, que siempre que él se pone a cocinar, ella encuentra un motivo para cortarle la inspiración, y que espere que venga el hijo para irse al súper. Yo seguí mirando mis cosas arriba, ordenando un poco el cuarto, que es el único día que tenemos de ocio, prácticamente, en casa. En eso llega el hermano de Natalia, estaciona, como nunca entró, paró, se bajó, saludó a todo el mundo. Entonces mi suegro le dice que se querían ir al súper porque tenían que comprar pan, jabón, y todo eso.
Cuando suben al auto y retroceden ven una columna de humo, entonces me llaman y me preguntan “Miguel fijáte qué ves ahí vos desde arriba”, entonces digo “No sé, capaz que es la estación de servicio que se está incendiando”, que era la Shell que estaba enfrente. Y entonces yo lo primero que atino es a llamar a la radio a preguntar qué estaba pasando, y me dicen “No, lo que pasa es que hay un principio de incendio en el Ycuá Bolaños”, entonces a partir de ahí, yo agarro mi campera de la Rock and Pop, que me identificara como un periodista, me bajo, y me voy hacia el Ycuá. Y yo estuve mirando el otro día el resumen de cuenta de mi teléfono, estuve allí 12 menos 10, en ese lapso.
A partir de ahí, agarré el auto, me fui, todo el mundo salimos corriendo, a ver qué pasaba. Cuando vemos un columna terriblemente inmensa de humo le digo a Natalia “Esto es muy grosso, así que dejemos acá el auto y pongámonos a hacer nuestro trabajo”. Entonces Natalia se va por un lado, ya había llegado Cacho Forneri de la radio, encima a Cacho le habían dicho que era el Ycuá Bolaños de San Martín, se fue y ahí le dijeron “No, acá no pasa nada”, y tuvo que volver para atrás, y ahí se percató de que era el otro Ycuá Bolaños. Empezamos a relatar lo que nos pasaba, y lo que veíamos porque primero se veía una columna de humo y la desesperación de la gente y los bomberos tratando de romper el costado, la bajada de lo que era el Ycuá. Entre que relatabas, por un lado relatás y por el otro tenías que atajar a la gente que quería entrar a buscar a sus familiares. Entonces era una especie de colaboración que se armó entre todos los periodistas, como que hacíamos una cadena para que la gente no avance, porque la desesperación era mucha: que está mi hijo, que está mi hermano, que está mi tío, que están todos... En lo que era la mitad de la avenida, en el empalizado. Yo tomé conciencia de lo que sucedía cuando empezaba a salir gente, salió el nenito Enzo, salió un montón de gente que estaba quemada y llorando a gritos, y las camionetas que se apilaban ahí, y nosotros teníamos que hacer lugar para que la gente no se vaya encima de cada uno de ellos. Yo tomé conciencia cuando, en un momento en que rompieron todas las rejas de los costados, ponéle que habrá sido a eso de la una y media de la tarde, o quizás menos (cronológicamente no te quiero asegurar un horario) cuando me acerqué a un bombero a acercarle agua, entonces le pregunté “¿Había mucha gente adentro?” y él me dice “Hay pilas y pilas de muertos. Hay cientos de muertos”.
Y es como que en mí hice una involución y yo saqué la cuenta de que en ese minuto que yo estuve ahí, que habrán sido diez minutos de que empezó el incendio, yo tomé conciencia cuando este bombero me dijo que habían cientos de muertos, hice más o menos un balance: era un domingo, nosotros los domingos íbamos siempre al súper, era una constante ir a comprar una gaseosa, o pan, o lo que sea, y me imaginaba: sí, era mucho gentío en ese tiempo. Y ese día hubo más gente que otros domingos, por razones X, del destino...Inclusive los chicos de la esquina de casa, que jugaban fútbol en la parroquia, habían ganado el campeonato los chicos de la escuela uruguaya que está atrás de casa, y fueron todos a festejar, los que ganaron y los que perdieron, al final. Estaban en el patio de comidas, donde explotó todo, después me enteré de eso.
Otras anécdotas, por ejemplo, de un muchacho que se fue a hacer las compras, y se olvidó de comprar la sal para el asado, entonces, le estaban cargando y dijo “No, me voy, me voy” y se fue y entró justo en el momento.
¿Pensaste que ustedes también pudieron estar ahí?
Y por eso te conté la anécdota de mi suegro, él pudo haber estado ahí, tranquilamente, si no hubiera sido por el berrinche del enojo, que siempre lo sacaban cuando estaba por cocinar algo, mi suegra y mi suegro estarían siendo parte, dos más en la lista de víctimas. Y después de eso comenzó el trabajo de nunca acabar, de llamar a todos nuestros cronistas, que por suerte todos se acercaron de motus propio – la mayoría, al menos –, trabajamos toda la noche, tuvimos que montar acá en la radio un centro de prensa internacional, porque era impresionante la gente cómo nos llamaba, nuestras radios colegas del exterior nos pedían referencias, y después era el seguimiento, yo ya pasé más a la parte operativa, que era estar en la radio, coordinando un poco junto a otras personas, llamar por teléfono a todos los lugares, hacer las listas de víctimas a medida que iban saliendo.
Yo me retiré del escenario de trabajo (del lugar del hecho) a las seis de la tarde, pero hay imágenes que nunca me voy a olvidar, como la cara de Paiva (hijo) que estaba en la puerta, al lado del carro de bomberos, totalmente atónito, mirando, yo me acerqué, le quise hacer un reportaje, le digo “¿¡Decíme, qué pasó!?” y él me miraba y no hablaba. “¡Hey! Te estoy hablando”, entonces el seguridad me dice “N, no habla, no dice ni una palabra, después capaz que te diga algo”. Después me di la vuelta, Natalia le entrevistó a Paiva, bueno, ellos minimizaban todo el tema, se corría la voz de que había explotado una garrafa de gas, ellos nos mostraban que no había sido así, estuvo el arquitecto también, lo habíamos entrevistado en ese momento, y al otro socio que supuestamente no quiso dar la llave a esa chica que le había pedido, también estuvo allí. Ellos estaban sentados del lado de la Shell, donde estaba el camión hidrante de la Aeronáutica, tratando de sofocar el fuego del depósito.
Ahí se habían puesto ellos, tipo cuatro y media de la tarde, a mirar. Ellos hablaban, y yo creo que ni ellos se dieron cuenta de la magnitud que tenía el siniestro. Yo me di cuenta porque, una de las cosas que más me impresionó, fue después, empezamos a cubrir distintos frentes, entonces yo me fui por atrás y entré por un boquete que había hecho la Policía, y entré y empecé a transmitir desde ahí, y veía gente que sacaba en carritos los cadáveres, y una de las cosas que más me sorprendió cuando los bomberos abrieron la puerta y estaban los hermanitos, los chicos esos todos calcinados dentro del auto, los que estaban abrazados. No creo que me pueda llegar a olvidar de esa imagen. Esa fue la que justo me tocó ver a mí cuando estaba pasando por ahí. Inconsciente de mi parte haberme metido en un lugar tan peligroso, eso podía haberse derrumbado tranquilamente. Fue una cosa que hice sin darme cuenta.
Trabajamos, como todo el mundo sabe, durante las 24, 48 horas seguidas, una cosa así no creo que pueda llegar a olvidar.
¿Qué reflexionaste, qué pensaste los días siguientes?
Hoy por hoy todavía me da un poco de pánico entrar en el estacionamiento de cualquier súper. Ayer me fui al cine inclusive, y lo primero que hice fue mirar por dónde se salía y dije “¿Será que vamos a poder llegar, que va a estar libre el paso, que no vamos a chocar contra las computadoras?” (porque había computadoras. Te queda esa sicosis, por ejemplo te queda el pensar también hasta qué punto llega nuestra idiosincrasia, hasta qué punto esta irresponsabilidad, de primero, nosotros, no exigir lo que está previsto, para que podamos estar protegidos. Y segundo, qué tanta confianza les tenemos a los funcionarios públicos, que por ejemplo, estábamos en un súper del que nadie se percató que no estaba en regla. O tanta es la ambición de la gente, de solamente querer ganar dinero, que van o no a cerrar las puertas. Yo era cliente de ese lugar, siempre los dos portones estaban abiertos, vos entrabas por un lado y salías por el otro, y ese día estaban cerrados. El de arriba, yo vi que estaban pegándole con piedras a los costados para romper y abrir.
A nivel inseguridad, yo creo que estamos muy desprotegidos, todavía. Yo creo que esto está quedando en un opareí, sin darnos cuenta. La responsabilidad era de todos: del dueño que presionó para que inauguren, del que fue a hacer la verificación y dijo “sí, está todo bien, todo bien”, famoso eso “Vamos a arreglar después nomás, todo listo”. Desde ahí comienza. Tenemos que empezar a concientizarnos desde la base misma. Todo el país, toda Sudamérica, lo que pasó en Cromañón, todos tenemos una falta de conciencia de la seguridad. Por ahí tampoco podés llegar a medir el problema que se va a suscitar, porque vos decís “Esto es todo lata, qué se va a incendiar”, pero vos no pensaste que arriba hay una cosa que se está acumulando con gas, un lengüetazo de llamas que tenía no sé cuántos miles de gramos, porque era cosa de un segundo. Yo escuché muchos testimonios de que fue cosa de un segundo, tipos que se tapaban la cara y luego aparecían despiertos en un hospital. Entonces, por ahí no podés llegar a medir las dimensiones. Por ejemplo, el señor que trabaja en 1° de marzo, los hijos se quedaron en el estacionamiento, y él subió a buscar algo, y se salvó. Otra cosa que no se puede explicar, increíble, ahí en la esquina había camionetas que no tenían una gota de quemadura, pero por ejemplo ahí había una cartera de una persona a la que no se la encuentra, no siquiera sus restos. No podés entender lo que pasó ahí.
