|
|
Biografía
VILLA OCAMPO, BENIGNO DE JESUS
Ciudad de Concepción, 1901 - Brasil, 1990.
** Actor, autor y director de teatro, poeta, narrador y periodista.
** Miembro de la generación concepcionera del 25 -nucleada en torno a la revista Juvenia de Don Natalicio Olmedo- y uno de los principales propulsores de la comisión pro reivindicación y rescate de los restos del Mariscal López (finalmente trasladados a Asunción en 1936), Don Benigno Villa se dedicó desde muy joven al teatro y a otras actividades culturales que dieron lustre y renombre a su ciudad natal.-
** Integrante del Elenco Teatral dirigido por el maestro español (radicado en Concepción) don Jesús Barrios y Cajal y más tarde fundador del primer Elenco Teatral Municipal de Asunción, Don Benigno Villa se dedicó desde muy joven al teatro y a otras actividades culturales que dieron lustre y renombre a su ciudad natal.-
** Fue asimismo Senador de la Nación y luego director de Arte y Cultura de la Municipalidad capitalina. Perseguido y encarcelado durante la dictadura de Stroessner, optó por el «exilio voluntario» -como él mismo lo llamaba- y se radicó en San Pablo (Brasil).-
** Llamado «el pico de oro» por sus elocuentes y encendidos discursos, incluso en el exilio siguió prestigiando a su ciudad y a su patria lejana con la prolífica producción de su «pico» y su «pluma».-
** De sus obras escritas se destacan especialmente sus piezas dramáticas, y entre ellas “Casilda”, la más conocida, estrenada en Asunción (Teatro Municipal) en 1958 y dirigida por el célebre Roque Centurión Miranda.-
** Otras obras teatrales suyas son: “Confesión tardía”, “Chifladuras del día” (1920), “Guavirami” (1926; comedia musical cuya parte melódica es de su hijo Don Juan Bautista Villa Cabañas), “Kurusu Isabel” (1930), “Apajuái” (1936), “Anichevene che vyro” (1936) y “El amor rondaba cerca” (1937).-
** También es autor de “Evocando el pasado” (1950) -historia de la época opulenta de Concepción- y de “Historias, anécdotas y casos” (1968), obra que contiene diversos géneros y producida ya en el exilio.-
Fuente: "BREVE DICCIONARIO DE LA LITERATURA PARAGUAYA"/ 2da. Edición – Autora: TERESA MENDEZ-FAITH - Editorial EL LECTOR, Asunción-Paraguay 1998)
BENIGNO VILLA
Nació en Concepción, en 1902.
-. Ha escrito versos de noble factura y cuentos de trama interesante.
-. Su labor en el teatro se condensa en FUERZAS OPUESTAS, comedia en tres actos, estrenada en su ciudad natal; GUAVIRAMÍ, cuadros campesinos, en tres actos, en castellano y en guaraní; TEATRO DE AFICIONADOS, pieza cómica, en tres actos; APAYUÁI, cuadros campesinos, en guaraní; ANICHEVÉNE CHE VYRO, cuatro cuadros de ambiente campesino; y CHIFLADURAS DEL DÍA, sainete en dos actos, escritos en colaboración con Juan Bernardo Otaño (h.).
-. Todas estas piezas fueron llevadas a la escena, por elencos improvisados, en la ciudad de Concepción.
Fuente: HISTORIA DE LAS LETRAS PARAGUAYAS – TOMO III. Por CARLOS R. CENTURIÓN. ÉPOCA AUTONÓMICA. EDITORIAL AYACUCHO S.R.L.. BUENOS AIRES-ARGENTINA (1951), 500 pp. – Versión digital en: BIBLIOTECA VIRTUAL DEL PARAGUAY (BVP)
BENIGNO VILLA
** (1902).
** Autor de varias piezas de teatro de ambiente genuinamente paraguayo, se mantiene hasta el presente en el exilio.
** Publicó un interesante libro CASOS Y COSAS, donde se insertan mitos, leyendas y cosas del folclore nacional. Sus demás obras se encuentran inéditas.
