PRÓLOGO
** Cuando Ricardo Ramirez me sugirió la idea de compilar las frases más estrafalarias de los últimos años, pronunciadas por hombres públicos y mujeres públicas, me pareció que no había material suficiente para justificar la dignidad de un libro. Sin embargo, cuando trasladé la consulta a otros amigos, comenzaron a llover las colaboraciones hasta que, de pronto, nos encontramos ante un vasto digesto de aforismos, ironías, errores y despropósitos.
** Tuvimos que abocarnos a la fatigosa tarea de seleccionar, desechar o privilegiar textos hasta obtener lo que los sociólogos suelen denominar "una muestra representativa"; algo que equivale a cumplir con el mandato bíblico de separar el trigo de la cizaña. El resultado es esta suerte de antología, breve pero exigente, de cuanto de pintoresco, extraño o ingenioso se ha dicho en los últimos años de vida nacional.
** Muchas de las frases que el lector encontrará en esta obra provienen de tropiezos, errores involuntarios desencadenados por la prisa o el nerviosismo. Otros revelan la influencia de un espíritu burlón, como el de ciertos espíritus festivos que recorren las sombras eternas y que, a veces, nos hacen el honor de compartir con nosotros el espacio terrenal. Otras frases son simples metidas de pata, inocentes quizá, pero metidas de pata al fin. Como dice el refrán: "Un tropezón cualquiera lo da en la vida".
** Con otras palabras, esta obra se parece a los almacenes de la campaña: no hay lo que no hay. Por eso aquí tenemos lugares comunes, genialidades, paradojas, ironías, metidas de pata, reflexiones, obviedades y hasta algunos lapsus; en fin, todo lo que puede ilustrar, desde una perspectiva trivial, el ejercicio de la palabra en muchos personajes del Paraguay contemporáneo, desde la milicia hasta el fútbol; desde la política hasta la cultura.
** La mayor parte de estas expresiones tuvieron como marco el calor de un debate, bajo la insoportable presión de un bosque de micrófonos y cámaras de televisión, y de un cerco de periodistas acuciosos y de ojos malévolos; o de manera distraída, sin pensar mucho en lo que se estaba por decir, trampa mortal en la que suelen caer hasta los más profundos eruditos.
** Hemos tratado de verificar todas las fuentes, una por una, para no presentar frases que no fueron pronunciadas nunca. Por eso desechamos todas aquellas que fueron atribuidas a determinados personajes de hoy o del pasado reciente, con el evidente propósito de estigmatizarlos: tenían el sello indeleble de lo apócrifo. Muchas de ellas eran, evidentemente, groseras adaptaciones de productos del humor rioplatense, como también lo son los pavorosos chistes de "cachiques" que más dan ganas de llorar que de reír; chistes que, dicho sea de paso, constituyen brillantes argumentos de los que sostienen que el paraguayo es inaccesible el buen humor.
** Tuvimos también algunos remilgos metodológicos. Por ejemplo, cuando estábamos seguros de la seriedad de la cita y de su autor, pero carecíamos del exacto respaldo documental, nos veíamos obligados a optar por una solución heroica: omitir el nombre del autor y conservar su pensamiento, en toda su brillantez. Alguna vez alguien se ocupará de establecer las fuentes respectivas.
** Seria larga la lista de quienes contribuyeron a este catálogo. No obstante, debemos agradecer la colaboración desinteresada de algunos amigos, entre quienes debo citar a Jorge Fernández Tabares, Hernán Salazar; Héctor Riveros y Gerardo Sanabria, para no citar sino a los más conspicuos. Otros, que también prometieron dar su óbolo, en la hora de la verdad se disfrazaron de cocoteros o de lamas tibetanos.
** Creemos, empero, que este libro merecerá ampliaciones interminables hasta condensar en sus páginas el resplandeciente escenario público paraguayo. Sería una crueldad privar a las generaciones futuras de tan pintorescas expresiones del talento criollo. Voces del Olimpo sólo pretende abrir el camino de la investigación, alentar a los cuentistas sociales y proveer alimento a las ruedas del fraterno tereré de la perrada. Con eso, como dijera el poema, tenemos bastante.
HELIO VERA

 

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Quien no te conozca, que te compre.
(Luís María Argaña, dirigiéndose a Juan Carlos Wasmosy,
al concluir el debate que los enfrentó en un programa de televisión,
en las internas por la precandidatura colorada a la
Presidencia de la República, periodo 1993-1998).
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Resulta que por la calle 25 de mayo se está trafiqueando mucho...
(Publio Fretes, comisario, comentario a la prensa sobre el caso Saldaña.
Radio Ñandutí,1020 AM, agosto de 1991).
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Hicieron la pared.
Queda la duda acerca de si la pared fue construida con ladrillos,
piedras, adobe o madera. Argot del periodismo deportivo).

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Se rascan las vestiduras.
(Herminio Cáceres, senador colorado.
Radio Ñandutí, 1020 AM, diciembre de 2003).
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Y yo estoy aqui para observar el Trans rally Chaco...
(Andrés Rodríguez Pedotti, ex presidente de la República.
Diario última Hora, 29 de septiembre de 1991).
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Duermo tranquilo y Dios me conoce.
Walter Bower, ex ministro del Interior y de Obras
del gabinete en la presidencia de Luís Ángel González Macchi.
Diario ABC color, junio de 2001).
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Y el artículo 107, que precede al 108
en la Constitución Nacional dice...
(Carlos Duarte Torres, diputado colorado.
Radio Asunción, 1.250 AM, marzo de 1994).
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No, no tenemos por qué rasurarnos las vestiduras.
(Díaz, Caldarera, diputado colorado.
Radio Cardinal, 730 AM, diciembre de 1994).
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Señor Presidente, nosotros le vamos a defender...
y también le vamos a defender al Partido Colorado...
con el perdón de las damas presentes...
de cuatro le vamos a defender.
(Jorge Quintana, dirigente de Santaní, en apoyo a Juan Carlos Wasmosy
contra la huelga del 2 de mayo de 1994.
Radio Cardinal 730 AM, Palacio de Gobierno, mayo de 1994).
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Señorita periodista...,
yo estoy de acuerdo en la lucha contra la antidroga.
(Andrés Rodríguez Pedotti, ex presidente de la República.
Radio Cardinal 730 AM, octubre de 1994).
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