Hoy por hoy eso me quedó, ya no como profesional, sino como ser humano, me quedó la imagen de entrar a un estacionamiento y tratar de estacionar cerca de la salida, o poner el auto medio apuntando a la salida, o ver que pueda tirar para atrás o para adelante y salir rápido, y esa cosa está trabajando siempre en mi inconsciente.
O estacionar afuera, si hay lugar
Ah, sí, totalmente. Pero vos sabés que, yo creo que por más que la gente haya estado preparada para evacuar ese lugar, de la manera que se gestó eso, si es cierto lo que dice la pericia, de que arriba se armó un cúmulo de gas que fue preparándose por mucho tiempo, fue como una implosión. Vos mirás la foto aérea y esta todo hundido, no está hacia fuera, está hacia adentro, en algún lado entró una bocanada de oxígeno que fue la que avivó el fuego, que hizo que se haga el lengüetazo, después el fuego con el monóxido volvió otra vez, porque no tenía salida.
Yo en los informes que tenía que dar al exterior, que eran muchísimos, hacíamos tres turnos: mañana, tarde y noche acá, había momentos en que charlaba con la gente y se me quería quebrar la voz, de la bronca y el dolor. Quedé demasiado expuesto e involucrado con el tema de estar muy cerca, porque vos imagináte que yo estaba parado, y a medio metro pasaban los cadáveres, los chicos...
¿Lloraban algunos, verdad?
Sí, y gritaban. Yo estuve desde que sacaron al primer herido. Y me quedé ahí porque estaba transmitiendo, luego me suplió Osmar y me fui hacia atrás, y Natalia quedó un poco más relegada, hacia el lado de las camionetas. Para nosotros era impactante ver colas y colas de camionetas del 911 llevando gente. Otra cosa que me impactó fue cuando la gente empezaba a pasar a Tropi Club.
En el ámbito de la prensa, ¿ustedes cómo toman el tema? Porque hay gente que se queja de que la prensa medio se está olvidando del tema...
Nosotros, a nivel periodístico, constantemente estamos tocando el tema. No lo dejamos así nomás. Siempre hay un dato para aportar. Hoy en El ventilador por ejemplo puede que se toque el tema, el programa que hacíamos en la tele antes, ahora está en radio. No dejamos pasar el tema, la política de la radio es tratar de mostrar el otro lado de la historia. Tratamos de no dejarlo en el olvido, porque es algo para no olvidar, en todo el mundo, fue uno de los siniestros más grandes del planeta. Hoy todavía me pongo a pensar y me da “cosas” hablar del tema. Te voy contando y las imágenes se van sucediendo, segundo a segundo, en mi cabeza. Me vienen muy claras las imágenes.
Otra cosa que me viene es la solidaridad del pueblo. Por más de que vive sufriendo, por más que la pasa muy mal, siempre existen ese billete de más para poder dar, o esa ropa más, o esa medicina de más. Y eso es por ahí lo positivo que pudimos rescatar de esta tragedia, nosotros acá vimos cómo la gente donaba cosas, aún no teniendo nada. Pudimos ver por la tele, cómo Palo hacía la maratón, cómo juntaban dinero para poder sepultar, y cómo también otros avivados como esas casas fúnebres, te cobraban cosas irrisorias, porque vos en el dolor tuyo no te dabas cuenta de lo que firmabas. Se aprovechaban. Entonces, vos ves las dos caras. Y bueno, cada uno con su conciencia, pero por sobre todas las cosas lo positivo es la solidaridad del pueblo, que a pesar de que está muy mal, siempre tiene algo para dar, para aportar.
Luego, cada uno con su responsabilidad, tanto el intendente que salió, como el intendente que entró, no sé si tanto el intendente, pero sí su entorno, los encargados de ir a hacer la revisión todos los años. Porque, bien que ellos te cobran para hacerte la revisión. Se ve que no la hicieron, o que el tipo es un neófito en el tema, que no sabe nada de prevención. ¿Cuán preparados están nuestros inspectores? Tenemos que preguntarnos también. Yo creo que ellos realmente tienen que especializarse sobre el tema. Yo creo que así se van a evitar muchos incendios. Y en las escuelas tendrían que hacer ensayos generales de cómo salir de los edificios.
15. ENTREVISTA A UN ESPECIALISTA EN PREVENCIÓN DE INCENDIOS
ENTREVISTA A UN ARQUITECTO ESPECIALISTA EN PREVENCIÓN DE INCENDIOS – JUEVES 31 DE MARZO, 09:00 HS.
Un arquitecto experto nos ayuda a entender en qué consiste un siniestro y otros puntos importantes para comprender esta tragedia del Ycuá Bolaños. Prefiere no dar su nombre, porque en realidad, él opina que la mayor parte de la culpa la tiene la Municipalidad ( y eso le podría causar que no le contraten para alguna cosa).
El arquitecto explica:
Vamos a definir lo que es un siniestro. Hay tres etapas que son la parte de prevención del incendio, la parte del combate y la parte del peritaje del siniestro. Y del peritaje se sacan las experiencias para volver nuevamente a la parte de prevención. Esa es la cronología de todo hecho, de este tipo de siniestros. Cada uno, como su nombre lo dice, no hace falta definir, porque se entiende perfectamente. En la parte de prevención hay dos etapas principales que se llaman las defensas pasivas y las defensas activas. Las defensas pasivas, básicamente, tenemos la arquitectura, en las normas, en la construcción. Y las defensas activas ya son los elementos de alarma, la parte de los equipamientos, extintores, etc., y por último entraría el Plan de emergencia. El Plan de emergencia es lo que se tiene que hacer en caso de un siniestro, tiene que estar siempre por escrito, de tal forma de que la gente pueda practicar. Dentro del Plan de emergencia está lo que se llama la evacuación, la evacuación no es solamente salir, como se hace acá, no, tiene que ser organizado. Eso implica también la parte de cultura, cultura del pueblo que lo usa. Tendría que comenzar esta parte que es muy, pero muy importante, en las escuelas, en los niños, enseñarles a no temer al fuego, enseñarles a comportarse ante situaciones de riesgo, de peligros. Por darte un ejemplo, en caso de quemarse, tendría que rodar, no salir corriendo. Es peor. Todas esas cosas, hay material, hay investigaciones en los grandes países: en Estados Unidos la N.F.P.A. (National Fire Protection Asociation), los estados europeos, Japón, etc. Prácticamente de ahí derivan las normas que se usan en el mundo, pero estos son los países que más gastan en investigación.
En Paraguay, en forme genérica, primero, no existe como materia curricular ni en la facultad de Arquitectura ni en la de Ingeniería. O sea que el arquitecto, que tendría que ser la base de todo esto, no está preparado, no tiene conocimientos. Los colegas en general creen que leyendo la Ordenanza municipal, ya está todo. Y no es así. No es así, y ahí es donde aparecen los errores de diseño. Cuando tienen mayores errores de diseño (los edificios y otras construcciones), es cuando para tratar de solucionar tienen que poner mayor cantidad de equipamientos. Ahora, los bomberos voluntarios, o los bomberos en general, ellos se lanzan más por el tema del combate. Ellos son combatientes, no así en la parte de prevención. Porque para prevención tienen que tener conocimientos de espacio, de arquitectura, leer en los planos. Un ejemplo clásico de eso te puedo dar: las computadoras. Las computadoras necesitan mínimo cuatro tomas, si no es más. Para solucionar aparecen las famosas zapatillas, pero esas zapatillas dónde se enchufan, se enchufan en cualquier lado. El cable de salida de las zapatillas es de ocho milímetros, aproximadamente, y se enchufa en un tomacorriente común, que a lo mejor es de 1,5 – antes era de 2, pero ahora es de 1,5 para economizar –. Entonces uno, de 1,5, les está proveyendo energía a uno de 8, ¿qué produce eso? Calor. Puede darse el caso, con el tiempo, de que recaliente demasiado el plástico que recubre ese cable. Y ahí comienza el problema. El combatiente tiene capacidad para detectar ese riesgo, y como solución te pone un extintor. Al final, el extintor qué es: es un arma para el combate, no es una prevención. La prevención cuál sería en ese caso específico: desmantelar ese cable, cambiarlo por mínimo por algo igual al de tu zapatilla. Y eso también se da en la gran mayoría de los comercios que usan maquinarias que necesitan electricidad y a lo mejor tienen cables muy gruesos, por la necesidad de uso, por más que ellos muchas veces llevan hasta un tablero pero a lo mejor están adquiriendo energía con cables de hasta 10 milímetros, y sin embargo la conexión a la calle usan solamente de 4 milímetros. No es el único riesgo, no es que ahí precisamente va a ocurrir siempre.
Aparte de eso hay que tener en cuenta de que el fuego es un enemigo muy grande, un enemigo muy formidable que nunca se presenta de la misma forma. Entonces no es una cosa así tácita “esto va a ocurrir de tal forma”, no, eso es mentira. Va a ocurrir de mil maneras, nunca se presenta de la misma forma, lastimosamente. Pero tenemos que aprender a conocerlo, a no temerlo, y a saber cómo combatirlo. Que entra mucho en la educación de los encargados de los distintos estamentos, ya sea de los guardias de seguridad, ya sea de la gente que hace mantenimiento, ya sea de la gente que hace los controles de esos mantenimientos, que sería la parte gubernamental, en este caso, el Municipio. El Municipio tendría que tener – no lo tiene – el programa que se trajo al Paraguay, se trajo de Cali – Colombia – en donde funciona muy bien el relacionamiento del Cuerpo de bomberos voluntarios con el Municipio de allá. Y funciona bien porque en el departamento de Prevención, que es el que acepta el plano, está un arquitecto bombero no combatiente. O sea, no tiene la mentalidad del combate. Entonces, nosotros acá tenemos un ingeniero que está en la Municipalidad, pero, entiendo yo que no es especializado en ese tema. Ese es el que acepta.