RELATO DE NORTEÑA TIERRA
(Fragmentos)
José Santiago comentó aquel drama,
en un gesto de hombre, a sus hermanas:
«Vivía por allí cerca un rico,
un potentado, al parecer, aunque
de triste fama por sus abigeos;
terror de cuanta gente pretendía
ponerle freno, pues, pertenecía
a esa clase que manda, que domina,
y que en nuestro villorrio pontifican
sobre el orden, la justicia y las leyes
y a cuyos requerimientos se cuadran
(en todo tiempo) alcaldes y jueces,
por ese imperativo fatalista
que domina al pueblo y lo subyuga;
resabios de una herencia inmerecida
que carcome las ansias libertarias
y desfigura al hombre paraguayo
en el seno de su tierra nativa
(desde que desaparecieron todos
los grandes conductores del pasado).
«Aquel rico en plantíos y ganado
y en ancho campo incrustado al valle,
cierto día ordenó a sus capangas
que carneasen el buey de la vecina,
ya que el animal era un peligroso
corsario, decretando así su muerte.
Cuando la dueña tuvo la noticia,
fue a casa del rico, a quien pidió
una reparación por aquel hecho,
recibiendo en respuesta una andanada
de insultos procaces, en el lenguaje
caudillesco, arrogante, altivo,
agregando que, gente como ella,
no tiene importancia, que ya por eso
él se encargaba de ponerle coto
y administrar justicia donde quiera.
Volvió a su casa la mujer, muy triste,
consultó después con Melitón, amigo
leal de su esposo fallecido,
y escuchó sus consejos, resolvió
ir a la Villa y denunciar al Jefe
aquel abigeato vergonzoso.
Este Jefe, a su vez, le dio el nombre
de un abogado, prestigioso entonces,
y la demanda se hizo prestamente.
Todo el vecindario se ofreció a Rosa
prestar declaración; catorce nombres
engrosaron en aquel expediente
y todos firmemente declararon
en contra de aquel amo no buscado.
La sentencia del Juez vendría pronto
y en el valle la gente se alegraba
esperando el escarmiento consiguiente.
Pero, una noche de tormentas, Rosa
fue cosida en sueños a puñaladas...
¡Triste fin que lloró el valle entero!
...Mas, un día salió José Santiago
montado en su pingo; iría, dice,
al despedirse, a hacer una visita
desde hace mucho tiempo prometida
y, evitando preguntas tras preguntas,
al galope se fue campo traviesa.
Intuyó Melitón que el propósito
de José Santiago podría ser
de fatales consecuencias para él
y tal vez para muchos. Prestamente,
sencilló su montado y se largó
tras las huellas del mozo, alcanzarlo
pretendía. Galopó, galopó
sin rumbo fijo durante media hora
y, cuando divisó la casa grande
morada del famoso prepotente,
pudo ver mucha gente aglomerada
y escuchó voces, quejas y lamentos.
Alguien vino a su encuentro, al verlo,
y le contó lo sucedido: José
Santiago acababa de dar muerte
al poderoso señor don Matías,
de siete puñaladas bien certeras
y que siguió viaje galopando
con rumbo a la frontera brasileña.
Cinco años más tarde, el treinta y tres,
un crecido contingente llegaba
a la Ciudad, con fin de incorporarse
al Ejército en lucha con Bolivia;
venía del Brasil, para ofrecerse
a la Patria. José Santiago estaba
en la partida. Con hurras y vivas
y su bandera desplegada al viento,
cruzaron las calles con bizarría.
El Comando de la plaza quería
darles personalmente su saludo
y, más su calurosa bienvenida.
Cuando llegó la buena nueva al valle,
Don Melitón, Ña Rita y sus muchachos
vinieron para ver al «escapado»
trayéndole presentes de la tierra
nuestra chipas, dulces y cigarros
y, más que todo eso, el fuerte abrazo
de aquellas gentes que un día
lloraron a torrentes su partida.
¡Reencuentro en el solar nativo, sueño
cuajado en oro y seca el infortunio!
Al Chaco, después, donde José Santiago
aprendió la vida de soldado en
guerra como aprendió el buen manejo
de mortíferas armas y de cómo
se mata legalmente, sin proceso,
recibiéndose citaciones y honras
que pasan luego a la posteridad.
Indudablemente, fue el punto más alto
de su vida, ese vivo momento
perentorio de la nueva existencia,
que ofrece sus dos caras: tener suerte
u ofrecer un buen tributo a la muerte...
San Paulo, agosto de 1973
.
|
Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos
|
|
|
|