A criterio mío, específicamente en el caso de Ycuá Bolaños, ¿qué es lo que pasó? Por las deducciones de los informes peritales que hicieron los americanos, una serie de personas, todo se inició en el tubo de la chimenea de esa panadería. Ese tubo de chimenea tiene un defecto en el sentido de que sube seis metros, ahí le pega una curva de 90° en vez de ser una curva a 45° o lo mínimo posible, de modo que no dé lugar a que se quede el producto. Porque en una superficie plana es más fácil que se asiente – la grasa, en este caso –. El tubo no puede seguir porque probablemente tenga arriba algún tipo de viga y necesita desviarse, fue hecho a 90°, hubiese sido de 35°, 45°, de modo a que no facilite la acumulación de grasa, porque la grasa se vaporiza y luego se asienta, se pega por las paredes. Pero si vos le ponés una superficie plana, como este caso, se acumula más.
Todo se quema, hasta la harina. Acá, al tener esa curva, y allá arriba nuevamente vuelve a tener otra curva, y le ponen un extractor de aire para ayudarle en el tiraje de humo. Uno dice ¿cómo el fuego puede subir esos seis metros?, ahí abajo donde se hace el fuego, en la parrilla. Lo que pasó es que ese humo caliente derritió esa acumulación de grasa arriba, a los seis metros, y eso empezó a venir por la pared como si fuese una gota y funcionó como si fuese una mecha. Por él subió el g}fuego y agarró el resto de la grasa que estaba arriba, se prendió, por supuesto, y ahí comenzó a irse. Ese fue el inicio. Ahí empezó a acumularse humo, en cantidades grandes, se escapó allá arriba y se fue y se metió justamente entre el cielorraso por una abertura existente que supuestamente le servía de ventilación al cielorraso, pero ahí se nota el desconocimiento de la prevención, hay una cosa elemental: el humo no baja, el humo sube. Y ese espacio entre el cielo raso y el techo estaba ventilado por la parte de abajo, no por la parte de arriba.
Ahora, es tanta la cantidad de humo que se fue acumulando, que se saturó el ambiente y se produce un hecho muy raro, casi único digamos, que más bien ocurre con los combustibles, la nafta por ejemplo, cuando está dentro de esos grandes bidones, a medida que se consume hay más espacio y se va llenando de gases, porque él se evapora de por sí. Si eso se llega a quemar en un momento dado, se produce, aparte de combustible, lo que se llama el bleve. Bleve es una explosión, una bola de fuego que en el caso de los combustibles puede ir hasta 500 y más metros a la redonda, eso es casi instantáneo. Acá se produce flash point, o punto de la llama, que es una bola de fuego, una bomba que explota.
Ese humo concentradísimo, caliente, y que como no tenía forma de salir por abajo tendría que haber salido por arriba y siempre explota y daña el lugar más débil, siempre el lugar más débil nada más es lo que se rompe. Si se hubiese roto el techo no hubiera pasado absolutamente nada – se hubiese quemado – pero no el resto. Rompió qué, el cielorraso, el más débil, porque es material de espuma o algo, que también es combustible. Ahí empezó la explosión. Eso baja por ese lugar que rompió, y el fuego empieza a buscar oxígeno, aire. Entonces, instantáneamente, segundos, es que va pasando y va buscando. Y quema todo lo que encuentra su paso, petrifica prácticamente, por eso las personas quedaron duras en el lugar, murieron instantáneamente. La puerta de vidrio que tenían para bajar al subsuelo, probablemente, por comodidad – por los chicos que llevan el carrito – habrá estado abierta. Encontró espacio el fuego, ahí, y bajó, por la famosa rampa y fue quemando los vehículos que tenía a mano. Ahí se empezó a generar el humo, el gas carbónico, y ese gas carbónico volvió a subir y volvió a matar al resto. Ya en forma más “normal”, lo que es un incendio, que la gente muere por inhalación y después se quema. En el primer caso era una quema instantánea, en una fracción de segundo aquellos mató. La misma cosa se nota en los coches, los conductores quedaron petrificados con el volante en la mano, inclusive en la misma posición, porque era una explosión, una bola de fuego que venía a buscarles. Es como si pusieses un cajón de dinamita, y ahí hace la explosión y él se va, hasta encontrar el oxígeno, y luego hace la implosión, o sea, vuelve para adentro pero ya apagándose, habiendo consumido todo el material.
Eso es lo que pasó ahí. Se agravó la situación – eso van a determinar los fiscales – con el hecho del cierre de los portones, pero eso también era una norma en la Cámara de supermercadistas, por miedo al robo, cerraban en todos lados, no solamente ahí. No habiendo un Plan de emergencia, no saben qué hacer, en el Plan de emergencia tiene que estar todo especificado, si se va a cerrar el portón, automáticamente cierran, pero tiene que estar todo por escrito, y eso hay que practicar. No es cuestión de tener tipo libro en tu casa, que vos ni siquiera leés.
Eso es lo que ocurrió, a grandes rasgos. Es difícil determinar quién tiene la culpa. Por los estudios que yo hice, yo no le culparía al dueño. Por más que la gente dice “Ese es un bandido, es un sinvergüenza” – yo no les conozco a los dueños, no son mis amigos, en nada – pero vos tenés que ponerte en la situación de ellos, como propietarios de un negocio grande, como ellos no pueden construir, no pueden proyectar, ellos derivan eso, contratan gente que supuestamente les van a hacer, y les van a cuidar la espalda. Ahora, ¿es culpable o no es culpable? El tipo tiene que saber de prevención de incendios ¿Quién sabe acá de prevención de incendios? Nadie. Ese profesional hizo un lindo proyecto, y estaba bastante bien equipado desde el punto de vista del combate, yo he visto los planos, estaba bastante bien equipado, tenía alarma, tenía extintores, tenía sistema de agua, tenía tanque elevado, en la mayoría de los casos estaba dentro de los límites para correr la gente, sólo que eso no ocurre en un bleve, porque son segundos, y el tiempo de evacuación normalmente es de cinco minutos, según las normas y según las prácticas. Bueno, el hecho de si tenía o no todas las dimensiones, las salidas, no te lo puedo decir porque tendríamos que trabajar en base a un plano, ahora, ¿tiene culpa ese arquitecto, o no tiene culpa? Es difícil decir porque primero, no tenía conocimientos en el tema de prevención. Si a él no le enseñaron en la universidad. Eso es una cosa.
Otra cosa: le ¿aceptaron el plano? Le aceptaron. Él tiene aceptado el plano, lo que no tiene es la inspección final. Pero, la inspección final es simplemente verificar si está hecho lo que se presentó, si falta alguna cosa, o hubo modificación del proyecto, entonces le obligan a presentar una planilla extra a efectos de cobrarle las tasas correspondientes a la construcción. Uno es el proyecto desde el punto de vista de la construcción, el reglamento de construcción, y lo otro es el plano de prevención de incendios. En la parte de construcción te voy a dar un ejemplo: en el reglamento de la construcción las paredes linderas, las que dan hacia el vecino, tienen que ser de 30. Pueden ser de 20 mínimo, para arriba. Por nuestros ladrillos comunes casi no se usa de 20 porque es difícil trabar y lleva más tiempo y si te descuidás, pagás más mano de obra. Entonces la gente hace de 30. Si vos hacés tu plano y vos presentás a la Municipalidad con pared de 15, ese plano es rechazado, te hacen cambiar y tenés que adecuarte. La misa cosa si usás más del 75% del espacio de tu terreno, no podés techar todo tu terreno, tenés que dejar siempre una cierta área mínima establecida por el Reglamento General de la Construcción. En la parte de prevención de incendios también ellos pueden rechazar, y desde el momento que aceptan, te están autorizando a que vos construyas.
Aparte de eso, han pasado tres años – de la construcción del Ycuá Bolaños V – y esta gente pagó la inspección anual al Municipio. Cosa que el Municipio nunca verificó ni insistió en la inspección final. En este momento hay 30 mil construcciones en Asunción que no tienen inspección final. Y para más, pasaron tres años. Entonces, ¿qué es lo que pasa acá? ¿Quién es el culpable? Yo no tengo nada que ver en el tema, no quiero acusar, simplemente, lo poco que o estudié en el tema, es lo que yo te estoy diciendo: para mí, el dueño no tiene mucha culpa acá. Como propietario, como paraguayo, siempre somos bastante amarretes, siempre queremos lo más barato, probablemente habrán utilizado algún tipo de material más barato, que es típico en Paraguay. Ahora, lo que yo estoy viendo es que nuestro país es muy conformista, muy estático, y prácticamente han pasado seis meses – de la tragedia – no se ha hecho absolutamente nada, no se ha modificado ninguna ordenanza, no se ha entrenado, no han estudiado, no se han mandado gente (especializarse), al contrario, recurrimos a lo que es típico e4n Paraguay: a traer extranjeros para que vengan a hacer, en vez de cuidar los pocos puestos de trabajo... hay gente especializada. Pero es cuestión de agarrar con pinzas quién, o reunirlos a todos y ver qué se puede quitar. Eso es, para mi criterio, lo que se tendría que hacer.
Acá las autoridades tienen que llamar, pero ellos están trayendo gente, el Comité de Emergencia Nacional trajo una partida de españoles. Yo no tengo nada contra los españoles ni contra los extranjeros, pueden ser muy especializados en su tema, todo eso, respeto, pero hay nacionales Lo que no se tiene es criterio. Porque una cosa es combate y otra cosa es prevención. Son dos cosas distintas. Acá lo que se hizo, se hizo después de ocurrir eso, se empezó a recorrer discotecas, supermercados, todo lo que supuestamente tenía riesgos. Pero quién otra vez hizo esa inspección: combatientes. Y no es por ahí. Supuestamente con esa inspección está todo. Con las sugerencias que dieron, ya está todo. Y mentira. Esto es una bomba de tiempo. Esto es cuestión de tiempo. Fijáte vos lo que es, por no contratar a quien se debe contratar – a especialistas – por no hacer las cosas como se deben de hacer, en el caso del cierre de los portones, por darte un ejemplo. ¿Cuánto creés que pudo habérsele robado a este señor? ¿10 millones de guaraníes? ¿20 millones de guaraníes? Y si se le roban 20 millones de guaraníes, ¿cuánto le costó la demanda esta? Eso es por un lado. Y la parte de prevención, un especialista, ¿cuánto le pudo haber costado? A precio internacional, grande, 20 mil dólares.
Yo diría que hay falta de cultura, falta de aprendizaje. El dueño nunca se imaginó que pudiera ocurrir, nunca uno se imagina. Y tampoco se imagina la magnitud, eso es lo más difícil de definir: lo que podría ser. Justamente en los cursos que hice te empiezan a dar algunos items, y entre los principales está analizar la posible magnitud de eso. Primero, por la cantidad de material inflamable que puede haber, que se pueda utilizar, que se pueda manejar, productos químicos, y tiene inclusive una unidad de medida que es kilocalorías por metro cuadrado de construcción. Hay fórmulas para calcular eso, entonces de acuerdo a eso vos te das cuenta del riesgo que estás corriendo, del tiempo que puede tardar en quemarse eso. Esos son los estudios que tendrían que hacerse en la parte de arquitectura para que él pueda prever, además de las normas. Las normas actuales ya habría que actualizar.
¿Qué tenemos que hacer nosotros, ya que los lugares no están fiscalizados, para protegernos?
En la parte de educación, existen códigos de ética del ser humano y existen prácticas específicas por edades. La N.F.P.A. y la O.P.C.I. (Organización para combate contra incendios) donde yo estudié, que es la versión en español de la N.F.P.A. y está muy radicada en Colombia y Venezuela.
¿Cuáles son los lugares más peligrosos en Asunción?
Todos los lugares a donde concurre la gente. No se salvan. No te puedo decir específicamente tal. Pero en las grandes concentraciones de masa. Acá de lo que se trata es de salvar vidas humanas, no los bienes. Todos los edificios del gobierno, el Palacio de justicia...
¿Por qué se dice que el nuevo edificio del Congreso es peligroso?
Y porque está mal diseñado. Su salida de escape da a un patio interno, y ese patio interno no tiene por dónde escapar. Y para más, el edificio es inclinado, quiere decir que si se desploma, se va a desplomar sobre la gente que escapó. Elemental. Aparte de eso tienen un tanque de gasoil ahí abajo, supuestamente para cargar combustible en caso de apagón, para un generador, pero eso es ridículo, porque ellos no necesitan, porque en caso de que se apague la luz, ellos simplemente salen, no es como un hospital, que de repente tienen la necesidad de continuar, no puede parar una operación de corazón, o de cerebro, no se pueden sentar a esperar que venga la luz, el paciente se les muere. En el caso del Congreso, es un riesgo innecesario.
En cuanto a los bomberos, yo no tengo nada en contra, yo soy capitán de bomberos, pero con lo que yo aprendí, los famosos sicólogos hasta les toman a los bomberos como pirómanos reprimidos (muestra unos libros). En realidad, los bomberos hicieron un trabajo muy bueno, rescataron muchas vidas, son héroes, y cuando vos te largás contra ellos es como si te largás contra un muro. Pero ellos también tienen la culpa, porque ellos firmaron con la Municipalidad la parte de la tercerización de la inspección, y ellos cobraron por eso.
¿En Paraguay no habrá solución hasta tanto no se contrate gente especializada antes de cada construcción?
Acá los que tiene que hacerse es un estudio de punta a punta de cuál es la situación y cuál es la solución. Eso es lo que tiene que hacerse. Hablamos de tres a cinco millones de dólares, y la Municipalidad no tiene eso. (Lee en voz alta sus apuntes): “Para muchos, ser bombero es ser combatiente del fuego. La idea es combatirlo, contenerlo, enfrentarlo. Poco o nada se piensa en prevenirlo”.
¿Quién entrena a los bomberos?
De Chile. Chile es su base, el creador del cuerpo los Bomberos voluntarios es Miguel Ángel Estigarribia, que trajo de Chile. Él falleció. El me había pedido para ver qué podíamos hacer. (Sigue leyendo): “No entienden – los bomberos – que los elementos de protección son de la ingeniería de la seguridad”.
¿Los bomberos deberían dedicarse también a la prevención, dando charlas?
No. Tendrían que tener un arquitecto no combatiente en su departamento de Prevención, que tendría que aceptar los planos. Pero tiene que ser un arquitecto que no tenga la mentalidad del combate. Los combatientes ya son de una etapa posterior. En caso de que llegue a pasar, ahí es donde ellos entran.
“Las consecuencias des estos desastres dependerán en un alto porcentaje del nivel educacional y cultural de la población afectada”. Lo que acá, nada que ver. Si no hay eso, en el espacio mejor protegido, lo mismo van a morir. “El fuego ejerce una atracción casi sexual sobre el hombre. Es un enemigo formidable, y a combatirlo se dedican millones de bomberos, pagados o voluntarios, otros.” “Pudiéramos decir que los bomberos tienen mucho de pirómanos. Todos quieren tener su prueba de fuego una y otra vez.” “Poco se dice de los héroes vivos que hacen prevención, que vigilan instituciones antes y durante la construcción, y durante su uso, quienes educan a la sociedad en escuelas, hogares, industrias, comercios, quienes velan para que sitios de reunión social, artístico, cultural, deportivo, disfruten con tranquilidad, quienes disminuyen los riesgos en la vida cotidiana, no propiamente eliminándolos, pues la vida moderna implica riesgos, pero sí enseñando a conocerlos, a respetarlos sin temor (...)”.
¿Qué debemos hacer para cuidarnos cuando entramos a un lugar público? Ya que en Ycuá Bolaños murieron tantas familias, con niños incluso.
Lo principal es la evacuación. Primera cosa. Segunda cosa: no salir corriendo. Una vez que se quemó, digamos, en un lapso muy corto, aquello siempre se llena de humo, y al inhalar ese humo, es la muerte segura. Entonces, lo mejor es agacharse, hasta cierta altura el humo no llega – casi nunca llega hasta abajo –, entonces lo mejor es agacharse y gatear, sin desesperarse.
Pero si uno no corre, el otro le atropella.
Y esquiváte. Déjale pasar.
Si yo corro, ¿inhalo más humo?
Estás parada. Este es el estudio que se hace, algo científico, ya demostrado en aulas (muestra un libro): el tiempo que tarda el humo. Si estás sentado a la altura de un escritorio, en un ambiente cerrado, a los 25 segundos el humo ya casi llega a la cabeza. Si te das cuenta de que no vas a poder llegar a la salida, buscá algún baño, e indicá que vas a estar ahí. Porque el baño resiste más, por el azulejo. Si es posible, mojá toallas, taponá las posibles entradas del humo de las puertas. Otra cosa, nunca abras una puerta sin tocarla antes, porque puede haber fuego adentro. Habiendo fuego adentro, la puerta está caliente. En las casas, las mangueras de gas, normalmente el tubo de conexión de la garrafa a la cocina, porque es más barato, acá se usa de plástico, lo aconsejable es cambiar cada año, y acá tienen añares. O usar el de goma, que cuesta más caro pero que sirve cinco años. Y la garrafa explota sólo si recibe fuego de otra garrafa.
¿Y cuál es la prevención para el tema garrafas? ¿Por qué siempre hay miedo con eso?
Por desconocimiento. El gas abierto, si el ambiente está cerrado, al prender la luz, automáticamente va a explotar. Si dejás algo abierto, como una ventanita, no, pero por miedo al robo mucha gente cierra todo. Y en general, hay que mandar a revisar todas las instalaciones eléctricas, en especial en los edificios viejos. También nosotros, en las ciudades, les sacamos lugar a los bichitos y les dejamos sin comida, a las hormigas y por falta de comida entran dentro de los caños de electricidad y comen el plástico, ahí se producen los pequeños cortocircuitos. De noche si hay silencio vos escuchás un crujido. Lo interesante es tener alarmas, detectores, suenan cuando ocurre algo. Si la casa es muy grande y estás durmiendo, no te das cuenta de que algo se incendia en la cocina, por ejemplo.
Además, el experto explicó que los hospitales no se evacuan, igual que las cárceles. Entonces tiene que tener un plan de prevención casi perfecto en donde se pueda resistir ahí hasta tanto se pueda recibir ayuda. Porque en un hospital la gente no puede salir corriendo. En las cárceles debe haber patios internos.
Y mencionó: “Yo hago auditoría, asesoría en la parte de prevención de incendios[4]”.
16. HABLA EL INTENDENTE ENRIQUE RIERA
Mucho habían hablado algunos entrevistados sobre la Municipalidad y la responsabilidad del intendente, por lo que no entrevistarlo hubiera sido dejar un vacío en este libro. Por eso, a la última persona que recurrí fue a él, a modo de cerrar las ideas planteadas aquí. Esto fue lo que dijo.
ENTREVISTA AL DR. ENRIQUE RIERA, INTENDENTE DE ASUNCIÓN. LUNES 16 DE MAYO, 08:30 HS.
Las preguntas que le voy a formular se basan en cosas que escuché de la gente en este proceso de entrevistar a varias personas. ¿Con motivo de qué estaba usted de viaje el 1 de agosto?
La historia real del viaje a Buenos Aires, bueno. Ayer hace un año, a las dos de la mañana sonó el teléfono, largo, y yo cuando llamo de madrugada a veces creo que son periodistas y trato de no interrumpir mi sueño. El hermano menor de Cruz[5], que se llama Alejandrito, tuvo un accidente de tránsito a las dos de la mañana , yo no atendía porque sonaba, sonaba, sonaba y creí que era un periodista o alguien que llamaba a casa a molestar. Finalmente atendimos el teléfono y nos fuimos con Cruz a las dos de la mañana porque Alejandro estaba en el sanatorio San Roque, sin ninguna lesión externa pero con un terrible dolor en la espalda. Cuando nos dimos cuenta y los médicos dijeron, tenían que operarle porque había tenido un problema en la columna vertebral y le tenían que operar dentro de las tres horas para tratar de descomprimir las vértebras y para tratar de evitar que el daño sea mayor. Como consecuencia de todo eso, se llegó a la conclusión de que se le habían destrozado tres vértebras de la columna y él tiene 23 años y está en el quinto año de la Facultad de Derecho. A partir de ese momento asumimos la responsabilidad de la atención de Alejandro, él tenía seis años cuando yo me casé. Prácticamente era un hijo más.
Entonces, a partir de ese momento, mis suegros, que tienen edad, tuvimos ciertos recelos de cómo podrían reaccionar, entonces asumimos el rol. Cruz es la madrina de Alejandro y este era un chiquito que cuando yo me casé tenía seis años, dormía en la cama, en el medio de nosotros. Cuando pidieron los médicos la autorización para operarle le di yo la autorización. Tenía que haberle dado el padre, verdad. Pero cuando amaneció le avisamos, yo no quería que vean el auto en esas condiciones ni tampoco sepan qué le pasó al hijo, finalmente sucedió, se enteraron. Y a los días le tuvieron que volver a operar, le pusieron unos hierros, unos caños, unos bulones para que pueda erguirse, no podía ni sentarse, unos dolores terribles en la espalda. Entonces se empezó a buscar a dónde podía ir: a Estados Unidos, a Brasil, a la Argentina. Los médicos recomendaron Argentina. No podía viajar sentado. Entonces tuvimos que conseguir el avión… el primer vuelo oficial del avión ambulancia que compró el gobierno fue esto. Pagamos combustible, pagamos piloto, yo hablé con la gente de la Fuerza Aérea, fue el primer vuelo, se fueron hasta Buenos Aires, lo dejaron ahí, entonces por razones obvias los cuatro hermanos se turnaban para ir 20 días a Buenos Aires para acompañarlo en su recuperación sicológica. La primera que fue, fue Cruz. Mientras ella estaba 20 días yo me hacía cargo de los chicos, me hacía cargo de ser intendente, de ser profesor y de ser papá, porque cuando yo no estoy Cruz se encarga de ellos, yo estoy acá 14 horas al día. Entonces nuestra familia cambió de un día para otro, Cruz se iba 20 días, y desde las compras del supermercado hasta la atención de los chicos yo tenía que organizarme acá y naturalmente era momento de apoyarla como ella me había apoyado tantas veces. No hubo ni un minuto de discusión, se hizo así. Finalmente entonces qué pasaba, que ella venía, estaba muy desgastada, y yo tenía que recuperarle otra vez mientras se iba otra hermana, y a los 20 días, un mes, volvía otra vez a irse y así estuvimos casi seis meses mientras duró toda su recuperación. Además, había que poner verdad (dinero). El último período de recuperación Cruz me llamó por teléfono un sábado, el último sábado antes del 1 de agosto, que fue domingo, y me dijo “Tengo dos noticias, una buena y una mala. La buena noticia es que Alejandro viene en 20 días, le van a dar de alta y puede volver a casa (le estaban arreglando las ramas y eso). La mala noticia es que quiere que me quede con él hasta que vuelva”. Pero ahí ya le iban a vencer sus 20 días, o sea, tenía que quedarse otros 20 días más de estadía, eran 40 días. Yo le dije que bueno, que no había problema, que le iba a apoyar pero que me preocupaban los chicos. Pero naturalmente le iba a apoyar igual, entonces le dije que no se preocupe, que yo me iba a hacer cargo de todo y que yo tenía una inauguración en el zoológico.
Me fui el sábado a la mañana a la inauguración en el Botánico y a las 12:30, una de la tarde me entró la locura de ir a darle una sorpresa, ir a verla, sin que ella espere. Llamé por teléfono, compré un pasaje en TAM y me fui el sábado a la tarde, y caí el sábado a la noche sin que ella se espere, para darle fuerzas para aguantar los próximos 20 días. Y me quedé con ella en el sanatorio, y con su hermano, y al día siguiente de la mañana del 1 de agosto, estábamos todos desayunando, nos estábamos riendo, y a eso de las 12 del mediodía cuando íbamos a almorzar me llamó mi secretaria privada, me dijo que había un incendio en Asunción, y que era bastante grave porque había tres muertos. Me dijo “No se sabe cuánta gente hay adentro pero de momento hay tres muertos”. “Esto es una tragedia – le dije -, voy a ver cómo podemos hacer para volverme”. Le llamé al embajador paraguayo que es de allá, Manuel Cáceres, y Manuel me dijo “Mirá, las informaciones que yo tengo son más graves”. Estuvimos en contacto por teléfono y a medida que pasaban las horas iba aumentando la cifra, y entonces ahí ya conectaron la señal de TN con la de Telefuturo y pude ver desde el hospital en directo el incendio. Y yo me sentía muy impotente estando allá, sin poder volver, mi vuelo estaba paras doce de la noche en TAM, y entonces le dije al embajador que me consiga un avión para volver a cualquier lugar a cualquier precio, y no conseguía, y después me llamó a decirme que había un avión de la Fuerza Aérea con médicos argentinos que iba a salir a las seis de la tarde de una base militar llamada El Palomar. Entonces le dije “Bueno, lleváme ahí, mandáme un auto, yo quiero volver con ellos”. Después no salía a las seis, iba a salir a las ocho porque los médicos no llegaban, las medicinas tampoco, después de las ocho pasó para las diez, cuando iba a salir a las diez me dijo “Mirá, esos aviones son muy lentos, corrés el riesgo de llegar más tarde que tu propio vuelo, ¿por qué no te quedás nomás hasta las doce de la noche y lo hacés?”. En ese interin y a la distancia yo llamé al jefe de gabinete, a las ocho, le dije pongan un PC en el INTN, pusieron una carpa. Le dije que me prepare una resolución para habilitar fondos especiales para casos de emergencia y que de momento todo el personal del Municipio haga lo que tenga que hacer, apoye, y se fueron todos los directores allá, con los walkie talkies, se pusieron vehículos, combustible, hasta mi chofer sacó cuerpos de adentro, mi vehículo se utilizó para eso. Entonces cuando yo llego a las doce de la noche convoqué una reunión de urgencia de Gabinete en el aeropuerto y ahí me pusieron al tanto de todo lo que estaba pasando y yo me fui directamente del aeropuerto al lugar del incendio. Y entré a la noche en el Ycuá Bolaños, cuando estaba todo rodeado, entré en el subsuelo, entré arriba, entré abajo, firmé la resolución en el aeropuerto habilitando fondos especiales y les dije dos cosas que quizás fueron un error político: lo primero, prohibí sacar rédito político de una tragedia, “No quiero ninguna foto, no quiero ninguna conferencia de prensa, no quiero que digan qué hace el Municipio, no quiero nada, esto es un horror”. Eso fue un error. Tendría que haber informado lo que hice, porque la gente creyó que el Municipio estuvo ausente. Pero no me daba el espíritu en ese momento, ni a nadie, estábamos todos muy tristes.
Y a partir de allí me fui a la Caballería, estuve hasta las cinco de la mañana ayudando a la Fiscalía, identificando los cuerpos, trasladando lo que haya que trasladar, se tomó la decisión de proveer todos los cajones, todos los acompañamientos, todos los guantes, todos los tapabocas, todos los alimentos para todos los voluntarios de las primeras horas puso exclusivamente el Municipio. Eso nadie sabe. Se exoneraron todos los costos de entierro, en el Cementerio del este, en el Cementerio del sur, en la Recoleta. Conseguí el apoyo de mis colegas de AMUAM, yo era presidente de AMUAM porque se acabaron los ataúdes en Asunción, se acabaron los cementerios y los espacios en Asunción. Y a las cinco de la mañana intenté ir a dormir y no pude, me levanté al día siguiente a las ocho estuve de vuelta ahí en el lugar, recorriendo, viendo cómo seguir apoyando, y lo segunda decisión que tomé fue apoyar a las víctimas hasta el último día de mi mandato, sí o sí. Me importaba un rábano lo que digan, si había ataques políticos, eso lo íbamos a discutir después.
Naturalmente el COMUEDA – que era el Comité Municipal de Emergencias y Desastres de Asunción – funcionaba solamente en épocas de inundaciones, en mi mandato, cinco meses después de llegar, le asignamos los fondos, nunca tuvo fondos el COMUEDA, por suerte, fue una premonición, dos años después pasó lo que pasó. Y tuve la desgracia de que pasó en mi ciudad y en mi mandato. A nadie le importa que el supermercado se haya construido, no controlado e inaugurado en el mandato anterior. El 7 de diciembre de 2001 se inauguró, el 18 de diciembre de 2001 llegamos nosotros, unos días antes (se inauguró).
Los 17 funcionarios que tocaron ese expediente, todos los que pusieron firma y sello fueron sumariados por nosotros.
¿De la época anterior?
Claro, pero seguían siendo los mismos en mi época, yo no cambié esa gente. Y de ellos fueron sancionados ocho, los que tenían poder de decisión. Y todos sus antecedentes se enviaron a la Justicia.
¿Esa es la situación actual?
Esa es la situación actual. Y la justicia revisó eso y consideró que los grados de responsabilidad penal son personales, y que por ende sería un precedente jurídicamente inapropiado que por cada acto que haga un subordinado mío, de los 5.500 funcionarios que tenga, yo tenga que tener responsabilidades personales. Porque con ese criterio, el día de mañana, si el presidente tuviera que hacer un desalojo de una finca en Ypehú, y algún miembro de la fuerza pública se enfrentara con un campesino y pasara algo, él podría ser personalmente responsable y no es así. O sino no se podría gobernar, verdad, nadie podría ejercer el gobierno.
Ya que estamos en el tema, ¿qué pasó con la famosa fiscalización?
No, lo que pasa es que ahí hubo un malentendido. Las normas que rigen, Reglamento General de Construcciones y Ordenanza de prevención de incendios que es del año 87, y que algunos concejales que nos criticaron duramente jamás revisaron a pesar del millonario sueldo que reciben verdad, algunas áreas no lo hicieron. El procedimiento es así: cuando una persona quiere construir un supermercado o quiere construir un edificio, lo que sea, tiene que traer su plano. Ese plano se aprueba en Gabinete. Ese plano, antes, entregaba a un inspector que iba al terreno y verificaba si estaban bien las medidas, si tenía vereda suficiente, etc., después tendrían que haber hecho inspecciones periódicas mientras se va construyendo, porque sino, nunca vos te enterás si tiene caños o no tiene caños esa pared, dónde están los cables, cómo es el sistema de electricidad, cómo son los ascensores, si tiene o no tiene, etc., y después de terminar las inspecciones parciales, el propietario o el constructor – así dice la norma – “el propietario o el constructor” debería haber notificado a la intendencia de la época anterior – que no lo hizo – para que venga a hacer la inspección final, para ver si todo lo que está en el papel está en el terreno. Esa inspección final nunca se realizó. ¿Por qué la ley descarga en el propietario o el constructor? Porque las construcciones privadas no tienen plazo. O sea, cuando vas a hacer tu casa, hacés de acuerdo a tu plata. Cuando es una ruta, hay multa si no se termina en un plazo. Pero en tu casa a veces hacés la cocina y el dormitorio, y dejás el baño y el quincho para el final. A veces le ponés solamente plástico, no tenés plata para las ventanas. A veces tapás una parte y la otra no. ¿Cuándo termina de construirse una casa? ¿Cuando pusiste el piso, cuando le pusiste la teja, cuando le cambiaste la puerta, cuándo? No hay forma de saber, solamente de acuerdo a la plata que tenés.
Entonces, cuando termina, antes de entrar a tu casa, o al supermercado, vos tenés que llamarle y decirle “Señor intendente, quiero que me inspeccionen para poder habilitar mi casa, o mi supermercado”. Y no lo hicieron. Entonces al no estar nunca habilitado, desapareció del área. Yo encontré acá, después de todo esto cuando tantos problemas hubieron, desde el año 1991 hasta el 2001 – gobierno Buró, gobierno Filizzola – 30.000 construcciones sin inspección final que figuraban como terminadas. ¿Por qué? Porque cuando yo entré, el área que aprobaba los planos era la misma área que inspeccionaba en el terreno, entonces habían arreglos ahí. Entonces cuando yo entré corté eso, que el área que aprueba los planos es una, y el área que inspecciona es otra. La inspectoría general que se creó. Esta aprueba en el Gabinete, esta aprueba en el terreno. Entonces hay un control cruzado. Pero ese es un nuevo sistema. Entonces lo que aparece como que se cobró y no se hizo, es una segunda inspección que se hace por efectos tributarios, lo que hacen es medir si tenés los metros cuadrados construidos para cobrarte impuestos, no para verificar las condiciones de seguridad del local.
Estamos todos re desinformados entonces.
Estamos re desinformados porque se politizó el asunto. Era una excelente oportunidad para mis adversarios para tirarme con todo y decir un montón de cosas, pero bueno, y también hubo sectores involucrados de la prensa interesados en esto. Pero en ese momento, te digo, ya era imposible explicar, por eso es que ahora está en manos de la justicia y va a investigar. Esto siempre fue así, ahora después de todo eso que pasó se formaron a instancias del Municipio lo que se llama “1A”, y entraron las universidades, las facultades, el Círculo de ingenieros, el Colegio de arquitectos, la Universidad Católica, la Universidad Nacional, la CAPACO (Cámara paraguaya de la construcción), la COPACONS, la CAPAVI… qué sé yo, todos los grupos, y entre ellos están revisando lo que tendrían que haber hecho algunos concejales que nos criticaron, todas las normas para la realidad. Porque mi trabajo es administrar, dentro del marco de las ordenanzas y las leyes, el trabajo de estos señores es modificar las leyes.
¿Y eso no ha avanzado?
Esa ordenanza están todavía discutiéndola.
El concejal Boh dijo en Radio Cáritas, hace unos días en el programa de Carlos Martín, que no se ha cambiado nada aún.
¿Y quien tiene que cambiar? Qué curioso, a mí me exigen cobrar impuestos, pagar cuentas, arreglar la ciudad, comprar semáforos, alimentar los animales del zoológico, limpiar el Mercado 4, limpiar el Mercado de Abasto, recuperar la Terminal, hacer el Teatro Municipal, solucionar el problema de Cateura, y ¿qué hacen estos amigos que critican, como el concejal Boh? ¿No tendrían ellos que estar todo el día rompiéndose la cabeza haciendo ordenanzas nuevas?
Él mencionó el aspecto que hay que cambiar, el tema de separar las fuentes de calor del resto de la edificación.
Dos cosas nosotros hicimos en el acto: una, inspeccionamos todos los supermercados, y ahí se enojaron muchos, algunos periodistas también con nosotros, porque cerramos nueve. No tenían ni plano de prevención de incendios. Otra, se está estudiando la posibilidad de mantener las fuentes de calor fuera del lugar de venta. La tercera, la de evitar los entretechos, porque es el lugar donde se acumuló el gas y yo tengo hoy suficientes elementos para decir que de todas las pericias que sucedieron en ese incendio, realmente lo primero fueron: características atípicas, esto no lo digo yo, lo dijeron expertos chilenos que estuvieron acá trabajando, y segundo, tuvo características accidentales desde el punto de vista de la imprevisibilidad y la imposibilidad de evitar. Vamos a poner la hipótesis de que en la época anterior hubiesen entrado 100 inspectores, jamás se hubiesen dado cuenta, lo mismo que esto (señala el techo), ¿cómo sabemos si hay gas acá arriba?
O si la chimenea tiene forma de “S”.
Y está por verse si el codo de la chimenea realmente es el que generó la fuente de calor, porque no fue en la parrilla como creen algunos – según la opinión de algunos expertos – sino fue hornos de panificados, son hornos eléctricos cuyas chimeneas no salían arriba.
Y un supuesto material importado, que no debía ser inflamable y sí lo fue.
Claro. Yo no sé, yo creo que las razones, el fondo de eso las tiene que investigar la Justicia, sin presiones mediáticas, desde luego que esto fue muy manoseado, muy presionado, nosotros pasamos muy mal pero también nos dimos cuenta de en que muchas de las manifestaciones que tuvimos, fue poca gente y políticamente interesada, gente de Patria Libre, gente del filizzolismo, con nombre y apellido, no es que me contaron a mí, yo vi las fotos en los diarios.
¿Por qué en aquella manifestación no les dejaron entrar a los que estaban protestando y sí a los que lo defendían a usted?
Mirá, ahí pasó una cosa muy curiosa. La cuarta vez que intentaron intervenirme – porque acá hubo una persecución política feroz – mucha gente se enojó porque el que maneja quién entra y quién sale de la Junta Municipal no soy yo, es el presidente de la Junta Municipal, que como vos sabés tiene diferencias políticas conmigo. Entonces dejó pasar a las víctimas que están instrumentadas políticamente y dejó afuera a víctimas que realmente creen que esto tiene que estar en manos de la Justicia.
Pero si los que entraron estaban a su favor.
No, al revés fue. Entonces ahí vino una gran manifestación y me acusaron de atracar la Junta. Yo tenía por qué atracar la Junta, si teníamos los votos seguros. Entonces la segunda vez decidí declarar asueto, prohibí que nadie se acerque a la Junta, para que resuelvan ellos solos sin ningún tipo de presión. Y ahí se enojaron otra vez también. Como para que no haya nada, ni gritos, ni piedras, ni insultos, ni nada, que resuelvan solos.
Pero yo vi en la televisión que los que estaban acá adentro comiendo (en la Municipalidad), decían, a su favor, “El intendente no puede controlar a sus 5.000 funcionarios”, etc. Eso quiere decir que los que supuestamente estaban a su favor, entraron.
Claro, y hay mucha desinformación en esto. Yo te voy a decir una cosa, yo a esta altura del campeonato, después de 20 años de hacer función política, ya no acepto. Si te dije al principio que no quería réditos políticos, menos quería instrumentación. Acá ha venido gente de buena fe a decirme que no está de acuerdo. Te tengo que mostrar fotos y cartas que tengo guardador por ahí donde vas a leer la instrumentación, quizás esto pueda convencerte (saca una carta con una fotografía y lee):
“María Regina Rojas vda. de Jiménez, C.I. nro tal, y madre de Ofelia Noemí Rojas – que es la chica que está acá en esta foto[6] -, Rubén Rojas Sánchez, tío de Ofelia Noemí, no hemos participado de la manifestación del día 1 de febrero, frente a la Municipalidad ni hemos autorizado el traslado de la cruz ni la foto de nuestro familiar. Personas inescrupulosas e irresponsables llevaron la cruz y la foto del santuario. Hacemos esta aclaración a las autoridades municipales que siempre nos han ayudado.”
Yo puedo conseguir esto, fijáte, sacan la foto, traen la foto, ponen la cruz, y los padres y los tíos me dicen que ellos no autorizaron. ¿Qué más prueba de instrumentación? Y esta foto salió en el diario. Pero me mandaron la foto con la carta. Acá tenés otra (muestra otra similar).
Lo que pasa es que se entiende que las víctimas se enojen con todos. Por ejemplo, en una reunión salió una señora, dijo que no se manifiesten porque sino le iban a quitar sus víveres y demás.
A esa señora que tiene la venda en la cara, el director del área de salud del Municipio, cuatro veces personalmente le puso crema en todo el cuerpo. Cuatro veces. Y era el más dolido cuando le vio acá. Porque entonces no entendía la reacción. Y yo le dije “Mirá, con las víctimas no podés enojarte. El que perdió un ser querido tiene un dolor insoportable”. Yo no discutí jamás con una sola de las víctimas, y a todos los que se manifestaron se le sigue dando. Es cierto que vino gente que con intención de decir “Para qué le estamos ayudando si se están manifestando”, pero primero que son pocos, y segundo, que no podés entrar a discutir el dolor que sienten. Dejá que se manifiesten y seguimos ayudando hasta el último momento, se manifiesten o no se manifiesten. Todos, sin excepción, todos sin exclusión, hasta el 18 de diciembre de 2006, que yo sea intendente, van a seguir recibiendo asistencia de COMUEDA.
¿Pero usted no se enteró de ninguna manipulación?
No. Prohibí. Es más, algunos estuvieron con fotos que no eran de parientes suyos, como este caso. Igual. Andá averiguá si hay discriminación en COMUEDA, no existe. Tenemos nombre y apellido, y cada 15 días retiran todos, los que se manifiestan inclusive. Eso no va a variar, ni una coma.
¿Se acuerda de la señora Berzabé? Vino a hablarle una vez.
Una vez vino una señora a plantearme un tema parecido y yo derivé eso al área responsable, pero los planteamientos que se hicieron no eran tan fácilmente aplicables, según me explicaron los técnicos. Porque es una cosa, cuando vos querés ayudar, yo recibo cartas de montones, dicéndome todo lo que tengo que hacer: tengo que poner semáforos arriba y abajo, tengo que poner señalización en la ciudad, muy bien, el problema es de dónde sale la plata y cómo se hace, verdad. No es tan fácil. Pero si la memoria no me falla – porque yo recibo, acá pasan 140 mil papeles por año – yo firmo 40 mil por año, entonces yo no recuerdo concretamente pero sí recuerdo haber hablado, y es más, creo que estuve con su hijo o su hija en la Fiscalía, una vez, abrazados, llorando.
Su marido murió en Ycuá Bolaños, él una vez había presentado proyectos de prevención de incendios, según ella me dijo.
Sí, los proyectos existen, el problema es que la ley no se cumplió en alguna medida. Ahora, si ese cumplimiento de la ley generó la tragedia, yo tengo mis dudas. Yo más bien creo que acá hubo una situación accidental atípica, además con puertas cerradas no hay proyecto de incendio que funcione. Si se hubiese evacuado el local hubiese habido daños materiales nomás. Y ese es un problema. La gente murió adentro, si vos ves la distancia entre el patio de comidas y la puerta, son diez metros, no puede ser que vos no llegues corriendo.
O sea, usted afirma que estaban cerradas.
Sí, claro, confirmadísimo. De eso estoy seguro.
Pero había varias puertas.
Hablando con gente que vino a visitarme, dicen que hubo una corrida adentro cuando vieron una puerta cerrada se fueron al otro lado, encontraron que estaba ya la gente trancada, se encimaron, y curiosamente los que cayeron y quedaron cubiertos por otros cuerpos, se salvaron.
Yo personalmente creo, por todo lo que me han dicho, que los portones estaban cerrados y que las puertas de vidrio no estaban llaveadas pero se abrían sólo hacia adentro ¿eso viola alguna ordenanza?
Eso yo no sé, che. Pero si fue así, viola la ordenanza y los inspectores que no lo hicieron tiene que saber. Acá el problema es que hay una parte de la responsabilidad, compartida por el resto de la sociedad, que ojalá alguna vez se asuma, porque sino es muy fácil cargar todo en las autoridades. ¿Qué pasa con el que coloca las puertas, si sabe que no lo puede hacer? ¿Por qué lo hace? Bueno, está bien, hay que controlar, pero controlar todo, ¿qué organismo controla todo? Vamos a poner el caso del ministerio de Haciendo. ¿Controla todas las contabilidades de todas las empresas? No, elige algunas, ¿verdad? Suponéte que ahora esta mañana esté entrando un camioncito con leche, que trae de un matadero, y esa leche tiene adentro veneno para ratas y mata todo un barrio, ¿quién es responsable? Porque yo tengo que controlar: pollo, huevo, leche, carne, queso, todo lo que consumís en la ciudad tengo que controlar yo. También tengo que controlar todos los edificios, todas las chimeneas, todos los semáforos… ¿qué pasa con el ciudadano? ¿No tendría que tener un porcentaje alto de responsabilidad? Si no, vamos a tener 600 mil asuncenos y 600 mil controles, uno detrás de cada uno, y si no te controla, pasás la luz roja, y si no te controla, metés carne de contrabando, si no te controla, entonces vos construís mal. No puede ser.
¿Fue un error ir a la misa en Trinidad dos semanas después de la tragedia? ¿Fue por el día del Niño?
No, ese fue un atraco político. 15 días después, no fue por el día del niño, fue por las víctimas. Invitado por las víctimas. Me invitó un grupo de víctimas y el propio Monseñor Pastor Cuquejo. Yo leí la Biblia, yo hice la procesión alrededor y no pasó nada, hasta que entré adentro. Con mis hijos me fui, y con mi señora. Pero cuando estaba adentro y antes de terminar la misa entró un tipo gritando. Y ahí me informa un guardia y mi jefe de Gabinete que mi camioneta estaba rodeada y que gente de la prensa estaba indicando cuál era mi camioneta, eso me contó mi chofer. Y se acostó una persona delante y una detrás para que no pueda salir con mis hijos. Y entonces tuve que salir por la sacristía, por ellos, porque yo iba a ir por el frente para explicar lo que había que explicar, o para que la gente se queje, la autoridad tiene que dar la cara.
Pero cuando me di cuenta, los propios sacerdotes me dijeron que “Doctor, protegé tu familia”, cuando yo vi que venían 30, 40 tipos como para tirarles piedras a mis hijos, ahí ya me olvidé de ser intendente y fui papá.
No pensó usted que eso le podría pasar si iba a ese barrio.
No, no, porque yo entiendo el dolor de la gente, pero las circunstancias en las que se dieron este fenómeno, estaban buscando necesariamente algún culpable, jamás pensé. Es más, lloré yo en la misa varias veces, por el dolor. Me abracé cuando daban la paz con un montón de víctimas, parientes, con la familia Jiménez, con la familia Gutiérrez, con todos. Si yo leí la Biblia, mi señora leyó la Biblia. ¿Creés que yo voy a hacer…? Absolutamente, parea nada, hasta hoy, es más, cuando me llaman los visito, y ahora se está haciendo un programa de reinserción a los que tengan huérfanos, insertarlos en familias, a los jóvenes, conseguirles trabajo o becas, algunos trabajan conmigo acá en el Municipio porque no tiene formación para insertarse en el sector privado, a otros les estamos insertando en el sector privado en empresas que trabajan con el municipio.
¿Y por qué usted no promociona eso?
No quiero. Y no lo voy a hacer. Lo único que yo te digo, te garantizo que cuando yo salga de acá el 18 de diciembre de 2006, la gente que está recibiendo la ayuda del Municipio, hace casi nueve meses, de la única institución que les sigue apoyando, pasó todo ese tiempo, dejó de ser noticia y ya algunos canales no nos hacen caso, otros que al principio eran los grandes figurettis tampoco, los únicos que cada 15 días damos kits alimentario, damos kits escolares, ponemos vehículos para transportar los enfermos, liamos las vendas, les pagamos todos los remedios, y les estamos ayudando a recuperarse socioeconómicamente, es el Municipio de Asunción. Esa es mi gran recompensa, no una foto en el diario ni un reconocimiento de nadie.
¿Y esos fondos de dónde provienen?
Esos fondos provienen de los impuestos. Vienen del 0,5% del impuesto inmobiliario, según ordenanza. Lo que pasa es que el COMUEDA se creó en la época de Martín (Burt). Una cosa es la tasa de prevención de incendios y otra es la tasa de inspección de incendios. La prevención es la aprobación de los planos, la inspección la deberían hacer los bomberos, pero como los bomberos eran una especie de palabra bendita hasta hoy, valientes y admirables por todos, cuando yo llegué a decir lo que la ley dice, casi me matan, “Estás tirándole la culpa a los bomberos”, no le estoy tirando ninguna culpa, la ley dice eso. Los bomberos tienen que inspeccionar anualmente.
Pero parece que no hay expertos en prevención, sí en combate.
Sí, pero ahora está todo el mundo haciéndose, se acabaron los extinguidores, está embotellado el quinto piso de la gente que quiere regularizar sus planos, esto provocó incluso una discusión ética en las universidades, ¿qué tipo de profesionales estamos nombrados, ingenieros, arquitectos? Que modifican los planos sin avisar al Municipio para no perder el trabajo, esto provocó una crisis muy profunda.
¿No se da la materia prevención de incendios en la carrera de Arquitectura?
Ahora se va a dar una materia que se llama Ética profesional para formar ingenieros y arquitectos que no sean capaces de cambiar sus planos por presión de sus propietarios. El propietario le dice “Sacáme esta ventana, ponéme esta rampa” y eso no está aprobado por el Municipio, “Después vamos a arreglar con el Municipio, sino vamos a cambiar de arquitecto”. Y el tipo eso. Entonces, hoy tenés toda la ciudad prácticamente en una situación de irregularidad. Hay un proceso de regularización gigantesco. ¿Cuántos funcionarios necesito yo para hacer 30 mil inspecciones finales? ¿1.000 funcionarios más? ¿Quién paga?
En este momento hay 17 instituciones evaluando cómo se va a hacer. Y lo que se va a hacer ahora es un certificado de inspección final donde cada uno va a asumir su responsabilidad. Es decir, que cuando vos termines tu obra y digas “Bueno, vení a revisar mi supermercado, intendente” yo te voy a mandar la inspección final, y nosotros vamos a inspeccionar una parte, el que te colocó los hornos, va a poner que certifica que los hornos están bien. El que puso el ascensor, el que hizo las instalaciones eléctricas también, entonces vas a tener un papel así de grande que va a tener pegado: certificado de inspección final, la firma de todos los que hicieron las instalaciones. El arquitecto dice que él no contrata las instalaciones.
Y el dueño dice que él le derivó al arquitecto.
Correcto, y después va a tener abajo una póliza de seguro, contra terceros y contra incendios. Y para que te den una póliza, el edificio tiene que estar bien. Entonces vas a tener la patente municipal, el certificado de inspección final y la póliza. Y mis inspectores no van a ir a ver si funciona o no funciona el techo, porque no tienen ni idea de cómo hacerlo, no tienen competencia. La resistencia de los materiales ¿quién verifica? ¿cuánto dura? ¿Tiene las paredes adentro caños o cables? ¿Cómo va a saber? Entonces se hace la inspección final, la póliza de seguros y la patente municipal. Nosotros vamos a fiscalizar, no es que vamos a inspeccionar. Esa es la nueva forma. Y los constructores, así como cuando construís una ruta, tendrán que tener un fiscalizador externo. Nosotros vamos a tener una lista de fiscalizadores, vos podrás elegir, bueno éste es mi constructor, este mi fiscalizador. Y ese también va a poner la firma: este construye, este fiscaliza. Y nosotros vamos a fiscalizar todo.
¿Eso es lo que se está haciendo ahora?
Eso es lo que se va a implementar ahora.
¿Desde cuándo?
Se está implementando pero no está vigente porque, te repito, las ordenanzas modifican los concejales. Yo te quiero mostrar a vos, y te vas a reír, cuánto es la producción de los concejales, para que después hablemos de responsabilidades. Porque espectacular es pedirme la intervención a mí pero, ¿cuántas ordenanzas por año dan? El que más hizo, hizo tres ordenanzas por año.
¿Cuántos concejales hay?
24, de cinco partidos políticos. Algunos trabajan mucho, pero algunos de los que me critican, cero. Tres años sin ni una sola ordenanza. Y ganan más o menos 12 millones de guaraníes por mes.
¿Cuál es su trabajo? Controlarme, y regular. El mío es administrar la ciudad sin plata, muy bien. Yo trato de hacer lo mío, lo mejor posible. ¿Qué hacen algunos de ellos? Me critican, me obstruyen, me trancan… Muy lindo eso, porque o sino no se puede, fabuloso es “Él tiene la culpa”, pero cuando llega el momento de revisar hacia adentro… te quiero mostrar porque es impresionante la estadística.
Ya me contestó entonces lo de los proyectos en curso.
Sí, se está haciendo una modificación estructural completa. Pero hay una realidad también, esto no era parte no estaba dentro de las prioridades del Municipio, ni de este ni de ninguno. Nadie me pidió en tres años, jamás, ustedes los ciudadanos me pedían que tape los baches, que recoja la basura, que arregle el zoológico, que limpie el Mercado 4, nadie me pedía que inspeccione nada. Yo lo hacía en forma aleatoria y de menor a mayor: primero lo más antiguo y luego lo más nuevo.
Y le tocó lo más nuevo.
Me tocó el más nuevo, el más moderno de todos. ¿Y quién iba a imaginarse que iba a suceder una cosa así? Nadie.
¿Por qué, por lo menos, no dijo, delante de la opinión pública “Aquí estoy”? Usted no comunicó, no salió.
Ya te digo, fue un error, fue un Municipio ausente. Pero andá preguntále a las víctimas quién es el único que les está ayudando?
¿Alguna reflexión final?
Nada, que es un dolor muy grande, una tragedia que ojalá nuca se repita. Porque el dolor de las víctimas hay que respetar pero les voy a ayudar hasta el último día de mi mandato, digan lo que digan, hagan lo que hagan, piensen lo que piensen, eso es real.
17. CONCLUSIÓN
Es difícil opinar sobre todo lo que fue Ycuá Bolaños. Si algún familiar o amigo mío hubiese muerto allí, mi rabia sería tanta que quizás no aceptaría ninguna explicación y además, culparía a todos. Pero viéndolo desde “afuera” (aunque a cualquiera de nosotros nos puede tocar el siguiente Ycuá Bolaños), comprendo que cada persona tiene su dosis de responsabilidad. Sin querer entrar en polémicas, creo que es cierto que el dueño de un negocio cualquiera pone en manos de arquitectos, ingenieros, etc. el diseño y la construcción del local, pero es su obligación que se realice el mantenimiento necesario, y quizás los empresarios deban aprender a pedir una segunda opinión de ahora en más. La supuesta norma de mandar cerrar las puertas ante cualquier problema dentro de un supermercado, me parece que es peligrosísima, e irresponsable. Si hay un robo, hay seguros que cubren los gastos, pero nadie cubre ni se puede pagar por la vida de más de 400 personas y la salud de otras 400.
Es decir, yo concluyo que existe responsabilidad de los dueños, de los fiscalizadores de la Municipalidad, de los concejales que deben actualizar las ordenanzas, en parte del intendente, de la sociedad que somos nosotros y debemos aprender y presionar. No es posible que tamaña tragedia no nos haya enseñando una verdadera lección.
Las opiniones aquí expresadas sobre fiscales, policías, etc., (en especial lo que dicen los familiares de víctimas), si acaso lleguen a incluir afirmaciones que no son ciertas en un 100%, deben ser comprendidas, y no criticadas, porque el dolor es tremendo, y ellos sólo están buscando la verdad, y que los culpables paguen, cada uno, en el grado en que han tenido responsabilidad en el hecho. Todas las entrevistas están grabadas y archivadas, y creo que nadie se ha excedido en sus manifestaciones. Lo que espero es que nadie intente entrar en polémicas sobre lo aquí publicado, más bien, que esto en algo pueda contribuir en un mejor entendimiento de todos.
Ycuá Bolaños no puede ser nunca olvidado, y todos los ciudadanos, cuando podemos, debemos acercarnos a las marchas cuando se pide justicia, apoyar a las organizaciones. No debemos más acudir a la “negación”, porque, según dijo el arquitecto entrevistado, hay 30 mil edificios mal construidos sólo en Asunción, edificios a los cuales acudimos constantemente, somos todos posibles víctimas, y aunque el hecho no sea tan grave, al final, por la psicosis, podemos morir aplastados. Como han dicho algunos entrevistados, no bastan las medidas correctas (ojalá las hubiera en todos lados), es también fundamental la educación y el entrenamiento de todos.
En temas secundarios pero igualmente importantes, tenemos la explotación de miles de trabajadores en Paraguay. Miles de víctimas anónimas que día a día trabajan más horas que las ocho reglamentadas, y a fin de mes, con suerte, reciben menos del salario mínimo legal. Sin contar con las presiones y maltratos que reciben, además de todo.
También rescato en todo esto el amor en las familias, entre amigos, etc., cuando asociamos eso con la muerte se torna una mezcla muy triste. Cada día puede ser el último, dicen siempre, y es necesario que aprendamos a valorar ese día que la vida nos regala.
No me canso de repetir lo afirmado por José Luis Simón: el Paraguay es un gran Ycuá Bolaños. Y eso es triste, es decepcionante, es deprimente, especialmente para los jóvenes, quienes vemos un futuro incierto y vivimos con inseguridad aquí, sufriendo los estragos de la corrupción, el nepotismo, las mafias, la suba de los precios de todo…
En Latinoamérica será difícil que vivamos en paz mientras en no exista igualdad, mientras la riqueza no se distribuya más equitativamente, y seguiremos mal y viviendo en la inseguridad mientras la corrupción siga proviniendo desde las autoridades que deberían proteger a los ciudadanos.
[1] Otra sucursal del Ycuá Bolaños.
[2] Luego de la tragedia.
[3] Se refiere a su novia.
[4] N. de la A. Para obtener los datos del experto en caso de querer realizar auditoría, pueden escribirme a karinchun56@hotmail.com
[5] Se refiere a su esposa.
[6] Es una carta con la copia de una fotografía publicada en un diario, donde, en una manifestación frente a la Municipalidad, están personas con fotos y cruces. Una de esas fotos corresponde a Ofelia Noemí, según la carta.
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